ORIGINAL mediario, en los que predominaba la hipotonía, el estancamiento ponderal y las convulsiones; un segundo grupo formado por ocho pacientes con defectos del metabolismo energético, que manifestaban trastornos del ritmo respiratorio e hipotonía, y, finalmente, 8 pacientes dentro del subgrupo de los trastornos de las moléculas complejas, en los que destacaban la hipotonía y las cataratas como síntomas más frecuentes de debut. Los síntomas neurológicos más comunes en este período fueron la hipotonía (60%), la afectación del sensorio (35%) y las convulsiones rebeldes (23%). Los exámenes complementarios de laboratorio en las primeras fases de la enfermedad orientaron hacia un ECM especialmente en los trastornos del metabolismo intermediario y energético. Por su parte, el registro electroencefalográfico y el estudio del LCR fueron importantes para el diagnóstico en muchos trastornos del metabolismo intermediario. La neuroimagen inicial fue menos orientativa, pero permitió descartar otras patologías. Más de la mitad de los pacientes con ECM de debut neonatal habían fallecido ante de los 12 meses de vida. Conclusión. Es importante sospechar estas enfermedades en el período neonatal para mejorar la precocidad diagnóstica y terapéutica y reducir la morbimortalidad. [REV NEUROL 2005; 40: 321-6] Palabras clave. Convulsiones. Error congénito del metabolismo. Neonatal. Hipotonía. Trastornos respiratorios. cias do metabolismo intermédio, nos quais predominava a hipotonia, perda de peso e convulsões. Um segundo grupo, formado por oito pacientes com deficiências do metabolismo energético, que manifestavam alterações no ritmo respiratório e hipotonia; finalmente, 8 pacientes dentro do subgrupo das alterações das moléculas complexas, nos quais se destacavam a hipotonia e cataratas como sintomas mais frequentes neste período. Os sintomas neurológicos mais comuns neste período foram a hipotonia (60%), diminuição da sensibilidade (35%) e convulsões rebeldes (23%). Os exames complementares de diagnóstico nas primeiras fases da doença levaram a um ECM, especialmente nas alterações do metabolismo intermédio e energético. Por outro lado, o registo EEG e o estudo do LCR foram importantes para o diagnóstico em muitas alterações do metabolismo intermédio. A neuroimagem inicial foi menos orientativa; no entanto, permitiu excluir outras patologias. Mais de metade dos pacientes com ECM no período neonatal faleceram nos primeiros 12 meses de vida. Conclusão. É importante suspeitar destas doenças no período neonatal para melhorar a precocidade diagnostica, terapêutica e reduzir a morbimortalidade. [REV NEUROL 2005; 40: 321-6] Palavras chave. Alterações respiratórias. Convulsões. Erro congénito do metabolismo. Hipotonía. Neonatal. Atención hospitalaria a la enfermedad cerebrovascular aguda y situación de los pacientes a los 12 meses A. Arrazola a, J.M. Beguiristain a, B. Garitano a, J. Mar b, B. Elizalde a HOSPITAL CARE OF CEREBROVASCULAR ACCIDENT AND THE STATE OF PATIENTS 12 MONTHS AFTER Summary. Objectives. Cerebrovascular accident should be of key importance due to its magnitude in terms of mortality and disabilty. In this study we describe hospital care of patients and follow them one year after. The aims is to uncover areas of improvement in the care of patients. Patients and methods. Observational study of a ramdomized sample of 535 patient with a diagnosis of cerebrovascular disease, during de acute phase and 12 months after, using clinical records and telephone interview. Results. Thirty five percent of patients arrived within 6 hours of the occurrence of the event. Thirty six percent had a CAT/MNR withim 6 hours. Mortality at hospital whas 13,8% increasing up to 26% at 12 months. At discharge 49% had a neurological deficiency. At 12 months 35,8% of the survivors interviewed showed a Barthel Index of less than 95 points. Conclusions. Organizational mesures that guarantee a quick and systematic assessment of brain lesions, early diagnosis and active therapeutic offer, have to be implemented. In the sample studied, only 3% of the patient were candidates to thrombolytic therapy. Rehabilitation can and should play