biernos socialdem ócratas fracasados y partidos socialdem ócratas desm ora­ lizados. (Post-data bibliográfica: sólo después de la redacción de este texto he sa­ bido que el socialista italiano indepen­ diente Lelio Basso en el número 3/1973 de la revista „Ju sticia C rítica “ ha publicado un artículo denom inado „El rol del derecho en la fase del tránsito al so cia lism o “ , el que presen­ ta en form a más circunstanciada y d i­ ferenciada de lo que yo podría las bases teóricas de estas tesis. Para todos los interesados ofrece el artí­ culo de Basso valiosas expectativas). SOBRE EL PROBLEMA FUNDAMENTAL DE LOS CAMBIOS SOCIALES Y EL ESTABLECIMIENTO DEL SOCIALISMO 1 .L o s supuestos y condiciones ge­ nerales de los cam bios sociales pro­ fundos fueron descritos en form a bre­ ve, clara y brillante por Carlos Marx en la „In tro d u cció n " a su „C rítica de la econom ía p olítica “ : „En la producción social de su vida, se establecen entre los hom bres de­ term inadas y necesarias relaciones, independientes de su voluntad, rela­ ciones de producción que correspon­ den a un determ inado grado de desa­ rrollo de las fuerzas productivas ma­ teriales. El conjunto de estas relacio­ nes de producción constituye la es­ tructura econom íca de la sociedad, la base real sobre la cual se eleva la superestructura jurídíca y política y que se relaciona con determ inadas form as de la conciencia social. La fo r­ ma de producción de la vida m aterial condiciona los procesos de vida so­ cial, política e intelectual de manera general. No es la conciencia de los hom bres lo que determ ina su ser; es inversam ente su ser social el que determ ina su conciencia. A un cierto grado de su desarrollo, las fuerzas productivas m ateriales de la sociedad entran en contradicción con las rela­ ciones de producción existentes, o lo que no es mas que su expresión ju rí­ dica, con las relaciones de propiedad dentro de las cuales se habían desa­ rrollado hasta entonces. De form as de desarrollo de las fuerzas productivas se convierten estas relaciones en sus trabas. Se inicia asi una época de revolución so cia l.“ Revolución social 2. El concepto de relaciones de pro­ ducción describe, expresándolo en form a burda, el marco institucional de la sociedad: En especial y sobre todo la form a y especie de disposición sobre los medios de producción ma­ terial y consumo! („relaciones de p ropiedad“ ), asícomo en relación con ello la form a de organización política („relaciones de d om in a ció n “ ) y las ins­ tituciones a través de los cuales los hom bres se integran a la sociedad mas allá de las organizaciones p olíti­ cas (familia, escuela, m edios de co­ m unicación masiva, vida cultural y relig¡osa-„soc¡alizacíón"). El concepto de fuerzas productivas se refiere seña­ lándolo en form a tam bién muy burda, las fuerzas vivas, progresivas y creati­ vas de la sociedad, en especial en el terreno de la producción m aterial: la disposición sobre los recursos del subsuelo, sobre las fuentes de ener­ gía y medios técnicos de ayuda („m e ­ dios de p ro d u cció n “ ) los productos y conocim ientos sociales disponibles, incluyendo la ciencia, el grado y la form a de la división del trabajo y del trabajo. 3. En el desarrollo social normal, es d ecir continuo y relativam ente lento, las relaciones de producción están y se m odifican en consonancia con el desarrollo de las fuerzas productivas, ellas son — como lo señala Marx — „form as de d e sa rro llo “ de las mismas. Solo cuando las relaciones de produc­ ción entran en contradicción con las fuerzas productivas, es d ecir cuando entraban, cuando se convierten en obstáculo de las fuerzas productivas, cuando estas conform e a ello se „re b e la n “ contra las relaciones de producción, entonces se produce la necesidad y la posibilidad de una re­ volución social, es decir de un pro­ fundo trastorno social. Ejemplo clásico para ello es la época de la revolución burguesa e industrial: las fuerzas politicas, económ icas e industriales del te rce r estado en desarrollo, se rebela­ ron contra un orden social que se habia convertido en im productivo y parasitario, contra privilegios feudales, estrechez gremial, contra el estado autoritario m onárquico-aristocrático y la censura clerical. Ellos derribaron el viejo orden — en parte por el camino del desarrollo político y social general y de la reforma política, en parte por el cam ino de las revoluciones san­ grientas - y crearon la sociedad bur­ guesa, la sociedad de la econom ía capitalista, del estado parlam entario y de las libertades cívicas. División del trabajo 4. La derivación m arxista de la revolu­ ción social de las contradicciones de la sociedad necesita, en la necesaria sim plificación efectuada aquí, ser concretizada en una perspectiva definitoria: toda civilización adelantada re­ posa sobre la división del trabajo. Solo cuando determ inados grupos de EXPRÉS ESPAÑOL / Septiem bre 1974