CAPITULO 111 LA REFORMA MONETARIA Y LA CREACI0N DEL BANCO CENTRAL 1. EL PENSAMIENTO MONETARIO DE EDWIN KEMMERER Las reformas monetarias que propuso Kemmerer en todos los pafses a los que asesor6, se sustentaban adopci6n del patr6n oro (Tamagna, 1963; Drake, en edici6n), y en la creaci6n de un fundamentalmente en la banco central, entidad que serfa la encargada de asegurar su vigencia y funcionamiento. "Normalmente, la principal raz6n para contra­ tar al doctor Kemmerer era para estabilizar la moneda depreciada de un pa1s. Generalmente él recomendaba que el pa1s funcione bajo el patr6n oro. Pero para que el patr6n oro fun­ cione satisfactoriamente el banco central del pafs deb1a estar adecuadamente estructurado. y un banco central, rara vez funciona adecua­ damente, a menos que opere bajo el patr6n oro. El patr6n oro limita la oferta de dine­ ro. por lo tanto impide la inflaci6n y el banco central ayuda en la asignaci6n eficien­ te del dinero existente" [el subrayado es mfo] (Kemmerer, 1987: 57). El Profesor Kemmerer estimaba que el sistema del patr6n oro -en general- presentaba algunas ventajas: lo simple y automá­ tico de su funcionamiento; la gran confianza pública en el oro; su carácter automático que no exigfa la intervenci6n polftica; la caracterfstica de ser un patr6n que operaba a nivel internacional y por último una que el oro a lo considerable estabilidad largo de los años habfa mantenido de su valor (Kemmerer, 1947: 212­ 222) . La variedad de patr6n oro que sugirió fue la de cambios, la 61 misma que oper6 a nivel internacional después de 1914 y funcion6 mediante la banca central. Este sistema monetario se caracteriza­ ba por utilizar como reservas de convertibles en oro y plata, un país divisas extranjeras las que a su vez eran convertibles a un tipo fijo en la moneda del país (Planeta, 1980: 277). En las reformas monetarias Ecuador se subray6 que "la base de cualquier reconstrucci6n econ6mica es la el ta16n de oro" sugeridas por Kemmerer segundo programa para (1), para cuya vigencia recomienda proyecto que la estabilizaci6n de la moneda sobre tos, uno que propone la fundación de un y un para el crea dos proyec­ Banco Central de emisi6n una nueva unidad de valor y dispone la reorganización del sistema monetario del Ecuador. 2. LA LEY DE MONEDAS Y LA LEY ORGANICA DEL BANCO CENTRAL En base a las ciera propuestas efectuadas por la encabezada por Kemmerer, en Decreto Supremo, que dispuso el blecimiento Emisi6n y Comisi6n Finan­ marzo de 1927 se promulg6 un retorno al ta16n oro y el esta­ del banco central en reemplazo de la Caja Central de Amortizaci6n, la misma que no había ejercido hasta entonces la facultad de emitir billetes. La nueva instituci6n, en sus lineamientos generales, previamente establecidos era similar a los bancos en Colombia y Chile, rencias de detalle, producto de condiciones centrales con algunas dife­ locales particulares (Laso, 1972). No obstante esta similitud, el retorno al patr6n oro y la creaci6n de un banco central para el caso ecuatoriano, present6 a la Misi6n de expertos tres dificultades: 1. La determinaci6n del nuevo valor oro para la estabilizaci6n del sucre. 2. El precio al que receptaría 62 el banco central, el oro y la plata mantenidos en las antiguas instituciones de emisi6n de la República, y 3. Los medios adecuados para constituir el capital del Banco Central. En relaci6n al primer punto los pesar de las grandes fluctuaciones del 1923, no se había ciaci6n del sucre. y un mínimo cuatro años el de cambio ecuatoriano desde producido un movimiento continuo en Asi por ejemplo 1923-1926 las cotizaciones d61ar técnicos consideraron que a en el lapso alcanzaron un máximo de 3.60, siendo el SI 5.00 por de cuatro años SI de estabilizar d61ar, equivalente a 20 la moneda a SI 5.00 6.20 por precio medio durante esos oro americano por un sucre. Basándose en estos hechos ron la depre­ por d61ar, centavos recomenda­ dando así al nuevo sucre un valor de alrededor de 40% del antiguo Sucre-Oro de la Ley de Monedas de 1898 (2). Por más que una parte de la opini6n pública se pronunci6 por la estabilidad del cambio a otorgando al sucre un señalaron que volver a la un tipo valor en oro menos elevado más alto), paridad antigua de los (es decir, técnicos 2.0547 sucres por d61ar sería excesivamente desacertado. "La posibilidad de restaurar la antigua pari­ dad sería muy dudosa, pues si aún fuera posi­ ble llevar a cabo tal empresa, mediante un programa de deflaci6n, el proceso de revalo­ rizaci6n seria extremadamente doloroso, se extenderfa largos años y causarfa sufrimien­ tos y perturbaciones en la vida econ6mica del pa ís" (3). En este punto la Hisi6n Norteamericana obr6 apresuradamente, no recab6 la informaci6n adecuada proporcion6 un banco privado, de y se conform6 con la que le ahí que los promedios obtenidos no reflejen el real comportamiento del tipo de cambio en los años 1923-1926, lo que motiv6 una alteraci6n en el tipo de conversi6n, 63 con la consiguiente devaluaci6n de nuestra moneda en un porcen­ taje superior al real. Un problema igualmente delicado era la entrega Central