a more relevant role in the prevention of sequelae. [REV NEUROL 2005; 40: 326-30] Key words. Cerebrovascular accident. Disability. Hospitalization. Rehabilitation. Vascular prevention. Aceptado: 13.10.04. a Servicio del Plan de Salud. Dirección Territorial de Sanidad de Gipuzkoa. Donostia-San Sebastián. b Unidad de Gestión Sanitaria. Hospital Alto Deba. Mondragón, Gipuzkoa, España. Correspondencia: Dra. A Arrazola. Dirección Territorial de Sanidad de Gipuzkoa. Servicio del Plan de Salud. Avda. Sancho el Sabio, 35. E-20010 Donostia-San Sebastián (Gipuzkoa). Fax: +34 943 023 079. E-mail: pisa3ss-san @ej-gv.es Agradecimientos. Al Dr. Xabier Epaizabal, por su colaboración en el trabajo de campo. Al Dr. Martí Masó y demás especialistas del Servicio de Neurología del Hospital Donostia, por su valoración y sus sugerencias para la base de datos. A la Dra. Edurne Carrera, del Servicio de Neurología del Hospital Donostia, y al Dr. Gonzalo Grandes Odriozola, de la Unidad de Investigación de Atención Primaria de Bizkaia, por sus acertados consejos al revisar este artículo. © 2005, REVISTA DE NEUROLOGÍA 326 INTRODUCCIÓN Entre los 725.140 habitantes del área de influencia de los hospitales públicos de Gipuzkoa, la tasa de hospitalización por enfermedad cerebrovascular aguda (ECVA) el año 2000 fue de 122 por 100.000 habitantes. El número de ingresos siguió la tendencia ascendente de los últimos años, tendencia inversa a la tasa estandarizada de mortalidad para ambos sexos, que pasó de 57,1 × 105 en 1995 a 46,7 × 105 en 2001 en el territorio de Gipuzkoa. El aumento en la supervivencia de esta enfermedad incrementa la tasa de dependencia, así como el grado de ésta entre quienes eran previamente dependientes [1,2]. La ECVA constituye la primera causa de muerte para las mujeres y la segunda para los hombres; también representa la primera causa de discapacidad grave y la segunda de demencia REV NEUROL 2005; 40 (6): 326-330 ENFERMEDAD CEREBROVASCULAR AGUDA n % Varones 314 58,7 Viven en familia 351 65,6 V 178 33,2 IV 140 26,1 III 193 36,2 II 13 2,4 I 6 1,1 Atención Primaria/Urgencias 234 43,7 Iniciativa propia 190 35,5 Otro hospital 46 8,6 No consta 65 12,1 después de la enfermedad de Alzheimer (EA) para ambos sexos. Estos resultados se observan en una realidad demográfica caracterizada por el progresivo aumento de los grupos de población de mayor edad, que resultan los más vulnerables a esta enfermedad [3,4]. Actualmente disponemos de intervenciones preventivas eficaces basadas en la identificación y el control de los factores de riesgo. Existen, además, propuestas organizativas y terapéuticas innovadoras que han demostrado su eficacia para la fase aguda de la enfermedad [5-9]. Sin embargo, estas innovaciones no se adoptan de forma generalizada, y persiste en muchos profesionales sanitarios de Atención Primaria y Hospitalaria una actitud y un comportamiento conservadores ante pacientes en riesgo de una ECVA o en la atención a la fase aguda de la enfermedad cuando ésta ya se ha presentado. Este trabajo tiene como finalidad describir la atención hospitalaria de la ECVA en la fase aguda y valorar la situación funcional de los pacientes a los 12 meses, con el objetivo de detectar áreas de mejora en el abordaje clínico de estos pacientes y proponer los cambios correspondientes a los hospitales del Servicio Vasco de Salud/Osakidetza, responsables del tratamiento de la fase aguda de la mayor parte de los casos de ECVA de la Comunidad Autónoma del País Vasco. Ambulancia 225 42,1 PACIENTES Y MÉTODOS Particular/taxi 152 28,4 7 1,3 151 28,2 Hemos realizado un estudio descriptivo de una muestra aleatoria y estratificada por hospital participante, de pacientes de 14 años o más, entre las personas dadas de alta el año 2000 en los hospitales del Servicio Vasco de Salud en Gipuzkoa con diagnóstico de ECVA (CIE-9-MC-430-436 excepto 43310). Para los pacientes con más de un ingreso por esta causa, se consideró objeto de estudio el primer episodio. Menos de 6 horas 185 34,6 Recopilación de datos Más de 6 horas 341 63,7 9 1,7 ECVA previa 136 25,4 Revisión de historias clínicas en la fase aguda y entrevista telefónica a los 12 