1 CAPITULO 10 USO DE HABITAT POR VICUÑAS Y GUANACOS EN LA RESERVA DE BIOSFERA DE SAN GUILLERMO Jorge Luis Cajal 1 Introducción Las altipampas de la puna han sido mencionadas por Koford (1957) como lugar preferido de las vicuñas (Vicugna vicugna) debido, según el autor, a que allí crecen las hierbas verdes que constituyen su principal alimento. Esta fue una de las primeras referencias sobre uso de habitat por parte de esta especie. Posteriormente, Raedeke (1978) y Franklin (1982, 1983) describen las condiciones del ambiente para el guanaco (Lama guanicoe) en el sur de Chile. Franklin (1983) y Hofmann et al. (1983) identifican los tipos de habitat y vegetación para la vicuña en Pampa Galeras, Perú. Pujalte y Reca (1985) discuten los posibles parámetros ambientales que definirían la distribución de vicuñas y guanacos en Argentina. Estos autores señalan que mientras las vicuñas prefieren ambientes abiertos, en los cuales las leñosas se presentan a lo sumo como arbustos, los guanacos además de ocupar preferentemente los espacios abiertos, también se extienden sobre unidades leñosas, sean éstas arbustivas y boscosas abiertas (abras o pastizales del Chaco) o cerradas (bosque de Tierra del Fuego y caldenales de La Pampa). 1 FUCEMA, Pringles 10, (1183), Buenos Aires, Argentina. Originalmente publicado en Vida Silvestre Neotropical (1989) Capítulo 10: Vicuñas y guanacos 2 Con respecto a la alimentación, las primeras informaciones provienen de observaciones directas realizadas en el campo (Pearson, 1951; Kodford, 1957). Estos autores mencionan los géneros Calamagrostis, Festuca, Poa y Stipa como los principales componentes de la dieta de la vicuña en Perú. Raedeke (1978, 1980) utiliza por primera vez el análisis de muestras de rumen para el guanaco de Magallanes, Chile. Estos trabajos así como los de Simonetti y Fuentes (1985) para la parte central de Chile y Amaya (1985) para Patagonia, Argentina, señalan a las gramíneas como el constituyente básico en la alimentación del guanaco. Otros estudios realizados en la parte noroeste de Patagonia (Bahamonde et al. 1986), en el ecotono entre el bosque de Nothofagus y la estepa, indican a los árboles y arbustos como el principal componente de la dieta de esta especie. En lo que respecta a la estructura social, tanto la vicuña como el guanaco presentan como característica común los siguientes agrupamientos sociales: grupos familiares, tropas de machos y machos solitarios (Kodford, 1957; Franklin, 1974, 1982, 1983; Raedeke, 1978; Cajal, 1983). En cuanto a la territorialidad, el guanaco presenta un comportamiento mas flexible que la vicuña. Una discusión detallada sobre el tema puede encontrarse en Franklin (1974, 1982, 1983) y Wilson y Franklin (1985). El presente capítulo analiza la composición de la dieta y uso de habitat en vicuña y guanaco, tanto a nivel de especie como agrupamiento social, en la Reserva de Biosfera San Guillermo. Esta Reserva constituye el límite sur de la distribución de la vicuña en simpatría con el guanaco. Hay varios trabajos sobre interacción interespecífica entre poblaciones simpátridas de pequeños mamíferos (Grant, 1978) pero estos estudios son escasos en grandes mamíferos (Smith, 1987). Con respecto a los camélidos, Raedeke (1982) ha señalado la competencia y el desplazamiento del guanaco por parte de la oveja en Tierra del Fuego, Chile. No obstante, hay una falta de estudios detallados sobre la relación guanacovicuña en lugares donde ambas especies coexisten. Capítulo 10: Vicuñas y guanacos 3 Métodos Censos Se definieron cinco sectores o unidades de censo en la Reserva San Guillermo cubriendo un total de 185.000 ha y cuyos límites se fijaron de acuerdo a características naturales del terreno (río, cumbre, quebrada, etc). Cada sector fue recorrido en vehículo automotor y/o mular durante verano (enero, febrero y marzo) e invierno (julio y agosto), registrándose la siguiente información: especie, agrupamiento social, número de animales por agrupamiento social y ubicación. Los estudios fueron realizados desde enero de 1978 hasta septiembre de 1984, comprendiendo 420 días y 2.100 h de observación. Desde enero hasta agosto de 1978 se estudió con mayor detalle en una misma área de 357 ha, el patrón de uso de habitat por parte de guanacos. Para censar los animales se utilizó el conteo directo y completo por sectores de acuerdo a los discutido por Hofmann et al. (1983) y Cajal (1987). Con la ayuda de los guardafaunas se recorrieron simultáneamente los límites de los sectores adyacentes como forma de evitar contar más de una vez los mismos animales, ya que éstos podían desplazarse de