TEMA 5 - APORTACIONES DE LA PSICOLOGÍA COGNITIVA AL ESTUDIO DE LA MOTIVACIÓN La orientación cognitiva de la motivación intenta explicar la conducta basándose en los procesos del pensamiento humano, concretamente en los procesos internos no observables y en las formas de representar mentalmente las situaciones. Las respuestas que damos, dependen de la interpretación de los hechos acontecidos. 2. PRIMERAS APROXIMACIONES COGNITIVAS DE LA MOTIVACIÓN Controversia entre enfoque mecanicista (concepto de impulso es central para explicar la conducta motivada) y cognitivista (los procesos mentales superiores determinan la acción). El cambio a la perspectiva cognitiva ocurrió cuando algunos psicólogos empezaron a diferenciar entre algunas acciones controladas por el sujeto y otras que no, pasando a ser un agente activo. Posibilidad de estudiar la mente humana. Se estudia cómo los seres humanos reciben la información del mundo exterior, la transforman, almacenan y recuperan para luego utilizarla y cómo la cognición lleva a la acción, determinado por pensamientos, motivación y conocimientos. Tolma y Lewin sentaron las bases de las modernas teorías cognitivas de la motivación, dirigiendo su atención hacia la secuencia cognición-acción. La conducta tiene entonces su origen en estados internos cognitivos o mentales no observables, en los que intervienen la elaboración de planes y la planificación de metas. Los planes Los planes son las estrategias o los recursos cognitivos que las personas utilizan para conseguir un determinado fin o para resolver una determinada situación. Para conseguir un objetivo se debe: - Establecer la meta concreta - Actuar en consonancia con ella - Observar lo que ocurre (feedback nos informa de los resultados de la acción) - Cambiar lo necesario hasta obtener el resultado deseado El sujeto adopta un plan de acción cuando se encuentra ante una incongruencia entre su estado ideal y su estado actual. Los estados ideales son representaciones mentales que tenemos todas las personas en relación a todos los ámbitos de la vida. La incongruencia proporciona energía al sujeto para actuar y el plan proporciona la dirección para la acción. Miller, Galanter y Pribram formularon un esquema similar denominado TOTE: Test, Operate, Test, Exit (Prueba, Operación, Prueba, Salida). Un modelo cuyo objetivo es conseguir la congruencia entre el estado actual y el ideal. Permite operativizar el concepto de propósito o intención y refleja el mecanismo cognitivo por el que el plan de acción funciona. Los planes son dinámicos, permiten la posibilidad de cambiar o añadir nuevos elementos, que pueden ser revisados y modificados en cualquier momento. Las metas Las metas son los fines u objetivos que persigue el sujeto y por los que se esfuerza en conseguir. Proponerse conseguir una meta es generar una nueva incongruencia. Propiedades de las metas: -Cognitivas: siempre se elabora una representación mental de la meta. -Afectivas: asociadas a componentes motivacionales o emocionales de atracción o rechazo, placer, dolor… -Conductuales: implican alguna actividad cuya dirección es la consecución de la meta. Las metas pueden agruparse en 5 categorías (pueden pertenecer a más de una): - De tarea: su fin suele ser aumentar la propia competencia, mejorando algún aspecto de nuestro aprendizaje, destrezas etc. Tarea de desempeñar. “Conseguir mejorar el examen anterior” - Metas relacionadas con la libertad de elección: El objetivo es hacer la tarea por el simple hecho de que uno mismo la ha elegido, libremente y con autonomía y sin presión. “Voy a aprender a escalar” - Metas relacionadas con la autoestima: Experimentar que se es mejor que otros en la ejecución de alguna actividad. Persigue la consecución de una evaluación positiva. “Tengo que sacar más nota que el” o “seria genial obtener un sobresaliente” - Metas relacionadas con la valoración social: Su objetivo es conseguir el reconocimiento social y evitar el fracaso. Aprobación de personas cercanas. “Debo ganar la competición para impresionarle”. También es de autoestima. - Metas relacionadas con la consecución de recompensas externas: El objetivo es conseguir recompensas