meses. Todas las historias fueron revisadas por un médico de medicina familiar y comunitaria. El control clínico fue realizado por tres encuestadores adiestrados para el estudio. Todos lo datos se registraron en una base de datos específica para ECVA, previamente revisada por especialistas en neurología del hospital terciario participante. Hipertensión arterial 271 50,7 Variables del estudio Cardiopatía 211 39,4 Diabetes 100 18,7 Antiagregantes/ACO 198 37 Hipotensores 215 40,2 Se estudiaron las características sociodemográficas; los factores de riesgo vascular y la prevención secundaria vascular previa a la hospitalización, al alta y a los 12 meses; la situación clínica al ingreso, al alta y a los 12 meses; los procedimientos diagnósticos y terapéuticos en la fase aguda; la utilización de recursos sanitarios y sociales durante la hospitalización y durante el año posterior al alta; la situación funcional a los 12 meses según el índice de Barthel (IB). Antiarrítmicos 91 17 Criterios de clasificación Tabla I. Características de los 535 pacientes con enfermedad cerebrovascular aguda (ECVA). Edad promedio: 72,3 años Clase social Derivación al hospital Transporte Transporte público No consta Tiempo de llegada al hospital Desconocido Enfermedad conocida Tratamiento previo Subtipo de ECVA isquémico Ataque isquémico transitorio 122 22,8 Infarto cerebral agudo 309 57,8 Aterotrombótico 61 19,7 Cardioembólico 55 17,8 Lacunar 57 18,4 134 43,4 2 0,6 Etiología indeterminada Etiología poco habitual ACO: anticoagulantes orales. REV NEUROL 2005; 40 (6): 326-330 Los pacientes se agruparon por el tipo de ECVA según los diagnósticos de la historia clínica. Se aplicaron los criterios de la Sociedad Española de Neurología [9] para los subtipos. La clase social se valoró según la clasificación abreviada de la Sociedad Española de Epidemiología y de Medicina Familiar y Comunitaria [10]. Se consideraron pruebas diagnósticas básicas urgentes las recomendadas por la European Stroke Initiative [11]. Para la agrupación de dependencia se tomaron los valores de corte del IB del protocolo sociosanitario Costa Ponent, del Servei Català de la Salut (SCS) [12]. Criterios de exclusión La negativa expresa a participar, la ausencia de teléfono de contacto y la dificultad de comunicación insalvable. Se consideró persona no localizada a quien, tras haber comprobado su situación vital y el teléfono de contacto, no respondía a cinco llamadas en diferentes horas y días. 327 A. ARRAZOLA, ET AL Calidad de los datos Se utilizaron manuales de procedimiento específicos para cada fase. La supervisión del registro, la calidad de datos y el tratamiento fueron realizados por la misma persona durante todo el proceso. Tabla II. Inicio de síntomas y realización de la primera tomografía axial computarizada (TAC). Tardanza en la TAC inicial Tratamiento estadístico Tardanza en llegar al hospital Total Menos de 3 h 3-6 h Más de 6 h No se conoce n % Menos de 1 h 17 8 45 1 71 17,5 1-3 h 20 13 63 1 97 23,8 RESULTADOS 3-6 h 5 1 17 0 23 5,6 Entre el 1 de enero y el 31 de diciembre de 2000 se dio de alta a 1.567 pacientes en los hospitales de agudos del Servicio Vasco de Salud en Gipuzkoa, con los diagnósticos especificados. Se realizó el estudio de 535 personas (34,1% sobre el total). De ellas, 396 permanecían con vida al año del ingreso, y se entrevistaron en ese momento 327 (participó el 82,6% de los supervivientes). Las 535 personas estudiadas presentaron al alta los siguientes diagnósticos clínicos: 99, ECVA hemorrágica (18,5%); 309, infarto cerebral agudo (57,8%); 122, isquemia cerebral transitoria (22,8%), y cinco (0,9%), ECVA no tipificada. Dentro de los infartos cerebrales, el subtipo etiológico más frecuente fue el de etiología indeterminada (43,3%). La pérdida de fuerza y las alteraciones del lenguaje y de la marcha constituyeron los síntomas clínicos iniciales más referidos. La tabla I recoge las características sociodemográficas y clínicas de los pacientes, así como su tardanza en llegar al hospital y el medio de transporte utilizado. Se realizó una TAC/RM en el 92,9% de los casos. Las restantes pruebas básicas urgentes se realizaron en el 93,5% de