INCLUYE ÍNTEGRO EL AS COLOR NÚMERO 81 DEL 5 DE DICIEMBRE DE 1972 ALEX MORGAN 2ª ÉPOCA • NÚMERO 81 • 10 DE DICIEMBRE DE 2013 LA DIOSA DEL FÚTBOL FEMENINO 3 2 6-15 ALEX MORGAN La Beckham del fútbol femenino encarna el sueño americano de millones de niñas en todo el mundo. Por Isabel Roldán 18-25 JULIO SALINAS El futbolista incomprendido. Un gran delantero que quedó marcado por su fallo en el Mundial de EE UU. Por Alfonso Herrán 26-35 ROBERT PROSINECKI Puro talento truncado por las lesiones. Triunfó en el Estrella Roja, pero nunca más cumplió expectativas. Por Manu de la Torre 36-43 56-104 ÍNTEGRO, EL NÚMERO 81 DE AS COLOR DEL 5 DE DICIEMBRE DE 1972 GITANO GONZÁLEZ, DEL ANDAMIO A LA FAMA. La última sensación del fútbol español, del Valencia. ADIÓS AL EQUIPO CICLISTA WERNER. Martínez Avial: “En las actuales circunstancias, las firmas no tienen por qué hacer de mecenas”. REPORTAJE: DINERO EN EL DEPORTE AMATEUR, ¿ESCÁNDALO? la situación española vista en el baloncesto, balonmano, voleibol y atletismo. QUINO: EL FÚTBOL EN SUS PIES SE HACE ELEGANCIA. “Soy pacífico y pacifista”. ESPAÑA, HACIA EL EVEREST. 13 montañeros vascos se están preparando para enfrentarse con el techo del mundo en 1974. GALIANA, MASAJISTA Y AUTOR MUSICAL. Ganó ocho millones mientras estuvo en el ring. SERGEY BUBKA El Zar inmortal de la pértiga ha cumplido 50 años. Ha sido el primer humano en saltar más de seis metros. Por Ángel Cruz 44-51 TRACY MCGRADY Su palmarés no registra anillos ni ningún MVP, pero ha sido uno de los jugadores más admirados de la NBA. Por Mario García 52-55 DEAN STONEMAN El piloto británico, de 23 años, esquivó al cáncer y a la muerte para reencontrarse con su destino de campeón. Por Rafa Payá Editado por Diario AS Sociedad Limitada Presidente: José Luis Sainz Consejero delegado: Julio Alonso Peña EL AS COLOR CLÁSICO SOLO ESTÁ DISPONIBLE EN KIOSKO Y MÁS CONSÍGUELO GRATIS: • Si eres suscriptor de AS, El País o Cinco Días lo tendrás gratis en Kiosko y Más. • Si compras en Kiosko y Más un ejemplar de AS, El País o Cinco Días. COMPRA UN EJEMPLAR: • Cada semana a través de la plataforma Kiosko y Más por 0,79. �������� ����������� ��������� ������� ������������ ���������� ������� ���� ������ ���������������������������������������������� ��������� ����������� �������� Director: Alfredo Relaño Director adjunto: Alejandro Elortegui Director de AS.com: Luis Nieto Han realizado este número: Coordinación y edición: Miguel Ángel Vasco Diseño: Mariano Tovar y Laura Sánchez Infografía: Fernando Robato, Miguel Ángel Fernández y Sonia Mochón Fotografía: Archivo AS. Para cualquier duda, sugerencia o propuesta puedes escribir a ascolor@diarioas.es 6 ALEX MORGAN LA ‘BECKHAM’ DEL FÚTBOL FEMENINO Alex Morgan (California, 1989) encarna el sueño americano de millones de niñas que juegan al fútbol no sólo en Estados Unidos, sino en todo el mundo. Empezó a jugar en el colegio, destacó en su universidad y se consagró en la selección y en la liga profesional de su país. Es una futbolista de película, una ‘celebrity’, y su popularidad parece no tener límites. 7 FUTBOLISTA MEDIÁTICA. La delantera de Estados Unidos y Portland Thorns es imagen de la marca deportiva Nike, así como de otras empresas de referencia mundial. 8 ESTRELLA DEL ‘SOCCER’. En apenas tres temporadas, desde el oro en el Mundial Sub-20, se ha convertido en un personaje. En 2012 fue elegida por la US Soccer mejor futbolista de Estados Unidos. ISABEL ROLDÁN / L o tiene absolutamente todo. Es guapa, joven, simpática, juega al fútbol de maravilla, marca goles decisivos con su selección y con su equipo, la gente la adora y en poco tiempo se ha convertido en uno de los personajes más populares de Estados Unidos. Es, sin duda, la nueva ‘Beckham’ del fútbol femenino mundial, un ídolo de masas que despierta pasiones y llena campos tanto dentro como fuera de Estados Unidos. Alex Morgan no es el nombre de un famoso futbolista hombre, pero esta carismática joven ya se ha Mia Hamm: “Alex tiene mi velocidad y aceleración y es fuerte para aguantar a sus rivales. En eso me supera” 9 convertido en una amenaza para los futbolistas de este país, donde sus homólogas les ganan con frecuencia en popularidad. Alex Morgan, 24 años, pelo castaño, ojos verdes, 1,73 metros de estatura y 60 kilos, se ha convertido en tan sólo tres años en la novia de Estados Unidos. Porque Alexandra Patricia Morgan (Diamond Bar, California, Estados Unidos, 2 de julio de 1989) es una futbolista de película. En apenas tres temporadas se ha conver tido en una de las estrellas de la selección femenina y del ‘soccer’ de Estados Unidos. Por si todo esto fuera poco, ha vuelto a ser nominada, por tercer año consecutivo, para el FIFA Balón de Oro, tras acabar tercera en 2012, por detrás de su compatriota Abby Wambach y la brasileña Marta. Además, en 2012 fue elegida por la US Soccer mejor futbolista mujer de Estados Unidos. Su fichaje este año por el Portland PORTLAND, RENDIDO. Su fichaje esta pasada temporada por Portland Thorns ha revolucionado a la ciudad y al equipo, que ha registrado récords de afluencia durante todo el año. Thorns, uno de los ocho equipos de la Women’s National Soccer League (WNSL) y campeón de la misma en 2013, ha revolucionado la ciudad de Portland. Su estadio, el Jel-Wen Field, ha acumulado récords de asistencia desde el primer día. En el debut del equipo esta temporada 2013, el estadio casi se llenó, con 16.479 espectadores, y esa gran afluencia de público ha sido la tónica dominante durante toda la temporada. La española Adriana Mar tín, delantera del Western New York Flash, ha vivido este año el fenómeno Alex Morgan en vivo y en directo. Adriana se enfrentó a Morgan en la final de la WNSL, que al final acabó ganando Portland: “Es un auténtico ídolo de masas y los estadios se llenan en parte porque muchos van a verla a ella. Alex Morgan es una grandísima jugadora, lo demuestra en cada partido y en su selección, pero también hay muchos que van a verla FIEL AL ‘13’. Para Alex Morgan el 13 es su número de la suerte, el que lleva siempre en su equipación, tanto de su selección como de su equipo. 10 DECISIVA. Alex Morgan marcó, ante Canadá, el gol que le dio a Estados Unidos el pase a la final de los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Firmó el 3-4 en el descuento de la prórroga. porque es muy guapa. En las gradas se pueden leer muchas pancartas haciendo referencia a ella, pero todo con mucho respeto, porque en Estados Unidos el público es muy respetuoso con las mujeres futbolistas”. Su carrera está siendo meteórica. En 2008 ganó el Mundial de Chile Sub-20, donde marcó el gol del triunfo en la final ante Corea del Norte. En aquel torneo recibió el galardón al mejor gol, la Bota de Bronce y el Balón de Plata. Su belleza tampoco pasó desapercibida. Durante el Mundial fue agasajada con todo tipo de piropos y En el Mundial Sub-20 fue Bota de Bronce, Balón de Plata, recibió el galardón al mejor gol y fue elegida Miss Belleza 11 acabó siendo nombrada Miss Belleza del Mundial. En el Mundial de Alemania de 2011 se convirtió en la futbolista más joven de su selección. En 2012 se terminó de consagrar en los Juegos Olímpicos de Londres, donde Estados Unidos se colgó el oro ante Japón, con una Alex Morgan decisiva. En la semifinal ante Canadá marcó en el descuento de la prórroga (3-4) el gol que les clasificaba para la final, que ganaron ante Japón. A raíz del oro olímpico sus apariciones en televisión se multiplicaron y su popularidad le llevó a escribir un libro dirigido al público más joven, bajo el título ‘The Kicks, saving the team’ (Chuts, salvando el equipo). Como futbolista se puede decir que Morgan es muy completa. Lo dice Mia Hamm, junto a Kristine Lilly, la futbolista estadounidense más reconocida de todos los tiempos. “Alex tiene mi velocidad DOS FINALES ANTE JAPÓN. Alex Morgan participó en las dos últimas finales de Estados Unidos ante Japón. En 2011, pese a ser ella quien abrió el marcador, su selección perdió en los penaltis. Sin embargo, en los JJ OO de 2012, Estados Unidos ganó por 2-1. y aceleración, pero es también lo suficientemente fuerte como para aguantar a las rivales, probablemente mucho mejor que yo”, dijo Hamm en ‘Los Angeles Times’. Morgan ocupa el puesto 11º en el ránking de goleadoras de su selección absoluta, pero con un altísimo porcentaje de efectividad respecto a sus antecesoras. Lleva 44 goles en 70 partidos. La máxima goleadora de todos los tiempos es Abby Wambach: 163 goles en 212 encuentros. Pero la popularidad y el éxito de esta californiana va mucho más allá de lo depor tivo. Alex Morgan es ya una ‘celebrity’, a la que se la rifan empresas de referencia mundial. La delantera estadounidense es una de las mejores pagadas de su país. Su sueldo como futbolista ronda los 70.000 dólares (51.000 euros) por temporada, una cifra insignificante comparada con los sueldos SOCIEDAD PERFECTA. La también delantera de Estados Unidos, Abby Wambach, Balón de Oro en 2012, abraza a Morgan tras marcar un gol con su selección. 