FACULTAD DE HUMANIDADES Y CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN UNIVERSIDAD DE JAÉN Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación Trabajo Fin de Grado Análisis de datos en psicofisiología: Función cardíaca barorreceptora y ejercicio físico Alumno: Silvia Mª Bautista Salazar Tutor: Dpto: Prof. D. Gustavo Adolfo Reyes del Paso Psicología Febrero, 2016 ANÁLISIS DE DATOS EN PSICOFISIOLOGÍA: FUNCIÓN CARDÍACA BARORRECEPTORA Y EJERCICIO FÍSICO 1. RESUMEN ................................................................................................................ 3 2. INTRODUCCIÓN. ................................................................................................... 4 2.1 CONCEPTUALIZACIÓN ...................................................................................... 4 2.2 EJERCICIO FÍSICO ............................................................................................... 6 2.3 SEDENTARISMO ............................................................................................. 8 2.4 VARIABLES PSICOFISIOLÓGICAS ............................................................. 9 3. OBJETIVOS............................................................................................................ 10 4. ACTIVIDAD PERSONAL DESARROLLADA .................................................... 11 5. 4.1 PARTICIPANTES ........................................................................................... 12 4.2 APARATOS E INSTRUMENTOS DE MEDIDA .......................................... 12 4.3 TAREA DE ESTRÉS MENTAL ..................................................................... 13 4.4 PROCEDIMIENTO ......................................................................................... 13 4.5 ANÁLISIS DE DATOS................................................................................... 14 RESULTADOS ....................................................................................................... 14 5.1 PERÍODO CARDÍACO .................................................................................. 15 5.2 VARIABILIDAD CARDÍACA ...................................................................... 15 5.3 PRESIÓN SANGUÍNEA SISTÓLICA ........................................................... 17 5.4 SENSIBILIDAD DEL REFLEJO BARORRECEPTOR ................................ 17 6. DISCUSIÓN............................................................................................................ 18 7. BIBLIOGRAFÍA ..................................................................................................... 24 2 1. RESUMEN Los barorreceptores actúan como principal mecanismo de regulación a corto plazo de la presión sanguínea y son importantes para la prevención de cambios rápidos de la presión arterial a través de la modulación de la actividad simpática como de la parasimpática. El objetivo de este estudio ha sido valorar el efecto que ejerce la práctica de ejercicio físico sobre la función cardiaca barorreceptora en un grupo de 58 participantes diferenciados por realizar alguna actividad física regularmente o por considerarse sedentarios. Este efecto se ha valorado durante tres diferentes periodos experimentales: línea base, tarea de estrés mental y recuperación. Los resultados muestran una actividad cardiovascular más óptima en el grupo de participantes activos frente al de sedentarios: mayores periodos cardíacos, mayor variabilidad de la tasa cardíaca y mayor sensibilidad del reflejo barorreceptor. Estas diferencias señalan una mayor actividad vagal parasimpática sobre el corazón en asociación con la práctica regular de ejercicio físico. Palabras clave: Barorreceptor, periodo cardíaco, variabilidad cardiaca, presión sanguínea sistólica, sedentarismo y ejercicio físico. ABSTRACT Baroreceptor reflex act as principal short-term regulator of blood pressure and are important for preventing rapid changes in blood pressure through the modulation of both sympathetic and parasympathetic activity. The objective of this study was to consider the effect physical activity training on baroreceptor cardiac function in a group of 58 participants differentiated by fitness; they practice regularly some physical activity or were sedentary. We have studied how some psychophysiological variables react during three different experimental periods: baseline, mental stress task and recovery. The results show that individuals who exercise regularly obtained a better cardiovascular profile in comparison to the sedentary participants: longer heard period, grater heart rate variability and greater baroreceptor reflex sensitivity. These differences suggest a grater activation of the vagal parasimpathic nervous system in association with regular practice of physical exercice. Keywords: Baroreceptor, cardiac period, heart rate variability, systolic blood pressure, sedentary lifestyle and exercise. 3 2. INTRODUCCIÓN. 2.1 CONCEPTUALIZACIÓN En 1852 Claude Bernard descubrió que los nervios simpáticos del cuello inervan los vasos sanguíneos de la piel. En 1932 Edgar Douglas Adrian demostró que los nervios simpáticos que inervan los vasos sanguíneos de la piel descargan en forma espontánea a una frecuencia de cuatro a seis disparos por segundo y de esta forma encontró las bases fisiológicas del tono vasomotor (Estañol, Porras-Betancour, PadillaLeyva y Sentíes-Madrid, 2011). En el siglo XIX Ludwig Traube y Karl Constantine Ewald Hering revelaron que la presión arterial fluctúa sincrónicamente con la respiración y Sigmund Mayer observó que también existían oscilaciones más lentas no relacionadas con la respiración. En 1921 Heinrich Ewald Hering mostró la existencia de barorreceptores de alta presión en los senos carotideos y probó que la estimulación de los nervios aferentes que inervan estos receptores