Capítulo 8. Nutrición y neurodesarrollo G R E T H E L T A R A Z O N G Ó M E Z A T A T I A N A J A I R O A R L B A M Í R E R T O E Z Z U L U A G A “Está reduciendo el número de revoluciones por minuto, –explicó Mr. Foster–. El sucedáneo circula más despacio; por consiguiente pasa por el pulmón a intervalos más largos; por tanto aporta menos oxígeno al embrión. No hay nada como la escasez de oxígeno para mantener a un embrión por debajo de lo normal. –¿Y para qué quieren mantener a un embrión por debajo de lo normal?– preguntó un estudiante ingenuo. –¡Estúpido!– exclamo el director, –¿No se le ha ocurrido pensar que un embrión de Epsilon debe tener un ambiente Epsilon y una herencia Epsilon también?–”. A l d o u s H u x l e y . U N M U N D O F E L I Z El ser vivo tiene como necesidad fundamental alimentarse. Esto le permite realizar tres funciones básicas: 1. Mantenimiento energético con un balance metabólico en equilibrio. 2. Crecimiento y desarrollo que le permiten cumplir su ciclo vital. 3. Defensa ante las agresiones externas por la competitividad con otros seres vivos. Debemos considerar que cada especie se ha diferenciado evolutivamente de las demás, por lo tanto sus requerimientos nutricionales y su alimentación tenderán a ser especie específicos e individuo específicos. REQUERIMIENTOS NUTRICIONALES Corresponden a la cantidad mínima de nutrientes que un individuo necesita para sus funciones básicas y de relación, y que le permiten mantener un estado óptimo de salud y prevenir la aparición de desnutrición. NUTRIENTE Se considera nutriente toda sustancia con energía química almacenada, que forma parte de los recursos básicos del organismo y que ofrece la posibilidad de ser utilizada por el mismo en tres niveles diferentes: l Como fuente energética. l Como cofactor en los procesos metabólicos. l Como elemento base para la construcción y función celular. Por tanto, los nutrientes de acuerdo con la función que desempeñan pueden clasificarse en: energéticos (grasas, proteínas y carbohidratos), estructurales (agua, minerales, carbohidratos, grasas y proteínas), y reguladores (vitaminas, minerales, agua y proteínas). La carencia de aporte de nutrientes en la alimentación causa necesariamente enfermedad y en caso de persistir puede desencadenar la muerte. Todos los procesos del organismo humano corresponden a transformaciones energéticas. La energía exógena requerida para estos procesos es aportada por los alimentos como energía química; la cual es transformada metabólicamente. Cuando en este proceso se incrementa el nivel de energía utilizable por el sistema a partir de moléculas complejas que se degradan a otras más simples, hablamos de catabolismo. Por el contrario, cuando se consume energía para la construcción de moléculas complejas a partir de otras más simples, nos referimos al anabolismo. Las necesidades energéticas en un individuo normal equivalen a la cantidad de energía alimentaria que compensa su gasto energético total; esto es dependiente de su tamaño, su composición orgánica y su grado de actividad física. Se establecen entonces diferencias entre las necesidades del niño y del adulto, así como también para las diferentes etapas del desarrollo. El organismo humano sintetiza endógenamente muchos sustratos metabólicos, que posibilitan su regulación. Aquellos sustratos que el organismo es incapaz de sintetizar o no lo hace en las cantidades y a la velocidad necesaria, y los cuales deben ser obtenidos directamente del ambiente a través de la dieta, son denominados nutrientes esenciales. Ejemplos de estos son: el agua, algunos aminoácidos, ácido linoléico y linolénico, todas las vitaminas y algunos minerales. Examinemos los grandes grupos de nutrientes y sus características generales. Proteínas Son nutrientes energéticos, estructurales y reguladores. Son las estructuras básicas de las enzimas, en las membranas celulares forman canales iónicos, bombas, receptores y estructuras de reconocimiento intercelular. Las proteínas no son nutrientes esenciales por sí mismas. Su ponderación de valor biológico está determinado por su contenido y tipo de aminoácidos esenciales que las conforman y por su capacidad de aporte de nitrógeno. Nueve aminoácidos de los veinte básicos hallados en el organismo humano son considerados aminoácidos esenciales: histidina metionina leucina triptófano isoleucina treonina lisina fenilalanina valina Carbohidratos Son la principal fuente de energía por su disponibilidad y fácil asimilación para casi todos los tejidos, siendo la glucosa la moneda energética fundamental para nuestro organismo. No sólo cumplen función energética sino también función estructural a través de moléculas complejas, como los mucopolisacáridos del tejido conjuntivo, vinculados a la matriz extracelular. Grasas Son la forma más concentrada de reserva energética, aunque de más lenta disponibilidad comparativa con los carbohidratos. Cumplen funciones estructurales (lipoproteínas de las membranas celulares y conformadoras en alta proporción de la mielina), vehículo de vitaminas liposolubles y responsables del aislamiento térmico del organismo. Los ácidos grasos esenciales para el ser humano son el linoléico, linolénico, debiendo resaltar que son fundamentales en el crecimiento y desarrollo cerebral y de la retina, además de precursores de prostaglandinas. Agua Es un nutriente esencial, ya que aun cuando se sintetiza en diversas fases del metabolismo intermedio, la cantidad sintetizada es muy inferior a la requerida por el organismo. Minerales Cumplen funciones catalíticas y de regulación metabólica (hierro y citocromos en la cadena respiratoria; fosfatos en las coenzimas NAD, NADP, en la fosforilación, en el funcionamiento de las bombas de sodio, potasio, calcio y en la contracción muscular); y estructurales (hierro y cobre en la hematopoyesis, yodo en las hormonas tiroideas, zinc en la insulina y la respuesta inmune; calcio y flúor en la mineralización de huesos y dientes). Iones l l l Sodio, cloro y potasio: Nutricionalmente el sodio constituye el principal catión del líquido extracelular y el potasio del líquido intracelular. El gradiente de concentraciones de sodio y potasio a través de la membrana celular determina su potencial eléctrico y de este modo la excitabilidad celular y la conducción de impulsos nerviosos. El cloro es el anión más importante en el mantenimiento del equilibrio hidroeléctrico, además de ser necesario para la síntesis de ácido clorhídrico. Calcio: El calcio posee una función estructural como componente del mineral óseo; pequeñas cantidades se encuentran en los tejidos blandos, con un papel importante en el metabolismo celular: activación y regulación de la transmisión sináptica, la señalización intracelular, la función mitocondrial, la formación de AMPc, la modulación de los umbrales de excitabilidad, la coagulación sanguínea y la permeabilidad celular, entre otras. Magnesio: El magnesio es el principal cofactor de sistemas enzimáticos. Oligoelementos Son minerales que constituyen menos del 0.7% en peso de las células vivientes y se requieren en cantidades pequeñas. Cerca de la mitad de las enzimas conocidas tienen uno o más de estos elementos incorporados en sus sitios activos, o de una u otra forma dependen de ellos en su actividad. Se encuentran también en las membranas celulares y asociadas a DNA y RNA. Entre ellos podemos enumerar: zinc, cobre, flúor, yodo, manganeso, selenio, cromo, cobalto, molibdeno, níquel, arsénico, sílice y vanadio. Se encuentran en depósitos corporales asociados con moléculas complejas, una variedad de enzimas, y en proteínas que intervienen en el transporte, almacenamiento y utilización de oxígeno. Vitaminas Son componentes esenciales como cofactores de diversas reacciones metabólicas. ¿Y