12 UNA CULÉ CONFESA. El Barcelona y Messi son sus debilidades futbolísticas. En 2011 estuvo en Barcelona, conoció a los jugadores y lució la camiseta azulgrana con el 13 y su nombre a la espalda. de los grandes futbolistas masculinos, pero que se compensa con lo que ingresa por contratos publicitarios. La estadounidense es imagen de Nike y ha trabajado para Coca-Cola, Panasonic o McDonald’s, entre otras grandes multinacionales. La maravillosa realidad de Alex Morgan es el sueño de multitud de niñas que juegan al fútbol en Estados Unidos, un país donde el número de mujeres que practica este depor te supera el millón. Como tantas niñas estadounidenses, Alex empezó a jugar al fútbol en el colegio. Aunque desde pe- Laura del Río: “En Estados Unidos su popularidad es similar a la de un jugador del Real Madrid o del Barça” 13 queña destacó por sus cualidades deportivas, no fue hasta los 14 cuando empezó a practicar el ‘soccer’. Se puede decir que fue una niña muy polideportiva. Antes de decidirse por el fútbol jugó al baloncesto, voley, softbol y practicó atletismo. Su gran salto al fútbol femenino profesional lo dio en 2011 cuando fue seleccionada por el Western New York Flash con el número 1 del draft, al que llegó tras ganar el campeonato nacional universitario, NCAA, con su equipo, California Golden Bears. Fue precisamente en esta Universidad donde la jugadora se graduó, con un semestre de antelación, en Economía Política. En su primer año en la liga profesional estadounidense se proclamó campeona de la Women’s Professional Soccer en una final en la que su equipo, Western New York Flash, se impuso en los penaltis al Philadelphia FIFA WORLD PLAYER. En 2012 fue finalista para el Balón de Oro. Quedó en tercer lugar. Arriba, en la foto, junto a Abby Wambach, Balón de Oro, a la izquierda, y Marta, segunda a la derecha. Independence, donde jugaban entonces las españolas Laura del Río y Vero Boquete. Laura del Río reconoce el mérito de Morgan: “Creo que Alex ha sabido aprovechar sus oportunidades tanto futbolísticas como mediáticas. En el Mundial de Alemania lo hizo muy bien y salvó al equipo en un par de ocasiones. En Estados Unidos les encanta eso, los finales dramáticos con un héroe a quien coronar. Eso vende mucho allí. Se puede decir que es una celebridad y suele ser invitada a todos los ‘saraos’ de Los Angeles. En su país su popularidad es similar a la de un jugador del Real Madrid o del Barcelona. Esto es buenísimo para el fútbol femenino porque se habla de nosotras. Me gustaría que eso pasase en España con alguna jugadora. Sin duda, es una de las jugadoras más mediáticas de Estados Unidos. Y acaba de empezar...”. ÍDOLO DE MASAS. Morgan es un ícono, un modelo a seguir por millones de niñas y jóvenes de Estados Unidos, que no paran de pedirle autógrafos tras los partidos. 14 FUTBOLISTA Y MODELO. Su sueldo como futbolista, que lo abona la US Soccer, ronda los 50.000 euros por temporada, pero la mayor parte de sus ingresos son publicitarios. En 2012, el año en que se suspendió la liga profesional estadounidense, Morgan jugó en el Seattle Sounders, de la USL WLeague. Seguidora confesa del Barcelona, en el verano de 2011, en Washington, par ticipó en el partido benéfico organizado por la embajadora del FC Barcelona en Estados Unidos, Mia Hamm, y en el que par ticiparon Kobe Br yant y Pep Guardiola. Meses después estuvo en España y visitó las instalaciones del club azulgrana. Entonces dijo: “Hace tiempo que soy culé. Empecé a ver los par tidos Morgan: “Se puede ser Messi y Madonna a la vez. Soy futbolista profesional y también puedo ser modelo por un día” 15 del Barça con los compañeros de la universidad y desde entonces sigo el equipo de cerca. El Barça juega el mejor fútbol del mundo. Su juego es mágico. Todos los jugadores son fantásticos, pero Messi es un jugador de otro mundo. Hace cosas increíbles. Soy una gran admiradora suya”. Morgan se pronunció en ‘Los Angeles Times’ ante la tesitura de elegir entre ser Messi o Madonna: “Se puede ser Messi y Madonna a la vez. Soy futbolista profesional, pero también puedo ser modelo por un día. La gente sabe que hay más de una faceta en mí. Se puede tener belleza, inteligencia y capacidad atlética”. La afirmación de Alex Morgan no es mera palabrería, lo ha demostrado en los terrenos de juegos y en las pasarelas. La futbolista estadounidense ha hecho sus pinitos en el mundo de la moda cuando en 2012 protagonizó una sesión fotográfica de MILLONES DE FANS. Tiene página web propia y su cuenta de twitter suma ya más de un millón de ‘followers’ (seguidores) por todo el mundo. ‘Body Paint’ (cuerpo pintado) con la prestigiosa revista ‘Sport Illustrated’. Entonces lució su escultural cuerpo con una pintura que simulaba un bikini. Femenina y coqueta, en la pasada semana de la moda de Nueva York no dudó en desvelar alguno de sus secretos de belleza: “Puedo prescindir de cualquier tipo de maquillaje, pero no puedo pasar sin la máscara de pestañas”. Su glamour ha traspasado fronteras y se ha conver tido en una de las depor tistas más atractivas del planeta. Sus fans se suman por miles y su cuenta de twitter, su nombre unido a un número, el 13, el que le trae buena suerte (@alexmorgan13), tiene casi 1.300.000 followers. Porque las niñas de todo el mundo ya no quieren ser como Beckham, como rezaba aquella famosa película. Las niñas ahora quieren ser como Alex Morgan. EN ‘SPORT ILLUSTRATED’. Alex Morgan protagonizó una sesión fotográfica para la popular revista de deportes ‘Sport Illustratred’. En la imagen, luciendo su atlético cuerpo pintado simulando un bikini. SALINAS 18 JULIO 19 Difícilmente será olvidado el fallo que tuvo en el Mundial de 1994, en los entonces malditos cuartos de final, ante Italia. Aún así, su trayectoria como goleador ha sido espectacular. EL FUTBOLISTA INCOMPRENDIDO 20 21 ANTE PAGLIUCA. En sus botas, España tuvo la oportunidad de liberarse de los entonces malditos cuartos de final, pero falló delante del portero italiano. ALFONSO HERRÁN / H ay jugadores marcados por una acción clamorosa. Determinante. En un momento en el que el planeta clavaba la vista en sus botas. Y el destino las llevó a una jugada desafortunada que a la postre cobró más eco que si hubiese salido bien. Es como la cara oculta del gol de Iniesta. La cruz de la leyenda. Y ahí surgen potentes Cardeñosa, con su no gol a Brasil en el Mundial de Argentina’78, el error de Zubizarreta ante Nigeria, el de Arconada ante Francia... Pero sobre casi todas ellas, el gol que falló Julio Salinas ante Italia en el Mundial de Estados Unidos de 1994. España sólo había superado una vez los cuartos de final en toda su historia en los Mundiales. Era como una maldición que se repetía cíclicamente. Así que se supone que el tormento rondaba la cabeza de todos aquel 9 de julio de 1994 en el Foxboro de Boston, cuando La Roja se medía con Italia. Los ‘azzurri’ se adelantaron con gol de Dino Baggio, aunque Caminero igualó a los 14 minutos del segundo tiempo. Aquel equipo que entrenaba Javier Clemente había superado tranquilamente la primera fase. Con el tiempo, su fallo parece la cara oculta del gol de Iniesta ante Holanda, en la final del Mundial de Sudáfrica Acabó segundo de grupo detrás de Alemania, con un triunfo y dos empates. Luego, en octavos, la que entonces se conocía como la ‘Furia Roja’ barrió a Suiza (3-0) y se plantó en cuartos, donde le esperaba una selección de Italia muy irregular, que apenas había podido superar la primera fase por diferencia de goles y que sufrió en octavos para vencer a Nigeria, con remontada y en la prórroga (2-1). Faltaban cinco minutos para acabar el partido. Fernando Hierro filtró un gran pase desde la cueva defensiva a Julio Salinas, que superó por piernas a los centrales y se plantó solo delante de Pagliuca. Las semifinales estaban en sus botas. Dudó, quedó mal perfilado y la dio mal y suave con la derecha. El meta italiano la atrapó sin aparente dificultad y recuperó el crédito tras la sangrante derrota ante Irlanda con una actuación deficiente. Para coronar el desmadre, Tassotti dio un codazo a Luis Enrique, que le dejó sangrando, y redobló la pincelada cómico-histórica. Roberto Baggio no hizo de Salinas y cer tificó el 2-1 a tres minutos del final. Momento para la posteridad, al punto que ha inspirado un extraordinario cor tometraje de Manuel Martínez Soler llamado ‘¡Julio, pícala!’. En él, el protagonista de la historia muere de un paro cardíaco al ver por televisión cómo Salinas remataba al cuerpo de Pagliuca, aunque todos los días 9 de julio se reencarnaba provocan- MARCADO A SU PESAR. Aquel 9 de julio de 1994, Julio Salinas, que colabora en medios de comunicación tras colgar las botas, dejó a un país boquiabierto. do que el aparato vuelva a encenderse al grito de “¡Julio, pícala!”