induce bradicardia e hipotensión. Estos estudios fueron más tarde avanzados por Corneille Heymans quien ganó el premio Nobel por estas investigaciones en 1938 (Estañol y cols., 2011). En la década de 1970 Cowley y Guyton produjeron denervación sino-aórtica en perros y de esta manera demostraron la importancia fundamental del reflejo barorreceptor en la estabilización de la presión arterial (Estañol y cols., 2011). A partir de éstas y de otras investigaciones más recientes, los barorreceptores se han definido, como terminaciones nerviosas sensibles a los cambios en la presión arterial que envían información codificada al cerebro continuamente sobre el estado de la presión arterial. Como consecuencia, el Sistema Nervioso Autónomo ajusta la función cardíaca y vasomotora y los niveles de presión sanguínea a la información entrante procedente de los barorreceptores. Los cuerpos celulares de los barorreceptores carótidos se sitúan en la parte inferior del nervio glosofaríngeo. Por otro lado, en la parte inferior del nervio vago, se encuentran los cuerpos celulares de los barorreceptores aórticos (McDonald, 1983). En estas zonas se observa un engrosamiento de la arteria, formado por múltiples capas de tejido muscular elástico variando su forma y localización de unos sujetos a otros. Los 4 barorreceptores son sensibles tanto al estiramiento como a la distensión vascular originada por cambios en la presión arterial, ocasionando la transmisión de información sobre la presión sanguínea a las estructuras nerviosas superiores. Este proceso suscita un efecto en la tasa cardiaca, la fuerza de contracción del corazón y en el tono vascular. De este modo, cuando la presión sanguínea aumenta, el reflejo barorreceptor responde reduciendo la tasa cardiaca y el tono vasomotor de la vasculatura (respuesta de vasodilatación), lo que produce una reducción en la presión sanguínea. Por otro lado, elicita respuestas opuestas cuando la presión sanguínea disminuye (Sloan, Shapiro, Bagiella, Muers y Gorman, 1991). La estructura cerebral responsable de esta inhibición y sobre la que actúan las aferencias barorreflejas se localiza en el núcleo bulbar, más concretamente en la zona superior del núcleo del tracto solitario (Eckberg y Sleight, 1992). Esta área está muy dotada de aferencias cardiovasculares y cerca de esta zona se encuentra un conjunto de células que funcionan de forma sincrónica con los latidos del corazón; observándose que cuando se seccionan las ramas del nervio glosofaríngeo o del vago que van del corazón al sistema nervioso central, esta actividad desaparece. Además, si se secciona alguna de estas dos partes, la inhibición cortical provocada por la estimulación barorreceptora desaparece (Eckberg y Sleight, 1992). Esto sugiere que el sistema cardiovascular ejerce una gran influencia sobre el núcleo del tracto solitario y en este sentido tanto el sistema cardiovascular como el sistema nervioso central están muy interrelacionados. La importancia de los barorreceptores, sería pues, la prevención de los cambios rápidos en la presión sanguínea por medio de ajustes compensatorios tanto en la activación simpática como en la parasimpática; y actúa como principal mecanismo de regulación a corto plazo de la presión sanguínea (Reyes del Paso, 1999). La rama cardiaca del reflejo barorreceptor que relaciona la presión sanguínea con la tasa cardiaca es uno de los principales generadores de la actividad vagal y la regulación cardiaca autonómica; y es el principal responsable de medidas como el sinus arritmia respiratorio (SAR) y la variabilidad de la tasa cardiaca (VTC) (Eckberg y Sleight, 1992; Reyes del Paso, Langewitz, Robles y Pérez, 1996). La función cardiaca barorreceptora puede evaluarse a través del análisis de la covariación espontánea de la presión sanguínea sistólica (PSS) y el periodo cardíaco (PC), tanto en el dominio de la frecuencia mediante análisis espectral como en el 5 dominio del tiempo. Se detectan los cambios en presión sanguínea sistólica y una vez que se han registrado se buscan aquellos en los que el cambio en presión sanguínea ha conllevado un cambio en periodo cardíaco. De esta manera la pendiente de la recta de regresión entre ambos valores proporciona el índice de sensibilidad del reflejo barorreceptor (SRB), que queda expresado en milisegundos de cambio en PC por unidad de cambio (milímetros de mercurio) en PSS (ms/mmHg). En este estudio se pretende observar los efectos de la actividad física regular en la actividad cardiovascular y específicamente en el funcionamiento del reflejo barorreceptor. Se analizarán las variables presión sanguínea sistólica, periodo cardíaco, variabilidad cardiaca (indicador de las influencias vagales sobre el corazón) y sensibilidad barorrefleja. Esta evaluación se realizará durante tres periodos experimentales: Una línea base inicial en reposo, una tarea de aritmética mental que actúa como estresor, y por último, una fase de recuperación tras esta actividad. 