LAS NUEVAS ESPECIES EN LA ACUICULTURA MARINA ESPAÑOLA José Benito Peleteiro Alonso Instituto Español de Oceanografía Centro Oceanográfico de Vigo. Apartado 1552 - 36280 Vigo, Spain. e-mail: tito.peleteiro@vi.ieo.es Las nuevas especies en la acuicultura marina española La última década en la acuicultura española ha venido marcada por la aparición de una serie de investigaciones con el fin de diversificar la producción de especies consideradas tradicionales como la dorada la lubina o el rodaballo. La tecnología desarrollada en los últimos años con estas especies, ha situado la producción española a la cabeza del ranking europeo. A pesar de que la mayor parte de la producción de la acuicultura marina española se sigue debiendo al cultivo de moluscos, la producción piscícola se ha incrementado en un 15 % en los últimos años. Este incremento se debe fundamentalmente al desarrollo del cultivo de la dorada y el rodaballo. Las perspectivas de producción para los próximos años no solo no tienden a estacionarse, sino que se han introducido en el mercado y en la industria nuevas ideas sobre tecnologías de producción más avanzadas y nuevas especies de cultivo, que permitan por un lado diversificar los riesgos de las empresas y aumentar la oferta al sector consumidor con nuevos productos y nuevos sistemas de procesado. Se están desarrollando sistemas alternativos revolucionarios en cuanto a estructuras flotantes en mar abierto y sistemas de recirculación de agua que reducen considerablemente los costes de producción así como nuevos piensos adaptados a las necesidades de cada especie para optimizar los rendimientos en las instalaciones industriales. A principios de la década de los noventa, instituciones oficiales y algunas de las empresas privadas del sector, comenzaron diferentes investigaciones con nuevas especies potencialmente cultivables. Para ello se siguió un criterio inicial de un alto valor en el mercado y en segundo lugar, disponer de unas características biológicas adecuadas, que permitieran el desarrollo del cultivo en todas sus fases, para obtener un suministro de alevines que permita disponer de una producción sostenible. Las primeras investigaciones se centraron en 28 especies de peces, de las cuales alguna como el lenguado (Solea vulgaris), era ya un clásico en la acuicultura sobre todo por su alto valor comercial, pero en el que se habían encontrado grandes dificultades desde el punto de vista biológico para su cultivo, que no permitieron ir adelante con la idea de su producción a nivel industrial. Con las demás especies, en su gran mayoría espáridos, se inició un periodo de investigaciones, que nos han llevado en algunos casos a resultados concluyentes, ya porque su cultivo no resultaba viable desde el punto de vista biológico, o no resultaba rentables desde la perspectiva de su explotación industrial al tener un crecimiento muy lento en cautividad. Básicamente una especie para ser potencialmente cultivada necesita cumplir una serie de características que aseguren su viabilidad. Desde el punto de vista tecnológico es necesario que se pueda ejercer un control estricto sobre todas la fases del proceso de producción, desde la captura de ejemplares en el medio natural a la producción en masa de juveniles para engorde. Desde el punto de vista comercial la especie en cuestión ha de tener un valor alto económico en el mercado, que asegure que aunque la producción en masa pueda afectar el precio de venta, este se puede mantener, con respecto al precio de los capturados en el medio natural. Para ello es siempre imprescindible realizar estudios de mercado antes de una decisión definitiva. Una vez seleccionada la especie, se inicia una fase de investigación y desarrollo tecnológico que, a pesar de que básicamente se utiliza tecnología ya conocida, suelen ser fases largas y costosas, del orden de entre 5 y 10 años. La siguiente fase consiste en el desarrollo de técnicas de producción a escala piloto y de implantación industrial. Es preciso también, analizar las ventajas e inconvenientes que tiene el cultivo de nuevas especies en la acuicultura, ya que la situación varía considerablemente en función del comportamiento similar o no al de las especies cultivadas actualmente. Especies similares (p.e.: espáridos) Especies muy distintas (p.e.: seriola, mero, atún, pulpo, ...) Inconvenientes . Mercados de tamaño reducido. . Posible competición con especies ya cultivadas. . Necesidad de invertir en estudios de mercado, de factilidad y campañas de promoción. Ventajas . Limita los efectos de la estacionalidad en la producción. . Aumenta la utilización de las instalaciones de los criaderos (bajan los costes). . La investigación es más barata y progresa más rápidamente. . La investigación puede ser larga y costosa. . Son necesarios estudios de mercado, factibilidad económica y promoción. . Se obtiene un producto claramente diferenciado con un precio potencial elevado. . Reduce riesgos. Al margen de estas consideraciones en relación al comportamiento de las especies, la diversificación nos permitiría fundamentalmente reducir el riesgo en las instalaciones, ya que se disminuye el riesgo de mortalidades por enfermedades o caídas de precio en el mercado. También nos permitiría