EL DESARROLLO QUÉ? “Hay que comer para crecer”: es bien reconocida esta frase en el transcurrir pediátrico. Pero no así, conocemos el impacto específico de la nutrición en el desarrollo del sistema nervioso y en general en otros aspectos del desarrollo del niño. El tamaño corporal que alcanzan los seres humanos en la vida adulta está determinado por la interacción de factores genéticos, ambientales y nutricionales, la velocidad de crecimiento y de envejecimiento puede ser modulada por el aporte de energía en etapas críticas del desarrollo. Es indiscutible la importancia de una nutrición óptima, tanto en la madre gestante como en el mismo individuo, particularmente durante el primer año de vida para una adecuada función de desarrollo. Cabe aquí relacionar la frase de Jean Anthelme Brillat-Savarin “el destino de una nación depende de su nutrición”. Alimentarse además de nutrir, es proceso generador de sensaciones y descubrimientos. Colores, olores, sabores; convergen como forma sustancial de estimulación a partir de uno de los instintos básicos de los seres vivos: nutrirse. Sería imposible desligar el caudal de eventos sensoriales, motores y cognitivos, vinculados a la alimentación. Sin embargo en la práctica diaria pasan desapercibidos como herramientas de interacción y desarrollo. Sostener el biberón, utilizar la cuchara, coordinar ojos con manos y boca, comer sin apoyo, ser capaz de preparar solo su comida; implican estos eventos todo un trayecto de vida, desde la total dependencia hasta la libertad y la autonomía. ¿MADRES SUBNUTRIDAS, HIJOS...? El estado de salud materno previo a la gestación, es básico para el desarrollo fetal. De la futura madre es necesario tener en cuenta: su carga genética, su estado nutricional, su situación emocional y familiar, el estado de su aparato genital (relacionado con el cuerpo graso) y su entorno social y económico. En nuestros países en desarrollo, tales consideraciones no son determinantes de actitudes políticas prioritarias, y nuestras mujeres en edad fértil se mueven, en un porcentaje muy alto, dentro de rangos de subnutrición y pobreza, que poco ofrecen al porvenir cerebral del país futuro (ver epígrafe). Durante la gestación, pueden asociarse factores no necesariamente vinculados a la ingesta: la hiperemesis gravídica, restricciones dietarias excesivas no asistidas, ejercicio intenso, depresión y estrés; factores estos que en los países desarrollados ocupan los primeros lugares como causas de desnutrición materna. En la mujer embarazada, tempranamente se inicia la acumulación de grasa, con incremento marcado durante el segundo trimestre. La no adquisición de este cuerpo graso por baja nutrición o exceso de ejercicio puede conducir a cambios en la función gestacional. Antecedentes como: menarca temprana, peso bajo preconcepcional, corto intervalo intergenésico, partos de frutos con bajo peso; anticipan un riesgo incrementado de gestaciones con frutos pequeños para la edad gestacional. Son numerosos los reportes que asocian el retardo en el crecimiento intrauterino como antecedente materno y su mantenimiento por generaciones a pesar de la restauración nutricional. EFECTOS HORMONALES SOBRE EL NEURODESARROLLO HORMONA TIROIDEA Se han identificado dos tipos de receptores tiroideos: uno de éstos abundante en las poblaciones gliales y neuronales. Su expresión fluctúa a lo largo del desarrollo pre y posnatal. Su activación estimula el desarrollo neural por varias vías: l Incrementando la proliferación celular. l Incrementando el crecimiento de prolongaciones citoplasmáticas a partir de la síntesis de proteínas asociadas a los microtúbulos (MAPS), tubulina, e incrementando el ensamblaje microtubular, (crecimiento axonal y dendrítico, sinaptogénesis y mielinización). En los mamíferos, el funcionamiento de la tiroides se inicia hacia las 10-12 semanas de gestación. A pesar de haberse comprobado la transferencia transplacentaria de hormona T4, se presentan casos de hipotiroidismo congénito, cuyo cuadro clínico dependerá del pronto inicio de terapia tiroidea. La tiroidectomía o administración de antitiroideos en etapa posnatal afectan el crecimiento y la maduración de la corteza cerebral, debido a la disminución en la mielinización y reducción de las prolongaciones neuronales, pero no del número de células; ocasionando retraso en el desarrollo y grado de arborización dendrítico en la corteza cerebral con reducción en las sinapsis dendríticoaxonales. También se ha evidenciado retraso en la maduración de la corteza cerebelar con reducción en el número de sinapsis en la capa molecular. El hipotiroidismo afecta primariamente el cerebelo neonatal con retraso del desarrollo dendrítico y reducción en el crecimiento de fibras paralelas y secundariamente, ocasiona falla en la sinaptogénesis con muerte de algunas células granulares, seguida de hipertrofia reactiva de astrocitos y falla en la mielinización. La administración de T4 pocas semanas después del nacimiento produce corrección del déficit, pero la tardanza en el inicio de la suplencia, hace irreversible la lesión. En estudios en modelos animales se ha encontrado que a pesar del inicio de tratamiento con hormona tiroidea, se presentan de un 20-30% de reducción en el peso y tamaño cerebral, con reducción del número de células cerebrales formadas aceleradamente, después del nacimiento. GLUCOCORTICOIDES Los corticosteroides cruzan la barrera hemato-encefálica por difusión simple, y se unen a receptores intranucleares específicos de neuronas y células gliales, donde regulan la trascripción génica. Los sitios donde los corticosteroides han mostrado mayor impacto hasta el momento a nivel cerebral, corresponden principalmente al septum y otras estructuras del sistema límbico. Se han identificado receptores tipo 1 con alta afinidad por la corticosterona, localizados principalmente en células granulosas del giro dentado y en células piramidales de la formación hipocampal; y receptores tipo 2, con mayor afinidad para glucocorticoides sintéticos, sobre células gliales y neuronas en córtex cerebelar y en cordón espinal. Los glucocorticoides administrados en el periodo neonatal causan inhibición de la proliferación neuronal y glial, retraso en la diferenciación celular, además de disminución de las arborizaciones dendríticas, de la sinaptogénesis y la mielinización. Igualmente se reconoce su efecto inductor en la síntesis de catecolaminas, tirosina hidroxilasa, dopamina betahidroxilasa y metiltransferasa feniletanolamina en neuronas de la cresta neural; inducción de glutamina sintetasa en los astrocitos y de glicerol 3 fosfato deshidrogenasa en oligodendrocitos. El glicerol 3 fosfato deshidrogenasa se encuentra principalmente en oligodendrocitos y suministra el glicerol 3 fosfato necesario para síntesis de lípidos, especialmente en la mielinización. Normalmente, aumenta paralelamente a la mielinización desde valores bajos en el nacimiento hasta valores del adulto hacia el día 40. En resumen los glucocorticoides ejercen diversidad de efectos sobre los subtipos celulares durante el desarrollo del sistema nervioso, y al igual que los factores de crecimiento y otras sustancias neurotransmisoras y hormonales, ejercen acciones dependientes del momento del desarrollo en el cual se encuentra el sistema, así como los diferentes tipos de receptores que se expresan en las células en diferenciación. Sus acciones abarcan desde la proliferación y diferenciación celular, hasta la sinaptogénesis, el crecimiento axónico, la selección sináptica y la mielinización. HORMONA DEL CRECIMIENTO La hormona del crecimiento no cruza la barrera hemato-encefálica. Ha sido difícil aislar su función, debido a la interferencia de otras hormonas tróficas de la hipófisis y el sistema nervioso central. Experimentalmente