Este año: la creación El calendario nos deleita con la hermosura y diversidad de la creación. Mirando del centro a las esquinas, unimos nuestro corazón a la creación y cantamos: “¡Alaben al Señor!” (Salmo 148:1). La pintura nos sumerge en la creación para descubrirnos nuevos modos de apreciar y reverenciar la vida en todas sus manifestaciones. Como decía el Papa Francisco el día de su inauguración: “Todos somos custodios de la vida, unos de otros y de la creación”. la siembra, la vid y los sarmientos, las ovejas y los lobos, los pájaros y sus nidos, para explicar cómo funciona el Reino de Dios. En el mundo creado Dios se revela como Creador y Señor que nos inspira adoración y nos atrae. Avanzando el año litúrgico, vamos a ir aprendiendo más sobre hombres y mujeres santos que nos muestran la bondad y santidad del Señor manifiestas en sus criaturas. Aprenderemos cómo la Iglesia celebra el cambio de estaciones y los frutos de la creación mientra ora y alaba. Actividades catequéticas y temas de discusión La ilustración Para profundizar en la comprensión católica de la creación, sugerimos que Llamamos a esta ilustración “Todas las creaturas de nuestro Rey y Señor” por el himno que pone música al “Cántico de las criaturas” de san Francisco de Asís. Es un canto jubiloso que invita a toda la creación — al sol, la luna, el viento y las nubes, al agua, las frutas, las flores y a los humanos — a alabar juntos, con una sola voz, la gloria de Dios y su bondad. El Catecismo de la Iglesia Católica, anota: “Dios ha creado todas las cosas . . . ‘no para aumentar su gloria, sino para manifestarla y comunicarla’. Porque Dios no tiene otra razón para crear que su amor y su bondad: . . . ‘Abierta su mano con la llave del amor surgieron las criaturas’” (CIC, 293). Santo Tomás de Aquino sacó de la primera pagina del Génesis la metáfora: “Abierta su mano con la llave del amor, surgieron las criaturas”. La tierra no tenía forma, las tinieblas la cubrían, y Dios creó el cosmos donde el sol brilla en el día, y las estrellas y la luna de noche; donde el mar rebosa de creaturas nadando y los cielos abrigan bandadas de pájaros; donde bosques y selvas cobijan animales salvajes, y los domésticos proveen comida a la humanidad, creada a su imagen y semejanza. Sabemos que el relato bíblico no es una explicación científica del origen de la creación, sino que comunica la verdad de que Dios creó la tierra y todo lo que ella contiene para revelar su bondad y gloria. La naturaleza se entrelaza también en la vida de Jesús: él predica en la llanura, se retira al desierto, sube al monte, sufre en el huerto. Ella forma parte de sus enseñanzas; Jesús toma figuras familiares, como las semillas y •Provea copias del himno: “Cántico de las criaturas”. Después de cantar el himno, pídale a los niños más grandes que reflexionen sobre los diversos elementos mencionados y a los pequeños, que dibujen algunos de esos elementos. •Lea el relato de la Creación en el Génesis, capítulo 1. Hable acerca de las cosas que más le gustan en la Creación y porqué son “buenas”. En el Centro “Amanece, como la primera mañana. El mirlo canta, como la primera vez. ¡Alabo por el canto! ¡Alabo por la mañana! ¡Alabo la frescura del mundo!” Esta conocida canción evoca el amanecer de la creación, cuando todo era inocencia y armonía. En el centro del círculo tenemos el sol brillante, cuyos rayos emanan hasta las esquinas del calendario. El sol, fuente de energía, sin el cual no habría vida en la tierra, se entiende también como el amor creativo divino, su Palabra, origen de la creación. Palabra escuchada en el Génesis: “Que exista la luz” (Génesis 1:3). Jesús es la Palabra de Dios, lo indica san Juan, “Al principio existía la Palabra y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios. Todo existió por medio de ella, y sin ella nada existió de cuanto existe. En ella estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres” (Juan 1:1, 3 – 4). Gracias al sol, el Árbol de la Vida, enraizado y extendiéndose al cielo, florece y da vida: comida y 1 albergue para el hombre y la mujer, y para las diferentes