de las reservas de oro y plata de los emisi6n, que fueron trasladadas a Amortizaci6n sin (Revisar Capítulo 1). Por otra Banco antiguos bancos de la Caja Central que previamente se haya al de Emisi6n y determinado su precio. parte, el Gobierno debía a los antiguos bancos de emisi6n 32,7 millones de sucres, de los cuales 23,4 formaban la deuda al "Banco Comercial Cuadro 7), la que provenía en puestarios del gran parte de Gobierno y cuyo monto y Agrícola", (Ver los déficits presu­ guardaba estrecha relaci6n con la emisi6n ilegal de dicho Banco. Como era esperaban que, fácil prever, los antiguos cuando se fijara el plata, se tomaría en Bancos valor en sucres de cuenta la devaluaci6n del sucre ellos aprovecharían de la revalorizaci6n de su reserva Pero hubo un gran movimiento de de opini6n, tanto Gobierno como entre personas particulares Emisi6n su oro y y entonces metálica. en círculos del de renombre, favorable a la idea de que fuera el Gobierno el beneficiado con la revalua­ ci6n de las reservas metálicas debiendo destinarse estas utilida­ des a amortizar su deuda con los bancos. Así lo Comisi6n y se resolvi6 por medio de la ley pertinente y plata de los antiguos bancos de emisi6n se pagaran aconsej6 la que el oro al precio antiguo de diez sucres la libra esterlina, o el equivalente de SI 2,0547 por d61ar americano, y que los beneficios que obtuviese el Gobierno con la revalorizaci6n los destinara al pago de sus deu­ das a estos bancos (4). Esta operaci6n permiti6 liquidar las obligaciones contraídas con los antiguos al Bancos de emisi6n, excepto 17'000.000 de sucres Banco Comercial crédito y Agrícola, instituci6n que traslad6 este al Banco Central en garantía de sus billetes en circula­ ci6n, de los cuales también se hizo responsable el Banco Central. 64 Como resultado de lo anterior, el Instituto Emisor iniciaría operaciones contra con un activo constituido el Estado, una reserva en oro en un 40% sus por créditos de 20 millones de sucres y una circulación de 40 millones aproximadamente. La situación del banco al inicio de sus operaciones se mostraba bastante sólida, no obstante la fuerte deuda del Gobier­ no, para cuyo arreglo también se arbitraron medidas tendientes a reducirla lo antes posible, mediante acuerdos celebrados entre el Banco y el Gobierno, que obligaban a este último a presupuesto cada año la deuda, lo asignar de su suma necesaria para el servicio de esta y a emplear en la amortización extraordinaria de la misma siguiente: el producto de los beneficios de monedas metálicas subsidiarias, el de las la acuñación de utilidades del Banco Central y el monto de multas cuando su reserva oro fuera inferior a los límites fijados (5). La formación del capital del Banco era el tercer problema a resolver. La imposibilidad de obtener del Gobierno una participa­ ción importante debido a las unida a la dificultad pública, determinó malas condiciones de sus finanzas, de reunir todo el capital por suscripci6n la necesidad del concurso de los bancos par­ ticulares y también reservó al público el derecho de suscripción. Cada uno de los bancos comerciales establecidos en la República debía aportar con el 15% de su capital pagado y reservas. De este modo el Banco Central tenía inicial de 3'750.000 cual se añadirla (6). Sin embargo, la seguridad de reunir un (750.000 dólares) sucres, el producto de más o menos, las suscripciones habla la dificultad de capital al del público que un buen número de bancos se encontraba en situación diflcil, a causa de la violenta depresión económica ellos que se sentla en estaban imposibilitados de Banco Central por' concepto de las Se el pals y efectuar pagos que muchos de inmediatos al acciones que deblan suscribir. obvió la dificultad permitiendo el pago de acciones en cuatro cuotas y disponiendo además que los dividendos de las acciones de 65 Clase A puedan pagarse con vales de caja a dos años plazo (7). De esta manera se esperaba completar el capital inicial autorizado del Banco Central el mismo que se fij6 en un máximo de diez millones de sucres, con de la posibilidad aumentarlo a veinte. Este monto se justific6 bajo el siguiente razonamiento: "Aún cuando no hay censo oficial exacto, la poblaci6n del Ecuador se estima generalmente al rededor [sic] de 2'000.000 y la actual circulaci6n de billetes es aproximadamente de S/40'000.000. Teniendo en cuenta estos hechos y considerando que la Misi6n recomien­ da que los billetes de uno y dos sucres sean reemplazados por moneda metálica y que, con la excepci6n de pocas ciudades, no existe en la actualidad apreciable desarrollo de opera­ ciones bancarias comerciales, un capital de S/8'OOO.000 a 10'000.000 parece aconsejado para los primeros años del nuevo Banco Cen­ t r al del Ec u ad o r " ( 8 ) . Se estableci6 además el valor nominal de cien sucres para Banco, que ser ian de dos tipos: las suscritas y pose idas exclusivamente por cada una de las acciones del de Clase A Bancos pod ian ser que efectuasen Ecuador, en negocios tanto que las de bancarios y comerciales en Clase B podian ser el adquiridas sin restricci6n (9), pero no daban