5 – MAYO – 2014 POR: ELISABET G. NO TE CONTAMINES Bien, después de un largo periodo de tiempo en el cual dejé de escribir, aquí estoy de vuelta, y en esta ocasión voy a comenzar una serie acerca del libro de Daniel. La historia de Daniel es verdaderamente muy interesante, apenas he comenzado con el primer capítulo y ya se puso interesante la historia… El capítulo 1 de Daniel nos relata sobre cuando Daniel es llevado ante la corte del Rey Nabucodonosor. La historia comenzó cuando Jerusalén fue invadido por Nabucodonosor, rey de Babilonia, quien puso sitio a dicha ciudad. Nabucodonosor se apoderó de algunos objetos del templo de Dios para llevarlos a Babilonia y ponerlos en el tesoro del templo de su dios. Adicional a esto Nabucodonosor llamó a Aspenaz (jefe de los funcionarios al servicio de su corte) para que eligiera a algunos jóvenes (de los que habían sido llevados cautivos de Jerusalén a Babilonia), sin embargo el rey no le dijo que escogiera a cualquier joven al azar sino que le dio ciertas características del tipo de jóvenes que él quería. Nabucodonosor quería jóvenes sanos, fuertes, bien parecidos, con una inteligencia sin defecto, sabios y capaces de manejar el conocimiento y además tenían que tener facilidad para servir en la corte del rey. Los jóvenes elegidos fueron Daniel, que significa “Dios es mi juez”; Ananías, que significa “Amado del Señor”; Misael, que significa “¿Quién es como Dios?” y Azarías, que significa “El Señor es mi ayudador”. Desde aquí podemos ver que en Jerusalén Dios les había dado unas grandes cualidades a estos jóvenes, evidentemente ellos no eran como los demás sino que la presencia de Dios en ellos les hacía resaltar esas cualidades. Cuando Daniel y sus amigos son llevados a Babilonia empiezan a rodearse de un ambiente pagano y contaminado ya que en Babilonia no adoraban a Dios sino que ellos tenían a su dios, incluso en la alimentación se veía esto. Así mismo Nabucodonosor había pedido que Daniel y sus amigos fuesen enseñados en la lengua y literatura de los caldeos. Definitivamente Daniel se encontraba contenido en un ambiente contaminado. Y por eso es bien impresionante leer Daniel 1:8 porque él decidió en su corazón no contaminarse aun y cuando todo lo que había a su alrededor lo estaba. “Daniel estaba decidido a no contaminarse con la comida y el vino del rey. Así que le pidió permiso a Aspenaz para evitar esos alimentos y permanecer sin mancha.” Daniel 1:8 (PDT). www.elisabetg.wordpress.com 5 – MAYO – 2014 POR: ELISABET G. Cuando Aspenaz le dijo a Daniel y a sus amigos que debían comer los alimentos del rey, Daniel le pide que sólo sean alimentados con legumbres y agua y podemos ver cómo esto trajo una consecuencia positiva para su salud, puesto que dicha alimentación había logrado que Daniel y sus amigos estuvieran en mejor condición que aquellos que consumían los alimentos del rey. Y por si no fuera poco, gracias a la sabiduría que Dios había puesto en ellos pudieron aprender toda clase de literatura y ciencia, además Daniel tuvo la capacidad de interpretar toda clase de visiones y sueños por lo que en cuanto Daniel y sus amigos terminaron su entrenamiento fueron hechos siervos del rey ya que Nabucodonosor mismo pudo ver que ellos eran diferentes a los demás. El rey podía preguntarles cualquier cosa y el conocimiento de ellos era diez veces más que el de todos los adivinos del reino. En este capítulo de Daniel vemos toda la capacidad que Dios le dio, tanto a él como a sus amigos, pero más que eso, lo más importante es que aun y cuando Daniel, Ananías, Misael y Azarías pudieron haber aceptado las costumbres de Babilonia y haberse contaminado, Daniel en su corazón se propuso a no hacerlo. Es algo impresionante porque los babilonios ya hasta el nombre les estaban cambiando para que fueran nombres con significados referentes a su dios, pero ellos siguieron firmes. Si lo trasladamos a la actualidad, todo el tiempo estamos rodeados de este mundo contaminado. En nuestra escuela, trabajo o incluso en el hogar a veces tenemos que lidiar con situaciones que nos podrían llevar a contaminar nuestra alma y es ahí donde tenemos que tener esa actitud de Daniel, de proponernos no contaminarnos, de no ceder ante lo que nos rodea. Si todos tus amigos, toman, fuman, van a antros o tienen relaciones fuera del matrimonio, si ese es tu ambiente, tú no cedas, NO TE CONTAMINES, ten el corazón de Daniel, toma esa decisión de decir “YO ME MANTENGO FIRME”. www.elisabetg.wordpress.com 5 – MAYO – 2014 POR: ELISABET G. Quizá la presión en tu trabajo es tanta porque todos se mantienen llegando tarde, haciendo alguna “tranza” o simplemente no trabajando como es debido, pero no te dejes vencer por esa presión NO TE CONTAMINES, sé tú quien haga las cosas adecuadas, sé tú quien llegue puntualmente, quien realice bien su trabajo. No importa cuál sea tu ambiente, qué haya a tu alrededor, lo importante es que NO TE CONTAMINES. Si puedes alejarte de ese medio contaminado hazlo, pero sepamos que no siempre se podrá y que será en ese momento donde tendremos que tomar la actitud de Daniel y decir “YO NO ME CONTAMINO”. Y entonces podremos ver las consecuencias positivas de no contaminarnos. “Al cabo de los diez días, ellos tenían mejor aspecto y estaban más saludables que los jóvenes alimentados con la comida del rey. El guardia decidió no darles la comida y el vino del rey, y en su lugar les daba legumbres. Dios les dio a esos cuatro jóvenes la habilidad y la sabiduría para aprender toda clase de literatura y ciencia. Daniel también podía interpretar toda clase de visiones y sueños. Cuando se completaron los tres años de entrenamiento, Aspenaz llevó a los jóvenes ante el rey Nabucodonosor. El rey habló con ellos y se dio cuenta de que Daniel, Ananías, Misael y Azarías eran superiores a los demás, por eso se convirtieron en servidores del rey. El rey les preguntaba sobre cualquier tema de ciencias o de sabiduría y siempre el conocimiento de esos cuatro jóvenes era diez veces mayor que el de todos los adivinos del reino.” Daniel 1:15 – 20 (PDT). www.elisabetg.wordpress.com