Cuidados al paciente portador de sondaje uretral

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TRABAJO FIN DE GRADO
Título
Cuidados al paciente portador de sondaje uretral
Autor/es
Judith Argáiz Fernández
Director/es
Matilde Pérez Fernández
Facultad
Escuela Universitaria de Enfermería
Titulación
Grado en Enfermería
Departamento
Curso Académico
2013-2014
Cuidados al paciente portador de sondaje uretral, trabajo fin de grado
de Judith Argáiz Fernández, dirigido por Matilde Pérez Fernández (publicado por la
Universidad de La Rioja), se difunde bajo una Licencia
Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported.
Permisos que vayan más allá de lo cubierto por esta licencia pueden solicitarse a los
titulares del copyright.
©
©
El autor
Universidad de La Rioja, Servicio de Publicaciones, 2015
publicaciones.unirioja.es
E-mail: publicaciones@unirioja.es
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UNIVERSIDAD DE LA RIOJA
ESCUELA UNIVERSITARIA DE ENFERMERÍA
TRABAJO FIN DE
GRADO
CUIDADOS AL PACIENTE
PORTADOR DE SONDAJE URETRAL
Autora: Judith Argaiz Fernández
Tutor: Matilde Pérez Fernández
Logroño. 24 de Junio de 2014
Curso académico 2013-2014
Convocatoria Junio 2014
Cuidados al paciente portador de sondaje uretral
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Cuidados al paciente portador de sondaje uretral
AGRADECIMIENTOS
En primer lugar quiero dar las gracias a mis padres, por darme la libertad de
elegir mi futuro. Por su apoyo y comprensión en los momentos difíciles. Por su
paciencia y los valores que me han transmitido.
A mi abuela, sin la que nada de esto tendría sentido.
A mis amigas, por hacerme creer en la palabra amistad y por estar ahí siempre,
tanto en las buenas como en las malas.
A mis compañeros y amigos de la carrera, por los grandes momentos que hemos
compartido, por las risas y su enorme paciencia. En especial a Vicky, por la
amistad que me ha regalado.
A Juana, por enamorarme de esta profesión y ser mi ejemplo a seguir.
Y por último, agradecer de corazón a mi tutora Matilde Pérez por su implicación y
su enorme apoyo en este trabajo.
3
Cuidados al paciente portador de sondaje uretral
1. RESUMEN
La cateterización vesical es una técnica invasiva, realizada con frecuencia por el
personal enfermero. Éste, debe de llevarla a cabo de forma aséptica y conocer a
la perfección cuáles son las indicaciones y los cuidados necesarios, para evitar
las posibles complicaciones en las que puede derivar una mala praxis. Destaca
la infección urinaria, que es la complicación más común asociada al sondaje
uretral. Para ello, he realizado mi trabajo en base a una revisión bibliográfica y el
análisis de diferentes protocolos, con el fin de unificar en uno sólo, toda la
información que los profesionales enfermeros deben conocer para realizar
adecuadamente este procedimiento, abarcando tanto al paciente adulto como al
pediátrico. Todo esto, acompañado de una formación continuada del personal
sanitario e implicando en todo momento tanto al paciente, como a la familia,
reduce las complicaciones asociadas al catéter y supone una estancia
hospitalaria de mayor calidad.
Palabras clave: Catéter vesical, infección urinaria, protocolo, sondaje uretral.
ABSTRACT
Bladder catheterization is an invasive technical, which it is made frequently by
nursing staff. It must be carried out in an aseptical way. They must perfectly know
which are the indications and necessary cares, in order to avoid possible
complications which can lead to malpractice. It should be pointed out that the
urinary infection is the most common complication associated with the urethral
catheterization. For this, I have based my dissertation on a bibliographic resource
and different protocols which I have analysed thoroughly. I have gathered all the
professional information that nursing staff should posses in order to carry out this
procedure in a correct way. This includes adult patients as well as a paediatric
ones. All this, accompanied by a constant formation of nursing staff and the
involvement of a family and a patient contributes to a decrease of catheter
complications and it also implies a higher quality of stay in a hospital.
Keywords: bladder catheter, urinary infection, protocol, urethral catheterization.
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Cuidados al paciente portador de sondaje uretral
2. INTRODUCCIÓN
Una de las funciones vitales de nuestro organismo es la eliminación de desechos
a través de la orina. La formación de ésta, comprende los complejos procesos
de filtración de la sangre, reabsorción de sustancias y la secreción tubular.
Después de su formación en el riñón, la orina pasa por el uréter hacia la vejiga,
donde es almacenada de forma temporal antes de ser excretada a través de la
uretra. Los principales constituyentes de la orina son: agua, urea, ácido úrico,
creatinina, sodio, potasio, cloro, calcio, magnesio, fosfatos, sulfatos y amoníaco.
En 24 horas el organismo excreta aproximadamente 60 g de material disuelto, la
mitad del cual está constituido por urea. En procesos patológicos aparecen
sustancias que en gran cantidad, resultan tóxicas para nuestro organismo (1).
Con respecto a la cantidad de orina excretada, pueden darse principalmente
cuatro fenómenos diferentes. La poliuria que es un aumento anormal del
volumen de orina, polaquiuria que es un aumento significativo en la frecuencia
miccional pero de escasa cantidad, oliguria que es una disminución del volumen
de orina y la anuria que se trata de la supresión completa de la formación de
orina (1).
Estos fenómenos pueden dar lugar a alteraciones renales y urinarias o ser
signos que indican la existencia de un trastorno urinario. En casos como estos,
cobra especial importancia la técnica del sondaje uretral, ya que permite drenar
la orina en aquellos pacientes que no pueden por sí solos y controlar la diuresis
de forma estricta (2,3).
La cateterización uretral es un procedimiento estéril, en el que se introduce un
catéter a través del meato hasta la vejiga pasando por la uretra para así evacuar
la orina al exterior del organismo.
La utilización del sondaje vesical forma parte de muchas indicaciones
terapéuticas y diagnósticas. Pero también es una importante vía de infección
urinaria. Aproximadamente entre el 30 y 40% de todas las infecciones
nosocomiales tienen su origen en un foco urinario y generalmente asociadas al
cateterismo vesical (4).
Si bien es cierto que todas estas infecciones no pueden ser prevenidas, también
es verdad que el personal enfermero puede tener un papel muy importante en la
reducción de las mismas, mediante la realización de la técnica de forma
completamente aséptica, en base a unos protocolos, mediante los cuales se
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Cuidados al paciente portador de sondaje uretral
proporciona al paciente y a la familia una educación sanitaria mínima, sobre los
autocuidados que requiere el paciente sondado. Para ello, es fundamental la
implicación de dichos profesionales.
Las infecciones nosocomiales son una importante causa de morbilidad y
mortalidad y ocasionan unos importantes costes sociales y económicos. La
prevención de la infección urinaria, secundaria a un cateterismo y todas las
demás complicaciones del mismo se han de iniciar con una revisión permanente
de sus indicaciones y contraindicaciones y proceder a la retirada del mismo tan
pronto como sea posible, para reducir de esta forma muchas de las infecciones
asociadas a esta técnica (4).
En base a esto, voy a desarrollar un trabajo descriptivo que consiste en recoger
y revisar información contrastada y protocolos existentes, acerca de los
pacientes portadores de sondaje vesical y el papel que tiene la enfermera en
todos ellos. Para ello, me basaré en una revisión sistemática de las últimas
novedades y estudios realizados, profundizando en las tareas o temas
fundamentales relacionados con los cuidados de la salud proporcionados a este
tipo de pacientes.
2.1. JUSTIFICACIÓN
He elegido este tema porque lo considero de gran importancia a nivel enfermero,
ya que se basa en una técnica realizada diariamente en cualquier hospital, cuyas
competencias pertenecen completamente a la profesión enfermera y cuyas
complicaciones o mala praxis, repercuten directamente en la salud del individuo,
en su estancia hospitalaria así como en la economía del hospital.
Es una técnica rutinaria, lo que conlleva graves consecuencias si los enfermeros
no conocen cómo realizarla correctamente, por lo que, es un ámbito en el que
con una buena base de educación sanitaria en los profesionales, lograríamos
evitar muchas complicaciones.
Además, el tema de las infecciones hospitalarias siempre está en boca de todos
y desde este punto, con una correcta aplicación de protocolos y conocimientos
enfermeros, basados siempre en la evidencia, podemos evitar muchas de estas
infecciones y complicaciones, a las que más adelante haré alusión.
