813521. . Tercera Sala. Sexta Época. Informes. Informe 1961, Pág. 34. ARRENDAMIENTO. NECESIDAD DEL ARRENDADOR DE OCUPAR SU CASA PARA USO DIVERSO DEL DE HABITACION, COMO CAUSAL DE TERMINACION DEL CONTRATO DE (LEGISLACION DE GUANAJUATO DIFERENTE A LA DEL DISTRITO FEDERAL, SOBRE EL PARTICULAR). (Se acordó la publicación de la parte considerativa). De conformidad con lo dispuesto por los artículos 3o., y 4o. inciso b), del Decreto de Protección al Inquilino en el Estado de Guanajuato, los propietarios y arrendadores podrán demandar la desocupación y entrega de sus fincas al vencerse el término del arrendamiento cuando haya sido concertado por tiempo determinado, y podrán dar el aviso de terminación de contrato cuando éste sea por tiempo indefinido. "Cuando (el propietario) vaya a ocuparla para su propio uso o de sus familiares en primer grado". El artículo 5o. del propio decreto previene, que el propietario o arrendador deberá habitar la finca dentro del plazo de quince días, computados a partir de la fecha en que la reciba, cuando la causa de la desocupación tienda a ese objeto, y que previamente a la ejecución de la sentencia que declare procedente la acción de terminación del contrato de arrendamiento, los Jueces exigirán fianza equivalente al monto de una anualidad de la renta, para garantizar que el propietario o arrendador en su caso procederá dentro del término señalado, a habitar el inmueble. En la especie, según la relación de antecedentes de la sentencia reclamada, el arrendador demandó la terminación del contrato de arrendamiento que tenía celebrado con el reo, por necesitar urgentemente el local objeto del mismo para que su hijo establezca en él su despacho de abogado. El demandado negó lo anterior y expuso que no es cierto que el local que ocupa sea el única que el actor puede destinar para la finalidad que indica, por cuanto es público y notorio que en el edificio de su propiedad, existen otros locales con mejores condiciones para instalar un bufete que la accesoria que le tiene rentada. El Juez estimó que si bien se demostró por pruebas testimonial y de inspección ocular, la existencia de diversos locales propiedad del arrendador, no se acreditó que los mismos presenten mejores condiciones para la instalación del bufete, que la accesoria rentada al demandado, pues por lo que hace a la marcada con el número 18-B de la calle de Hidalgo, en su interior se encuentran aparadores desocupados y adheridos a la pared y a la entrada otros dos de cada lado, y para los fines anotados, no tiene mejores condiciones que la accesoria motivo del juicio de desocupación. De la relación de antecedentes de la sentencia reclamada, se puede conocer que el inferior tuvo por comprobada la acción, con la copia certificada del acta de matrimonio de Juan L. Pesquera y Victoria Lizardi; con la del acta de nacimiento de Felipe Pesquera Lizardi; con el contrato de arrendamiento celebrado entre las partes, cuya existencia se acreditó también con el reconocimiento que de él hizo el demandado, en su escrito de contestación, y con las posiciones segunda y tercera que le articuló al actor; y el título del licenciado en derecho Felipe Pesquera Lizardi, se demostró con la documental que le fue recibida por auto de treinta y una de mayo. De todo lo anterior se deduce, que el demandante no sólo se concretó a expresar su deseo de ocupar la finca rentada para uso de su hijo, sino que también rindió pruebas tendentes a acreditar la necesidad que éste tiene de ocuparla para instalar en ella su despacho profesional, como son las relativas a que efectivamente Felipe Pesquera Lizardi es su familiar en primer grado, así como a que había obtenido un título universitario que lo faculta para ejercer la profesión de abogado, a cuyo efecto lógicamente había menester de un local apropiado. Frente a esta situación, el reo sólo adujo que el actor podía disponer de otros locales para el fin indicado, sin tener que perjudicarlo a él pidiéndole la desocupación de la accesoria que le tiene arrendada. Y al respecto conviene establecer que según tesis reiterada de esta Suprema Corte de Justicia, el propietario puede elegir libremente -1- 813521. . Tercera Sala. Sexta Época. Informes. Informe 