un sector a otro en respuesta a la presencia humana. De acuerdo con la toponimia, los cinco sectores elegidos fueron los siguientes: 1) Los Hoyos; 2) Huesos Quebrados; 3) Los Leones; 4) Batidero; 5) Infiernillo (Fig. 1). El primero y el tercero resultaron ser los mas homogéneos por corresponder a la asociación ambiental grandes llanos. Todos tenían acceso a fuentes de agua permanente (Cajal et al., 1981; Pujalte et al., 1983). Descripción de las comunidades vegetales Se registró la oferta de las plantas perennes mediante el método de los cuadrados. La elección de cada sitio para el muestreo estuvo de acuerdo con la uniformidad de la topografía y vegetación. Un total de 29 sitios repartidos entre los cinco sectores fueron seleccionados, tomando en cada uno de los mismos 22 cuadrados al azar de 4 m2 cada uno. Se consideró la cobertura como la proporción de terreno ocupado por la proyección vertical de las partes aéreas de cada planta, expresándose esta medida como porcentajes de la superficie total. Capítulo 10: Vicuñas y guanacos 4 Patrones en el uso de habitat La ubicación de los grupos sociales en los diferentes habitats al iniciarse cada observación permitió relacionar los grupos familiares, las tropas de machos y los machos solitarios de vicuña y guanaco en verano e invierno con cada uno de los habitats mencionados. Estos datos fueron tratados mediante la prueba de independencia para tablas multifactoriales y prueba a priori de particiones, utilizando el estadístico G, a un nivel de significancia de a=0,05 (Sokal y Rohlf, 1981). Los datos de invierno y verano fueron analizados separadamente. Luego se procedió a investigar las interacciones de dos factores dentro de los niveles de especie, grupo social y habitat. Como uso de habitat era la pregunta principal del problema, el mismo no fue considerado en este caso. Las otras alternativas eran: examinar preferencia entre especies dentro de los grupos sociales o examinar preferencia entre grupos sociales dentro de las especies. Se eligió la primera realizándose para ello análisis de dos factores: tres para los datos de invierno y tres para los del verano. Los datos de invierno fueron modificados reemplazándose el 0 por 1 (Ln(0) = valor indefinido), esto permitió el uso de la prueba de la G, debiéndose interpretar los resultados como conservadores. Se analizó la relación número de camélidos vs. sector de censo mediante el programa de computadora MCHETV aplicable a la prueba de uniformidad de medias asumiendo varianzas heterogéneas, según el método Games and Howell (Sokal y Rohlf, 1981). También se analizó el uso de cada sector por parte de vicuñas y guanacos mediante el estadístico t. Patrones en el uso de habitat por guanacos En el sector Huesos Quebrados se definió un área con presencia exclusiva y permanente de guanacos con el objetivo de determinar cual habitat utilizaban más. De acuerdo a la interpretación de foto aérea, en el área estaban representados: 1) una vega encajonada que cubría 12 ha (3 %); 2) laderas rocosas que totalizaban 229 ha (64 %); 3) un pequeño llano de 38 ha (11 %) y 4) una ladera no rocosa de 78 ha (22 %) utilizada por los guanacos como dormidero. A cada uno de los grupos sociales de guanacos observados se le asignó un número. Esta individualización fue posible mediante la identificación de los animales que constituían cada grupo, marcas naturales en los individuos, ubicación según la hora del día y constancia en la observación (Franklin, 1983; Capítulo 10: Vicuñas y guanacos 5 Wilson y Franklin, 1985). Se individualizaron seis grupos familiares estables que totalizaban 43 animales al iniciarse el estudio. Los períodos de muestreo sumaron 240 h y fueron de 15 min. a distintas horas del día, al azar y desde un mismo punto de observación. Se utilizó el estadístico t para el tratamiento de los datos. También se consideró el índice de preferencia discutido por Duncan (1983), Pi = Ui/Ai, donde Ai = porcentaje del área de estudio cubierta por el habitat i, y Ui = porcentaje de todas las observaciones registradas en dicho habitat i. Alimentación En los cinco sectores previamente definidos se muestrearon conjuntos de bosteaderos para la recolección de heces. También se recolectaron rúmenes de camélidos encontrados muertos por causas naturales (congelamiento, predación). Es posible que plantas que sean fácilmente digeribles estén mal representadas en las heces. Del mismo modo, plantas de baja digestibilidad (principalmente perennes) puedan estar sobreestimadas. De ahí que puedan surgir sesgos al tomar muestras de rúmenes y heces. Con respecto a esto, Stewart (1970) se