Por último, me interesa realmente este tema porque es un campo en el que se
debe profundizar más y realizar más investigación, ya que hay numerosos
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Cuidados al paciente portador de sondaje uretral
protocolos que explican cómo realizar la técnica, pero pocos estudios que
evidencien muchos aspectos concretos sobre qué es lo mejor en cada ocasión.
2.2. OBJETIVOS
Los objetivos generales que me he propuesto conseguir con este trabajo son:
-
Conocer y manejar de forma adecuada el material del que se dispone en
la técnica del sondaje vesical.
-
Basar las intervenciones enfermeras en la evidencia científica según los
medios disponibles.
-
Realizar un protocolo detectando patrones consistentes, que incluya lo
más importante y novedoso de cada uno y que sirva para unificar los
cuidados enfermeros mediante evidencias establecidas.
-
Detectar las complicaciones más comunes para actuar correctamente
ante ellas.
-
Señalar
los
principales
conocimientos
que
deben
poseer
los
profesionales sobre este tema.
Los objetivos específicos que quiero lograr son:
-
Detectar la importancia de la formación continuada al personal de
enfermería.
-
Razonar de forma crítica.
-
Observar estudios de diferentes pacientes portadores de sondaje vesical
para identificar los datos más significativos en relación a enfermería.
-
Mostrar los principales cuidados que deben llevar a cabo en su domicilio
tras el alta hospitalaria.
-
Gestionar los datos y los resultados obtenidos.
2.3. METODOLOGÍA
A fin de realizar un trabajo fin de grado basado en la evidencia científica, que
aporte datos reales y actualizados, he utilizado diferentes fuentes de información
que me ayuden a conseguirlo, a las que más adelante haré referencia.
Comencé mi trabajo entre los meses de Enero y Febrero. En un primer
momento, realicé una búsqueda generalizada que me sirvió para recopilar
información y fijar objetivos. Más adelante, seleccioné lo más relevante y sobre
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Cuidados al paciente portador de sondaje uretral
ello, he desarrollado el contenido de mi trabajo. También he contado con tutorías
en las que he podido modificar y mejorar diferentes aspectos.
Las palabras clave utilizadas en la elaboración del trabajo son: catéter vesical,
infección urinaria, protocolo, sondaje uretral.
En base a todo esto he realizado una revisión bibliográfica que engloba todo el
proceso del sondaje vesical, que debe ser conocido por el personal enfermero.
Para ello, he incluido estudios actuales, la mayoría de los últimos cinco años,
excluyendo los más antiguos y aquellos cuya información no estaba contrastada
o avalada científicamente.
Con esta revisión sistemática, trato de reflejar de forma generalizada, todo lo que
la técnica del sondaje vesical implica para el personal sanitario y cómo éste, es
fundamental para su adecuada realización. Dejando además abierto, un camino
para futuras líneas de investigación en este campo, que sirvan para posibles
mejoras.
Las fuentes de información que he utilizado para llevar a cabo mi trabajo son por
tanto:
1. Revisión bibliográfica en bases de datos como: Pubmed, Scielo, Dialnet,
Cochrane, ScienceDirect, entre otras. He elegido en su mayoría Pubmed
porque es la base de datos que más conocía su manejo y Scielo porque
es donde más textos completos he podido encontrar. De ellas he
obtenido estudios, artículos y revisiones bibliográficas que fundamentan
mi trabajo tanto en castellano como en inglés.
Para ello he utilizado términos MESH que me han ayudado a concretar
mi búsqueda como “urinary catheterization” y búsquedas avanzadas
utilizando los operadores booleanos como “nursing care and urethral
catheter”. La pregunta PICO planteada sobre la que baso mi trabajo es:
¿Formar a los profesionales enfermeros adecuadamente en la técnica del
sondaje vesical es fundamental para evitar complicaciones?
2. Búsqueda en Asociaciones urológicas nacionales como la Asociación
Española de Enfermería en Urología (AEEU), con la que he estado en
contacto e internacionales, como la Asociación Europea de Enfermería
en Urología (AEEUN).
3. Revisión de numerosos protocolos de actuación enfermera
y guías
clínicas de diferentes provincias españolas como: La Rioja, Albacete,
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Cuidados al paciente portador de sondaje uretral
Valencia, Guipuzkoa, Ciudad Real, Madrid, Alicante y Murcia y de otros
países. En ellas he observado similitudes y diferencias y en base a esto,
he unificado conceptos.
4. He utilizado libros de texto, que me han facilitado los conocimientos
anatómicos y me han aportado información de interés.
5. Revisión de artículos y revistas sobre cuidados enfermeros al paciente
portador de sondaje uretral y posibles complicaciones.
2.4. ANTECEDENTES HISTÓRICOS
El camino de la evolución del cateterismo vesical a lo largo de la historia ha sido
realmente difícil y prolongado. Los pacientes con vejiga sobredistendida y
dolorosa, representaban uno de los dilemas a resolver por los médicos de la
antigüedad (5).
La práctica del cateterismo es realmente antigua. Desde los siglos I y II, Celsio y
Galeno realizan descripciones precisas sobre el cateterismo uretral. Las
excavaciones en la antigua Roma, concretamente en Pompeya, muestran
pequeños tubos de bronce usados para vaciar la vejiga. En el siglo IX Razés,
utiliza tallos de cera para dilatar la uretra y diseña sondas hechas con cuero
curtido (6).
Durante muchos años estos catéteres blandos, compitieron con los rígidos de
plata, que fueron muy utilizados en la época medieval por los médicos, por ser
fácilmente maleables, curvables y con capacidad antiséptica (5,6).
En 1564 Ambrosio Paré diseñó un catéter curvo en gran parte de su extensión y
añadió: “las sondas deben ser proporcionales al sexo y a la edad de los
pacientes. A partir de esto las sondas pueden ser pequeñas, medianas y largas,
delgadas o gruesas y rectas o curvas. Para facilitar su introducción a la vejiga se
les colocaba una guía de plata que se retiraba al llegar a la vejiga, para que
saliera libremente la orina”5.
En el siglo XVIII, concretamente en 1752 Benjamin Franklin desarrolló un catéter
de plata trenzada, cuya maniobra de inserción era compleja. A finales de este
mismo siglo, Bernard un joyero de París, recubrió esos catéteres con goma, pero
resultaron de baja calidad ya que la goma no pudo ser moldeada hasta 1839,
con la denominada vulcanización (5).
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Cuidados al paciente portador de sondaje uretral
En el siglo XIX se dan grandes avances en el terreno de la medicina y se
proyectan con la aparición de nuevos instrumentos. En 1836 Mercier crea
sondas con punta acodada para facilitar el paso por el cuello vesical y en 1841
las bicodadas. En 1853 Reybard, idea un sistema de fijación consistente en un
balón distendible con agua o gas, que se inyecta por un canal adjunto a la vía
principal. En 1860 Neláton crea la primera sonda blanda y flexible de caucho
vulcanizado y ya en 1927 Guyon detalla las normas generales para la inserción
de un catéter uretral (6).
Un año de gran importancia para el mundo de la Urología es 1937 cuando Foley
crea un catéter balón conocido como “Foley”, descrito por el Journal of Urology
como un catéter con balón autofijable para ser utilizado como permanente y
asegurar el correcto drenaje de la vejiga. Uno de los primeros en describir
procedimientos sistemáticos para reducir las infecciones por cateterismos
permanentes es Cuthbert Dukes en 1928 quién, inventó un procedimiento de
irrigación intermitente para lavar el sistema cerrado (5).
En el caso del sondaje intermitente, antes de la I Guerra Mundial, las lesiones
traumáticas de la médula espinal llevaban a una muerte inminente por
infecciones de la vejiga. Es durante la II Guerra Mundial, gracias a Ludwing
Guttmann quién resucitó el cateterismo intermitente y desde entonces se
introdujo en la práctica urológica general (7).
Finalmente, desde 1970 la cateterización limpia e intermitente fue introducida y
popularizada por Lapides (5).
2.5. ESTADO ACTUAL DEL SONDAJE VESICAL
El uso de las sondas vesicales se ha generalizado en los últimos años a nivel
hospitalario, siendo ahora más frecuente en el resto de plantas hospitalarias que
en el servicio de Urología, que era en un principio el lugar donde estaban
ingresados los pacientes que requerían un cateterismo uretral.