derecho a voto si estaban en poder de un banco asociado o del Gobierno. En general, la Ley Orgánica diseñada por la Misi6n Kemmerer contemp16 la organizaci6n del Banco Central como una instituci6n de derecho privado (Compañia An6nima), cuyas principales funcio­ nes consistian en la emisi6n, redescuento, descuento, dep6sito y cambio. Se le otorg6 una licencia de cincuenta años para operar, plazo que buscaba mantenerlo "alejado de la politica y permitirle desarrollar su plan de acci6n sin estorbos y de manera eficiente 66 y permanente" (10). Designaron a Quito para la oficina principal, debido a su vinculaci6n con el Ministerio de Hacienda y las cone­ xiones con las operaciones fiscales del Gobierno. Sin embargo, por la importancia comercial de Guayaquil se dispuso el estable­ cimiento de una Sucursal Mayor, en el Puerto Principal (11). En cuanto a la conformación del Directorio la Comisi6n estimaba que: "el éxito que alcance cualquier instituci6n [depen­ derá] en gran medida de que se la habilidad y honradez de [encarguen] de su administración", por prevenir peligros en la administración del las personas lo que procurando Banco trataron de evitar: 1. Una influencia indebida de parte del Gobierno especialmente, lo que sería originado por consideraciones políticas, y 2. La influencia indebida de bancos accionistas para lograr in­ crementar sus propias utilidades (12). La elección del Directorio era análoga a la adoptada para el Banco Central de Chile, donde algunos miembros fueron designados por el Gobierno, otros por Bancos accionistas; accionistas parti­ culares; agrícolas, importantes y de obreros organizados, Directivo -según intereses, asociaciones industriales, comerciales, de modo que en el Consejo la Misi6n- se hallaban sin permitir que el representados todos los Gobierno o los Bancos dicten su política al Banco Central. El Directorio de nueve miembros propuesto en el caso elegidos de ecuatoriano se componía la siguiente forma: dos por el Presidente de la República; dos por los bancos asociados; uno por la Cámara de Comercio y Agricultura de Guayaquil; uno por la Cámara de Comercio, Agricultura e Industrias de Quito; uno por la Sociedad Nacional de Agricultura; uno por trabajadores y uno por alcanzaren SI las organizaciones de los tenedores de acciones Clase 1'000.000 (13). B cuando Ningún miembro del Cuerpo Legisla­ 67 tivo, u otro ser parte funcionario o empleado rentado del Gobierno del Directorio. Asimismo, se podla limit6 la representaci6n de los bancos en el Directorio del Banco Central estimando que: "Los banqueros estarlan siempre dispuestos a considerar las cuestiones de tasas de des­ cuento y otros asuntos relacionados con la política del Banco Central, desde el punto de vista de los intereses de los bancos que representan y no desde el punto de vista del bienestar público en general" (14). Esta disposición al parecer no se cumpli6, puesto que los Directorios del Banco Central durante la vigencia del Patr6n Oro, entre los años formaron 1927-1932, incluyeron a varios personajes que parte de los antiguos bancos de emisi6n, o estaban vin­ culados a ellos, como se puede observar en el Anexo 5. La reserva obligatoria se fij6 en 50% aplicada a los bille­ tes en circulaci6n y dep6sitos, con una sanci6n progresiva cuando dichas reservas bajaran de este porcentaje. El encaje guardarse en las bodegas del Banco o en los bancos podla de Nueva York o Londres (15). 3. LAS OPERACIONES DEL BANCO CENTRAL Este tema ha sido intencionalmente separado de las generali­ zaciones anteriores, en raz6n de su importancia, pues nos provee de los establecer elementos siguiente apegaron en qué necesarios para medida los Directorios del o apartaron del "recetario en Banco Kemmeriano", el capltulo Central se durante la vigencia del Patr6n Oro. Bajo este modelo las cuatro funciones esenciales que debla cumplir el Banco Central se pueden resumir en las siguientes: 68 a. Emisi6n y conversi6n de todos los billetes; b. Estabilizaci6n del cambio internacional; c. Regularizaci6n de los tipos de descuento; y d. Ayuda a los bancos en épocas de emergencia (16). a. Emisión y conversión de billetes El Banco Central -en la propuesta de Kemmerer-, tiene el privilegio de la emisi6n, por tanto, será esta instituci6n la que decida cuál es la cantidad en el país, su total de billetes que ha de lo que no significa que esté facultada voluntad; pues en la práctica este derecho condiciones establecidas billetes (17), esto es para la conversi6n circular para emitir a dependerá de las obligatoria de los manteniendo una reserva legal equivalente al 50%. En cuanto a la conversi6n, los billetes del Banco Central y en general todos aquellos en circulaci6n, serán convertidos a su presentaci6n por cualquiera de los medios siguientes a opci6n del Banco: en moneda ecuatoriana de oro; en barras de oro fino; en monedas de oro de Estados Unidos a raz6n de S/ 5.00 por d61ar; en libras esterlinas de vista sobre Nueva York SI oro a raz6n de 24.3324, o en giros a la o Londres pagaderos en oro (Carbo, 1927: 9). b. Estabilización del cambio internacional Bajo el