. Y así quedó para la posteridad Julito Salinas, un tipo con sentido del humor y polivalencia cuando ha dejado el fútbol que jamás sepultará el momento que dejó con la boca abierta a todo un país. De momento, sus derroteros no van por el banquillo, como su hermano Patxi, un central bastante ducho con la pelota, actual técnico del Sant Andreu. Así de cruel es el fútbol. A Julio se le caricaturizó como el ‘piernas’ o ‘Julito’ en plan despreciativo. Da sensación de que a él todo le resbala y no ha tenido problema en cultivar y refugiarse en su faceta más gamberra junto al micrófono en retransmisiones deportivas, especialmente con el desaparecido Andrés Montes. Nadie olvida cómo ‘El Negro’ Montes en medio de un torbellino de jugadas, motes y gimoteos gritaba a los cuatro vientos: “Dime algo Salinas”. Otra frase para la posteridad del maestro. Salinas fue indiscutible para Clemente en la Selección, y, ya se sabe, en los tiempos que corren, de pasión por el buen fútbol, un jugador con el car tel de ‘clementista radical’ no está bien visto. ‘El Rubio de Barakaldo’ le citaba incluso cuando el delantero era suplente en el Dépor y el Barça. Su fallo inspiró ‘¡Julio, pícala!’, un cortometraje en el que el protagonista moría de un paro cardíaco viendo aquella jugada 22 23 UN ESTUPENDO GOLEADOR. Julio Salinas ha militado, en Primera, en el Athletic (4 temporadas), Atlético de Madrid (2), Barcelona (6), Deportivo (1), Sporting de Gijón (2) y Alavés (2); en todos ellos disputó un total de 417 partidos de Liga y marcó 152 goles. Pero no sólo de fallos se construye su biografía. También tuvo aciertos para la posteridad, como el gol en el 3’ de la final de la Recopa que el Barcelona ganó en Suiza (2-0), en 1989, ante la Sampdoria. Y participó en la final de la Copa de Europa de Wembley, en 1992, la del famoso tanto de Koeman, también a la Sampdoria. Su aire tosco, la forma de enredarse muchas veces con el balón cuando viajaba por el área o camino de ella, le recordarán como un futbolista poco estético, pero tremendamente oportunista. ¿O es que se le pueden regalar a un futbolista indigno para la élite años en dos de los grandes del fútbol mundial, Barça y Atlético, y un sinfín de internacionalidades en los principales escaparates? Jugó durante 17 temporadas en Primera División, defendiendo la camiseta de seis equipos distintos, aunque fue en el Athletic y, especialmente, en el Barça donde consiguió los mayores éxitos depor tivos y reconocimiento profesional. Nacido en Bilbao el 11 de septiembre de 1962, empezó a dar patadas al balón en el Lezama Athletic, en 1974, y a los 11 años se integró en el equipo infantil del club rojiblanco. De ahí pasó Era un jugador tosco, que parecía enredarse con el balón en sus pies, pero resultaba ser un delantero muy oportunista UNOS NÚMEROS ENVIDIABLES. El Alavés fue su último equipo, al que llegó en 1998 procedente del Yokohama Marinos japonés entrenado por Xabier Azkargorta. Julio Salinas colgó las botas con el nuevo siglo, con 38 años. JUGADOR DE CLEMENTE. ‘El Rubio de Barakaldo’ siempre contó con Julio Salinas en su etapa de seleccionador, incluso cuando el delantero no jugaba asiduamente. al cuadro juvenil en 1978, con el que jugó la final de la Copa del Rey de 1981. En 1984 fue incorporado al primer equipo del Athletic. Logró engancharse a los últimos títulos en San Mamés, aún muy joven, con los míticos Zubizarreta, Goikoetxea, Dani, Argote… Se proclamó dos veces campeón de Liga y una vez de Copa. El presidente del Athletic, Pedro Aurtenetxe, quería contar con él, pero le llamaba el dinero del Calderón y fue traspasado. Era un delantero centro puro, nada de meterle a zonas del extrarradio de la portería. Marcó un total de 152 goles en la Liga. Su mejor registró fueron los veinte tantos anotados en su primera temporada en el Barcelona, en la campaña 88-89. Eso sí, nunca pudo alcanzar el pichichi. Al Barcelona se fue por 50 millones de traspaso, una operación bendecida por Jesús Gil. El Camp Nou había paladeado a Cruyff y Maradona y torcía el gesto ante un jugador al que ya en la presentación le pidieron dar los clásicos toques al balón y era incapaz de estar un minuto con las filigranas. ¿Qué pintaba Cruyff con un jugador con tan poco talento? Pero acabó encajando y formando parte del ‘Dream Team’. “Los culés estaban desanimados. Y llegamos doce jóvenes ilusionados con experiencia y títulos, con los que fue fácil cambiar una dinámica que no habíamos vivido”, remarca Julio. “Lo más importante es que éramos buenas personas”, apunta. “Había espíritu de equipo y compromiso con el club. Se sumaron canteranos excelentes, Amor, Milla, Guardiola, ‘Chapi’ Ferrer, Sergi… Y extranjeros que se adaptaron rápido, o que adaptamos rápido, como cuando llegó Stoichkov y Bakero 24 25 GRAN TRAYECTORIA. Compartió vestuario con su hermano Patxi en el Athletic. Colaboró en la primera Copa de Europa del Barcelona en 1992, en Wembley, ante la Sampdoria. se lo hizo suyo. No había egos, envidias.Todas las piezas encajaron”, rememora. El resultado fue la primera Champions (entonces Copa de Europa) del club. También cuatro Ligas seguidas. Salinas relata su curiosa primera experiencia con el entonces presidente culé, Josep Lluís Núñez: “Entramos en su despacho, estaba Gaspar t. Me dijo fue: ‘Que sepas que aquí nadie te quiere, sólo Cruyff. Estás en contra de la voluntad de todos’. En el Atlético me colgaron el cartel de revolucionario y en el Barça acababan de vivir lo del Hesperia. ‘Se va el Che Guevara, Víctor Muñoz, y llegas tú’, me dijo Núñez”. Después de jugar en el Barcelona pasó al Deportivo, con el que consiguió un subcampeonato de Liga y una Copa del Rey. Y de ahí, al Sporting, por 75 millones de pesetas al año y una cláusula de rescisión de 1.000 kilos. El bilbaíno revolucionó recientemente ‘twitter’ con críticas severas a la entidad gijonesa: “Quiero mucho al Spor ting [...], por eso espero que se gestione bien y se acabe con la corrupción y amiguismos”. El exfutbolista llegó al club gijonés en el verano de 1995, cuando José Fernández era su presidente. Causó baja en noviembre de 1996, para incorporarse al fútbol japonés (Yokohama Marinos), ya que Benito Floro prefería otro tipo de futbolista. Salinas abandonó el fútbol español como el jugador en activo que más goles había conseguido en Primera: 140 en cerca de 400 partidos de Liga. Unos números que, con Cristiano y Messi ahora haciendo diabluras, pueden sonar a poca cosa, pero que en aquella época eran de récord. Por motivos empresariales, Salinas suele acudir a Gijón con alguna frecuencia. Antes de retirarse prestó servicios al Alavés, durante dos años, antes de colgar las botas en 2000. Ahora que los focos en lo alto del césped se han apagado para él, prenden los de los platós. Empezó haciendo pinitos cuando todavía era futbolista del Barça, en 1993: debutó como presentador en Fantàstic, un espacio de actualidad futbolística, que se emitía en el circuito catalán de La2, y en el que compartía la conducción con otros tres excompañeros: Alexanko, Eusebio y Guardiola. Esta incursión televisiva le fue recriminada por su entonces técnico, Johan Cruyff, que amenazó con apar tarlo del equipo si no abandonaba el programa. Tras retirarse, se puso delante del micrófono como comentarista depor tivo. Primero en TVE y luego en La Sexta. También colaboró como columnista en diversas publicaciones. En 2009 participó en el concurso ‘¡Mira quién baila!’ e hizo un cameo en la serie televisiva ‘Pelotas’. También aprovechó su cabellera para promocionar una firma de implantes capilares. Hasta presentó, en 2010, el reality ‘Operación Momotombo’, en Antena 3. Programas en los que se ríe de todo y con todos. Tal vez si le pasan su famoso fallo de Boston acabe desternillándose. EN LOS MEDIOS. Con el desaparecido Andrés Montes, Julio Salinas comentaba los partidos de Primera en La Sexta con Jorge Valdano y Kiko, hoy en La SER. EN TRES MUNDIALES. Julio Salinas estuvo en México, Italia, y EE.UU. Fue 56 veces internacional y marcó 21 goles. 26 27 PURO TALENTO TRUNCADO POR LAS LESIONES PROSINECKI Al evocar el nombre de este exfutbolista croata, la primera idea que a uno le viene a la mente es la del prototipo de jugador fracasado. Su fichaje por el Real Madrid levantó una expectación de magnitudes grandilocuentes, únicamente igualadas con la polvareda generada tras su fiasco. Exjugador de, entre otros, Oviedo, Barcelona y Sevilla, pocos recuerdan sus brillantes inicios en el Estrella Roja y con la selección yugoslava. Como tantos otros talentosos deportistas de los Balcanes, las guerras yugoslavas de los 90 marcaron de manera inevitable su trayectoria deportiva. MANUEL DE LA TORRE / L a dimisión de Robert Prosinecki (nacido en 1969 en la localidad alemana de Schwenningen –antigua RFA– e hijo de padre croata y madre serbia) a principios del mes de noviembre como técnico del Kayserispor turco y la posterior renuncia del club turco a aceptarla, han vuelto a poner de actualidad la figura de este exfutbolista croata, que fue jugador de, entre otros, Real Madrid y Barcelona en la década de los 90. Su fichaje por el club blanco en el verano de 1991 levantó una tremenda expectación. Se trataba de un centrocampista de gran calidad técnica, con un buen manejo de la pelota, llamado a reinar en el panorama futbolístico de la época. Sin embargo, su propensión a acumular lesiones acabó marcando su carrera. Desde entonces, y debido al revuelo originado tras su fiasco, su nombre se ha convertido en un referente a la hora de ilustrar aquellos traspasos mediáticos y fallidos de jugadores acontecidos en los últimos años. Es por ello que, nada más conocerse los problemas de espalda de Gareth Bale al poco de aterrizar en Madrid, fueron muchas las voces que comenzaron a vincular el futuro del extre- 28 mo galés con la fatal trayectoria de Prosinecki. No obstante, las actuaciones del atacante en los últimos encuentros han