El sondaje vesical es una técnica invasiva realizada frecuentemente, entre el 1015% de los ingresos hospitalarios. Prolonga la estancia hospitalaria entre 2 y 10
días. Es la causa más frecuente de infección urinaria nosocomial. Entre el 3045% de las infecciones nosocomiales, como he señalado anteriormente, tienen
su origen en un foco urinario, y de estas, un 80% están asociadas al sondaje
vesical, puesto que aunque se realice correctamente y con una técnica
completamente estéril, favorece la entrada de gérmenes en el tracto urinario. Los
10
Cuidados al paciente portador de sondaje uretral
mecanismos más frecuentes de contaminación son el momento del sondaje y la
higiene deficiente del personal sanitario al efectuar el procedimiento o al
manipular la sonda. La duración del sondaje urinario es también un factor
importante que determina la probabilidad de adquirir una infección urinaria: a los
10 días, cerca del 50% de los pacientes sondados pueden presentar bacteriuria
y a los 28 días aparece prácticamente en el 100% de los casos. Además, la
infección urinaria que se presenta en los pacientes ingresados es de mayor
gravedad que los ambulatorios, ya que presentan una patología previa que
puede haber deprimido su sistema inmunitario. A pesar de esto, la mayoría de
estas infecciones suele remitir al retirar la sonda o con tratamiento antibiótico (8).
Más adelante, profundizaré en este tema.
El sondaje vesical es por tanto en la actualidad, una técnica realizada con
elevada frecuencia por el personal enfermero, ya que posee indicaciones muy
variadas, por lo que, es esencial una asistencia segura por parte de éste
personal, con calidad y de menos coste basada en informaciones actualizadas
(9).
3. DESARROLLO
3.1. RESEÑA ANATOMO-FISIOLÓGICA
Para ubicar cada una de las partes del organismo a las que hago mención en
este trabajo, comienzo el desarrollo del mismo basándome en la anatomía y
fisiología general del sistema urinario.
El sistema urinario es el conjunto de órganos encargados de producir y excretar
la orina. Es un equilibrador del plasma sanguíneo, que interviene principalmente
en la homeostasis del organismo manteniendo un equilibrio hidroelectrolítico,
gracias a su función excretora (3).
Los principales órganos del sistema urinario son los riñones, los cuales filtran la
sangre y producen la orina, excretada del organismo a través de los órganos
accesorios como son los uréteres, vejiga y uretra.
Los riñones son órganos ricamente vascularizados, situados en las fosas
lumbares, detrás del peritoneo a ambos lados de la columna vertebral, entre la
duodécima vértebra dorsal y la tercera lumbar, con un tamaño de 12cm. de
11
Cuidados al paciente portador de sondaje uretral
largo, 3 cm. de grueso y unos 6 cm de ancho. Están compuestos internamente
por diferentes estructuras, entre ellas la pelvis renal, la cual se estrecha a
medida que forma los uréteres. Son órganos acodados, flexibles y huecos, de
longitud variable dependiendo del individuo. El uréter de cada riñón transporta la
orina hasta la vejiga (anexo 1) (3,10,11).
La vejiga urinaria está formada principalmente por un músculo liso denominado,
detrusor, tapizada por epitelio mucoso, lo que le transfiere elasticidad y por ello
se puede distender de forma extraordinaria. Está situada en la pelvis. Posee tres
aberturas, dos para los uréteres en el trígono y una para la uretra en el vértice
anterior, en la base de la vejiga, denominada cuello vesical, de especial
importancia para el funcionamiento de la misma. La uretra es un pequeño tubo
tapizado por membrana mucosa que conecta la vejiga con el exterior del
organismo. En la mujer se sitúa justo detrás de la sínfisis del pubis y anterior a la
vagina, se dirige hacia abajo y hacia delante de la vejiga (3cm) (anexo 2) (11). En
los hombres, se extiende a lo largo de un trayecto curvilíneo (20cm) pasando por
el centro de la próstata nada más abandonar la vejiga, se dirige hacia abajo y
hacia delante y luego hacia arriba hasta entrar en la base del pene, discurriendo
por el centro y terminando en el meato urinario, en la punta del mismo (anexo 3)
(3,10,11).
Por tanto, una diferencia significativa entre hombres y mujeres es que en los
hombres la uretra pertenece tanto al sistema urinario como al reproductor,
mientras que en el caso de la mujer, el tracto uretral está separado del
reproductor, que se sitúa justo detrás.
Este es el mecanismo fisiológico por el cual la orina es eliminada de nuestro
organismo. Sin embargo, en ocasiones se dan ciertas circunstancias que
dificultan este proceso. En muchos de estos casos, es necesario llevar a cabo la
técnica del sondaje vesical.
Para realizar correctamente esta técnica, se deben reconocer aquellos casos
que la requieren así como aquellos en los que está totalmente contraindicada
para de esta forma, no cometer errores.
12
Cuidados al paciente portador de sondaje uretral
3.2. PRINCIPALES INDICACIONES DEL SONDAJE VESICAL
Las principales indicaciones que requieren de un sondaje vesical son
(12,13,14,15):
-
Retención urinaria.
-
Pacientes que requieren inmovilización prolongada.
-
Lavados vesicales.
-
Hematuria.
-
Administración de medicación en vejiga.
-
Pacientes quirúrgicos: se mantendrá el menor tiempo posible tras
intervención quirúrgica. Previa a determinadas intervenciones quirúrgicas.
Una vez en quirófano, se sustituye por otra para mantener el campo
estéril.
-
Incontinencia urinaria: como medida de prevención de úlceras por presión
en zonas de fácil contaminación o lesiones perineales. Nunca utilizar
como primera opción.
-
Vejiga neurógena.
-
Traumatismo abdominal no penetrante.
3.3. PRINCIPALES CONTRAINDICACIONES DEL SONDAJE VESICAL
Los casos en los que está totalmente contraindicada la técnica del sondaje
vesical son los siguientes (12,13,14,15):
-
Como medida principal para obtener cultivos de orina. Debemos
asegurarnos que el paciente no puede realizarlo asépticamente por su
propia cuenta antes de realizar un sondaje.
-
Como primera opción en incontinencia urinaria.
-
Lesiones uretrales (estenosis, abscesos, fístulas)
-
Prostatitis y uretritis aguda.
-
Traumatismos uretrales.
3.4. CARACTERISTICAS DEL SONDAJE VESICAL
Una vez reconocidas las ocasiones en las que realizar un sondaje vesical y las
que no, debemos identificar los principales tipos de sondas, así como los
posibles sistemas colectores, para así tratar de utilizar en cada caso el más
beneficioso para el paciente.
13
Cuidados al paciente portador de sondaje uretral
Cada una de las sondas consta de tres partes:
-
Punta: es la porción que se introduce en primer lugar en la uretra.
-
Cuerpo: porción que une la punta con el embudo colector de la sonda.
-
Embudo colector: porción final de la sonda. Puede disponer de una, dos
o tres vías diferentes (16,17):
o Una luz: aquella por la que se evacúa la orina.
o Dos luces: por una de ellas se evacúa la orina y la otra se utiliza
para llenar el balón de la sonda y así anclarla en la vejiga. Éste
puede llenarse con suero fisiológico o agua bidestilada. En el caso
de si utilizar suero salino o agua bidestilada, las instrucciones de
diferentes fabricantes de sondas recomiendan agua bidestilada sin
justificar el motivo, en otros casos se rechaza el suero por
obstrucción del canal del globo vesical y en otros, no realizan
ninguna objeción al respecto. En estudios que se han realizado
con sondas de látex y de silicona utilizando, tanto agua bidestilada
como suero salino, los resultados evidencian que no existe
problema de vaciado del globo ni de obstrucción con la utilización
de cualquiera de los dos. Por lo tanto, la imposibilidad de desinflar
el balón puede deberse a fallo del mecanismo valvular,
obstrucción del canal de inflado por detritus o por cristalización del
líquido utilizado para su llenado. Ya que no se han evidenciado
diferencias utilizando suero salino o agua bidestilada (18).
Esta dificultad de vaciar el globo, puede ser solucionada mediante
una punción externa del balón o una punción suprapúbica del
globo guiada por ecografía. Aún así, esta complicación es poco
frecuente (19).
Pese a todo esto, en el caso del sondaje permanente es
conveniente utilizar agua bidestilada, para evitar la posible
cristalización del globo y que su retirada provoque daños.
o Tres luces: en casos de hematuria para irrigación continuada.
Una de las vías evacúa la orina, otra sirve para llenar el globo y la
tercera para conectar el sistema de irrigación continua (suero
lavador de 3000 ml).