regfmen del Ta16n Oro, el máximo y mfnimo del cambio internacional lo debfa determinar el gravamen de la exportaci6n o importaci6n del Oro. Este seguro, desgaste y ensaye, por el Directorio costo, incluyendo embalaje, flete, fue calculado y fijado posteriormente del Banco Central, del Superintendente de Bancos, con la aprobaci6n en 6 centavos de sucre 69 oficial por d6lar (18). Por consiguiente americano, había que para exportar o adquirirlas a importar monedas de de SI la paridad Oro 5.00 por d61ar, y agregar o reducir 6 centavos por concepto de exportaci6n e importaci6n respectivamente. Entonces, sería ventajoso exportar monedas de Oro americano New York se s610 cuando los giros a de SI 5.06 coticen a más la vista sobre por d61ar, e importarlas cuando el cambio sea menor a SI 4.94 (19). Precisamente por estas consideraciones, y desde dades, que el Banco Central inicie sus activi­ mínimo de SI 4.94 Y un el cambio podía fluctuar entre un máximo de SI 5.06 por d61ar. importaci6n y Dentro de este intervalo (puntos de exportaci6n del oro, podían darse variaciones usuales en esta clase de operaciones (20). Por otra parte, la forma como el Banco Central regularía el volumen y velocidad del medio mayores y menores necesidades circulante, en del país, relaci6n sería la a las siguiente: a subir a más de SI 5.06 Cuando el cambio suba y tenga tendencia por d61ar, habría motivos para considerar que existe un exceso de circulante, por lo que el Banco Central vendería Giros Nueva York o Londres, a raz6n de SI 5.06 por sobre d61ar en cantidades sin límite, y en pago de estos giros recibiría sus propios bille­ tes o los de los antiguos bancos de manera billetes de la emisi6n, retirando de esta circulaci6n, y disminuyendo así del medio circulante. Al mismo tiempo, el Banco Central elevaría los tipos de interés y de descuento si fuere necesario, do así a una gran parte de los bancos préstamos y descuentos del aún más el total del redescuentos se inducien­ y al público a pagar Banco Central (21), medio circulante, pues pagarían con el total billetes que lo los que reduciría tales préstamos de este modo o serían retirados de la circulaci6n. Mientras tanto, si determinará Londres el cambio baja, la escasez de circulante que el Banco Central compre giros sobre Nueva York o en cantidades ilimitadas a raz6n de SI 4.94 por d61ar, lanzando así billetes a la circulaci6n en pago de estos giros, 70 lo que aumentarla Asl proporcionalmente el también, y de ser total de necesario, el Banco medio circulante. Central podrla bajar los tipos de interés y descuento para fomentar de esta manera los préstamos, lanzando así más billetes a la circulaci6n, y aumen­ tando aún más el total de medio circulante (22). En conclusi6n, el Banco Central podía regular fácilmente la cantidad de dinero, a fin de que ésta corresponda a las verdade­ ras necesidades del país, asegurando no s610 su elasticidad sino que puntos máximo el cambio fluctúe dentro de determinados, Y evitando los los y mínimo gastos de importaci6n y exportaci6n del oro. c. Regularizacion de los tipos de descuento Otra de las principales funciones asignadas por la propuesta al Banco Central era influenciar y ayudar a estabilizar las tasas o tipos de mayor o menor interés y de descuento, las que dependerían de la abundancia de capitales disponibles en el Ecuador, en un momento dado. Los expertos norteamericanos en distinci6n entre capital y moneda: "la c ircu lan te, que cons ist irá, en este punto, parten de una cantidad de nuestro medio gran parte, en billetes, no indicará el monto de Capitales de que realmente dispone el país", pues la emisi6n de dinero no crea capital. Este aumenta de la siguiente manera: "La mayor parte de los particulares aumentan su capital gastando menos de lo que ganan. Los bancos y demás compañías an6nimas aumen­ tan su capital por suscripciones de nuevas acciones, que se hacen con los ahorrros del público, o por medio de la acumulaci6n de fondos de reserva, que se forman con la parte de las utilidades que no se reparten como 71 dividendos a sus accionistas. [Es decir], los capitales disponibles en el Ecuador, aumen­ tarán s610 si el país ahorra, gastando menos de lo que produce, o sea produciendo más de lo que consume, o si se consigue atraer nue­ vos capitales del extranjero para inversiones permanen tes" (23). Para Kemmerer la tarea de influenciar y ayudar a estabilizar los tipos de interés y de descuento, que seg6n la ponder1a cumplir al Banco Central, se Ley le corres­ efectuaria de la siguiente manera: ELEVARA EL TIPO DE DESCUENTO.- Cuando crea "que los negocios han acrecentado más allá del limite normal; que los bancos estén la asociados prestando más de lo que requieren las justas exigencias de estabilidad y desarrollo econ6mico del país; o que las reser­ vas de oro del banco están indebidamente agotándose" (24). Esta elevaci6n en los tipos de descuento propiciará que tanto los bancos como el p6blico en general, reduzcan sus solici­ tudes de préstamo con el Banco Central. 