2.2 EJERCICIO FÍSICO Actualmente, el 60% de la población mundial no realiza ninguna actividad física rutinariamente, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Como anteriormente se ha comentado, existe un vínculo entre el sistema cardiovascular y el sistema nervioso central a través de los barorreceptores. Este vínculo puede llegar a ser un mecanismo relevante en la regulación cardiovascular como demuestran diversos estudios, además de servir al organismo como adaptación a condiciones medioambientales estresantes (Yasumasu, Reyes del Paso, Takahara y Nakashima, 2006). Para evaluar el vínculo entre el efecto del ejercicio regular sobre la sensibilidad barorrefleja, un estudio realizado por Martín-Vázquez y Reyes del Paso (2010) analizó diferencialmente las secuencias hacia “abajo” (cuando la PSS disminuye) y hacia “arriba” (cuando la PSS aumenta) de la presión arterial. Los participantes de la investigación realizaron una tarea aritmética después de un periodo de línea base. Los resultados indicaron que en las secuencias “arriba” la sensibilidad del reflejo barorreceptor (SRB) fue mayor para el grupo físicamente activo que en el grupo sedentario. La tarea aritmética, utilizada como estresor, produjo por su parte una disminución significativa de la SRB en las secuencias “arriba”, pero no para el grupo 6 sedentario. Estos resultados muestran que el ejercicio regular varía la dinámica de la actividad cardiaca barorrefleja. Además, por otro lado, modula las diferencias entre las secuencias “abajo” y “arriba” de la presión arterial. Se sugiere pues, que el grupo físicamente activo muestra mayor control cardíaco parasimpático y un ajuste cardíaco autonómico en condiciones estresantes en las que la retirada de la actividad vagal juega un papel clave de la respuesta cardiaca frente al estrés. Como consecuencia de esto, se puede decir que mantener un tono vagal cardíaco elevado puede ayudar a compensar las influencias del sistema nervioso simpático (como el aumento de la tasa cardiaca) en situaciones de estrés y por tanto, disminuir la hiperreactividad ante esas situaciones y en último extremo, el riesgo de enfermedad cardiovascular. Por otra parte, la actividad vagal parasimpática cumple una función protectora del corazón, de forma que medidas de la actividad barorreceptora y de la variabilidad de la tasa cardíaca predicen el riesgo cardiovascular y la supervivencia tras infarto de miocardio (Reyes del Paso y cols., 1996). El ejercicio físico es un estresor agudo al poner en marcha los sistemas fisiológicos de emergencia, pero tan sólo durante la sesión en la que se realiza. Cuando esta actividad finaliza se crea una sensación agradable y no de angustia o preocupación como en el caso de otros estresores. Al finalizar la sesión de ejercicio, es decir, cuando el estímulo estresor desaparece, el organismo comienza la fase de recuperación en la que se compensa el desgaste producido y prepara para futuras situaciones de emergencia en las que el individuo se va adaptando al medio. Se puede afirmar pues, que la exposición sistemática a un estresor controlado (esfuerzo físico), puede aumentar la capacidad de afrontamiento a otros estresores de orígenes distintos. Se puede destacar también el efecto tranquilizante que la realización de ejercicio conlleva al aumentar la temperatura corporal. Otras características beneficiosas serían, la facilitación de la transmisión neuronal de noradrenalina, serotonina y dopamina, como portadores de un mejor estado anímico. Por último, se destaca la sensación de bienestar producida por la liberación de sustancias endógenas como las endorfinas (Plante y Rodin, 1990). Durante la realización de tareas psicológicas, como puede ser una tarea aritmética, 7 no sólo se observa un aumento en la frecuencia cardíaca, si no que el consumo de oxígeno y la producción de dióxido de carbono es mayor que durante los periodos de descanso. Cuando la tarea requiere un mayor esfuerzo mental, mayor es el incremento en frecuencia cardíaca y menor la arritmia sinusual respiratoria (variabilidad cardíaca), es decir, la disminución de la ralentización de la tasa cardiaca durante la espiración y la aceleración de la misma durante la inspiración, indicando esto un descenso del tono vagal. La respiración es sensible a la dificultad de la tarea, especialmente en tareas continuas que no están separadas por intervalos de tiempo entre ensayos, volviéndose ésta más rápida y superficial durante la realización de la tarea (Martínez, 1995). 2.3 SEDENTARISMO Se puede definir sedentarismo como la falta de actividad física, cuando la persona no realiza una cantidad mínima de movimiento diario (por lo menos entre 25 o 30 minutos) que produzca un gasto energético de mayor o igual medida al 10% del que realiza habitualmente al llevar a cabo las actividades cotidianas que requieren actividad física. La conducta sedentaria es propia de la manera de vivir, consumir y trabajar en las sociedades avanzadas (Varela, Duarte, Salazar, Lema y Tamayo, 2011). Los seres humanos estamos programados filogenéticamente para que nuestro cuerpo, como el de los demás organismos vivos, experimente un aumento adaptativo de su capacidad funcional respondiendo al uso, y se pierde funcionalidad cuando éste no se utiliza. Con el uso, las estructuras de los tejidos se agrandan y se reorganizan, mientras que con la inutilidad, los tejidos se reducen y se debilitan. Por consiguiente, con el sedentarismo, no se puede esperar un estado óptimo del organismo. El sedentarismo hace más vulnerables a las personas a enfermar y adquirir precozmente signos de declive físico y psicológico e incrementa las posibilidades de morbilidad y mortalidad en el individuo. En definitiva es un obstáculo para la salud de los jóvenes y en personas en edad productiva, pero más complicada aún es la cuestión desde que se ha alcanzado una expectativa de vida promedio de 85 años. El sedentarismo es uno de los factores de riesgo modificables más relevantes en la actualidad, al poder combatirse simplemente con la realización de actividad física moderada, como se ha realizado desde tiempos antiguos, por ejemplo se podrían prevenir las consecuencias del sedentarismo y conseguir beneficios emocionales y 8 físicos si se realizasen dos o tres veces por semana actividades deportivas de 20 a 30 minutos. Entre los beneficios de realizar alguna actividad física regular se encuentran el aumento de plasticidad neuronal, la memoria visual, el aprendizaje, la activación del sistema nervioso simpático y la liberación de noradrenalina y dopamina, que ayudan a mejorar el estado de ánimo. Además se ha señalado su influencia positiva en el desempeño escolar, sobretodo a nivel de lectura y matemáticas (Varela, Duarte, Salazar, Lema y Tamayo, 2011). 