se ha comprobado su efecto por el incremento del número de células, peso y DNA cerebral. HORMONAS SEXUALES El sistema nervioso en ambos géneros es inicialmente indiferenciado y los receptores de estradiol se desarrollan en las neuronas de ambos sexos. En el feto masculino la testosterona es convertida a estradiol en el cerebro, particularmente en hipotálamo, amígdala y área preóptica. El complejo receptor- estrógeno es traslocado (trasladado) al núcleo donde regula la transcripción de genes que organizan el cerebro como masculino. La organización cerebral femenina sucede en ausencia de testosterona. El dimorfismo sexual del SNC ocurre como resultado de hormonas sexuales que incrementan el número de neuronas, el crecimiento celular, arborización dendrítica, sinaptogénesis, regulando patrones de funcionamiento sináptico y actividad eléctrica neuronal. El comportamiento sexual dimórfico está determinado por modificaciones de las hormonas sexuales que se unen mediante receptores específicos en el área preóptica medial, sistema límbico y núcleo ventromedial hipotalámico. El nivel de testosterona aumenta en el hombre durante el periodo perinatal, declina después del nacimiento y nuevamente asciende hacia la pubertad, el aumento perinatal es necesario para la organización de mecanismos neuronales y de las características sexuales masculinas del neonato, mientras que el de la pubertad es requerido para la activación de mecanismos neuronales del comportamiento masculino del adulto. ¿CÓMO AFECTA LA DESNUTRICIÓN EL DESARROLLO CEREBRAL? El desarrollo cerebral, puede verse afectado directamente o indirectamente por insuficiente aporte nutricional. Desde la insuficiencia cardíaca secundaria y el pobre aporte sanguíneo cerebral con disminución en la suplencia de proteínas plasmáticas al cerebro causando edema cerebral; la anemia asociada a la desnutrición con disminución en la suplencia de oxígeno al cerebro; el retardo en el desarrollo del sistema inmune con riesgo incrementado de enfermedades infecciosas y en forma más directa la disminución de la oferta de sustratos para la síntesis celular, para la formación de la matriz extracelular, para la producción de factores de crecimiento y tróficos, además de los neurotransmisores y hormonas requeridas para el desarrollo normal. Hay evidencia suficiente que soporta el concepto de que los periodos críticos corresponden a etapas de competencia celular para expresar cierto tipo de genes (ver capítulos 1 y 2). Los momentos de mayor susceptibilidad del sistema nervioso para ser afectado por factores nutricionales van desde la mitad de la gestación hasta los dos primeros años de vida. La desnutrición en forma aguda puede ocasionar daño cerebral permanente. Crónicamente produce retardo del crecimiento antropométrico, cognitivo, emocional y en las funciones intelectuales por reducción del número y función de las células gliales, retardo en el crecimiento de dendritas, alteración en la sinaptogénesis y defectos en la mielinización. El cerebro en desarrollo es más vulnerable a la desnutrición, en razón a los múltiples factores vinculados a los grandes eventos neuro-ontogénicos. La vulnerabilidad del cerebro en desarrollo está ligada a la etapa cronológica en que sucedan los eventos neuro-ontogénicos (ver capítulo 2), resumidos de forma general así: 1. 2. 3. 4. Aumento de la mitosis y celularidad. Aumento en la contactación y sinaptogénesis. Selección funcional celular y sináptica. Mielogénesis. AUMENTO DE LA MITOSIS Y CELULARIDAD Se inicia con división celular hasta 32 células (blastocisto), continuándose con la neurulación tanto primaria como secundaria desarrollando finalmente la notocorda, el mesodermo cordal, la placa, el tubo y la cresta neural. Hacia las 12 semanas el cerebro medio y posterior está justamente bien desarrollado, pero el cortex cerebral aún es indiferenciado. Hacia las 24 semanas o final del segundo trimestre el feto es viable para sobrevivir fuera del útero, el cerebro puede llevar a cabo la dirección necesaria de la respiración, pero la superficie del córtex cerebral es aún inmadura y lisa. Eventos bioquímicos: La neurona como unidad funcional del sistema nervioso central está configurada como cualquier otra célula del organismo: por núcleo y citoplasma; estos requieren para su organización de bases y nucleótidos que darán origen al DNA y RNA; agua, ácidos grasos, colesterol para la formación de la membrana bilipídica; aminoácidos que formarán proteínas y posteriormente las organelas citoplasmáticas; iones que contribuyen a generar los potenciales de membrana (principalmente sodio, potasio, cloro, calcio). AUMENTO DE LA CONTACTACIÓN Y SINAPTOGÉNESIS Ocurre con la migración neuronal, tanto radial como tangencial en cerebro y cerebelo. Las primeras sinapsis involucran la subplaca neuronal (15-16 semanas fetales en hipocampo). La sinaptogénesis en la placa cortical es muy activa posnatalmente, aproximadamente el 40% de sinapsis son producidas en este periodo. Secuencialmente hay diferenciación astrocitaria y oligodendroglial. El crecimiento dendrítico para las sinapsis se forma sobre una superficie lisa de dendritas, pero más tarde se forman las espinas, que afectan la generación de potenciales post sinápticos. El 83% de crecimiento dendrítico ocurre posnatalmente, principalmente en el primer año de vida. Eventos bioquímicos: Para la contactación se requiere de neurotransmisores, receptores y otras sustancias y estructuras de membrana que derivan de precursores, que se encargan de generar las condiciones para producir y propagar el impulso nervioso. Esta relación temprana de excitabilidad celular, requiere de energía suministrada por la glucosa; y de iones para la polarización de la membrana. MIELOGÉNESIS La mielina corresponde a membranas celulares de células gliales, que se enrollan en torno a los axones sirviendo como aislamiento eléctrico de los axones e incrementando la velocidad de conducción de los potenciales de membrana. Los ciclos mielogénicos han sido ampliamente estudiados y se les ha asignado un preponderante papel en el desarrollo funcional del sistema nervioso. Aquí tan sólo resumiremos sus características más generales. Primero ocurre la mielinización de las áreas filogenéticamente antiguas como las vinculadas al control vegetativo. Posteriormente se mielinizan en sentido caudo cefálico, próximodistal y postero anterior; las fibras motoras y sensitivas. A nivel motor mielinizan las fibras de las vías mediales, subcorticales; y luego las vías laterales o corticoespinales. Las últimas fibras en mielinizar corresponden a las de asociación intrahemisférica, a nivel frontal y parieto temporal relacionadas con las habilidades mentales. Este proceso se inicia hacia la semana 24 y finaliza en la juventud. Eventos bioquímicos: Este proceso requiere de ácidos grasos y colesterol, además de aminoácidos que garanticen los procesos de señalización relacionados directa o indirectamente con la mielinización. Obviamente son fundamentales agua y glucosa. ¿EN QUÉ ETAPAS DEL CRECIMIENTO CEREBRAL INFLUYE LA DESNUTRICIÓN? Clásicamente el cerebro se ha calificado como más vulnerable a la lesión por desnutrición durante la etapa del brote de crecimiento cerebral , debido al gran número de acontecimientos que se presentan en este periodo. Sin embargo no se pueden aún descartar cambios en etapas más tempranas del desarrollo que afecten la neurogénesis. El brote de crecimiento cerebral se inicia hacia la mitad de la gestación cuando se disminuye notoriamente la multiplicación de neuroblastos y se inicia la formación de mielina por la oligodendroglia. Buena parte de este proceso ocurre posnatalmente (predominantemente en los primeros dos años) con un crecimiento cerebral estimado en 1/7 parte prenatal