Antonio Ortigosa TEMA 1. EL RELIEVE ESPAÑOL. UNIDADES LITOLOGÍA Y PAISAJES RESULTANTES. MORFOESTRUCTURALES. 1. INTRODUCCIÓN. 1.1. Conceptos: Relieve es el conjunto de formas que presenta la superficie terrestre, incluyendo tanto las elevadas como las hundidas, y es el resultado de: 1.2. Las fuerzas internas de la Tierra (movimientos orogénicos, terremotos, …) que dan lugar a las formas estructurales. Las fuerzas externas, fundamentalmente la erosión y la acción del hombre, que dan lugar a las formas de modelado. El espacio geográfico español: El territorio español tiene una superficie de medio millón de kilómetros cuadrados aproximadamente, sumando los territorios peninsulares, los archipiélagos y las ciudades autónomas del norte de África. La posición de los territorios españoles se encuentra en la llamada zona templada (entre los 43 y los 35º) del hemisferio norte, excepto el archipiélago canario, que la tiene subtropical. El territorio peninsular tiene: - - Una forma maciza: mide más de 1000 Km. de ancho y más de 800 de largo, siendo sus costas bastantes rectilíneas. Una altitud media elevada (660 metros), siendo el segundo país europeo en altura. Esto se debe a la abundancia de sistemas montañosos y al hecho de que la Meseta se encuentra basculada al oeste, encontrándose su zona oriental a alturas superiores a los 1000 metros. El relieve dispuesto de forma periférica, simulando una muralla, que aísla el interior de las influencias marítimas y deja un estrecho margen para el litoral, en el que concentra gran parte de la población española. Además, la posición de las zonas elevadas del interior peninsular colaboran para: Diferenciar regiones geográficas. Dificultar el transporte y las comunicaciones. 2. FORMACIÓN DEL RELIEVE ESPAÑOL. Las rocas más antiguas que encontramos en España son de la era Arcaica (4000 – 600 millones de años). Se trata de restos de antiguas cadenas montañosas, hoy inexistentes, que forman parte de Galicia, del sistema central y de los Montes de Toledo. 1 Antonio Ortigosa a) Era primaria o Paleozoico. (600-225 millones de años). En esta etapa se produjo el movimiento orogénico caledoniano que no dejó apenas huella en la península, posteriormente un segundo impulso orogénico (herciniano) hizo emerger nuevas tierras del mar y levantó nuevas cordilleras. En la actualidad corresponde con: - El macizo Hespérico, que estaba basculado hacia el este (al contrario que hoy). El macizo del Ebro. El macizo catalano-balear. Y el bético-rifeño. Al norte del macizo del Ebro se erigía el de Aquitania. b) Era secundaria o Mesozoico (225-68 millones de años). Fue una época de erosión y sedimentación: - Erosión en las zonas elevadas por el movimiento herciniano, dando lugar a penillanuras y a que algunas partes, especialmente las orientales del macizo Hespérico, fuesen cubiertas por el mar. Depósitos: continentales, en el interior de las tierras emergidas, y marinos, en las zonas cubiertas por el mar. Fue el momento de los movimientos internos terrestres que provocaron subidas y bajadas de las aguas (transgresiones y regresiones). En esta etapa comenzó la separación de Europa de Norteamérica, abriéndose el océano Atlántico y, como consecuencia, la fosa pirenaica y la fosa bética. En estas fosas se produjeron grandes depósitos de rocas sedimentarias de origen marino. c) Era terciaria o Cenozoico (68-1,7 millones de años). Durante la primera mitad continuó el proceso de erosión y sedimentación del período anterior. A mediados del período se produce la orogenia Alpina, plegando los materiales depositados anteriormente, emergiendo la mayor parte de la actual zona peninsular. Los resultados fueron: - En las zonas de sedimentación (sumergidas hasta ese momento) se levantan los Pirineos y las Béticas (cordilleras de plegamiento). En zonas antes emergidas de rocas duras: se fracturan, levantándose el Sistema Central y Montes de Toledo, así como las dos submesetas. En los rebordes del Macizo Central: se produce un proceso de fractura al tiempo que otro de plegamiento. Se originan los sistemas de sierras periféricas (Cordillera Cantábrica, Ibérica y Sierra Morena). Entre las cordilleras alpinas exteriores surgen las depresiones del Ebro y del Guadalquivir. El rejuvenecimiento del antiguo macizo catalán originó las Cordilleras Costero-Catalanas. 