procedentes del exterior, tales como ganar dinero, conseguir un premio etc. “Debo ganar un premio para pagar el coche” Las razones que orientan al sujeto hacia la consecución de una meta dependen del valor que se le otorgue a la misma, que puede ser uno de los siguientes: -Intrínseco: satisfacción de realizar una tarea -extrínseco: gratificación externa - de dificultad: triunfo en una tarea que requiere cierta capacidad o habilidad. -de utilidad: Conseguir un objetivo que facilita la consecución de otro de mayor importancia. - de logro: Satisfacción personal - cultural: sentirse respetado o querido socialmente. Teoría ideomotriz de la acción de William James: Cuando el sujeto realiza cualquier movimiento (implica voluntad), ésta previamente ha estado precedida por una idea de movimiento (implica conciencia sobre ello) cuyo objetivo final es la consecución de una meta. Modelo de conducta propositiva de Toman Tolman es considerado uno de los primeros psicólogos cognitivos, y elaboró su teoría a partir del conductismo (procesos mentales medidos y registrados objetivamente) y la Escuela Gestalt (importancia de las representaciones mentales mapas cognitivos). Destaca en su modelo la concepción de que la psicología es una ciencia objetiva de la conducta, que debe centrarse en el estudio de las conductas molares (lo contrario es molecular), lo que implica estudiar la conducta como un todo, sin reducirla a sus componentes más elementales. Definió una serie de características de esta conducta molar, como que es intencional) dirigirse a algo), que presenta un patrón concreto de respuestas, y que es selectiva. La conducta no es aleatoria, sino intencional, propositiva y ocurre como resultado de una representación de los diversos caminos que nos conducen a una meta concreta. Entre el estímulo y la respuesta se daban dos sucesos mentales que servían para predecir y explicar la conducta: las cogniciones (procesos mentales que determinan la conducta y que le llevan a alcanzar la meta) y los propósitos (surgen de necesidades o desequilibrios que se generan en el organismo y motivan al sujeto a la acción para satisfacer esa necesidad). Tolman acuñó el término “mapa cognitivo” para describir la forma en que las ratas (y por analogía los humanos) se comportaban en el ambiente, demostrando mediante un laberinto llenado con agua que estas alcanzaban la meta gracias a la elaboración de representaciones mentales y no por una cadena de asociaciones de movimientos musculares. Teoría del campo de fuerza de Lewin Lewin también entendía la motivación desde un punto de vista molar (Gestalt) y describió un modelo cognoscitivo homeostático de la motivación, denominado teoría del campo de fuerza, aludiendo al concepto de campo de tensión dinámica tomado de la física. Su intención era crear un sistema teórico con el que predecir la conducta y creyó encontrar la respuesta en el concepto de espacio vital, que representa la totalidad de las situaciones, tanto internas como externas, que determinan la conducta en un momento dado. No es el espacio geográfico, sino el mundo tal y como le afecta al sujeto, de cómo lo percibe. En consecuencia si un estímulo es ignorado por el sujeto, este no aparecerá en su espacio vital y si cree tener algo cerca de si, ese algo estará en su espacio vital aunque no lo esté en el geográfico. Para Lewis, la única forma de explicar la conducta es verla como el resultado de la interacción de todas las fuerzas que obran sobre el individuo en el momento presente. Lewin concebía el espacio vital como un campo de fuerzas estructurado en regiones en las que aparecen metas y las barreras que se interponen entre ellas. El sujeto puede moverse de una región a otra hasta llegar a la meta (dentro de su estructura cognitiva). Cuando surge alguna necesidad se producen tensiones entre las distintas regiones y estas motivan (internamente) comportamientos de acercamiento o evitación dirigidos a una meta cuyo fin es reducir la tensión. Necesidad -> Tensión -> Conducta -> Meta -> Reducción de la Tensión Estas situaciones generan cambios en la estructura cognitiva del sujeto que se traducen en cambios en su espacio vital. La configuración de todas estas regiones representa la estructura cognitiva del sujeto. Mientras que una tarea no se finalice, permanece la tensión, lo cual facilita que la tarea inacabada sea más accesible a la memoria que el resto. Otro factor a tener en cuenta es la fuerza o intensidad motivacional con la que el sujeto trata de conseguir una meta, que dependerá de la distancia psicológica entre el sujeto y la meta. Ej.: Un niño de un año no podrá alcanzar la meta en un camino complicado para él (con barreras), y un niño de cuatro años podrá conseguirlo. 