TRA 4 0100 moteur ES 7/11/06 17:43 Page 1 El lugar de la UE en el comercio mundial Hacer del comercio el motor del desarrollo sostenible La Unión Europea es un peso pesado económico, pero no un monolito. Trabaja por el bien de sus ciudadanos, pero también atiende al bienestar global. Medio siglo de integración europea ha sido muy útil para la UE y ésta considera que una mayor integración global puede producir los mismos efectos a escala mundial. Donde quieras que vivas en este mundo cada vez más interconectado, es muy probable que te encuentres con la Unión Europea y alguna de sus denominaciones – la UE, “Europa”, “Bruselas”, etc. – que aparecen con frecuencia en los medios de comunicación. Por muy apartada que pueda parecer Europa de tu vida, y a pesar de su tamaño y complejidad, tampoco es un laberinto incomprensible. En el ámbito de la teoría del caos, según el famoso “efecto mariposa”, el leve aleteo de esta pequeña criatura en un lugar como el Amazonas podría desencadenar una tormenta, por ejemplo, en China. Las verdades climatológicas también son aplicables a la economía moderna. En nuestro mundo cada vez más globalizado, las decisiones económicas que tomamos cada uno de nosotros – compras semanales, vacaciones, ahorros, inversiones – afectan de forma sutil y compleja a una red mundial integrada por muchos millones de personas. La manera en que influimos y nos afecta lo que pasa a nuestro alrededor nos obliga a saber más sobre el resto del mundo. Esto significa que Europa también te interesa. Esta breve introducción te ayudará a familiarizarte con la UE, y en particular, con su comercio exterior. Tiempos históricos para Europa La UE y su mercado interno “sin fronteras” ha ayudado a garantizar la paz y la prosperidad en Europa aunando nuestros intereses y causas comunes. Lo que empezó como una modesta comunidad del carbón y del acero entre seis Estados miembros fundadores ha crecido hasta alcanzar 25 miembros. La Unión confía extender esta riqueza sin precedentes producida por su mercado interior a los nuevos diez miembros que se incorporaron en mayo de 2004, sin olvidar a los nuevos vecinos de la Unión. El euro, cuya ascensión en los mercados internacionales ha sido imparable desde su introducción física como moneda, es otro éxito reciente. Pero no todo ha sido así de fácil. Este año se conmemora el 60 aniversario del final de la Segunda Guerra Mundial, un conflicto de cinco años de duración que acabó con la vida de cerca de 50 millones de personas. La integración europea surgió de las cenizas de esta devastación con el objetivo principal de evitar otro conflicto. Presencia en la escena mundial Además de la paz y prosperidad interna, la UE ofrece a sus Estados miembros una presencia más relevante en la escena mundial. Al ser el primer bloque comercial mundial, la UE hace oír su voz con fuerza en el comercio internacional. Una importante función de la UE es reivindicar y defender los intereses comerciales de sus Estados miembros y de sus ciudadanos, mediante conversaciones directas con otros países y bloques regionales, así como en el único foro mundial del comercio internacional, la Organización Mundial de Comercio (OMC). Una momento histórico para el mundo El mundo también ha experimentado algunos cambios históricos. El comercio internacional – entre países – ha alcanzado las cotas más altas de su historia. La importancia creciente del comercio transfronterizo se refleja en la OMC y en el aumento de su número de miembros, que asciende ahora a 148 países y territorios. Sus principales funciones son adoptar normas de comercio internacional, la resolución de conflictos comerciales transfronterizos y la organización de negociaciones comerciales. La UE también es miembro de la OMC. Esto significa que el ejecutivo de la UE, la Comisión Europea, habla con una sola voz, representando a los 25 Estados miembros en las reuniones en foros internacionales. Mientras tanto, el Consejo de Ministros de la UE adopta las decisiones y, junto al Parlamento Europeo, cuyos miembros se eligen directamente, mantiene el procedimiento de codecisión para adoptar nueva legislación. Con la experiencia adquirida en la construcción del mercado común y la generación de bienestar común, la Unión es una ardiente defensora del comercio como precursor de la paz y la prosperidad. La UE considera que la experiencia acumulada durante más de cincuenta años en la escena multilateral puede beneficiar al mundo. ES-04/2005 TRA 4 0100 moteur ES 7/11/06 17:43 Page 2 NG-76-06-658-ES-C