2054 Autos: “TASSANO MARÍA DEL CARMEN Y OTROS C/ MACHADO, NELLY Y OTRO. DESALOJO OCUPANTE PRECARIO E INSPECCIÓN OCULAR. EXCEPCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD. ARTS. 35 Y 36 DEL DECRETO LEY NRO. 14.219“ (Ficha 292-725/2015) Suprema Corte de Justicia: 1) Entiende esta Fiscalía que la parte promotora carece de legitimación para objetar el art. 36 del Decreto Ley Nº 14.219. El art. 509 num. 1º del C.G.P. señala como titular de la solicitud de declaración de inconstitucionalidad, a “todo aquel que se considere lesionado en su interés directo, personal y legítimo”. La Suprema Corte de Justicia, citando a Justino Jiménez de Aréchaga, ha manifestado que interés directo es el “inmediatamente vulnerado por la aplicación de la ley inconstitucional…” Y citando a Héctor Giorgi, expresó asimismo que: “Interés directo significa interés inmediato, no eventual o futuro. La existencia de un interés directo implica que el particular se encuentra en una situación jurídica definida y actual…” (Sentencia No. 180/2008). En el caso, los impugnantes cuestionan la inapelabilidad de la sentencia que hace lugar al desalojo, establecida por la norma atacada. Sin embargo, aún no se ha dictado la sentencia de primera instancia resolviendo las excepciones opuestas. Resulta actualmente incierto si quedará firme el pronunciamiento inicial del proceso monitorio, y por lo tanto, es también incierto si la parte demandada tendrá interés en recurrirlo. Se carece entonces de legitimación para impugnar en el punto. 2) Tampoco corresponde acoger el cuestionamiento en cuanto al art. 35 del citado decreto ley. Enseña COUTURE, que Debido Proceso Legal es la “garantía constitucional consistente en asegurar a los individuos la necesidad de ser escuchados en el proceso…, con razonables oportunidades para la exposición y prueba de sus derechos” (Vocabulario Jurídico, pag.199).Se impone esencialmente la oportunidad de audiencia y defensa de aquel contra quien se formula una pretensión en el orden jurisdiccional. Para tal garantía basta el otorgamiento de dicha posibilidad, sin que la misma deba asumir una ritualidad determinada. Es lo que se ha llamado “tener su día ante el tribunal”. Si bien el procedimiento fijado importa un régimen restrictivo en defensa, ello no significa vulneración de la garantía del debido proceso. El Legislador está facultado constitucionalmente para regular las formas de los juicios (art. 18 de la Carta), resultando legítimo que las regle de acuerdo con las circunstancias que debe contemplar, según los casos. Al efecto ha sostenido esa Corporación: “El principio constitucional del debido proceso no postula ni prescribe determinada forma procedimental para la defensa del justiciable, sino el derecho específico y concreto a defenderse ante los tribunales, como titular de la tutela jurisdiccional de sus derechos”.En casos similares, la Corporación ha reafirmado la facultad legislativa de regular las etapas procesales, la ritualidad de los juicios (art. 18 de la Carta Fundamental), facultad que lleva implícita la de adoptar el proceso a la naturaleza peculiar del derecho comprometido en cada relación procesal (Sentencias Nos. 70/68, 8/86, 56/86)” O sea que limitación no equivale a supresión de un derecho. El Debido Proceso requiere que el justiciable tenga acceso al tribunal, en la forma y condiciones que la ley determine (Cf. COUTURE, “Estudios...”, págs. 41 y 58 a 60). No es incompatible con que existan ciertas condiciones o requisitos para el ejercicio de la acción o la excepción. Por lo expuesto, se considera que la excepción de inconstitucionalidad no podrá prosperar. Montevideo, 28 de julio de 2016 PT/pt Dr. Jorge Díaz Almeida Fiscal de Corte y Procurador General de la Nación