3. TEORÍAS DE EXPECTATIVA-VALOR Los antecedentes se encuentran en los trabajos de Tolman y Lewin, a partir de ellos surgió una nueva concepción de expectativa-valor basada en las necesidades, que desencadenó el desarrollo de posteriores teorías. Concepto de expectativa y valor del incentivo -La expectativa puede definirse como la estimación que hace el sujeto sobre la probabilidad de lograr una meta concreta mediante la realización de una conducta. LO que le permite predecir es la estructura de conocimientos formada por la experiencia y los aprendizajes. - El valor o valencia hace referencia a la cantidad de apetitividad o aversividad que despierta un estímulo, es decir, la importancia asociada a un objeto ambiental (la importancia que le otorgamos a algo). 3.1. Teoría de la autoeficacia de Bandura Podría definirse la autoeficacia como la confianza que una persona deposita en su propia capacidad para llevar a cabo una tarea o para conseguir una meta. La teoría de Bandura tiene en cuenta diversos componentes como los cognitivos, emocionales, biológicos, conductuales y ambientales, que interactúan entre sí. Está interesada en la creencia de la propia capacidad para realizar una conducta con éxito y por el control percibido sobre ducha conducta. Dos tipos de expectativas: - De eficacia: predicciones o estimaciones sobre la seguridad que se tiene de poder realizar una conducta o acción concreta. Ej.: puedo tirarme en paracaídas. Cuando a los sujetos se les induce la creencia de falta de capacidad o de control para realizar algo, disminuye su autoeficacia, actúan con más inseguridad, con menos confianza. Pero cuando se les hace creen que son capaces y que con el tiempo pueden aprender, la autoeficacia aumenta. Lo importante no son las capacidades o habilidades que se tengan, si no como se utilizan, y esto depende de la confianza en uno mismo. -De resultado: predicciones o estimaciones sobre el resultado concreto que espera obtener al realizar una conducta o acción concreta. Ej.: la caída en paracaídas será perfecta y conseguiré un gran reconocimiento. “Si realizo la conducta X, obtendré el resultado positivo Y”. Factores que determinan que estimemos un resultado u otro: -El feedback del resultado: influencia que ejerce la experiencia de éxito o fracaso tras realizar una tarea. En función de lo que conocemos, emitimos nuestro juicio estimativo. -La dificultad de la tarea: tareas difíciles llevan a expectativas de éxito bajas y las fáciles a altas. -La comparación social: información derivada de la norma grupal que estipula de una manera u otra lo que constituye el éxito o el fracaso en esa actividad. Expectativa basada en los resultados obtenidos por los demás, comparándolos con los nuestros. -Los factores de personalidad: influyen en el hecho de sobreestimar o infravalorar las posibilidades de éxito. 3.2. Teoría del aprendizaje cognoscitivo de Rotter Sus trabajos han tenido una gran influencia posteriormente en el modelo conductual-cognitivo. Su teoría surge de la tradición conductista (Skinner) y del aprendizaje. La Teoría del aprendizaje cognoscitivo o del aprendizaje social, defiende la idea de que los modelos básicos de comportamiento se aprenden en las situaciones de interacción del sujeto con el ambiente, y que además, para satisfacer las necesidades de las personas, se requiere la mediación o interacción con otras personas. Esta teoría consta de tres variables que se dan siempre en una situación de interacción: - El potencial de conducta o fuerza motivacional: deseo o tendencia motivacional por aproximarse o alejarse de algo. - El valor del refuerzo: La