acallado estas poco halagadoras comparaciones. Pese a no tratarse de un futbolista muy lejano en el tiempo y haber gozado de una notable relevancia, la mayoría de los aficionados más jóvenes no supieron de la existencia de Robert Prosinecki hasta que en 2006, ya retirado, una marca automovilística utilizó su imagen para promocionar una de sus furgonetas. En dicho anuncio, el ya exfutbolista aparecía junto a un muñeco -el célebre Prosikito- que hacía gala, a través del humor y la ironía, de su debilidad física y sus muy criticadas aficiones al tabaco o a las salidas nocturnas. Sin embargo, esta percepción no hace justicia a la calidad que atesoraba este centrocampista diestro, quien parecía llevar el balón cosido al pie y que dejó para el recuerdo una serie de quiebros de una técnica exquisita. En Croacia aún es considerado por muchos como el jugador de mayor talento que jamás haya vestido la camiseta ajedrezada. Elástica que, entre otros, han portado Davor Suker, Robert Jarni, Zvonimir Boban, Ivica Olic, Mario Mandzukic o Luka Modric. Con ese car tel aterrizó en la antigua Ciudad Depor tiva del Real Madrid, donde no consiguió estar a la altura de las prestaciones que demostró durante los primeros años de su carrera. Como bien recordarán los espectadores más veteranos del Santiago Bernabéu, las lesiones aparecen Ya retirado, promocionó una marca de furgonetas junto con un muñeco, diseñado a su imagen, llamado Prosikito 29 como una constante a la hora de argumentar el fracaso cosechado durante sus tres temporadas de blanco entre los veranos de 1991 y 1994. Tras su paso por Chamartín, y pese a una ilusionante temporada cedido en el Real Oviedo antes de recalar en el Barcelona, nunca consiguió volver a ofrecer el nivel con el que maravilló, emocionó y encandiló al planeta fútbol con el Estrella Roja de Belgrado y CAMPEÓN DE EUROPA. Prosinecki brilló con el Estrella Roja de Belgrado, con el que se proclamó campeón de Europa en 1991 al ganar al OM. la selección de Yugoslavia a finales de la década de los 80 y primeros meses de los años 90. Tras un último paso por el Sevilla concluyó su andadura por el fútbol español, poniendo rumbo a Croacia para enrolarse en las filas del Dinamo de Zagreb (club en el que se crió antes de firmar por el Estrella Roja). En el 2000 volvería a abandonar los Balcanes para jugar en el Standard de Lieja. Des- de Bélgica marchó al Portsmouth inglés y posteriormente al Olimpija Ljubljana esloveno, permaneciendo en cada uno de estos tres últimos destinos un único curso. Finalmente, ya de regreso en su país y como jugador del NK Zagreb, el otro equipo de la capital croata, colgó las botas al término de la temporada 2003-04. Este breve repaso por su trayectoria viene a refutar las tesis GENERACIÓN SOBERBIA. Prosinecki coincidió en aquel Estrella Roja con talentos como Belodedici, Jugovic, Mihajlovic, Savicevic o Pancev. de quienes le definen y recuerdan como un paradigma de jugador cuyos problemas físicos y vida al margen del depor te, gustos por los cigarrillos y mundo de la noche incluidos, impidieron que alcanzase la cúspide futbolística. No obstante, y pese a que su carrera así lo certifica, existe un elemento que a la gran mayoría del público le ha pasado inadvertido: la cruenta guerra que asoló y aca- bó con la antigua República de Yugoslavia en la década de los 90. En el caso de Prosinecki, fue la Guerra Croata de Independencia (1991-1995) el conflicto que le afectó de lleno. Había hecho las maletas con destino Madrid al poco de estallar la acción armada. “La viví a distancia. Me había marchado al Real Madrid, era joven, no tenía más que 21 o 22 años, y estaba lejos de los míos. Era difícil hablar a las personas que tenía a mi alrededor sin saber español y en aquel vestuario estaba rodeado de gente que no tenía ni idea de lo que estaba ocurriendo en mi tierra”, rememoraba el excentrocampista al ser preguntado en una entrevista concedida a la página web de la FIFA el año pasado. “Puede imaginarse en qué estado iba yo a entrenarme o disputar los partidos sabiendo que mi país estaba en guerra. Trataba de repetirme que era un profesional, que Zagreb no se estaba viendo demasiado afectada y que mi familia estaba menos amenazada. Pero era verdaderamente difícil”. Si bien es cier to que la presión de jugar en uno de los clubes más laureados le sobrepasó, el estar alejado de su país en momentos en los que éste era noticia a nivel mundial por el impacto que generaban las atrocidades que diariamente allí se producían, puede suponerse como una posible causa que ayude a esclarecer el origen de las continúas lesiones que padeció y que trajeron de cabeza al departamento médico merengue durante su etapa en el Bernabéu. No obstante, y pese a que se trata de una mera hipótesis sin fundamento científico alguno, dicha Argumenta que la Guerra de Independencia de Croacia le afectó sobremanera: quizá fuera causa de sus lesiones 30 circunstancia sirve para ilustrar la barbarie de los conflictos bélicos, y cómo estos afectan por igual al conjunto de su población, tanto a los ciudadanos que viven el día a día de la guerra junto a la puerta de sus casas como a los que siguen su evolución a miles de kilómetros. Depor tivamente hablando, esta guerra supuso la fragmentación de un grupo de futbolistas de gran talento, llamados a hacer historia defendiendo los colores de la selección yugoslva. Igual que ocurrió en el baloncesto con la generación de los Petrovic, Kukoc, Divac o Radja (el documental ‘Hermanos y enemigos’ expone magníficamente esta situación), en el caso del fútbol, la Yugoslavia unificada contaba con una potente y vistosa selección llamada a dominar el panorama en la década de los 90. “No nos queríamos meter en política ni hablábamos en el vestuario de los problemas entre serbios, croatas, eslovenos… Pero la situación estaba enrarecida”, comentó años después en ‘El País’ sobre la situación en el equipo nacional durante el Mundial de Italia 1990, última gran cita de la República Federal Socialista antes de su paulatina disgregación. Tres años antes, en 1987, se celebró en Chile el Mundial de la categoría Sub-20, que supuso el aterrizaje en la élite futbolística de, entre otros, Davor Suker, Pedrag Mijatovic, Zvonimir Boban, Igor Stimac, Robert Jarni y el propio Rober t Prosinecki. El torneo concluyó con la victoria de Yugoslavia, lograda en la tanda de penaltis ante la Alemania Federal El Mundial Sub-20 ganado por Yugoslavia supuso el gran escaparate para él, Boban, Suker, Mijatovic, Jarni... 31 (RFA). Aquella selección, dirigida por Mirko Josic, acabó invicta el campeonato y maravilló con la tecnicidad y vistosidad de su fútbol. “El mundo se enteró de que había una gran generación en Yugoslavia. Entonces nadie hablaba de nacionalismos”, relataba Mijatovic en el reportaje de ‘El País’ anteriormente mencionado. El premio al mejor futbolista (Balón de Oro) recayó en Prosinecki, al UN FICHAJE MEDIÁTICO. Mendoza desembolsó una millonada por Prosinecki en el verano de 1991, tras proclamarse campeón de Europa. que se hacía alusión como a “un nuevo genio” llamado a abanderar el mundo del balompié en años venideros. Aquel mismo grupo logró el subcampeonato en el Europeo Sub-21 de 1990 tras caer ante la URSS en la final a doble partido. Sin embargo, en el momento en que se encontraban destinados a hacer historia, a escasas dos semanas de que diese comien- zo la Eurocopa del 92 en Suecia, Joseph Blatter, secretario general de la FIFA, comunicó la prohibición de competir a Yugoslavia. “Éramos uno de los favoritos, pero no nos dejaron jugar. Invitaron a Dinamarca y ganó”, recuerda Prosinecki respecto a la controvertida decisión. A partir de ese momento ya no volvieron a competir bajo la misma bandera croatas, serbios o bosnios. La talentosa generación UN LÍDER DE 22 AÑOS. Galardonado con el Trofeo Bravo, Prosinecki era el líder que pensaba el Madrid, que veía como el Barcelona de Cruyff crecía. que se descubrió en Chile cinco años antes se fragmentó. Durante este período, Prosinecki demostró en el Estrella Roja el talento que atesoraba. Su consolidación se produjo a lo largo de la temporada 1990-91, en la que fue distinguido con el prestigioso Trofeo Bravo, galardón que se concede anualmente al mejor futbolista europeo menor de 21 años. Aquel mismo curso, el club de la capital yugoslava consiguió una de las mayores proezas que se recuerdan en la Copa de Europa –actual Liga de Campeones– al conseguir la ‘Orejona’ con un plantel exclusivamente formado por jugadores procedentes de Europa del Este. La gran mayoría de las crónicas de la época no dudaron en señalar a Prosinecki, pese a sus 22 años, como el líder del centro del campo de aquel mítico conjunto. “Era una gran generación, había buen ambiente. Fue el mejor equipo que nunca hubo allí. Ganar la Copa de Europa fue un sueño”, relató a este mismo diario en 2011. Lógicamente, las actuaciones de muchos de sus jugadores más destacados no pasaron desapercibidas entre los grandes clubes del fútbol europeo. “Aquello nos abrió las puertas del extranjero”, expuso el croata en FIFA.com. Finalmente, fue el Real Madrid quien logró hacerse con los servicios del prodigio croata, tras una dura negociación a tres bandas con la