refiere al caso de plantas que aparecen en rúmenes pero no en heces. No obstante, este autor no ve como única causa a las diferencias en digestibilidad de las plantas. Hansen et al. (1973) dicen que la asimilación de plantas muy digeribles reduce el tamaño de los fragmentos de dichas plantas, pero el número total de los mismos no decrece significativamente. Por otra parte, los trabajos de Anthony y Smith (1974) en Odocoileus, de Smith y Shandruk (1979) en Antilocapra y de Seegmiller y Ohmart (1981) en Ovis revelaron similar composición de especies vegetales en muestras de heces y rúmenes. Teniendo en cuenta lo mencionado y constatando que todas las especies vegetales determinadas en los rúmenes de los camélidos también aparecían en sus heces, se decidió incorporar ambos tipos de muestras en los análisis. Esto permitió además discriminar con claridad el origen de las muestras en aquellos lugares con importante superposición de vicuñas y guanacos y donde los bosteaderos eran utilizados en común por individuos de ambas especies. Para esto último también se esperaba que un animal depositara sus heces para inmediatamente recolectarlas. De cada rúmen y conjunto de bosteaderos se obtuvieron dos submuestras de 100 g cada una para su posterior análisis microscópico (Dusi, 1949), tomándose como referencia un muestrario de la epidermis de las plantas existentes en el área de estudio (Storr, 1961). Las Capítulo 10: Vicuñas y guanacos 6 submuestras fueron trituradas en un mortero, obteniéndose a partir de cada una de las mismas dos placas conteniendo los fragmentos de las plantas en glicerina, las cuales fueron sistemáticamente examinadas bajo microscopio a 100 aumentos. Se consideraron 10 campos por placa identificándose en las mismas las plantas presentes y determinándose su frecuencia absoluta a partir de sus correspondientes fragmentos (células de la epidermis, estomas, tricomas, etc). Las frecuencias absolutas fueron transformadas a š Y+0,5 para reducir el efecto de los números enteros y ceros, permitiéndose de esta manera el análisis mediante un ANOVA. También se aplicó la prueba de Student-Newman-Keuls (Sokal y Rohlf, 1981) para las comparaciones múltiples entre medias de frecuencia de plantas presentes en la dieta de vicuñas y guanacos. Para una discusión detallada sobre la técnica mencionada para el análisis de dieta ver Stewart (1967), Zyznar y Urness (1969) y Anthony y Smith (1974). Para determinar valor forrajero de los llanos y laderas rocosas se tomaron al azar muestras de plantas situadas en distintos sitios, incluyendo las fuentes de agua o vegas, para su posterior análisis de los constituyentes orgánicos (AOAC, 1965). Se utilizó el test de igualdad de medias de dos muestras cuyas varianzas se supone que son desiguales (Sokal y Rohlf, 1981), a fin de compara la presencia de estos constituyentes en los dos ambientes considerados: llano vs. ladera rocosa. RESULTADOS Tipos de habitats Se determinaron tres tipos de habitats: 1) Llanos. En general con tapiz vegetal escaso, siendo comunes coberturas inferiores al 5 % y escasas las que llegan al 10 %. Predominan los pastizales y comunidades con presencia conspicua de suculentas en los llanos más pedregosos, y en aquellos con mayor pendiente dominan las formas arbustivas. Las gramíneas características son Stipa frígida y Stipa cfr. speciosa (“coirones”), la suculenta que se destaca es el cactus Mahiueniopsis glomerata, los arbustos están representados por Adesmia horrida, Lycium chañar y Lycium cfr. chilense. Además existen caméfitos en placas como Adesmia nanolignea y numerosos geófitos y terófitos como Sphaeralcea mendozana, Phacelia sinuata y Chenopodium sp. En este habitat se encuentran depresiones inundables o veCapítulo 10: Vicuñas y guanacos 7 gas, en parte salinizadas, con cursos de agua en general permanentes y suelos con predominancia de materia orgánica poco alterada. La vegetación es herbácea en forma de césped almohadillado o en cojines. Se encuentran principalmente geófitos como Oxychloe spp y vegetación graminoide de altura intermedia como Deyeuxia sp, Festuca cfr. scirpifolia y Juncus balticus. 2) Laderas no rocosas. En general de pendientes suaves y pastizal muy bajo con sinusia leñosa de arbustos deciduos y cojines además de hemicriptófitos y caméfitos principalmente. Las plantas perennes más importantes son Stipa frígida, Stipa cfr. speciosa, Adesmia horrida y Adesmia nanolignea. En éste habitat se incluyen las vegas presentes denominadas “vegas colgantes” de características similares a las vegas que se encuentran en los llanos. 