2.4 VARIABLES PSICOFISIOLÓGICAS El periodo cardíaco (PC) se puede definir como el intervalo temporal (ms) desde el comienzo de un latido hasta el comienzo del siguiente. Cada ciclo se inicia por la generación espontánea de un potencial de acción en el nódulo sinoauricular que es donde se origina el impulso eléctrico que da lugar al latido cardíaco. El potencial de acción viaja rápidamente por ambas aurículas y desde ahí, a través del haz A-V, hacia los ventrículos. El intervalo cardíaco se encuentra altamente asociado al reflejo barorreceptor, controlado por el sistema nervioso parasimpático, por lo que una menor SRB da lugar a una menor actividad parasimpática y PC (Reyes del Paso, Langewitz, Robles y Pérez, 1996). Con respecto a la variabilidad cardiaca (VTC), se podría definir como la variación en los valores de periodo cardíaco. Además es el resultado de las interacciones entre el sistema nervioso autónomo y el sistema cardiovascular. La manera habitual de medir esta variabilidad es a partir del electrocardiograma (ECG), donde se detecta cada una de las ondas R y se calcula el tiempo entre las diferentes ondas R consecutivas o intervalo R-R (periodo cardíaco) (Roas, Pedret, Ramos, Capdevilla, 2008). La variabilidad cardiaca suele ser tomada como un índice de las influencias autonómicas vagales parasimpáticas (Reyes del Paso, Langewitz, Mulder, van Roon. y Duschek, 2013). La presión sanguínea sistólica (mmHg) es otra de las variables a tener en cuenta en este estudio. Se trata de la presión máxima que se alcanza en la fase cardiaca de la sístole, y la cual ocurre por la intervención e interacción de tres factores: el volumen de contracción del ventrículo izquierdo, el volumen de sangre dentro del sistema arterial y 9 el grado de contracción de las arterias. Es importante tener en cuenta estos elementos, ya que, durante la contracción, la presión que se ejerce en el ventrículo izquierdo es mayor que la producida en el ventrículo derecho, llegando a alcanzar los 120mmHg. La presión sistólica no debe superar los 140 mmHg, ya que podrían dañarse las paredes que recubren al corazón (Dalla Pozza, Kleinmann, Bechtold y Netz, 2006). El volumen sistólico hace referencia a la cantidad de sangre que es expulsada por cada ventrículo tras la contracción, es decir, en cada latido se produce la liberación de la presión sanguínea que se estaba ocasionando en la contracción. En un estado de reposo, el volumen de sangre expulsado es de unos 70 ml. Por último, en este trabajo se analiza la sensibilidad del reflejo barorreceptor (SRB), que se define como una actividad principal en la fuente de impulsos vagales aferentes al Sistema Nervioso Central (SNC) y uno de los principales mecanismos generadores de la regulación cardiaca autonómica (Reyes del Paso, 1999). Los incrementos en presión sanguínea, mediante la estimulación de los barorreceptores, producen un efecto inhibitorio a nivel del Sistema Nervioso Central (Reyes del Paso, González, Hernández, 2004). Para poder medir el índice de sensibilidad del reflejo barorreceptor (ms/mmHg), se debe obtener la pendiente de la recta de regresión entre los valores de presión sanguínea sistólica y periodo cardíaco en cada una de las secuencias reflejas encontradas (tanto “arriba” como “abajo”). 3. OBJETIVOS El objetivo de esta investigación ha sido el estudio del efecto de la forma física, mediante la comparación de participantes que practican regularmente ejercicio e individuos sedentarios, en algunas variables psicofisiológicas relacionadas con el sistema cardiovascular. Las respuestas fisiológicas cardiovasculares se analizarán durante tres periodos diferentes: línea base, tarea de aritmética (estrés mental) y recuperación. De este modo se intenta observar si los sujetos que practican ejercicio físico habitualmente responden mejor ante tareas de estrés mental o si existen cambios en los demás periodos con respecto al otro grupo de estudio; y si existe modificación en el reflejo barorreceptor. Las variables dependientes utilizadas han sido la presión arterial sistólica (PAS), el periodo cardíaco (PC), la variabilidad de la tasa cardiaca (VTC) y la sensibilidad del reflejo barorreceptor (SRB). 10 4. ACTIVIDAD PERSONAL DESARROLLADA La aportación de este Trabajo Final de Grado a esta investigación ha consistido fundamentalmente en el procesamiento y análisis de los datos psicofisiológicos con los que se ha realizado este estudio. Para ello, se han realizado las siguientes actividades: Recogida de los archivos Excel de los datos registrados mediante cardiografía de impedancia, electrocardiografía, presión arterial oscilométrica y presión arterial continua del estudio para cada uno de los participantes. En concreto, se seleccionan cuatro columnas pertenecientes a las variables utilizadas en el estudio. Se organizan en un nuevo fichero Excel (Figura 1). Figura 1. Primera extracción de los datos obtenidos. Procedimiento de localización y modificación de artefactos. Los tres periodos en que está dividido el estudio, se desglosan y a continuación se registran los números de latidos de cada periodo. Por otro lado los archivos de los datos obtenidos se transforman a un formato de texto separado por espacios, denominado formato PRN. Así los datos pueden analizarse con los programas desarrollados. Seguidamente, el análisis de la SRB y de la VC se obtiene por medio del programa BRSPC.BAS (diseñado por Gustavo A. Reyes del Paso), a través de los datos experimentales obtenidos por los 58 sujetos en los tres diferentes periodos 11 correspondientes. Con el programa MS-DOS QBasic se procede a la organización y diseño de la base de datos con los resultados obtenidos. La base de datos generada se importó primero a Excel y desde ahí al SPSS, donde se realizaron los análisis estadísticos que se exponen en el presente trabajo. 