RESEÑA DE NOVEDADES I PROPIEDAD INDUSTRIAL Y NUEVAS TECNOLOGÍAS Núm. 26 – 2º Trimestre de 2014 LEGISLACIÓN LEY 9/2014, DE 9 DE MAYO, DE TELECOMUNICACIONES 3 JURISPRUDENCIA PROTECCIÓN DE DATOS. ANULACIÓN DE LA DIRECTIVA SOBRE CONSERVACIÓN Y CESIÓN DE DATOS. SENTENCIA DEL TRIBUNAL DE JUSTICIA DE LA UE DE 8 DE ABRIL DE 2014 (ASUNTOS ACUMULADOS C293/12 Y C-594/12) 5 PROTECCIÓN DE DATOS. EL TRATAMIENTO DE DATOS PERSONALES POR PARTE DE MOTORES DE BÚSQUEDA Y EL “DERECHO AL OLVIDO”. SENTENCIA DEL TRIBUNAL DE JUSTICIA DE LA UE DE 13 DE MAYO DE 2014 (ASUNTO C-131/12) 8 PROPIEDAD INTELECTUAL. REALIZACIÓN DE COPIAS DE UN SITIO INTERNET EN PANTALLA Y EN LA CACHÉ DEL DISCO DURO DURANTE LA NAVEGACIÓN EN INTERNET. SENTENCIA DEL TRIBUNAL DE JUSTICIA DE LA UE DE 5 DE JUNIO DE 2014 (ASUNTO C-360/13) 11 DISEÑO INDUSTRIAL COMUNITARIO. REQUISITOS DE NOVEDAD Y CARÁCTER SINGULAR. CONTENEDORES DE GOLOSINAS CON FORMA DE CARAMELO DE PALO GIGANTE. SENTENCIA DEL TRIBUNAL SUPREMO DE 30 DE ABRIL DE 2014 12 PROPIEDAD INTELECTUAL. ACTIVIDAD DE “PRESS CLIPPING”. LOS DIARIOS DE PRENSA SE CONSIDERAN OBRAS COLECTIVAS. SENTENCIA DE LA AUDIENCIA PROVINCIAL DE MADRID DE 4 DE ABRIL DE 2014 15 PROPIEDAD INTELECTUAL. PUESTA A DISPOSICIÓN DE LOS USUARIOS DE PROGRAMAS INFORMÁTICOS QUE PERMITEN EL INTERCAMBIO DE ARCHIVOS DE MÚSICA. SENTENCIA DE LA AUDIENCIA PROVINCIAL DE MADRID DE 31 DE MARZO DE 2014 16 LEGISLACIÓN LEY 9/2014, DE 9 DE MAYO, DE TELECOMUNICACIONES El pasado 11 de mayo de 2014 entró en vigor la nueva Ley de Telecomunicaciones (“LT”) que sustituye a la anterior Ley 32/2003, de 3 de noviembre, General de Telecomunic aciones, con objeto de adaptar la normativa a los avances del sector de las telecomunicaciones y a los objetivos de la Agenda Digital para Europa. La nueva Ley de Telecomunicaciones introduce, entre otras específicas del sector y en lo que aquí nos interesa, importantes modificaciones en materia de comercio electrónico, protección de datos, comunicación audiovisual, regulación del juego y firma electrónica , que enumeramos a continuación: 1. Protección de datos de carácter personal. El artículo 41 de la LT establece que la Agencia Española de Protección de Datos tendrá potestad para examinar las medidas adoptadas por los operadores en materia de protección de datos de carácter personal y podrá formular recomendaciones sobre mejores prácticas sobre el nivel de seguridad, adoptar directrices y dictar instrucciones en los casos en los que los operadores notifiquen casos de violación de datos personales. En relación con la conservación y cesión de datos relativos a las com unicaciones electrónicas y a las redes públicas de comunicaciones, la LT remite a la Ley 25/2007, cuyo artículo 6.2 es modificado en virtud de la disposición final cuarta de la LT para añadir la obligación de que la información sobre datos personales que se facilite a los agentes facultados debe limitarse a la información que resulte estrictamente necesaria para la investigación o prevención de delitos. Como advertimos más adelante, la Ley 25/2007 debe ser sometida a revisión después de la anulación por parte del TJUE de la Directiva 2006/24 sobre conservación y cesión de datos. El artículo 48 de la LT se ocupa de los derechos de los usuarios finales de servicios de comunicaciones en relación con las comunicaciones no solicitadas, añadiendo, con respecto a la legislación anterior, que en el caso de las llamadas con fines de comunicación comercial automáticas, sin intervención humana o mensajes de fax, se debe recabar el consentimiento previo e informado del usuario. En el caso de llamadas no deseadas con fines de comunicación comercial que no sean automáticas, el usuario tendrá derecho a oponerse y deberá ser convenientemente informado de dicho derecho. Por último, se incorpora en este mismo precepto lo dispuesto en el Real Decreto 424/2005, de 15 de abril, sobre el derecho del usuario a figurar, a ser informado de su inclusión y el derecho a no aparecer o a que se omitan determinados datos de las guías de abonados. 2. Regulación del juego. La disposición adicional primera de la LT modifica la Ley 13/2011, de 27 de mayo, de regulación del juego, introduciendo en la obligación de las redes publicitarias que difundan la publicidad y promocionen de forma directa anuncios de juegos o de sus operadores de constatar que quien solicita la inserción de dichos anuncios cuenta con el correspondiente título habilitante WWW.CUATRECASAS.CO M RESEÑ A DE N OVE D AD ES I PROPI ED AD I ND US TRI AL 2/18 expedido por la autoridad encargada de la regulación del juego. Estas redes publicitarias también podrán ser destinatarias de los requerimientos de cese de la publicidad. La LT extiende así, a los medios de comunicación, agencias de publicidad y redes publicitarias en general la responsabilidad inicialmente prevista para los prestadores de servicios de comunicación audiovisual, de comunic ación electrónica y de la sociedad de la información, de modo que serán responsables administrativos de la promoción y publicidad de los juegos cuando quienes los llevan a cabo no cuenten con el título habilitante o autorización para publicitarlos. 3. Servicios de la Sociedad de la Información. La disposición final segunda introduce varias modificaciones en la Ley 34/2002, de 11 de julio, de servicios de la sociedad de la información y de comercio electrónico (“LSSI”). En primer lugar, en la comunicaciones comerciales enviadas por correo electrónico o medio de comunicación equivalente se suprime la obligación de insertar al comienzo del mensaje las palabras “publi” o “publicidad” y se suaviza la sanción que preveía el anterior artículo 21 LSSI para este tipo de conductas. A partir de la entrada en vigor de la LT, se considerará infracción grave “el envío insistente o sistemático” (en lugar del envío de más de tres comunicaciones en un año) de comunicaciones comerciales que no cumplan los requisitos exigidos por la LSSI. En segundo lugar, se modifica el artículo 22.2 de la LSSI en relación con el uso de cookies o dispositivos equivalentes, recientemente reformado por el Real Decretoley 13/2012, para dejarlo reducido a lo siguiente: “Cuando sea técnicamente posible y eficaz, el consentimiento del destinatario para aceptar el tratamiento de los datos podrá facilitarse mediante el uso de los parámetros adecuados del navegador o de otras aplicaciones”. Se soluciona así uno de los principales problemas con los que se habían encontrado los prestadores de servicios de la sociedad de la información a la hora de dar cumplimiento a esta obligación legal, pues esa vía para prestar el consentimiento (usando parámetros