2 d) Era cuaternaria (últimos dos millones de años). Antonio Ortigosa Desde la última orogenia lo único que se ha producido han sido retoques geológicos: - Basculamiento de la Meseta hacia el Atlántico y creación de la actual red fluvial. Manifestaciones volcánicas puntuales. Relleno con materiales sedimentarios de las zonas más bajas (depresión del Ebro y Guadalquivir). Desarrollo de procesos erosivos fruto de los cambios climáticos (glaciaciones). Este glaciarismo afectará a las cordilleras más altas (Cordillera Cantábrica, Pirineos, ambos sistemas y Sierra Nevada), dando lugar a glaciares de circo y de valle. - - Los glaciares de valle se forman cuando el espesor del hielo acumulado en un circo es grande, desplazándose valle abajo. El hielo va excavando el valle, dándole una forma de U. Los glaciares de circo son aquellos que se reducen a la cabecera de un valle. El hielo y deshielo va rompiendo las paredes del circo, haciéndolo cada vez mayor. Será el tipo predominante en la zona peninsular, siendo más abundantes en la zona norteña. Delimitación definitiva de la actual línea de costa. Formación de las actuales terrazas fluviales, antiguos llanos de inundación abandonados por el encajamiento fluvial. Están directamente ligadas con los episodios de glaciarismo, coincidiendo los períodos de encajamiento con los de deshielo al tener los ríos un caudal mayor susceptible de erosionar con mayor rapidez. 3. UNIDADES ESPAÑOL. MORFOESTRUCTURALES. ORGANIZACIÓN DEL RELIEVE La Meseta española ocupa una superficie de 210.000 km2 (casi la mitad de la superficie peninsular española), está situada en el centro de la propia Península Ibérica. Por todo ello, podemos considerarla como el elemento central del relieve español, entorno al cual se organizan las demás unidades morfoestructurales (zócalo, macizo antiguo, depresiones-fosas y cordilleras de plegamiento). De esta forma, podemos analizar la organización del relieve español siguiendo este orden: a) La Meseta. b) Los rebordes montañosos de la Meseta son un conjunto de cadenas montañosas que se articulan en torno al territorio meseteño: Macizo GalaicoLeonés, Cordillera Cantábrica, Sistema Ibérico y Sierra Morena. c) Las cadenas exteriores a la Meseta: conjunto de cordilleras relativamente alejadas de la Meseta y en la formación de las cuales no intervino esta de forma directa: Pirineos, Montes Vascos, Cordillera Costero Catalana y Sistemas Béticos. d) Depresiones exteriores a la Meseta: zonas hundidas a la vez que se levantaban algunas de las cordilleras exteriores: Depresiones del Ebro y del Guadalquivir. 3 Antonio Ortigosa a) LA MESETA. Es una llanura elevada (unos 600 metros de media), con una litología que presenta dos zonas diferenciadas: - En la occidental dominan los materiales del zócalo del viejo Macizo Hespérico erosionado en el Mesozoico. Son rocas silíceas, ígneas o metamórficas muy erosionadas. En la oriental, en las zonas hundidas, encontramos sedimentos postalpinos arcillosos dispuestos de manera horizontal, sobre los que no ha actuado ningún movimiento orogénico, y cuyo modelado ha sido realizado esencialmente por lo ríos ( relieve tabular) El relieve estructural de la Meseta presenta dos morfologías claramente diferenciadas (relieve germánico): - Las zonas hundidas (graben). Las zonas hundidas se pueden dividir en 3 depresiones que coinciden con los 3 ríos grandes meseteños: Duero, Tajo y Guadiana. - Las zonas levantadas (Horst). En la zona levantada nos encontramos dos grandes unidades: - - Sistema Central: es un conjunto de Horst y fosas con dirección WSWENE, tiene una longitud de 400 km, y una anchura de unos 35-70 km. En la que la erosión ha individualizado sierras como la de la estrella (Portugal), Gata, Gredos, Guadarrama y Somosierra. Su pico más elevado es el Almanzor, de 2592 metros. En su litología predomina el granito, que da lugar a un relieve estructural germánico. Los Montes de Toledo-Sierras Cacereñas: son un conjunto que no forman una barrera continua. Por el contrario, la erosión fluvial ha individualizado sierras como los propios