5610 a las instituciones financieras con necesidad urgente de redescontar a un tipo elevado, fondos, les lo que provocará convendría en poco tiempo que los demás bancos eleven también sus propios tipos de descuen­ to, obligando así a sus clientes a reducir sus préstamos y descuentos. BAJARA LOS TIPOS DE DESCUENTO.- "Cuando el Banco Central conside­ re que es conveniente crédito del fomentar un pais, especialmente mayor y más eficaz uso cuando aumenten del sus verdaderas necesidades, como durante el tiempo de las cosechas ... , y siempre que al mismo tiempo las reservas de oro del Banco sean aprecia­ blemente mayores del 50% del total de los billetes en circulaci6n y de los dep6sitos que en esos momentos tenga el Banco Central. Al bajar los tipos de descuento, se inducirá de esta manera a los bancos y al p6blico en general a 72 aumentar sus solicitudes de préstamos y descuentos" (25). Las operaciones del Banco con el público La Ley autoriza al Banco Central efectuar ciertas nes directamente con el público, con la finalidad de para hacer efectivos operacio­ habilitarlo sus tipos de descuento, generalmente en las épocas en que sea necesario prevenir una expansi6n peligrosa del crédito o cuando sea conveniente fomentar su mayor uso (26). Pues el esp1ritu de la Leyes que el Instituto Emisor no debe competir innecesariamente con los bancos asociados. No competirá con los demás bancos Por lo anotado anteriormente, Banco Central mismo tiempo a recibir pagar público que dep6sitos del intereses establece que los tipos si bien sobre la Ley autoriza pdblico, le estos al prohibe al dep6sitos. Además de descuento serán más elevados para el que para los bancos asociados; y será mucho más exigente los demás bancos respecto a la calidad y plazo de los docu­ mentos que descuente (27). d. Ayuda a los bancos en épocas de emergencia Según la propuesta hacer de Kemmerer, el frente inmediatamente a cualquier Instituto Emisor emergencia transitoria que se le presente y ayudar a los demás bancos res, decontándoles rápidamente clase. por Ley a mantener una Reserva de dep6sitos y Oro equivalente al 50% de sus medida de seguri­ confianza del público, y también 73 de primera el Banco Central está obligado billetes en circulaci6n, como una dad, para inspirar la en épocas simila­ su cartera comercial Precisamente con este fin podrá para ser usada en circunstancias especiales. La mayor emergencia que se que se produzca una le podrfa presentar crisis inesperada, la que podfa al pafs es tener lugar por diversas causas, entre las cuales se anotan las siguientes: "Cuando fallen las cosechas o bajen a cifras anormales los precios de los productos prin­ cipales del pa!s; cuando los negocios sufran una reacci6n o, por otras razones, la orga­ nizaci6n del crédito del pa!s se vea expuesto a fuerte presi6n; cuando aparezca una inusi­ tada demanda de préstamos bancarios o las cobranzas se hagan diffciles reduciéndose as! las reservas de los bancos, y cuando existan otros s!ntomas de una "crisis inminente". Es precisamente en estos casos cuando los bancos asociados deberán recurrir en pos de ayuda al Banco Central; y, al hacerlo, 'deben sentir plena confianza' de que podrán obtener bille­ tes, oro o giros-oro, en cantidades adecuadas a sus necesidades ... " (Carbo, 1978: 138). e. Funciones adicionales Aparte de las cuatro funciones señaladas, la propuesta establece que el Banco Central ejercerfa otras, como por ejemplo: - Actuar como Agente Fiscal del Gobierno, de las Municipalidades y de los Ferrocarriles; - Como Agente Fiscal del Gobierno para la acuñaci6n, cambio o re­ acuñaci6n de ciertas monedas metálicas; y, por último, - Actuar como "Cámara de Compensaci6n" para los bancos asociados en Quito y Guayaquil (28). 3.1 Evaluación Una vez revisadas las Leyes 74 que regularon la moneda y la actividad del Banco Central del Ecuador a partir de 1927, encon­ tramos en el "paquete sugerido", varios aspectos importantes que vale la pena remarcar: a. Las reformas aconsejadas para rencias, más de formuladas forma que y ejecutadas el Ecuador, con ciertas dife­ de fondo, son similares en los paises a los a las que Kemmerer asesor6. b. La creaci6n de bancos centrales y el fortalecimiento de sistemas bancarios fue el instrumento utilizado para a cabo la estabilizaci6n ci6n en que habian de los cambios y frenar los llevar la infla­ quedado sumidos varios paises latinoame­ ricanos al finalizar la Primera Guerra Mundial. c. El modelo de banca central planteado por Kemmerer (para los paises que asesor6), funcionaria en el marco del patr6n oro; tendria el monopolio de la emisi6n de billetes, detel"minaria el tipo bancario, libre y actuaria llevaria a cabo operaciones de mercado en calidad de prestamista de 61timo recur­ so. d. Los instrumentos de Kemmerer fueron la través de los regulaci6n utilizados por tasa de descuento y el tipo de cambio, a cuales el Banco oferta monetaria y monetaria Central podia controlar la su relaci6n con las reservas; el crédito y el ingreso y egreso de oro. e. El manejo de estos tanto instrumentos está perfectamente definido en la Ley, cuanto en las publicacions oficiales de la época, seg6n se observa en el caso ecuatoriano (29). decirse que la sus Podria funci6n del Banco Central y concretamente de Directorios se limitaba a "recetario" prescrito; el que estabilidad de la moneda, la aplicaci6n ante estricta del todo remarcaba en la prescindiendo de otras considera­ 75 ciones. Con las f. funciones del Banco Central la rigidez y lidad a las claramente definidas y automaticidad del modelo, que impedía flexibi­ decisiones de sus Directorios, se esperaba ade­ más regular el poder discrecional de emisi6n de billetes que tenían los gobiernos (Aldcroft, 1985: déficit presupuestarios que ocasionaban narias y obligar a los gobiernos 182), frenar los presiones inflacio­ a financiar sus requeri­ mientos mediante métodos más adecuados. 