y 6/7 partes posnatales. El crecimiento cerebral se da inicialmente por aumento de la celularidad, expresada como la cantidad de DNA por unidad de tejido, la cual disminuye al aumentar la edad fetal, aunque el número total de células se va elevando rápidamente. Este efecto, conocido como efecto de dilución, se debe a la rápida llegada de sustancia celular (prolongaciones dendríticas y axonales) y no celular (mielina, matriz) sobrepasando la velocidad del incremento celular en número. De otra parte el cerebelo crece a una velocidad más rápida que la del cerebro, además de que sus células son más pequeñas, lo que hace más evidente el efecto de dilución. La subnutrición materna durante la gestación, retarda el crecimiento cerebral fetal afectando el crecimiento dendrítico neuronal y su conectividad sináptica. Los métodos de estudio disponibles hasta hoy, han permitido reconocer estos eventos a partir de la semana 18. Quedan por ampliarse estudios relativos al impacto de la subnutrición en las etapas más tempranas. La multiplicación neuronal, se reconoce, es amenazada por teratógenos típicos como los rayos X o por infecciones virales de la gestación, sin que se conozcan claras relaciones de la multiplicación neuroblástica con la desnutrición materna. La subnutrición materna durante el periodo vulnerable puede no producir efectos muy nocivos sobre las cartacterísticas gruesas valorables del sistema nervioso. El peso final cerebral no es un indicador sensible, salvo en circunstancias extremas. Esto se puede extrapolar a los estudios de imagenología estructural. En el niño desnutrido crónicamente, el peso cerebral y su contenido de DNA pueden ser menores con respecto a la norma. Sin embargo, es probable que esta deficiencia, al igual que la disminución de la talla, deban ser considerados más como una consecuencia del retraso del desarrollo global que como una pérdida real. En un niño normal el peso del cerebro contribuye con un 9% del peso corporal, pero llega a aportar hasta un 20% en una desnutrición severa. El déficit medio de peso encefálico en niños desnutridos en comparación con eutróficos es de 19%, haciendo énfasis en que se debe más a retraso en el desarrollo que a pérdida de peso neto. Sin embargo es importante recalcar que el déficit de peso y DNA se producen en el periodo vulnerable, por lo tanto la desnutrición producida después del nacimiento afectaría la segunda etapa del desarrollo cerebral, representada en la producción de mielina y la densidad de sinapsis neuronales. Bedi (1987) experimentalmente por histología cuantitativa, comprobó una menor proporción de sinapsis neuronales, como consecuencia de la desnutrición posnatal temprana. ¿CUÁLES SON LOS PRINCIPAL ES NUTRIENTES INDISPENSABLES EN EL DESARROLLO CEREBRAL? El nivel intelectual depende más del grado de las ramificaciones dendríticas de las neuronas y de su conectividad sináptica, que del número absoluto de neuronas, células gliales o de mielina. Los nutrientes son críticos para el óptimo desarrollo y función cerebral, ciertos nutrientes tienen mayor efecto sobre el cerebro que otros, además de la notoria influencia que tienen el momento y la duración de la suplementación o deprivación de los nutrientes. A continuación se enunciarán los principales nutrientes indispensables en el desarrollo cognitivo, estructural y funcional del cerebro. PROTEÍNAS CELULARIDAD – SINAPTOGÉNESIS – MIELOGÉNESIS DNA, RNA, formación de canales, bombas, precursores de neurotransmisores, síntesis de Factor de crecimiento. CELULAR SINÁPTICO Participa en el número de sinapsis, mielina y peso cerebral. SISTÉMICO Memoria de reconocimiento visual, habilidad verbal, vocabulario, procesamiento de palabras. CATEGORÍAS MOLECULAR PROTEÍNAS Varios aminoácidos específicos actúan como precursores de neurotransmisores, tales como el triptófano para la conversión a serotonina y la tirosina para su conversión a dopamina, epinefrina y norepirefrina. La serotonina se encuentra involucrada en los procesos auxiliares de aprendizaje como sensoriales, motores y motivacionales, además del desarrollo de la memoria espacial, este último compartido con el sistema colinérgico; la tirosina actúa principalmente en la retina y a nivel hipotalámico. Existen otros aminoácidos que participan en la formación de neurotransmisores poco conocidos y estudiados. Carnitina: Es un aminoácido cuaternario que juega un papel importante en la oxidación de los ácidos grasos de cadena larga, se encuentra en la leche materna y ha sido incluido en las fórmulas artificiales, sin embargo las fórmulas parenterales no contienen carnitina, el déficit de carnitina puede ser un factor etiológico en la limitada habilidad del prematuro para utilizar los lípidos desmejorando el crecimiento y la disponibilidad de energía. La serotonina tiene efectos tanto inhibitorios como excitatorios sobre el crecimiento de la neurita, proliferación glial y sinaptogénesis. Parece tener actividad sobre autorreceptores también como receptores postsinápticos sobre el blanco glial y neuronal. También se postula como modulador de proliferación celular en el neuroepitelio. NUCLEÓTIDOS Los nucleótidos son unidades básicas de los ácidos nucleicos ADN y ARN, son fundamentales en la formación de ATP como fuente energética de la célula, y como componentes de coenzimas NAD y FAD. Los nucleótidos de interés primario son las formas de monofosfatos de adenosina (AMP), guanosina (GMP), citosina (CMP) y uridina (UMP). Los nucleótidos mejoran la maduración del sistema inmune en niños, tanto a nivel celular como humoral, participan en el recambio epitelial intestinal y en la disminución de la acumulación de lípidos hepáticos. CARBOHIDRATOS Episodios recurrentes de hipoglicemia estuvieron fuertemente relacionados con déficit persistente en el neurodesarrollo y crecimiento físico hasta los cinco años de edad. La recurrencia fue el factor de severidad más predecible correlacionable con efectos a largo plazo comparativamente con un episodio aislado. El daño ocurre a nivel cortico-subcortical en forma difusa en la sustancia blanca con afectación del lóbulo parieto-occipital, predominantemente. CARBOHIDRATOS CATEGORÍAS CELULARIDAD – SINAPTOGÉNESIS – MIELOGÉNESIS MOLECULAR Modulación de niveles de neurotransmisores serotoninérgicos. CELULAR SINÁPTICO Actividad de receptores postsinápticos glial y neuronal. Modulador de la proliferación celular en el neuroepitelio. SISTÉMICO Crecimiento físico cerebral, especialmente de la sustancia blanca del lóbulo parieto-occipital HIERRO El hierro es un elemento esencial, encontrado en todas las células de los seres vivos participando en numerosas e importantes funciones metabólicas como producción y mantenimiento de la mielina, mantenimiento del metabolismo de la dopamina, como cofactor de sistemas enzimáticos de neurotransmisores como serotonina, norepinefrina, entre otras funciones. La deficiencia de hierro en la infancia es la carencia específica más prevalente de los países en desarrollo. Existe un 20 a 40% de lactantes entre 6 y 18 meses que sufren de anemia por deficiencia de hierro. Su carencia produce alteraciones en la termorregulación muscular, disminución de la tolerancia al ejercicio, anormalidades en el apetito, reducción de la inmunidad celular y humoral, retardo en el crecimiento y aumento en la morbilidad infantil. Además alteraciones del comportamiento como apatía, irritabilidad, dificultad en la concentración y posible alteración en el desarrollo y función cognitiva. HIERRO CELULARIDAD – SINAPTOGÉNESIS – MIELOGÉNESIS DNA, RNA, actividad ribonucleótido reductasa, tirosina hidroxilasa, citocromo c, oxidasa c, desaturasa delta-9, dopamina. CELULAR SINÁPTICO Metabolismo oxidativo neuronal, mielinización. SISTÉMICO Desarrollo mental y