3) Laderas rocosas. Presentan afloramientos rocosos y barrancas en general con pendientes pronunciadas. La vegetación es predominantemente herbácea. Sobre 3.900 msnm la misma es muy baja, con presencia de geófitos como Nototriche spp y Chaetanthera spp. Debajo de 3.900 msnm la vegetación está constituida principalmente por Lycium cfr. fuscum, Fabiana denudata, Lycium chañar y Adesmia horrida. El pastizal está representado por gramíneas bajas de Stipa spp. Hábitos alimentarios en vicuñas y guanacos Fueron analizadas un total de 24 submuestras de vicuña y 60 de guanaco provenientes de 17 rúmenes y 25 bosteaderos, determinándose un total de 20 plantas diferentes de las cuales 12 resultaron comunes para ambas especies (Tabla 1, Figs. 2 y 3). Las diferencias entre las frecuencias de las plantas utilizadas en común por parte de vicuñas y guanacos resultaron significativas para Stipa spp, Sphaeralcea mendozana y Oxychloe spp, no encontrándose diferencias para el resto de las mismas (Tabla 1). La prueba de comparaciones múltiples entre especies vegetales ordenadas de acuerdo a la magnitud de sus frecuencias medias en la dieta mostraron que Stipa constituye, en las dos especies de camélidos, el conjunto más importante, separado claramente de las demás plantas. Las diferencias aparecen en el segundo conjunto de plantas constituyendo Oxychloe y Nasella las segundas en orden de importancia en vicuña y guanaco, respectivamente (Tabla 2). Los censos de vegetación demostraron una presencia importante del género Stipa Capítulo 10: Vicuñas y guanacos 8 el cual representó más del 40 % de la cobertura total (Fig. 4). En la dieta del guanaco aparece una mayor diversidad de plantas (Tablas 1 y 2, Fig. 2), como consecuencia de hábitos más generalistas que la vicuña. Asimismo, en la dieta de ambas especies se destacan la cactácea Mahiueniopsis y los arbustos del género Adesmia y Verbena. Las plantas perennes y anuales obtenidas en los llanos y laderas rocosas para determinar sus constituyentes orgánicos se indican en la Tabla 3. La presencia de proteína no resultó ser significativamente diferente (ts = 1,51; P = 0,05) entre los llanos (x = 1,05; DE = 0,77; n = 19) y laderas (x = 1,87; DE = 2,72; n = 27). Tampoco la presencia de grasas resultó ser diferente (ts = 0,62; P = 0,05) entre los llanos (x = 1,55; DE = 1,13; n = 18) y laderas (x = 1,78; DE = 1,27; n = 25). Por el contrario, los hidratos de carbono tuvieron una presencia significativamente mas importante (ts = 2,31; P = 0,05) en las laderas (x = 68,96; DE = 12,01; n = 27) que en los llanos (x = 56,18; DE = 21,89; n = 19) debido a la mayor abundancia de arbustos leñosos en estas laderas. Patrones en el uso de habitat En la Tabla 4 se indica la ubicación de los distintos grupos sociales de vicuña y guanaco en verano e invierno dentro de los tres habitats considerados. Los datos mostraron interacciones significativas luego del análisis de tres factores. Esto fue tanto para el invierno (G = 17,034; P = 0,00216; gl: 4) como para el verano (G = 21,496; P = 0,00033; gl: 4). Las interacciones de preferencia entre grupos familiares de vicuña y guanaco dieron resultados significativos, tanto para el invierno (G = 15,0811; P = 0,00068; gl: 2) como para el verano (G = 10,7852; P = 0,00487; gl: 2). También para los machos solitarios de ambas especies los resultados fueron significativos tanto para el invierno (G = 7,6691; P = 0,02154; gl: 2) como para el verano (G = 7,2222; P = 0,02678; gl: 2). Por el contrario, las comparaciones de preferencia entre las tropas de machos de vicuña y guanaco no dieron resultados significativos ni para el invierno (G = 5,3409; P = 0,06789; gl: 2) ni para el verano (G = 4,3574; P = 0,11132; gl: 2). Los análisis entre los cinco sectores de la reserva en relación al número de camélidos presentes en cada uno de ellos mostraron que, para el guanaco, Huesos Quebrados es significativamente diferente a Infiernillo. Los demás sectores no mostraron ser diferentes para esta especie. Por el contrario, para la vicuña Los Hoyos resultó ser Capítulo 10: Vicuñas y guanacos 9 significativamente diferente a todos los demás y, a su vez, Huesos Quebrados diferente a Batidero e Infiernillo (Tablas 5 y 6), En relación al uso de los mencionados sectores por parte de ambas especies tomadas en conjunto, se determinó que utilizan de manera significativamente diferente Huesos Quebrados (t = 4,374; P<0,01; gl: 6) y muy significativamente diferente Infiernillo (t = 7,504; P<0,001; gl: 6), no encontrándose diferencias significativas (P = 0,05; 6 g.l.) en los restantes sectores, (Los Hoyos: t = 1,798; Los Leones: t = -1,542; Batidero: t = 0,880). En el