PROLOGO Ha sido un privilegio poder conocer el libro de Eduardo Andere sobre el sistema educativo de Finlandia ya en la fase manuscrita. La lectura del texto me trajo muchos recuerdos aunque han pasado varias décadas desde mis años escolares. Al mismo tiempo la obra ilustra de forma muy viva e inspiradora el quehacer actual en las aulas de Finlandia. Las observaciones de Andere resultan para quien fue educado en ese sistema como algo familiar, como una experiencia vivida y al mismo tiempo proporciona información nueva y totalmente fresca sobre la escuela actual , sobre sus maestros, pensamientos y visiones. La escuela básica comprensiva finlandesa es sin duda una historia de éxito. Sin embargo el sistema de la escuela básica general no fue creado e implementado en Finlandia sin una larga discusión ni sin resistencia. En su tiempo se escucharon voces críticas, según las cuales una educación igual para todos y gratuita para los alumnos no funcionaría, bajaría el nivel de la educación y resultaría costosa para la sociedad. Se necesitó una firme voluntad política para que el proyecto fuera aceptado hace cuarenta años. Se puso en marcha el proyecto de la escuela básica y cuando los resultados de las evaluaciones PISA de la OCDE del año 2000 demostraron el buen desempeño de los alumnos finlandeses, hasta las últimas dudas desaparecieron. Desde luego las primeras décadas de la escuela básica han dado cabida a mucho y constante desarrollo para mejorar y hacer más eficiente el sistema. Ningún sistema de educación está concluido, requiere constante reflexión y renovación. Y ese proceso se ha desarrollado en Finlandia de forma laudable. La lectura del libro de Andere fue para mí también una vivencia personal sobre todo en lo que se refiere a las narraciones de las maestras sobre sus escuelas y su trabajo en distintas regiones de Finlandia. Muchos recuerdos llegaron a mi mente tanto de mis años escolares como de mi hogar. Mi padre fue maestro durante las dos primeras décadas de su carrera profesional y por dos años también fui su alumna cuando tenía unos diez años de edad. Aunque mi padre después pasó a funciones administrativas en la dirección de educación de nuestra localidad y se ha retirado desde hace mucho, aún hoy en día él se identifica sobre todo como maestro. La firme autoestima del maestro finlandés y el orgullo por su profesión emana de las entrevistas realizadas por Andere a lo largo de todo el libro. Los maestros son al mismo tiempo orgullosos, pero de alguna manera también modestos, dejando que los resultados de su trabajo hablen por sí mismos. Así fue también mi padre en su trabajo. Además fue uno de los más férreos defensores del sistema de la escuela básica en su municipio. No todos los miembros del consejo local estaban convencidos de que fuera sensato primero desprivatizar el instituto de enseñanza secundaria y la preparatoria que fueron fundados como escuelas privadas y después convertirlas en sistema de enseñanza básica. Sin embargo fue así como se procedió y ya desde hace mucho la escuela básica y la preparatoria del pequeño poblado de Loppi al sur de Finlandia ha producido jóvenes bien preparados para estudios superiores en distintas instituciones educativas. Así sucede por toda Finlandia, tanto en el sur como en el norte, igualmente en el este que en el oeste. Al leer el libro de Andere me viene a la mente también el enorme desarrollo de Finlandia, posterior a la guerra, el que la convirtió en la cuna de bienestar e innovación. Tenemos que recordar que Finlandia fue apenas hace sesenta años un país pobre, mutilado por la guerra, que había perdido una parte importante de su territorio y además tuvo que pagar pesadas indemnizaciones de guerra por largos años. Sin embargo ya durante estos años económicamente difíciles Finlandia empezó a invertir fuertemente en la educación de su pueblo y utilizó para esto más dinero que muchos otros países europeos. La educación, igualdad y democracia forman claramente la base sobre la cual los finlandeses desean construir su cultura de actividad social y en la que están dispuestos a invertir. La escolaridad obligatoria y el derecho de las mujeres al voto fueron innovaciones de las que Finlandia ha sido pionero. Como es lógico, el sistema educativo finlandés no es trasladable como tal a ningún otro país que desee mejorar el nivel de su educación básica. Sin embargo puede servir como fuente de reflexión a aquellos innovadores quienes buscan información comparativa e inspiración para desarrollar el sistema de su propio país. En este sentido el libro de Eduardo Andere seguramente es útil para el lector mexicano, para el investigador, funcionario o político. Andere ha realizado una labor de gran alcance para su libro. Ha viajado varias veces a Finlandia, conocido escuelas en diferentes partes del país, entrevistado a autoridades educativas, maestros y alumnos. El libro dibuja una imagen realmente vivida y versátil sobre cómo funcionan las escuelas en Finlandia y qué piensa su personal y sus usuarios. A través del libro se abre la vida cotidiana de la escuela con sus retos y alegrías. Además de la actualidad, se esboza también el futuro, ya que los logros de los cuales la escuela finlandesa ha gozado durante los últimos años deben ser reconquistados constantemente. Nada en la vida es estático y la escuela debe transformarse en la medida que se transforma la sociedad en que está inmersa. De hecho la escuela debe ir a la vanguardia, debe transformarse y evolucionar más de prisa que el resto de la sociedad ya que debe anticiparse al mundo del futuro y a sus exigencias. También esto se refleja en el libro de Andere de forma acertada. A la Presidenta de Finlandia Tarja Halonen le preguntaron en una entrevista cuáles han sido los tres factores de éxito en el desarrollo social y económico de Finlandia. La Presidenta contestó: la educación, la educación y la educación. Por medio de una educación básica de alto nivel disponible para todos, la sociedad garantiza para sí misma actores que son capaces de reformar y reformarse, que son creativos y audaces. Los recursos de la sociedad invertidos en la educación siempre se reembolsan por sí mismos al beneficio de la misma. Agradezco a Eduardo Andere por la oportunidad de poder escribir estas palabras introductoras para su libro sobre el sistema educativo de Finlandia. Deseo que esta obra despierte el interés e inspiración en México y también en otros países de América Latina. Ulla Väistö Embajadora