importancia que el sujeto le otorga a algo. Es subjetivo ya que se necesita comparar. - Las expectativas generalizadas: Se adquieren por aprendizaje y ocurren cuando el sujeto emite una respuesta que está en función de una generalización de expectativas basada en experiencias del pasado. La fuerza motivacional estará en función de la expectativa acerca de los resultados y del valor del refuerzo. Fuerza = Expectativa x Valor Cuanto menor sea el resultado del producto, menor será la fuerza motivacional. Si el valor de la expectativa o del refuerzo es cero, (baja expectativa de éxito) entonces la fuerza motivacional también será cero. Esta representa el deseo de la persona por aproximarse o alejarse de algo. Rotter también elaboró el término locus de control o foco de causalidad, refiriéndose a las creencias que tiene un sujeto sobre la capacidad de control de su conducta y de los acontecimientos de su vida. Locus de control interno: el sujeto atribuye éxitos y fracasos al efecto de sus propias acciones. Locus de control externo: el sujeto atribuye refuerzos y castigos a factores ajenos. Aquellos que presentan un locus de control interno, tienen más éxito en sus aprendizajes que los de control externo. El locus de control determina la conducta del sujeto, aunque en ocasiones estas atribuciones se hacen a posteriori. Indefensión aprendida: consiste en hacer atribuciones basadas en experiencias pasadas cuyo resultado final siempre fue negativo e inevitable, y de lo cual aprende a tener, ante estas y otras situaciones parecidas un comportamiento pasivo, de no evitación. Falta de control. Factor crucial en trastornos como la depresión. (Déficit motivacional, cognitivo y afectivo). 4. TEORÍAS DEL EQUILIBRIO O DE LA CONSISTENCIA COGNITIVA Teoría de la disonancia cognitiva de Festinger Estas teorías defienden la existencia de una tendencia natural a la armonía o la congruencia, de manera que cualquier pensamiento, creencia, actitud o conducta que sea inconsistente o incongruente con el sistema cognitivo genera en el sujeto malestar o incomodidad psicológica que activan una serie de conductas cuyo objeto será reequilibrar dicho sistema. (Homeostasis) Teoría de la disonancia cognitiva de Festinger Festinger fue el primer psicólogo en formular el concepto de disonancia. La disonancia cognitiva representa una incómoda alteración de la armonía mental del sujeto, que le impulsa concretamente a una actividad orientada a reducir o eliminar su causa. Se refiere a la tensión interna que percibe un sujeto por alguna de estas circunstancias: - Mantener al mismo tiempo dos pensamientos o cogniciones que están en conflicto. Bastante común cuando tenemos que tomar decisiones. -Realizar algún tipo de conducta que entra en conflicto con algún pensamiento o creencia. Nos sentimos mal cuando mantenemos simultáneamente dos pensamientos que están en conflicto y tendemos a justificarla. Cuando esto ocurre el sujeto restablece el sistema cognitivo: - Cambiando su creencia original. -Cambiando su conducta. - Añadiendo nuevos elementos cognitivos. 5. TEORÍAS DE LA ATRIBUCIÓN Beck resalta la semejanza entre expectativas y atribuciones. La única diferencia que puede establecerse entre ellas es el momento en que atendemos a los hechos acontecidos. Una expectativa es la convicción de que un hecho acompañará a otro hecho y una atribución es la convicción de que un hecho ha acompañado a otro hecho. La atribución es el proceso mediante el cual una persona busca descubrir cómo se ha producido un determinado hecho o conducta. Teoría atribucional de Heider Vinculado a la Escuela de la Gestalt (tendencia al orden y simplicidad en la organización mental). Heider inició una línea de investigación en la que intentaba explicar la tendencia de las personas a buscar las causas de los sucesos que ocurren a su alrededor, observando que las personas tienden a creer que un hecho (suceso o conducta) queda explicado satisfactoriamente cuando se descubre por qué sucede. El proceso atributivo comienza cuando se observa la conducta de alguien y finaliza en el momento en que el observador encuentra la causa. Heider destacó dos tipos de factores causantes de una