sicomotor, movimientos espontáneos, potenciales evocados, memoria espacial y aprendizaje. CATEGORÍAS MOLECULAR También genera alteraciones emocionales como prevención, inatención, indecisión, adinamia y pérdida general de respuesta al estímulo; además de pobres puntajes en la escala de Bayley y limitaciones en la actividad física. Después de eliminar variables como peso al nacer, sexo, raza, etnia, educación materna, edad de la madre y del niño, se notó que una disminución en 1 unidad de la Hb, está asociada con un incremento en el riesgo de 1.28 para tener un retardo mental de leve a moderado. La anemia moderada produce a largo plazo (aproximadamente a 10 años) alteración del puntaje en la Escala de Bayley, mientras que la anemia leve altera la esfera motora pero no la mental. En los lactantes anémicos se ha observado una reducción de los coeficientes de desarrollo motor y mental, que no es recuperable con la terapia con hierro, existiendo una disminución en el coeficiente intelectual a los 5 y 6 años de edad a pesar de la recuperación de la anemia, persistiendo incluso algún grado de déficit en la edad escolar. Sin embargo, si la anemia aparece después del periodo de lactante las alteraciones mentales son reversibles con la terapia con hierro. ÁCIDO FÓLICO Existe amplia evidencia sobre la utilidad del ácido fólico en la prevención de defectos del tubo neural. Una ingesta diaria de 400 mcg de ácido fólico durante el periodo periconcepcional (antes de la concepción o durante los primeros 28 días después de la misma), reduce el riesgo entre un 16 y un 79% (zonas endémicas) para defectos de cierre del tubo neural. Su deficiencia ha mostrado alterar la polimerización microtubular cerebral, la cual puede afectar la migración neuronal durante el desarrollo. Estudios experimentales la relacionan con desmejoría en el aprendizaje, reducción de la actividad y pobre memoria, además disminución de la respuesta a estímulos del medio ambiente como resultado de la hipoactividad y desmejoría en el desarrollo cognitivo (aprendizaje de la discriminación visual). También con irritabilidad, temblor, disartria, paraplejía, hiposmia, nictalopsia, nistagmus, depresión, atrofia óptica y acrodermatitis enteropática. Favorece neurogénesis y diferenciación astrocítica por estimulación de la proliferación celular que responden al factor de crecimiento epidérmico, por tanto su deficiencia estaría igualmente asociada con alteración en el crecimiento de células cerebrales y su diferenciación. ÁCIDO FÓLICO CATEGORÍAS CELULARIDAD – SINAPTOGÉNESIS – MIELOGÉNESIS MOLECULAR Mecanismo de teratogenicidad desconocido. CELULAR SINÁPTICO Mecanismo de teratogenicidad desconocido. SISTÉMICO Formación del tubo neural, lenguaje. VITAMINA A Existe evidencia que la vitamina A es necesaria para el normal crecimiento pulmonar y la integridad de las células epiteliales del tracto respiratorio. Por lo tanto el suplemento con vitamina A en los recién nacidos de muy bajo peso, previene la enfermedad pulmonar crónica con disminución en los requerimientos de oxígeno. VITAMINA A CELULARIDAD – SINAPTOGÉNESIS – MIELOGÉNESIS Regulan expresión neural, integridad estrucutural de la membrana bicapa de la retina, nervio óptico, células epiteliales del tracto respiratorio. CELULAR SINÁPTICO Diferenciación astrocítica. SISTÉMICO Previene enfermedad pulmonar crónica y la ceguera. CATEGORÍAS MOLECULAR ÁCIDOS GRASOS POLIINSATURADOS CELULARIDAD – SINAPTOGÉNESIS – MIELOGÉNESIS Síntesis membrana celular cerebral, retina y sustancia gris cerebral, precursor de eicosanoides, desarrollo de conos y bastones. CELULAR SINÁPTICO Plasticidad sináptica. SISTÉMICO Función sensorial visual, favorece absorción de vitaminas liposolubles. CATEGORÍAS MOLECULAR Su deficiencia produce nictalopsia, pseudotumor cerebral, hiposmia, parálisis VII par craneal. ÁCIDOS GRASOS POLIINSATURADOS De los ácidos grasos poliinsaturados (PUFA), el omega-6 linoleíco y omega-3 linolénico son esenciales en la dieta, ya que no pueden ser fabricados por el ser humano. Sin embargo, éstos y sus derivados, el ácido araquidónico (AA) y el ácido docosahexaenoico (DHA) están contenidos en la leche materna. El AA, DHA y ácido eicosapentaenoico (EPA) son ácidos grasos de cadena larga (LCPUFA) que pueden ser sintetizados en el organismo a partir de precursores, aproximadamente desde la semana 26 de gestación. El retardo en el crecimiento intrauterino parece disminuir la formación de los LCPUFA. Son componentes estructurales de todos los tejidos siendo indispensables para la síntesis de la membrana celular en el cerebro, la retina y otros tejidos neurales. Los LCPUFA hacen la tercera parte de todos los lípidos de la sustancia gris cerebral. El AA se encuentra en altas concentraciones a nivel cerebral y juega un papel importante en los neurotransmisores , al igual que el DHA, sin embargo éste último se ha encontrado también en las membranas fotorreceptoras de la retina, activando rodopsina y desarrollo de conos y bastones. Funciones de los LCPUFA, el AA y DHA 1. Precursores específicos de eicosanoides (prostaglandinas, tromboxanos y leucotrienos) que 2. 3. 4. 5. 6. regulan numerosas funciones celulares durante la diferenciación adipocítica, retinal y del desarrollo del sistema nervioso. Pueden cambiar las propiedades físicas de la membrana, tales como la fluidez, flexibilidad y permeabilidad, la cual influirá en la actividad de proteínas ligadoras de la membrana. El AA funciona como un neurotransmisor involucrado en la plasticidad sináptica. Las prostaglandinas regulan actividad neural por modulación de neurohormonas y neurotransmisores. Los eicosanoides también pueden estar involucrados en el almacenamiento de la memoria, por influir en procesos de potenciación y depresión a largo plazo. Se ha encontrado una relación inversamente proporcional entre los ácidos grasos omega-3 y omega-6, por lo tanto el promedio de longitud de la cadena y el grado de saturación no están drásticamente alterados. LCPUFA y neurodesarrollo Las siguientes aseveraciones son realizadas con base en estudios experimentales tanto en animales como en humanos, sometidos a bajas y altas concentraciones de LCPUFA en la dieta. YODO CATEGORÍAS MOLECULAR CELULARIDAD – SINAPTOGÉNESIS – MIELOGÉNESIS DNA, microtúbulos de RNAm, estabilidad de proteínas de membrana, unión a regiones de genes promotores para diferenciación celular, síntesis de ácidos grasos, metabolismo oxidativo neuronal. CELULAR SINÁPTICO Arborización dendrítica, migración neuronal, mielinización. SISTÉMICO Lenguaje, inteligencia, actividad motora. ZINC CATEGORÍAS MOLECULAR CELULARIDAD – SINAPTOGÉNESIS – MIELOGÉNESIS DNA, RNA, replicación celular, actividad factor estimulante de Insulina. CELULAR SINÁPTICO Liberación sináptica, unión del neurotransmisor al receptor, arborización dendrítica, unión a receptores µ y ¶. SISTÉMICO Movimientos espontáneos, memoria visual a corto plazo, formación de conceptos y razonamiento abstracto. SELENIO CATEGORÍAS CELULARIDAD – SINAPTOGÉNESIS – MIELOGÉNESIS MOLECULAR Regulación de genes codificadores de mielina en oligodendrocitos. CELULAR SINÁPTICO Mielinización. SISTÉMICO Termorregulación, actividad motora. 1. Después de la administración de LCPUFA en la dieta de los recién nacidos pretérmino se demostró más alta función sensorial visual (respuesta de la retina a la luz y mayor agudeza visual), funciones de alta madurez. Además se notó, favorece absorción de vitaminas liposolubles y producción de hormonas y neurotransmisores a nivel cerebral. 2. Dietas deficientes en LCPUFA muestran alteraciones en la memoria de reconocimiento y solución de problemas. El déficit crónico de omega-3 en animales altera la acción de la dopamina y la serotonina por reducción en la unión a los receptores de dopamina e incremento de la densidad de los receptores de serotonina en la corteza frontal; por lo cual se considera que pueden alterar el comportamiento. 