criaturas que se alojan en sus ramas y corretean por su tronco. Allí tenemos al hombre y la mujer, Adán y Eva, quienes, todavía, están sin pecado y en perfecta armonía con la creación y con Dios. Cercanos al sol, se unen en la danza extática de la vida. Actividades catequéticas y temas de discusión •Busque el “Cántico de las criaturas”, cántelo o recítelo. Lo puede hallar por Internet. Hable sobre el arte a la luz de las palabras del himno. •Haga una lista de los animales que pueda identificar: pavorreal, rata, ardilla, cachorro de tigre, chivo, erizo, venado, tejón, conejo, jabalí, zorro y pájaros. Esquina superior izquierda: Desde el Adviento al Tiempo Ordinario durante el invierno Alabemos en Adviento. Desde el primer domingo de Adviento hasta el octavo domingo de Tiempo Ordinario, el arte nos invita a mirar arriba. En un cielo azul profundo, con nubes dispersas y hasta relámpagos, una multitud de criaturas aladas emprende el vuelo. Árboles de varios tipos y flores —tan importantes para los nidos y los néctares de abejas y mariposas — llenan el paisaje. Los pájaros obtienen su alimento de la tierra y surcan los cielos, enlazan tierra y cielo. Recordemos la historia del diluvio donde una paloma regresa con una hoja de olivo en su pico, que indica a Noé que las aguas iban retrocediendo, que Dios ofrece paz (ver Génesis 8:11). Y el Salmo suplica por un refugio bajo las alas del Señor (Salmo 91). En los evangelios también hay aves. Al ser Jesús bautizado por Juan, el Espíritu Santo bajó en forma de paloma (ver Lucas 3:22; Mateo 3:16). A diferencia de las aves que tienen nidos, Jesús no tiene dónde recostar la cabeza (Mateo 8:20). Invita a confiar en Dios con el ejemplo de los pájaros: “Miren las aves del cielo: no siembran ni cosechan ni recogen en graneros, y sin embargo, el Padre del cielo las alimenta” (Mateo 6:26). Algunas aves guardan un significado espiritual. El pavorreal, por ejemplo, se puede encontrar en pinturas y mosaicos de los primeros cristianos. Porque el pavorreal pierde sus magnificas plumas cada año y le salen nuevas; se adoptaba como señal de inmortalidad y resurrección. Próximos a la Navidad, meditamos las palabras del Papa Benedicto XVI en la homilía de la víspera de la Navidad del 2007: Cristo “viene a restaurar la belleza y la dignidad de la creación, del universo; esto es lo que comenzó en la Navidad y hace que los ángeles se regocijen . . . Así, pues, Navidad es la fiesta de la creación renovada”. Actividades catequéticas y temas de discusión •Identifique aves o animales del cielo: abejas, murciélagos, mariposas, estorninos, mirlos y aves de colores, pavorreales, águilas calvas, búhos, gaviotas, pelícanos. Comparta ¿qué nos quiere decir Dios con tanta diversidad? •Lea y compare el Salmo 91 con la canción “Sobre alas de águila” de M. Joncas. •Este invierno, haga un comedero para los pájaros y póngalo donde pueda verlos comer. Esquina superior derecha: De Cuaresma al Tiempo Pascual El agua es prominente. Los rayos del sol penetran el agua, y los peces y otras criaturas marinas nadan en lo profundo. No asociamos la Cuaresma con el agua, más bien con el desierto, donde la ausencia del agua nos recuerda nuestra sed de agua viva (ver Juan 4:4 – 26). Pero los cuarenta días de la Cuaresma nos recuerdan los 40 días de Noé y el diluvio (Génesis 6 – 9). El relato del diluvio expresa la gran preocupación de Dios por la forma como la gente vivía. Ante la destrucción que Dios estaba contemplando, sabemos que se arrepintió de haber creado al hombre. Por eso, por ser Dios de la vida y no de la muerte, buscó una forma de dar a la creación una segunda oportunidad. Encontró a Noé, un hombre bueno y honrado, para cooperar con él. Lo instruyó para que construyera un arca y metiera en ella una pareja de cada especie, para asegurar la continuidad de la diversidad y belleza de la creación original. Los 40 días del diluvio borraron el mal, y dieron paso a una alianza universal. Igual la Cuaresma ofrece la oportunidad de renovar nuestro pacto con Dios y de purificar nuestros corazones de lo que nos impide vivir plena y libremente