una mayor expansión en el mercado al aumentar los sectores de venta actuales y la introducción en nuevos mercados ya sean nacionales o extranjeros. Además el cultivo de nuevas especies va a aumentar la eficiencia de las instalaciones en donde la utilización de los recursos se puede ampliar a prácticamente todo el año. Sin embargo, no todas son ventajas en la diversificación, ya que la aparición de nuevas especies en el mercado puede ocasionar bajadas o desestabilizaciones en el precio de las especies ya cultivadas, no existiendo garantía de que el precio se mantenga. Además, para la puesta en el mercado de nuevas especies, es necesario invertir en el desarrollo de técnicas de producción y de apertura de mercado. En cualquier caso, en este momento las investigaciones llevadas a cabo en la última década, han permitido disponer de una tecnología de producción para una serie de especies muy interesantes, tanto desde el punto de vista industrial con una gran capacidad potencial para su explotación, o con vistas a la repoblación. Dentro del panorama de las nuevas especies podemos hacer tres grupos. El primero podría estar relacionado con las especies de las que, a pesar de tener un valor comercial alto, no se tiene información, o ésta es escasa sobre su aclimatación a las condiciones de cultivo y en principio se supone que presentan serias dificultades, lo cual no significa necesariamente que no sean viables. Entre ellas podemos citar la merluza, el rape, el calamar, el pez san pedro, etc. Un segundo grupo, podría ser de aquellas especies de las que si se dispone de dicha información, pero ésta todavía no es concluyente, lo cual no permite el paso de la fase de investigación a la de desarrollo industrial. Entre ellas cabría citar el salmonete, la seriola, el esturión, etc. Un tercer grupo, está constituido por aquellas especies de las que ya se tienen resultados concluyentes pero no reúnen las condiciones para ser explotadas comercialmente. Estas especies pueden sin embargo ser interesantes desde el punto de vista de la repoblación, ya sea con fines de recuperación de caladeros o de actividades deportivas. Entre éstas podemos citar el sargo, el aligote, el abadejo, la herrera, la hurta, mujílidos, etc. Y un cuarto grupo de especies, de las que ya no sólo existe información concluyente para su explotación, sino que en alguno de los casos ya se ha cerrado el ciclo de producción y las investigaciones están en fase de desarrollo para ser transferidas al sector industrial. Entre estas especies citaremos el besugo, el pulpo, el lenguado, el dentón, el pargo y el sargo picudo. En general, estas son especies de amplia aceptación en los mercados de la península y con grandes posibilidades de expansión a los mercados internacionales, fundamentalmente a los países ribereños del Mediterráneo. El besugo (Pagellus bogavareo), se está investigando actualmente en Grecia, Italia, Portugal y España. Los reproductores son capturados en el medio natural, pero este año se ha cerrado ya el ciclo de producción, obteniéndose la primera puesta procedente de reproductores nacidos en cautividad, a los cuatro años. Una de las principales dificultades en el cultivo de esta especie es la fase de reproducción, para la que se necesitan grandes volúmenes y baja densidad de estabulación, aunque de cualquier forma el control de la reproducción por medios físicos u hormonales está abierto a la investigación. El engorde de esta especie en jaulas han mostrado unos resultados mucho mejores que en tanques, no sólo en cuanto a la fase de crecimiento sino también en cuanto al aspecto externo del pescado. Se están investigando actualmente piensos comerciales para adecuarlos a los requerimientos de esta especie, que presenta un gran engrasamiento perivisceral como una de las mayores dificultades en el engorde. El pulpo (Octopus vulgaris ), ha acaparado recientemente la atención , tanto de los inversores en el sector de la acuicultura, como de cofradías de pescadores e instalaciones compatibles con los cultivos marinos (criaderos, cetáreas, etc.). En el Mediterráneo e incluso en latinoamérica, está siendo incluido dentro de los planes de diversificación de especies marinas. La principal dificultad con que se enfrenta el cultivo del pulpo es la mortalidad de las paralarvas en cautividad; sin embargo, el resultado del engorde tanto en tanques como en bateas, lo hace aparecer como una de las especies más codiciadas desde el punto de vista tanto de los investigadores, encaminados a mejorar las tasas de supervivencia durante el cultivo larvario, como de los acuicultores por los resultados espectaculares que presenta el engorde. Su engorde no tiene dificultad, siendo una especie omnívora y muy voraz, que además permite la utilización como dieta de especies en su alimentación, que hasta ahora eran prácticamente improductivas, como es el caso del cangrejo. Una vez alcanzada la frontera de los 500 gr., esta especie puede engordar tasas de 0,5-1 kg./mes lo que desde el punto de vista comercial lo hace muy apreciado. El lenguado (Solea senegalensis) es una especie alternativa al lenguado común (Solea vulgaris) que presenta dificultades en su cultivo intensivo. El Solea senegalensis se está investigando en