3. La adición de LCPUFA a la fórmula artificial es segura y no afecta negativamente el crecimiento de los recién nacidos a término ni los pretérmino, en estudios hechos a largo plazo. ¿Las cantidades de LCPUFA proporcionadas en la leche materna al recién nacido a término (RNAT) y pretérmino (RNPT) son adecuadas para su normal desarrollo? La lactancia materna provee una adecuada nutrición para el desarrollo neurológico, efecto benéfico sobre la inmunidad y el estado emocional madre-hijo en el RNAT. Sin embargo, el papel de la leche materna en RNPT es inadecuado, ya que contiene cantidades insuficientes de algunos nutrientes necesarios para el niño. La fortificación de la leche materna está asociada a corto plazo con mejoría del crecimiento lineal y de perímetro cefálico, sin encontrarse beneficios a largo plazo hasta el momento. Por lo tanto, no se pueden hacer recomendaciones prácticas al respecto. No se ha demostrado beneficio a largo plazo en RNPT de la suplementación con LCPUFA, sin embargo existe alguna evidencia que los LCPUFA omega-3 DHA incrementan la tasa de maduración visual en etapas tempranas del desarrollo (4, 8 meses), datos que no se mantienen en etapas posteriores (2 años). ¿Beneficia la suplementación con DHA de las madres lactantes el desarrollo del niño? La administración de DHA a las madres durante los cuatro primeros meses posparto aumenta los niveles séricos de DHA en el niño, si embargo no hubo mejoría en las pruebas de función visual, cognitivas y sicomotoras ni a corto plazo (4 y 8 meses), ni a largo plazo (12 y 18 meses). ¿Existe alguna relación en proporcionalidad entre los Omega 6:3 en el neurodesarrollo? Se sabe que una relación de omega 6:3 de 0.3 hasta 49 no afecta el aprendizaje espacial, pero si la relación es más baja, con más altos niveles de omega 3 como DHA y muy bajos niveles de omega 6 muestran importante retardo del crecimiento. ESTUDIOS EXPERIMENTALES EN ANIMALES La gran mayoría de estudios sobre el neurodesarrollo se han realizado en animales por las imposibilidades éticas de realizarlos en humanos. Las especies no muestran diferencias a los humanos en cuanto a secuencias de las etapas del crecimiento cerebral, tampoco en sus unidades anatómicas, incluso presentan las mismas propiedades eléctricas, con diferencias mínimas en la composición de la mielina, pero con dos diferencias importantes que son: a) La complejidad del producto final. b) La cronología del brote del crecimiento relacionada con el nacimiento (en el cerebro del cobayo la máxima velocidad de crecimiento cerebral es fetal; en la rata es posnatal). En ratas sometidas a hiponutrición de la madre, el producto será pequeño para la edad gestacional, con cerebro más pequeño, y ya que las neuronas son las únicas células presentes en esta fase inmadura del cerebro, el déficit celular del cerebro de la rata recién nacida subnutrida es neuronal; en cambio en el hombre, el retardo del crecimiento por subnutrición materna producirá un déficit celular principalmente de células gliales, no neuronales. EFECTOS A LARGO PLAZO (EXPERIMENTALES) a) Cerebro pequeño, asociado a la falta permanente de crecimiento del cuerpo. b) Cerebelo mucho más reducido de peso que el resto del cerebro, sabiendo que el cerebelo crece mucho más rápido aunque al mismo tiempo que el resto del cerebro. c) El trastorno del cerebelo por desnutrición no incluye ninguna alteración focal ni ninguna alteración fácilmente detectable macroscópicamente. Histológicamente se encuentra ausencia diferencial de neuronas granulares en el cerebelo. d) Déficit mayor de lípidos en el cerebro, por reducción diferencial de lípidos de mielina. e) Déficit en número de sinapsis por neurona cortical. f) La rehabilitación nutricional produce aparente recuperación (rehabilitación no disponible para poblaciones humanas). EFECTOS DE LA DESNUTRICIÓN SOBRE EL DESARROLLO CEREBRAL EN ANIMALES Estudiado más frecuentemente en ratas, las cuales difieren significativamente de los humanos en la producción continua de neuronas durante la gestación, en contraste con la producción de neuronas en los humanos, donde es virtualmente completa alrededor de la mitad de la gestación, después de la cual continúa con la producción de células gliales al final de la gestación y hasta los dos años de vida posnatal. El efecto de los agentes o condiciones nocivas serán diferentes en las diferentes etapas del desarrollo y el periodo vulnerable puede no ser el mismo para todos los agentes y puede diferir de acuerdo al tiempo de desarrollo de eventos en el sistema nervioso en las diferentes especies). Entonces la desnutrición produce severas deficiencias en número de neuronas si ocurre durante el periodo de producción neuronal, así mismo producirá efectos sobre el número de células gliales si coincide con el periodo de proliferación glial y efectos sobre la mielinización si coincide con el periodo de mielinización. Sin embargo, estos procesos ocurren en las diferentes especies, a diferentes etapas en relación con el tiempo del nacimiento, por lo tanto la extrapolación al humano debe hacerse cuidadosamente. La desnutrición en ratas produce: a) Afectación de las células piramidales tipo V en la edad posnatal temprana; en las células piramidales tipo III tanto en la etapa temprana como tardía y en las interneuronas en la etapa tardía posnatal. b) Posnatalmente reducción en número de espinas dendríticas, déficit en el número de sinapsis por neurona. c) La corteza cerebelar sufre adelgazamiento (longitud y grosor) de células dendríticas de Purkinje. d) Afecta la mielinización (contenido de proteínas) y reduce los gangliósidos mielínicos del sistema nervioso central y periférico; esto también parece ocurrir en humanos. La recuperación nutricional aumenta 20% el número de sinapsis por neurona. Otro factor importante en el déficit es el ambiente, indicando que tanto la deprivación social como la nutricional son aditivas en los efectos nocivos sobre la sinaptogénesis. El efecto nocivo de la deprivación de proteínas en la madre, no puede ser debido a los requerimientos del feto, los cuales constituyen una pequeña porción de los requerimientos maternos, más bien podrían ser debidos a otros factores tales como la insuficiencia placentaria y déficit en hormonas gonadotrópicas que resultan en bajos niveles de estrógenos y progestágenos (Zamenhof, 1971). Se sabe que la malnutrición materna presenta transferencia de efectos de una generación a la siguiente, esto ha sido sospechado ya que la subnutrición de una hembra puede afectar el desarrollo neurológico de sus crías mucho más tarde. Se cree que este efecto sea causado por una deficiencia de factores liberadores de la hipófisis de estas hembras. En ratas hipotiroideas se han reportado reducción axonal y del crecimiento dendrítico, además reducción en longitud de las fibras cerebelares paralelas y disminución de la amplitud de las células de Purkinje. ¿CUÁLES EFECTOS DE LA DESNUTRICIÓN SE PRODUCEN EN EL DESARROLLO MENTAL POSNATAL? Estudios experimentales en animales muestran que la desnutrición en la etapa de lactante o periodo crítico produce daño cortical permanente, dados por las limitaciones en la densidad, arborización de las dendritas y tamaño de las células corticales, además de alteración en el sistema de neurotransmisores. Sin embargo la extrapolación al humano no está muy clara. En humanos se ha encontrando que es muy complejo hacer predicciones y probabilidad de error acerca de efectos a largo plazo en la desnutrición. El mecanismo que une la desnutrición al pobre desarrollo aún está por establecerse. Niños en edad escolar quienes sufrieron