los pacientes. La tabla II relaciona el tiempo entre la TAC inicial y la tardanza en llegar al hospital. Las pruebas complementarias para el subtipo etiológico de la ECVA isquémica (infarto cerebral agudo con ataque isquémico transitorio –AIT–) se realizaron en una proporción variable según la edad. En la tabla III se especifican los resultados de estas pruebas en los casos de infarto cerebral. Durante la estancia hospitalaria, 243 pacientes evolucionaron sin complicaciones (45,4%). El 54,6% restante presentó algún tipo de complicación, y 74 personas (13,8%) fallecieron en el hospital. Las complicaciones más frecuentes fueron las neurológicas, seguidas de las infecciosas. El 37,2% fue dado de alta con recuperación completa y el 49,0% presentó algún tipo de secuela neurológica al abandonar el hospital (Tabla IV). Habían iniciado la rehabilitación en el hospital 49 pacientes (9,2%) y se transfirieron a un hospital de media estancia para tratamiento rehabilitador otros 48 pacientes. La estancia media fue de 9,19 días (desviación típica: 8,08). Al 90,5% de las personas con infarto cerebral agudo y al 97,5% con AIT se les prescribieron, durante el ingreso y al alta, fármacos para la prevención secundaria vascular. El principio activo más usado para ambas situaciones fue el clopidogrel, si bien la aspirina fue el fármaco más prescrito en el momento inicial. Un 25,3% de los ECVA hemorrágicos se trató con procedimientos quirúrgicos, y la técnica más realizada fue la exéresis del hematoma. De los 396 supervivientes al año se entrevistó a 327. De ellos, el 11,3% había reingresado por lo menos en una ocasión por un proceso relacionado con su ECVA anterior. Un 42,8% fue controlado por el especialista por lo menos una vez. Habían consultado con su médico de cabecera por término medio en seis ocasiones (mínimo, 0 visitas; máximo, una visita semanal). Los cambios de medicación en los 12 meses transcurridos fueron insignificantes. El 21,4% había acudido a un servicio de rehabilitación extrahospitalario, y había realizado una media de 69 sesiones (mínimo, ocho; máximo, 240). En el 81,4% fueron servicios de rehabilitación públicos o concertados. El 64,2% de los entrevistados se sentía capaz de realizar las actividades básicas de la vida diaria (ABVD) de forma autónoma, si bien 25 personas tenían ayuda únicamente para actividades instrumentales (Tabla V). Entre las personas dependientes, el 74,0% vivía en familia, y ésta se hacía cargo del peso mayor de la ayuda por la dependencia. Entre las personas no institucionalizadas, el 9,1% había realizado alguna obra de adaptación en la vivienda. El baño fue la estancia más modificada. La tabla VI recoge los resultados comparativos entre la mortalidad y la 6-12 h 6 5 11 1 23 5,6 Más de12 h 41 22 113 2 178 43,8 Desconocida 1 2 11 1 15 3,7 90 51 260 6 407 100 Se empleó el programa SPSS 10.0 para Windows y se realizaron las pruebas t de Student para variables continuas y la χ2 de Pearson para la comparación de los resultados entre subgrupos de pacientes. Se consideró estadísticamente significativo un valor de p < 0,05 . 328 Total TAC Tabla III. Pruebas complementarias en el infarto cerebral agudo según la edad (n = 309). p Menos de 75 años 75 años o más (n = 156) (n = 153) Ecografía Doppler carotídea 112 (71,8) 78 (51,0) < 0,001 Ecografía transtorácica 52 (33,3) 23 (15,0) < 0,001 Tabla IV. Situación clínica al alta de la enfermedad cerebrovascular aguda (ECVA) hemorrágica y del infarto cerebral agudo. p ECVA hemorrágica Infarto cerebral agudo n = 99 % n = 309 % Muerte 37 37,4 35 11,3 < 0,001 Recuperación completa 23 23,2 55 17,8 0,23 Secuelas neurológicas 39 39,4 219 70,9 < 0,001 Tabla V. Situación funcional y ayuda para las actividades de la vida diaria al año en los supervivientes encuestados. Con ayuda Sin ayuda Total (n = 136) (n = 191) (n = 327) Índice de Barthel: 95-100 (autonomía) 25 (11,9) Índice de Barthel 60-90 (dependencia leve) 46 (88,5) Índice de Barthel 0-55 65 (100,0) (dependencia moderada, grave y total) 185 (88,9) 210 (64,2) 6 (11,5) 52 (15,9) 0 ( 0,0) 65 (19,9) Tabla VI. Mortalidad y dependencia al año en la enfermedad cerebrovascular aguda (ECVA) hemorrágica y en la isquémica (infarto). ECVA hemorrágica Infarto cerebral (n = 99) (n = 309) p Mortalidad 47 (47,5) 78 (25,2) 0,04 Dependencia 15 (15,1) 76 (24,6) < 0,001 REV NEUROL 2005; 40 (6): 326-330 ENFERMEDAD CEREBROVASCULAR AGUDA dependencia al año del episodio agudo según el diagnóstico clínico al alta: infarto cerebral agudo o ECVA hemorrágica. La mortalidad y la dependencia muestran diferencias significativas. DISCUSIÓN Los datos de este estudio ponen de manifiesto una realidad: la ECVA no se considera un proceso urgente, ni por parte de la población, ni por parte de los profesionales sanitarios de este territorio. La demora media entre el inicio de los síntomas y la llegada al hospital fue de 36 horas y 24 minutos, a pesar de que algo más de un 50% de los pacientes había contactado con su médico habitual o con el médico de urgencias extrahospitalarias. Tampoco el tiempo transcurrido entre el inicio de los síntomas y la llegada al hospital fue determinante para realizar la primera TAC: en 77 de las 141 personas que llegaron a Urgencias con una tardanza inferior a 6 horas se realizó esta prueba tras 6 horas o más. El hecho de que tres de cada cuatro pacientes tuviesen una enfermedad previa conocida relacionada con la ECVA puede explicarse por la edad media de los pacientes –72 años cumplidos–, edad superior a la serie de casos correspondiente a hospitales andaluces [13] y similar a otros estudios [14,15]. Sorprende que sólo el 37% de estas personas tuviese prevención secundaria vascular, aunque entre quienes tenían antecedentes de ECVA previo esta proporción alcanzó el 77,2%. Entre los tipos diagnósticos, la presencia de AIT es superior a la presentada en otras publicaciones [13,16]. Al tratarse de un diagnóstico clínico basado en la duración de los síntomas y signos neurológicos, es difícil interpretar esta diferencia, que podría explicarse bien por la variabilidad diagnóstica interobservador [17] o por un mayor porcentaje de ingresos por AIT en los hospitales participantes. Atribuimos la alta proporción de infartos cerebrales de etiología indeterminada, especialmente entre las personas de mayor edad, al estudio incompleto de sus causas, hecho concordante con la variabilidad en el uso de pruebas diagnósticas complementarias. Se podría argumentar que este grupo de población presenta una mayor patología, por lo que es previsible que entre ellos aumenten los infartos de dos o más causas, subgrupo asimilado al de etiología indeterminada por la SNE. Sin embargo, en nuestro estudio, el número de infartos cerebrales de dos o más etiologías ha sido muy pequeño: nueve casos. El menor uso de recursos a medida que aumenta la edad de los pacientes lo han planteado otros autores [18,19], lo que tendría que disparar la alerta sobre el cumplimiento de un principio básico de nuestro sistema sanitario, como es el de la equidad. Este hecho refuerza la necesidad de investigar de forma sistemática la etiología del proceso independientemente de la edad, dada la facilidad y la escasa agresividad de las pruebas y su importancia sobre el pronóstico y tratamiento [20]. La mortalidad (intrahospitalaria y al año) está dentro de las cifras esperables, así como también lo está el número de personas con alguna secuela neurológica al alta y la situación funcional de los supervivientes a los 12 meses [13,15,16,21,22]. Es llamativo, sin embargo, el escaso número de personas que siguió un tratamiento rehabilitador. El hecho de que a los 12 meses el 64,2% de las personas entrevistadas realizase las ABVD de forma autónoma no significa que la rehabilitación, como recurso terapéutico para la recuperación motora y funcional de las secuelas, no se haya infrautilizado [15,23,24]. La ayuda y la recuperación de estos pacientes queda en su mayor parte en manos de la familia [15]. La ausencia de datos sobre el impacto anímico y cognitivo de la ECVA a corto y medio plazo es una limitación importante de este trabajo. Estos resultados coinciden en el tiempo con estudios de hospitales que han incorporado cambios organizativos y funcionales más acordes con la evidencia actual para la atención a la ECVA [18]. En nuestra muestra, sólo