federación yugoslava y la UEFA para conseguir el tránsfer. Ramón Mendoza volcó sus esperanzas en el balcánico, con el objetivo de que se convirtiera en el líder de un equipo que ya comenzaba a vislumbrar la decadencia de la Quinta del Buitre y que veía cómo el Barcelona de Cruyff iniciaba su camino hacia el estrellato continental. Sin embargo, una serie de lesiones de carácter muscular, la mayoría de origen desconocido e inexplicable para los fisioterapeutas y doctores del club de Concha Espina, hicieron que pasase prácticamente en blanco su primera temporada en España. Aunque su participación El Estrella Roja campeón de Europa en 1991 estaba formado sólo por jugadores de Europa del Este 32 aumentó en los dos siguientes cursos, no consiguió adaptarse al club y ofrecer el rendimiento que los dirigentes, técnicos y aficionados esperaban de él. Por si esto no fuera poco, Prosinecki no optó por seguir un modo de comportamiento y disciplina ejemplares. Su afición al tabaco y su inexistente empeño por ocultarlo amplificaban aún más el hartazgo hacia un jugador que ya acumulaba un buen número de apodos que no le dejaban muy bien parado. Entre ellos, destaca el de Lesionecki como uno de los más célebres. Sobre este gusto por el tabaquismo, el cual generó una gran controversia en su día, hay que resaltar en su favor que meses antes de firmar por el Madrid ya había manifestado públicamente su predilección por los cigarrillos. “Sé que fumar no es bueno para un deportista, pero me relaja. Es el único vicio que tengo. Además, nadie vive cien años”, comentó durante la primavera de 1991. De hecho, ya retirado ha llegado manifestar que él, al contrario que otros compañeros hacían para no salir mal parados de cara a la opinión pública, nunca quiso esconderse. “Había muchos jugadores que fumaban y se escondían, yo no. Aún sigo fumando”, manifestó a este diario. Pitillos y lesiones al margen, en el verano de 1994 recaló en calidad de cedido en el Real Oviedo. En el césped del Tartiere y con Radomir Antic come técnico, su gran valedor en España y quien ya le había dirigido en su primer curso en el Real Madrid, pareció recuperar las condiciones y el toque característico de aquel centrocam- En 1994 recaló como cedido en el Oviedo, entrenado por su gran valedor Antic, y empezó a brillar: fue fichado por el Barça 33 en la semifinal ante Francia, impidieron al conjunto dirigido por Miroslav Blazevic disputar la final de un torneo que concluyó en tercera posición al imponerse a Holanda en el partido por el tercer y cuarto puesto. La gesta croata de alguna manera significó una suerte de liberación para Prosinecki, que si bien es cierto no alcanzó un brillante rendimiento y perdió su condición de titular en las eliminatorias, consiguió dos goles que le permitieron ingresar por la puerta grande en los libros de historia al ser el único jugador que ha marcado con dos selecciones diferentes (disputó y celebró un tanto con Yugoslavia en Italia’90) en la Copa del Mundo de la FIFA. “Fue nuestra particular revancha con el fútbol, con la historia y con nuestras carreras. Fuimos el primer gran equipo de la exYugoslavia. Competíamos por devolver la alegría y la ilusión a nuestra gente. Éramos un país nuevo y queríamos que se nos conociera y se nos valorara, competir con dignidad”. Así relató Robert Prosinecki lo sucedido hace ya más de quince años. Como entrenador. pista que había maravillado durante sus primeros pasos. Al concluir la temporada firmaba por el otro grande del fútbol nacional: el Barcelona. No obstante, como le ocurrió al aterrizar en la capital de España, el club de la Ciudad Condal atravesaba momentos convulsos, multiplicados por los últimos coletazos del ‘Cruyffismo’. La dura competencia entre los extranjeros, en aquella época únicamente CANSÓ A TODOS. Sus continuas lesiones anularon las enormes expectativas que se había depositado en él; se le llegó a apodar ‘Lesionecki’. podían coincidir simultáneamente tres foráneos en el once, no permitió al croata conseguir la regularidad necesaria para demostrar su nivel. Así, tras temporada y media en el Camp Nou, fichó por el Sevilla en el mercado invernal de la Liga 1996-97. Su paso, sin pena ni gloria, por el conjunto sevillista supuso su despedida del fútbol español en el estío de 1997 tras conseguir con el Madrid la Copa del Rey y la Supercopa de España de 1993 y la Supercopa española de 1996 con el Barcelona. Regresó a Croacia, al Dinamo de Zagreb, para dar comienzo a un periplo que le llevó por otras tres diferentes ligas europeas, antes de dar por concluida su carrera, en 2004, en el NK Zagreb. Si bien no consiguió encaminar su trayectoria a nivel de clubes, durante el Mundial de Francia 98, el centro- LESIONES SIN EXPLICACIÓN. El cuerpo médico del Madrid no encontraba una causa concreta a las repetidas lesiones musculares del jugador. campista, en compañía de varios de sus antiguos compañeros en la selección de Yugoslavia (Suker, Jarni o Stimac), estuvo a punto de lograr una de las mayores hazañas en la historia del fútbol. Aquella selección maravilló en la primera gran cita internacional de Croacia una vez lograda su independencia. Tan sólo dos goles de Thuram, que significaron la remontada al tanto inicial de Suker, Al colgar las botas, ‘El genio rubio’ (apodo que se ganó durante sus primeros años como futbolista) continuó ligado al deporte rey como entrenador. Primero como ayudante del seleccionador de su país, Slaven Bilic, entre 2007 y 2010, hasta que en diciembre de 2010 se convirtió en el primer técnico del Estrella Roja, el club con el que consiguió levantar la Copa de Europa en 1991. Su nombramiento levantó una expectación Con sus dos goles con Croacia en Francia’98, es el único en marcar en mundiales con dos selecciones distintas 34 35 UNA TRAYECTORIA DEMASIADO IRREGULAR. Después de jugar en el Real Madrid, Prosinecki militó en el Oviedo, Barcelona y Sevilla. que trascendió los límites del deporte, al convertirse en el primer entrenador croata en dirigir a un equipo serbio tras la guerra en la antigua Yugoslavia. “Las cosas han mejorado. Croacia sigue siendo mi país, pero yo vivo y soy feliz en Serbia, lo cual era imposible imaginar hace diez años. El tiempo y el deporte pueden cambiar muchas cosas. En Belgrado me siento como en mi casa”, manifestó cuando aún se encontraba al frente del club de la capital serbia. En agosto de 2012, y tras haber disputado un único encuentro de liga, decidió presentar su dimisión. Transcurridos unos meses comenzó la, que hasta la fecha, es su última aventura: dirigir al Kayserispor, ubicado en la ciudad turca de Kaiseri, en el centro de la península de Anatolia. Pese a haber presentado su dimisión a comienzos de este mes de noviembre por la mala racha de resultados que atraviesa, días más tarde la dirección del club reprobó su decisión y decidió darle un voto de confianza en pos de revertir la situación. A falta de conocer qué puede ofrecer y aportar Robert Prosinecki sentado en un banquillo, sí se puede afirmar que su trayectoria en el terreno de juego será recordada por aquello que pudo ser y no fue. Un jugador sublime durante su juventud que permanecerá en el imaginario colectivo como un proyecto de futbolista llamado a moverse entre los focos de la glo- Al ponerse al frente del Estrella Roja, se convirtió en el primer entrenador croata en dirigir a un equipo serbio tras la Guerra SIEMPRE EN LOS FOCOS. Ya sea fuera (abajo, a la izquierda, el muñeco Prosikito), como dentro del campo siempre ha dado qué hablar. Ahora, también como entrenador. ria, destinado a comerse el mundo y a acaparar por tadas en la prensa; pero que las circunstancias históricas (en forma de una brutal guerra), su debilidad física, propensión a acumular lesiones y vivencias al margen de lo estrictamente deportivo depararon una carrera terrenal, marcada por feroces críticas, continuos desdenes y chascarrillos varios. Sin embargo, aquellos que pre- REVANCHA EN FRANCIA. La selección de Croacia se estrenó en el Mundial de 1998 y realizó un papel soberbio, alcanzando una meritoria tercera plaza. fieran quedarse con el recuerdo de aquel chaval del Estrella Roja y de la selección yugoslava, siempre podrán recurrir a la descripción que de él realizó un tal Arrigo Sacchi: “En su juego se expresa con toda exactitud lo que es el talento natural, esa inexplicable sencillez para realizar las cosas más difíciles. Juega al fútbol con la misma facilidad con que Mozart componía”. 36 SERGEY BUBKA PÉRTIGA Hace unos días cumplió 50 años. Le contemplan 35 récords mundiales y el hecho de ser el primer ser humano que superó los seis metros en salto con pértiga. Una proeza histórica que ya le ha colocado no en la historia del atletismo, sino en la leyenda de cualquier deporte. 