4.1 PARTICIPANTES En este estudio han participado 58 estudiantes de Psicología de la Universidad de Jaén, 27 hombres y 31 mujeres; Concretamente, 30 sujetos (14 hombres y 16 mujeres) eran sedentarios, con una edad media de 21,37 años (DT= 4,43). Los 28 participantes restantes (13 hombres y 15 mujeres) realizaban algún tipo de ejercicio físico habitualmente y su edad media era de 20,07 (DT= 1,30). Todos los participantes eran personas sanas, no tomaban ninguna medicación y participaron de forma voluntaria en el estudio. 4.2 APARATOS E INSTRUMENTOS DE MEDIDA Para el registro de las variables fisiológicas estudiadas en este trabajo se utilizó el aparato Task Force® Monitor (CNSystem), un dispositivo no invasivo que cuenta con una pantalla de monitorización y varios electrodos. Se utiliza para la medición continua de parámetros hemodinámicos a través de la electrocardiografía, la cardiografía de impedancia, la presión arterial continua y la presión arterial oscilométrica (Dalla Pozza, Kleinmann, Bechtold y Netz, 2006). El mecanismo consta de seis electrodos para colocar en el tórax, uno en la nuca y otro en la pierna. Además se aplica un manguito en el brazo para la presión arterial oscilométrica y un manguito en los dedos para la presión arterial continua. La finalidad de esta tarea radica en analizar las siguientes magnitudes que se esclarecen a continuación: - Presión Sanguínea Sistólica (PSS). Procede de la curva de presión del aparato medidor de la presión arterial continua. Es la presión más alta que se obtiene durante la sístole. - Período Cardíaco (PC). Intervalo de tiempo entre dos “ondas R” en el ECG. - Variabilidad Cardiaca (VC). Expresada mediante la raíz cuadrada de la 12 diferencia sucesiva media de los valores de PC. - Sensibilidad del Reflejo Barorreceptor (BRS). El cálculo de la recta de regresión entre los valores de presión sanguínea sistólica y periodo cardíaco proporciona una estimación de la sensibilidad del reflejo barorreceptor en ms/mmHg (ms de cambio en periodo cardíaco por mmHg de cambio en presión sanguínea). Es decir, se intenta localizar secuencias de ciclos cardíacos consecutivos (de tres a seis latidos) en los que un incremento paralelo en el PC esté seguidamente asociado a un aumento en la presión sanguínea sistólica o por el contrario se buscan secuencias de una disminución gradual del periodo cardíaco que a su vez estén acompañadas de una reducción en la PSS. Por otro lado, se utilizó el programa E-Prime 1.2 tanto para el diseño como para la ejecución de la tarea de aritmética mental. 4.3 TAREA DE ESTRÉS MENTAL Para generar un estado de estrés se utilizó una tarea aritmética mental serial diseñada por Kraepelin, pero en este estudio se procedió a replicarla en el ordenador en vez de hacerla con papel y lápiz. En la tarea tradicional de Kraepelin, se le da a la persona el test y lo que tiene que hacer es ir sumando mentalmente parejas de números de dos dígitos y escribir en el hueco que queda debajo el último dígito de la suma resultante; cuando pasa un minuto es necesario comunicárselo y decirle que cambie de fila. La tarea suele alargarse unos 5 minutos. La réplica que se realizó en el ordenador con el programa E-Prime, se fundamentó en presentar dos dígitos en la pantalla, los sujetos tenían que sumarlos mentalmente y teclear en un teclado numérico el último dígito de la suma resultante. La tarea tenía una duración total de 8 minutos pero estaba separada en periodos de un minuto. 4.4 PROCEDIMIENTO El experimentador lee las instrucciones del experimento a cada participante. A continuación, éste firma su consentimiento informado para participar en el estudio y se mide y pesa, además de realizar una breve entrevista personal a cada uno de ellos. Seguidamente, el experimentador coloca los electrodos, los manguitos y prepara todos los aparatos de registro (Task Force Monitor). En todos los registros, tanto los aparatos 13 como el experimentador se encontraban en una habitación contigua, por lo que el sujeto no veía nada de lo que estaba ocurriendo. Una vez finalizados los 5 minutos de calibración, se procedía al registro de la línea base con una duración de otros 5 minutos. Después del registro de la línea base el experimentador entraba en la habitación donde estaba el participante y le explicaba que iba a realizar la tarea de aritmética mental con el ordenador situado en frente del sujeto. En la pantalla del ordenador le aparecerían pares de números (de 1 dígito) que debía sumar mentalmente y teclear el último dígito de la suma resultante (es decir, que si le aparecían el 6 y el 5 pues debería teclear un 1). Del mismo modo, se le explicaba que la tarea duraría 8 minutos. Finalmente se les indicaba que antes de comenzar con la prueba, tendrían diez ensayos de práctica después de los cuales comenzaría la tarea. Se les insistía en que procurasen hacerlo lo mejor posible. Cuando finalizaba la tarea de aritmética mental de 8 minutos, se dejaba 3 minutos de recuperación tras los cuales, el experimentador entraba en la sala donde se le quitaban los electrodos, se le agradecía su participación y se le pedía que no comentase con sus compañeros nada de lo que había realizado en el laboratorio hasta que hubiese finalizado todo el estudio. 4.5 ANÁLISIS DE DATOS Los datos han sido analizados mediante análisis de varianza (ANOVA) de medidas repetidas con un diseño 2(x3) con un factor entre grupos (grupo con dos niveles: sedentarios y activos físicamente) y un factor de medidas repetidas (períodos con 3 niveles: Línea base, Tarea Aritmética y Recuperación). Los resultados en los análisis de medidas repetidas se muestran mediante el valor F asociado al estadístico de contrastes multivariados Traza de Pillai. El tamaño del efecto se indicará con el parámetro η². El nivel de significación se ha establecido en p < 0,5. 