14
Cuidados al paciente portador de sondaje uretral
Otro aspecto a tener en cuenta en una sonda es el calibre. El calibre de una
sonda se expresa mediante la escala francesa de Charrière (Ch) que equivale a
0,33 mm. Los calibres solo tienen número pares. En el caso de los adultos van
de 8 a 30 Ch. Las mujeres oscilan entre un 14-16 Ch y los hombres entre un 1622Ch (14).
Para diferenciar los calibres, en el caso de la marca Rüsch, utilizada en el
Hospital San Pedro de La Rioja, existe un código de colores. Entre los calibres
más utilizados están: lila (22Ch), amarillo (20Ch), rojo (18Ch), naranja (16Ch),
verde (14Ch), blanco (12Ch).
Por otro lado en los niños, el calibre oscila entre el 6 y 10 Ch. En la marca de
sondas Rüsch, son de color marrón.
En cualquier caso, se deben utilizar las sondas de menos calibre posible, ya que
permiten un drenaje efectivo, minimizan el trauma uretral, la irritación de la
mucosa y la presencia de residuos vesicales, factores predisponentes a una
infección de orina asociada a catéter. Mientras que, en los casos de pacientes
urológicos postquirúrgicos, el catéter deberá tener un calibre mayor para facilitar
así la expulsión de coágulos de sangre y evitar la obstrucción (20).
La longitud también varía, en los hombres la longitud recomendada es de 40 cm
mientras que en niños y mujeres es de 20 cm.
3.5. TIPOS DE SONDAJES VESICALES
Existen diferentes tipos de sondas que pueden clasificarse atendiendo a sus
diferentes características. Basándome en esto, he realizado diversas tablas a
partir de información contrastada (13,21,22):
1. Tipos de sondajes según morfología:
Las puntas pueden ser: roma, biselada plana, olivar y cónica. Todas éstas a
su vez pueden ser tanto rectas como acodadas. Nos decantaremos por una
u otra según la necesidad del paciente.
15
Cuidados al paciente portador de sondaje uretral
Tabla 1. Sondas según morfología.
Tipo de punta
Forma
Indicaciones
Tiemann
Fina y
Pacientes con
ligeramente
vaciado
curvada. Mayor
dificultoso por
rigidez.
estenosis de
Pico-pato.
Couvelaire
Punta biselada.
Pico-flauta.
Imagen
uretra y
prostáticos.
En casos de
hematuria, para
lavados cuando
existen
obstrucciones o
coágulos.
Mercier
Olivada con
Tras resección de
orificios anchos.
adenoma de
Forma de palo de
próstata.
golf.
Dufour
Punta acodada y
En lavados
perforada en el
vesicales con
codo.
coágulos.
Forma de pico
Fuente: elaboración propia. Imágenes: Suministros médicos sanitarios, S.A.
16
Cuidados al paciente portador de sondaje uretral
2. Tipos de sondajes según el material:
Tabla 2. Sondas según material.
Característi-
Látex
Silicona
cas
Composición
Cloruro de
Superficie
polivinilo
hidrofílica
(PVC)
(Teflón)
Hidrofílica.
Blandas y
Excesiva
Material más
maleables.
flexibilidad.
rígido.
Elevada
permeabilidad
por lo que el
balón se
desinfla
progresivamente.
Adherencia
Alto grado.
bacteriana
Menor que el
Menor que el
látex.
látex.
Poca.
Incrustación
Se
Más
Rápida
Mayor
y
incrustran
biocompatible,
incrustación.
biocompati-
biocompatibi-
rápida-
muy resistente a
bilidad y
mente.
la incrustración.
menor
lidad
coeficiente
de fricción.
Duración
Hasta 45
Hasta 90 días.
días.
No puede
Hasta 90
usarse a
días.
largo plazo.
Coste
Económico.
Más costosa.
Más barato
Similar a
que silicona.
silicona.
Irritación de
Alta
Menor irritación
Poca
Poca
la mucosa
irritación de
que látex.
irritación
irritación.
la mucosa
(lubricada).
uretral.
17
Cuidados al paciente portador de sondaje uretral
Fuente: elaboración propia.
3. Tipos de sondajes según indicación:
Tabla 3. Sondas según indicación.
Nombre
Neláton
Foley
Material
Látex.
Látex o silicona.
Forma
Rectas y semirrígidas
Rectas.
con un orificio lateral
ovalado que finaliza en
una punta roma.
Número de luces
Una única vía.
Dos o tres vías.
Balón de fijación
No.
Sí.
Calibre
Oscila entre 4 y 18 Ch.
Oscilan entre 6 y 30 Ch.
Indicaciones
Aquellas en las que se
Aquellas en las que se
requiere el sondaje
requiere el sondaje
intermitente.
temporal o el
permanente.
Fuente: elaboración propia.
18
Cuidados al paciente portador de sondaje uretral
4. Tipos de sondajes según su duración:
Tabla 4. Sondas según duración.
Intermitente
Temporal
Permanente
Se realiza y se retira al
Tras realizarse el
El paciente permanece
momento.
paciente permanece con
un tiempo indefinido con
el catéter un tiempo
el catéter.
definido.
Vaciado de vejiga en
Controlar estrictamente
Pacientes crónicos con
caso de retención.
la diuresis.
fracaso del vaciado
vesical tanto por
incontinencia como por
anuria, que no han
respondido
correctamente al resto
de procedimientos o que
ha sido imposible su
realización.
Obtención de muestra
Hematuria.
Obstrucción permanente.
Exploraciones uretrales
Tratamientos tanto intra
Pacientes que antes de
o vesicales.
como postoperatorios de
la intervención ya
diferentes intervenciones
portaban una sonda.
estéril de orina.
quirúrgicas.
Determinar la cantidad
Proporcionar una vía de
Proporcionar vía de
de orina residual tras
drenaje o lavado
drenaje continuo.
micción espontánea.
continuo.
Introducir medicamentos
Mantener seca y evitar
Mantener seca región
a nivel vesical con fines
maceración en zona
perianal en pacientes
diagnósticos y
genital de pacientes con
incontinentes.
terapéuticos.
escaras.
Fuente: elaboración propia.
19
Cuidados al paciente portador de sondaje uretral
3.6. TIPOS DE BOLSAS COLECTORAS
Seleccionar el tipo de drenaje más adecuado en conjunción con el sondaje
vesical es de gran importancia para reducir el riesgo de desarrollar una infección
del tracto urinario y otorgar la mayor comodidad al paciente, en relación con sus
necesidades. Se pueden clasificar atendiendo a dos aspectos, como son el tipo
de paciente y el riesgo de contaminación.
Según el riesgo de contaminación (16,17):
• Sistema colector abierto: Son bolsas de diuresis de un solo uso,
ya que no disponen de sistema para evacuar la orina, por lo que
su cambio requiere desconectar el sistema sonda-bolsa y así
colocar otra. Poseen una escala graduada y un sistema de
drenaje. Se utilizarán para sondajes intermitentes, con una
duración inferior a 48 horas y en casos de hematuria intensa.
Favorece la aparición de bacteriuria.
• Sistema colector cerrado: Son bolsas de diuresis que pueden
vaciarse y reutilizarse. Poseen una llave de paso que nos permite
vaciar la bolsa sin desconectar el sistema y tomar muestras, tubo
de drenaje que puede disponer de una o dos válvulas
unidireccionales que dificultan el reflujo de la orina, escala
graduada para conocer en todo momento la cantidad de orina, y
un respiradero con un filtro que impide la entrada de bacterias del
exterior al interior del circuito por el cual entra aire y permite el
vaciado de la bolsa. Se utilizará cuando se prevé que el sondaje
durará más de 48 horas. Se cambian cada 8-10 días, no todos los
días como en el caso de las abiertas.
Dificultosa contaminación bacteriana, por lo que es muy seguro.
Otra de las ventajas es la posibilidad de tomar muestras de orina
sin tener que desconectar el sistema, ya que disponen de un
conducto para muestras, con una “esponja” sin látex y
autosellado. Se aplica en ese punto un antiséptico y se deja secar,
para no interferir en los resultados, previamente a la extracción de
la orina. Para la recogida de la muestra se coloca una pinza
Kocher entre la conexión sonda-bolsa, se deja que se llene la
cavidad y se extrae mediante una aguja conectada a una jeringa.
Todo este proceso se realizará con la máxima asepsia posible.