por el efecto de la tardanza en llegar al hospital y en realizar la TAC urgente, se hubiese excluido para trombólisis el 92,2% de los infartos cerebrales recibidos. Esta situación es preocupante en la medida que las diferencias interhospitalarias son una fuente de desigualdad, para los pacientes sobre todo, pero además, para los propios profesionales y para los médicos residentes que se forman con ellos. Cambiar la actitud profesional y la organización de la atención a la ECVA en todos los ámbitos implicados es una tarea pendiente. Las unidades y/o los equipos multidisciplinarios para el ictus son una alternativa a la atención hospitalaria en la fase aguda. En su ausencia, hay medidas que se deben adoptar de forma urgente en los hospitales de agudos, especialmente en tres áreas: la atención inicial, el estudio etiológico de la ECVA isquémica y el uso de la rehabilitación como recurso terapéutico. BIBLIOGRAFÍA 1. Políticas de Salud para Euskadi. Plan de Salud 2002-2010. VitoriaGasteiz: Departamento de Sanidad. Servicio Central de Publicaciones del Gobierno Vasco; 2002. 2. Rodríguez-Cabrero G, Monserrat-Codorniú J. 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En este trabajo describimos la atención hospitalaria a la ECVA y la situación de los pacientes al año, con el objetivo de detectar áreas de mejora en el abordaje de esta enfermedad. Pacientes y métodos. Estudio de observación de la fase aguda de la enfermedad y control clínico a los 12 meses, en una muestra aleatoria de pacientes, a través de la revisión de historias clínicas y de entrevista telefónica. Resultados. De los 535 pacientes, el 34,6% llegó al hospital en menos de seis horas desde el inicio de síntomas. En el 35,7% se realizó una TAC/RM en menos de seis horas. La mortalidad intrahospitalaria fue del 13,8% y aumentó al 26,0% al año. Al alta, el 49,0% presentó alguna secuela neurológica. A los 12 meses, el 35,8% de los supervivientes entrevistados presentaba un índice de Barthel inferior a 95 puntos. Conclusiones. No se pueden demorar medidas organizativas que garanticen una valoración rápida y sistematizada del daño cerebral, un diagnóstico temprano y una oferta terapéutica activa. En esta muestra solamente el 3% de los pacientes hubiese sido candidato a beneficiarse del tratamiento trombolítico. El tratamiento rehabilitador puede y debe desempeñar un papel más relevante en la prevención de secuelas invalidantes. [REV NEUROL 2005; 40: 326-30] Palabras clave. Dependencia. Enfermedad cerebrovascular aguda. Hospitalización. Prevención vascular. Rehabilitación. CUIDADOS HOSPITALARES NA DOENÇA CÉREBRO-VASCULAR AGUDA E SITUAÇÃO DOS DOENTES AOS 12 MESES Resumo. Objectivos. A doença cérebro-vascular aguda (DCVA) constitui uma prioridade sanitária pelo seu impacto em termos de mortalidade e dependência. Neste trabalho descrevemos os cuidados hospitalares na DCVA e a situação dos doentes ao ano, com o objectivo de detectar áreas de melhoria na abordagem desta doença. Doentes e métodos. Estudo de observação da fase aguda da doença e controlo clínico aos 12 meses, numa amostra aleatória de doentes, através da revisão de histórias clínicas e de entrevista telefónica. Resultados. Dos 535 pacientes, 34,6% chegaram ao hospital em menos de 6 horas desde o início dos sintomas. A 35,7% foi realizada uma TAC/RM em menos de 6 horas. A mortalidade intra-hospitalar foi de 13,8% e aumentou 26,0% ao ano. No momento da alta 49,0% apresentou alguma sequela neurológica. Aos 12 meses, 35,8% dos sobreviventes entrevistados apresentava um índice de Barthel inferior a 95 pontos. Conclusões. Não se podem protelar medidas organizativas que garantam uma avaliação rápida e sistematizada das lesões cerebrais, um diagnóstico precoce e uma oferta terapêutica activa. Nesta amostra somente 3% dos pacientes teriam sido candidatos a beneficiar do tratamento trombolítico. O tratamento reabilitador pode e deve desempenhar um papel mais relevante na prevenção de sequelas incapacitantes. [REV NEUROL 2005; 40: 326-30] Palavras chave. Dependência. Doença cérebro-vascular aguda. Hospitalização. Prevenção vascular. Reabilitação. 330 REV NEUROL 2005; 40 (6): 326-330