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Asociación Chilena de Municipalidades
Modificaciones al C.C. y LMC
en materia de discapacidad
Juan Esteban Millalonco Díaz.-
La ley N° 19.904 vino a introducir modificaciones
en los artículos 1447 del Código Civil y 4º de la
Ley de Matrimonio Civil respecto de las personas
que presentan sordera o hipoacusia.
Se define la sordera o hipoacusia como un déficit
funcional que ocurre cuando una persona pierde
capacidad auditiva, en mayor o menor grado.
(Diccionario R.A.E. aún no incorpora el término).
• La sordera o hipoacusia es jurídicamente un tipo
de discapacidad en virtud de lo dispuesto en el
art. 5° de la Ley N° 20.422.
“Persona con discapacidad es aquella que
teniendo una o más deficiencias físicas,
mentales, sea por causa psíquica o intelectual, o
sensoriales, de carácter temporal o permanente,
al interactuar con diversas barreras presentes
en el entorno, ve impedida o restringida su
participación plena y efectiva en la sociedad, en
igualdad de condiciones con las demás.”
• El Mensaje con que los senadores presentaron el
Proyecto de Ley, da cuenta de una toma de
conciencia respecto de la realidad de las personas
sordas. (Labor de quienes conocen el tema. Tendencia a legislar desde la
cosmovisión de quienes detentan el poder. Incapacidades relativas, delito de
adulterio, etc. El caso de la discapacidad será siempre el de minorías que
requieren hacerse oír).
• Señalan, entre otros aspectos, los siguientes:
• 1. La población que presenta sordera o hipoacusia en
nuestro país alcanza un número superior a las
trescientas mil personas. (Dato vigente al año 2003).
• 2. Tal discapacidad, al igual que otras, han
constituido una preocupación para las autoridades
sólo a partir de la década del 90, lo que dio como
resultado la promulgación de la Ley Nº 19.284 sobre
discapacitados.
• 3. La plena integración social de las personas con
discapacidad ha encontrado obstáculos en su
materialización no sólo en la apatía social, sino
también por la existencia de normas legales que
dificultan dicha integración.
(La pregunta que surge es hasta qué punto las discriminaciones tienen un
fundamento legítimo (conducir vehículos motorizados), y hasta donde
obedecen a paradigmas culturales. Ej. Prof. Procesal, que no sean abogados.)
• Art. 256 C.O.T. No pueden ser jueces:
“1° Los que se hallaren en interdicción por causa
de demencia o prodigalidad; 2° Los sordos; 3° Los
mudos; 4° Los ciegos…”
• 4. Concretamente el artículo 1447 del Código
Civil contemplaba la incapacidad absoluta
respecto de los sordomudos que no pueden
darse a entender por escrito, sancionando así sus
actos jurídicos con nulidad absoluta.
• Art. 1447: “Son absolutamente incapaces: Los
dementes, los impúberes, y los sordomudos que
no pueden darse a entender por escrito”. (Texto
anterior a la reforma).
• En efecto, el Código Civil chileno, que fue
redactado considerando las características e
información sobre la sordera propias de la época
decimonónica y por sí bastante limitadas, declaró
a la persona sorda que no puede darse a
entender oralmente o por escrito, junto con los
dementes, impúberes, como absolutamente
incapaces ante la ley.
• 5. Por su parte, la Ley de Matrimonio Civil, en su
artículo 4º establecía, como impedimento para
contraer matrimonio, entre otros, el que los
contrayentes no puedan expresar claramente su
voluntad de palabra o por escrito.
• 6. Dicho estatuto jurídico impedía que las
personas sordomudas analfabetas se pudieran
integrar a la vida laboral en términos de justicia,
así como dificultaba que ejercieran todo tipo de
actos que produzcan consecuencias jurídicas.
• Claro está que dicha normativa legal pretendía
proteger a la persona frente a eventuales abusos.
• Sin embargo, habiendo llegado el Siglo XXI, y sin
que se hubieran realizado las modificaciones
acordes con la realidad, dicha regulación
significaba una evidente limitación para la vida,
desarrollo e integración de tales personas,
impidiéndoles contraer matrimonio, formar una
familia, disponer libremente de sus bienes o
acceder en igualdad de oportunidades a la
justicia, lo que se traducía en una situación
sistemática de discriminación social.