5. RESULTADOS A continuación, se exponen los resultados del presente estudio incluyendo las gráficas más representativas. 14 5.1 PERÍODO CARDÍACO Como puede observarse en la Figura 3, el periodo cardíaco es mayor en el grupo de participantes físicamente activos que en el grupo de sedentarios (efecto principal del Factor Grupo: F (1,56) = 10,95, p = 0,002, η² = 0,164). El período cardíaco disminuye significativamente durante el periodo correspondiente a la prueba de tarea aritmética y aumenta durante la recuperación (efecto principal del Factor Periodos: F (2,64) = 48,24, P < 0,001, η² = 0.601). No obstante, estos cambios difieren en función del grupo (efecto de interacción Periodo x Grupo: F (2,55) = 50,22, p < 0,001, η² = 0,646). La disminución del periodo cardíaco es estadísticamente más significativa en el grupo de activos físicamente (F (2,64) = 48,24 p < 0,001, η² = 0,601) que en el grupo de participantes sedentarios (F (2,48) = 17,605 p <0,001, η² = 0,423). 875.5 Periodo Cardiaco (mseg) 850.5 825.5 800.5 775.5 Sedentarios 750.5 Act. Física 725.5 700.5 675.5 650.5 Linea Base Tarea Aritmética Recuperación Figura 2. Periodo Cardíaco (PC) en función del grupo y los tres períodos experimentales. 5.2 VARIABILIDAD CARDÍACA La tarea aritmética produce una disminución significativa en la VTC (efecto 15 principal del Factor Periodos: F (2,55) = 9,11, p < 0,001, η² = 0,249). No obstante, este efecto depende del grupo (efecto de interacción Periodos x Grupo (F (2,55) = 4,32, p = 0,018, η² =0,136). La disminución en la VTC durante la tarea aritmética es significativa en el grupo de participantes activos físicamente (F (2,31) =13,23, p < 0,001, η² = 0,461) pero no llega al límite de la significación en el grupo de participantes sedentarios (F (2,23) = 2,99, p = 0,070, η² = 0,207). Al comparar los tres periodos experimentales en función del grupo se encuentran diferencias estadísticamente significativas en el periodo de línea base (F (1,56) = 5,96, p = 0,018), mientras que en los restantes dos períodos las diferencias no llegan a ser significativas (p > 0.1). Por último, como se puede ver en la Figura 4, aunque los valores medios de VTC son mayores en el grupo de participantes físicamente activos que en el grupo de sedentarios, estas diferencias no llegan a ser significativas (efecto principal del Factor Grupo: F (1,56)= 2,34, p = 0,140, η² = 0,038). Variabilidad Cardiaca (mseg) 48 46 44 42 40 Sedentarios 38 Act. Física 36 34 32 30 Linea Base Tarea Aritmética Recuperación Figura 3. Variabilidad Cardiaca (Diferencia Sucesiva Media) en función del grupo y los tres períodos experimentales. 16 5.3 PRESIÓN SANGUÍNEA SISTÓLICA Como se puede observar en la Figura 5, existe un mayor aumento de la presión sanguínea sistólica durante el periodo de la tarea aritmética en el grupo control (efecto principal del Factor Grupo: F (2,55)= 0,490, p = 0,615, η² = 0,017) respecto al grupo de sedentarios, pero no difiere. La presión sanguínea sistólica varía a través de los distintos periodos experimentales (efecto principal del Factor Periodos: F (1,56) = 3,27, p = 0,076, η² = 0,055), existe una tendencia significativamente marginal. Presión Sanguínea Sistólica (mmHg) 126 124 122 120 Sedentarios 118 Act. Física 116 114 112 Linea Base Tarea Aritmética Recuperación Figura 4. Presión Sanguínea Sistólica (PSS) en función del grupo y los tres periodos experimentales. 5.4 SENSIBILIDAD DEL REFLEJO BARORRECEPTOR La tarea aritmética produce una disminución significativa en la SRB (efecto principal del Factor Periodos: F (2,55) = 7,53, p < 0,001, η² = 0,215), como puede observarse en la Figura 7. No obstante, este efecto depende del grupo (F (2,55) = 3,18, p = 0,049, η² =0,104). La disminución en la SRB durante la tarea aritmética es significativa en el grupo de participantes activos físicamente (F (2,31) = 9,51, p = 0,001, η² = 0,380) pero no en 17 el grupo de participantes sedentarios (F (2,23) = 0,76, p = 0,47, η² = 0,062). Al comparar los tres periodos experimentales en función del grupo se encuentran diferencias estadísticamente significativas en el periodo de línea base (F (1,56) = 7,53, p = 0,008), mientras que en los restantes dos períodos las diferencias no llegan a ser significativas (p > 0.1). Por último, como se puede ver en la figura 6, el grupo de participantes físicamente activos presenta una mayor SRB que el grupo de participantes sedentarios (efecto principal del Factor Grupo: F (1,56)= 4,79, p = 0,033, η² = 0,79). Sensibilidad Barorreceptora (msg/mmHG) 17.5 16.5 15.5 14.5 Sedentarios 13.5 Act.Fisica 12.5 11.5 10.5 9.5 Linea Base Tarea Aritmética Recuperación Figura 5. Sensibilidad del Reflejo Barorreceptor (BRS) en función del grupo y los tres periodos experimentales. 6. DISCUSIÓN En este estudio se han analizado las variables dependientes: periodo cardíaco, variabilidad de la tasa cardíaca, presión sanguínea sistólica y sensibilidad del reflejo barorreceptor y se han comparado las diferencias entre participantes que practicaban ejercicio físico regularmente y un grupo de sujetos sedentarios de similar edad, en tres diferentes periodos: línea base, tarea de estrés mental y recuperación. Los resultados obtenidos en el estudio nos llevan a la conclusión general de la existencia de 18 determinadas diferencias de grupo significativas en los parámetros psicofisiológicos analizados. En primer lugar, se intentaba observar si los sujetos activos físicamente respondían mejor ante la tarea de aritmética mental. Después de los análisis realizados se han obtenido resultados que conforman esta hipótesis. En la primera variable examinada, periodo cardíaco, los resultados muestran como aunque en los dos grupos experimentales disminuye el periodo cardíaco en la tarea de aritmética, el grupo de individuos físicamente activos