Revista Chilena de Derecho Privado ISSN: 0718-0233 claudia.bahamondes@udp.cl Universidad Diego Portales Chile Barrientos Grandon, Javier DE LOS BIENES Y DE SU DOMINIO, POSESIÓN, USO Y GOCE Revista Chilena de Derecho Privado, núm. 7, diciembre, 2006, pp. 279-285 Universidad Diego Portales Santiago, Chile Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=370838866012 Cómo citar el artículo Número completo Más información del artículo Página de la revista en redalyc.org Sistema de Información Científica Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto DE LOSNº BIENES DE SU DOMINIO , POSESIÓN Revista Chilena de Derecho Privado, 7, pp.Y 279-285 [diciembre 2006], USO Y GOCE Dr. Javier Barrientos Grandon Profesor de Historia del Derecho Universidad Diego Portales CONTRA M ERO TENEDOR. POSEEDOR A NOMBRE AJENO. “POSESIÓN MATERIAL”. REIVINDICACIÓN DE INMUEBLE INSCRITO. INTERPRETACIÓN DEL ARTÍCULO 915 CC. CORTE SUPREMA, CASACIÓN EN EL FONDO, SANTIAGO, 28 DE AGOSTO DE 2006. ROL 187-2006. 1. ACCIÓN REIVINDICATORIA . QUIÉN SE PUEDE REIVINDICAR . En relación con regla sentada en los artículos 889 y 895, conforme a la cual sólo procede la reivindicación en contra del “actual poseedor”, se ha suscitado la cuestión tocante a determinar si la situación prevista en el artículo final del título XII del libro II del Código Civil constituye o no una excepción al principio conforme al cual no procede la reivindicación en contra del mero tenedor, cuya decisión tiene, además de su interés propio, especial relevancia en la cuestión central de este comentario, es decir, si el poseedor inscrito puede o no reivindicar en contra de quien sólo detenta materialmente el inmueble. El texto del artículo 915 es el siguiente: “Las reglas de este título se aplicarán contra el que poseyendo a nombre ajeno retenga indebidamente una cosa raíz o mueble, aunque lo haga sin ánimo de señor”. Revista Fueyo 7.indd 279 La CAP de Concepción en el considerando séptimo de su sentencia de 23 de noviembre de 2005, confirmada por la Corte Suprema en sentencia de 28 de agosto de 2006 (rol 187-2006 LexisNexis, 35376), ha asumido la siguiente doctrina sobre el citado artículo: “Que de otro lado no se puede sostener que el artículo 915 del Código Civil sea la herramienta jurídica aplicable a este caso, tal como lo afirma en su apelación el demandado, puesto que la señalada norma legal, que extiende las reglas de la reivindicación, al que poseyendo a nombre ajeno retenga indebidamente una cosa raíz o mueble, aunque lo haga sin ánimo de señor, extiende la acción de dominio al mero tenedor. En efecto, dicha disposición legal sólo hace aplicables las reglas sobre prestaciones mutuas, establecidas en el párrafo 4º del Título XII del Libro II del Código Civil, contra el mero tenedor que no es poseedor, pero no le otorga la correspondiente acción en el carácter de reivindicatoria, en razón de que el poseedor Comentarios de jurisprudencia DE LOS BIENES Y DE SU DOMINIO, POSESIÓN, USO Y GOCE 279 10/1/07 16:45:08 Comentarios de jurisprudencia Javier Barrientos Grandon 280 inscrito conserva la posesión de la cosa y el tenedor de ella no tiene el ánimo de señor, aunque resista injustificadamente la entrega, (causa rol Nº 3815- 2003. Excma. Corte Suprema)”. En relación con esta opinión jurisprudencial resulta de interés detenerse en la cuestión tocante a la naturaleza de la acción concedida por el artículo 915 y los sujetos pasivos de ella. Se ha escrito en otro lugar (Vid. BARRIENTOS GRANDON, Javier, “De los bienes y de su dominio, posesión, uso y goce”, Nº IV, Santiago, julio 2005, pp. 231-244, y del mismo “De los bienes y de su dominio, posesión, uso y goce”, Nº V, Santiago, diciembre 2005, pp. 218225) que en cuanto a la naturaleza de la acción concedida en el artículo 915 CC se han defendido, por la doctrina y jurisprudencia, las siguientes opiniones: a) Acción reivindicatoria