Sábado, 23.11.13 Número CXLIX SOMBRA CIPRES LA DEL Autores desenterrados Nombres olvidados como Stefan Zweig o Sándor Márai, o inéditos en España, como Stella Gibbons, ‘resucitan’ gracias a editores apasionados [P3] :: J OS ÉI BA RR OL A DE VUELTA A LA LIBRERÍA Sábado 23.11.13 EL NORTE DE CASTILLA 3 ANGÉLICA TANARRO blogs.nortecastilla.es/calle58/ @angelicatanarro/twitter.com U nas veces por las circunstancias políticas, léanse censuras, u otros condicionantes geoestratégicos que rodearon su biografía; otras, por cuestiones de mercado, el caso es que muchos autores que ahora son habituales en los escaparates de las librerías y gozan del reconocimiento de los lectores y de la crítica habían permanecido inéditos o bien estaban medio enterrados en el olvido para el lector español. Pero el fenómeno de las editoriales llamadas independientes, tras las cuales suele haber un editor entusiasta dispuesto a arriesgar su patrimonio en empresas casi quijotescas, o el buen gusto de editores dispuestos a dar personalidad a sus colecciones incluidas en grandes sellos ha contribuido a su resurrección. Hay casos paradigmáticos como el que une el nombre del escritor húngaro Sándor Márai y la editorial Salamandra (caso del que nos ocupamos en profundidad más adelante) que desde el año 2.000 recupera la obra del autor de ‘La herencia de Eszter’. Una empresa que ahora parece haber emprendido con otro gran desconocido, el estadounidense james Salter, aunque en su recuperación fue pionero el sello El Aleph a comienzos de este siglo. Un caso sobresaliente en esta historia es el ‘matrimonio’ que forman Stefan Zweig y Acantilado. Desde que Jaume Vallcorba fundara este sello en 1999 con el objetivo de hacer visibles a autores pertenecientes a la mejor tradición de las letras europeas, el nombre del autor austríaco (Viena, 1881-Petrópolis, Brasil, 1942) va unido a la editorial, que año tras año va recuperando su extensa obra compuesta por ensayos, novelas y biografías. Desde la aparición en el año 2000 de ‘Veinticuatro horas en la vida de una mujer’, una treintena de títulos ocupan un lugar de honor en su catálogo, entre ellos algunas de las obras más celebradas del autor austríaco, como sus biografías de María Antonieta y María Estuardo, su biografía novelada de Fouché o su ensayo sobre Montaigne. También sus memorias, ‘El mundo de ayer’, o su correspondencia con Hermann Hesse. Uno de los hitos en esta línea de recuperación fue la aparición, hace un año, de sus novelas reunidas, sin duda el género al que debe este autor la popularidad de la que gozó en los años 30 y Stella Gibbons. :: CORTESÍA DE IMPEDIMENTA Stefan Zweig y su mujer antes de exiliarse de Francia. Penelope Fitzgerald. Autores inéditos u olvidados recuperan lectores La acción de editores independientes y apasionados devuelve a la actualidad nombres prestigiosos de la literatura universal largamente silenciados 40 del pasado siglo. 1547 páginas que se inician con ‘Ardiente secreto’ y concluyen con ‘La embriaguez de la metamorfosis’ para recorrer tanto sus novelas como sus ‘nouvelles’, algunas de las cuales ya habían aparecido exentas en la colección. Si Zweig recupera lectores en nuestro país, Stella Gibbons o Penélope Fitzgerald los estrenan. Hablo de dos de los fenómenos editoriales más singulares de los últimos años, en particular el primero. Gibbons (Londres, 1902-1989) fue el ‘descubrimiento’ de Impedimenta y un auténtico éxito que se fue fraguando con el ‘boca a boca’. Ocurrió con la publicación de la que está considerada su mejor novela, ‘La hija de Robert Poste’, una de las novelas cómicas más celebradas del siglo XX. En ella, la autora parodia las novelas rurales tan de moda en la época en que la escribió (co- > 4 LA SOMBRA DEL CIPRÉS > DE VUELTA A LA LIBRERÍA mienzo de la década de los treinta del pasado siglo). Como en tantos casos de la historia de la literatura Stella Gibbons se inició en el Periodismo (trabajó para ‘British United Press’ y ‘Evening Standard’) y como en tantos casos de la historia de la literatura, una novela marcó su trayectoria. El éxito popular de ‘La hija de Robert Poste’ eclipsó el resto de su producción, que en España se va conociendo gracias a la editorial que la ‘descubrió’. Gibbons escribió una treintena de tí- tulos entre novelas, poesía y cuentos infantiles, pero siempre será la autora de ‘La hija...’, recientemente han aparecido en el mismo sello editorial la continuación de su gran éxito, ‘Flora Poste y los artistas’ así como ‘Westwood’. ‘Navidades en Cold Comfort Farm’ y ‘La segunda vida de Viola Wither’. Un caso paralelo es el de Penélope Fitzgerald (Lincoln, Reino Unido, 1916-Londres, 2000), autora de la exitosa novela ‘La librería’, sobre la peripecia de una mujer que en un apartado pueblo de la costa este inglesa decide abrir una librería ante la sorda oposición de los vecinos que se volverá menos sorda cuando se proponga poner a disposición de su clientela ‘Lolita’ de Nabokov. Fitzgerald fue una autora de vocación tardía que se dio a conocer a los 58 años tras publicar una biografía del pintor prerrafaelita Edward Burne-Jones. ‘El inicio de la primavera’, un relato que aborda la situación del mundo antes de la Revolución bolchevique, fue el segundo tí- En el caso de Francisco García Pavón no solo se recupera al escritor sino a su personaje más famoso Sándor Márai, con el siglo EDUARDO ROLDÁN S ándor Márai nace y muere con el siglo. El siglo XX comienza con la guerra del 14 y concluye con la caída del Muro de Berlín. Márai nace en el 1900 —es decir que al nacer el siglo él tiene ya edad como para darse cuenta de que algo muy grave está ocurriendo, e interesarse por ello— y se suicida, aquejado por la pérdida irreversible del amor, meses antes de que el Muro se derrumbe y Europa, siquiera formalmente, deshaga la oposición, económica pero ante todo psicológica, entre los bloques Este/Oeste —suicidio que es otra prueba más de que el latido del mundo resulta indiferente cuando el latido propio ha dejado de sentirse—. Pertenece pues Sándor Márai a esa estirpe de autores de Centroeuropa y Europa del Este con los que la tradición cultural y filosófica occidental, con el advenimiento y desastre de la Segunda Guerra, pasaría a establecerse, en parte debido al exilio forzoso de muchos de ellos, en Estados Unidos. Es la estirpe de los Thomas Mann, Stefan Zweig, Stranvinsky, su compatriota Béla Bartók, Arnold Schoenberg y sobre todo Vladimir Nabokov, con quien comparte afinidades que hacen de los dos una suerte extraña de hermanos desconocidos. Incluso se parecen físicamente. El origen social y la condición de nómada son los dos factores inseparables y complementarios que deter- minan el pensamiento, la obra y la actitud vital/moral de Sándor Márai. Burgués desde la cuna, para SM la burguesía es mucho más que un accidente de clase. Un poco paradójicamente, afirma que <<la burguesía fue el mejor fenómeno humano que produjo la cultura occidental moderna, pues fue la burguesía quien creó la cultura occidental moderna>>. Márai pues, a diferencia de tantos, no solo acepta o se resigna a su condición de burgués sino que la defiende. ¿Y en qué consiste esa cualidad específica del burgués? El ser burgués según lo entiende el escritor húngaro nada tiene que ver con no querer mancharse los guantes blancos al comer el hojaldre o al dar la propina al pobre de iglesia. Es algo mucho más radical: la conciencia de la singularidad del hombre — y, a mayores, del escritor—. Nabokov adquiere la misma conciencia por la vía de la aristocracia. Conciencia que no deja nunca de ser crítica —la conciencia no crítica es una contradicción en términos: ceguera—, que no entiende de privilegios adquiridos y denuncia la estupidez de los supuestamente suyos: <<En aquel mundo de burgueses y prosperidad … nadie reparaba en que la pobreza era un problema mucho más grave de lo que podía parecer a simple vista y no se podía resolver por la vía de la caridad.>> Y es que la conciencia nunca puede ser de clase, como tampoco la memoria puede ser <<histórica>>. Conciencia y memoria son atributos individuales y estancos; se pueden compartir solo en el sentido de dar a conocer los propios, pero no en el de ejercitarlos comunalmente. Fotografía de juventud de Sándor Márai. Sábado 23.11.13 EL NORTE DE CASTILLA tulo recuperado para el lector español, que recientemente ha visto llegar a las librerías una tercera novela, ‘Inocencia’, de la autora que practicó la poesía, el ensayo y la biografía. Mientras, en su país de origen acaba de aparecer su biografía y también se reeditan sus obras en un exhaustivo trabajo de recuperación. Otra mujer, esta con una obra más reducida aunque impactante, entró recientemente en el panorama editorial en castellano desde la casi invi- sibilidad. Esta vez el rescate vino de la mano de Periférica. Elizabeth Smart (Ottawa, Canadá, 1913- Londres , 1986) era una escritora prácticamente desconocida aquí a pesar de que su biografía (en sí misma mucho más interesante que muchas novelas) había sido publicada por Circe en 1996. Su tortuosa y dramática relación con el poeta británico George Barker no solo marcó su vida, sino que fue el germen de dos narraciones deslumbrantes y que forman parte ya de la historia menos con-