Ejercer Vocabulario y expresión en el lenguaje administrativo Para que la comunicación sea efectiva existen unas normas básicas de aplicación en cualquier ámbito, pero más aún cuando es la Administración la que quiere transmitir el mensaje a los ciudadanos. Adaptar el lenguaje al interlocutor es solo la primera de esas reglas. ISABEL ALBAR Y MARÍA RUIZ DEL ÁRBOL Logopedas. Directoras de Eduvoz, centro de rehabilitación y educación de la voz www.eduvoz.com N o es más culto el que habla mejor, sino aquel que es capaz de manejar distintos registros según a quien vaya dirigido su mensaje. Con un campesino hablará como un campesino, con un profesor lo hará como un profesor. El primer requisito al hablar y escribir es hacerse entender. El lenguaje administrativo es el que emplea la Administración para comunicarse con todos los ciudadanos. Es un lenguaje especializado, con una terminología propia que debe ser sencillo y claro para que toda la población lo comprenda. Hay personas que tienen el don de la palabra y hablan con fluidez, sin embargo les resulta complicado escribir un texto; otras, por el contrario, escri- 24 iuris 2.ª mayo 2013 ben con facilidad pero les cuesta utilizar correctamente el lenguaje oral. Tanto para hablar como para escribir correctamente conviene leer mucho y bien, con el fin de poseer un vocabulario amplio y preciso; ordenar las ideas y escribirlas o pronunciarlas con palabras claras, sencillas y frases cortas que contengan una sola idea fácil de entender. Verbo El verbo es la parte de la oración que expresa lo que hacen o pueden hacer las personas, animales o cosas; permite variaciones de número, persona, tiempo y modo. El verbo le confiere a la frase la acción. Su uso adecuado indica, en muchas ocasiones, la riqueza o la pobreza de vocabulario. El uso adecuado del verbo indica, en muchas ocasiones, la riqueza o la pobreza de vocabulario La lengua española tiene verbos comodines que, por sí mismos, poseen un sentido vago y se adaptan a distintos conceptos. Se debe valorar que verbos como hacer, poner, ser, estar… sean los más ajustados al sentido de la frase para lograr claridad y concisión en el mensaje. Así, en frases como: “Esa ley tiene cinco artículos” sería más correcto sustituir el verbo por “Esa ley contiene cinco artículos” “Ese sistema de financiación tiene varios problemas” sería mejor “ese sistema de financiación presenta varios problemas” “Habrá elecciones el próximo año” mejor “se convocarán elecciones el próximo año” “Se ha puesto un edicto” mejor “se ha publicado un edicto” “El miércoles finaliza el plazo” mejor “el miércoles vence el plazo” El tiempo verbal indica el momento en que se realiza la acción expresada por el verbo, determina si se está realizando en el momento actual; si ya se ha realizado o si sucederá en el futuro. Cuando la acción expresada por el verbo ya ha sucedido, se utiliza el pretérito perfecto (ha considerado), el pretérito indefinido (consideró) y el pretérito imperfecto (consideraba). El pretérito perfecto indica que la acción ha terminado hace poco tiempo (se han adoptado medidas) el pretérito indefinido determina que la acción es más lejana (se adoptaron medidas) y el pretérito imperfecto indica una acción del pasado, repetida en el tiempo (en aquella época ya se adoptaban medidas). El gerundio es un tiempo verbal que plantea muchos problemas y dudas al escribir; expresa una acción simultánea a la del verbo principal, referida a cualquier tiempo (estoy escribiendo, estuve escribiendo, estaré escribiendo) pero la acción a la que se refiere el gerundio no puede ser posterior a la del verbo principal. Juan está presentando el informe (correcto) Se deberá mandar un escrito conteniendo los datos (incorrecto) Se deberá mandar un escrito que contenga los datos (correcto). Se debe evitar una muletilla que se utiliza frecuentemente tanto en textos escritos como en el lenguaje hablado que consiste en utilizar el infinitivo de este modo: “Recordar que el plazo de inscripción termina…” “Resaltar que no se recogerá ningún documento que no esté…” El uso correcto de estos infinitivos sería por ejemplo: “Quiero recordar que el plazo de inscripción termina…” “Conviene resaltar que no se recogerá ningún documento que no esté…” Respecto a las voces en activa y en pasiva, la primera presenta un estilo directo y más fácil de entender. Así, entre decir “El presente escrito ha sido presentado por el interesado” y “El interesado ha presentado el presente escrito”, elegiremos siempre el segundo ejemplo. Adjetivo El adjetivo tiene como función modificar al sustantivo, y debe concordar con él en género y número. Decía el poeta Vicente Huidobro: “el adjetivo cuando no da vida mata”. En un estilo tan sobrio como el lenguaje administrativo, no debe abusarse de su uso; por esto es recomendable, al incorporarlo a una frase, hacer la prueba de quitarlo para valorar si la frase sin él, pierde sentido o fuerza expresiva. Si es así, es mejor no utilizarlo. El periodista Javier Badía, en un artículo sobre el lenguaje administrativo, denunciaba el error de anteponer, por sistema, el adjetivo al sustantivo poniendo ejemplos como: “De acuerdo con lo dispuesto en el artículo 22 del vigente reglamento”. “En normas legales de pertinente aplicación”. El uso correcto del adjetivo, para la buena comprensión del mensaje, es que vaya detrás del sustantivo: “De acuerdo con lo dispuesto en el artículo 22 del reglamento vigente”. “En normas legales de aplicación pertinente”. El adverbio complementa al verbo, al adjetivo o a otro adverbio. Hay adverbios de tiempo (hoy), de lugar (allí), de cantidad (mucho), superlativos, diminutivos… En el lenguaje administrativo hay que procurar no abusar de los adverbios terminados en “mente”, como simplemente, adecuadamente, seriamente… Se piensa de manera errónea que imprimen seriedad al texto y ayudan a completar la frase, ahorrando palabras, cuando en realidad indican pobreza de recursos y pereza para buscar la palabra adecuada. Pronombres Los pronombres representan a personas, objetos u hechos ya conocidos iuris 2.