37 EL ZAR INMORTAL DE ÁNGEL CRUZ / C UNA ESTATUA. Sergey tiene una estatua en Donetsk, en cuya región nació el 4 de diciembre de 1963. on esta pér tiga saltarás seis metros… o te matarás”, le dijo a Sergey Bubka un ingeniero de la fábrica de pértigas nor teamericana Pacer. El joven ucraniano, entonces soviético, había pedido una garrocha más dura, con mayor capacidad de impulso hacia arriba. Muy difícil de doblar… y difícil de controlar en su brusca respuesta hacia los cielos. Una catapulta. Pero una catapulta capaz de llevarle hacia las estrellas. Utilizó esa marca de pértigas hasta 1987, cuando cambió a Spirit, también estadounidense, y luego a Nordic, sueca. Solía saltar con una pértiga de 5,20 metros de longitud. La diferencia con sus récords la salvaba a base de fuerza en los brazos, velocidad extrema y de técnica exquisita. “Mis pértigas son tan duras que cualquier otro atleta del mundo se mataría con ellas”, dijo en su momento El Zar. Sergey saltó seis metros, muchas veces. Y no se mató, evidentemente. Es el mejor per tiguista de todos los tiempos. El 4 de diciembre cumplió 50 años de edad. Ahora es vicepresidente de la Federación Internacional de Atletismo, miembro del Comité Olímpico Internacional y fue candidato derrotado a presidirlo. Y sigue siendo una leyenda del deporte. Sergey se dio a conocer internacionalmente cuando tenía 19 años al proclamarse campeón del mundo en Helsinki 1983, en la edición inaugural de los Mundiales. Su nombre no fue impreso en grandes titulares, porque por allí estaban Carl Lewis, Edwin Moses, Steve Cram, Robert de Castella, Marlies Göhr, Grete Waitz, Marita Koch, Jarmila Kratochvilova, Mary Decker… 38 39 CON LA EXTINTA URSS. Sergey Bubka compitió en primer lugar como deportista de la Unión Soviética. Luego lo hizo como atleta independiente en los Juegos de Barcelona y posteriormente como ucraniano. UN ATLETA SUPERIOR. Aunque a lo largo de su carrera sufrió algunas dolorosas derrotas, Sergey Bubka se mostró siempre como un atleta muy superior a sus rivales. Bubka era un chiquillo que había tenido un buen día, se pensó. Y era cierto, pero es que iba a tener muchos otros buenos días, hasta convertirse en una estrella. Es El Zar de la Pértiga. De hecho, ganó los siguientes cinco Campeonatos Mundiales, algo que nadie ha conseguido jamás, y que probablemente nunca conseguirá nadie en la misma especialidad. Y también tuvo algunas tardes o noches tristes, porque ni siquiera los mitos triunfan siempre… Sergey nació para saltar con la pértiga y ya con once años se elevó por encima de 2,70 metros y con dieciséis rompió la barrera de los cinco. Pero nadie pensaba entonces lo que iba a ser capaz de hacer en el futuro, porque en los Europeos Júniors de 1981 terminó sólo sexto. Nada relevante. Pero las cosas comenzaron a acelerarse… Igor Ter-Ovanessian, armenio y responsable de saltos en el equipo soviético, hizo gala de buen ojo en 1983: “Sergey será campeón del mundo este año y el próximo batirá el récord mundial”. Lo declaró a la revista ‘Sovietsky Sport’. El periodista al que hizo esta contundente declaración ni siquiera conocía a Bubka. TerOvanessian, conocido como El Príncipe Igor, por su extraordinaria elegancia en el salto, era una voz autorizada, no sólo por su cargo en el organigrama de la URSS, sino porque había sido plusmarquista mundial de salto de longitud: 8,35 en 1967, en la Semana Preolímpica de México. Una marca que iba a batir en la misma pista, un año después, otro mito del atletismo llamado Bob Beamon (8,90 metros), el Saltador Cósmico. Ter-Ovanessian supo ver que el diamante en bruto que era Sergey iba a brillar como ningún otro lo había hecho en la pértiga. En los Campeonatos de la URSS de EL HOMBRE DE HIELO. Sergey tenía una frialdad extrema a la hora de competir. Con su sola presencia en la pista intimidaba a sus rivales. 40 41 SEIS TÍTULOS MUNDIALES. Cinco dedos extendidos en su mano izquierda y uno más en su mano derecha. Seis títulos mundiales consecutivos. Nadie ha conseguido jamás una secuencia de medallas de oro en la alta competición. aquel 1983 no fue relevante, pero Igor le seleccionó. Supo ver que tenía ante sí a una joya. Pues bien, El Príncipe Igor acertó la quiniela: Sergei Bubka fue campeón mundial, como había pronosticado, y al año siguiente batió el récord mundial, como había anunciado. Pero no una vez, sino siete: tres en pista cubierta y cuatro al aire libre. Ese 1984, el año de sus plusmarcas iniciales, no pudo competir en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles, porque la Unión So- Ter-Ovanessian le seleccionó para los Mundiales cuando tenía sólo 19 años: “Será campeón mundial” EL PRIMER SEIS METROS. Bubka fue el primero en superar la barrera de los seis metros en pértiga, una medida colosal que aún hoy es inaccesible para la mayoría. viética y sus países satélites decidieron no competir en la ciudad californiana. Era la respuesta del bloque comunista al boicot de los Estados Unidos, y de otros países de su esfera de influencia, a Moscú 1980 por la inter vención militar de la URSS en Afganistán. Sergey perdió una medalla de oro prácticamente segura. Para escalar a lo más alto de un podio olímpico el ucraniano tuvo que esperar a los Juegos de Seúl 1988. Pero su historia con los Juegos es la de un amor no correspondido. En Los Ángeles 1984, la política impidió su presencia en la ciudad californiana; en Seúl venció, pero en Barcelona 1992 fracasó estrepitosamente y en Atlanta 1996 ni siquiera pudo competir, lesionado en la capital de Georgia en los tendones de Aquiles. Cuatro medallas de oro que se quedaron en una. Pudo haber igualado en títulos consecutivos en una misma prueba a Alfred Oerter, campeón en disco entre Melbourne 1956 y México 1968, y a Carl Lewis, vencedor en longitud entre Los Ángeles 1984 y Atlanta 1996. Pudieron ser cuatro, pero se quedó en una. Y es que hasta los grandes atletas fallan en ocasiones. A Sergey se le escaparon las medallas de oro por la política (Los Ángeles 1984 y el boicot soviético), sus propios errores (Barcelona 1992) y los problemas físicos (Atlanta 1996). En el primer caso, ninguna responsabilidad o culpa. En el segundo, en el Estadio de Montjuïc de la Ciudad Condal, falló dos veces sobre 5,70 metros, en la altura inicial, absolutamente accesible para él, y luego derribó también 42 43 SUS RÉCORDS MUNDIALES AL AIRE LIBRE… Marca Lugar Fecha 5,85 Bratislava 26-05-1984 5,88 París 02-06-1984 5,90 Londres 13-07-1984 5,94 Roma 31-08-1984 6,00 París 13-07-1985 6,01 Moscú 08-07-1986 6,03 Praga 23-06-1987 6,05 Bratislava 09-06-1988 6,06 Niza 10-07-1988 6,07 Shizuoka 06-05-1991 6,08 Moscú 09-06-1991 6,09 Formia 08-07-1991 6,10 Malmoe 05-08-1991 6,11 Dijón 13-06-1992 6,12 Padua 30-08-1992 6,13 Tokio 19-09-1992 6,14 Sestriere 31-07-1994 ZAR Y ZARINA. Sergey posa con Yelena Isinbayeva, la reina de pértiga. …Y EN PISTA CUBIERTA en 5,75. Le echó al viento la culpa de su fracaso… pero también soplaba para los demás atletas. Javier García Chico se llevó la medalla de bronce en unos Juegos inolvidables. El año antes también le había superado García Chico en los Europeos de Split, ciudad ahora croata y entonces perteneciente a una Yugoslavia en la que ya sonaban tambores de guerra. Bubka sólo pudo alcanzar los 5,70 metros (tenía ese año 6,05 en pista cubierta y 5,95 al aire libre) y acabó sexto. Venció el también soviético Rodion Gataulin y Chico fue Tuvo mala fortuna en los Juegos: no pudo competir en 1984, ganó en 1988, fracasó en 1992 y se lesionó en 1996 EN LA PLAZA ROJA. Sergey posa en la Plaza Roja, ante la catedral de San Basilio. El nombre de Plaza Roja no atañe al comunismo soviético: quiere decir Plaza Bonita. quinto. Regresó a los Juegos Olímpicos. Sergey tampoco tuvo culpa en lesionarse en Atlanta 1996: “Ni siquiera me explico cómo podía caminar”. No llegó a competir en la capital de Georgia. En los Mundiales, su dominio ha sido, sin embargo, total y absoluto. Ha competido en seis ediciones, de 1983 a 1997, y ha ganado en todas ellas. Nadie ha subido a los cielos en ninguna otra prueba del atletismo con tanta insistencia y tanta brillantez. Venció por primera vez con 19 años y por última con 33. El campeón más joven de la historia, y también el más veterano. Esta última, en Atenas, le proporcionó una alegría especial y un reconocimiento como pocos atletas han tenido en la historia: su vuelta de honor a la pista fue interminable y gloriosa. Y además de triunfos competitivos, marcas espectaculares, tiene el récord mundial al aire libre en 6,14 metros, pero además posee las trece mejores marcas de la historia y ha saltado más de seis metros en 28 ocasiones. El que más se le aproxima en este aspecto es el ruso Maksin Tarasov, con seis marcas por encima de ese horizonte vertical. En pista cubierta, sus prestaciones son también espectaculares. Tiene la plusmarca en 6,15 (un centímetro más que al aire libre), ha saltado más de seis metros en dieciséis ocasiones y tiene las siete mejores prestaciones de la historia. No hay ningún atleta en la historia que exhiba esa superioridad en ninguna prueba del atletismo... salvo la rusa Yelena Isinbayeva, la Zarina, a la que asesoró durante un tiempo y con la que le une una gran amistad. Desde luego, los dos son los reyes de las alturas. Y de la pértiga. 