20
Cuidados al paciente portador de sondaje uretral
Dentro de este tipo de sistema encontramos los medidores de
diuresis horaria, que son bolsas utilizadas para la medición exacta
de diuresis, en caso de ser necesario un control riguroso de
diuresis, con una capacidad de 500 ml. Poseen una pinza que si
se abre, se vacía el contenido del dispositivo en una bolsa
colectora normal.
Según el tipo de paciente (16,17):
• Paciente encamado: Sistema utilizado siempre en el hospital,
que posee un dispositivo para colgar la bolsa en el lateral de la
cama. Se emplea tanto en el sistema abierto como cerrado.
• Paciente ambulante: Sistema cerrado denominado “bolsa de
pierna” que varía en la forma de sujeción, ya que no se cuelga en
la cama si no que, posee dos ojales superiores y otros dos
inferiores para poder atarla a la pierna del paciente. Tiene menor
capacidad que las bolsas de cama (750ml frente a 2l) por lo que
su mayor inconveniente es que el paciente deberá vaciarla a
través del grifo situado en la parte inferior, en más ocasiones que
la bolsa de cama.
En cualquier paciente hospitalizado se debe utilizar la bolsa de
cama, para disponer de una mayor capacidad. En el caso de que
el paciente requiera de sondaje vesical en su domicilio, se le
colocará una bolsa de pierna para facilitar su deambulación,
exceptuando la noche, en la que se colocará una bolsa de cama
para favorecer su comodidad. Se deben evaluar cuidadosamente
las necesidades del paciente a la hora de seleccionar el tipo de
bolsa (23). Este paso se deberá realizar siempre con la mayor
asepsia posible, para evitar posibles infecciones. Para ello, se ha
creado una válvula de bloqueo aplicable a los sondajes
permanentes que reduce la probabilidad de infección urinaria
manteniendo el sistema cerrado al realizar cualquier cambio de
bolsa. Aunque, según muestra un estudio, este dispositivo no se
encuentra disponible actualmente, ya que se necesita más
investigación que demuestre sus beneficios (24).
Una vez identificado el tipo de sondas y los sistemas colectores, el personal
sanitario tendrá la capacidad de utilizar el más adecuado para cada ocasión.
21
Cuidados al paciente portador de sondaje uretral
3.7. TÉCNICA DE LA CATETERIZACIÓN VESICAL. PROTOCOLO
Los protocolos clínicos de actuación contienen la secuencia de actividades que
se deben desarrollar sobre grupos de pacientes con patologías determinadas en
un segmento limitado o acotado del dispositivo asistencial. Los protocolos
definen el manejo del cuidado de los pacientes para situaciones o condiciones
específicas (25).
Con esto quiero llegar a estandarizar los criterios de actuación en la inserción,
mantenimiento y retirada del catéter vesical, incorporando la mejor evidencia
disponible y unificando los cuidados enfermeros para lograr mejoras en la
práctica clínica y reducir así, el número de complicaciones causadas por esta
técnica.
El personal enfermero es el encargado de realizar la mayor parte de los sondajes
vesicales, por lo que es de vital importancia conocer perfectamente el
procedimiento que debemos llevar a cabo, diferenciando entre mujeres, hombres
y el paciente pediátrico.
3.7.1. SONDAJE PERMANENTE
El procedimiento, como ya he explicado anteriormente, consiste en introducir un
drenaje por la uretra hasta la vejiga para drenar la orina. Para describir esta
técnica, he revisado diferentes protocolos oficiales y en base a éstos, he
desarrollado lo siguiente (12,13,14,15,16,17,20,21,26,27,28,29,30):
En primer lugar procederemos a identificar e informar al paciente y/o familia
acerca del procedimiento que se le va a realizar, se valora su estado general
para así solicitar su colaboración, lo tranquilizaremos y responderemos a sus
preguntas. Se debe preservar la intimidad del paciente en todo momento.
Siempre existirá una comunicación bidireccional entre paciente-personal
sanitario.
Personal necesario:
•
Enfermera.
•
Auxiliar de enfermería.
Material:
•
Batea.
•
Guantes desechables y estériles.
•
Empapador.
22
Cuidados al paciente portador de sondaje uretral
•
Cuña.
•
Esponja jabonosa.
•
Recipiente con agua.
•
Toalla.
•
Antiséptico (clorhexidina alcohólica al 2%)
•
Paño estéril.
•
Gasas.
•
Lubricante urológico hidrosoluble.
•
Jeringa de 10 o 20 ml según indicación.
•
Agua bidestilada o suero fisiológico.
•
Sonda vesical (llevar siempre dos) y sistema colector adecuados.
•
Soporte de la bolsa si es necesario.
•
Esparadrapo hipoalergénico.
Sondaje vesical en mujeres
Fase no estéril:
- Colocar al paciente en posición ginecológica (decúbito supino con
piernas flexionadas).
- Colocar empapador debajo de la región genital.
- Lavado de manos y colocarse guantes desechables.
- Colocar la cuña y verter agua tibia en la zona genital.
- Limpiar con la esponja jabonosa el meato urinario y los labios
mayores y menores.
- Aclarar con agua tibia y secar suavemente con gasas, siempre de
arriba abajo y de dentro a afuera.
- Aplicar clorhexidina alcohólica al 2% en el meato urinario, por donde
insertaremos la sonda.
- Retirar la cuña y guantes desechables.
Fase estéril:
- Lavado de manos según protocolo (Anexo 4).
- Colocarse adecuadamente los guantes estériles (Anexo 5) (31).
- Colocar paño estéril para formar un campo estéril. Si es necesario
utilizaremos dos para mayor comodidad.
- Comprobar en primer lugar el estado del globo de la sonda. Rellenar
con la cantidad de suero fisiológico o agua bidestilada fijada por el
fabricante, esperar unos segundos y extraer.
23
Cuidados al paciente portador de sondaje uretral
- Conectar la sonda vesical a la bolsa de diuresis.
- Aplicar lubricante urológico en la región proximal de la sonda.
- Colocarse en el lado contrario a tu mano dominante.
- Con la mano no dominante, separar labios mayores y menores,
ayudándose de gasas, para visualizar el meato urinario.
- Con la mano dominante, introducir suavemente la sonda por el meato
urinario hasta que drene la orina. Si por error la sonda es introducida
en vagina, no retirar. Introducir nueva sonda estéril en uretra y
posteriormente, retirar la errónea. Con esto, evitamos introducir en
dos ocasiones la sonda en vagina.
- Una vez introducida la sonda completamente, inflar el globo con la
cantidad de agua bidestilada o suero fisiológico, indicada.
- Extraer la sonda suavemente hasta notar resistencia.
- Fijar la sonda en la cara interna del muslo con esparadrapo
hipoalergénico, facilitando la amplitud de movimiento. Comprobar
que la extremidad no tensa la sonda.
- Colocar la bolsa de diuresis con su soporte, en la parte inferior de la
cama. Siempre ha de estar por debajo del nivel de la vejiga.
- Retirar guantes estériles, material utilizado y proceder al lavado de
manos.
Sondaje vesical en hombres
Fase no estéril:
- Colocar al paciente en decúbito supino
- Colocar empapador debajo de la región genital.
- Lavado de manos y colocarse guantes desechables.
- Colocar la cuña y verter agua tibia sobre la región genital y perianal.
- Bajar el prepucio y enjabonar con la esponja jabonosa el glande,
escroto, pliegues inguinales y finalmente el ano.
- Aclarar y secar suavemente con gasas o toalla.
- Aplicar clorhexidina acuosa al 2% en la región del meato urinario.
- Retirar la cuña y guantes desechables.
Fase estéril:
- Lavado de manos según protocolo (Anexo 4).
- Colocarse adecuadamente los guantes estériles (Anexo 5) (31).
- Colocar paño estéril para formar un campo estéril, si es necesario
utilizaremos dos para mayor comodidad.
24
Cuidados al paciente portador de sondaje uretral
- Comprobar en primer lugar el estado del globo de la sonda. Rellenar
con la cantidad de suero fisiológico o agua bidestilada fijada por el
fabricante, esperar unos segundos y extraer.
- Conectar la sonda vesical a la bolsa de diuresis.
- Con la mano no dominante y ayudándose de gasas, sujetar el pene
en posición perpendicular, formando un ángulo de 90º respecto al
cuerpo, deslizar el prepucio hacia abajo y realizar una suave tracción
hacia arriba. Con esta maniobra, se endereza el canal urinario.
- Aplicar lubricante urológico anestésico dentro del meato urinario y
dejarlo actuar durante dos minutos. No es necesario lubricar la
sonda.