responde con una mayor disminución. Por otro lado, la variabilidad cardíaca disminuye en este periodo en ambos grupos, pero la reducción es significativa sólo en el grupo de activos físicamente. La presión sanguínea sistólica por su parte, aumenta de forma similar en los dos grupos de participantes durante la tarea de estrés, no viéndose afectada por el grado de práctica de actividad física. El dato más significativo ocurre en la sensibilidad barorrefleja, dónde los individuos físicamente activos reducen en mayor grado su sensibilidad barorreceptora en la tarea de estrés mental con respecto al otro sedentario. Estos resultados ponen de manifiesto que la disminución del barorreflejo actuaría como una influencia homeostática de crucial importancia para la flexibilidad cardiovascular y su inhibición durante situaciones de desafío (tarea de aritmética en nuestro estudio) como parte integral de la respuesta autonómica a condiciones de estrés y el apoyo a las reacciones de adaptación en las interacciones organismo-ambiente (Reyes del Paso y cols., 2004; Reyes del Paso y cols., 2009 y Yasumasu y cols., 2006). Por otro lado, se destacan las respuestas cardiovasculares ante una situación particular que no vienen determinadas exclusivamente por el sistema nervioso simpático o el parasimpático, sino por el predominio de uno de ellos en un contexto de integración de ambos (Moya y Salvador, 2001). Una hipótesis a estos resultados podría ser, que como manifiesta Boutcher (1998), la aceleración cardíaca en personas sedentarias durante el estrés mental parece deberse en gran medida a un aumento en la actividad simpática, mientras que el aumento observado en los individuos entrenados puede ser más influenciado por una inhibición de la actividad parasimpática. En nuestros datos también se sugiere, a partir de los resultados de las variables psicofisiológicas, que el patrón de respuesta autónoma de desafío mental podría diferir en función del nivel de entrenamiento, como también ocurrió en la investigación de Martín-Vázquez y Reyes del Paso (2010). 19 Otra cuestión planteada era si existían diferencias en los demás periodos de un grupo respecto al otro en las diferentes variables. Los resultados demuestran un mayor periodo cardíaco en los periodos de línea base y recuperación en el grupo físicamente activo en comparación con el sedentario. En relación con la variabilidad cardíaca, también se encuentran diferencias sobre todo en el período de la línea base, mientras que en los otros dos intervalos las diferencias no llegan a ser significativas. En la tarea de estrés mental disminuye significativamente en los sujetos activos físicamente, pero no en los sedentarios, por lo que los cambios dependen del grupo. La PSS por otra parte varía a través de los distintos periodos experimentales, donde se halla un aumento en la tarea de aritmética para los dos grupos. La última variable registrada, la sensibiblidad del reflejo barorreceptor, indica que hay diferencias de grupo significativamente estadísticas en el periodo de línea base (con una mayor SRB en el grupo de participantes físicamente activos en comparación con los sedentarios), pero no lo son en los otros dos intervalos y en la tarea aritmética hay una disminución significativa de la SRB en el grupo control. A partir de los resultados obtenidos, se puede considerar que estos datos corroboran los resultados de otros estudios que afirman que la buena forma física correlaciona con una respuesta fisiológica más adaptativa al estrés psicológico (Nabkasorn, Nobuyuki, Sootmonkol, Junprasert, Yamamoto, Arita y Miyashita, 2006; Brownley, Hinderliter, West, Girdler, Sherwood y Light, 2003). Por esto, se podría estimar que la tarea de aritmética como estresor agudo pone en marcha los sistemas de emergencia en el organismo, sólo en presencia de la tarea pero no se mantienen activados a lo largo de los otros periodos. Esta afirmación se puede comparar con el estudio de Dustman (1994) donde manifiesta que el ejercicio físico afecta a la mejora del funcionamiento neuropsicológico. Siguiendo este estudio, los valores obtenidos del período cardíaco, apoyan la hipótesis defendida, de una menor activación simpática y una mayor activación parasimpática, entendiendo que el periodo cardiaco está controlado por las dos ramas del SNA (Reyes del Paso, Garrido, Pulgar y Duschek, 2011; Reyes del Paso, Garrido, Pulgar, Martín- Vázquez y Duschek, 2010). La última cuestión que se quería estudiar era si se modificaba el reflejo barorreceptor dependiendo del grupo o el periodo. Después de analizar las variables, se demuestra que se produce una disminución significativa en la SRB en el periodo de estrés y que este efecto depende del grupo. En la tarea de estrés mental es significativa 20 esta disminución en el grupo de activos físicamente pero no en los sujetos sedentarios. Como antes se ha explicado, al comparar los tres periodos en función del grupo, se encuentran diferencias significativamente estadísticas en el periodo de línea base y en los otros dos restantes no las hay. Concluyendo con una mayor respuesta de la SRB en el grupo de participantes activos físicamente que en los participantes sedentarios. Con todos estos resultados se ha podido demostrar un patrón de actividad cardiovascular más adaptativo en los participantes que practican regularmente ejercicio físico: mayor período cardíaco, mayor variabilidad cardíaca, y mayor sensibilidad del reflejo barorreceptor. Este patrón fisiológico indicaría mayores influencias vagales parasimpáticas sobre el corazón en los participantes que realizan ejercicio físico frente a los sedentarios. Los resultados en este estudio muestran entonces mayores valores de SRB y VTC para el grupo físicamente activo que para el grupo sedentario, por consiguiente los corazones de los sujetos que practican ejercicio