cuando lactantes desnutrición tienen generalmente pobre IQ, función cognitiva, alcances escolares y grandes problemas del comportamiento. No hay evidencia consistente de un déficit específico cognitivo. La evidencia de una relación causal es fuerte, pero hay dificultades en la interpretación de estudios de casos y controles. Además los resultados dependen del medio ambiente en que crecieron, ya que lo puede privar más o mejorar en caso de adopción o intervención. La permanencia del niño en un medio ambiente inadecuado, con desnutrición, hace persistir el bajo IQ, diferente al niño que cambia de entorno, logrando un mejor IQ a largo plazo. En comunidades en quienes la desnutrición es endémica, los suplementos nutricionales dados en los primeros 18 – 24 meses de vida pueden ayudar en parte a solucionar los problemas cognitivos causados por la extrema pobreza y la desnutrición. En la conducta se producen efectos transitorios que se invierten con facilidad, producidos por alteración en vías metabólicas, dentro de los cuales están actividad significativamente menor, mayor apatía y menor tendencia exploratoria al juego que los controles. Tras un corto periodo de recuperación nutricional sus niveles de actividad, estado de ánimo y actividad exploratoria se hacen similares que los controles. A largo plazo es difícil establecer una causa-efecto, ya que si un cambio inicialmente transitorio persiste largos periodos, el desarrollo para estos niños podría ser más lento de lo habitual, por lo tanto sufrirían importantes retrasos del desarrollo mental y del rendimiento escolar difíciles de corregir, especialmente en ambientes desfavorecidos. La conducta apática altera la actitud de sus cuidadores, lo que induce reforzamiento de la deficiencia del desarrollo. Además existen relaciones directas de deficiencias del desarrollo con nutrientes determinados (p.e el déficit de yodo produce retraso mental). ¿TIENE RELACIÓN LA SEVERIDAD DE LA DESNUTRICIÓN CON LA ALTERACIÓN EN EL NEURODESARROLLO? En desnutrición severa ninguno de los estudios ha proporcionado pruebas concluyentes sobre deficiencias en el desarrollo mental. Sin embargo esta relación tiene peso en niños desnutridos durante los dos primeros años de vida y en presencia de carencias socioculturales, con efecto deletéreo sobre el desarrollo mental que dura al menos toda la niñez. La rehabilitación nutricional de estos niños, junto con un ambiente estimulante, facilitan la recuperación del desarrollo. La suplementación desde el último trimestre de gestación y durante toda la primera infancia en comunidades desfavorecidas produce efectos benéficos sobre el desarrollo mental. ¿CUÁLES SON LOS PARAMETROS DE CRECIMIENTO CEREBRAL? Existe una estrecha relación entre la normalidad del crecimiento y el estado de salud de un niño. Por lo tanto, es indispensable la evaluación del crecimiento y del desarrollo tanto físico como mental. Tradicionalmente se usan: peso, estatura (por medio de las clásicas curvas de crecimiento de la National Center for Health Statistics NCHS), circunferencia craneana, torácica, del brazo, pliegues cutáneos, entre otros, para realizar mediciones de crecimiento general. El crecimiento de los diferentes órganos sigue por lo general la curva de crecimiento básica, sin embargo existen algunos órganos que crecen a otro ritmo, dentro de los cuales tenemos el cerebro, tejido linfático, genitales, tejido adiposo. El cerebro completa su desarrollo con rapidez. El perímetro cefálico que es un buen indicador del tamaño cerebral, alcanza a los seis años un 90% del perímetro cefálico del adulto. La cantidad de DNA cerebral comienza a hacerse constante a los 8 a 10 meses de vida, por lo tanto la multiplicación celular es prácticamente nula después del primer año de vida, sin embargo viene una etapa de hipertrofia celular, lo que significa que el cerebro experimenta una desaceleración constante en su crecimiento. El tejido adiposo crece rápidamente durante los nueve primeros meses de vida y desde entonces hasta los nueve años el incremento es prácticamente nulo, posteriormente viene una época de crecimiento rápido hasta la adolescencia, que determina una obesidad transitoria, posteriormente viene una redistribución de tejido adiposo y finalmente una verdadera pérdida o incremento negativo que dura hasta la edad adulta. El tejido linfoide aumenta de tamaño en los dos o tres primeros meses de vida en los ganglios y folículos linfáticos, el cual se mantiene progresivamente durante los primeros doce años, coincidiendo con la adolescencia, luego de la cual comienza un descenso que termina en la edad adulta. El crecimiento cerebral se ha podido determinar experimentalmente desde los estudios realizados por Dobbing, J (1968-73) por mediciones de la cantidad de DNA cerebral por unidad de peso del tejido. El proceso de mielinización se puede medir cuantitativamente por índices químicos, los más específicos para mielina son los lípidos cerebrósidos y sulfátido que contienen hexosa. El colesterol es un índice más fiable pero menos específico, inicia su ascenso al final de la multiplicación glial, ya que es sintetizado por ellas, por lo tanto ocupa las fases finales del brote de crecimiento cerebral. En la actualidad existen métodos menos invasivos para determinar anormalidades en la anatomofisiología cerebral como la resonancia magnética, potenciales evocados auditivos y visuales, electroencefalogramas, tomografías computadas, etc. NIVELES DE ANÁLISIS EN NUTRICIÓ N Y NEURODESARROLLO MOLECULAR LABORATORIO Las valoraciones iniciales del estado nutricional por laboratorio incluyen medición de la función hematológica y de la nutrición proteica. a) Por lo general la ausencia de anemia excluye las anemias nutricionales como deficiencia de hierro, folatos, vitamina B12. b) Tamaño de eritrocitos. c) Determinación de proteínas séricas, siendo la albúmina la de mejor medida por su vida media más corta. d) Concentración sérica de aminoácidos esenciales, excreción de 3-metil histidina. e) Creatinina. f) Medición de inmunoglobulinas. g) Determinación de potasio total. COMPORTAMENTALES La determinación del neurodesarrollo conlleva dificultades, ya que la mayoría de investigadores han empleado pruebas de países desarrollados, además la desnutrición invariablemente se asocia con numerosas carencias socioculturales que influyen marcadamente en el desarrollo. En los lactantes se han utilizado pruebas como las de Griffiths o Bayley, que contienen subescalas de función motora y mental, con las que se obtiene un promedio para producir un cociente de desarrollo. Además pruebas de los cocientes de inteligencia, como la de Stanfor Binet y la escala de inteligencia para niños de Wechsler WISC son en general adecuadas para preescolares y escolares, pero no incluyen función motora. Pruebas de función cognoscitiva específica, como memoria a corto plazo y percepción visual son poco útiles. PREVENCIÓN Y TRATAMIENTO DE LAS ALTERACIONES DEL DESARROLLO NEUROLÓGICO POR DNT Es indiscutible el papel que desempeña la nutrición en el crecimiento y desarrollo del niño. La optimización de la dieta en la edad pediátrica influyen sobre la salud y calidad de vida de la futura etapa como adulto, por lo tanto, es necesario tener en cuenta que cualquier etapa del desarrollo puede verse afectada por un déficit en el aporte energético y/o de nutrientes o por alteraciones en su utilización. DURANTE LA GESTACIÓN Existe evidencia experimental científica que señala la asociación entre nutrición y malformaciones congénitas, el déficit o exceso de nutrientes o cofactores pueden afectar la embriogénesis, por ejemplo, se han observado malformaciones inducidas por la diabetes en el embarazo, debido al exceso de glucosa en etapas críticas del desarrollo embrionario que