Grecia, Portugal, Turquía y España, tanto la reproducción, realizada con ejemplares procedentes del medio natural, como el cultivo larvario, se han llevado a cabo con éxito, sin embargo presenta algunos problemas relacionados con el manejo y con los requerimientos nutricionales, lo que supone la realización de un esfuerzo en las investigaciones en este sentido. Se están llevando a cabo experiencias en la formulación de tipos de dietas adecuadas, tanto para la fase de cultivo larvario como de preengorde y engorde, a fin de optimizar los rendimientos de esta especie. Se han observado buenos resultados de engorde en ejemplares nacidos en cautividad en instalaciones en el golfo de Cádiz, tanto en tanques como en estanques. También se han obtenido buenos resultados, utilizando sistemas de policultivo. Aunque es importante mejorar los sistemas de cultivo, parece estar claro que el principal problema es la nutrición. Actualmente se están produciendo del orden de 200.000 juveniles con una supervivencia del 50%, destetados. El dentón (Dentex dentex) es otra de las especies con una proyección más amplia en el mercado. Se comercializa en Italia, Grecia, Turquía, Chipre, Túnez, Marruecos y España. Se está llevando a cabo experiencias encaminadas a su cultivo en Chipre, Italia, Francia, Grecia y España. El cultivo del dentón, junto con el del Diplodus puntazzo y el del Pagrus pagrus son los más desarrollados. La reproducción en cautividad se lleva a cabo sin dificultad. El problema principal en esta fase, está asociado con el manejo de los ejemplares. Se ha comprobado una maduración desigual de año en año, que podría seguramente ser corregida aplicando técnicas de control de la reproducción ya sea con sistemas de manipulación física u hormonal. Sin embargo el cultivo larvario es especialmente problemático durante la fase de destete, debido posiblemente a carencias nutricionales que llevan al canibalismo y a una pobre supervivencia. De cualquier forma esta fase puede ser mejorada aplicando técnicas de mesocosmos en el cultivo larvario, obteniéndose mejoras de supervivencia. El engorde de juveniles nacidos en cautividad es factible tanto en tanques como en jaulas y al igual que en el destete, probablemente la supervivencia es mejorable con una composición alimenticia adecuada a sus requerimientos nutricionales. El pargo (Pagrus pagrus), es otro de los espáridos con más relevancia en el panorama del cultivo de nuevas especies. Está representado en prácticamente todos los países ribereños del Mediterráneo: España, Grecia, Italia, Turquía, Egipto, Chipre, etc. Además de ser uno de los espáridos más apreciados en el mercado, y de presentar buenas prespectivas para su cultivo, tampoco se han realizado estudios de mercado al igual que con las demás especies. Se están realizando investigaciones con vistas a su cultivo en: Chipre, Grecia, Italia, Portugal y España. Del resultado de estos trabajos, se desprende que es una especie con un alto índice de crecimiento y muy buenas condiciones de adaptación a cautividad. La información existente hasta el momento, lo sitúa en la línea de los otros espáridos mencionados. Se obtienen puestas en cautividad procedentes de reproductores con fotoperíodo controlado. Engorda excepcionalmente bien, tanto en jaulas como en tanques, pero tiene problemas de pigmentación. También es necesario, en relación con esta especie, profundizar en la mejora de los aspectos nutricionales y patológicos. El sargo picudo (Puntazzo puntazzo). Esta especie ya ha sido desarrollada industrialmente a pequeña escala (50 a 150 Tm.) en algunos países del Mediterráneo; esto da idea de que el estado de conocimiento de su cultivo está en una fase muy avanzada. Se puede encontrar en prácticamente todos los mercados de los países mediterráneos y también, al igual que en las otras especies, están interesados en su cultivo: Chipre, Francia, Grecia, Italia, Malta, Túnez y España. Se está trabajando ya con reproductores nacidos en cautividad y conseguir alevines procedentes de criadero, no supone ningún problema, aunque en algunos casos se utilizan alevines salvajes para engorde. En general, y a pesar de que se trata de una especie de tecnología avanzada desde el punto de vista de su cultivo, tanto los aspectos nutricionales como patológicos y las técnicas de su cultivo deberían de ser optimizadas. Otras especies: dentro del grupo del cultivo de las nuevas especies, merecen una especial atención el cultivo (engrasamiento) de túnidos en el Mediterráneo y en la Islas Canarias, tanto por la importancia económica que supone, como por el desarrollo de nuevas tecnologías de cultivo en mar abierto y los servicios de apoyo que están generando. Otra aplicación importante en el desarrollo de técnicas de cultivo de nuevas especies, es no solo la utilización de estas especies en el consumo humano, sino las grandes posibilidades que se abren hacia la repoblación en zonas controladas, con especies autóctonas, ya sea con fines de recuperación, de explotación comercial, o para actividades deportivas. Este tipo de actividades, tanto las deportivas como las comerciales, supone una presión considerable sobre los caladeros artesanales, explotados tanto por pescadores profesionales como por pescadores deportivos.