Cuando las madres matan. Dra. Yubarandt Bespali de Consens (*J RESUMEN El trabajo plantea las reflexiones surgidas por el estudio de una casuística integrada con todos los casos de mujeres homicidas de niños en nuestro país durante la última década, así como los previos que fueran motivo :de pericia psiquiátrica judicial. Se consignan tanto los datos relativos a la edad de la víctima (a) recién nacidos; b) niños mayores de tres días), como las características sociales y psicológicas de las madres y su diagnóstico psiquiátrico. Se transita brevemente por el tema del filicidio en la mitología, la antropología y la etología comparada. Se pretende realizar un esbozo teórico de los mecanismos inconscientes que actúan en la madre asesina, así como las modalidades evolutivas postdelictuales, para concluir que la filicida ha actuado en la realidad sus fantasmas pulsionales homicidas y canibalísticos. "Entrad en el palacio, que no sea inútil, joh, hijos! Aléjalos tú cuanto puedas de su madre, y que no los vea airada. He observado el furor que expresaban sus ojos al mirarlos, como si algo tramara, y no se aplacara su ira, lo sé bien, como no la descargue en alguno." "Medea" EURIPEDES. INTRODUCCION Desde nuestra perspectiva de adultos intentaremos hacer una aproximación al amplio tema del filicidio, a través de una casuística clínica observada en Uruguay, y trataremos de entender qué mecanismos pueden actuar en la homicida. La muerte de un niño es algo intolerable de ser pensado, y por eso nos hemos preguntado: ¿cómo se puede sobrevivir sin psicotizarse, -e incluso ser madre nuevamente-, después de haber matado un hijo? ( • ) Asesora Médica Psiquiatra del Instituto Técnico Forense. 127 EN LA DIACRONIA. LOS MITOS El infanticidio y el asesinato de los hijos aparece como tema en la mitología de todas las religiones. En la Media Luna Fértil, un texto hitita dice: "El dragón venció al dios de la tormenta y le quitó el corazón y los ojos ... Cuando éste hubo recuperado su antigua forma, partió al combate hacia la mar ... Cuando el hijo del dios de la tormenta, que se encontraba con el dragón ... El dios de la tormenta mató pues al dragón y a su (propio) hijo ... " (lU) En la mitología griega numerosos son los ejemplos. Urano, dios celestial fecundante, procreador de los dioses originales, los titanes, cíclopes y Hecantoquiros, a medida que nacen los sepulta en las entrañas de la Tierra. Su hijo Cronos se arma, lo mutila y libera los titanes. Pero el mismo Cronos, ante la profecía de que un hijo lo destronará, los engulle uno tras otro, hasta que una artimaña salva a Zeus, quien cumplirá el vaticinio. lncluso Tetis quema a los hijos que nacieron antes que Aquiles.En el mito de Dionysos, todas las madres nodrizas mueren o conocen la locura, luego sus bacantes se precipitarán en sagrada omofagia sobre los animalitos a los que amamantaron.Agave, bacante y tía del dios, es seguida por su hijo el rey Penteopara conocer el secreto; éste enloquece y es confundido por su madre con otra bestezuela. Comenta Gillibert: "La madre-nodriza se torna mortífera, homicida y torturada porque la abundancia de la vida no puede andar sin el Eras atravesado por la muerte." (12) En Cartago, los niños son sacrificados a Ba'al Hammon. Dice Diodoro que en el 310 a. C. las víctimas ascendieron a 500. Izanagi, dios de la divina pareja fundadora japonesa, furioso porque Izanami muere al dar a luz al dios del fuego, mata a su hijo. (lQ) LA ANTROPOLOGIA, DIMENSION SINCRONICA Las más variadas formas de infanticidio son bien toleradas en muchas culturas. Los grupos etnográficos del extremo austral de América del Sur lo practican, y es costumbre generalizada y profundamente arraigada entre los pueblos del Gran Chaco. Como mecanismo cultural para control del tamaño de la población, se da en numerosos grupos de la Amazonia. Se puede allí practicar infanticidio: si son gemelos, si el niño es deforme, si no es deseado por ser del sexo femenino, si es concebido durante la prolongada lactancia del hijo anterior, si la madre no es casada, o si el padre es de otra tribu. Marvin Harris titula "Asesinatos en el Paraíso" su estudio sobre el infanticidio (predominantemente de hijas) como técnica regulador a dél crecimiento demográfico: aquél abarca una am128 plia gama, desde el asesinato discreto hasta la mera negligencia. Los pueblos involucrados atenúan culturalmente los efectos psicológicos del filicidio definiendo a esas niñas como no~ personas. (6) CASUISTICA EN EL URUGUAY Se incluyen en el trabajo todas las mujeres