conduce a alteraciones embriopáticas; el retinol y el ácido retinoico son factores de diferenciación celular. Aunque no se ha logrado precisar el beneficio de los multivitamínicos durante el embarazo, existe evidencia científica que el ácido fólico previene la ocurrencia de defectos del tubo neural como meningocele y anencefalia y del cierre medial como el labio leporino y el paladar hendido. Existe una amplia evidencia sobre la utilidad del ácido fólico en la prevención de defectos del tubo neural (dorsalización), con una ingesta diaria de 400 mcg de ácido fólico durante el periodo periconcepcional, reduciendo el riesgo en un 79% en sitios de alto riesgo y en un 16% en sitios de bajo riesgo. Hay que tener en cuenta que el aporte o el déficit de nutrientes pueden producir consecuencias favorables o no de acuerdo a la etapa del desarrollo cerebral. Con el nacimiento, se interrumpe el aporte continuo de nutrientes y oxígeno. Para la sobrevida del recién nacido, debe producirse una adaptación de sus órganos y sistemas a las nuevas condiciones de vida, adaptación que se hace más difícil en cuanto menor sea su edad gestacional y su crecimiento intrauterino. ALIMENTACIÓN CON LECHE MATERNA La leche humana, es única en su estructura física, concentración de macro y micro nutrientes, componentes celulares y factores humorales de defensa inmunológica; es un modelo nutricional, pues no sólo cumple la función metabólica inherente, sino que sus nutrientes inducen crecimiento y promueven el sistema defensivo y de resistencia del niño amamantado. De otra parte, el amamantamiento establece una relación interpersonal y única, es el acto ideal de vínculo afectivo entre la madre y el nuevo ser, el cual será un eje importante en el desarrollo emocional del niño. La leche materna contiene elementos esenciales para el desarrollo del sistema nervioso del lactante, que no están presentes en otras leches, favoreciendo el desarrollo psicomotor y la inteligencia del niño amamantado. Su alta actividad mitogénica incrementa la superviviencia de las células en desarrollo, favoreciendo la promoción de los factores de crecimiento epitelial y neural, factores fundamentales en maduración y desarrollo, especialmente de neonatos y prematuros. La leche humana contiene también zinc que es un oligoelemento que participa en cerca de 200 metalooenzimas en el metabolismo de los ácidos nucleicos neuronales La mielinización cerebral antes de los tres primeros años, está asociada a la presencia de ácidos grasos no saturados, y especialmente por su contenido de colesterol. El desarrollo del SNC se favorece por la presencia de cerebrósidos (galactósidos) a partir del metabolismo de azúcares como lactosa, que es el principal hidrato de carbono. Las madres con partos prematuros ofrecen una leche con concentraciones significativamente mayores de proteínas y de sodio, aminoácidos como cistina que es fuente de sulfuro y precursor de la cisteína indispensable para el desarrollo cerebral, y de taurina, neurotransmisor en el cerebro y la retina. El contenido de calcio y fósforo es el mayor déficit de la leche materna del prematuro, existiendo riesgo de carencia precoz de fósforo con hipofosfatemia, hipercalciuria, aumento de fosfatasas alcalinas e insuficiente mineralización ósea. Por lo anterior, se establece la necesidad de fortificar o suplementar la leche materna con proteínas, calcio, fósforo y eventualmente sodio. Estos fortificantes generalmente son derivados de proteínas de leche humana, leche de vaca y sales minerales, principalmente. El uso de estos suplementos durante la lactancia ha permitido alcanzar el crecimiento de peso, talla y circunferencia craneana de los prematuros, sin producir desbalances metabólicos. En el contexto de la medicina preventiva se requiere que todo el personal de salud, incluido el médico, sean responsables de la educación de la gestante sobre la importancia y ventajas de la lactancia materna, que deberá iniciarse tan pronto como sea posible después del parto, idealmente dentro de la primera hora y mantenerse por lo menos hasta cumplir el primer año de vida, según la OMS, exclusiva por seis meses y seguir amamantando con la adición de elementos sólidos hasta avanzado el segundo año de vida. La lactancia significa un ahorro de recursos a la familia, reduce gastos médicos, es un recurso renovable que no genera desechos ni contamina. IMPACTO DE LOS TRASTORNOS DE LA SUCCIÓN La leche pasa al niño por la combinación de dos mecanismos, el reflejo eyectolácteo, desencadenado por la succión del pezón y por el masaje de ordeño que efectúa la lengua del niño sobre la aréola y los senos lactíferos sobre el paladar, con movimientos ondulares que evacúan la leche a la región posterior de la boca, para ser deglutida. Diversos factores de la madre o del niño pueden afectar este proceso; algunos lactantes, por inmadurez, problemas neurológicos transitorios o permanentes, dolor facial por uso de fórceps o chupetas pueden presentar disfunción motora-oral ocasionando trastornos en la succión, por ejemplo: l Los niños hipertónicos durante la succión tienden a invertir los labios y a conservar la lengua abultada en el fondo de la boca y muerden el pezón con las encías; es un trastorno transitorio que se corrige poniendo al niño con su cuerpo flexionado para favorecer la relajación de la musculatura facial del recién nacido y dar masajes a la encía inferior antes de la mamada para aliviar la hipertonía de la boca durante el amamantamiento. l La hipotonía es frecuente en los niños pretérmino, de bajo peso y con Síndrome de Down, el tono del cuerpo del niño está reducido y la succión en ellos es débil con lengua plana. Se recomienda para estos niños, que la madre sostenga el mentón con el dedo índice de la mano con que sostiene la mama para dar un mejor apoyo y fortalecer la succión. l Si el niño se acostumbra al entretenedor o chupete, empujará con su lengua el pezón fuera de la boca en lugar de comprimirlo hacia el paladar, esta costumbre se puede corregir dando masajes con el dedo índice con el pulpejo hacia arriba en la boca del niño, ejerciendo presión sobre la lengua; mientras el niño no sea capaz de mamar efectivamente, debe recibir la leche de su madre con suplementador, vaso o cuchara, no en biberones. l Problemas anatómicos : La fisura labial o palatina es el problema anatómico que con mayor frecuencia interfiere con la lactancia, sin embargo es posible que el niño fisurado mame, dado que la leche se extrae por masaje y no por succión, en estos casos no se recomienda el uso de prótesis, tampoco existe contraindicación de amamantamiento después de la cirugía correctora, que favorece el cierre de las suturas, evitando el llanto del niño que las puede abrir. Contraindicaciones y controversias: No se recomienda la lactancia en la galactosemia, fenilcetonuria del niño, y en casos maternos como quimioterapia oncológica de la madre, HIV, alcoholismo o drogadicción, lesiones por herpes, tuberculosis, varicela, madres en cuidados intensivos, psicosis, depresión. La alimentación es el factor ambiental más importante en el crecimiento del niño, puesto que facilita la máxima expresión del patrimonio genético. Evidencia derivada de estudios experimentales sugiere que la dieta temprana tiene marcados efectos en el crecimiento físico, el desarrollo y la función de diversos órganos incluido el cerebro, en la velocidad de envejecimiento de los organismos vivos, y sobre el riesgo de obesidad, de hipertensión, osteoporosis, infecciones y enfermedades alérgicas. BIBLIOGRAFÍA Bedi, K. S.: Lasting neuroanatomical changes following undernutrition during early Life. In: Dobbing J.: Early nutrition and later development. Academic Press, 1987. 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