concedida, excepcionalmente, en contra de un mero tenedor; b) Acción restitutoria especial a la cual únicamente le son aplicables las reglas de las prestaciones mutuas contenidas en el párrafo 4 del título XII del Código Civil y c) Acción específica en contra del “poseedor a nombre ajeno”, entendido a la luz de los artículo 719, 720, 721 del Código Civil. La CAP de Concepción, en la sentencia que se comenta, ha asumido expresamente la segunda de las opiniones apuntadas, al sostener que: “...dicha disposición legal sólo hace aplicables las reglas sobre Revista Fueyo 7.indd 280 prestaciones mutuas, establecidas en el párrafo 4º del Título XII del Libro II del Código Civil, contra el mero tenedor que no es poseedor, pero no le otorga la correspondiente acción en el carácter de reivindicatoria...”. Fue Luis Claro Solar uno de los primeros defensores de esta interpretación (Luis CLARO SOLAR, Explicaciones de Derecho Civil chileno y comparado, Santiago, 1935, tomo IX: De los Bienes, nr. 1804, pp. 458-459) y a ella se sumaron Arturo Alessandri Rodríguez y Manuel Somarriva Undurraga (Arturo ALESSANDRI RODRÍGUEZ - Manuel SOMARRIVA UNDURRAGA, Curso de Derecho Civil, 2ª ed., Santiago, 1957, tomo II: Los bienes, nr. 1167c, pp. 811-814), Alberto Veloso (Alberto VELOSO CHÁVEZ, La reivindicación, Santiago, 1947, p. 34) y Fernando Rozas Vial: “Nosotros pensamos que el art. 915 sólo establece que cuando se recupera la cosa del mero tenedor, se aplican las reglas de la reivindicación relativas a las prestaciones mutuas (frutos, expensas, deterioros, etc.)” (Fernando ROZAS VIAL, Los bienes, Santiago, 2000, nr. 423, p. 375). Lleva la razón la CAP al declarar que la acción de la que aquí se trata no es una acción reivindicatoria, mas no parece tenerla en cuanto a su genérica afirmación de tratarse de una acción que se dirige “contra el mero tenedor que no es poseedor” y ello es así por las siguientes razones: 1ª Porque, expresamente, el artículo 915 señala que la acción que concede se dirige en contra del que “poseyendo...”, es decir, se refiere 10/1/07 16:45:08 DE LOS BIENES Y DE SU DOMINIO, POSESIÓN, USO Y GOCE “la tenencia de una cosa determinada con ánimo de señor o dueño, sea que el dueño o el que se da por tal tenga la cosa por sí mismo, o por otra persona que la tenga en lugar y a nombre de él” (art. 700 inc. 1º) y que en el sistema del Código Civil “las palabras posesión y tenencia contrastas siempre en él”, como se afirma en el Mensaje (XXIV). Por lo anterior no resulta apropiado afirmar que se trate de una acción dirigida en contra de un genérico “mero tenedor”, más aún cuando en la orientación del Código Civil se ha sentado como regla el que en contra del mero poseedor no es posible el ejercicio de la acción reivindicatoria, admitiéndose, de acuerdo con la innovación introducida por Constantino en el año 331 (C. 3,19,2), que recae sobre él la obligación de la laudatio o nominatio actoris, es decir, la obligación de declarar el nombre del poseedor, para que en contra de éste, que es el único que puede amenazar el dominio del actor, se dirija la reivindicación, tal como se declara en el 896. De allí que, como ya se advirtiera en otro lugar (BARRIENTOS GRANDON, op. cit., Nº V, p. 222) por imperio de la sola regla del artículo 896 todo “mero tenedor” es sujeto pasivo de la laudatio actoris, es decir, quedan cubiertas por su disposición: a) el mero tenedor en virtud de un contrato, como, por ejemplo, el Revista Fueyo 7.indd 281 arrendador, el comodatario, el depositario (salvo el de dinero); b) el mero tenedor en virtud de un derecho real, como el usufructuario o el acreedor prendario y c) el mero tenedor, que carece de toda causa, real o personal, para justificar su tenencia, como el precarista. 