nuestra vocación cristiana a la vida. Durante el tiempo de Pascua, cumbre del año litúrgico, el agua es un símbolo prominente en la liturgia. En la Vigilia Pascual, bendecimos el agua para el Bautismo cuando el sacerdote reza sobre las aguas y hace memoria del agua en la historia de salvación. Escuchamos estas palabras: “Oh Dios, cuyo espíritu en los orígenes del mundo se cernía sobre las aguas, para que ya desde entonces concibieran el poder de santificar . . .” —Vigilia Pascual, Bendición del Agua Bautismal (Misal Romano). Después de referir a la “verdadera naturaleza del agua”, la oración recuerda el Diluvio, el paso del Mar Rojo y el bautismo del Señor en el río Jordán. Cada domingo, en el rito penitencial de la misa y durante el tiempo pascual, somos rociados con agua para reavivarnos las promesas bautismales y la vida nueva en Cristo. Vamos a fijarnos en los peces. De inmediato, nos acordamos de Jonás y la ballena, en el Antiguo Testamento. Pescar era el oficio de varios de los apóstoles, y Jesús los llama a ser “pescadores de hombres” (Mateo 4:19) y les confió su misión. También en el Nuevo Testamento leemos la multiplicación de panes y pescados (Mateo 14:13 – 21), y Jesús, después de la resurrección, les ayudó a sus discípulos a pescar, y después se les unió a ellos cocinando y comiendo (Juan 21:1–14). El pez fue un símbolo que refería a Cristo, pues en griego la palabra “pez” (ichthys) es acróstico de Jesús, Cristo, Dios, Hijo, Salvador. Los cristianos usaron la figura del pez como signo de identificación, para reconocerse mutuamente. La conexión entre la inmersión en las aguas bautismales y un pez también se ha venido a sumar 2 como un signo cristiano. Podrá notar que ciertos días del calendario están marcados con el signo del pez. Esos son días de ayuno, esto es, días en que estamos llamados a abstenernos de comer carne y buscar maneras para evitar lo que impide vivir y amar plenamente (ver detalles en “Siguiendo el Calendario”). Actividades catequéticas y temas de discusión •Agregue más nombres a la lista de animales; ahora con animales del mar como corales, chiribico o pez ángel, raya con púa, ballena azul, calamar gigante, tortuga de mar, pez martillo, tiburón, delfines, pulpos, orcas, medusas, alga marina, erizo de mar o pez globo, estrella de mar, caracol barrena y cangrejo. •Esta Cuaresma lea historia de Noé y el diluvio, y reflexione sobre la conversión y transformación. •Durante el tiempo pascual, coloque un platón de agua refrescante en su lugar de oración o sobre la mesa. Utilícenlo para bendecirse mutuamente, o para que cada persona haga la señal de la cruz y se bendiga. •Copie la bella bendición del agua bautismal, y colóquela en su lugar de oración. Esta oración se encuentra en el Misal Romano, con los textos para la Vigilia de Pascua. •Atienda a los cambios en la tierra. La primavera ha llegado: ¿hay suficiente lluvia para el pasto y las flores? ¿Cuál es el nivel de agua en los lagos y en los ríos de tu región? Esquina inferior derecha: Tiempo Ordinario durante el verano Completamos los cincuenta días del Tiempo pascual y salimos del mar. Ahora vemos un sapo o una rana, anfibios que viven tanto en el agua como en tierra. La ilustración nos trae bosques y selvas, el hábitat salvaje. Esta esquina del calendario nos lleva a entender a fondo la creación. Muchas veces los humanos, cumbre de las criaturas, nos consideramos el centro y sentido de la creación. Sin embargo, el Creador, en su infinita sabiduría, ha llenado la tierra con muchas creaturas maravillosas que tienen su propio espacio y, a menudo, están mejor sin nosotros. ¿Es posible que estos animales existan para deleite del Creador y, así, manifiesten su gloria? Durante este Tiempo Ordinario, el arte nos invita a reflexionar sobre el significado de esos lugares y especies que todavía están en su estado natural. Piense en el Salmo 104:24: “¡Cuántas son tus obras Señor, y todas las hiciste con sabiduría: la tierra está llena de tus criaturas!” Los papas Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco, han hablado del medio ambiente como una preocupación