Montes de Toledo y la de Guadalupe. Alturas moderadas. Litología con alternancia de cuarcitas y pizarras generando un relieve apalachense. b) REBORDES MONTAÑOSOS DE LA MESETA. El Macizo Galaico-Leonés ocupa la superficie de Galicia y la de gran parte de León. Su litología es de rocas muy antiguas, donde predomina el granito, con un relieve estructural germánico, y donde hay alternancia de rocas de diferente dureza (fundamentalmente pizarras y cuarcitas), apalachense. El conjunto presenta unas alineaciones elevadas al sureste y al oeste, entre las cuales discurre una gran fosa. Conforme se aproxima al mar, el macizo presenta un conjunto de Horst escalonado que van perdiendo altura. En las costas, destacan las rías, que son valles fluviales hundidos e invadidos por el mar. Separadas por Finisterre, tenemos al norte las altas y al sur las bajas. 4 Antonio Ortigosa El Sistema Ibérico mide 400 km en dirección NW-SE, desde la Sierra de la Demanda hasta el norte de la provincia de Alicante. Su anchura supera en algunas zonas los 100 km. Su apariencia no es la de una cordillera continua, sino la de un conjunto de sierras independientes. La causa hay que buscarla en la fuerte erosión. En la zona noroccidental nos encontramos las mayores alturas: Sierra de la Demanda (2265 m), la Cebollera (2147 m), el Moncayo (2386) o los Picos de Urbión (2228). En la zona sur, con alturas en torno a los 1500 metros, tenemos la Paramera de Molina, el Macizo de Albarracín, los Montes Universales o la Serranía de Cuenca. En el sureste, donde las alturas son intermedias, entre 1500 y 200 metros, están las Sierras del Maestrazgo, Javalambre y Gúdar. Separando las tres zonas tenemos una larga fosa tectónica por la que discurren los valles de Jalón y del Jiloca. Litológicamente predominan los materiales sedimentarios mesozoicos de origen marino en el noreste y sureste, predominando el relieve plegado. No obstante, la erosión y las exhumaciones (salir a superficie) del mioceno han dado lugar a la aparición del zócalo en muchas zonas elevadas. En la zona central predominan las rocas antiguas del zócalo y relieves fracturados. En las fosas (Jalón y Jiloca) hay abundancia de sedimentos arcillosos postalpinos. La Cordillera Cantábrica, tiene una extensión de unos 400 km y ocupa el solar de las comunidades asturiana y cántabra. Se divide en dos zonas diferenciadas en lo litológico y en lo estructural: - La zona occidental o asturiana, donde predominan las cuarcitas, pizarras y calizas muy antiguas y duras. Su estructura es fracturada, fundamentalmente apalachense. La zona oriental es la zona plegada, de rocas sedimentarias mesozoicas de origen marino. En las zonas donde los sedimentos son más escasos la estructura es sajónica. Sierra Morena; se trata de una cordillera peculiar: no constituye propiamente un conjunto elevado, sino el talud que separa la Meseta de la Depresión del Guadalquivir, en la que los ríos (por la fuerza para la erosión y el transporte que da lugar la fuerte pendiente que recorren) han excavado encajados valles que dan al paisaje la forma de una abrupta sierra cuando se analiza desde la zona baja del valle del Guadalquivir: Su litología es la de la Meseta: rocas antiguas silíceas muy duras, lo que da lugar estructuradas fracturadas, germánicas donde predomina el granito y apalachenses donde se alternan blandos y duros. Mide unos 450 km de largo, yendo desde Huelva hasta Albacete. Su anchura varía entre 40 y 80 km. En la zona oriental, donde se depositaron algunos sedimentos (el Macizo Hespérico estuvo basculado hacia el Este), encontramos estructuras sajónicas. 5 Antonio Ortigosa c) LAS DEPRESIONES EXTERIORES A LA MESETA. Se trata de dos fosas hundidas a la vez que se levantaron las cadenas montañosas que discurren paralelas a ellas: - Pirineos: Depresión del Ebro. Los Sistemas Béticos: la Depresión del Guadalquivir. La depresión del Ebro mide unos 380 km de longitud y 150 de anchura máxima, situándose entre la zona más oriental de la cordillera Cantábrica, los Montes Vascos, los Pirineos, la Cadena Costero Catalana y el Sistema Ibérico. A lo largo de su evolución ha sido un brazo de mar que conectaba el Cantábrico y el Mediterráneo, un gran golfo, un gran mar-lago interior y, hoy en día, un valle fluvial. Su larga y compleja evolución ha dado lugar a que el roquedo postalpinos sea variado y amplio: finos estratos calizas y areniscas, margas, yesos, sales, arcillas, cantos rodados, etc. Su relieve estructural es netamente tabular, y presenta dos zonas claramente definidas: 1.