2ª Por el referido artículo 915 califica específicamente a ese cierto poseedor en contra de quien concede la acción como aquél que lo es “a nombre ajeno”, es decir, respecto del “poseedor a nombre ajeno”. La calidad jurídico-técnica del “poseedor a nombre ajeno” está, expresamente, recibida en el Código Civil, de modo que para determinar en contra de quien procede esta acción basta con determinar quién lo sea en nuestro Derecho Civil. La categoría técnica de “poseedor a nombre ajeno” aparece en el Código Civil utilizada en dos de sus disposiciones. Una es la del citado artículo 915, y otra es la del artículo 719, que es en el cual precisamente se determina quién se entiende ser “poseedor a nombre ajeno”. En nuestro sistema posesorio, la posesión puede tomarse no sólo por el que trata de adquirirla para sí sino, también, por su mandatario, o por sus representantes legales (art. 720) e, incluso, por quien no es mandatario ni representante (art. 721 inc. 2º) y, de acuerdo con ello, en el artículo 719, se prescribe que si se ha empezado a “poseer a nombre ajeno” se presume la continuidad del mismo orden de cosas Comentarios de jurisprudencia a un cierto “poseedor” y no a un genérico “mero tenedor”. Debe aquí recordarse que “poseedor” es aquél de quien se predica la “posesión”, es decir, 281 10/1/07 16:45:08 Comentarios de jurisprudencia Javier Barrientos Grandon 282 hasta el momento en que se alega una tal posesión. De esta manera, el “poseedor a nombre ajeno” en el derecho civil chileno corresponde a una categoría técnica muy precisa y restringida, la de un concreto detentor que tiene la calidad de representante legal, mandatario o “agente oficioso” ex articulo 721 CC. 3ª Sobre la base de la diferencia radical que establece el Código Civil entre “posesión” y “tenencia”, debe advertirse que ella también se mantiene al diferenciar entre este específico “poseedor a nombre ajeno” y “el que tiene la cosa en lugar y a nombre de otro”, en la terminología del artículo 730 CC. En efecto, la expresión “el que tiene la cosa en lugar y a nombre de otro” se refiere a quien es, lisa y llanamente un “mero tenedor”, como pude serlo un arrendatario o comodatario, mientras que la de “poseedor a nombre ajeno” es categoría restringida dentro de los límites que quedan citados. 4ª Que sea, precisamente, un “poseedor a nombre ajeno”, en los términos de los artículos 719, 720 y 721 del CC, aquél en contra de quien se puede dirigir la acción del artículo 915 es lo que explica que pueda “retener indebidamente” la cosa, es decir, el supuesto de hecho que habilita la interposición de la acción en su contra, que se presentará cuando resista la entrega de la cosa a aquél respecto de quien posee. 5ª La misma calidad de “poseedor a nombre ajeno”, dentro de los límites que aquí se han precisado, es lo que justifica la parte final del Revista Fueyo 7.indd 282 artículo 915 CC, en cuanto resista la entrega a aquél respecto de quien posea “ya sea con ánimo de señor”, ya sea “sin ánimo de señor”, es decir, es indiferente el que rehúse la entrega porque se pretende dueño, asumiendo así que posee para sí y no para otro, o que, simplemente, sin atribuirse la calidad condición de poseedor a nombre propio, no entrega la cosa a aquel respecto de quien comenzó a poseer. Así, por ejemplo, respecto del tutor que hubiera comenzado a poseer por su pupilo debe entenderse la expresa obligación que le impone el artículo 417 “Expirado su cargo, procederá el guardador a la entrega de los bienes tan pronto como fuere posible” en relación con el inciso 1º del artículo 415 CC en cuanto a que está obligado “a restituir los bienes a quien por derecho corresponda”, de modo que si no “restituye”, en los términos previstos, una cosa que hubiera comenzado a poseer para su pupilo, se habrá situado en el supuesto de hecho específico del que trata el artículo 915 CC. No puede admitirse, entonces, como lo declara genéricamente la sentencia que aquí se comenta, que la acción del artículo 915 CC se pueda dirigir en contra de cualquier “mero tenedor” que “retenga indebidamente una cosa raíz o mueble, aunque lo haga sin ánimo de señor”, sino que solamente respecto de quien, al tenor de los artículo 719, 720 y 721 CC, tiene la calidad de “poseedor a nombre ajeno”. 