espiritual y social, quizá porque nos damos cuenta de la fragilidad de los ecosistemas y de la necesidad de custodiar los recursos naturales. Ya en 1988, Juan Pablo II, en Christifideles laici (sobre la vocación y misión de los laicos) escribió: En relación con la vida económicosocial y con el trabajo, se plantea hoy, de modo cada vez más agudo, la llamada cuestión “ecológica”. Es cierto que el hombre ha recibido de Dios mismo el encargo de “dominar” las cosas creadas y de “cultivar el jardín” del mundo; pero ésta es una tarea que el hombre ha de llevar a cabo respetando la imagen divina recibida, y, por tanto, con inteligencia y amor: debe sentirse responsable de los dones que Dios le ha concedido y continua­ mente le concede. El hombre tiene en sus manos un don que debe pasar —y, si fuera posible, incluso mejorado— a las futuras generaciones, que también son destinatarias de los dones del Señor. El papa Benedicto XVI tituló su mensaje del 1 de enero de 2010 para la Jornada Mundial de la Paz, Si quieres promover la paz, protege la creación. Escribe en el primer párrafo: El respeto a lo que ha sido creado tiene gran importancia, puesto que “la creación es el comienzo y el fundamento de todas las obras de Dios” y su salvaguardia se ha hecho hoy esencial para la convivencia pacífica de la humanidad. En efecto, aunque es cierto que, a causa de la crueldad del hombre con el hombre, hay muchas amenazas a la paz y al auténtico desarrollo humano integral — guerras, conflictos internacionales y regionales, atentados terroristas y violaciones de los derechos humanos — , no son menos preocupantes los peligros causados por el descuido, e incluso por el abuso que se hace de la tierra y de los bienes naturales que Dios nos ha dado. Por este motivo, es indispensable que la humanidad renueve y refuerce “esa alianza entre el ser humano y medio ambiente que ha de ser reflejo de amor creador de Dios, del cual procede­ mos y hacia el cual caminamos”. Actividades Catequéticas y temas de discusión •Continúe la lista de animales: rana, caracol, araña viuda negra, mono, leopardo, zebra, mandril (pariente de los babuinos), anaconda amarilla, gorila, jirafa, rinoceronte, tigre asiático, elefante, antílope, cocodrilo, oso negro, jabalí, perezoso, panda, chango, tortuga, venado y zorro. •Dese tiempo para leer el Salmo 104 en las próximas semanas. Invite a los niños a dibujar diferentes versos o haga un diorama visual de varios versos del Salmo. •Investigue sobre algunos de los animales de la esquina y sobre los diversos hábitats. ¿Cuáles de ellos están en peligro de extinción? •Lea y analice los discursos sobre el medio ambiente de los papas Juan Pablo II y Benedicto XVI. ¿Qué están haciendo en la escuela o en su comunidad religiosa para preservar el medio ambiente en su región? Esquina inferior izquierda: Tiempo Ordinario durante el otoño La ilustración nos lleva de lo salvaje a lo doméstico; encontramos viñedos y uvas. Esto nos recuerda que, como las ramas, cada uno de nosotros debemos permanecer unidos a la Vid para estar sanos y dar frutos (Juan 15:1–17), pues toda la creación arraiga en el amor fiel de Dios (Juan 1:3; Salmo 148). Aquí las imágenes son más conocidas: granjas, gallineros, pastizales y praderas. Es fácil identificar a cada animal, pero nos deleita cómo son 3 presentados. La oveja del centro parece mirarnos directamente, mientras el toro, atrás y a la izquierda, mira con cautela. El gallo negro, en el centro, se alza orgulloso, anunciando un nuevo día. Los rayos del sol bendicen el día y a toda la creación, y nos invitan a unirnos a san Francisco de Asís, en un canto de alabanza a “nuestra hermana, la madre tierra, que nos sustenta y gobierna, y produce frutos varios, flores multicolores y hierba” (Canto del Hermano Sol). De muchos de estos animales dependemos para alimentarnos y acompañarnos. Incluso, las ardillas que corretean por doquier, nos recuerdan que no son una plaga, sino parte del paisaje que habitamos. Esta esquina resalta la interdependencia entre el mundo humano y el no humano y, una vez más, nos damos cuenta que somos