área definida por la foto aérea en el sector Huesos Quebrados, se obtuvo una media de 54 guanacos por observación. Esto se debió a que otros grupos familiares, tropas de machos y machos solitarios entraron en el área de manera transitoria, principalmente durante el invierno. Estos animales en algunos días llegaron a superar los 100 ejemplares y también fueron incluidos en las observaciones. Los guanacos mostraron preferencia significativa por el llano como lugar de actividad diaria (G = 5,02; P<0,001; gl: 71). Asimismo el índice de preferencia por el llano resultó ser de 6,24 (68,7 %/11,0 %) y por las laderas rocosas 0,36 (31,3 %/86,0 %). Discusión Uso de habitat y sectores Las interacciones significativas entre especie, grupo social y habitat encontradas para verano e invierno indican que por lo menos un grupo social de alguna de las especies tiene diferentes preferencias de habitat con respecto a la otra. Efectivamente, las interacciones significativas de preferencia entre grupos familiares de vicuña y guanaco en verano e invierno señalan que los mismos utilizan de manera diferente los habitats en ambas estaciones del año. Lo mismo se comprobó entre los machos solitarios de ambas especies. Por el contrario, las comparaciones de preferencia entre las tropas de machos de vicuña y guanaco no dieron resultados significativos ni para el verano ni para el invierno, lo cual indica que estos grupos sociales tienen la misma respuesta todo el año frente a los habitats disponibles. Esto podría deberse en parte a la mayor plasticidad de los guanacos, quienes en su mayoría, y a diferencia de las vicuñas que permanecen en sus lugares, se desplazan durante el invierno hacia lugares de menor altitud para protegerse de los rigores Capítulo 10: Vicuñas y guanacos 10 invernales, invirtiéndose la dirección de este movimiento en el verano. Como consecuencia de estos desplazamientos, los grupos familiares de vicuña, al disponer durante el invierno de mayor espacio vacío, ocupan los llanos con mayor intensidad. Esto indica su preferencia por los mismos ya que resultan más convenientes que los ambientes rocosos y quebrados durante los temporales de nieve que ocurren periódicamente en la cordillera. En los espacios abiertos la nieve se acumula menos y se disipa más rápidamente que en los otros ambientes. Wiens (1976) diferencia la selección de habitat verdadera que surge de la comparación y elección entre distintas alternativas, de la correlación de habitats, causada por factores externos que obligan a los individuos a distribuirse de determinada manera. Discriminar estas causas resulta tarea difícil por las dificultades para realizar experimentos en el campo (Partridge, 1978). Las mediciones realizadas en vegetación mostraron que, si exceptuamos las vegas, las laderas rocosas presentan mayor diversidad y cobertura que los llanos. No obstante, no se encontraron diferencias en cuanto a contenido de proteínas, constituyentes importantes para el crecimiento y productividad de los animales. Franklin (1983) afirma que la calidad de habitat no depende solamente de la existencia de buen forraje, sino también de la accesibilidad al agua. Esto nos lleva entonces a considerar la vegetación en combinación con las formas de terreno, los factores climáticos y a la disponibilidad de agua para explicar la distribución de los animales. Tanto los sectores Huesos Quebrados como Infiernillo presentaron las mayores cobertura de vegetación y también las mayores densidades de camélidos (Fig. 4). No obstante, al tomar cada especie por separado, el peso relativo que cada una aporta para establecer dichas densidades difiere según el sector. Huesos Quebrados es el sector en donde se destacan los guanacos (mayo densidad y estabilidad, menor fluctuación), presentándose las vicuñas marginalmente. A su vez Infiernillo es el sector que tiene mayor densidad y estabilidad de vicuñas, mientras que los guanacos presentan grandes fluctuaciones anuales en sus números. Es decir, la vicuña presenta sus densidades más importantes en aquellos sectores donde los rangos de altura están sobre los 3.600 msnm y decrece hacia aquellos donde las alturas son menores (< 3.400 msnm), cortándose abruptamente en Los Hoyos. La separación por altura puede ser la clave para entender el uso del espacio por parte de estas Capítulo 10: Vicuñas y guanacos 11 dos especies. Al respecto resulta interesante destacar la actitud de vicuñas y guanacos en relación a Los Hoyos, un llano con alturas relativamente bajas y con escasa diversidad y cobertura vegetal (Fig. 4). Los resultados mostraron que pese a la escasa presencia