- Indicar al paciente que respire profundamente porque así se relaja el
esfínter interno de la uretra.
- Con la mano dominante, introducir suavemente la sonda por el meato
urinario hasta que fluya la orina. Si a su paso encuentra una
resistencia, nunca se debe forzar. Se colocará el pene en 45º
respecto del cuerpo y seguir introduciendo la sonda suavemente
hasta el final.
- Una vez introducida, inflar el globo con la cantidad de agua
bidestilada o suero fisiológico, indicada.
- Extraer la sonda suavemente hasta notar resistencia.
- Cubrir el glande con el prepucio para evitar edemas y parafimosis.
- Fijar la sonda en la cara interna del muslo con esparadrapo
hipoalergénico, facilitando la amplitud de movimiento. Comprobar
que la extremidad no tensa la sonda.
- Colocar la bolsa de diuresis con su soporte, en la parte inferior de la
cama. Siempre ha de estar por debajo del nivel de la vejiga.
- Retirar guantes estériles, material utilizado y proceder al lavado de
manos.
En ambas situaciones, al finalizar la técnica se debe colocar al paciente en
posición adecuada, registrar en el programa informático, en la historia del
paciente, la técnica realizada anotando todos aquellos datos de interés como:
tipo de sonda, calibre y tipo de bolsa colectora, volumen de líquido introducido
en el globo, fecha de inserción, control estricto de la orina (cantidad, color,
aspecto, olor) y cualquier incidencia que exista.
25
Cuidados al paciente portador de sondaje uretral
Cabe destacar que si al realizar un sondaje vesical se encuentra una resistencia,
nunca se debe forzar el paso de la sonda ya que se puede crear una falsa vía o
un traumatismo de uretra. En caso de no poder realizar el sondaje vesical, avisar
a un urólogo.
El fijado de la sonda al paciente, es un área que se descuida a menudo,
empleando a veces por los propios profesionales el “hágalo usted mismo”. Se
debe hacer hincapié en este tema ya que previene de lesiones tisulares, de
traumatismos accidentales de la uretra y del cuello de la vejiga, de infecciones e
inflamaciones, irritación y de una salida de la sonda (32).
En el caso de realizar un sondaje vesical a una mujer con la menstruación,
previamente al sondaje, realizar un taponamiento vaginal, para evitar cualquier
tipo de contaminación y proceder a su posterior retirada, tras la finalización de la
técnica (16).
Prestar especial atención a la cantidad de orina que es evacuada tras el sondaje.
Si es más de 500 ml de una sola vez, pinzar el catéter durante 15-20 minutos
para evitar una descompresión brusca de la vejiga. Pasados esos minutos,
retirar la pinza de kocher. En caso de evacuar de nuevo esa cantidad de orina,
volver a pinzar, de lo contrario, dejar que fluya (21).
3.7.2. RETIRADA DEL SONDAJE VESICAL
Antes de la retirada definitiva, se puede pinzar la sonda cada dos horas o según
necesidad del paciente, por indicación médica debido a una permanencia
prolongada o por la aplicación de medicamentos, que inhiben el funcionamiento
normal de la vejiga. De esta manera, nos aseguramos de que la vejiga trabaja
con normalidad (12).
Este proceso no necesita de igual esterilidad que la colocación de la sonda, pero
sí de la máxima asepsia posible.
Material:
•
Empapador.
•
Guantes desechables.
•
Jeringa estéril con la capacidad del balón de la sonda.
•
Gasas estériles.
26
Cuidados al paciente portador de sondaje uretral
Técnica:
•
Lavado de manos.
•
Informar, explicar la técnica y colocar correctamente al paciente,
preservando su intimidad.
-
Hombre: decúbito supino.
-
Mujer: posición ginecológica.
•
Colocar el empapador.
•
Retirar la fijación de la sonda.
•
Desinfección de la región genital con clorhexidina acuosa al 2%.
•
Conectar la jeringa a la vía del globo y extraer todo su contenido.
•
Pedir al paciente que realice inspiraciones profundas. A la vez, retirar
suavemente la sonda junto con la bolsa colectora.
•
Contabilizar la cantidad de orina de la bolsa colectora, vaciarla y
desechar junto con la sonda vesical.
•
Indicar higiene de zona genital.
•
Retirar material utilizado
Tras la retirada de la sonda vesical, registrar en la historia del paciente (fecha,
hora y cantidad). Controlar especialmente la primera micción y las sucesivas por
si existiera alguna complicación. Recomendar la ingesta abundante de líquidos,
salvo contraindicaciones.
En pacientes postoperados explicar que pueden aparecer síntomas como
disuria, polaquiuria, o una ligera hematuria y que con el paso del tiempo
mejorarán y desaparecerán (13).
3.7.3. RECAMBIO DEL SONDAJE VESICAL
En la bibliografía consultada, no se concretan los períodos, ni la frecuencia
propuesta para el cambio de las sondas, aunque todas se basan en las
diferencias atribuidas al material del que están compuestas. Las sondas de látex
se deben cambiar en un período máximo de 45 días, mientras que las de silicona
pueden mantenerse un máximo de tres meses.
Estos plazos pueden acortarse cuando hay que cambiar la sonda porque
aparecen signos de infección uretral, obstrucción, desconexión accidental de la
sonda con el sistema colector o rotura de la sonda (21).
27
Cuidados al paciente portador de sondaje uretral
Con respecto a las bolsas colectoras, como he mencionado anteriormente, los
sistemas abiertos se cambiarán cada vez que se llene la bolsa y los sistemas
cerrados entorno a los 10 días o cuando se aprecien sedimentos en la bolsa o
en el tubo que conecta con la sonda. Por otro lado, las bolsas de pierna se
deben cambiar a diario.
Esta técnica se realizará siguiendo el protocolo del sondaje vesical explicado en
el punto anterior, tanto para la extracción en primer lugar del catéter como para
la posterior inserción del nuevo.
3.7.4. SONDAJE INTERMITENTE O EVACUADOR
Se realiza con fines terapéuticos o diagnósticos y una vez conseguido el objetivo
fijado, se procede a su retirada.
El procedimiento es similar al sondaje permanente, aunque en este caso no se
requiere la misma esterilidad, ya que no existen diferencias en la incidencia de
bacteriuria o infección del tracto urinario comparándola con la técnica estéril,
utilizaremos los máximos medios a nuestro alcance para evitar las infecciones
del tracto urinario, realizando la técnica con la máxima asepsia posible. Es
imprescindible el lavado de manos minucioso acompañado de una desinfección
con clorhexidina acuosa al 2%, la limpieza de la zona genital y la utilización de
guantes estériles. Otra diferencia es la ausencia de balón en la sonda, por lo que
no se ancla en el cuello de la vejiga (21).
Si la técnica se realiza por retención urinaria del paciente, vigilar, como he
mencionado anteriormente, la cantidad de orina que es drenada a través de la
sonda y si es necesario, pinzar de forma intermitente el tubo de la bolsa
colectora, para evitar hemorragias por descompresión vesical brusca.
3.7.5. CATETERIZACIÓN VESICAL EN EL PACIENTE PEDIÁTRICO
La técnica del sondaje vesical en el paciente pediátrico es similar que en el
adulto. La elección del tipo de sonda y de su calibre debe hacerse en función de
la edad del paciente y de sus necesidades. Las principales diferencias a tener en
cuenta son (33):
-
El uso de povidona yodada para la desinfección del meato
urinario, que es comúnmente utilizada en el adulto, está
totalmente contraindicada en los recién nacidos ya que puede
producir quemaduras y alteraciones en la glándula tiroides.
28
Cuidados al paciente portador de sondaje uretral
-
La contención del bebé en el momento del procedimiento es muy
importante.
-
Para introducir la medida correcta de la sonda vesical, en
varones, se debe medir la distancia entre la punta del pene hasta
la mitad de la distancia entre la sínfisis pubiana y el ombligo.
Importantísimo no forzar el paso de la sonda ya que se puede
producir una lesión en la uretra, creando una falsa vía. En este
caso, la sonda se fijará directamente al pene y no a la pierna. Por
otro lado, en las niñas, la distancia a medir va desde el meato
hasta la mitad de la distancia entre la sínfisis pubiana y el
ombligo. En este caso, la sonda se fijará en la pierna o abdomen.