bienaventurados. Actividades catequéticas y temas de discusión •Complete la lista de los animales: erizos, vacas, conejos sin domesticar, hurones, ratón de campo, oveja, perro, marmotas, mirlo, gallo, pollos, cerdos, ardillas y abejas. •Busque y copie “El cántico del Sol” de san Francisco de Asís. Explica porqué san Francisco se refiere a la naturaleza como su madre, su hermano o su hermana. —Margaret M. Brennan Margaret M. Brennan es editora adjunta de la Catequesis del Buen Pastor de Liturgy Training Publications. Ella ha obtenido amplia experiencia como catequista y en su ministerio en hospitales y universidades. Tiene un Doctorado en Ministerio de la Chicago Divinity School, y trabaja en su Maestría en Consejería Pastoral en la Loyola University de Chicago. Tiempo de Navidad COMIENZA CON LAS VÍSPERAS DE NAVIDAD TERMINA CON LAS VÍSPERAS DEL BAUTISMO DEL SEÑOR El 25 de diciembre proclamamos: “Hoy ha nacido nuestro Salvador, Cristo el Señor”. Comenzamos así la cele­bración del nacimiento del Señor, de Dios hecho hombre. Tanto nos ha amado Dios que nos da a su único Hijo TIE NA MP VI O DA D O PA SC INVI E AL ÑO O ASC U OP ADVIE NTO MP TIE PR IM OT RIO O R NA DI O RI NA DI TIE M PO 4 O R A las cuatro semanas previas a la Navidad le llamamos Adviento. Adviento TR IDU T I E MP O TERMINA CON LAS VÍSPERAS DEL 24 DE DICIEMBRE CUARES MA L INICIA CUATRO DOMINGOS ANTES DE NAVIDAD IO O RN Los tiempos litúrgicos Adviento INAR UA E T D O MP IE D OR para que sea uno de nosotros, para que habite en medio de nosotros y para mostrarnos cómo vivir ese amor. Vino a traernos paz, a sanar las rencillas, a terminar con el dolor y a llevarnos a su luz eterna. Por eso, celebramos el regalo de su amor. Iluminamos la oscuridad con luces hermosas. Cantamos villancicos y degustamos comidas deliciosas. Compartimos regalos unos con otros en torno a un árbol ¡Sí, un árbol dentro de nuestra casa! Compartimos porque Dios nos regala lo Incomprable, y por ello abrimos nuestro hogar a los visitantes, porque Dios ha abierto el cielo para nosotros. Durante estos días recontamos la historia de Navidad, celebramos a los primeros mártires y a la Sagrada Familia, Jesús, María y José. En Año Nuevo celebramos a María, Madre de Dios. Días después, en Epifanía, recordamos a los Magos que buscaron al “prometido por los profetas”, tal y como lo hacemos ahora. Concluimos la temporada navideña con la historia del Bautismo de Jesús en el Jordán. Ya terminada la Navidad, 40 días después, celebramos todavía la infancia de Jesús el 2 de febrero, la Presentación del Señor, día en que recordamos cómo María y José ERA VE AV Por siglos, judíos, cristianos y musulmanes han contado los días en grupos de siete. A esa medición del tiempo le llamamos “semana”. En los Hechos de los Apóstoles, los seguidores de Jesús solían reunirse el primer día de la semana, conocido por los romanos como “Día del sol” o “domingo”. Para los cristianos, ese día Dios comenzó su creación, pero, ante todo, en ese día nuestro Señor Jesucristo resucitó de entre los muertos: ¡la nueva creación! Un día así, el Espíritu Santo descendió sobre los discípulos Jesús reunidos en oración. Los cristianos comenzaron a referirse al domingo como “Día del Señor”. Ese día se congregaban a leer en voz alta los libros de la Escritura y a presentarle a Dios todas sus necesidades. Daban dinero y comida a los pobres, depositaban pan y vino en una mesa y se reunían en torno a ella. Uno de ellos, el obispo o alguien comisionado por él, dirigía a toda la asamblea en una oración de alabanza y acción de gracias a Dios. Todos elevaban su corazón a Dios en sus cantos y recordaban las maneras mediante las cuales Dios había manifestado su amor al mundo, especialmente en la muerte y resurrección de Jesús. Después comían el pan eucarístico y bebían del vino consagrado contenido en la copa; el pan y el vino se habían convertido en el cuerpo y la sangre de Cristo. Para los cristianos primeros, esto hizo del domingo el primer día de la semana, día de Eucaristía, el día del Señor. Igual para nosotros. Durante los días de la semana, oramos por la