de vicuñas, no se trata de un sector significativamente diferente para ambas especies. Una explicación estadística podría provenir de la gran variabilidad observada en el número de guanacos entre los diferentes años, la cual incluye la posibilidad de no encontrar ningún animal (sea guanaco o vicuña) en un determinado momento. No hay razón aparente para suponer que el mencionado sector no pueda ser ocupado por un mayor número de vicuñas como respuesta a fenómenos climáticos que obliguen a los animales a trasladarse hacia lugares no habitados normalmente y/o al hecho provocado por aumentos en sus densidades. Al respecto, Wiens (1976) afirma que la dispersión de una especie de grano grueso (como la vicuña) se restringe al principio a los habitats preferidos, pero tiende hacia una mayor uniformidad a medida que aumenta su densidad poblacional. De acuerdo con los resultados obtenidos, se hace evidente que los espacios abiertos (llanos) en la reserva San Guillermo, constituyen los lugares más utilizados por los camélidos silvestres. Las laderas rocosas y quebradas son ocupadas de manera secundaria. Valor de la vegetación Las vicuñas y los guanacos obtienen un importante porcentaje de sus dietas a partir de plantas utilizadas en común, destacándose entre las mismas las gramíneas del género Stipa. En este punto se debe considerar un problema metodológico. Stewart (1967) y Zyznar y Urness (1969) se han referido al hecho que en los análisis microscópicos de epidermis algunas especies vegetales se fragmentan más rápidamente que otras y, en consecuencia, parecen más importantes aunque en la realidad sean consumidas en igual o menor proporción que otras. Tal sería el caso, según los autores, de las gramíneas perennes. La presencia de arbustos en la dieta de ambas especies corroboran las observaciones de campo, las cuales señalan a las vicuñas y guanacos también como ramoneadores además de pastar (Franklin, 1983; Pujalte y Reca, 1985; Raedeke y Simonetti, 1988). La vegetación en calidad y cantidad resulta un parámetro importante a tener en cuenta para esperar mayor o menor densidad de herbí- Capítulo 10: Vicuñas y guanacos 12 voros. No obstante, con la información obtenida hasta el presente en San Guillermo, ni la diversidad, la cobertura, o el valor forrajero, explican de por sí la preferencia por determinado habitat de parte de los animales. El resultado del análisis de la dieta podría ser más adecuado para constatar si alguna especie vegetal en particular actúa como limitante de la distribución. La presencia de la juncácea Oxychloe como segundo componente de importancia en la dieta de la vicuña y presente únicamente en las vegas de altura, podría indicar que esta planta tiene un papel destacado en la distribución de la especie. El tema merece una mayor investigación. Encuentros agonísticos Interacciones interespecíficas de tipo agonístico y/o territorial entre especies relacionadas que se superponen pueden influir en la distribución de los animales sobre los diferentes habitats (Wiens, 1976; Patridge, 1978). Durante el presente estudio se observaron encuentros agonísticos en 73 ocasiones: el 84 % de los cuales fueron intraespecíficos y el 16 % interespecíficos. Los encuentros interespecíficos consistieron en : guanaco macho familiar vs. vicuña macho solitario y vicuña macho familiar vs. guanaco macho solitario. El tipo de comportamiento de los diferentes grupos sociales (territorial en grupos familiares y machos solitarios, no territorial y mayor movilidad en las tropas de machos), podría marcar en parte las diferencias en relación al uso de habitat. De acuerdo con Wilson (1980), la presencia de actos territoriales tanto intra como interespecíficos, es una de las condiciones para que especies relacionadas puedan coexistir. Esta podría ser una de las razones que explicaría la simpatría y convivencia de dos especies emparentadas como la vicuña y el guanaco en la reserva San Guillermo. Zonificación de la reserva en base al uso de habitat por parte de los camélidos Para definir la zonificación de la reserva en función de los camélidos silvestres debe tenerse en cuenta: su topografía, con especial atención a la amplitud de las variaciones altimétricas, su geomorfología y su vegetación, considerando las preferencias alimentarias discutidas en relación a los habitats utilizados con mayor frecuencia. Con respecto a estos últimos debe destacarse la preferencia de ambas especies por los llanos, los cuales representan aproximadamente el 31 % de la superficie Capítulo 10: Vicuñas y guanacos 13 habitable de la reserva. De acuerdo a estas consideraciones