homicidas que fueron procesadas entre 1972 y 1981, además de todas las que fueron periciadas en el Instituto Técnico Forense en los últimos 28 años. Por la edad de la víctima. se clasifican en: Infanticidas las que mataron a un niño men~r de tres días, y Homicidas de Niños Mayores si la víctima tiene mayor edad. La elección de una víctima infantil se da en forma preponderante entre las delincuentes femeninas. SegÚn el período considerado, son entre el 30 % y el 47 %, cifras similares a las de otros países. La frecuencia del infanticidio, relacionada al total de delitos, es similar a las cifras para Francia en la década del 50: 0,29 por mil. Hay un predominio de hijos ilegítimos, pero también hallamos algunas casadas que "no querían tener más hijos". La relación entre infanticidio y oligofrenia es significativa 42 % de las madres tiene un nivel inferior al normal. La procedencia de estas mujeres es rural en 2/3 de los casos; el ni~ vel cultural ¡predominantemente bajo, y hay un predominio profesional de domésticas, o que realizan tareas hogareñas. No encontramos ninguna reincidente. pero sí algunas de ellas abandonaron a sus hijos anteriores. La curva de edad es más empinada hacia las ;óvenes en el infanticidio. que en los :delitos en general. Los diagnósticos psiquiátricos de las 21 que fueron periciadas, determinaron en sólo dos casos la inimputabilidad: una psicosis delirante aguda y una histeria con alienación fu~ gaz. Algunas personalidades ostentaban rasgos patológicos: per.,. sonalidades psicopáticas. neuróticas, esquizotímicas, etc. Si en el infanticidio se encontró apenas un muy ligero predominio de víctimas del sexo femenino, para las edades ma~ yores de tres días, hav marcada preferencia por matar a las niñas: 75 % de las víctimas infantiles Son femeninas, tendencia similar a la observada para los castigos. En todos los casos la autora es la madre biológica, y sus edades muestran predomi~ Dio entre los 25 a 34 años. Las víctimas tenían entre 21 días y 7 años de edad. Las autoras fueron consideradas inimputables en siete casos ;por padecer psicosis delirantes agudas o crónicas, y las otras cuatro madres constituyeron personalidades con rasgos predominantemente psicopáticos. Sus profesiones son variadas, con la existencia de varias desocupadas e incluso marginadas sociales, en familias de "alto riesgo", donde se dieron los casos del grado extremo del sindrome del niño mal~ tratado. 129 VINCULACION CON EL MALTRATO DE NIÑOS Los conflictos de los padres que maltratan o que matan a un niño tienen muchos aspectos comunes. Incluso la muerte es a veces el corolario no previsto de un caso extremo de maltrato. Una actitud alerta para detectar los casos en el personal médico, social-jurídico y pedagógico que trata con niños, puede lograr una prevención de los casos futuros, muy probables entre "padres en crisis". Resumiremos brevemente la história clínica de una marginada social, porque en ella se dio una situación de inconcebible recidiva delictual. Caso 6 Es una madre soltera. de 30 años de edad, quien vive en concubinato con el padre de su tercer y último hijo, alternando la mendicidad con períodos de total inactividad, con marcada abulia y apatía. Arroja un pequeño cuchillo a su segunda hija de 6 años de edad, quien -al ocultar la madre la causa de los transtornos que padeció después de esa herida aparentemente ligera- muere varios días más tarde por peritonitis séptica Tres años antes había muerto su hija mayor a los dos de edad. Ese mismo mes la niña estuvo internada en el hospital y el Asistente Social comprueba que el diagnóstico de ingreso fue: "sindrome de niño golpeado", pero las investigaciones no siguieron adelante y. no hubo procesamiento judicial entonces. La madre homicida tuvo un curso de vida azaroso, por muerte del padre cuando ella tenía 2 años de edad, seguida de abandono materno a los 10 años. Ostenta una gran inmadurez psicológica. El diagnóstico psiquiátrico es de personalidad psicopática, con un nivel intelectual dentro de límites de normalidad. En esta homicida doble se dieron severas privaciones afectivas durante la infancia. Se constituyó como una personalidad psicopática, lo que posiblemente determinó el modo como fue tiñiendo los eventos en el curso de su vida, desprovista de genuinos vínculos interpersonales, y caracterizado por un existir abúlico y apragmático. Las carencias de su yo, incapaz de asumir las funciones libremente móviles, lo imposibilitaron para frenar la fuerza de las pulsiones, en permanente uso del mecanismo de compulsión