del navegador u otras aplicaciones) solo era admisible cuando el destinatario realizara una acción expresa para proceder a la configuración del navegador. Además, se introduce un nuevo artículo 38.3 g) en la LSSI en la que se sanciona el incumplimiento de la obligación de recabar consentimiento expreso para el uso de cookies como infracción leve, que según el nuevo artículo 38.3 i) será grave en caso de que concurra reincidencia del prestador de servicio. Por último, se modifica el artículo 37 de la LSSI para introducir una modificación importante en materia de cookies: “cuando las infracciones previstas en el artículo 38.3 i) y 38.4 g) se deban a la instalación de dispositivos de almacenamiento y recuperación de la información como consecuencia de la cesión por parte del prestador del servicio de la sociedad de la información de espacios propios para mostrar publicidad, será responsable de la infracción, además del prestador del servicio de la sociedad de la información, la red publicitaria o agente que gestione directamente con aquel la colocación de anuncios en dichos espacios en caso de no haber adoptado medidas para exigirle el cumplimiento de los deberes de información y la obtención del consentimiento del usuario”. WWW.CUATRECASAS.CO M RESEÑ A DE N OVE D AD ES I PROPI ED AD I ND US TRI AL 3/18 4. Nombres de dominio. Se introduce un nuevo apartado 5 bis en la disposición adicional sexta de la LSSI referido a la obligación de la autoridad de asignación de nombres de dominio <.es>, de suspender cautelarmente o cancelar los nombres de dominio que estén siendo usados para la comisión de delitos o faltas tipificados en el Código Penal, siempre que medie requerimiento judicial previo o un requerimiento de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. También se podrá requerir a la autoridad de asignación para que suspenda cautelarmente o cancele un nombre de dominio como medida para obtener la interrupción de un servicio o la retirada de un contenido de acuerdo con lo previsto en los artículos 8, 11 y concordantes de la LSSI. Por último, se introduce en la nueva disposición adicional octava de la LSSI la obligación de las entidades de registro establecidas en España de facilitar a la autoridad competente los datos relativos a los titulares de nombres de dominio, en la medida en que dicha cesión se realice con la finalidad de facilitar la persecución de delitos cometidos a través de la actividad de una página web asociada a dichos nombres de dominio o para mitigar incidentes de ciberseguridad. En los casos en los que los datos demandados sean datos de carácter personal no se requerirá el consentimiento del afectado, pero deberá justificarse la necesidad y la proporcionalidad de la cesión. 5. Ciberseguridad. Se incluye una disposición adicional novena a la LSSI que introduce la obligación de los prestadores de servicios de la sociedad de la información, los registros de nombres de dominio y los agentes registradores establecidos en España de colaborar con las entidades u organismos que realicen las funciones del CERT (Computer Emergency Response Team) competente en la resolución de incidentes de ciberseguridad que afecten a Internet. 6. Firma electrónica. La disposición final sexta de la LT modifica el artículo 8.2 de la Ley 59/2003, de 19 de diciembre, de firma electrónica, para ampliar la validez de los certificados reconocidos de cuatro años, como reconocía la anterior regulación, a un máximo de cinco años. JURISPRUDENCIA PROTECCIÓN DE DATOS. ANULACIÓN DE LA DIRECTIVA SOBRE CONSERVACIÓN Y CESIÓN DE DATOS. SENTENCIA DEL TRIBUNAL DE JUSTICIA DE LA UE DE 8 DE ABRIL DE 2014 (ASUNTOS ACUMULADOS C-293/12 Y C-594/12) El Tribunal de Justicia de la UE (“TJUE”) declara inválida la Directiva 2006/24/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 15 de marzo de 2006, sobre la conservación de datos generados o tratados en relación con la prestación de servicios de comunicaciones electrónicas de acceso público o de redes públicas de comunicaciones y por la que se modifica la Directiva 2002/58 (“Directiva 2006/24”). La Directiva 2002/58/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 12 de julio de 2002, relativa al tratamiento de los datos personales y a la protección de l a intimidad en el WWW.CUATRECASAS.CO M RESEÑ A DE N OVE D AD ES I PROPI ED AD I ND US TRI AL 4/18 sector de las comunicaciones electrónicas (“Directiva 2002/58”) se aprobó con el objetivo de armonizar las legislaciones de los Estados miembros en relación al tratamiento de los datos de carácter personal en el sector de las comunicaciones electrónicas, de forma que se garantizara, en el seno de la Unión Europea, un nivel equivalente de protección de las libertades y los derechos fundamentales de los ciudadanos. En cumplimiento de este objetivo, la Directiva 2002/58 establece la obligaciones de los prestadores de servicios de comunicaciones electrónicas de adoptar las medidas técnicas necesarias para evitar la destrucción accidental o ilícita, la pérdida o alteración accidentales o el almacenamiento, tratamiento, acceso o revelación a terceros no autorizados o ilícitos de los datos de los usuarios o abonados. Además, a los Estados miembros se impone la obligación de garantizar la confidencialidad de las comunicaciones y de los datos de tráfico asociados a ellas, realizadas a través de las redes públicas de comunicaciones y de los servicios de comunicaciones electrónicas disponibles al público. En particular, deberá prohibirse a nivel nacional la escucha, grabación, el almacenamiento u otros tipos de intervención o vigilancia de las comunicaciones y los datos de tráfico por personas distintas de los usuarios, sin el consentimiento de los usuarios afectados. Los prestadores de servicios de comunicaciones únicamente pueden almacenar información personal de los abonados o usuarios o acceder a ella si estos han dado su consentimiento y están obligados a eliminar o anonimizar los datos de tráfico cuando ya no sea necesario su almacenamiento o tratamiento a los efectos de la transmisión de una comunicación. La Directiva 2002/58 establece, no obstante, en su artículo 15, que los Estados miembros puedan adoptar medidas legales para limitar el alcance del derecho a la privacidad de los usuarios de las redes de comunicaciones, siempre y cuando esta limitación “constituya una medida necesaria proporcionada y apropiada en una sociedad democrática para proteger la seguridad nacional (es decir, la seguridad del Estado), la defensa, la seguridad pública, o la prevención, investigación, descubrimiento y persecución de delitos o la utilización no