4. EL UNICO CUESTIONAMIENTO INMEDIATO A LAS REFORMAS KEMMERIA­ NAS SE ORIGINA EN EL TIPO DE CONVERSION FIJADO La Misión Kemmerer cinco sucres por d61ar, embargo, el Gobierno propuso en sus lo que fue para salvar su único caso, solicit6 a la Comisi6n mentos proyectos la paridad finalmente de aceptado. Sin responsabilidad, y en una ampliaci6n de este los funda­ que le han determinado a recomendar que la nueva paridad de la moneda nacional se establezca a cinco sucres por dólar y no se haya fij ado un mayor valor oro al sucre" (30), esto es 4 sucres en lugar de 5. Respondiendo a la consulta, los técnicos subrayaron que un tipo de cambio de 4 sucres por dólar provocarla injusticia para los deudores una situaci6n de que se verlan obligados a cancelar sus deudas pendientes, en sucres más valiosos que aquellos en los que contrataron originalmente el crédito. Esgrimieron también como argumento el enorme perjuicio que se causarla a los exporta­ dores, que percibirlan menos sucres por sus exportaciones, mientras los precios de éstas en los mercados internos se manten­ drían en iguales niveles en términos de sucres. Por otra parte señalaron que bajo la paridad de 4 sucres por dólar se una reducción apenas aparente y obtendrla numérica de la deuda externa Y un 76 aumento efectivo en la deuda interna; se propiciarla también crisis una de adaptaci6n de la economla general a los nuevos niveles de precios y jornales acompañada de sufrimientos y quejas de toda la poblaci6n (Moncayo, s.a.: 49). Las ciudad cifras proporcionadas a los técnicos por un banco de la de Guayaquil, según se dijo entonces, condujeron al establecimiento de un promedio de cinco sucres por d6lar, valor superior al que se obtiene revisando fuentes alternativas que recogen cotizaciones menores y "reales"; como las del Cuadro No. 2 de este trabajo, que nos llevan a un promedio de 4.8 sucres por d61ar. Los técnicos lizar subrayaron también que el inmediatamente el tendrla éxito billetes en raz6n en correspondiente sucre sobre la de haber circulaci6n a cinco esfuerzo de estabi­ base calculado de 4 el en 3/40.000.000, sucres por d6lar-. volumen -con por d61ar), y serla fin de que el circulante sostuvieron que mientras de un valor valor oro (4 indispensable retirar el excedente a no sufriera depreciaci6n. Por la paridad de cinco sucres asegura al Banco una reserva de 50% sobre la suma de y dep6sitos, la no Habrla demasiado dinero en circulaci6n con el sucre a 25 centavos el sucres por 1, de cuatro sucres no 6ltimo por d6lar circulaci6n permitirla mantener dicha reserva de inmediato (Op. cit.: 49-50). Fundándose en estos argumentos, la en su recomendaci6n original Misi6n Kemmerer insistla de una paridad de cinco d6lar; decisi6n que propiciarla varios pronunciamientos en rela­ ci6n a la necesidad de una elevaci6n de sueldos y vez que serfan las familias de sucres por ingresos medios y salarios, toda bajos las que sufrirlan el mayor impacto de esta nueva paridad. "El Telégrafo" se hizo eco de los pedidos y seña16: 77 "La Ley de Monedas y la del Banco Central, trabajadas por la Misi6n Kemmerer, dan al sucre el valor de 20 ctvs oro o sea 5 sucres por d61ar. No entramos a discutir la conve­ niencia o inconveniencia de este tipo de cambio; pero si creemos oportuno poner en relieve que ni los sueldos de los empleados ni el salario de los obreros y campesinos están actualmente basados en un tipo de 500%. Al contrario, durante los 15 años de incon­ vertibilidad, la esperanza de volver al valor de 200% ha estado actuando contra el alza de los sueldos y jornales.. . Hasta hace poco tiempo los tipos de 500% y más han sido espo­ rádicos, y con frecuencia se producían mejo­ ras del cambio -hasta 380% a fines de 1925 y 440% apenas hace dos meses-o No cabe la menor duda pues, de que el régimen de jornales y sueldos están actualmente en total, absoluta y desconcertante oposici6n con el cambio de 500% fijado por la ley de ayer. El jornal corriente de 1,20 al año 1914 es ahora de 2 sucres yesos dos valores son 0.60 y 0.40 expresados en centavos oro en sus respectivas épocas. Hay por tanto una reducci6n de 50% en el valor oro de los jornales" (31). El malestar estaban a se extendi6 no s610 entre los empleados que sueldo o salario, sino entre el elemento burocrático, los empleados manuales y jornaleros. La posibilidad de un incre­ mento se alej6 cada vez más, no obstante la