a la repetición: así los hijos mueren en la realidad, no sólo una, sino dos veces. ETOLOGIA COMPARADA En las hembras de diversas especies se da el canibalismc puerperal: la madre agrede o mata a su cría. Entre los mu· chos factores que actÚan sobre el comportamiento epimelético. eausan rechazo: a) pérdida de conciencia de la madre en el 130 parto, b) perturbación del habitat o mo:dificaciones de los pequeños, impidiendo la interacción sensorial madre-hijo, e) separación inmediata al parto, que impide la impregnación maternal (ovejas y cabras no reconocen su cría y la abandonan), d) falta de experiencia materna previa, e) anormalidad de la madre o el hijo (las perras no se interesan por cachorros con menos de 56 días de gestación). Newton y Newton estudiaron el comportamiento de 634 mujeres al contemplar por primera vez a su hijo recién nacido, vinculándolo con numerosos factores. Consideran claves para una precoz aceptación: amabilidad en el ambiente, cooperación con quienes la asisten y tranquilidad de la madre, así como una correlación entre la reacción precoz de agrado y la aceptación materna de otras funciones biológicas femeninas. (8) En los casos extremos de rechazo materno que hemos estudiado, no hubo ninguno con anormalidad del niño que explique una base etológica para aquél, ni tampoco la experiencia de partos anteriores mejoró el comportamiento de las madres, ya que muchas eran multíparas. Algunas madres infanticidas han transcurrido en la soledad de sus lechos largas horas del posparto inmediato, en la oscuridad, en íntimo contacto con el cuerpo del niño que habían sofocado o estrangulado, sin modificar su actitud, para luego abandonado o enterrado superficialmente en el campo. Es factible que estas conductas extremas no puedan esclarecerse con la etología comparada, sino que deban ser remitidos a la patología individual psicosocia1 de las mujeres infanticidas. ESBOZO TEORICO Resumiremos brevemente la opinión de Raskovsky, por ser conocida de los médicos y psiquiatras infantiles en nuestro medio, destacando la ubicación primaria de los impulsos filicidas de los padres en la explicación genética de las interdicciones culturales socializantes. "El filicidio surgió de la regresión esquizoparanoide de los progenitores e instituyó una exacerbación paranoide permanente del desenvolvimiento sociocultural que organizó la prohibición del incesto. El proceso se integró mediante el desarrollo de defensas maníacas que culminaron en la idealización de los perseguidores y en la negación omnipotente del procedimiento total. La prohibición del incesto y sus consecuencias socioculturales partieron de una tríada compuesta por: 1) la matanza de un sector de hijos mantenida con diversas técnicas, la más característica constituida por la "pira sacrificial permanente que significa la guerra". 2) La inducción paranoica de la progenie mediante la amedrentación reiterada, que llega hasta la aterrorización. 3) La ocultación del proceso total y la inversión de la causalidad, negando el filicidio mediante el parricidio para in131 cr.ementar las :culpas y la ansiedad persecutorias infanto-juveniles." T-1lmbién explica como mecanismo perpetuador del proceso, que el "hijo interno" que cada persona lleva en sí, es agredido por el superyó y tiende a identificarse con el agresor. ya proyectar en los hijos las actuaciones filicidas. La guerrél forma parte de estas actuaciones permanentes con una función social estabilizada; infanticidio diferido; prueba elocuente de la magnitud y persistencia del filicidio. Tal es la extensión que este autor dio al tema. (11) En "El Porvenir de una Ilusión" Freud enuncia que la sociedad lucha imponiendo, a través de la cultura, prohibiciones a tres deseos instintivos: el incesto, el canibalismo, y el hÓmicidio.-(4)En el campo del infanticidio se relacionan estos tres fantasmas: homicidio ejecutado sobre aquel depositario de grandes montos de pulsiones canibalísticas, pero a la vez el imposible objeto del deseo incestuoso de los padres. Sobre la pulsión del canibalismo dice Pontalis: "consumir lá' carne de su semejante (y ser consumido por él), disolverse en -un cuerpo materno (que reintegraría así su propio producto): el incesto éoh la madre y el canibalismo no son posiblemente en él inconsciente más que dos modalidades de un deseo-temor del regreso a lo mismo". (9) Temor a ser devorado en el sentido que 'lo planteabaFenichel,explicándolo a través de las teorías sexuales infantiles de algunos pacientes, quienes suponían que el nacimiento de niñas ocurría