autorizada del sistema de comunicaciones electrónicas”. Como consecuencia de los atentados terroristas de Madrid y de Londres, las autoridades europeas, conscientes de la trascendencia que podía llegar a tener el acceso a datos de tráfico y de localización para la investigación de delitos, se plantearon la necesidad de regular, con mayor detalle y de forma armonizada, la limitación del derecho a la privacidad. Con este objetivo se adoptó la Directiva 2006/24 cuyo objetivo fundamental es armonizar las obligaciones de los proveedores de servicios de comunicaciones de almacenar y conservar los datos de sus usuarios o abonados y asegurar que estos estén disponibles para las fuerzas y cuerpos de seguridad durante un determinado período de tiempo con fines de investigación, detección y enjuiciamiento de delitos graves como el terrorismo o la delincuencia organizada. La High Court de Irlanda y el Verfassungsgerichtshof de Austria plantearon al TJUE una serie de cuestiones prejudiciales en el marco de varios recursos planteados ante los respectivos tribunales nacionales contra la legislación nacional que incorporaba la Directiva 2006/24. Básicamente se preguntaba al TJUE si la Directiva en cuestión, que WWW.CUATRECASAS.CO M RESEÑ A DE N OVE D AD ES I PROPI ED AD I ND US TRI AL 5/18 había servido de base para la aprobación de medidas legislativas y administrativas nacionales sobre la conservación de datos relativos a comunicaciones electrónicas , era conforme con la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea (“Carta”)1. El TJUE ha dejado claro en su sentencia que si bien la conservación de datos para su eventual acceso por las autoridades nacionales competentes constituye una injerencia grave en los derechos garantizados en los artículos 7 (protección de la vida privada y las comunicaciones), 8 (protección de datos de carácter personal) y 11 (libertad de expresión y de información) de la Carta, los límites a estos derechos y libertados impuestos por la Directiva 2006/24 responden efectivamente a un objetivo de interés general, cual es el de contribuir a la lucha contra la delincuencia grave, es decir, velar por la seguridad pública. Sin embargo, para que una injerencia grave en los derechos fundamentales sea válida, no solo es preciso que esté justificada por un objetivo de interés general, es necesario , además, que sea proporcional, adecuada y que la injerencia se limite a lo estrictamente necesario. Y precisamente esto último es lo que, a juicio del TJUE no respeta la Directiva 2006/24. Y ello por lo siguiente: la Directiva abarca de manera generalizada a todas las personas, medios de comunicación electrónica y datos relativos al tráfico sin que se establezca ninguna diferenciación, limitación o excepción en función del objetivo de lucha contra delitos graves. La conservación de datos que impone la Directiva no se limita a datos referentes a un período temporal o zona geográfica determinados o a un círculo de personas concretas que puedan estar implicadas de una forma u otra en un delito grave. La Directiva no fija ningún criterio objetivo que permita delimitar el acceso de las autoridades nacionales competentes a los datos y su utilización posterior. No se establecen criterios objetivos, por ejemplo, para limitar el número de personas que disponen de la autorización de acceso y utilización de los datos conservados a lo estrictamente necesario. Además, el acceso a los datos conservados no se supedita a un control previo efectuado por un órgano jurisdiccional o por un organismo administrativo autónomo, previa solicitud motivada de las autoridades competentes. La Directiva establece un período de conservación de datos (entre seis meses y dos años) demasiado amplio, sin que se precise que la determinación del período de conservación debe basarse en criterios objetivos para garantizar que esta se limite a lo estrictamente necesario. La Directiva no contiene garantías suficientes que permitan asegurar una protección eficaz de los datos conservados contra los riesgos de abuso y contra cualquier acceso y utilización ilícitos de dichos datos. 1 DOUE C-364/1. WWW.CUATRECASAS.CO M RESEÑ A DE N OVE D AD ES I PROPI ED AD I ND US TRI AL 6/18 La anulación de la Directiva 2006/24 por parte del TJUE no implica, en principio, la anulación automática de la Ley española que la transpuso en nuestro ordenamiento nacional, la Ley 25/2007, de 18 de octubre, de conservación de datos relativos a las comunicaciones electrónicas y a las redes públicas de comunicaciones (“Ley 25/2007”), recientemente modificada por la Ley General de Telecomunicaciones. Algunas de las críticas que el TJUE realiza de la Directiva y que han motivado su declaración de invalidez no son extensibles a la Ley 25/2007, ya que esta prevé la obligatoriedad de la autorización judicial previa para que los prestadores de servicios cedan los datos a los que la Ley denomina “agentes facultados” y define de forma precisa quiénes son dichos agentes facultados. No obstante, en relación al tipo de datos sometidos al deber de conservación y cesión y las garantías para impedir abusos o accesos o utilización ilícitos y asegurar una protección eficaz de los datos conservados contra los riesgos de abuso y contra cualquier acceso y utilización ilícitos de dichos datos, es posible que la Ley 25/2007 haya de ser sometida a revisión. PROTECCIÓN DE DATOS. EL TRATAMIENTO DE DATOS PERSONALES POR PARTE DE LOS MOTORES DE BÚSQUED A Y EL “DERECHO AL OLVIDO”. SENTENCI A DEL TRIBUN AL DE JUSTICI A DE LA UE (GR AN SAL A) DE 13 DE MAYO DE 2014 (ASUNTO C-131/12) La actividad desarrollada por Google consistente en hallar, indexar y poner a disposición de terceros información, cuando esta información contiene datos de carácter personal, ha de calificarse como “tratamiento de datos personales”, siendo el gestor del motor de búsqueda el “responsable” de dicho tratamiento. El gestor del motor de búsqueda está obligado a eliminar de la lista de resultados obtenida tras una búsqueda efectuada a partir del nombre de una persona vínculos a páginas web publicadas por terceros y que contienen información relativa a esta persona, aunque la publicación en dichas páginas sea lícita, sin que para ello sea necesario acreditar que la aparición de los datos de la persona en cuestión en la lista de resultados del buscador le causa un perjuicio. Esta sentencia ha despertado mucho interés, no solo porque resuelve una de las cuestiones más debatidas en los últimos años en materia de protección de datos, como es la relativa al denominado “derecho al olvido”, de forma contraria a lo sugerido en sus conclusiones por