mañana, la tarde y la noche, y participamos en la comunión diaria. En casa nos reunimos para compartir los alimentos, le damos gracias a Dios por ellos y por todas sus bendiciones. significa “espera”. La Iglesia canta y proclama las grandes promesas divinas. Contamos la historia de mucha gente santa: María y Juan Bautista, Nicolás y Lucía. Esperamos el día en que el amor de Dios llegue a todos nosotros; cuando la paz sea fruto del amor y la justicia. Por encima de todo, seguimos esperando. Esperamos gozosos la venida de nuestro Salvador, el día en que todos seremos uno y que el Reino de Dios florezca plenamente entre nosotros. El Hijo de Dios ya ha venido a nosotros, nació en la ciudad de David. Pero también esperamos que venga de nuevo. Lo afirmamos cada domingo en el Credo: “Y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos”. Es la Luz que acabará con toda la oscuridad. NO RA El domingo y la semana llevaron a Jesús al templo de Jerusalén, donde Ana y Simeón se regocijaron con su llegada. Cuaresma COMIENZA EL MIÉRCOLES DE CENIZA TERMINA EL JUEVES SANTO, ANTES DE LA CENA DEL SEÑOR Los 40 días de Cuaresma nos recuerdan primero, los 40 días que Jesús ayunó y se preparó a proclamar la Buena Nueva. Antes que Jesús, por 40 dias ayunaron Moisés y Elías; cuando la lluvia inundó la tierra por 40 días, Noé y los suyos se salvaron para un nuevo comienzo. El pueblo de Israel vagó 40 años por el desierto para entrar en la tierra prometida. Estos 40 días indican que está preparándose algo muy importante. Entre nosotros, la Cuaresma comienza en invierno. No obstante, con el pasar de los días, el calor y la nueva vida anuncian ya la primavera. Iniciamos la Cuaresma con ceniza en la frente y ayunamos, quizá consumimos menos alimentos o nos privamos de ciertos postres; también practicamos la limosna, es decir, buscamos maneras de compartir lo que tenemos, nuestro tiempo, nuestros bienes. Estos días tienen su propio sabor que impregna nuestra oración y nuestro canto interior (sin llegar a cantar o a decir: “aleluya”, aclamación propia de la Pascua). Estos días meditamos sobre nuestro Bautismo y procuramos crecer en la vida cristiana. Cada domingo de Cuaresma escuchamos algunas de las narraciones más impor­­tantes del Evangelio y le pedimos a Dios por la gente que será bautizada en la noche más grande y gloriosa del año, la noche de la Vigilia Pascual. Triduo Pascual COMIENZA EL JUEVES SANTO CON LA MISA DE LA CENA DEL SEÑOR Y TERMINA CON LAS VÍSPERAS DEL DOMINGO DE PASCUA Triduo significa “tres días”. Para el pueblo judío, la Pascua es el gran evento con el que Dios liberó a Israel de la esclavitud de Egipto. Los seguidores de Jesús proclamamos eso en su vida, pasión, muerte y resurrección, pues Dios nos ha salvado y liberado en Cristo. La noche de Pascua encendemos el fuego santo y el cirio pascual que se yergue en medio de la oscuridad; escuchamos las lecturas más hermosas y cantamos salmos y alabanzas. Luego nos congregamos en torno a las aguas de la fuente bautismal al tiempo que reciben los Sacramentos de Iniciación las personas que se han preparado para una nueva vida en Cristo. Los recién bautizados son ungidos con un óleo llamado crisma; al final, con los recién bautizados, llamados neófitos, celebramos la Eucaristía. Nos preparamos para esta vigilia celebrando el Jueves Santo la institución de la Eucaristía; mientras que el Viernes Santo conmemoramos la Pasión del Señor y veneramos su cruz. También ayunamos – de alimentos, entretenimiento, conversación y trabajo – a fin de meditar más profundamente aún en la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor, que es precisamente el misterio que nos hace ser Iglesia. Tiempo Pascual COMIENZA EL DOMINGO DE PASCUA TERMINA CON LAS VÍSPERAS DE PENTECOSTÉS La Pascua dura 50 días. El Domingo de Pascua es para el año lo que el domingo para la semana. Vivimos como si el reino de Dios ya hubiera venido, porque ya ha venido y es una realidad. Suspendemos el ayuno para darnos a la celebración. Nos ben­ decimos a nosotros mismos con el agua bautismal para recordar nuestra participación en la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo. Cantamos “Aleluya” porque nos deleitamos alabando al Señor. Los relatos que se proclaman de la Sagrada Escritura nos llevan al encuentro de María Magdalena y Tomás con el Señor resucitado, a comer con Jesús, a seguir al Buen Pastor, y a recibir al Espíritu Santo. Así como la Iglesia se recrea con los nuevos cristianos durante la Vigilia Pascual, en el tiempo pascual es común que celebre los sacramentos de la Confirmación y la Primera Eucaristía, así como del Matrimonio y las Órdenes Sagradas. 