rutinariamente parecen estar bajo mayores influencias parasimpáticas (Berntson y cols., 1997). Varios mecanismos explican este efecto beneficioso. El aumento en el control parasimpático cardíaco asociado a la resistencia física es uno de los mecanismos postulados (Spalding y cols., 2000). La actividad vagal ejerce una función protectora sobre el corazón y su reducción se asocia con un aumento de la morbilidad y la mortalidad por enfermedades cardiovasculares y la rama cardiaca del barorreflejo es la principal fuente de influencias cardiacas vagales (Reyes del Paso, 1996). Otros estudios previos han mostrado que, además de mostrar una mayor actividad parasimpática en reposo, las personas con elevada forma física presentarían una respuesta al estrés caracterizada por una retirada vagal pronunciada y una respuesta simpática reducida. En cambio, las personas en baja forma física responderían al estrés con una fuerte activación simpática y un cambio parasimpático reducido (Boutcher, Nugent, Maclaren y Weltman, 1998). Con respecto a estos estudios, en nuestro trabajo el grupo de personas físicamente activas muestran niveles superiores de sensibilidad del reflejo barorreceptor, tanto en la línea base como en el periodo de estrés mental. Cuando realizan la prueba de estrés mental, el grupo de personas físicamente activas disminuye los niveles se sensibilidad 21 del reflejo barorreceptor más que el grupo de sedentarios. Este resultado puede ser explicado en el sentido de que los sujetos físicamente activos se enfrentan al estrés mediante una mayor inhibición del control cardíaco parasimpático, mientras que en los sedentarios no se produce este efecto y previsiblemente necesitan activar el sistema simpático. Estos resultados corroboran en parte los encontrados por Reyes del Paso y cols. (1996) donde observaron que la sensibilidad del reflejo barorreceptor era mayor en las secuencias “arriba” que en las secuencias “abajo” y que el estrés mental afectaba más a las secuencias “arriba”. En este trabajo también se observa que el estrés afecta más a la variabilidad cardiaca, el periodo cardíaco y en la presión sanguínea sistólica, pero únicamente en el caso de las personas físicamente activas. Estas diferencias no se han vuelto a encontrar en estudios realizados posteriormente (Reyes del Paso, et al. 2004; García, Reyes del Paso, Vila y Robles, 2003) y el hecho de que sólo ocurra en los participantes que practican deporte habitualmente da más ímpetu a la explicación inicial respecto a la importancia del ejercicio físico. En conclusión, estos resultados muestran un cambio en las variables fisiológicas con el objetivo de adaptarse a las demandas cognitivas. Gracias al aumento de la presión sanguínea, la disminución del periodo cardiaco que da lugar a una mayor frecuencia cardiaca, la disminución de la SRB y la disminución de la variabilidad de la tasa cardiaca, el flujo sanguíneo cerebral se ajusta a las demandas ambientales para mantener en la tarea así un nivel de homeostasis óptimo. Todo esto ocurre en el organismo de los sujetos que practican regularmente ejercicio frente a los sujetos sedentarios. Por último, el estrés se puede conceptualizar como una respuesta automática y natural, que requiere de un mayor esfuerzo para adaptarse al desequilibrio surgido entre situaciones percibidas como amenazantes o en el que se incrementan las demandas exigidas en determinadas tareas, y entre los recursos de los que dispone el individuo. A través de esta definición, se pretende confirmar que este ajuste se efectúa mediante la transformación de mecanismos fisiológicos en respuesta a la inhibición del sistema nervioso parasimpático, y por otro lado, en respuesta a la activación del sistema nervioso simpático. Asimismo, los procesos cognitivos y los fenómenos sociales también están relacionados en el proceso del estrés. Estos cambios en el organismo están recogidos por diversos autores, como: Selye y su teoría del Síndrome General de Adaptación (centrada en la correlación biológica, fisiológica y psicosomática de la 22 respuesta ante el estrés); Cannon y la formulación de su teoría del estrés, denominada Respuesta de Lucha- Huída (referente a la respuesta fisiológica del sistema nervioso simpático frente al estrés); y Lazarus y Folkman y su Modelo Transaccional (basado en los procesos psicológicos, biológicos y sociales del estrés). Este estudio nos ha permitido comprobar estas relaciones, observando cómo una situación responsable de producir estrés mental genera un cambio en las variables fisiológicas para adaptarse al aumento de las demandas. De ahí cabe destacar el valor en prevenir determinadas enfermedades físicas a través de la modificación de conductas y del estilo de vida, fomentando por ejemplo lo que sucede cuando se ejercita habitualmente el cuerpo humano. Se debería de conocer estos resultados más explícitamente en la vida cotidiana para establecer una alternativa a los diversos fármacos contra la ansiedad por ejemplo. De este modo se fomentaría de forma natural un nivel de regulación frente al estrés y de adaptación a las diferentes tareas cotidianas. En este caso, como ocurre en la muestra de este estudio dirigida a los estudiantes universitarios, dónde hay todavía insuficientes estudios generalizables, estos resultados podrían lograr que éstos entendiesen que al practicar regularmente ejercicio, el rendimiento cognitivo y el estrés se adecuan mejor y el organismo se adapta y sufre menos de forma natural. 23 7. BIBLIOGRAFÍA Boutcher, S.H. y Stein, P. (1995). Association between heart rate variability and training response in sedentary middle-aged men. European Journal of Applied Physiology, 70, 75-80. Brownley, K.A., Hinderliter, A.L., West, S.G., Girdler, S.S., Sherwood, A. y Light, K.C. (2003). 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