10/1/07 16:45:08 DE LOS BIENES Y DE SU DOMINIO, POSESIÓN, USO Y GOCE La titular de la nuda propiedad sobre un inmueble, sin que se tenga constancia de quién sea el usufructuario, interpone la acción del inciso 2º del artículo 2.191 CC en contra de quien lo detenta materialmente sin título justificativo previo. El tribunal de primera instancia y la CAP acogieron la demanda, sin embargo, la Corte Suprema, en sentencia de 2 de enero de 2006, invalidando de oficio el fallo de alzada, la desestimó, y en cuanto a las razones que tuvo a la vista para ello, son de interés las expresadas en los dos siguientes considerandos: “2º) Que de acuerdo con el artículo 764 del Código Civil, el usufructo es ‘un derecho real que consiste en la facultad de gozar de una cosa con cargo de conservar su forma y substancia, y de restituirla a su dueño, si la cosa no es fungible; o con cargo de volver igual cantidad y calidad del mismo género, o de pagar su valor, si la cosa es fungible’. Por su parte, el artículo 765 del mismo Código, dispone que el usufructo supone necesariamente dos derechos coexistentes, el del nudo propietario y el del usufructuario, en tanto que el artículo 582, inciso 2º, del mismo cuerpo legal, establece que la propiedad separada del goce de Revista Fueyo 7.indd 283 la cosa se llama mera o nuda propiedad. Consecuentemente, el nudo propietario está desprovisto de la facultad de usar y gozar de la cosa, manteniendo sólo la de disponer de la misma. 3º) Que la acción de precario pretende que se restituya un bien al demandante para que éste pueda gozar de él, de manera que resulta evidente que son titulares de la misma el propietario pleno y el propietario del derecho de usufructo o usufructuario, pues ambos tienen la facultad de usar y gozar de la cosa, más no el nudo propietario, como lo es la demandante de autos, que carece de tales facultades y, consecuentemente, no tiene legitimación activa para deducir la acción que regula el inciso segundo del artículo 2195 del Código Civil”. Comentarios de jurisprudencia 2. PRECARIO. LEGITIMACIÓN ACTIVA EN LA ACCIÓN DE PRECARIO. USUFRUCTO. NUDO PROPIETARIO. INTERPRETACIÓN DEL ARTÍCULO 2.195 INCISO 2º CC. CORTE SUPREMA, CASACIÓN EN EL FONDO, SANTIAGO, 2 DE ENERO DE 2006. ROL 1446-04. 283 La doctrina de la Corte, que se observará en este comentario, es la que asume que la acción del inciso 2º del artículo 2.195 CC no tiene entre sus titulares al nudo propietario, fundada en que se estima que ella tiene por finalidad que el demandante logre la restitución del bien para que pueda “gozar de él”. La citada opinión de la Corte Suprema resulta discutible, por las siguientes razones: 1ª Porque la acción del artículo 2.195 inciso 2º es una acción restitutoria de carácter general que, en cierto modo, cumple la función que en el sistema anterior al derecho codificado cumplía el interdicto quod precario. 10/1/07 16:45:08 Comentarios de jurisprudencia Javier Barrientos Grandon 284 La citada acción corresponde en el sistema del Código Civil a una acción “restitutoria” de carácter general en todos lo casos en los cuales no es posible el ejercicio de la reivindicatoria (por no dirigirse contra un poseedor), ni la condictio pretii, ni las acciones indemnizatorias de los artículos 889 y 900 del Código Civil. En jurisprudencia y doctrina se ha sostenido que la acción del precario, consignada en el inciso 2º del artículo 2.195 no parecería estar llamada a desempeñar una función de acción restitutoria general, como aquí se sostiene, tal cual ha advertido el profesor Peñailillo Arévalo: “Se ha venido acudiendo, con frecuencia, a la contemplada