New England Cord Blood Bank, Inc WWW.CORDBLOODBANK.COM 153 Needham St. Building # 1 Newton, MA 02464 P 617-244-3933 Science News Enero 1, 2000 Células Madre Reparan el Daño en la Médula Espinal en Ratas de Investigación. (Artículo Breve) Autor/es: N. Seppa Entre los desafíos de la medicina, la lesión en la médula espinal se clasifica alto. Las células nerviosas en la médula espinal no se regeneran de manera natural y los intentos para revivir o reparar la médula espinal dañada se han encontrado con la frustración. Para evitar este problema, recientemente los investigadores han intentado experimentos en animales reemplazando las células nerviosas dañadas en animales con trasplantes de células fetales. Esta técnica ha demostrado prometer, pero sólo cuando los experimentadores realizan el trasplante a los pocos días de una lesión. Los investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington en St. Louis ahora reportan que han restaurado el movimiento de las piernas en ratas lesionadas por medio del trasplante de células en el sitio de la lesión 9 días después de que las ratas recibieran un aplastante golpe en la columna. Los científicos utilizaron células madre embrionarias modificadas de ratones para asegurar que podrían convertirse en células nerviosas básicas y células asociadas. Cuando la columna está severamente dañada, algunas células nerviosas se mueren de inmediato. Continúa una segunda ola de muerte programada de células llamada apoptosis. La mayoría de esta matanza ocurre en 24 horas, apagando las señales nerviosas que viajan en la columna, dice el coautor del estudio John W. McDonald, un médico y neurocientífico de la Universidad de Washington. El centro de la columna dañada se llena con fluido, formando un quiste. Después, se acumula tejido cicatrizal, evitando la recuperación. Las neuronas en el sitio de la lesión dejan de funcionar, al igual que sus extensiones alargadas, llamadas axones. Aún si una neurona permanece intacta, con frecuencia muere rápidamente si el trauma ha destruido la cubierta protectora, una proteína grasa llamada mielina, de su axón. La lesión no penetrante que los investigadores utilizaron en el experimento con ratas “simula la mayoría de los traumas observados en personas que con lesiones en la médula espinal,” dice McDonald. Él y sus colegas estudiaron a 62 ratas cuyas columnas estaban dañadas y que no soportaban peso sobre sus patas traseras. Nueve días después de la lesión, 28 de las ratas recibieron cada una inyecciones de aproximadamente 1 millón de células madre embrionarias pre-tratadas con ácido retinoico para inducir su transformación a células del sistema nervioso. El coautor David I. Gottlieb, un neurólogo también en la Universidad de Washington, ideó el pre-tratamiento. Las ratas a las que se les administraron inyecciones de células madre recuperaron la habilidad de pararse en sus 4 patas y caminar, aunque no perfectamente, en 2 semanas, dice McDonald. En 34 ratas que no recibieron trasplantes de células, las patas traseras continuaron paralizadas, reportaron los investigadores en NATURE MEDICINE de Diciembre de 1999. Todas las ratas recibieron fármacos utilizados generalmente para evitar rechazo a los trasplantes. La revisión de las ratas después de 2 y 5 semanas mostró que la mayoría de las células madre trasplantadas habían muerto, pero que habían sobrevivido las suficientes para que los animales tuvieran un suministro creciente de células del sistema nervioso, dice McDonald. En las ratas tratadas, los investigadores observaron algunas neuronas nuevas con axones que se extendían hasta 1 centímetro más allá del sitio de inyección. Los investigadores también encontraron otros dos tipos de células del sistema nervioso – –oligodendrocitos y astrocitos– – proliferando en el sitio de inyección de las ratas tratadas. Los oligodendrocitos forman las cubiertas de mielina que protegen a los axones, muy parecido a como las coberturas plásticas aíslan a los cables eléctricos, y aceleran las señales que viajan a lo largo de los axones. Los astrocitos son células en forma de estrella que proporcionan en andamiaje sobre el que las neuronas pueden crecer. No está claro cómo es que el trasplante restauró el movimiento de las piernas. En las ratas, alrededor del 60 por ciento de las células hijas de las células madre inyectadas eran oligodendrocitos, el 20 por ciento fueron astrocitos, 10 por ciento fueron neuronas, y el 10 por ciento fueron otros diferentes tipos de células, dice McDonald. “Eso suena como una buena mezcla, porque usted necesitará oligodendrocitos... para remielinizar el tejido,” dice Wolfgang J. Streit, un neurocientífico de la Universidad de Florida del Florida Brain Institute en Gainesville. COPYRIGHT 2000 Science Service, Inc. En asociación con The Gale Group & LookSmart. COPYRIGHT 2000 Gale Group 28