372716. . Cuarta Sala. Quinta Época. Semanario Judicial de la Federación. Tomo LXXXIV, Pág. 656. TRABAJO, ACCION EN EL PROCEDIMIENTO DE. La acción presupone generalmente una dualidad de derechos entre dos o más contratantes, que engendran obligaciones, y cuando esos derechos son violados o no reconocidos, surge esa acción, que al ejercitarse ante un órgano jurisdiccional, tiene por finalidad obtener la declaración de su reconocimiento o violación y, consiguientemente, la condena respectiva del otro obligado, siempre que se prueben por el actor, los extremos que fundan su derecho. Las excepciones constituyen ofensas que tienden a dilatar o destruir las acciones y tanto el contenido de aquéllas como el de éstas, forman la relación jurídica procesal, o sea, la litis del negocio, que es la que sirve para dirimir la controversia, mediante el análisis de las demostraciones que se aporten a dicho órgano jurisdiccional, quien no tiene, por tanto, más facultades que las de resolver el problema debatido, sin introducir elementos ajenos a la litis. La materia del trabajo está circunscrita a ciertas normas procesales, que se apartan del derecho común, y en ellas se establecen dos situaciones: la primera, constituida por una actividad meramente conciliatoria, de una Junta ad hoc, establecida por la ley que rige esa materia, cuyas resoluciones carecen de todo imperio, la segunda, formada por una Junta de Arbitraje quien, teniendo toda clase de imperio, resuelve en esa vía, todos los conflictos que surjan entre el capital y el trabajo, a excepción de los conflictos de orden económico, en los que sólo tiene la calidad de autoridad administrativa y simplemente orientadora de los factores de la producción. Así, pues, los obreros afectados por un acto de sus patronos, al ocurrir ante la primera de esas Juntas, el propósito que persiguen, en primer término, es el de impedir que con el transcurso del tiempo, se opere la prescripción de la acción que pretenden entablar, y en segundo, el de antes de ejercitar esa acción, lograr una conciliación con sus patronos a fin de evitarse unos y otros, mayores perjuicios, y obtener, desde luego, lo que desean; esto es, un arreglo a las dificultades surgidas entre ambos; pero si no lo logran, entonces es cuando surge el procedimiento previsto en el artículo 515 de esa ley, en la cual el actor formula su demanda, y, a su vez, su contrario opone las excepciones de que se considere titular, rindiéndose a continuación las pruebas por los interesados, teniendo atribuciones la Junta Central o Federal de Conciliación y Arbitraje, en la que siguen los trámites que establecen los artículos 518 y siguientes de la repetida ley, luego el juicio propiamente hablando, comienza desde el momento en que el actor, ante la Junta, expone su demanda, diciendo qué es lo que pide y por qué lo pide, o, en otras palabras, ejercita su acción y el demandado la contesta oponiendo las excepciones que juzgue pertinentes. Amparo directo en materia de trabajo 6459/44. Fernández José. 13 de abril de 1945. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Roque Estrada. La publicación no menciona el nombre del ponente. -1-