- En lo bordes, donde la depresión enlaza con los sistemas montañosos que la bordean, encontramos los “somontanos”, en los que tenemos: - Sedimentos de materiales detríticos procedentes de estas cadenas. Las formas más típicas son los mallos o tormos (pitones de conglomerados que se yerguen a bastante altura como resultado de su resistencia a la erosión con respecto a materiales blandos de su alrededor. Estratos de sedimentos de origen marino o lacustre ligeramente ondulados, como secuelas de los movimientos orogénicos que plegaron las cordilleras próximas, que dan lugar a suaves sierras. Zonas deprimidas como resultado de la erosión (excavación) por parte de tumultuosos ríos que descienden de las montañas circundantes sobre materiales muy blandos, especialmente arcillas y margas. A estas zonas se les denomina hoyas. 2.- En el centro de la depresión, donde el roquedo es arcilloso de origen marino y lacustre y se alternan capas horizontales de rocas más duras (finos estratos de caliza y arenisca) y más erosionables (margas, arcillas, yesos,…) nos encontramos con relieve tabular: muelas, mesas, cerros testigos, antecerros, relieves en cuesta, bad lands, taludes, glacis, terrazas, lechos de inundación,… La Depresión del Guadalquivir tiene 330 km de longitud y una anchura máxima de 200 km. Está bordeada por Sierra Morena y los sistemas Béticos. Al suroeste, en la del Atlántico tiene una marisma (terreno pantanoso que inundan las aguas del mar). Su origen es más reciente que la del Ebro. Ha pasado de ser un brazo de mar que conectaba el Atlántico con el Mediterráneo, a un golfo y a un valle fluvial. La zona de marismas, donde las aguas del mar y la colmatación combaten, es el último testigo de esa evolución. 6 Antonio Ortigosa El roquedo es muy reciente, y está compuesto por sedimentos arcillosos de origen marino, continental y fluvial. El relieve estructural es, en consecuencia, tabular, con muelas en las zonas en las que la caliza resiste a la erosión, suaves lomas en las zonas de margas y arcillas, y terrazas en la margen izquierda del Guadalquivir. D) CORDILLERAS EXTERIORES A LA MESETA. Se trata de cordilleras plegadas por el empuje del movimiento alpino sobre sedimentos depositados en los mares algo alejados del macizo Hespérico, fundamentalmente en las fosas norpirenaica y bética. Los Pirineos se extienden desde el Golfo de Vizcaya hasta el Cabo de Creus, con una longitud de 435 km. Su anchura máxima es de unos 150 km., de los que dos terceras partes se encuentran en territorio español y el resto en Francia y Andorra. Las mayores alturas las tenemos en la zona central, en territorio de Aragón. El pico más alto es el Aneto, que mide 3404 metros. La litología pirenaica es compleja: - Las zonas del zócalo exhumadas (han salido a la luz) por la erosión o dejadas en la superficie por el movimiento de los mantos de corrimiento presentan un roquedo antiguo con material silíceo, ígneo y metamórfico. Las zonas elevadas plegadas tienen un predominio de rocas sedimentarias de origen marino, como calizas, areniscas y margas. Las zonas hundidas y los valles tienen un roquedo postalpinos, fundamentalmente arcilloso. Como consecuencia de esa litología encontramos una gran variedad estructural: - En las zonas silíceas tenemos relieves germánicos y apalachenses. En las zonas calcáreas, plegamientos y mantos de corrimiento. En las zonas arcillosas, relieve tabular. El relieve pirenaico tiene la zonificación típicamente alpina. - - - Una zona axial, que se corresponde con las del zócalo exhumado, donde se dan las mayores alturas y donde los ríos han individualizado los macizos de Panticosa, Posets-Maladeta,… Unas sierras interies que se corresponden con la zona de plegamiento que se apoya en el axial. Es una zona de alturas que pueden llegar casi a 3000 metros, en la que la erosión ha individualizado los Macizos de Monte Perdido, Bisaurín, Collarada, Telera, Tendeñera, Cotiella y Cadí. Una depresión interior que corresponde con la zona hundida del zócalo sobre la que descansan plegamientos, encima de los cuales se depositaron, tras el movimiento alpino, sedimentos arcillosos. Va desde Pamplona hasta Tremp y se llama Canal de Berdún. Unas sierras exteriores, situadas entre la depresión interior y el valle del Ebro, de estructura plegada y alturas que raramente superan los 2000 metros. Encontramos a Sevil, Balcels, Guara, Loarre. 