La principal indicación del sondaje vesical en el paciente pediátrico es la
recogida de muestras de orina. Para ello, existen diferentes métodos. El uso de
la bolsa adhesiva perineal es frecuente en niños que no tienen control de su
esfínter. Es el método menos invasivo y sólo tiene valor para descartar la
infección de orina, ya que existe un elevado porcentaje de contaminación, es
decir, una alta prevalencia de falsos positivos. Otro método es la punción
suprapúbica, que es el procedimiento más invasivo y traumático. Y por último el
sondaje vesical, que es el más recomendado ya que permite obtener muestras
de orina de forma segura y efectiva, por lo que de esta forma, según diferentes
estudios, la posibilidad de obtener una muestra contaminada es muy baja
(34,35).
Algo a tener muy en cuenta por el personal de enfermería es la importancia de la
presencia de los padres a la hora de realizar procedimientos invasivos como el
sondaje vesical. En la bibliografía consultada, los aspectos positivos de la
implicación paternal son muy superiores a los negativos. En un estudio realizado
en Filadelfia que implicaba tanto al personal sanitario como a los familiares, se
obtuvo la aprobación por parte del 97% del personal, tanto enfermeras como
médicos, de la presencia de los padres en este tipo de procedimientos. Lo
consideran beneficioso para tranquilizar al niño. Además los padres se sienten
menos impotentes ante la situación y disminuye así el miedo a lo desconocido.
Como únicos aspectos negativos encontramos la preocupación de que se den
malos resultados por la interferencia de los familiares o que éstos se queden con
un mal recuerdo de lo vivido y pueda generar problemas sociológicos en un
futuro (36).
29
Cuidados al paciente portador de sondaje uretral
En otro estudio nacional realizado entre los años 2008 y 2012 contando con 22
hospitales diferentes, se afirma que la presencia de los padres está aumentando
en procedimientos como la extracción sanguínea y el sondaje vesical,
argumentando que se disminuye así el nerviosismo tanto de los padres como de
los niños (37).
Aunque se evidencia un crecimiento notable, sigue siendo necesario continuar
trabajando en el tema.
3.8. CUIDADOS
ENFERMEROS
DESTINADOS
AL
PACIENTE
PORTADOR DE SONDAJE URETRAL
El personal enfermero que realice la técnica, debe tener una formación
adecuada y periódica sobre la inserción y cuidados del catéter.
Uno de los primeros ítems a tener en cuenta en los cuidados, será el registro de
fecha, hora y características del sondaje y orina en el momento de su inserción,
para así valorar la evolución.
Resaltar una vez más la importancia de realizar una técnica aséptica y asegurar
la esterilidad del material utilizado. Para que la técnica pueda cumplir estos
requisitos, el lavado de manos del personal enfermero ha de estar basado en
estrictos protocolos.
El nº de la sonda elegida debe ser el más pequeño posible, si no existe
contraindicación alguna, ya que así se reduce la posibilidad de sufrir un trauma
uretral y se permite un drenaje adecuado.
Los principales cuidados que debe proporcionar y tener en cuenta el personal
enfermero, para evitar y controlar cualquier tipo de complicación respecto al
sondaje vesical, son los siguientes (21,38,39):
- Mantener una adecuada higiene corporal. Hay que evitar la limpieza
frecuente y vigorosa de la zona perineal. Sin embargo, sí que es
conveniente limpiar con agua y jabón esa misma zona después de cada
evacuación intestinal. No utilizar antisépticos para la limpieza mientras el
paciente se encuentre con el catéter.
- Lavado de manos cada vez que se manipula el sistema tanto de la sonda
como de la bolsa.
30
Cuidados al paciente portador de sondaje uretral
- Realizar movimientos rotatorios diariamente en la sonda para evitar
adherencias y decúbitos. Vigilar posibles lesiones por presión en región
adyacente.
- Valorar el balón de la sonda cada dos semanas en el caso de las sondas
de silicona ya que debido a su permeabilidad pueden perder líquido
progresivamente de éste. En tal caso, se añadirá la cantidad restante
hasta alcanzar la estimada por el fabricante.
- Asegurar adecuadamente el catéter al muslo del paciente y comprobar
que esta fijación se encuentra en buen estado, para evitar sangrados,
traumatismos, necrosis uretral o espasmos vesicales.
- Mantener el flujo adecuado de orina en todo el sistema, evitando
cualquier obstrucción.
- En el caso de los espasmos vesicales, que son contracciones
involuntarias de la vejiga, la orina sale alrededor de la sonda y el paciente
nota un deseo doloroso de orinar. Se le debe tranquilizar y pedirle que
realice inspiraciones y espiraciones lentas y profundas. Si el médico lo
considera oportuno se administrará medicación.
- Evitar los lavados vesicales a no ser que sean necesarios por
obstrucción. En ese caso, se colocará una sonda de tres vías para
permitir la irrigación continua.
- Estimular al paciente, en caso de que no esté contraindicado por su
patología, para que realice una adecuada ingesta de líquidos.
- Evitar realizar cultivos de orina de forma rutinaria, pero en el caso de ser
necesario,
obtener
las
muestras
de
orina
de
forma
aséptica,
desinfectando siempre con clorhexidina el conducto para dichas
muestras.
- Tras una intervención quirúrgica, se tratará de retirar el catéter lo antes
posible. Esto depende del tipo de intervención a la que ha sido sometido
el paciente y el estado de éste, pero si no existe contraindicación se
intentará retirar en las 24 horas posteriores (9).
- A la hora de cambiar la sonda, se deberán seguir los periodos
establecidos. Se cambiará antes si ésta se ve comprometida por
situaciones como la infección o la obstrucción.
- En el caso de las bolsas colectoras, se realiza una limpieza diaria. Se
cambiará siempre que se vea comprometida. Debe vaciarse cuando la
orina llegue a los 2/3 de su capacidad o si no es así, en intervalos de
31
Cuidados al paciente portador de sondaje uretral
entre 3-6 horas. Esto ayuda a evitar que la bolsa adquiera demasiado
peso y pueda dar lugar a traumatismos de uretra.
- Mantener en todo momento la bolsa por debajo del nivel de la vejiga y
asegurarse de que no toca el suelo.
- El personal debe de estar pendiente de que el sistema sonda-bolsa no se
desconecte en ningún momento y esté cerrado siempre que sea posible.
- Anotar la diuresis recogida siempre que se vacíe la bolsa o se recambie.
- La colonización de bacterias en la uretra y vejiga es inevitable. El
personal sanitario solo tratará al paciente cuando tras los resultados de la
muestra de orina se superen ciertas cifras o cuando el paciente muestre
síntomas clínicos, que indiquen la existencia de infección. Si se confirma
la existencia de infección, para recoger una nueva muestra de orina, se
debe retirar el viejo catéter y colocar uno nuevo.
- Sobre la común práctica de aconsejar la toma de suplementos de
vitamina C y pastillas o zumo de arándanos, no existe ninguna evidencia
científica que la apoye. Lo único demostrado es la necesidad de una
adecuada hidratación.
- En el caso del sondaje vesical intermitente, respetar los intervalos para
prevenir la sobredistensión de la vejiga.
- Usar precauciones estándar, incluyendo el uso de guantes y del material
adecuado, en cualquier manipulación tanto del catéter como de la bolsa
colectora.
- Realizar educación sanitaria en todo momento, respetando la intimidad
del paciente. Hacer especial hincapié en una higiene adecuada,
enseñando al paciente cómo ha de realizarla y asegurarse de que tanto
el paciente como la familia salen del hospital con unas nociones claras y
entienden todas las explicaciones del personal sanitario. No se deben
descuidar las repercusiones psico-sociales que puede conllevar esta
técnica. Hay que animar al paciente y a su familia para que puedan
expresar libremente sus emociones y puedan llevar una vida normalizada
y autónoma. Poder identificar un problema y darle nombre es la primera
fase para buscar una solución. Según la taxonomía NANDA, los
principales problemas existentes son: trastorno de la imagen corporal,
ansiedad, temor, baja autoestima, alteración de los patrones de
sexualidad, deterioro de la interacción social y déficit de conocimientos.
32
Cuidados al paciente portador de sondaje uretral
También existe la posibilidad de que el paciente reciba el alta médica pero deba
continuar con el catéter, por lo que es necesario que el personal enfermero le
instruya con una serie de conocimientos sobre cuidados y le haga entrega de
una hoja con las principales recomendaciones a tener en cuenta (26,29):
- Se lavará las manos antes y después de manipular la sonda vesical.
- Limpiará adecuadamente la sonda todos los días con agua y jabón. Tras
cada deposición, llevará a cabo una higiene más estricta.
