pendrive disco duro) r información no va a poder ser leída

Anuncio
El llevar a cabo un formateo a un disco de almacenamiento, sea un pendrive
(memoria flash), un disquete (o hasta un disco duro) resulta algunas veces muy
conveniente. Pues, básicamente nos aseguramos que la información que se
encuentra en el dispositivo de almacenamiento no va a poder ser leída (o al
menos de una forma no tan sencilla, pues existe un gran número de programas
que permiten la recuperación de datos).
Al realizar un formateo (como lo explican perfectamente aquí), se le indica en cada
sector del dispositivo de almacenamiento que éste está libre y puede ser escrito
más adelante. La recuperación de información en estos casos se debe de realizar
siguiendo algunos pasos y, en muchos casos, se pueden obtener resultados
realmente satisfactorios.
Los pasos para formatear un pendrive o un disquete son los siguientes:





Ir a Mi PC.
Dar click derecho sobre el dispositivo que queremos formatear (pendrive,
disquete, etc.) y seleccionar Formatear.
En la opción de sistema de archivos, se pueden elegir dos: Fat32 y NTFS
(el último es el más utilizado).
En la etiqueta de volumen, insertamos el nombre que le queremos dar al
dispositivo.
Seleccionar las casillas de Formato rápido y Habilitar compresión (en
caso de Windows XP, Vista y 7 no es necesario) pulsamos el botón de
Iniciar.
El dar formato a un dispositivo, como ven, es bastante simple si hablamos de los
sistemas que utilizan Windows XP, Windows Vista ó en mi caso Windows 7; pues
en unos cuantos minutos se puede llevar acabo esta esta sencilla tarea.
Dar formato
Se denomina formatear al proceso de escribir marcas en el medio magnético que
se utilizan para delimitar pistas y sectores. Antes de formatear un disco, su
superficie magnética es un completo desorden de señales magnéticas. Cuando se
le da formato, se trae un cierto orden al caos básicamente dibujando líneas en los
lugares donde van las pistas, y donde son divididas para formar sectores. En una
descripción en detalle no sería exactamente así, pero esto es irrelevante. Lo
importante aquí es que un disco no puede utilizarse a menos que haya sido
formateado.
La terminología aquí se vuelve un poco confusa: en MS-DOS y MS Windows, la
palabra formatear se utiliza para cubrir el proceso de creación de un sistema de
archivos (que discutiremos más abajo). Allí, los dos procesos se combinan,
especialmente en los discos flexibles. Cuando se necesita realizar la distinción, el
formateo real se denomina formateo de bajo nivel, mientras que construir el
sistema de archivos se llama formateo de alto nivel. En los círculos UNIX, los dos
se llaman formatear y crear un sistema de archivos, y así será como también lo
usemos en este libro.
Para los discos IDE y algunos SCSI el formateo se realiza en la fábrica y no
necesita repetirse; así que la mayoría de la gente no deberá preocuparse por él.
De hecho, formatear un disco duro puede hacer que funcione peor, por ejemplo
porque necesite ser formateado de una forma especial para que funcione la
sustitución automática de sectores defectuosos.
Discos que necesitan o pueden ser formateados usualmente requieren un
programa especial, ya que, debido a que la interfase para realizar un formateo
logico de un disco difiere de un disco a otro. El programa para formatear el disco
está usualmente en la controladora de la BIOS o es suministrado por un programa
MS-DOS. Ninguno de ellos puede ser usado facilmente dentro de Linux.
Durante el formateo uno puede encontrarse puntos defectuosos en el disco,
llamados bloques malos o sectores defectuosos. Algunas veces estos son
manejados por el propio disco, pero incluso entonces, si aparecen más de ellos,
debe hacerse algo para evitar utilizar esas partes del disco. Lo lógico para hacer
esto se encuentra dentro del propio sistema de archivos; cómo añadir la
información al sistema de archivos se describe más abajo. De forma alternativa.
uno puede crear una partición pequeña que cubra exactamente la parte mala del
disco; esta opción puede ser una buena idea si la parte mala es muy grande, ya
que los sistemas de archivos tienen problemas con zonas defectuosas muy
grandes.
Los discos flexibles se formatean con fdformat. El archivo de dispositivo de
disquete se proporciona como parámetro. Por ejemplo, el comando siguiente
formatea un disquete de 3.5 pulgadas y alta densidad en ubicado en la primera
unidad lectora-escritora de discos flexibles:
$ fdformat /dev/fd0H1440
Double-sided, 80 tracks, 18 sec/track. Total capacity
1440 kB.
Formatting ... done
Verifying ... done
$
Tenga en cuenta que si desea utilizar el dispositivo auto-detectable (es decir,
/dev/fd0), debe primero configurar los parámetros del dispositivo con setfdprm.
Para lograr el mismo efecto que antes, debería hacer los siguiente:
$ setfdprm /dev/fd0 1440/1440
$ fdformat /dev/fd0
Double-sided, 80 tracks, 18 sec/track. Total capacity
1440 kB.
Formatting ... done
Verifying ... done
$
Generalmente es más conveniente elegir el archivo de dispositivo que mejor se
adapte al tipo del disquete. Tenga en cuenta que es desaconsejable formatear
disquetes para contener más información que aquella para la que ha sido
diseñado.
fdformat también comprobará el disquete, es decir, buscará sectores defectuosos.
Intentará recuperar un sector defectuoso varias veces (normalmente se puede oír
esto, el ruido del disco cambia drásticamente). Si el disco está solamente
defectuoso temporalmente (debido a polvo en la cabeza de lectura/escritura,
algunos errores son falsas alarmas), fdformat no lo indicará, pero un error real
abortará el proceso de comprobación. El núcleo imprimirá mensajes por cada error
de entrada/salida que encuentre; estos irán a parar a la consola, o si se usa
syslog, al archivo /usr/log/messages. fdformat por sí mismo no indicará dónde
está el error (tampoco importa mucho, los disquetes son lo suficientemente
baratos como para desechar uno defectuoso).
$ fdformat /dev/fd0H1440
Double-sided, 80 tracks, 18 sec/track. Total capacity
1440 kB.
Formatting ... done
Verifying ... read: Unknown error
$
El comando badblocks puede utilizarse para buscar bloques defectuosos en
cualquier disco o partición (incluidos los disquetes). No formatea el disco, así que
puede utilizarse incluso con sistemas de archivos existentes. El ejemplo siguiente
comprueba un disquete de 3,5 pulgadas con dos sectores malos.
$ badblocks /dev/fd0H1440 1440
718
719
$La salida de badblocks es el número de los bloques malos que encuentra. La
mayoría de sistemas de archivos pueden evitar estos bloques. Mantienen una lista
de sectores defectuosos conocidos, que se inicia cuando se crea el sistema de
archivos, y se puede modificar más adelante. La búsqueda inicial de bloques
malos puede hacerse a través del comando mkfs(que inicia el sistema del
archivos), pero más adelante las comprobaciones deben realizarse con
badblocks y los nuevos bloques deben añadirse con fsck. Describiremos mkfs y
fsck más adelante.
Muchos discos modernos automáticamente detectan bloques malos, e intentan
arreglarlos utilizando en su lugar un bloque especial reservado en buen estado.
Esto es transparente al sistema operativo. Esta característica debe estar
documentada en el manual del disco, si es lo bastante curioso para mirar si
aparece. Incluso estos discos pueden fallar, si el número de sectores defectuosos
crece demasiado, aunque existen posibilidades de que por entonces el disco esté
tan estropeado que no pueda utilizarse.
Descargar