Mercados sostenibles Aunque el comercio internacional ha mejorado las vidas de cientos de millones de personas en todo el planeta, un mundo más competitivo también se ha cobrado sus víctimas. Aliviar las dificultades de los países en vías de desarrollo en el mercado global es esencial para que todos nos beneficiemos del libre comercio. La UE pretende reformar el sistema de comercio mundial para que el desarrollo sea sostenible y extender la prosperidad. “La política comercial, cuando se utiliza debidamente, puede contribuir ampliamente al desarrollo económico a escala mundial”, explica el Comisario de Comercio Exterior Peter Mandelson, “siempre que reconozcamos la necesidad de dar un trato especial y diferenciado a los más pobres”. Y añade lo siguiente: “Obtenemos ganancias con un comercio libre de obstáculos y la liberalización… [pero] ello no es un fin en si mismo. Es una forma de crear una sociedad mejor y más justa y de mejorar la vida de las personas”. Un mundo mejor La Unión es consciente de todo lo que queda por hacer en el sistema global de comercio, pero entiende que la situación ha mejorado con el planteamiento multilateral de los negocios a escala mundial y que continuará mejorando. La UE ha sido uno de los principales impulsores de la reforma del comercio internacional para adaptarse mejor a las necesidades de los países en vías de desarrollo. También ha sido uno de los principales impulsores de la OMC, que ha absorbido y sustituido al antiguo Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT). Este avance confirió al antiguo GATT más poder para abordar las cuestiones relacionadas con el desarrollo y ampliar sus competencias incluyendo – además de los productos manufacturados – el creciente comercio transfronterizo en el sector de los servicios. De Doha a Cancún y más allá En la OMC, los gobiernos debaten las normas del comercio internacional en las denominadas “rondas de negociación”. La actual ronda de negociación fue lanzada por la comunidad internacional en Doha (Qatar) en 2001. El “Programa de Doha” se centra en el desarrollo sostenible e incluye una amplia gama de asuntos relacionados con el comercio, incluyendo la propiedad intelectual, la agricultura y los servicios. Su principal objetivo es que el comercio funcione entre los países en vías de desarrollo mediante la adaptación de las normas del comercio global a sus necesidades. Doha es la prioridad número uno de la UE en comercio exterior. “Indudablemente, no hay una fórmula mágica para el desarrollo,” admite Peter Mandelson. “La respuesta se encuentra principalmente en fomentar de la capacidad de los países en vías de desarrollo”. En 2003 los negociadores se mostraban optimistas ante la reunión de la OMC en Cancún (México), que impulsaría el cumplimiento de los plazos de Doha en 2005. No obstante, en septiembre de 2003 las conversaciones se bloquearon en lo relativo a los subsidios agrícolas y el acceso a los mercados mundiales desarrollados. Pero justo cuando algunos temían el colapso de las negociaciones, la UE abrió brecha para salvar las negociaciones de Cancún. En 2004, las intensas negociaciones en la sede de la OMC en Ginebra (Suiza) condujeron a un importante avance entre países en vías de desarrollo y países desarrollados que ayudó a encarrilar de nuevo la ronda de Doha. Las reformas empiezan en casa La Unión Europea está trabajando para que Europa no sólo sea un lugar mejor para sus ciudadanos, sino también un lugar mejor para el mundo. Está suprimiendo gradualmente las prácticas contrarias a la competencia que aún pudieran existir y ofrece preferencias comerciales a un creciente número de países entre los más pobres del mundo. El ritmo de la reforma viene dictado necesariamente por complejas fuerzas internas, pero recientemente los éxitos han sido numerosos, incluida la separación entre los subsidios agrícolas y la producción, la apertura de los mercados europeos a más importaciones agrícolas e industriales de los países en vías de desarrollo, así como la supresión de cuotas para los productos textiles. La Unión fue la primera en ofrecer un Sistema de Preferencias Generalizadas (SPG) a los países en vías de desarrollo en 1971. En los últimos meses, la Comisión Europea ha reformado el SPG para ajustarlo mejor a los países que más lo necesitan e intenta incitar a otros países desarrollados a actuar del mismo modo, con objeto de que el comercio pueda brindar auténticas oportunidades de desarrollo. Comisión Europea - Dirección General de Comercio ■