PAPEL DEL TRASPLANTE DE GLÍA ENVOLVENTE Y DE PRECURSORES NEURALES EN UN MODELO DE LESIÓN POR SECCIÓN COMPLETA DE MÉDULA ESPINAL. Rodríguez Baeza M1, Álvarez Mejía A L 2, 3, Gudiño Cabrera G1. 3,4, Torres Mendoza B5, Salgado Ceballos 1. Laboratorio de Desarrollo y Regeneración Neural, Departamento de Biología Celular y Molecular, CUCBA. Universidad de Guadalajara, 2. U.I.M.E. Neurológicas, Hospital de Especialidades, CMN Siglo XXI, IMSS 3. Proyecto Camina A.C. 4. UAM Iztapalapa. 5. Centro de Investigación Biomédica de Occidente, IMSS En México, principalmente a consecuencia de accidentes automovilísticos, la incidencia anual de lesiones traumáticas de médula espinal (LTME) es de 18.1 casos por millón de habitantes, afectando con mayor frecuencia hombres entre los 16 y los 35 años de edad. En la mayoría de los casos las LTME pueden causar paraplejia o cuadriplejia, con graves consecuencias que disminuye la calidad de vida de este tipo de pacientes. Lo anterior ha instado a la búsqueda de diferentes estrategias terapéuticas, dentro de las que se encuentran los trasplantes celulares y entre los que destacan diferentes tipos de células como los precursores neurales (PN) y la glía envolvente (GE), los cuales han producido resultados favorables en el tratamiento de esta patología, aunque sin ser comparables por la diferencia en los modelos experimentales empleados. Por lo anterior y para evaluar el efecto específico de estos dos tipos celulares, se trasplantaron en un modelo de lesión por sección completa de médula espinal en rata, para lo cual los cultivos de GE se obtuvieron del bulbo olfatorio de ratas macho Long Evans adultas y los de PN a partir del cuerpo estriado de embriones de 14 días de gestación de ratas de la misma cepa. La lesión fue llevada a cabo seccionando completamente la médula espinal a nivel torácico 9, en 15 ratas hembras adultas. Inmediatamente después se realizó el trasplante de GE en 5 ratas, de PN en otras 5 y a 5 ratas no se les realizó ningún trasplante. La densidad celular trasplantada fue de 100 000 células por rata. Las evaluaciones funcionales se realizaron una vez por semana durante 8 semanas mediante la escala BBB que consta de 22 puntos y evalúa la movilidad de cadera, rodilla y tobillo de cada extremidad del tren posterior. Así mismo, se realizaron pruebas inmunohistoquímicas para detectar la presencia de marcadores CGRP (expresado por neuronas sensitivas) y GFAP (expresado por células gliales), se realizó además el análisis morfométrico del sitio de lesión. El análisis estadístico de los datos obtenidos con la prueba BBB muestra una mayor recuperación funcional en las ratas trasplantadas con PN en comparación con las trasplantadas con GE y el grupo control (tabla1). Se demostró por inmunohistoquímica la expresión de CGRP en las ratas trasplantadas y la presencia de GFAP principalmente alrededor de las cavidades formadas, mientras que el análisis morfométrico mostró una menor formación de cavidades en las ratas trasplantadas tanto con PN como con GE en comparación con las ratas controles (fig.1). En conclusión, se observó que las cavidades formadas en las ratas trasplantadas son de menor tamaño con respecto a las del grupo control por lo que los trasplantes mostraron un efecto neuroprotector en este tipo de lesiones, además de producir un efecto benéfico sobre la función motora, principalmente en los animales trasplantados con precursores neurales.