el Abogado General 2, sino porque supone un paso importante en la regulación de las relaciones entre los buscadores de búsqueda y los usuarios de la red. Las cuestiones prejudiciales que resuelve la sentencia se presentaron en el marco de un litigio entre Google Spain, S.L. (“Google Spain”) y Google Inc., por un lado, y la Agencia Española de Protección de Datos (“AEPD”) y el Sr. Costeja González, por otro. Este presentó una reclamación ante la AEPD contra La Vanguardia Ediciones S.L. y contra Google Spain y Google Inc. porque cuando se introducía su nombre en el buscador de Google se obtenía como resultado vínculos hacia dos páginas del periódico La Vanguardia en las que figuraba un anuncio de una subasta de inmuebles relacionada con un embargo por deudas a la Seguridad Social. El Sr. Costeja solicitaba a la AEPD que exigiese a La Vanguardia eliminar o modificar la publicación para que no apareciesen sus datos de 2 Conclusiones del Abogado General Sr. Nilo Jääskinen, presentadas el 25 de junio de 2013 (Asunto C -131/12). WWW.CUATRECASAS.CO M RESEÑ A DE N OVE D AD ES I PROPI ED AD I ND US TRI AL 7/18 carácter personal y a Google Spain o a Google Inc. que eliminaran u ocultaran sus datos personales para que dejaran de incluirse en sus resultados de búsqueda. El demandante alegaba que el embargo al que se hacía referencia en la información periodística estaba totalmente solucionado desde hacía años. La AEPD desestimó la reclamación en relación a la solicitud de medidas contra La Vanguardia, porque la publicación que había llevado a cabo en su momento había sido realizada por orden del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales y tenía por objeto dar la máxima publicidad a la subasta para conseguir mayor concurrencia de licitadores. Sin embargo, en relación con Google Spain y Google Inc. estimó la reclamación. La AEPD consideró que los gestores de los motores de búsqueda están sometidos a la normativa sobre protección de datos ya que la actividad que realizan es un “tratamiento de datos” y se les ha de considerar como “responsables” de dicho tratamiento. Las demandadas interpusieron sendos recursos contra esta resolución ante la Audiencia Nacional, que planteó al TJUE una serie de cuestiones prejudiciales relacionadas con la interpretación de la Directiva 95/46 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 24 de octubre de 1995, relativa a la protección de las personas físicas en lo que respecta al tratamiento de datos personales y a la libre circulación de estos datos (“Directiva 95/46”). La primera cuestión importante que resuelve la Sentencia, antes de analizar la cuestión de la aplicabilidad de la legislación española de protección de datos a Google Inc., es precisamente si la actividad que realiza esta sociedad, consistente en hallar información publicada o puesta en Internet por terceros, indexarla de manera automática, almacenarla temporalmente y ponerla a disposición del público según un orden de preferencia determinado, debe calificarse como “tratamiento de datos personales” y, por tanto, Google Inc., en tanto gestor de dicho servicio, debería considerarse “responsable” de dicho tratamiento. El artículo 2 de la Directiva 95/46 define el “tratamiento de datos personales” como “cualquier operación o conjunto de operaciones, efectuadas o no mediante procedimientos automatizados, y aplicadas a datos personales, como la recogida, registro, organización, conservación, elaboración o modificación, extracción, consulta, utilización, comunicación por transmisión, difusión o cualquier otra forma que facilite el acceso a los mismos, cotejo o interconexión, así como su bloqueo, supresión o destrucción”. A la vista de esta definición, el TJUE declara que la actividad que realiza Google Search está recogida de forma explícita en el artículo 2 de la Directiva 95/46, por lo que no tiene dudas sobre su calificación como “tratamiento de datos personales”, incluso aunque los datos que Google Search recoge, indexa y pone a disposición de los internautas sean datos que han sido publicados en Internet por terceros y que el motor de búsqueda realice todas las operaciones indicadas de forma automática, sin modificar los datos. En consecuencia, el gestor del motor de búsqueda, en tanto determina los fines y los medios de la actividad consistente en un tratamiento de datos personales, ha de ser calificado como “responsable” de dicho tratamiento. El hecho de que los editores de los sitios de Internet tenga la facultad de indicar a los gestores de los motores de búsqueda, con la ayuda de protocolos de exclusión o de códigos específicos, que desean que una información determinada, publicada en su sitio, sea excluida de los índices automáticos WWW.CUATRECASAS.CO M RESEÑ A DE N OVE D AD ES I PROPI ED AD I ND US TRI AL 8/18 de los motores, no impide que, ante la ausencia de tal exclusión, el gestor del motor de búsqueda quede liberado de su responsabilidad como encargado de tratamiento de datos. Aclarada esta cuestión, el TJUE confirma la aplicación de la legislación española de protección de datos al editor del motor de búsqueda, Google Inc., que tiene domicilio en los Estados Unidos. Hay que tener en cuenta que Google Inc. es la que gestiona técnica y administrativamente el motor de búsqueda Google Search, cuya versión española se presta a través del sitio www.google.es. El grupo Google cuenta en España con la empresa filial Google Spain, que actúa como agente promotor de venta de los espacios publicitarios que se generan en el sitio web www.google.com. Google Spain dirige su actividad fundamentalmente a las empresas radicadas en España, aunque no está probado que realice en España una actividad directamente relacionada con la indexación o el almacenamiento de información o de datos contenidos en sitios web de terceros. El artículo 4 de la Directiva 95/46 establece que los Estados miembros aplicarán las disposiciones nacionales sobre protección de datos que hayan aprobado para la aplicación de la Directiva cuando “el tratamiento sea efectuado en el marco de las actividades de un establecimiento del responsable del tratamiento en el territorio del Estado miembro” A juicio del TJUE no hay duda de que el tratamiento de datos personales llevado a cabo por Google Inc. como gestor del motor de búsqueda Google Search y la actividad que realiza Google Spain están indisolublemente ligados, dado que las actividades relativas a los espacios publicitarios constituyen el medio para que el motor de búsqueda sea económicamente rentable, de modo que las actividades de tratamiento de datos de Google Inc. ha de entenderse que se