Primer Domingo de Cuaresma Compasión y preparación Padre de la creación, aunque la serpiente engañó a nuestros primeros padres, y perdieron tu amistad al desobedecerte, aunque somos engañados por muchas serpientes, hoy día, y pecamos contra ti y contra nuestros hermanos y hermanas, tú nunca nos abandonas. Nos has enviado a tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo. Por su sacrificio, nos ofreces compasión, para que todo tu pueblo sea justo. En estos cuarenta días de oración, ayuno y limosna, que caminemos con nuestras hermanas y hermanos que se preparan a entrar en las aguas bautismales de la Pascua, y que nos dispongamos a renovar nuestras promesas bautismales. Te lo pedimos por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios por los siglos de los siglos. Amén. Domingo, 9 de marzo de 2014 Fidelidad incondicional Lecturas del día: Génesis 2:7– 9; 3:1–7; Salmo 51:3 – 4, 5 – 6, 12–13, 17; Romanos 5:12–19; Mateo 4:1–11. El evangelio nos trae las tentaciones de Jesús en el desierto. Oramos por quienes se preparan al Bautismo, Confirmación y Eucaristía, por sus luchas, y también por las nuestras. Jesús nos da ejemplo de sincera e incondicional fidelidad a Dios; él nos reta a dejar de lado las ventajas del dinero, el poder, el prestigio y las adicciones de todo tipo. En las lecturas, por otra parte, escuchamos el número cuarenta. Repase las ocasiones en las que lo ha escuchado en las Escrituras. Trabaje con él. Tómese cuarenta minutos para orar cada día. En cuarenta minutos, escriba una carta a alguien en necesidad. Dese cuarenta minutos a la semana para levantar la basura en el vecindario. Haga cuarenta minutos de visita semanal a alguien confinado en su casa y cocine para esa persona. Pase con su familia cuarenta minutos leyendo y platicando sobre las lecturas del próximo domingo. Ayude a los niños a reunir cuarenta pennies, dimes o quarters, que ahorren para la Campaña de la Taza de arroz y ofrecerlos en la liturgia del Jueves Santo. Las lecturas nos ayudan a encontrar nuestro camino hacia Dios, si vencemos las tentaciones. Cristo es nuestro maestro y salvador, que nos redime del pecado y nos fortalece en nuestras luchas contra el mal. Él nos nutre de la mesa abundante de su Pan y de su Palabra, para sostenernos estos cuarenta días de nuestro camino cuaresmal. La semana en casa Lunes, 10 de marzo Busca la santidad El tema de hoy es bastante familiar: ama a tu prójimo y a ti mismo. El evangelio nos impulsa a ofrecer comida, bebida, ropa, cuidado y cobijo al último de nuestros hermanos y hermanas. Podríamos hacernos tontos y no ver las necesidades, pero Jesús nos recuerda que de no cuidar a los demás, no lo cuidamos a él. ¿Qué va a hacer usted? ¿Escogerá la vida? Lecturas del día: Levítico 19:1– 2, 11–18; Salmo 19:8, 9, 10, 15; Mateo 25:31– 46. Jueves, 13 de marzo La Ley y los Profetas Durante el año litúrgico, vamos a escuchar la necesidad de guardar los mandamientos de Dios. Uno de ellos viene en el evangelio: “Traten a los demás como quieren que los demás los traten. En esto consiste la ley y los profetas”. La Ley y los Profetas también nos urgen a confiar totalmente en Dios. En la primera lectura, Ester hace justamente eso: clama a Dios por ayuda. Esta Cuaresma, ¿cómo va usted a guardar los mandamientos y a confiar totalmente en Dios? Lecturas del día: Esther C: 12, 14 –16, 23 – 25; Salmo 138:1– 2ab, 2cde – 3, 7c – 8; Mateo 7:7–12. Martes, 11 de marzo ¿Somos buenos para orar? Viernes, 14 de marzo Aléjate del pecado Miércoles, 12 de marzo Crea en nosotros un corazón puro Sábado, 15 de marzo Tras la perfección La oración es fundamental durante la Cuaresma. En el evangelio, Jesús nos dice cómo hay que orar, cómo dirigirnos a su Padre, que es también nuestro. No deje que la repetición desgaste estas palabras. Más bien, como dice Isaías, permita que caigan como suave lluvia y fecunden su corazón. ¿Con qué otras plegarias platica usted hoy con Dios? Lecturas del día: Isaías 55:10 –11; Salmo 34:4 – 5, 6 –7, 16 –17, 18 –19; Mateo 6:7–15. El profeta Jonás llama a todas las gentes de Nínive, grandes y pequeñas, a que muestren dolor por sus pecados, a que vistan sayal, se echen ceniza en su cabeza y ayunen. El miércoles pasado, con todo clamor, se anunció un ayuno a toda la Iglesia. Como Jonás, que se volvió en símbolo para los Ninivitas, Jesús, el Hijo del Hombre, es señal de misericordia y perdón. ¿Cómo va a abrir usted su corazón para volver al Señor? Lecturas del día: Jonás 3:1–10; Salmo 51:3 – 4, 12 –13, 18 –19; Lucas 11:29 – 32. El evangelio nos urge a reconciliarnos con nuestros hermanos y hermanas antes de llevar la ofrenda al altar. El signo de la paz, en la misa dominical, es un modo ritual de realizar ese mandato. ¿Comparte usted la paz de Cristo con las mismas personas cada semana? Piense en sentarse en lugares diferentes durante esta semana, para que dé y reciba el signo de la paz con otras personas. Lecturas del día: Ezequiel 18:21– 28; Salmo 130:1– 2, 3 – 4, 5 –7a, 7bc – 8; Mateo 5:20 – 26. Jesús les pide a sus discípulos ir más allá de las expectativas normales. Nos llama a esmerarnos con todo nuestro corazón, a ser perfectos como “el Padre celestial es perfecto”. Puede sonar imposible, pero es que si hacemos sólo lo habitual, nunca seremos maduros en el discipulado ni en amar al prójimo. Crecemos gradualmente en la perfección experimentándola y practicándola en la comunidad, interactuando con otros. El Deuteronomio nos sugiere que oremos por ser personas “santas para el Señor nuestro Dios”. Lecturas del día: Deuteronomio 26:16 –19; Salmo 119:1– 2, 4 – 5, 7– 8; Mateo 5:43 – 48. Reproducibles para Cuaresma, Triduo y Pascua 2014. © Liturgy Training Publications. 1-800-933-1800. Texto bíblico conforme a La biblia de nuestro pueblo, ed. Mensajero-PBF, con el debido permiso. Comentarios de Michael R. Prendergast. Ilustración de James B. Janknegt. Derechos reservados. Permiso canónico de publicación: Arquidiócesis de Chicago el 24 de Octubre de 2013. Recursos reproducibles para Cuaresma-Triduo Pascual-Pascua 2014