7 Antonio Ortigosa Los Sistemas Béticos de 620 km de longitud van desde Cádiz al Cabo de la Nao. Su altura máxima es el pico más alto de la península Ibérica, el Mulhacen, de 3482 metros. La litología y las estructuras del relieve de la cordillera son muy variadas: - En las zonas exhumadas, el roquedo es antiguo, silíceo, de rocas ígneas y metamórficas, dando lugar a estructuras germánicas y apalachenses. En las zonas de pliegues y mantos de corrimiento predominan las rocas sedimentarias mesozoicas de origen marino con estructuras plegadas. En las zonas interiores hundidas, sedimentos arcillosos recientes, con relieves tabulares. Los Sistemas presentan cuatro zonas: - Las Sierras Penibéticas al sur son las zonas en las que aparece el zócalo exhumado, en las que se dan las mayores alturas (Sierra Nevada, con los picos de Mulhacen y Veleta). Una Depresión interior, que es un conjunto de fosas (Hoyas de Antequera, Guadix, Baza, etc.) cubiertas con sedimentos postalpinos. Las sierras Subbeticas que se corresponden con las zonas de pliegues y mantos de corrimiento. Destacan las sierras de Grazalema, Antequera y Jabalón. La Sierras Prebéticas que se encuentran en el extremo norte de la zona de plegamientos, donde los mantos de corrimiento tienen mayor importancia. 8 Antonio Ortigosa FORMAS DE MODELADO EN LA PENÍNSULA IBÉRICA. Son el resultado de la acción de los agentes erosivos: EROSIÓN GLACIAR. (información añadida) EROSIÓN SOBRE EL GRANITO. BERROCALES, TOR, CAOS,… EROSIÓN SOBRE CALIZA. PAISAJE KÁRSTICO. EROSIÓN SOBRE ARCILLA. CÁRCAVA, BAD LANDS. EROSIÓN DONDE ALTERNANCIA. EROSIÓN DIFERENCIAL HORIZONTAL, TABULAR TIPO MUELA. EN CUESTA. PLEGADOS. APALACHENSES, JURÁSICO. 6. EROSIÓN FLUVIAL. (información añadida) 7. MODELADO LITORAL. 1. 2. 3. 4. 5. MODELADO GLACIAR. Un glaciar alpino es una gruesa capa de hielo que se forma en áreas montañosas como consecuencia de la compactación y recristalización de la nieve, y que fluye por valles que en general fueron originalmente ocupados por cursos de agua. Los glaciares se originan en zonas donde cae más nieve en invierno de la que se funde en verano. El poder erosivo del hielo en movimiento es enorme. Los glaciares erosionan el substrato rocoso arrancando fragmentos de diferentes tamaños, o bien moliendo y raspando (abrasión) la superficie como una gran lima. Las formas erosivas se reconocen fácilmente, como por ejemplo los valles glaciares (con su perfil típico en “U”), los valles colgados, los lagos (ibones en Aragón), los circos, las aristas, etc. Las formas sedimentarias glaciares más interesantes son las morrenas, que se encuentran en diferentes posiciones de la lengua glaciar (morrenas laterales, centrales, de fondo, terminales). Se trata de sedimentos poco consolidados y desordenados, formados por fragmentos de roca angulosos de cualquier tamaño, rodeados por una matriz arenosa. Las morrenas terminales tienen forma de arco y nos dan una información muy valiosa sobre el tamaño máximo del glaciar, su espesor y las fases de retroceso hasta desaparecer. MODELADO FLUVIAL. La acción erosiva de los ríos depende de su fuerza para el desgaste y el transporte de materiales, que, a su vez, dependen del desnivel que recorren. En general, en las zonas abruptas, donde el desnivel es importante los valles tienen forma de uve estrecha y son profundos y de paredes escarpadas; por el contrario, cuado recorren suaves desniveles o llanuras son valle abiertos y anchos, donde los meandros han dejado formas de modelado circulares. En los cursos bajos las formas típicas son las que se reconocen en las desembocaduras (deltas y estuarios) ya vista en el modelado litoral. 9