• Esta regulación se mantuvo sin ninguna
modificación (desde la dictación del C.C.), a
pesar que la comunicación de sordos, con
el transcurso de los años desarrolló un
sistema propio denominado Lenguaje de
Señas que constituye su lengua materna y
les permite comunicarse sin problemas
como cualquier persona oyente.
• Este medio de comunicación con el
patrocinio de la Federación Mundial de
Sordos, ha sido reconocido y recomendado
oficialmente por la Unesco.
• Estos antecedentes permiten aceptar al
Lenguaje de Señas como parte de un
ambiente sin limitaciones para las
personas con discapacidad auditiva, lo que
hace imperioso su reconocimiento y
respeto oficial por parte del Estado.
• En nuestro país, como en el resto del mundo,
aproximadamente el 90% de la población de
sordos utiliza el Lenguaje de Señas para
comunicarse, siendo la base sobre la cual
desarrollan sus capacidades. (Estadísticas).
• Al momento de presentarse el proyecto, 15
países
del
mundo
habían
reconocido
oficialmente el Lenguaje de Señas con el status
de lenguaje oficial, siendo un imperativo para los
servicios públicos y entidades privadas el que
cuenten con personal capacitado para atender
mediante dicho lenguaje a los discapacitados
auditivos que lo requieran. (Efecto demostración).
• Decisivo fue el informe del Ministro de Salud de la
época, don Alex Figueroa Muñoz, quien opinó en
base a un estudio desarrollado por la Unidad de
Rehabilitación, Diálisis y Transplantes, del Ministerio
de Salud, con la asesoría del experto
Otorrinolaringólogo doctor Luis Dentone Silva.
• Como resultado de ese análisis, manifestó que la
persona que tiene sordomudez y que no posee
lenguaje oral ni escrito, puede comunicarse
mediante el universal lenguaje de señas. Este
lenguaje es completo y permite expresar la voluntad
de la persona sordomuda con absoluta claridad y
precisión.
• En estos casos incluso es posible considerarlo,
para todos los efectos prácticos, un verdadero
idioma.
• Al constituir un idioma, agregó, existen
intérpretes, los que generalmente son personas
hipoacúsicas, que tienen un lenguaje oral y que
además conocen el lenguaje de señas.
• Es posible, entonces, hacer una verdadera
traducción del lenguaje de señas al lenguaje oral
con la mediación de intérpretes.
• En suma -terminó señalando-, el Ministerio de
Salud considera necesario, equitativo y oportuno
legislar sobre la capacidad jurídica de los
sordomudos, constituyendo esta iniciativa un
paso más en el camino de la plena integración
social de las personas con discapacidad. (¿Cómo
conseguimos este cambio de paradigma?)
• Las diversas modificaciones al Código Civil y a la
Ley de Matrimonio Civil que implementa la
19.904, no son sino una aplicación práctica y caso
a caso de este cambio de paradigma en la
comprensión del tema.
MODIFICACIONES AL CÓDIGO CIVIL
• La técnica consiste en cambiar en diversas
materias la antigua expresión “sordomudos que
no pueden darse a entender por escrito” por
“sordos o sordomudos que no pudieren darse a
entender claramente”.
• Esta última expresión es más acotada, ya que
muchas personas sordas o sordomudas que no
pueden darse a entender por escrito, sí pueden,
no obstante, hacerlo “claramente”, mediante el
lenguaje de señas.
Materias Modificadas.
• 1.- Curadurías.
• Art. 338. Las tutelas y las curadurías o curatelas son
cargos impuestos a ciertas personas a favor de
aquellos que no pueden dirigirse a sí mismos o
administrar competentemente sus negocios, y que
no se hallan bajo potestad de padre o madre, que
pueda darles la protección debida.
• Art. 342. Están sujetos a curaduría general los
menores adultos; los que por prodigalidad o
demencia han sido puestos en entredicho de
administrar sus bienes; y los sordos o sordomudos
que no pueden darse a entender claramente.
(Esta es la norma principal, se cambian todas las disposiciones pertinentes).
• 2.- Testamento.
• Artículo 1.019.
Ahora tienen capacidad para testar.
• El testamento debe leerse dos veces en voz alta, la
primera por el notario, y la segunda por un testigo
elegido al efecto por el testador.
• Ambas lecturas deberán efectuarse, además, ante un
perito o especialista en lengua de señas, quien
deberá, en forma simultánea, dar a conocer al
otorgante el contenido de la misma.
Deberá hacerse mención especial de estas
solemnidades en el testamento.
• 3.- Capacidad.
• Esta es la más importante, por su alcance general.