se puede establecer como zona núcleo o central a los sectores Infiernillo (3.730-3.750 msnm), Los Leones (3.450-3.650 msnm) y Huesos Quebrados (3.400-3.560 msnm). Huesos Quebrados y Los Leones representan un área de altitud homogénea (no se considera la cumbre de algunos cerros) y coexistencia de las dos especies en densidades aproximadamente constantes y no muy diferentes entre si. Esto permitiría dedicar la zona a investigaciones con la facilidad de que ambas áreas son contiguas y representan todos los ambientes propios de esa zona altitudinal. Sin embargo, al considerar también la zona del Infiernillo se observa que las densidades relativas de cada especie se invierten. La diferencia altitudinal entre ésta última y las dos anteriores podría ser una de las causas de dicha diferencia. Dado que los tres sectores se encuentran adyacentes en forma sucesiva de norte a sur, y teniendo en cuenta la ausencia de actividad humana estable (las explotaciones mineras se encuentran situadas fuera de los límites de los sectores considerados), el establecimiento de una zona nuclear que comprenda los sectores Infiernillo, Los Leones y Huesos Quebrados (el 10 % de la superficie total de la reserva) resulta conveniente. El resto de la Reserva (con presencia de emprendimientos mineros) podrá actuar, en una primera definición, como zona de amortiguación y con proyección hacia los asentamientos humanos estables situados en pisos altitudinales mas bajos que hoy se encuentran fuera de los límites de la Reserva (Chinguillo, Colanguil, Angualasto, Rodeo). Capítulo 10: Vicuñas y guanacos 14 Tabla 1 Comparación de los distintos ítems que constituyen la dieta de vicuña y guanaco Especies Vegetales Vicuña Frecuencia media (1) (n=12) Stipa 2,96 Festuca 1,01 Gramínea ind. 1 0,88 Gramínea ind. 2 Deyeuxia Muehlembergia Juncus 1,09 Oxychloe 1,78 Sphaeralcea 1,25 Glandularia 0,90 Verbena 0,75 Dicotiledóneas ind. 0,95 Nasella Huarpea 0,78 Crucífera ind. 0,82 Mahiueniopsis 0,85 Atriplex Adesmia 0,94 Azorella Malesherbia Ref.: Guanaco DE Frecuencia media (1) (n=30) Valor F P DE 1,37 0,77 3,63 0,85 0,74 0,47 4,25 0,61 0,05 ns 0,57 0,94 0,57 0,57 ns 0,73 1,21 0,62 0,35 0,15 0,73 0,79 0,91 1.03 1,01 0,90 0,84 0,77 0,09 0,27 0,46 0,63 0,57 0,40 0,31 0,34 0,15 11,00 4,68 0,30 0,04 ns 0,01 0,05 ns ns 0,36 0,25 0,28 0,47 0,36 - 0,76 1,19 0,86 0,79 0,74 0,88 0,76 0,74 0,16 0,60 0,52 0,29 0,16 0,48 0,18 0,16 5,38 0,04 0,25 0,15 - 0,05 ns ns ns - (1) = Datos transformados (š Y+0,5) a partir de la frecuencia absoluta; DE = Desviación Estándar; n = número de muestras (bosteaderos y rúmenes); ns = no significativo; ind. = indeterminado Capítulo 10: Vicuñas y guanacos 15 Tabla 2 Frecuencia media de los distintos vegetales que constituyen la dieta de vicuña y guanaco en la Reserva San Guillermo. Las medias están dispuestas por orden de magnitud y las líneas al lado de dichos datos representan conjuntos de medias no significativas (según el procedimiento de Student-Newman-Keuls, a = 0,05). Vicuña Q.05 (13, 143) Especies Vegetales Stipa Oxychloe Sphaeralcea Juncus Festuca Dicotiledónea ind. Adesmia Glandularia Gramínea ind. 1 Mahiueniopsis Crucífera ind. Huarpea Verbena Ref.: Frecuencia media (Y) 2,96 1,78 1,25 1,09 1,01 0,94 0,94 0,90 0,88 0,85 0,82 0,78 0,75 Guanaco Q.05 (19, 551) LSR 0,54 0,64 0,71 0,75 0,79 0,81 0,84 0,86 0,87 0,89 0,90 0,92 Especies Vegetales Frecuencia LSR media (Y) Stipa Nasella Juncus Oxychloe Gramínea ind. 1 Muehlembergia Sphaeralcea Adesmia Crucífera ind. Festuca Glandularia Deyeuxia Mahiueniopsis Verbena Dicotiledónea ind. Azoerella Atriplex Malesherbia Gramínea ind. 2 3,63 1,19 1,03 1,01 0,22 0,26 0,29 0,94 0,31 0,91 0,90 0,88 0,86 0,85 0,84 0,79 0,79 0,77 0,33 0,34 0,35 0,35 0,36 0,37 0,37 0,38 0,38 0,76 0,76 0,74 0,74 0,39 0,40 0,40 0,40 0,73 0,41 LSR = mínimo rango significativo; Y= media obtenida con los datos transformados, š Y+0,5; ind. = indeterminado Capítulo 10: Vicuñas y guanacos Tabla 3 Porcentaje de constituyentes orgánicos y cenizas de plantas presentes en San Guillermo. Los análisis fueron realizados por el Laboratorio de Análisis Biológicos (LAB) de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación. Llano (1) Especies Vegetales Proteína Hidratos Cenizas de Carbono 0,79 69,74 26,83 0,86 74,68 14,59 1,72 0,87 21,78 20,66 7,06 Proteína Grasa 0,58 1,13 Hidratos Cenizas de Carbono 77,61 12,89 4,34 3,52 69,15 10,21 0,27 0,92 78,09 11,33 0,57 1,17 76,84 10,89 1,64 1,75 62,85 23,37 2,99 0,86 58,76 27,50 Pastos 7,86 0,93 2,30 73,21 11,33 0,97 1,23 82,08 4,05 0,73 1,64 54,74 33,50 1,20 20,77 5,97 1,28 1,79 69,33 18,99 1,25 20,94 24,81 0,27 1,50 