afirmaci6n de Kemme­ rer, quien manifest6 "que los sueldos eran muy exiguos, pero que las entradas para subir nacionales administradas con dichos sueldos en relaci6n honradez, alcanzarían con la carestía de la vida". Sin embargo, "lo que observamos en el presupuesto nacional en cuanto a los sueldos es que, o se establecen rentas excesivas, especialmente para los altos funcionarios, como sucede con los estancos, o se han fijado sueldos ridfculos de un modo particular para los maestros de escuela, amanuences y porteros" (32). No obstante las protestas y exigencias de la prensa para que se aumenten los sueldos públicos de conformidad con ci6n monetaria, ningún resultado la deprecia­ positivo se vislumbr6, 78 tampoco se revis6 el tipo de conversi6n por parte de la Hisi6n Kemmerer, y más bien se lo ratific6 por los técnicos elide marzo de 1927, siendo adoptado inmediatamente por el Gobierno, que con sulta a la Misi6n y utilizando sus argumentos evadi6 la con­ responsabi­ lidades. 5. ALGUNAS REACCIONES Y PROTESTAS PREVIAS A LA APROBACION DE LA LEY ORGANICA DEL BANCO CENTRAL EN 1927 Aunque no asociado a la protesta anterior, en los primeros días del mes de marzo se produjo un movimiento que ha sido tomado como un hecho aislado, pero que la prensa que vale la pena considerar puesto y otros sectores, lo asociaron con un boicot para evitar la apertura del Banco Central; ya que dicho proyecto junto a la Ley de Monedas fueron los que se aprobaron en primera ins­ tancia por el Ejecutivo. Precisamente el promulg6 4 de marzo el decreto de fundaci6n de 1927, fecha en la que se del Banco Central del Ecuador, se produjo un golpe militar que, encabezado por el General G6mez de la Torre, con los Comandantes Abarca y Jaúregui, depuso por unos minutos al Presidente Provisional de la República Dr. Isidro Ayora, a su Primer Ministro y que no cumpIlan los ideales al Jefe de Estado Mayor, de los revolucionarios alegando de julio de 1925 (33). Este levantamiento podfa atribuirse como según "El Telégrafo", no se preconiz6, a exigir que se los planteamientos de la Revoluci6n Juliana; a otro tipo de intereses, cuarta ofensiva bancaria fue casual, ni cumpliesen más bien respondi6 según se desprende del artículo "La contra el Banco Central de Emisi6n fra­ casa con el Golpe Politico-Militar de Quito". Dicho articulo nos permite inferir el comportamiento del sector bancario en relaci6n a la próxima apertura del Banco Central, 79 su participaci6n ~n cuatro oportunidades anteriores y la no concreci6n de el grado de responsabilidad en proyectos previos a la creaci6n de esta instituci6n. Una parte del texto señala las coincidentes protestas e inconvenientes que, desde que se insinu6 la creaci6n de un banco central pais, estuvieron presentes en el en el escenario para frustrar su creaci6n: "Ahora con la Misi6n Kemmerer en el pais, el Banco Central tiene perfiles más o menos conocidos y algunos de ellos disgustan enor­ memente a los dos grandes bancos de emisi6n de Quito y Guayaquil que se creian triunfan­ tes! Pues, manos a la obra. Lo mejor que se puede hacer es otro engaño de grueso calibre: un golpe militar-politico-bancario en el cual se levante como bandera dos cosas que mutua­ mente se destruyen a saber: l. poner en vi­ gencia las leyes de la Misi6n Kemmmerer, mediante 2,; la vuelta inmediata a la Consti­ tucionalidad!! Es claro que no habrá Congreso alguno que ponga en vigor las leyes Kemme­ rer!! Cada vez que se propuso algo por el estilo en los Congresos, y especialmente cada vez que se propuso un Banco Central, los Bancos de emisi6n de Guayaquil y Quito pasa­ ban por alto sus resentimientos, los Gerentes se abrazaban y decian: "lo que hagas tú está bien hecho" y ... el Congreso negaba en terce­ ra discusi6n toda tentativa salvadora. La Constituyente nombrada por un "golpe banca­ rio" (como acertadamente califica el Dr. Ayora el fracasado ayer), jamás aprobaria las leyes Kemmerer" (34). Afortunadamente la pronta intervenci6n de la guarnici6n impidi6 que se consumara el prop6sito de establecer una dictadura militar, de que o que la situaci6n prosperase, pues se corria el riesgo los conservadores se aprovecharan del estado de confusi6n reinante. Una vez restablecido el orden fueron capturados los redactores del peri6dico "El Dia", corresponsales de "La Naci6n", "La Prensa" y "La Un i6n Manabi ta" , 80 var ios Jefes Mil i tares y numerosos personajes de figuraci6n po11tica; entre ellos apareci6 complicado el conductor del Partido Liberal Dr. José Peralta. Todos ellos, según se inform6, fueron llevados ante el Presidente de la República, para averiguarles sobre su participaci6n en revueltas e las inquirirles, "al servicio de cuál de las revolucio­ nes en gestaci6n se encontraban, porque debe saberse que habian tres: militar, bancaria y conservadora" (35). Años más tarde el entonces Ministro de Hacienda Dr. Pedro L. Núñez seña16 que la premura en la expedici6n del decreto, el mismo dia que estal16 la revoluci6n (4 de marzo de 1927), tuvo su parte anecd6tica: "Podr1a llamar la atenci6n el por qué fue el 4 de Marzo la expedici6n de este documento