• Según el artículo 1.445 inciso 2° del C.C. “La
capacidad legal de una persona consiste en poderse
obligar por sí misma, y sin el ministerio o la
autorización de otra.”
• Art. 1447. “Son absolutamente incapaces los
dementes, los impúberes y los sordos o sordomudos
que no pueden darse a entender claramente.
Sus actos no producen ni aun obligaciones naturales,
y no admiten caución.”
MODIFICACIONES A LA L.M.C.
La ley 19.904 introdujo modificaciones a la antigua L.M.C. Posteriormente, se
dictó una nueva L.M.C., la 19.947, que mantuvo y mejoró las modificaciones
a la antigua, en materia de discapacidad.
• PÁRRAFO I. De los requisitos de validez del
matrimonio
Artículo 4º.- La celebración del matrimonio exige
que ambos contrayentes sean legalmente
capaces, que
hayan consentido libre y
espontáneamente en contraerlo y que se hayan
cumplido las formalidades que establece la ley.
Artículo 5º.- No podrán contraer matrimonio:
1º Los que se hallaren ligados por vínculo
matrimonial
no
disuelto;
2º Los menores de dieciséis años;
3º Los que se hallaren privados del uso de razón;
y los que por un trastorno o anomalía psíquica,
fehacientemente diagnosticada, sean incapaces
de modo absoluto para formar la comunidad de
vida
que
implica
el
matrimonio;
4º Los que carecieren de suficiente juicio o
discernimiento
para
comprender
y
comprometerse con los derechos y deberes
esenciales
del
matrimonio,
y
5º Los que no pudieren expresar claramente su
voluntad por cualquier medio, ya sea en forma
oral, escrita o por medio de lenguaje de señas.
• Artículo 9º.- Los que quisieren contraer matrimonio lo comunicarán
por escrito, oralmente o por medio de lenguaje de señas, ante
cualquier Oficial del Registro Civil, indicando sus nombres y apellidos;
el lugar y la fecha de su nacimiento; su estado de solteros, viudos o
divorciados y, en estos dos últimos casos, el nombre del cónyuge
fallecido o de aquél con quien contrajo matrimonio anterior, y el
lugar y la fecha de la muerte o sentencia de divorcio,
respectivamente; su profesión u oficio; los nombres y apellidos de los
padres, si fueren conocidos; los de las personas cuyo consentimiento
fuere necesario, y el hecho de no tener incapacidad o prohibición
legal para contraer matrimonio.
• Si la manifestación no fuere escrita, el Oficial del Registro Civil
levantará acta completa de ella, la que será firmada por él y por los
interesados, si supieren y pudieren hacerlo, y autorizada por dos
testigos.
• Artículo 13 incisos 2° y 3°.-
“En el (caso) que uno o ambos contrayentes no
conocieren el idioma castellano, o fueren sordomudos
que no pudieren expresarse por escrito, la manifestación,
información y celebración del matrimonio se harán por
medio de una persona habilitada para interpretar la
lengua de el o los contrayentes o que conozca el lenguaje
de señas.
En el acta se dejará constancia del nombre, apellido y
domicilio del intérprete, o de quien conozca el lenguaje
de señas.”
Este es un claro reconocimiento del lenguaje de señas como un idioma
distinto.
• Aunque la ley no lo señala explícitamente, por
aplicación de las reglas generales de derecho, se
entiende que es obligación del Registro Civil
contar con personas que conozcan el lenguaje de
señas, para efectos de cumplir las obligaciones
del Servicio en caso que los contrayentes tengan
esta discapacidad.
MODIFICACIONES AL C.P.C.
• La ley 19.904 introdujo modificaciones al Código
de Procedimiento Civil, con la finalidad de
permitir que las personas sordas o sordomudas
que pueden darse a entender claramente puedan
ser testigos en juicio.
• Art. 357. No son hábiles para declarar como
testigos:
• N° 5° Los sordos o sordo-mudos que no puedan
darse a entender claramente.”
• Art. 382 Incisos 3° y 4°
• Si el testigo fuere sordo, las preguntas le serán dirigidas
por escrito; y si fuere mudo, dará por escrito sus
contestaciones.
Si no fuere posible proceder de esta manera, la
declaración del testigo será recibida por intermedio de
una o más personas que puedan entenderse con él por
medio de la lengua de señas, por signos, o que
comprendan a los sordos o sordomudos. Estas personas
prestarán previamente el juramento de que trata el inciso
primero.
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