conducta: - Factores disposicionales o internos (capacidad y motivación del sujeto) - Factores situacionales o externos. (Circunstancias ajenas, dificultad de la tarea y suerte). Por regla general sólo los factores disposicionales o atribuciones internas influyen claramente en la autoestima del sujeto (percepción evaluativa que tenemos de nosotros mismos). Teoría de la inferencia correspondiente de Jones y Davis Deriva de los trabajos de Heider (de la distinción entre causalidad disposicional y situacional). La inferencia correspondiente es la generalización y anticipación que se realiza sobre la futura conducta de alguien, en función de otras atribuciones internas e intencionales realizadas anteriormente y de la percepción que tenemos de esa persona. Esta generalización procede de datos que conocemos sobre la actuación de esa persona en situaciones parecidas anteriores. Ejemplo: Aprobará Luis el bachillerato Hechos pasados (siempre suspende 5 asignaturas) -> Atribuciones internas (es torpe en 5 asignaturas) -> GENERALIZACIÓN -> Predicción conducta futura -> Inferencia correspondiente (Lo más probable es que no apruebe). Para inferir algo relativo al comportamiento de las personas conviene tener en cuenta una serie de factores: - Espontaneidad: Hay que tener en cuenta solo aquellas conductas espontáneas y elegidas libre e intencionadamente. - Singularidad: Hay que considerar las conductas singulares, poco habituales. - Deseabilidad social: Las conductas aprobadas socialmente (más comunes) suelen aportar menos información en comparación a las menos comunes. - Grado de implicación en la situación: que tiene la persona que evalúa la situación, en el que hay que poner en relieve dos factores: * La relevancia hedónica: ocurre cuando la situación afecta positiva o negativamente a la persona que hace la atribución. * El personalismo: es la tendencia que tenemos a hacer la valoración de los otros en función de sus reacciones hacia nosotros. Modelo de covariación de Kelley Se centraba en el conocimiento que tiene el observador sobre la historia de la persona observada. El proceso atribucional consistía en una computación mental basada en un análisis lógico. El principio de covariación establece que cuando existen varios acontecimientos que pueden ser la causa desencadenante de un mismo hecho, sólo aquellos que han demostrado relacionarse con él de forma consistente a lo largo del tiempo, serán asumidos como causa del acontecimiento. La covariación entre dos variables indica la existencia de algún tipo de relación entre ellas, pero no implica necesariamente causalidad. Para que haya causalidad se requiere, como dice el principio de covariación de Kelley, que la relación entre las variables se mantenga a lo largo del tiempo. Hay 3 características o dimensiones en la conducta pasada que van a determinar el tipo de atribución que hace la persona: - La distintividad: Se refiere a las circunstancias en la que la persona observada responde de forma inusual a lo habitual. Las conductas muy distintivas van a dar lugar a atribuciones situacionales y las poco distintivas a atribuciones disposicionales. - La consistencia: Se refiere a la presentación recurrente de la misma conducta siempre que presenta la misma situación. Una respuesta consistente en el tiempo lleva a una atribución situacional, pero una respuesta inconsistente lleva a una atribución disposicional. - El consenso: Se considera que existe consenso cuando la mayoría de las personas responden frente al estímulo o situación, de la misma forma que la persona observada. Cuando la respuesta del sujeto no es respaldada por el grupo se atribuirá a factores personales (disposicional). Teoría de la atribución de Weiner Intento completar el modelo de Kelley (semejanzas con estos modelos) y surge a través de los trabajos realizados por Heider. Esta teoría nace al considerar la conveniencia de incluir en la explicación de la motivación (concretamente la de logro) una dimensión cognoscitiva (de una atribución causal del éxito o del fracaso). La conducta de logro de una persona está en función del pasado y de a qué atribuye el éxito o el fracaso. *Además de lo expuesto en