5,81 Vilna 15-01-1984 5,82 Milán 01-02-1984 5,83 Inglewood 10-02-1984 5,87 Osaka 15-01-1986 5,92 Moscú 08-02-1986 5,94 Inglewood 21-02-1986 5,95 Nueva York 28-02-1986 5,96 Osaka 15-01-1987 5,97 Turín 17-03-1987 6,03 Osaka 11-02-1989 6,05 Donetsk 17-03-1990 6,08 Volgogrado 09-02-1991 6,10 San Sebastián 15-03-1991 6,11 Donetsk 19-03-1991 6,12 Grenoble 23-03-1991 6,13 Berlín 21-02-1992 6,14 Lievin 13-02-1993 6,15 Donetsk 21-02-1993 SU PALMARÉS CAMPEONATOS MUNDIALES Sede Helsinki 1983 Roma 1987 Tokio 1991 Stuttgart 1993 Gotemburgo 1995 Atenas 1997 Puesto Oro Oro Oro Oro Oro Oro Marca 5,70 5,85 5,95 6,00 5,92 6,01 JUEGOS OLÍMPICOS Seúl 1988 Barcelona 1992 Oro Nulos CAMPEONATOS EUROPEOS Stuttgart 1986 Split 1990 Sexto Oro MUNDIALES EN PISTA CUBIERTA París 1985 Indianápolis 1987 Sevilla 1991 Barcelona 1995 Oro Oro Oro Oro EUROPEOS EN PISTA CUBIERTA Atenas 1985 Oro PROGRESIÓN Año Edad 1987 23 6,03 1988 24 6,06 1989 25 6,03 pc 3,60 1990 26 6,05 pc 14 4,40 1991 27 6,12 pc 1979 15 4,80 1992 28 6,13 1980 16 5,10 1993 29 6,15 pc 1981 17 5,40 30 6,14 1982 18 5,55 1995 31 6,00 1983 19 5,72 1996 32 6,02 1984 20 5,94 1997 33 6,05 1985 21 6,00 1998 34 5,91 pc 1986 22 6,01 pc: Pista cubierta Año Edad 1975 11 Marca 2,70 1976 12 3,50 1977 13 1978 1 994 Marca 44 45 T-MAC ¿POR QUÉ ERES TAN BUENO, MCGRADY? * MARIO GARCÍA / E ra el 9 de diciembre de 2004. Los Spurs ya se veían con el triunfo en el bolsillo en su visita a los Houston Rockets cuando en los últimos instantes del partido sucedió lo imposible. A falta de 35 segundos para el final y con 68-76 en el marcador, un Tracy McGrady tocado por la varita mágica de los dioses anotó 13 puntos consecutivos ante la atónita mirada de Bruce Bowen, uno de los defensores más duros de la NBA, que se vio incapaz de frenar por lo civil o por lo criminal a un auténtico torbellino que dejó los ojos como platos a Gregg Popovich, técnico del conjunto de San Antonio, y a todos los que presenciaron la exhibición del escolta, quien finalmente ganó el encuentro gracias a un triple a 1,7 segundos del final (81-80). Las inolvidables imágenes de aque- Su palmarés no registra anillos ni ningún MVP y sin embargo ha sido uno de los jugadores más admirados que han pisado las canchas de la NBA en el siglo XXI. Legiones de seguidores de todo el mundo se han repetido la pregunta que inmortalizó el añorado periodista y dan fe de ello. Y es que pocos son los elegidos capaces de enloquecer a la grada en cualquier momento. T-Mac está entre ellos. * MONTES DIXIT lla hazaña, curiosamente ante el equipo que recientemente ha puesto el broche final a su carrera, forman parte de la Historia de la competición norteamericana y reflejan a la perfección el talento de uno de los mejores jugadores de la pasada década. Un aspirante a rey que no obtuvo corona y al que no acompañó la for tuna, siempre en contra en forma de graves lesiones que frenaron a quien se llegó a señalar como el gran rival de Kobe Br yant por la hegemonía de la NBA en los primeros años del siglo XXI. “Los números no mienten. Cuando me encontraba sano, estaba en todas las discusiones sobre quién era el mejor de la liga. Si era mejor que Kobe o él era mejor que yo no impor ta, lo importante era estar en esas discusiones”, aseguró McGrady (Bartow, Florida, 24-5-1979) poco tiempo después de anunciar su retira- da de la NBA el pasado mes de agosto. Y las estadísticas, a pesar de verse reducidas considerablemente por sus últimas experiencias en la liga, ya veterano y muy lejos de su mejor forma física, le dan la razón: 19,6 puntos, 5,6 rebotes y 4,4 asistencias tras 16 temporadas y 938 partidos de temporada regular (22,2 puntos, 5,7 rebotes y 5 asistencias en 50 encuentros de playoffs). Unos números, no obstante, que no reflejan del todo su dimensión como jugador, sobre todo cuando se echa la vista atrás, a los años de máximo esplendor del pick 9 del ICONO. Tracy Lamar McGrady Jr. ha sido uno de los jugadores más mediáticos de la NBA en el siglo XXI y uno de los favoritos de los aficionados. Las lesiones frenaron al escolta, que llegó a ser señalado como el gran rival de Kobe Bryant por la hegemonía de la NBA 46 47 Uno de los momentos más recordados de la pasada década son sus 13 puntos en 35 segundos ante los Spurs ‘ROOKIE’ EN CANADÁ. T-Mac dio el salto a la NBA directamente desde el instituto en 1997. El mítico Isiah Thomas, general manager de los Toronto Raptors entonces, le eligió en la novena posición del draft. draft de 1997, cuando saltó a la competición profesional directamente desde el instituto con apenas 18 años. Sin embargo, el impacto de TMac en la NBA no fue inmediato, aunque ya dio muestras de su extraordinaria calidad en el primer equipo en el que militó, los Toronto Raptors, donde pasó tres campañas, la última de ellas ya a un nivel más que llamativo: 15,4 puntos, 6,3 rebotes, 3,3 asistencias y 1,9 tapones. En Canadá compartiría vestuario con otro jugador que acabaría siendo también una estrella y al que le unía parentesco, su primo Vince Carter, actualmente alero de los Dallas Mavericks, y empezó a mostrarse como uno de los jugadores más espectaculares de la liga. Su explosión definitiva no se haría esperar y llegaría con el traspaso a los Magic el 3 de agosto de 2000. Así, en Orlando iniciaría una trayectoria que le llevaría a convertirse en uno de los únicos siete jugadores en la Historia de la NBA en enlazar ocho temporadas consecutivas con al menos 20 puntos, 5 rebotes y 4 asistencias de media, algo que sólo han logrado Oscar Robertson, Michael Jordan, Larr y Bird, Kobe Br yant, Kevin Garnett y LeBron James. En su Florida natal, el polivalente McGrady, del que una leyenda de la NBA como Bill Walton llegó a asegurar “hace cosas que nunca he visto hacer a nadie, sea del planeta que sea”, alcanzó el Olimpo de la liga convirtiéndose dos veces máximo anotador (2002/ 03 y 2003/04) y comenzando su carrera como All-Star, condición que le acompañaría durante siete campañas consecutivas, de 2001 (año en el que recibió además el galardón a Jugador Más Mejorado) a 2007. En el primero de sus títulos como mejor artillero de la NBA alcanzaría unos espectaculares 32,1 puntos de media, cifra que sólo han superado en los últimos 20 años Kobe Bryant (35,4) y Allen Iverson (33), ambos en la temporada 2005/06. Además, ha sido el último jugador en añadir a ese promedio anotador al menos 6,5 rebotes y 5 asistencias en un curso, números que sólo han conseguido Michael Jordan (en tres ocasiones), Wilt Chamberlain (dos veces) y Elgin Baylor. Incluido en el mejor quinteto de la liga en dos ocasiones (2002 y 2003), tres en el segundo (2001, 2004 y 2007) y otras dos en el tercero (2005 y 2008), T-Mac no vio acompañado el éxito individual con el colectivo y sus El jugador nacido en Florida fue siete veces consecutivas All-Star y máximo anotador de la liga dos veces seguidas 48 EXPLOSIÓN. El jugador de Bartow cuajó sus mejores temporadas en la NBA en los Magic. En Orlando se convirtió en una de las principales estrellas de la competición y fue dos veces máximo anotador. 49 McGrady es uno de los únicos siete jugadores que han enlazado ocho campañas con al menos 20 puntos, 5 rebotes y 4 asistencias de media equipos no fueron capaces de llegar más allá de la primera ronda de los playoffs hasta la pasada temporada, cuando ya ocupaba un papel testimonial en los San Antonio Spurs, que acabaron subcampeones. Ese fue el principal argumento que utilizaron sus detractores durante su etapa en los Magic y posteriormente en el tercero de los siete equipos donde militó, los Houston Rockets, donde recaló el 29 de junio de 2004 a cambio de Steve Francis, Cuttino Mobley y Kelvin Cato, en una operación que también envió a Texas a Juwan Howard, Tyronn Lue y Reece Gaines. De cualquier forma, las estadísticas desmontan en gran medida la teoría de los críticos, que le acusaban de sucumbir a la presión en los momentos decisivos de la temporada. Y es que el elegante escolta, alero e incluso base de 2,03 metros, es uno de los ocho jugadores que han promediado 30 puntos o más durante al menos cuatro campañas distintas de playoffs, lista que completan nombres de la talla de Kareem AbdulJabbar, Elgin Baylor, Wilt Chamberlain, Jerry West, Michael Jordan, Kobe Bryant y Allen Iverson. El dorsal 1 de los Magic aterrizó en Houston para formar una pareja estelar con el pívot chino Yao Ming, aunque los graves percances físicos que sufrirían ambos acabarían alterando los ambiciosos planes de los dirigentes de los Rockets. Tracy Lamar McGrady Jr., que pocos meses an- tes de abandonar Orlando había firmado 62 puntos ante los Washington Wizards (10-3-2004), el tope anotador de una carrera en la que logró 40 puntos o más en 49 ocasiones (cuatro de ellas en playoffs), rindió a gran nivel en su primera campaña en el equipo de la Southwest Division, finalizando entre los diez primeros en catorce categorías estadísticas diferentes y protagonizando escenas irrepetibles, como los célebres 13 puntos en 35 segundos. Lamentablemente, pronto empezarían a torcerse las cosas. En el curso 2005/06 apenas disputaría 47 partidos de la fase regular, aunque tendría tiempo de maravillar al mundo en el All-Star Game anotando 36 puntos, algo que no le sir vió para ser proclamado MVP del partido, galardón que fue a parar a LeBron James. Los problemas con las lesiones que siempre le habían acompañado y que no le permitirían disputar nunca una temporada completa se convertirían en un calvario durante su estancia en Houston, donde dejaría huella al liderar a los Rockets en una racha de 22 victorias consecutivas en la temporada 2007-08, el tercer mejor registro de la Historia. Pero ya nada volvería a ser igual para el que es uno de los tres únicos jugadores que han alcanzado los 15.000 puntos, 4.500 rebotes, 3.500 asistencias y 500 triples en sus primeras once campañas en la NBA, exclusivo club del que No consiguió pasar de la primera ronda de los playoffs hasta la pasada campaña en San Antonio, ya sin protagonismo CALVARIO. En los Houston Rockets comenzó el ocaso de uno de los jugadores más espectaculares de la liga norteamericana por culpa de las lesiones, aunque tuvo tiempo de dejar momentos inolvidables. 