1961, Pág. 34. de entre los diversos inmuebles de que sea dueño, el que desee ocupar por sí mismo o por conducto de sus familiares más próximos, en virtud del derecho de libre disposición que ejerce sobre sus bienes y de que, en caso de estimarse válida esa defensa, todos los inquilinos podrían esgrimirla en su favor haciendo nugatorio aquel derecho. Por otra parte, como lo expresó la autoridad responsable, este alto tribunal ha considerado, que de acuerdo con el inciso b) del artículo 4o. del Decreto de Protección al Inquilino en el Estado de Guanajuato, en relación con el 5o. del propio ordenamiento, "no se requiere que el arrendador justifique la necesidad de ocupar la casa para pedir la terminación del contrato de arrendamiento, sino que basta simplemente que lo afirme, ya que precisamente por ello el mencionado artículo 5o. establece la exigencia de la fianza equivalente al monto de una anualidad de la renta, para garantía del inquilino, en tanto aquél falsamente invoque la causal para obtener la terminación y, lograda, no habite la casa.". De manera que ante el texto expreso de la Ley Inquilinaria del Estado de Guanajuato, no cabe otra interpretación que la de que los propietarios tienen el derecho de pedir la desocupación de las fincas que hubiesen arrendado, con sólo afirmar que las ocuparán personalmente o por medio de sus familiares en primer grado, y para que la sentencia se ejecute, basta que otorguen fianza equivalente al monto de una anualidad de la renta, para indemnizar al inquilino, si resulta falsa la causal invocada para obtener la terminación del contrato de arrendamiento y la entrega de la localidad objeto del mismo. En casos análogos, el anterior criterio jurídico, lo ha reiterado esta Suprema Corte de Justicia como puede verse en las ejecutorias de los amparos directos, en las cuales en resumen se sostiene lo que sigue: 1) D. 3690/957, Isidro Goldtein. 2) D. 1426/958, Marcelino Prieto Pérez. 3) D. 6806/958, Luis G. Durán. 4) 5222/960/2a, Bertha T. de Guerrero. Una recta interpretación del decreto inquilinario del Estado de Guanajuato, lleva a sentar las siguientes conclusiones: el artículo 1o., en su fracción II, adicionado por decreto de 12 de junio de 1954, señala entre otros diversos tipos de locales, a los de índole comercial, lo que da a entender que el decreto en cita admite la terminación de ellos; no obsta que el artículo 4o. que alude a las únicas excepciones a la prórroga de los arrendamientos a) Cuando el propietario justifique que va a adaptar o reconstruir para otro fin la finca arrendada y b) Cuando vaya a ocuparla para su propio uso o de sus familiares en primer grado. No menciona a los locales comerciales, pero mediante una interpretación sistemática de las disposiciones referidas, se llega a la conclusión que en el inciso b) del artículo 4o., en ella se comprende a los locales, y a pesar de que la intención del legislador local fue la de proteger al inquilino que vive en la casa objeto del arrendamiento, ello no quiere decir que omitió para los demás locales la posibilidad de su terminación, pues si esa hubiera sido su intención no habría señalado en la fracción II del artículo 1o. a los diversos locales que no están destinados a habitación, al decir: "Siempre que se trate de fincas destinadas a actividades industriales o comerciales, despachos, bufetes, consultorios médicos, sanatorios, escuelas oficiales o particulares incorporadas y en general todos los locales destinados a oficinas y la renta no exceda de $800.00 al mes.". Además, la terminación procede, sin que el arrendador tenga que justificar la necesidad de ocupar el local, sino que es suficiente que lo afirme, pues precisamente el artículo 5o. del multicitado decreto, establece la exigencia de la fianza equivalente al monto de una anualidad de la renta, para garantía del inquilino, en tanto que aquel falsamente invoque la causal para obtener la terminación y, lograda, no haga uso de la casa. Amparo directo 6457/60. Manuel Pérez Rodríguez. 13 de noviembre de 1961. Unanimidad de -2- 813521. . Tercera Sala. Sexta Época. Informes. Informe 1961, Pág. 34. cuatro votos. Ponente: Mariano Ramírez Vázquez. Secretario: José A. Everardo. -3-