5 Tiempo Ordinario DESDE LAS VÍSPERAS DEL BAUTISMO DEL SEÑOR HASTA EL MIÉRCOLES DE CENIZA, Y DESDE LAS VÍSPERAS DE PENTECOSTÉS HASTA LAS VÍSPERAS DEL PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO Durante algunas semanas en enero y febrero, y luego durante todo el verano y el otoño, la Iglesia está en el Tiempo Ordinario que marca las semanas que no caen en los tiempos especiales de Adviento, Navidad, Cuaresma y Pascua. La palabra “ordinario” viene del latín ordinal y significa “contable”, es decir, que se puede contar. En otras palabras, cada una de las semanas tiene un número. Durante el Tiempo Ordinario, el evangelio dominical presenta el ministerio de Jesús, de relato en relato, y siguiendo el orden establecido en el ciclo dominical. En el Ciclo A escuchamos relatos del Evangelio según san Mateo; en el Ciclo B de san Marcos y durante el Ciclo C de san Lucas. Durante el año 2014 se irá proclamando el Evangelio según san Mateo. Domingo a domingo también se proclaman las cartas de Pablo y otros escritos del Nuevo Testamento. Este Tiempo está lleno de solemnidades, fiestas y memorias del Señor y de los santos. En sus últimas semanas celebramos Todos los Santos y Todos los Fieles Difuntos. Todo el mes de noviembre se convierte en un mes para regocijarnos en la Comunión de los Santos y para recordar que nuestro verdadero hogar está en la Jerusalén celestial. Siguiendo el calendario Este calendario contiene las celebraciones litúrgicas para las Diócesis de los Estados Unidos de Norteamérica y de Canadá. Cada rayo de la rueda representa una semana. Las semanas comienzan con el domingo (parte externa) y concluyen en sábado (parte interna). Cada tiempo litúrgico tiene un color diferente. Nótalo en la gráfica: Adviento, Navidad, Cuaresma y Pascua. Entre Cuaresma y Pascua encontrarás el Triduo Pascual, corazón del año litúrgico. Nota también los dos bloques del Tiempo Ordinario. Uno de ellos durante el invierno, es Estados Unidos; en este caso aparecen seguidas de una inicial entre paréntesis: (A) para Australia; (C) para Canadá; (M) para México y (E) para los Estados Unidos. Algunas de sus imágenes son creadas totalmente en fotomontaje, y otras son elaboradas totalmente a mano. Este calendario “Año de Gracia” fue creado usando dibujos, escaneos de texturas impresas en fotomontaje, donde la obra de arte fue armada y manejada. Puede ver más sobre las obras de arte de Anne en www.ilustrationsweb .com/annewilson y también en www .anne-wilson.co.uk Un pez identifica los días de ayuno: cuaresmal, pascual y los viernes que caen fuera de las temporadas festivas. Tales días, la tradición invita a consumir menos alimentos y a realizar obras de misericordia. Una lámpara de aceite indica la vigilia de las solemnidades del Señor que, por costumbre, comienzan con la víspera, incluido el domingo, día del Señor. Nihil obstat 25 de abril, 2013, por el Reverendo Monseñor John F. Canary, stl, dmin, Vicario General de la Arquidiócesis de Chicago. Este permiso es una declaración oficial de la autoridad eclesiástica, certificando que el material está libre de error doctrinal y moral, pero no asume ninguna responsabilidad legal con la publicación. Con velas señalamos las solemnidades y fiestas del Señor que no tienen carácter obligatorio. Para los EUA, las fechas litúrgicas fueron tomadas del Calendario Litúrgico para los Estados Unidos de América, publicado por la Secretaría para el Culto Divino de la USCCB. Las fechas canadienses fueron recopiladas por LTP, a partir de la tercera edición del Misal Romano. El pan y la copa indican los domingos y otros días de importancia, días festivos de carácter obligatorio. Textos bíblicos conforme a La Biblia de nuestro pueblo. Biblia del peregrino, PBF y Ed. Mensajero 2011. Todos los derechos reservados. Catecismo de la Iglesia Católica © 1997, USCC, Inc.