50 51 T-Mac fue incluido en dos ocasiones en el mejor quinteto de la NBA, tres en el segundo y otras dos en el tercero ASIA. El escolta, alero e incluso base rindió a buen nivel en su única experiencia fuera de la NBA, logrando unos promedios de 25 puntos, 7,2 rebotes y 5,1 asistencias en el Qingdao Eagles chino. también forman parte Larry Bird y LeBron James. “Las lesiones me han quitado la pasión por el baloncesto”, llegó a afirmar en 2009 el hombre que dejó a todos con la boca abierta tras asistirse a sí mismo ayudándose del tablero para machacar el aro en el All-Star Game de 2002. Mermado por los problemas en la rodilla que le impedían ya ser la gran estrella que había sido, McGrady finalmente abandonó Houston el 18 de febrero de 2010 con destino Nueva York, en una operación a tres bandas en la que también par ticiparon los Sacramento Kings. El ocaso ya era inevitable para uno de los jugadores que más pasiones levantaba entre los aficionados, como demuestra el hecho de que su camiseta fuera la sexta más vendida de la liga entre 1998 y 2008, pero aún dejaría muestras de su calidad, sobre todo en los Knicks, a donde había llegado acompañado del ahora madridista Sergio Rodríguez, y en sus dos siguientes equipos, Detroit Pistons (2010/ 11) y Atlanta Hawks (2011/12). Tentado por los yuanes chinos, pasó por el Qingdao Eagles antes de su última experiencia en la liga norteamericana Después seguiría la poderosa llamada de los yuanes chinos para militar durante unos meses en el Qingdao Eagles (25 puntos, 7,2 rebotes, 5,1 asistencias y 1,6 robos) y tendría su última experiencia en la NBA en las filas de los Spurs, equipo por el que firmó el pasado mes de abril y con el que alcanzó la final, aunque sin el protagonismo del jugador de la eterna cara de dormido y sonrisa de jugón. T-Mac se ha retirado de las canchas dejando la sensación de haberse quedado a medio camino, de ser un príncipe que podría haber llegado a rey del baloncesto estadounidense, sin haber logrado anillos ni ninguno de los principales premios individuales, pero el talento que desplegó sobre la cancha en sus mejores años deja claro que se trataba de un jugador especial, de los que pocas veces aparecen y son capaces de hacer fácil lo difícil y posible lo imposible. Algo que bien sabe Kobe Bryant: “T-Mac fue el jugador que siempre me dio más problemas”. Palabra de un MVP. FINALISTA. McGrady fue compañero de Tim Duncan en los Spurs durante los playoffs de la pasada campaña. El equipo tejano acabó subcampeón de la NBA. 52 DE REGRESO. Dean Stoneman retornó a la competición en la Porsche Cup Británica 2013, en la que ha ganado cinco carreras y ha hecho diez podios. 53 frió u s ico oma n á t i in El br riocarc dirse le o un c l expan tumores a que jo 250 en seco u prod eniendo ión que det royecc asi con la p varía c la F-1. le lle ridad a pués ha segu ños des cáncer l a el Tres rotado a tomar lva der ira a re devue p y as o que leite. l in cam a la é N A A R A P M E T R E E U M A N L O N A I T Ó S V O I E U D Q U S T S E N E SEL PILOTONQCUONTRARSE CO REE 54 55 RAFA PAYÁ / L as historias de superación son un ejemplo para el resto y ayudan moralmente a muchas personas que están pasando por difíciles momentos. El mundo del depor te está plagado de casos, pero uno de los más impactantes de los últimos años es el del británico Dean Stoneman. El piloto de Croydon (24 de julio de 1990) iba lanzado a la élite del automovilismo en 2010, tras arrasar en su debut en la F-2, hacer un test con Williams en el que deslumbró y firmar por el equipo ISR para disputar las World Series de 2011 con Ricciardo de compañero. La alfombra roja hacia la F-1 estaba bajo los pies de un talento al volante, al que expertos de su país veían como el sucesor natural de Jenson Button y Lewis Hamilton, y los que le seguían desde el kárting iban mucho más allá al compararlo con Ayrton Senna. Pero el color rosa se transformó en un profundo negro. Tras firmar en Praga el contrato para disputar la 3.5 visitó a un gastroenterólogo, ya que llevaba meses con malas sensaciones y síntomas como acné, dificultad para respirar, dolor en los pezones y ardor de estómago que diferentes médicos achacaban a normales cambios hormonales propios de su edad. Hasta que vomitó sangre. Le diagnosticaron coriocarcinoma, un raro cáncer testicular muy agresivo y casi inmune a la medicación que se extiende rápido por la sangre. Los pacientes tienen un mal pronóstico, especialmente si se encuentran tumores secundarios. En el estómago, Stoneman tenía un tumor del tamaño de una pelota de golf... uno de los 250 que llegó a haber en su cuerpo afectándole a los pulmones, el hígado, Expertos en su país le veían como el nuevo Button y los que le seguían desde el kárting lo comparaban con Senna EL REY DE LA F-2. Stoneman arrasó en el campeonato de 2010 y eso le valió para probar con el Williams de Fórmula 1. VELOZ EN EL AGUA. El pasado año Dean Stoneman no compitió en coches, pero sí fue capaz de ganar la Powerboat P1 Superstock UK de motos acuáticas. un riñón, el abdomen, las piernas y el cerebro. “Estuve a siete días de morir y a dos horas de perder las piernas y los riñones”, relata Dean, al que le dieron un 30% de esperanzas de vida. Ese mismo día fue operado y 48 horas más tarde ya estaba recibiendo tratamiento de quimioterapia. Las sesiones médicas eran muy largas, perdió el pelo y lo peor es que el avance era casi nulo. La única opción era un tratamiento experimental: 18 horas al día, seis días a la semana, en ciclos de 21 días. Dean preguntó si tenía opciones de sobrevivir. Si la respuesta médica era negativa, abandonaría el hospital para disfrutar del tiempo que le quedara como él mismo relata: “Si había una posibilidad, sólo quería seguir adelante con ella y no dejar que los pensamientos sobre la muerte entraran en mi cabeza”. Las opciones de recuperación eran mínimas, pero existían. Y Dean se agarró con una determinación ejemplar, alejando todo pensamiento negativo de su mente. El primer ciclo del tratamiento experimental no afectó en exceso a su cuerpo debido a su excepcional y portentoso físico. Sus niveles de energía eran indestructibles y Stoneman decidió que podían aumentar aún más las dosis. El británico empezó una carrera contra su propio cuerpo que los médicos no podían creer, pero determinaron que si era capaz de soportarlo, no le perjudicaría. Llegó a aprender a programar la máquina de quimioterapia él mismo para acortar al máximo los plazos. Así pasó el segundo ciclo y las fuerzas empezaron a fallar. Los médicos le dijeron que eso significaba que el medicamento estaba funcionando y Dean no cejó en el esfuerzo. Pero hubo más malas noticias. Una resonancia reveló cuatro grandes coágulos en las piernas que viajarían a sus pulmones a menos que no consiguieran adelgazar la sangre de inmediato. Debía empezar otro tratamiento extra basado en inyecciones anticoagulantes diarias de 120mm (12 centímetros) directamente en el estóma- go que al cabo de unos días el propio Stoneman llegó a pincharse. Y había un riesgo secundario. Un simple golpe elevaba la posibilidad de sufrir hemorragias internas letales. “Saber que podía morirme si me golpeaba a mí mismo fue mucho peor que el cáncer”, reconoce Stoneman. Tras cuatro operaciones, la última de ocho horas para extirpar los tumores más grandes que la quimioterapia no había podido derrotar, venció al cáncer... pero le dijeron que difícilmente volvería a pilotar. En 2012 ganó la Powerboat P1 Superstock UK (motos acuáticas), y el pasado marzo corrió de nuevo en coches. Fue en Brands Hatch en la Porsche Carrera Cup británica. Ganó las dos mangas. En Abu Dhabi, en la última cita del año de GP3, regresó al máximo nivel. Fue quinto en la manga inicial y subió al podio en la carrera final tras ser segundo, sólo por detrás del chipriota Tio Ellinas. “Siempre supe que si sobrevivía, volvería a correr en coche”, afirma un joven que ahora es más delgado, pero más fuerte mentalmente. Su sueño de la F-1 ahora está lejos, pero la enorme cicatriz de 35 centímetros que le atraviesa el tórax siempre le recordará que los milagros son posibles. Para 2014 varios equipos se han interesado por él y valora ofertas para correr las World Series, la GP3, el DTM o la Indy Lights en EE UU. Pasó de rozar la F-1 a verse casi desahuciado por los médicos; por eso este valiente piloto, ahora de 23 años, sabe como pocos que la segunda oportunidad que le ha otorgado su esfuerzo, tesón y confianza le debe dar también una segunda opción en el automovilismo. Talento y fe ciega en una preciosa historia de superación que merece tener un final feliz. “Estuve a sólo siete días de morir y a dos horas de perder las piernas y los riñones”, admite el piloto británico