realizan “en el marco de las actividades” de su establecimiento en España. La cuestión sobre la obligación del motor de búsqueda de respetar el denominado “derecho al olvido” de las personas cuyos datos personales son objeto de tra tamiento, la resuelve el TJUE en sentido contrario a lo que había sugerido el Abogado General en sus conclusiones. La Sentencia resuelve que el motor de búsqueda debe respetar los derechos de acceso, rectificación, supresión o bloqueo de los datos cuyo tra tamiento no se ajuste a las disposiciones de la Directiva 95/46, en particular a causa del carácter incompleto o inexacto de los datos, así como el derecho de oposición al tratamiento de los datos de aquellas personas cuyos datos sean objeto de tratamiento . En relación con el cumplimiento de esta obligación “… se tendrá que examinar, en particular, si el interesado tiene derecho a que la información en cuestión relativa a su persona ya no esté, en la situación actual, vinculada a su nombre por una lista de resultados obtenida tras una búsqueda efectuada a partir de su nombre, sin que la apreciación de la existencia de tal derecho presuponga que la inclusión de la información en cuestión en la lista de resultados cause un perjuicio al interesado. Puesto que este puede, habida cuenta de los derechos que le reconocen los artículos 7 y 8 de la Carta, solicitar que la información de que se trate ya no se ponga a disposición del público en general mediante su inclusión en tal lista de resultados, estos derechos prevalecen, en principio, no sólo sobre el interés económico del gestor del motor de búsqueda, sino también sobre el interés de dicho público en acceder a la mencionada información en una búsqueda que verse sobre el nombre de esa persona. Sin embargo, tal no sería el caso si resultara, por WWW.CUATRECASAS.CO M RESEÑ A DE N OVE D AD ES I PROPI ED AD I ND US TRI AL 9/18 razones concretas, como el papel desempeñado por el interesado en la vida pública, que la injerencia en sus derechos fundamentales está justificada por el interés preponderante de dicho público en tener, a raíz de esta inclusión, acceso a la información de que se trate”. PROPIEDAD INTELECTUAL. REALIZACIÓN DE COPI AS DE UN SITIO DE INTERNET EN PANTALL A Y EN LA C AC HÉ DEL DISCO DURO DURANTE LA NAVEGACIÓN EN INTERNET. SENTENCI A DEL TRIBUN AL DE JUSTICI A DE LA UE DE 5 DE JUNIO DE 2014 (ASUNTO C360/13) Los usuarios de un servicio de seguimiento de medios de comunicación, que se limitan a consultar los informes de seguimiento de artículos de prensa publicados en Internet , no realizan actos de reproducción sujetos a autorización por parte de los titulares de los derechos de autor que protegen las obras consultadas. La consulta de sitios de Internet, sin descargar o imprimir los contenidos consultados, aunque dé lugar a la realización de copias en pantalla o de copias en caché, no supone una infracción de derechos de autor. La Public Relations Consultants Association Ltd. (“PRCA”) es una asociación del Reino Unido que agrupa a profesionales dedicados a las relaciones públicas. Estos profesionales hacen uso de un servicio de seguimiento de medios de comunicación ofrecido por un grupo de sociedades que pone a disposición de los usuarios registrados informes de seguimiento de artículos de prensa publicados en Internet. La Newspaper Licencing Agency Ltd. y otros (“NLA”), organismo creado por los editores de prensa del Reino Unido para conceder las autorizaciones colectivas relativas al contenido de los periódicos, demandó al grupo de sociedades al considerar que tanto ellas como sus clientes (los profesionales suscritos al servicio de seguimiento) debían obtener una autorización de los titulares de derechos de autor. La PRCA se negó a suscribir una licencia al considerar que la actividad de mera consulta de informes puestos a disposición en un sitio web no requiere la autorización de los titulares de los derechos de autor sobre dichos contenidos. La High Court of Justice, Chancery Division y la Court of Appeal estimaron la demanda contra la PRCA. Interpuesto el correspondiente recurso de apelación, la Supreme Court of the United Kingdom planteó varias cuestiones prejudiciales al TJUE en relación con la interpretación del artículo 5 de la Directiva 2001/29 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 22 de mayo de 2011, relativa a la armonización de determinados aspectos de los derechos de autor y derechos afines a los derechos de autor en la sociedad de la información (“Directiva 2001/29”). Es importante aclarar, en primer lugar, con objeto de comprender mejor el fondo del asunto planteado en el litigio principal y el fallo de esta sentencia que, cuando se consulta cualquier contenido de sitio de Internet, sin descargar el contenido ni imprimirlo, el ordenador normalmente realiza una copia del contenido en la pantalla del ordenador del internauta y una copia en la caché del disco duro de dicho ordenador. Si el ordenador no realizara una copia en pantalla del contenido del sitio web este no podría visualizarse. La copia permanece en la pantalla hasta que el internauta abandona el sitio en cuestión. Por otro lado la caché web permite la navegación en Internet facilitando la transmisión de datos en línea. WWW.CUATRECASAS.CO M RESEÑ A DE N OVE D AD ES I PROPI ED AD I ND US TRI AL 10/18 El TJUE confirma en esta Sentencia que tanto las copias en pantalla, que se suprimen cuando el internauta abandona el sitio web consultado, como las copias en caché, que se suprimen normalmente al ser sustituidas por otros contenidos después de un determinado lapso de tiempo, son copias de “carácter provisional”. Sin la realización de dichas copias el proceso de consulta de contenidos en la web no podría llevarse a cabo, de forma correcta y eficaz, por tanto, la realización de estas copias puede considerars e como “parte esencial de un proceso tecnológico”. Teniendo en cuenta que la duración de las copias en pantalla se reduce a lo necesario para conseguir la visualización y consulta del sitio web de que se trate, estas deben calificarse de copias “transitorias”. Por su parte, las copias en caché, si bien no siempre tienen carácter transitorio, dado que si no se suprimen manualmente, se conservan en el disco duro del ordenador con objeto de facilitar posteriores visitas a las mismas páginas web, sí pueden calificarse como “accesorias”, porque no tienen existencia ni finalidad autónomas en relación con el proceso técnico que permite la navegación por Internet. Por último, el TJUE afirma que estas copias “no perjudican injustificadamente los intereses legítimos de los titulares de derechos