en el art. 2195, llamada acción de precario, que ha llegado a desempeñar esa función (de restitutoria general), aun cuando, por su ubicación y parquedad, no parece haberse creado con tan trascendental destino” (PEÑAILILLO ARÉVALO, Daniel, Los Bienes. La propiedad y otros derechos reales, 3ª ed., Santiago, 1997, nr. 267, p. 376). Tal razonamiento es el que mueve al profesor Peñailillo Arévalo a defender la idea de desarrollar una acción restitutoria general sobre la base del artículo 915 CC: “Sin perjuicio de mantener el reclamo para que se consagre formalmente una acción destinada a esas situaciones, parece Revista Fueyo 7.indd 284 apropiado desenvolver ésta, la del art. 915, como la que puede desempeñar esa función. Desde el punto de vista, aparte de argumentaciones de texto, es conveniente conferir a ese precepto un sentido extensivo, como el de la tercera alternativa antes descrita; es decir, que sea aplicable a todo tenedor que, a la época de la demanda, no pueda justificar aceptablemente su insistencia en mantener la cosa en su poder” (PEÑAILILLO ARÉVALO, cit. nr. 267, pp. 376-377). En otro lugar se ha advertido que este punto no nos es dable adherir a la interpretación anterior, porque en cuanto a la supuesta ubicación “residual” de la acción de precario en el último artículo destinado al comodato, hay que precisar que el codificador no la situó en sede de bienes como interdicto quod precario de acuerdo con su tratamiento tradicional romano desde la perspectiva del “precario” en cuanto “vicio de la posesión”, junto a la violencia y a la clandestinidad, porque en el sistema del Código Civil no podía el “precario” tratarse como “vicio de la posesión”, precisamente porque se trataba de un caso de “mera tenencia”, opuesto radicalmente a la posesión. La razón anterior es la que explica que al codificador le haya parecido razonable en el “Proyecto Inédito” seguir el modelo del Codex Maximilianeus, cuyo artículo 11 del capítulo 2 del libro IV se apuntaba como fuente para tal inciso. 2ª Porque asigna a la acción de precario una finalidad accesoria a la principal, que no es la que le 10/1/07 16:45:09 DE LOS BIENES Y DE SU DOMINIO, POSESIÓN, USO Y GOCE Revista Fueyo 7.indd 285 3ª Porque desconoce al nudo propietario su condición de dueño y no cabe duda que, en cuanto tal, cuenta con las acciones que el sistema le provee para la defensa de su derecho, sin que resulte defendible la opinión conforme a la cual sea el usufructuario el titular de la acción de precario, supuesto que si el usufructuario se ve privado materialmente de la cosa sobre la cual ejerce su derecho real de usufructo, cuenta con acciones específicas para dirigirse en contra de quien se encuentra materialmente en la cosa que usufructúa. 4ª Cuestión distinta de la anterior es que si el nudo propietario obtiene la restitución de la cosa, el usufructuario pueda dirigirse en contra de él para hacer valer su derecho a usar y disfrutar de ella. Comentarios de jurisprudencia atribuye el Código Civil, en cuanto no se declara en él que su finalidad sea lograr la restitución para “gozar” de la cosa. El precepto que se comenta solamente exige, respecto del titular de la acción, que sea el dueño el que la entable contra quien detenta la “tenencia” de su cosa, sin previo contrato y por su ignorancia o mera tolerancia, sin que se pronuncie, porque no corresponde en derecho que se planteen las motivaciones por las cuales ese dueño entabla la acción, ya que la finalidad de la acción es, simplemente, en derecho lograr la restitución de la cosa, con independencia de que el dueña lo haga para usar o no de ella, para disfrutar o no de ella. La finalidad de esta acción es recobrar materialmente la cosa, no se trata, pues, de recuperar la “posesión” de ella, ni menos de “reivindicar” el dominio, sino, simplemente, conseguir un cierto resultado material. 285 10/1/07 16:45:09