Parábola de los dos hijos Parábola de los dos hijos Mateo 21:28-32 Pero ¿qué os parece? Un hombre tenía dos hijos, y acercándose al primero, le dijo: Hijo, vé hoy a trabajar en mi viña. 29 Respondiendo él, dijo: No quiero; pero después, arrepentido, fue. 30 Y acercándose al otro, le dijo de la misma manera; y respondiendo él, dijo: Sí, señor, voy. Y no fue. 31 ¿Cuál de los dos hizo la voluntad de su padre? Dijeron ellos: El primero. Jesús les dijo: De cierto os digo, que los publicanos y las rameras van delante de vosotros al reino de Dios. 32 Porque vino a vosotros Juan en camino de justicia, y no le creísteis; pero los publicanos y las rameras le creyeron; y vosotros, viendo esto, no os arrepentisteis después para creerle. Aquí está hablando al Señor delante de religiosos que no le querían reconocer su autoridad. Todo el problema del hombre con Dios, es reconocer la autoridad. En esta parábola el Señor divide al hombre en dos clases: Pecadores que se arrepienten y pecadores que no se arrepienten. Esta parábola el Señor la cuenta por los fariseos, que estaban cuestionando la autoridad con la que Jesús hacia las cosas, y sabemos que la humanidad cayo precisamente por cuestionar la autoridad del creador. Vamos a ver el contexto: Iglesia Cristiana Luz de Cristo 1 www.iglesialuzdecristo.org Parábola de los dos hijos Mateo 21:23-27 Cuando vino al templo, los principales sacerdotes y los ancianos del pueblo se acercaron a él mientras enseñaba, y le dijeron: ¿Con qué autoridad haces estas cosas? ¿Y quién te dio esta autoridad? 21:24 Respondiendo Jesús, les dijo: Yo también os haré una pregunta, y si me la contestáis, también yo os diré con qué autoridad hago estas cosas. 21:25 El bautismo de Juan, ¿de dónde era? ¿Del cielo, o de los hombres? Ellos entonces discutían entre sí, diciendo: Si decimos, del cielo, nos dirá: ¿Por qué, pues, no le creísteis? 21:26 Y si decimos, de los hombres, tememos al pueblo; porque todos tienen a Juan por profeta. 21:27 Y respondiendo a Jesús, dijeron: No sabemos. Y él también les dijo: Tampoco yo os digo con qué autoridad hago estas cosas. Vemos ahí, la pregunta que los fariseos le hacen a Jesús, cuestionándolo acerca de la autoridad con que ejercía las cosas. Cristo al ver la religiosidad de ellos, les dice que le va a contestar a su pregunta solo si le responden la que él hace, que es que si el bautismo de Juan era del cielo o de la tierra. El Señor lo metió en una encrucijada, ya que si decían que Juan era un farsante, todo el pueblo sabía y ellos mismos, que Juan era un verdadero profeta de Dios, y si decían que del cielo, pues entonces, por qué no le creyeron cuando Juan dijo que Jesús es el cordero de Dios que quita los pecados del mundo?. Con esto Jesús confrontó a los fariseos y religiosos de la época. Y cuando ellos no pudieron contestar, el Señor les refirió está parábola de los dos hijos. Iglesia Cristiana Luz de Cristo 2 www.iglesialuzdecristo.org Parábola de los dos hijos Tenemos que preguntarnos como hijos de Dios, que vale más, ¿las acciones o las palabras? Mateo 21:28-29 Pero ¿qué os parece? Un hombre tenía dos hijos, y acercándose al primero, le dijo: Hijo, vé hoy a trabajar en mi viña. 29 Respondiendo él, dijo: No quiero; pero después, arrepentido, fue. El Señor llama a este primer hijo, y le manda a trabajar en su viña, aunque al principio se niega, arrepentido va y lo hace. Lo más importante de este último texto es la palabra arrepentido. A pesar de que en un principio se negó a hacer la voluntad de su Padre, fue arrepentido a trabajar en la viña. Ninguno de nosotros vino al Señor por bueno o por amable o por justo, vinimos arrepentidos, reconociendo los pecadores que somos y la autoridad del Señor para perdonarnos los pecados. Este hijo arrepentido sabiendo que había pecado, comenzó a hacer lo que su padre le había mandado. No nos basta con decir Señor! Señor!, sino que debemos actuar conforme a lo recibido y a lo que nos ha mandado el Señor. Si en verdad somos hijos de Dios, ya no se trata de salvación, se trata de agradar al Padre en todo. ( 1 Samuel 15:22, Proverbios 7:2) Iglesia Cristiana Luz de Cristo 3 www.iglesialuzdecristo.org Parábola de los dos hijos 30 Y acercándose al otro, le dijo de la misma manera; y respondiendo él, dijo: Sí, señor, voy. Y no fue Este otro, hizo una pantalla y simplemente dijo que sí, pero realmente no obedeció la voluntad del Padre. La humanidad está dividida en necios que se quedan necios (Este último hijo) y necios que se arrepienten (el primer hijo). ¿Hemos hecho lo que el Padre nos manda? ¿Respalda mis hechos a mi Fe y viceversa? (Santiago 2:18-26) 31 ¿Cuál de los dos hizo la voluntad de su padre? Dijeron ellos: El primero. Jesús les dijo: De cierto os digo, que los publicanos y las rameras van delante de vosotros al reino de Dios. 32 Porque vino a vosotros Juan en camino de justicia, y no le creísteis; pero los publicanos y las rameras le creyeron; y vosotros, viendo esto, no os arrepentisteis después para creerle. Las palabras de Jesús aquí son directas y claras para todos los fariseos y religiosos de aquella época y también para esta época. Ya que la religiosidad, el creerse buenos, el querer hacer obras sin fe, no le permitían reconocer la autoridad de Jesús, sin embargo, a la predicación de Juan, los pecadores y rameras (consideradas las clases más bajas e inmundas) sí creyeron en Juan y fueron a su bautismo con Fe. Iglesia Cristiana Luz de Cristo 4 www.iglesialuzdecristo.org Parábola de los dos hijos Tenemos que preguntarnos seriamente que somos ¿Cristianos o religiosos? ¿Hacemos las cosas porque amamos verdaderamente al Padre o solo nos importa lo externo? Jesús dijo: Si me amáis, guardad mis mandamientos (Juan 14:15). Cuando ya somos hijos tenemos un privilegio, el ser llamados hijos de Dios (Juan 1:12), pero también una responsabilidad Caminar en pos de Él. Qué bueno que Dios nos deja su Santo Espíritu para que sigamos adelante, solo deja que El Espíritu de Dios te guie (Gálatas 6:25). Iglesia Cristiana Luz de Cristo 5 www.iglesialuzdecristo.org