por el regreso de un varoncito al viéntre materno, 'dorrde es despojado del pene y nace en forma de hija. Para él, este temor a ser devorado responde a la angustia inhibida de castración. (3) En la teoría kleiniana, fantasías más arcaicas aún están en juego: devorar el seno amado y odiado es la relación de objeto originario, anterior a la función fálica y su relación con la castración; Freud alude al tinte sacrificial de la comida: totémica, pero Klein reemplaza al padre muerto todopoderoso por la 'madre fálica omnipotente :devorante-devorada. Gree!U plantea los campos de lo imaginario para el canibalismo, incluyendo su dimensión en el cuento folklórico, donde tantosogros y ogresas devoran niños. Se ve tanto en literatura occidental, como en otras ubicaciones geográficas. Así entre los Toba de Occidente del Chaco argentino encontramos el mito: "Tanki burla al Sol haciendo que una víbora antropófaga devore al hijo de aquella". En esta área donde el infanticidio es tan bien tolerado culturalmente, la mitología prácticamente no lo alude. En este mito, el héroe Tanki (que se caracteriza por sus múltiples competencias, sus poderes shamánicos y un papel :de burlador o de burlado), al competir con la mujer Sol, auiere inducirla a ver la víbora dominada fuera del agu;ero, "y él iba a pechar al Sol para que entre y lo Coman las víboras, pero él no quiso ir; y entonces el Sol lo ha llamado al hijo: "Bueno, hijo, vos te vas con Tanki, vaya a ver cómo va a hacer para sau 132 car la víbora" ... Tanki lo llamó: "Vení chango, vení a verlo, mirá qué bonito es." El se ha descuidado, se ha arrimado, y cuando estaba así, lo ha pechado para adentro ... entonces el chango, que ha caído ahí, ha entrado bien en la garganta de la víbora." (13) Es transparente que quien envía a la muerte al niño es la propia madre, y que el héroe enemigo Tanki y la víbora antropófaga son desplazamientos de sus propios deseos. En la división tripartita :de lo real, lo imaginario y lo simbólico, Green plantea dos sistemas donde hay una teoría sobre el canibalismo, los cuales serían la dimensión simbólica del tema: la religión cristiana con la comunión, y la teoría psicoanalítica. En estos estudios, con el correr del siglo, se ha transitado desde un enfoque de la prehistoria colectiva, a 'qa protohistoria individual". Por medio de la división de la etapa oral en oral primitiva (succión) y sádicaoral (morde:dura), que Son previa y posterior a la aparición de los dientes, se pretende seguir el desarrollo ontogenético de la pulsión. El pecho bueno es asimilado y se fantasea que aquello que no sirve será expulsado en forma de excrementos. En la psicosis puede llegar a actuar como un tubo el interior de un yo ávido que no digiere ni asimila y es permanentemente vaciado por medio de la extroyección masiva: devorar el objeto y vaciarlo sin tener el menor contacto con él. Green trae a colación sobre la actitud de los humanos civilizados: "si la antropofagia nos interesa es porque practicamos la costumbre exactamente inversa: esa que Claude Lévi-Strauss propuso llamar antropemia." (5) Alude al pasaje de "Tristes Trópicos" donde las costumbres judiciales y penitenciarias de nuestras culturas para disponer de individuos po...; seedores de fuerzas temibles es, al contrario de las sociedades antropófagas: antropoémicas (del griego emein, ("vomitar"). En el campo de lo real está el canibalismo efectivamente actuado, que para Green es solo la actuación de una fantasía originaria retocada y racionalizada: "devorar el pecho materno, o el pene paterno, devorar el cuerpo parental, devorar el antepasado, todos estos procesos de incorporación tienen su ombligo en la fantasía". Para él la relación canibalística es el encuentro de las pulsiones canibalísticas del niño y de la madre. (5) . Según la tesis de Devereux, expuesta :desde 1966, estos impulsos serían primarios en los padres. Atribuye a la mujer encinta y a sus "antojos" el real deseo oral, y al hijo la imputación de esos deseos (aún en el caso de óbito fetal). Ejemplifica con el canibalismo puerperal de los mamíferos, con sacrificios del primogénito en Nueva Guinea, con el canibalismo de escasez en tribus australianas, con el canibalismo por "windigo" o "locura caníbal" entre los algonquines del Canadá, con la castración de niños. En la infancia se pueden producir fantasmai1 que son reactivos y "adquiridos", e inducidos por las pulsiones canibalísticas de los padres, y concluye: "El bebé no es ni ángel ni diablo, es simplemente un bebé. Nos incumbe a nosotros 133 los