de tanta trascendencia, como se acostumbraba en estos casos. Ocurri6 que me encaminaba al Ministerio de Hacienda -antigua Contralor1a en la Calle Mej1a- y un amigo acercase para avisarme que se estaba fraguando una revoluci6n que deb1a estallar de un momento a otro. Como principal argumento que se estaba explotando era de que a pesar de que la Misi6n Kemmerer hab1an [sic] ya presentado el proyecto de creaci6n del Banco Central, el Gobierno no expedir1a el decreto de fundaci6n porque estaba desani­ mado de hacerlo. Este asunto comuniqué en sesi6n de Gabinete pero creyeron que no habla peligro. De todas manera insist1 al Presidente indicándole en la necesidad de dictar tal decreto que, ha­ biendo sido ya estudiado el proyecto y estar listo para su expedici6n se quitaria todo pretexto a quienes creian que no iba a dic­ tarse la Ley del Banco Central. El Presidente Ayora escuch6; acept6 y firm6 el decreto correspondiente. En efecto el 4 de marzo en la noche estal16 la revoluci6n que se anunciaba presidida por el General Francisco G6mez de la Torre" (36). Una vez promulgado el Decreto de fundaci6n del Banco Central del Ecuador y restablecida la calma, se procedi6 inmediatamente a 81 la conrormaci{¡n de la Comisi6n Organizadora y al nombramiento de su Directorio, aspectos que se tratarán en el capitulo siguiente. 82 N O T A S 1. República del Ecuador, Registro Oficial, No. 283, Año 1, Quito, sábado 12 de marzo de 1927. p. 2459. (Ley Orgánica del Banco Central). 2. AH-BC/Q, Fondo Kemmerer, Proyecto de Ley de Monedas con la exposici6n de motivos correspondiente, presentado al Presi­ dente de la República y al Ministro de Hacienda, el día 10 de febrero de 1927 por la Misi6n de Expertos Financieros, Talleres Tipográficos del Ministerio de Hacienda, Quito, 1927, (mimeografiado). El Telégrafo, martes 20 de diciembre de 1927. Los datos tomados por los Técnicos para establecer en nuevo valor oro del Sucre. no coinciden con los anotados en el Cuadro 2, y esta fue precisamente una de las razones para que Victor Emilio Estrada cuestionara el nuevo tipo de con­ versi6n fi,j ado, señalando que Kemmerer "uti 1 iz6 para sus deduccciones una tabla de tipos de cambio suministrada por un Banco de Guayaquil que no es exacta, como se puede fá­ cilmente ver cuando dá 500% como tipo promedial de cambio durante el año 1923 que se caracteriz6 por la aproximaci6n de los tipos de cambio de 'la calle' con los de la 'incauta­ ci6n de giros' a 320% y luego al 400% cuando el Gobierno, tomando en mano la incautaci6n de giros, destruy6 el trabajo real izado hac ia la estab i 1 i zac i6n" (Estrada, 1934: 4). 3. AH-BC/Q, Fondo Kemmerer, Proyecto de Ley de Monedas con la exposici6n de motivos correspondiente, presentado al Presi­ dente de la República y al Ministro de Hacienda, el dia 10 de febrero de 1927 por la Misi6n de Expertos Financieros, Talleres Tipográficos del Ministerio de Hacienda, Quito, 1927, (mimeografiado). 4. República del Ecuador, Registro Oficial, No. 283, Año 1, Quito, sábado 12 de marzo de 1927, pp. 2451-2452. (Art. 70). 5. Op. cit. : 2483, 6. Op. c i t. : 2438-2439, 7. lb id. : 2438-2440. 8. Op. cí t. : 2464. 9. Op. c i t. : 2438. 10. Op. ci t. : 2460. (Art. 71-77). (Art. 5-9) . 83 11. Ibid. 12. Op. cit.: 2470. 13. Op. cit.: 2441. 14. Op. cit.: 2469. 15. Op. cit. :2452-2453. 16. República del Ecuador, El Banco Central del Ecuador, Depar­ tamento de Informaci6n Anexo a la Secretaría Privada de la Presidencia, Talleres Tipográficos Nacionales, Quito, 1927: 10. 17. Op. cit.: 11. 18. República cit.: 9. 19. Ibid.: 14-15. 2O. 1b id .: 15. 21. Ibid.: 15-16. 22. Ibid.: 16-17. 23. Op. cit.: 21. 24. Op. cit.: 22. 25. Ibid.: 22-23. 26. Op. cit.: 25. 27. Ibid.: 25-26. 28. Op. cit., 34. 29. La publicaci6n "El Banco Central del Ecuador", preparada por el Departamento de Informaci6n Anexo a la Secretaría Privada de la Presidencia, recoge exhaustivamente los planteamientos de la Misi6n Kemmerer y la forma c6mo debería actuar el Banco Central en los distintos casos y ante las variaciones de los indicadores e instrumentos predeterminados y privile­ giados por los técnicos. 30. República del Ecuador, Registro Oficial No. 289, Quito, 19 de marzo de 1927, p. 2545 (Suplemento a la Exposici6n de Motivos de la Ley de Monedas). La solicitud a la Misi6n Kemmerer para ampliar la informa­ del Ecuador, El Banco 84 Central del Ecuador, op. ci6n la efectu6 el Gobierno del Ecuador a través de su Mi­ nistro de Hacienda Leopoldo Núñez el 21 de febrero de 1927. 31. El Telégrafo, Guayaquil, 16 de marzo de 1927. En este punto hay que destacar nuevamente que, la diferencia en los indicadores, por su carencia, improlija elaboración, o no preparaci6n por parte de un organismo oficial, en aque­ llos años, da lugar a tantas interpretaciones como series se construyan. 32. El Universo, Guayaquil, 20 de marzo de 1927. 33. El Universo, Guayaquil, 7 de marzo de 1927. 34. "Carambú", (seud6n imo) , E 1 Te légrafo, La Cuarta Bancaria, Guayaquil, 7 de marzo de 1927. 35. El Universo, Guayaquil 7 y 9 de marzo de 1927. 36. El Comercio, Quito, 24 de julio de 1927. 85 Ofens i va