57,17 28,13 4,02 71,60 10,45 9,14 1,44 63,37 13,99 0,31 47,93 39,84 3,63 68,83 15,02 2,81 69,22 11,24 Hierbas 16 Capítulo 10: Vicuñas y guanacos Stipa speciosa 1,17 Stipa frigida 0,35 Stipa crysophila Festuca scirpifolia 0,37 Hordeum halophylum Deschampsia sp Distichlis humilis 1,14 Scirpus sp Juncus balticus Heleocharis sp Muehlembergia 0,60 asperifolia 0,27 Sphaeralcea mendozana Glandularia 2,34 sulphurea Phacelia sinuata 1,70 Huarpea andina 1,17 Calandrina picta 2,24 Grasa Ladera rocosa (1) Tabla 3 Porcentaje de constituyentes orgánicos y cenizas de plantas presentes en San Guillermo. Los análisis fueron realizados por el Laboratorio de Análisis Biológicos (LAB) de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación. (Continuación) Llano (1) Especies Vegetales Proteína Grasa Ladera rocosa (1) Hidratos Cenizas de Carbono 33,26 16,47 73,02 11,25 80,68 Grasa Hidratos Cenizas de Carbono 0,44 2,57 65,10 18,13 0,01 1,83 74,01 10,93 1,94 0,42 71,66 10,05 1,35 1,07 69,82 14,92 0,33 0,69 26,91 10,21 5,22 1,67 76,71 7,23 Arbus- 11,85 76,63 2,45 54,05 29,29 de llanos y vegas colgantes. 17 Capítulo 10: Vicuñas y guanacos Nicotiana sp 2,13 2,70 Senecio sp 2,12 1,06 Malesherbia lirana Ipomopsis sp Crucífera ind. Ephedra breana Lycium fuscum tos Adesmia horrida 0,90 5,04 Fabiana denudata 0,07 3,06 Atriplex sp 0,45 0,62 Ref.: (1) = Se incluyen plantas de vegas Proteína Tabla 4 Número de grupos sociales de vicuña y guanaco observados en los diferentes habitats de la Reserva San Guillermo. Habitats Invierno Grupo familiar Tropa de machos Macho solitario Verano Grupo familiar Tropa de machos Macho solitario Ref.: V G V G V G V G V G V G A B C 69 (+) 36 (-) 55 (-) 74 (+) 11 (-) 25 (+) 145 (-) 148 (+) 381 (-) 204 (+) 113 (+) 105 (-) 16 (-) 33 (+) 16 (+) 23 (-) 7 (+) 10 (-) 58 (+) 30 (-) 97 (-) 69 (+) 24 (-) 47 (+) 9 (-) 9 (+) 15 (+) 7 (-) 6 (-) 0 (-) 23 (-) 34 (+) 80 (+) 34 (-) 21 (-) 26 (+) Valor G 15,08 s 5,34 ns 7,67 s 10,79 s 4,36 ns 7,22 s V = vicuña; G = guanaco; s = significativo; ns = no significativo; (+) = desviación positiva con respecto a lo esperado; (-) = desviación negativa con respecto a lo esperado; A = llano + vega en llano; B = ladera no rocosa; C = ladera rocosa + vega colgante. Tabla 5 Número de vicuñas y guanacos en diferentes sectores de la Reserva San Guillermo durante el período 1978-1984. Sector Los Hoyos Especie Vicuña Guanaco Huesos Vicuña Quebrados Guanaco Los Leones Vicuña Guanaco Batidero Vicuña Guanaco Infiernillo Vicuña Guanaco Año y número de animales 1978 1979 1980 1981 1982 1 41 197 441 363 553 644 877 883 411 0 126 288 630 374 435 664 363 828 143 0 36 245 445 473 374 865 288 837 116 0 74 379 789 484 367 855 33 1021 180 0 142 248 863 790 673 1171 816 1257 243 1983 0 71 459 682 884 501 718 1349 1533 286 1984 0 688 599 649 1164 372 719 751 847 340 Tabla 6 Diferenciación de los distintos sectores por parte de vicuñas y guanacos según el programa de MCHTV (Games & Howell); k: 5; gl: 6; P = 0,05. Prueba entre todos los pares de sectores para el guanaco Prueba entre todos los pares de sectores para la vicuña G&H Valor Q Sectores G&H Valor Q 1 vs 5 0,798 4,820 ns 1 vs 2 6,367 5,305 s 1 vs 3 3,053 4,790 ns 1 vs 3 5,626 5,305 s 1 vs 4 2,497 4,750 ns 1 vs 4 11,642 5,305 s 1 vs 2 4,456 4,614 ns 1 vs 5 10,082 5,305 s 5 vs 3 3,729 4,508 ns 2 vs 3 2,378 4,800 ns 5 vs 4 2,292 5,100 ns 2 vs 4 5,239 4,530 s 5 vs 2 5,475 4,614 s 2 vs 5 5,922 4,756 s 3 vs 4 0,995 5,100 ns 3 vs 4 1,175 4,700 ns 3 vs 2 2,357 4,574 ns 3 vs 5 2,483 4,520 ns 4 vs 2 0,018 4,900 ns 4 vs 5 1,819 4,610 ns Ref.: 1 = Los Hoyos; 2 = Huesos Quebrados; 3 = Los Leones; 4 = Batidero; 5 = Infiernillo; ns = no significativo; s = significativo 19 Capítulo 10: Vicuñas y guanacos Sectores 20 Fig. 1 - Asociaciones ambientales y sectores de censo en la Reserva San Guillermo. 1 = Sucesión de cordones montañosos disectados por arroyos encajonados y con presencia de pequeños llanos; 2 = Areas Grandes llanos; 3 = Valles estrechos con pendientes abruptas correspondientes a la provincia fitogeográfica del Monte; 4 = Grandes alturas por arriba del límite de vegetación; LH = Los hoyos; HQ = Huesos Quebrados; LL = Los Leones; B = Betidero; I = Infiernillo. Las letras se encuentran ubicadas en el centro aproximado de cada sector. Capítulo 10: Vicuñas y guanacos Fig. 2 - Dieta de camélidos silvestres en San Guillermo 21 Capítulo 10: Vicuñas y guanacos 22 Fig. 3 - Dieta de vicuñas y guanacos. Porcentaje de plantas utilizadas en común (baras de abajo). El esquema de la figura fue extraído de Stoddart et al. (1975). Capítulo 10: Vicuñas y guanacos 23 Capítulo 10: Vicuñas y guanacos