Dictamen - Fiscalía General de la Nación

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Autos: “TASSANO MARÍA DEL CARMEN Y OTROS C/ MACHADO, NELLY Y OTRO. DESALOJO
OCUPANTE PRECARIO E INSPECCIÓN OCULAR. EXCEPCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD.
ARTS. 35 Y 36 DEL DECRETO LEY NRO. 14.219“ (Ficha 292-725/2015)
Suprema Corte de Justicia:
1) Entiende esta Fiscalía que la parte promotora carece de
legitimación para objetar el art. 36 del Decreto Ley Nº 14.219.
El art. 509 num. 1º del C.G.P. señala como titular de la
solicitud de declaración de inconstitucionalidad, a “todo aquel que se considere
lesionado en su interés directo, personal y legítimo”.
La Suprema Corte de Justicia, citando a Justino Jiménez de
Aréchaga, ha manifestado que interés directo es el “inmediatamente vulnerado
por la aplicación de la ley inconstitucional…” Y citando a Héctor Giorgi,
expresó asimismo que: “Interés
directo significa interés inmediato, no
eventual o futuro. La existencia de un interés directo implica que el particular
se encuentra en una situación jurídica definida y actual…” (Sentencia No.
180/2008).
En el caso, los impugnantes cuestionan la inapelabilidad de
la sentencia que hace lugar al desalojo, establecida por la norma atacada.
Sin embargo, aún no se ha dictado la sentencia de primera
instancia resolviendo las excepciones opuestas. Resulta actualmente incierto si
quedará firme el pronunciamiento inicial del proceso monitorio, y por lo tanto,
es también incierto si la parte demandada tendrá interés en recurrirlo.
Se carece entonces de legitimación para impugnar en el
punto.
2) Tampoco corresponde acoger el cuestionamiento en cuanto
al art. 35 del citado decreto ley.
Enseña COUTURE, que Debido Proceso Legal es la
“garantía constitucional consistente en asegurar a los individuos la necesidad
de ser escuchados en el proceso…, con razonables oportunidades para la
exposición y prueba de sus derechos” (Vocabulario Jurídico, pag.199).Se impone esencialmente la oportunidad de audiencia y
defensa de aquel contra quien se formula una pretensión en el orden
jurisdiccional. Para tal garantía basta el otorgamiento de dicha posibilidad, sin
que la misma deba asumir una ritualidad determinada. Es lo que se ha llamado
“tener su día ante el tribunal”.
Si bien el procedimiento fijado importa un régimen
restrictivo en defensa, ello no significa vulneración de la garantía del debido
proceso.
El Legislador está facultado constitucionalmente para
regular las formas de los juicios (art. 18 de la Carta), resultando legítimo que
las regle de acuerdo con las circunstancias que debe contemplar, según los
casos.
Al efecto ha sostenido esa Corporación: “El principio
constitucional del debido proceso no postula ni prescribe determinada forma
procedimental para la defensa del justiciable, sino el derecho específico y
concreto a defenderse ante los tribunales, como titular de la tutela
jurisdiccional de sus derechos”.En casos similares, la Corporación ha reafirmado la
facultad legislativa de regular las etapas procesales, la ritualidad de los juicios
(art. 18 de la Carta Fundamental), facultad que lleva implícita la de adoptar el
proceso a la naturaleza peculiar del derecho comprometido en cada relación
procesal (Sentencias Nos. 70/68, 8/86, 56/86)”
O sea que limitación no equivale a supresión de un derecho.
El Debido Proceso requiere que el justiciable tenga acceso al tribunal, en la
forma y condiciones que la ley determine (Cf. COUTURE, “Estudios...”, págs.
41 y 58 a 60). No es incompatible con que existan ciertas condiciones o
requisitos para el ejercicio de la acción o la excepción.
Por lo expuesto, se considera que la excepción de
inconstitucionalidad no podrá prosperar.
Montevideo, 28 de julio de 2016
PT/pt
Dr. Jorge Díaz Almeida
Fiscal de Corte y Procurador
General de la Nación
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