la teoría de Kelley, Weiner pone en relieve las circunstancias en las que la información de todos los factores no es fácilmente accesible para el observador (ej., persona poco conocida), y las atribuciones causales son más complicadas de hacer; la persona aquí utiliza los conocimientos previos que posee en su memoria de causas de conductas en otro entorno o situación parecida. Weiner estableció dos dimensiones bipolares de causalidad para los éxitos y los fracasos: el locus de control (interno-externo) equiparable a los factores situacionales o disposicionales, y la estabilidad (estable-inestable). Locus de control: dentro las atribuciones internas estarían la capacidad del sujeto y el esfuerzo y entre las atribuciones externas la dificultad de la tarea y la suerte. Es frecuente adoptar como mecanismo defensivo la estrategia de hacer atribuciones internas para los éxitos y atribuciones externas para los fracasos . La estabilidad-inestabilidad se refiere a la fijeza o variabilidad con la que se perciben las causas de los acontecimientos. -Estable: la causa es percibida como algo fijo e inmutable, una constante a lo largo del tiempo. Cuando la atribución estable se hace después de un éxito, la autoestima aumenta y si se hace después de un fracaso, disminuye. -Inestable: la causa es percibida como algo temporal y susceptible de variar con el tiempo. Al resultado de algo se le atribuyen unas características de variabilidad. El hecho de percibir un acontecimiento como estable o inestable afecta a los cambios en las expectativas futuras sobre el resultado de nuestro comportamiento. El sujeto suele hacer atribuciones estables para los éxitos e inestables para los fracasos. Estos suelen atribuirse a causas externas, aunque a veces hacemos atribuciones internas, pero inestables (ej.: falta de esfuerzo, en vez de falta de inteligencia ante el suspenso de un examen, así no se verá afectada la autoestima). Al combinar las dos dimensiones atribucionales (locus de control y estabilidad), en caso de un resultado de fracaso (suspender examen), estas serían los tipos posibles de causas: -Causas internas y estables: referidas a la capacidad que perdura en el tiempo. Autoestima altamente afectada y expectativa de éxito futuro baja. -Causas internas e inestables: referidas al esfuerzo, que puede cambiar en cualquier otro momento. Autoestima bien preservada y expectativa de futuro buena. -Causas externas e inestables: referidas al azar o la suerte. Autoestima queda protegida (no se responsabiliza) y expectativa de futuro buena. Años después añadió la dimensión de controlabilidad (controlabilidad-incontrolabilidad) que hace referencia al grado en que una persona puede controlar las causas de su conducta. Teoría de la acción razonada de Fishbein y Ajzen Su objetivo es predecir la intención de una conducta mediante un índice de probabilidad. Parte del supuesto de que los seres humanos son racionales y esta capacidad junto con la voluntad y la intención es lo que dirige la mayoría de los comportamientos. Según esta teoría el determinante fundamental de una acción o conducta manifiesta es la intención, que está determinada por dos factores, uno personal y otro social: -Personal: La actitud hacia la conducta o evaluación personal, se trata de la evaluación positiva o negativa que el sujeto hace sobre su propia conducta (lo que uno cree que debe hacer, creencias). Depende de los resultados y la valoración que se hace sobre los mismos. -Social: la norma subjetiva o evaluación social: Es la percepción que uno tiene de lo que los otros piensan que uno debe hacer. Se refiere a la presión que ejercen las personas influyentes de nuestro entorno para que realicemos una determinada conducta. Depende de las creencias que se les atribuyen a las personas importantes de nuestro entorno y la motivación necesaria para cumplir con las expectativas de dichas personas, de nuestra evaluación personal. En función del peso atribuido a cada factor, según la importancia, el índice de probabilidad variará. Conocer la posible intención de una persona, facilita la posibilidad de influir sobre ella y conseguir, si fuera necesario, un cambio de conducta.