de autor”. Por todo ello, el TJUE concluye que este tipo de copias son actos que cumplen con los requisitos contenidos en el artículo 5 de la Directiva 2001/29, porque se trata de copias provisionales, tienen carácter transitorio o accesorio, forman parte integrante y esencial de un proceso tecnológico y, por tanto, pueden realizarse sin contar con la autorización de los titulares de derechos de autor. Son los editores de los sitios de Internet los que están obligados a obtener autorización de los titulares de derechos de autor para poner a disposición en la red y comunicar al público sus obras. Por tanto, no está justificado exigir a los internautas que obtengan otra autorización (o lo que es lo mismo, suscriban una licencia) para beneficiarse de la misma comunicación al público que ya ha sido autorizada por el titular de los derechos de autor al editor del sitio web. DISEÑO INDUSTRIAL COMUNITARIO. REQUISITOS DE NOVEDAD Y DE CARÁCTER SINGULAR. CONTENEDORES DE GOLOSINAS CON FORMA DE CARAMELO DE PALO GIGANTE. SENTENCIA DEL TRIBUNAL SUPREMO DE 30 DE ABRIL DE 2014 Carece de novedad un diseño industrial consistente en la reproducción, a mayor tamaño, de los caramelos de palo que se vienen comercializando en el mercado desde hace años. En el enjuiciamiento del requisito de carácter singular ha de tenerse en cuenta no s olo el grado de libertad del autor al realizar el diseño sino también la naturaleza del producto al que se aplica y el sector industrial al que pertenece. En la medida en que el diseño presuntamente infringido presente un grado de singularidad escaso, por contener elementos que forman parte del dominio público, la existencia de mínimas diferencias respecto del producto presuntamente infractor es suficiente para excluir la infracción. La empresa de nacionalidad italiana PERFETTI VAN MELLE, S.p.A (“PERFETTI”), demandó a la sociedad española FIESTA, S.A. (“FIESTA”) por infracción de un diseño industrial comunitario de su titularidad consistente en la forma de un contenedor de golosinas con forma de caramelo de palo (que reproduce el conocido caramelo de palo comercializado por PERFETTI bajo la marca CHUPA CHUPS), el cual se reproduce a WWW.CUATRECASAS.CO M RESEÑ A DE N OVE D AD ES I PROPI ED AD I ND US TRI AL 11/18 continuación, en las cuatro vistas presentadas al registro: La demandada comercializaba contenedores de golosinas consistentes en un caramelo de palo gigante que reproduce el conocido caramelo de palo KOJAK en tamaño gigante, tal y como se aprecia en la siguiente imagen: FIESTA contestó a la demanda y formuló reconvención ejercitando acción de nulidad contra el diseño industrial comunitario de la actora por falta de novedad y de carácter singular y, con carácter subsidiario, acción de nulidad parcial del citado diseño en relación con las perspectivas 1 y 2 presentadas al registro. El Juzgado de lo Mercantil nº 2 de Alicante, mediante sentencia de 23 de junio de 2011, estimó íntegramente la demanda y desestimó la reconvención. Interpuesto recurso de apelación contra esta sentencia, la Audiencia Provincial de Alicante (Sección 8ª), Tribunal de Marca Comunitaria, dictó sentencia el 3 de abril de 2012, estimando el recurso de apelación interpuesto por FIESTA, revocando la sentencia de instancia. Además, la Audiencia Provincial estima la reconvención, declarando la nulidad parcial del diseño WWW.CUATRECASAS.CO M RESEÑ A DE N OVE D AD ES I PROPI ED AD I ND US TRI AL 12/18 industrial comunitario titularidad de PERFETTI en sus variantes 1 y 2. Esta sentenc ia fue recurrida en apelación por PERFETTI. La sentencia de primera instancia había desestimado la acción de nulidad del diseño industrial litigioso ejercitada por FIESTA por vía reconvencional, al considerar que, contrariamente a lo que alegaba la demandada reconviniente, concurría en el diseño el requisito de novedad. Y ello porque, aunque el diseño consistía en un contenedor con forma de caramelo de palo que reproducía la forma de los caramelos de palo ya conocidos en el mercado, sin embargo, la forma reivindicada en el diseño industrial tenía una finalidad distinta (servir de contenedor de golosinas) y ahí precisamente radicaba la novedad. Además, estimó la existencia de infracción porque, al comparar el diseño registrado por la actora y la forma utilizada en el mercado por FIESTA, el Juez de primera instancia llegó a la conclusión de que las diferencias cromáticas del envoltorio eran irrelevantes, del mismo modo que resultaba irrelevante que el interior de ambos contenedores fuera distinto, ya que, a su juicio, el diseño industrial protege únicamente el aspecto externo de un producto, las características que son visibles al consumidor a simple vista, no aquellas que quedan ocultas y solo se ponen de manifiesto tras la adquisición del producto, su uso o manipulación. La Audiencia Provincial no modifica en su sentencia esta última apreciación, referida al ámbito de protección objetiva del diseño industrial, que consideramos acertada, pero resuelve de forma contraria en relación con la apreciación del requis ito de novedad en las dos primeras perspectivas del diseño presentadas en el registro. Al tratarse de simples reproducciones, en tamaño mayor, de los conocidos caramelos de palo que la titular del diseño comercializa desde el año 1998, la forma externa que se presenta en las fotografías 1 y 2 carece absolutamente de novedad. Esta declaración de nulidad parcial es recurrida por PERFETTI porque considera que , con este pronunciamiento, el tribunal de instancia ha partido de la existencia de varios objetos distintos y no de uno solo. De hecho, es cierto que, al contemplar las fotografías aportadas al registro, parecería que se está reivindicando la protección para dos productos diferentes (el caramelo de palo con su envoltorio) y el contenedor (desprovisto de envoltorio y su configuración interior). Sin embargo, creemos que la apreciación del tribunal de instancia es correcta, porque, tal y como confirma el TS en su sentencia “la nulidad parcial de un modelo comunitario ha de referirse al caso de que alguna o alguna de sus representaciones gráficas no sean merecedoras de protección, de conformidad con el artículo 4.1 RDMC, cuando la forma modificada cumpla los requisitos de protección (novedad y carácter singular) y el modelo mantenga su identidad”. Y en este caso, “existía plena identidad entre la apariencia de los productos alegados como anterioridad (los caramelos de palo gigante que el creador del caramelo chupa-chups tenía en las manos en una fotografía de 1998) y las representaciones fotográficas 1 y 2 del registro” . A partir de esta