adultos comprenderlo y aceptarlo tal como es." (1) Pone de relieve la importancia de las pulsiones pedófagas del adulto. Acotamos: ¿acaso abundan los mitos y relatos de niños que se comen a los adultos? En un trabajo reciente amplía el estudio de las pulsiones orales a través de algunas implicaciones latentes que tienden a revelar las bases de la identificación entre "comer" y "cohabitar". El rechazo entre los Sedang Moi de Vietnam del Sur a ingerir leche, por la imposibilidad después de consumir la carne de la búfala en el sacrificio ritual; y la prohibición entre los indios Mohave (aunque bastante laxos sexualmente), para las prácticas sexuales donde se mezclan los tipos de excitación oral y genital, así como el deslizamiento fonético en inglés para pronunciar "cedipal" (edípico), sea parecido a "eatable" (comible), o sea a "edible"(comestible,apetecible). "Se deben realizar apreciables esfuerzos subjetivos y culturales para mantener los intereses orales y genitales razonablemente apartados." (2) Ante el infanticidio, lugar de encuentro del incesto, el canibalismo y el homicidio, nos replanteamos: ¿por qué es tan insoportable el homicidio de un niño? Leclaire responde: "realiza el más profundo y secreto de nuestros anhelos", por su vinculación con el narcisismo. "No hay vida sin pagar el precio del asesinato de la imagen primera, en la que se inscribe el nacimiento de todos, es el trabajo constante de una fuerza de muerte: la que consiste en matar al niño maravilloso (o terrorífico) Que de generación en generación atestigua los sueños y deseos de los padres. Ese niño omnipotente, terrorífico es la representación del representante narcisista primario: el objeto del asesinato necesario e imposible." (7) La madre infanticida, movida por las más poderosas pulsiones del ello: canibalismo e incesto; incapaz de superar la fascinación de su hijo-pene que para ella es reoresentación :del representante narcicista primario, llega a actuar en la realidad su pulsión homicida. Así presenciamos cómo la invencible figura del infans terrorífico y fascinante se eleva inmortal por sobre las tiernas carnes torturadas de un niño real maltratado o asesinado. DESPUES VE LA MUERTE DEL HIJO Ha llamado nuestra atención durante el estudio de estos casos de homicidios de niños, el relativo equilibrio postdelictual que muestran las funciones psíquicas de las autoras. Ciertas evoluciones con reintegración social sumamente aceptable plantean la existencia de mecanismos poderosos de defensa contra la invasión masiva por la culpa. Una joven madre, que mató a dos de los cuatro hijos que arrojara a un pozo, logra rehacer su vida con otra pareja, sin nuevos episodios psicóticos, ni siquiera al cursar un nuevo embarazo y puerperio. 134 Podríamos primariamente plantear tres tipos de evoluciones observadas: -Primera modalidad: las psicopáticas, quienes proyectan fuera la culpa. -Segunda modalidad: las psicóticas en actuación homicida de sus alucinaciones, quienes han logrado momentáneamente controlar la culpa, poniendo distancia entre su yo actual y su yo alienado al momento de los hechos. -Tercera modalidad: la gran mayoría de las infanticidas, cuyas personalidades no muestran ninguna afección destacable ni constituyen francas personalidades psicopáticas, se adhieren firmemente a un mecanismo de disociación del yo, por el cual la ansiedad generada por la culpa permanece enquistada, mientras el resto de la estructura psíquica prosigue una actividad aparentemente normal. Los pocos casos en nuestro medio cuya evolución pudo ser seguida durante años, no sucumbieron a una depresión acorde con el monto de la culpa generada por la consumación del filicidio. Filicidio que es la actuación en la realidad :de los fantasmas pulsionales homicidas y canibalísticos interdictos por la prohibición de la Cultura. BIBLIOGRAFIA 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. DEVEREUX, G. - Ensayos de Etnopsiquiatría General. Ed. Barral. 403 págs. 1973. DEVEREUX, G. _ The cultural implementation of defense mecanisms. Ethnopsychiatrica. Vol. 1. 1: págs. 79-116. 1978. FENICHEL, O. - La crainte d'etre dévoré. Nouvelle Revue de Psychanalyse. N9 6: 149-152. 1972. FREUD, S. - El porvenir de una Ilusión. En Obras Completas. (192.7) Ed. Biblioteca Nueva. Madrid. Vol. VIII, págs. 2964-2965. 1974. GREEN, A. - Le cannibalisme: realité ou fantasme agi? Nouvelle Revue de Psychanalyse. Num. 6: 27-54. HARRIS, M. _ Caníbales y Reyes. Los orígenes de las culturas. Ed. Argos. 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