- Librería Editrice Vaticana. Con los debidos permisos. La cita del Catecismo, 293, contiene textos de san Buenaventura y santo Tomás de Aquino (II Sent. 1, 2, 2,1 y Sent. 2, Prol.). La artista Exerpta del Misal Romano © 2010, Comisión Internacional para la lengua inglesa del Comité Litúrgico (ICEL). Con los debidos permisos. La foto es cortesia de la artista muy pequeño; el otro viene después de Pentecostés y permanece durante el verano y el otoño. Después del último domingo del Tiempo Ordinario, llegará el Adviento con un nuevo ciclo. Los colores de la rueda ilustran los diversos tiempos litúrgicos. Estos colores no se usan para distinguir días en particular. Se han escogido tonos que reflejen el color del tiempo litúrgico y que armonicen con los empleados en la ilustracion del calendario. Gracias a esto, los tonos varían año tras año. Los tonos violeta van con el Adviento (tono más azul) y con la Cuaresma (tono más rojizo). Se usan diferentes tonos de dorado para marcar la diferencia entre el Tiempo de Navidad y el de Pascua (El color “oficial” de los Tiempos de Navidad y Pascua es el blanco, sin embargo, el dorado y el plateado también pueden usarse). El verde se utiliza para las diferentes etapas del Tiempo Ordinario y el rojo para el Triduo Pascual (no existe un color litúrgico para el Triduo Pascual, cada día tiene el suyo. Para diferenciar el Triduo Pascual del Tiempo de Pascua, se escogió el rojo, usado para el Viernes Santo). Excepto durante Navidad y Pentecostés, cada domingo tiene un número unido. Usualmente el nombre del domingo combina su número con la estación o temporada litúrgica (por ejemplo, el Cuarto Domingo de Cuaresma o el Vigesimonoveno del Tiempo Ordinario). Pega estrellas en aquellos días que sean cumpleaños, el día de tu santo o alguna fecha especial para tu familia, así como en aniversarios que quisieras recordar. Los días del año se han clasificado de acuerdo a su importancia litúrgica en la Iglesia; la tipografía indica su rango. Las solemnidades del año litúrgico aparecen en letras de mayor tamaño [DOMINGO DE PASCUA], como domingos, solemnidades del Señor y de los santos, así como fiestas del Señor. El siguiente tamaño de letra [San Andrés] se usa para fiestas de los santos. Un tipo más pequeño [Sta Isabel de Hungría] se emplea para las memorias – obligatorias u opcionales – de santos y beatos que se celebran en el calendario de las diócesis de los Estados Unidos y Canadá. La tipografía más pequeña se emplea para las fiestas civiles o seculares [Año Nuevo] para Australia, Canadá, México y Anne Wilson tiene un ma en ilustración del Central St. Martins College of Art, en Londres y ha sido ilustradora por 15 años. Sus trabajos llenan varios libros de niños y revistas a nivel mundial. Anne se inspira en la vida cotidiana, patrones, colores y formas. Ella incorpora elementos figurativos, capas y texturas, con técnicas mixtas, de la imprenta hasta la informáticas. Elabora sus imágenes en capas, sobre fondos con tintas de imprenta, con las que crea otras capas. Plantillas, cortes complejos y papeles mono impresos, collages, lavados en acrílicos y los dibujos forman parte del proceso. 6 Los calendarios vienen en dos tamaños: cuaderno (11” X 17”) y póster (26” cuadradas), en superficie de papel o laminados. En inglés, están disponibles dos libros: Companion to the Calendar, de Mary Ellen Hynes, con información sobre la mayoría de los días y tiempos mencionados, y Sourcebook for Sundays and Seasons: A Parish Almanac. Pide estos libros o calendarios adicionales a Liturgy Training Publications, 3949 South Racine Avenue, Chicago IL 60609; 1-800-933-1800, fax 1-800-933-7094, e-mail orders@ltp.org. Visítanos en internet: www.LTP.org y www.YearofGrace.com. El año de gracia 2014 © 2013 Arquidiócesis de Chicago Liturgy Training Publications