declaración de nulidad parcial, la Audiencia examina la existencia de infracción con relación a las otras dos fotografías del diseño de la actora. Es esta valoración de la sentencia de instancia, confirmada por el TS, la que nos parece más cuestionable: se desestima la existencia de infracción porque el ámbito de protección que se reconoce al modelo registrado de la actora es muy limitado y, por ello, se considera que cualquier pequeña diferencia entre este y el producto litigioso es suficiente para WWW.CUATRECASAS.CO M RESEÑ A DE N OVE D AD ES I PROPI ED AD I ND US TRI AL 13/18 generar una impresión general distinta en el usuario informado. El criterio del grado de libertad del autor se aplica en esta sentencia de forma peculiar: el lugar de consi derar el grado de libertad del autor en relación con la creación de un contenedor de golosinas, que puede adquirir infinitas formas, se considera que en este caso, ambas partes habían intentado realizar un contenedor que reprodujera la forma de los caramel os que comercializaban a los que iban destinados los contenedores. Por ello, dado que este tipo de caramelos son fabricados por ambas partes, tienen idéntica forma y se encuentran en el mercado desde hace años, la singularidad del modelo registrado (y por ende del producto de la demandada) es muy escasa. De esta forma, el TS hace mención al “grado de singularidad” como criterio adicional a tener en cuenta, junto con el criterio del grado de libertad del autor del diseño y afirma que “a mayor singularidad, mayor ámbito de protección ha de otorgarse al diseño prioritario, y en consecuencia, mayores deben ser las diferencias para que el modelo posterior no produzca en un usuario informado la misma impresión general. Y, a la inversa, si el diseño protegido tiene una menor singularidad, bastarán algunas diferencias para que el producto cuestionado no produzca en el usuario informado la misma impresión general que el diseño protegido”. Y termina descartando la existencia de infracción ya que, en el caso de autos, “la utilización de la forma del caramelo de palo en un contenedor destinado a su vez a cobijar caramelos de palo, carece de singularidad por cuanto reproduce la forma de un producto anterior correspondiente al mismo sector industrial, por lo que no produce en un usuario informado una impresión general diferente a la de ese caramelo de palo, cuyo diseño se encontraba ya en el dominio público. Por tanto, las similitudes entre el registro de la demandante y el producto de la demandada que vengan referidas a una forma que se encuentra en el dominio público carecen de relevancia para evaluar la impresión general que el producto causa en el usuario informado y, en consecuencia, para considerar que el producto cuestionado infringe el modelo registrado”. PROPIEDAD INTELECTUAL. ACTIVIDAD DE “PRESS CLIPPING”. LOS DIARIOS DE PRENSA SE CONSIDERAN OBRAS COLECTIVAS. SENTENCIA DE LA AUDIENCIA PROVINCIAL DE MADRID DE 4 DE ABRIL DE 2014 La sentencia confirma la doctrina jurisprudencial que califica los diarios de prensa como obras colectivas, de forma que la titularidad de los derechos de propiedad intelectual , así como de los derechos de oposición y de remuneración equitativa a los que se refiere el artículo 32 de la Ley de Propiedad Intelectual, que regula el derecho de cita en relación con la actividad de press clipping, corresponde a los editores de los diarios y no a los autores de los artículos periodísticos que conforman la obra colectiva. LA ASOCIACIÓN DE EDITORES DE DIARIOS ESPAÑOLES (“AEDE”), en nombre propio y en nombre de las empresas editoras asociadas, formuló demanda contra la entidad RODALCA, S.L., ejercitando acumuladamente acciones de infracción de derechos de propiedad intelectual y de competencia desleal. AEDE denunciaba que la demandada se dedicaba a recopilar, en soporte papel y digital, artículos y contenidos aparecidos en los diarios de prensa escrita editados por las empresas asociadas a AEDE, que luego ofertaba WWW.CUATRECASAS.CO M RESEÑ A DE N OVE D AD ES I PROPI ED AD I ND US TRI AL 14/18 en el mercado a cambio de una remuneración (actividad conocida como press clipping) y que dicha actividad la realizaba vulnerando los derechos de propiedad intelectual de las empresas editoras y de los autores de los artículos recopilados, ya que aquellas se habían opuesto expresamente a dicha reproducción. La sentencia de primera instancia estimó la demanda y declaró que los diarios editados por las demandantes son obras colectivas, según se definen en el artículo 8 de la Ley de Propiedad Intelectual (“LPI”), siendo el editor el titular de los derechos de propiedad intelectual sobre dichas obras colectivas. Por tanto, se consideró que correspondían a las empresas editoras la titularidad de los derechos de oposición y de remuneración equitativa a que se refiere el artículo 32 LPI y no a los autores individuales de los artículos periodísticos. Recurrida en apelación la sentencia, la Audiencia Provincial de Madrid confirma la sentencia de instancia. PROPIEDAD INTELECTUAL. PUESTA A DISPOSICIÓN DE LOS USUARIOS DE PROGRAMAS INFORMÁTICOS QUE PERMITEN EL INTERCAMBIO DE ARCHIVOS DE MÚSICA. SENTENCIA DE LA AUDIENCIA PROVINCIAL DE MADRID DE 31 DE MARZO DE 2014 La actividad consistente en el desarrollo y comercialización de programas informáticos que permiten la implantación de protocolos P2P avanzados no constituye una infracción directa de los derechos de propiedad intelectual de los titulares de las obras protegidas objeto de intercambio entre los usuarios de Internet, en la medida en que en dicho proceso de intercambio no hay intervención alguna de los desarrolladores de dichos programas informáticos, ni desde sus páginas web realizan una actividad de prestación de servicios de intermediación. El marco legal español no permite la imputación de una infracción indirecta de derechos de propiedad intelectual. Una conducta como la descrita no es subsumible en ninguno de los tipos concurrenciales de la Ley de Competencia Desleal. PRODUCTORES DE MÚSICA DE ESPAÑA (“PROMUSICAE”), UNIVERSAL MUSIC SPAIN, S.L., WARNER MUSIC SPAIN, S.L., SONY BMG MUSIC ENTERTAINMENT SPAIN, S.A. y EMI MUSIC SPAIN, S.A. formularon demanda contra las mercantiles OPTISOFT, S.L., PIOLET NETWORKS, S.L. y M PUNTO 2 PUNTO TECHNOLOGIES, SA., así como contra D. Cesáreo, administrador único de las dos primeras sociedades, por infracción de derechos de propiedad intelectual titularidad de las demandantes. D. Cesáreo había desarrollado, junto a otros empleados de las sociedades demandadas, una serie de aplicaciones informáticas (aplicaciones informáticas “Blubster”, “Piolet” y “Manolito”) para la implantación de protocolos “Peer to Peer” (P2P), las cuales disponían de dos versiones cada una de ellas, una de pago y otra gratuita que insertaba publicidad. Estas aplicaciones estaban a disposición del público en las páginas web www.bluster.com, www.piolet.com y www.manolito.com, en las cuales los usuarios podían adquirirlas, descargándolas en sus equipos. Una vez adquiridos los programas informáticos y descargados en los equipos de los usuarios estos pueden conectarse a una red MP2P, que es un modelo evolucionado de WWW.CUATRECASAS.CO M RESEÑ A DE N OVE D AD ES I PROPI ED AD I ND US TRI AL 15/18 protocolo P2P descentralizado. Así, estos programas informáticos permiten el intercambio de archivos de audio mediante la interconexión directa via Internet entre los ordenadores de otros usuarios que también tengan instalados estos programas, sin que sea necesario ningún tipo de intervención de apoyo por parte de quien les suministró el software. Para el intercambio de archivos, por tanto, no hace falta pasar por los sitios webs de los demandados, sino que, una vez descargado el software en el ordenador del usuario este se comunica e intercambia archivos con otro usuario de forma directa. Las demandantes solicitaban que se ordenara el cese de la actividad de las d emandadas consistente en la difusión, a través de sus páginas webs, de los tres programas informáticos citados porque consideraban que estos habían sido diseñados para poder intercambiar archivos musicales protegidos por derechos de propiedad intelectual y que les indemnizaran por los daños y perjuicios que dicha infracción les había causado. La sentencia de primera instancia desestimó la demanda por considerar que la actividad llevada a cabo por las demandadas no podía considerarse una infracción directa de los derechos de propiedad intelectual titularidad de las demandantes, fallo que es confirmado en apelación, si bien la Audiencia Provincial se detiene en el análisis de la posible existencia de infracción indirecta, que es lo verdaderamente interesante de esta sentencia. La sentencia no discute que el intercambio entre usuarios de Internet de archivos que estén amparados por derechos de propiedad intelectual, sin contar con la autorización del titular de los mismos, constituye una infracción de los derechos de comunicación pública y de reproducción que le incumben a este. Sin embargo, lo cierto es que las demandadas no son las que realizan dicha actividad de intercambio, de hecho, más allá de poner a disposición de los usuarios los programas informáticos que permiten poner en marcha los protocolos P2P, no intervienen de ninguna forma en el proceso de intercambio de archivos. Por tanto, la actividad de las demandantes tampoco es equiparable a la de los prestadores de servicios de intermediación en Internet (no se ocupan de posibilitar el acceso de los usuarios a la red, ni de la transmisión de datos, ni proporcionan servicios de alojamiento de datos, ni tampoco facilitan enlaces a otros contenidos, ni incluyen buscadores en sus páginas web). Las demandantes defendían, no obstante, la posibilidad de imputar responsabilidad a las demandadas vía infracción indirecta. Sin embargo, la sentencia declara que la infracción indirecta de derechos de propiedad intelectual carece de explícita regulación leg al en nuestro ordenamiento jurídico. La sentencia admite que en otras jurisdicciones, como la estadounidense, existen precedentes de imputación de responsabilidad por infracción indirecta en el ámbito de la propiedad intelectual, en supuestos donde el comercializador del dispositivo o del programa informático había incurrido en una promoción activa del intercambio de archivos protegidos y había influido por medio de la publicidad en el uso ilegal del software (“contributory liability”), o bien se ha imputado responsabilidad por un hecho infractor cometido por un tercero cuando el demandado tenía la posibilidad de controlar los actos del infractor y estaba recibiendo un beneficio económico por la infracción (“vicarious liability”). Pero estos supuestos de imputación no tienen cabida en el marco legal español de momento, ni siquiera podría recurrirse en el caso de autos a la aplicación de la responsabilidad por hecho ajeno que regula el artículo 1903 del Código WWW.CUATRECASAS.CO M RESEÑ A DE N OVE D AD ES I PROPI ED AD I ND US TRI AL 16/18 Civil, pues esta norma requiere la existencia de una relación de jerarquía, subordinación o dependencia entre el sujeto que realiza de forma directa la conducta infractora y el tercero a quien se imputa la responsabilidad por dicha infracción que no existe en e l asunto de autos. Finalmente, la sentencia analiza las pretensiones de los demandantes en relación con las acciones de infracción en materia de competencia desleal que acumulan en su demanda. En primer lugar, se desestima la existencia de actos de imitación con aprovechamiento del esfuerzo ajeno (artículo 11.2 LCD) porque las demandadas no copian ninguna prestación ajena sino que se han limitado a desarrollar, por sus propios medios y a comercializar según su propia estrategia empresarial, programas informáticos con determinadas funciones. En segundo lugar, tampoco cabe el reproche de una conducta subsumible en la cláusula general del artículo 5 LCD, porque, a juicio del tribunal, la actividad desarrollada por las demandadas responde a una iniciativa empre sarial lícita. Ofertar una tecnología P2P avanzada no supone incurrir en actos de expolio ni de aprovechamiento indebido del esfuerzo ajeno, ni existe un plan preconcebido para hundir o desequilibrar a las productoras discográficas o un acto de obstaculización al negocio que estas desarrollan. Tampoco existe una inducción a la infracción porque las páginas webs de los demandados incluyen avisos a los usuarios sobre la necesidad de respetar los derechos de propiedad intelectual. Por último, no es aplicable a este caso el artículo 15 LCD (infracción de normas) ya que en este precepto no tienen cobertura las vulneraciones de normas que determinan el ámbito y contenido de derechos subjetivos conferidos por el ordenamiento jurídico a los particulares, como pueden ser las normas de propiedad intelectual. WWW.CUATRECASAS.CO M RESEÑ A DE N OVE D AD ES I PROPI ED AD I ND US TRI AL 17/18 CONTACTO Para obtener información adicional sobre el contenido de este documento puede dirigirse: BARCELONA Jordi Llevat Vallespinosa Ana Soto Pino Tel. +34.93.290.55.85 Tel. +34.93.290.55.85 jorge.llevat@cuatrecasas.com ana.soto@cuatrecasas.com MADRID Blas A. 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