ª mayo 2013 25 Ejercer por el emisor o el receptor del mensaje. Para no perder continuamente el hilo conductor, al escribir, a no ser que el sustantivo y el pronombre estén muy próximos, interesa elegir el primero o un sinónimo equivalente. Aunque las autoridades académicas han admitido el pleonasmo de expresiones como “volar por los aires”, “comenzar de nuevo”, aunque sean de uso corriente, suponen una redundancia que es conveniente evitar. Es absurdo decir “el dueño del vehículo deberá presentarse personalmente” o “se utilizará la firma electrónica identificativa”. La sencillez al escribir y al hablar no está reñida con la cultura ni la elegancia expresiva. Las palabras difíciles, las frases enrevesadas, las palabras largas y preferiblemente esdrújulas deben ser sustituidas por otras más corrientes, cortas y fáciles de entender: Financiación –plazos. Rentabilidad- interés. Implementar- aplicar. Dinamizar –activar. Problemática- problema. Señalizar- señalar Los términos técnicos deben utilizarse solo cuando se está seguro de que el público los va a entender. Es conveniente traducir a un lenguaje comprensible los términos profesionales para que el ciudadano no se vea obligado a descifrar los mensajes de la administración. Signos de puntuación Los signos de puntuación sirven para marcar las pausas necesarias que le den el sentido a la escritura. En los textos administrativos, característicos por sus frases largas y algo farragosas, los signos más recurrentes son las comas. En este tipo de redacción es difícil la comprensión del texto porque el lector, enredado en su estructura, pierde el hilo conductor. Vamos a recordar algunas reglas de puntuación ya que su uso correcto facilita la lectura y la comprensión del texto. 26 iuris 2.ª mayo 2013 La coma indica una breve pausa en la lectura. Se utiliza: Para separar palabras de la misma clase o que formen una enumeración. Ejemplo: La Constitución garantiza el principio de legalidad, la jerarquía normativa, la publicidad de las normas,… Para hacer una aclaración. Ejemplo: En estos mismos países, aún cuando no reconozcan a sus ciudadanos un derecho recíproco, podrán naturalizarse los españoles sin perder su nacionalidad de origen Las locuciones conjuntivas o adverbiales van precedidas y seguidas de una coma: es decir, por consiguiente,… Ejemplo: Asimismo, tienen derecho a salir libremente de España… El punto y coma indica una pausa más larga que la coma. Se utiliza sobre todo para separar los diferentes miembros de una oración larga en la que ya hay una o más comas. El punto se utiliza para separar oraciones. El punto y seguido separa oraciones dentro de un mismo párrafo. Ejemplo: salvo en caso de flagrante delito. El domicilio es inviolable. Ninguna entrada o registro podrá hacerse en él sin consentimiento del titular o resolución judicial El punto y aparte señala el final de un párrafo. El punto y final señala el final de un texto o escrito. Detrás de las abreviaturas. Ejemplo: Sr. (señor), Ud. (usted), etc. Los dos puntos se utilizan: En los saludos de las cartas y después de las palabras expone, suplica, declara, etc., de los escritos oficiales. Ejemplo: Muy Sr mío: En una cita literal En una enumeración. Ejemplo: Solicita las vacaciones para el año 2010 en los siguientes períodos: Del día 01 al día 15 del mes de Julio del año 2010. En los decretos, sentencias, bandos o certificaciones al final de cada fundamento de la resolución. Ejemplo: Expone: que habiendo presentado la demanda En un ejemplo, una anécdota o un relato En una explicación Los paréntesis son signos que encierran elementos aclaratorios intercalados en un enunciado. Se utilizan: Para aislar aclaraciones que no estén ligadas con el sentido de la oración Para encerrar aclaraciones como fechas, lugares siglas… Los puntos suspensivos sirven para dejar la oración en suspenso o incompleta Ejemplo: se aportará documentación acreditativa: carnet de identidad, pasaporte, carnet de conducir… Una de las principales reglas para que la comunicación sea efectiva es adaptar los propios objetivos a los intereses del público. El lenguaje administrativo es el que utiliza la Administración para comunicarse con todos los ciudadanos. La ciudadanía es un público muy amplio que abarca personas de todas las edades, distinta condición social y diferente preparación académica y cultural, por ello la Administración debe procurar transmitir sus mensajes en un lenguaje claro, llano, preciso y fácil de entender. Manuela Carmena: “Para que se nos obedezca, es imprescindible que se nos entienda”