- En el caso de llevar la sonda con tapón, deberá retirarlo cada 2-3 horas
como máximo o cuando sienta la necesidad, para así vaciar la vejiga. Si
llevara una bolsa de pierna, se asegurará de fijarla adecuadamente por
debajo de la rodilla. Si por el contrario, lleva una bolsa de diuresis
cerrada, que es la más aconsejable para la noche, deberá vaciarla
cuando llegue a los 2/3 de su capacidad. Cualquier manipulación ha de
realizarla con la máxima higiene posible.
- Para cambiar la bolsa de diuresis, pinzar la sonda, retirar la bolsa y
colocar la nueva. Después despinzar la sonda.
- Mantendrá la bolsa de diuresis siempre por debajo de la vejiga para
prevenir las infecciones. La bolsa no deberá tocar el suelo.
- Moverá la sonda en sentido rotatorio diariamente para evitar adherencias.
Tenga especial cuidado con los tirones de la sonda y que el tubo de la
bolsa no se acode.
- Tratará de beber entre 2 y 3 litros de agua.
- Deberá acudir a su médico de cabecera si:
La orina contiene abundante sangre.
Si la orina es maloliente o turbia.
Si no sale orina en 3 horas.
Si se le sale la sonda o sale abundante orina alrededor de
ésta.
Si dolor abdominal agudo.
Si la temperatura corporal es superior a 38º.
Si requiere de cambio periódico de la sonda.
33
Cuidados al paciente portador de sondaje uretral
3.9. COMPLICACIONES ASOCIADAS AL SONDAJE URETRAL
Si los cuidados mencionados anteriormente o la cateterización del catéter no se
llevan a cabo como corresponde, pueden surgir una serie de complicaciones que
comprometen la salud del paciente. Las principales son las siguientes
(14,16,21,40):
•
Perforación uretral (falsa vía): se crea en el momento en el que al
introducir la sonda por la uretra, encontramos una dificultad al paso y en
lugar de retirarla, forzamos su introducción. Se da en mayor proporción
en el sexo masculino. Para evitar esto, cuando exista una dificultad a la
hora de introducir la sonda, se tratará de cambiar la angulación de la
sonda y si no, se llamará al urólogo.
•
Retención urinaria por obstrucción de la sonda: esta obstrucción
puede ser causada por acodamiento de la sonda, por coágulos, moco o
sedimentos de la orina. En el caso de un acodamiento, la sonda debe ser
sustituida por otra nueva, mientras que en el caso de las otras tres
posibles causas, se deberá realizar un lavado de la sonda uretral. (Anexo
6) (21).
•
Tenesmo vesical (vejiga inestable): conocido como espasmo y como
ya he mencionado en el anterior apartado, son contracciones
involuntarias de la vejiga debidas a la reacción de ésta frente a un cuerpo
extraño. Esta situación le crea gran incomodidad al paciente y aunque
suele ceder poco a poco, resulta necesario en muchas ocasiones
administrar fármacos para reducirlos. Hay que informar al paciente en
todo momento de que es una reacción normal del organismo, para
intentar tranquilizarlo.
•
Hematuria: puede deberse a un traumatismo vesical a la hora de
introducir la sonda, a un tirón involuntario, posterior a una intervención
quirúrgica que comprometa las vías urinarias o tras descompresión
brusca de la vejiga (hematuria ex vacuo). Esta última surge por vaciar la
vejiga demasiado rápido y no respetar las pautas establecidas. Con
pacientes en tratamiento anticoagulante hay que tener especial cuidado.
La solución en un primer momento, consiste en averiguar la causa de la
hematuria y si procede, realizar lavado vesical manual o continuo.
•
Infección urinaria: es la infección nosocomial más común. A pesar de
causar menor morbilidad que otras infecciones nosocomiales, pueden
34
Cuidados al paciente portador de sondaje uretral
causar bacteriemia e incluso la muerte. La bacteriuria es casi inevitable
en cerca de la mitad de los pacientes que requieren un sondaje vesical
permanente durante más de cinco días e inevitable en aproximadamente
el 100% de los casos que portan un sistema colector abierto durante más
de 5-6 días (13,40). Estas bacterias pueden provenir del propio hospital
como la klebsiella polifarma corresistente o de la propia flora intestinal
como la Echerichia coli, que es la causa más común (41). Pueden darse
tres tipos de infecciones diferentes. La cistitis, que puede ser
asintomática o aparecer síntomas como disuria, orina turbia y maloliente,
dorsalgia, espasmos en región vesical y suprapúbica, hematuria y/o al
menos 1000 colonias de bacterias por mililitro de orina. Si las bacterias
ascienden a los riñones y aparecen síntomas como escalofríos, fiebre,
disuria y dolor espontáneo y a la palpación en el ángulo costo-vertebral,
se denomina pielonefritis. Y la uretritis que va acompañada de disuria y
exudado mucopurulento (20). Los principales factores de riesgo para
padecer una infección urinaria debida al sondaje vesical son el sexo
femenino, la diabetes y la duración del sondaje. Por lo que, es realmente
importante reducir al máximo, el tiempo de duración de la sonda,
sensibilizando al personal sanitario sobre los principales portales de
entrada de microorganismos (anexo 7) y concienciándolo de
las
indicaciones generales del sondaje (42). Basándome en diferentes
estudios, se evidencia que existe una ineficacia comprobada con
métodos como la profilaxis antibiótica de acción sistémica, ya que el uso
de antibióticos antes de la primera colocación del sondaje o del cambio
del mismo, no disminuye la bacteriemia (41,43). Se ha realizado un
estudio que compara la utilización de Levofloxacino y Ciprofloxacino
mostrando que el Levofloxacino puede resultar útil para la prevención a
corto y largo plazo de infecciones urinarias, aunque se necesita más
investigación. Aún así, este estudio se compara con otro realizado por
Van der Walls en los años 80 en el que se trata a los pacientes con
placebo y demuestra que en la actualidad, hay un mayor porcentaje de
pacientes tratados con placebo y libres de bacteriuria comparados con
los años 80, debido seguramente a la mejora experimentada en las
técnicas de cateterización (44). Otros métodos en los que se evidencia
esta ineficacia son la irrigación de la vejiga con solución antiséptica salina
normal o antibiótica, limpieza diaria de la zona perineal con antiséptico, el
uso de éste en la bolsa de drenaje y la utilización de sondas con
35
Cuidados al paciente portador de sondaje uretral
revestimiento antimicrobiano, aunque sí que otro estudio, muestra que se
redujo la incidencia de infecciones en pacientes portadores del catéter
durante menos de siete días, con catéteres antisépticos recubiertos con
aleación de plata. Aún así se necesita más investigación que aborde este
tema (41).
Un síndrome realmente curioso e infrecuente que el personal enfermero
desconoce generalmente, es el síndrome de la bolsa de orina púrpura
(PUBS), que está estrechamente relacionado con la infección urinaria y la
presencia de la bolsa colectora de orina. Fue descrito por primera vez por
Barlow y Dickson en el año 1978. La orina toma este color debido a una
serie de reacciones bioquímicas que se van sucediendo entre la orina, el
plástico de la bolsa colectora y ciertas enzimas de algunas bacterias. El
aminoácido triptófano es metabolizado mediante una compleja serie de
procesos bioquímicos en el intestino a un producto denominado indol,
éste es convertido en indoxil sulfato en el hígado, el cual es metabolizado
por las bacterias a indoxil, que al encontrarse en una orina alcalina,
mediante reacciones enzimáticas, cambia a índigo (azul) e indirrubina
(rojo), los cuales al precipitar en la orina junto con los materiales
sintéticos del catéter y la bolsa urinaria, dan el color púrpura
característico (45,46).
36
Cuidados al paciente portador de sondaje uretral
Figura 1. Mecanismo propuesto para la formación del síndrome de la bolsa de orina púrpura.
Fuente: Universidad Autónoma del Estado de México (46).
Esta complicación puede aparecer desde horas hasta días posteriores a
la cateterización vesical y su coloración se hace más intensa a medida
que pasa el tiempo y no se cambia la bolsa. Suele solucionarse
rápidamente con el reemplazo de la sonda y el tratamiento de la
infección. La población con más riesgo de padecerlo es la mujer anciana
que cursa con largos periodos de sondaje, cuadros de constipación
crónica, infección del tracto urinario o alguna otra enfermedad crónica
(45,46).
Es importante que el personal sanitario conozca este tipo de situaciones
para no alarmarse ante ellas.
Una de las complicaciones de mayor mortalidad en las que puede derivar
una infección urinaria es la gangrena de Fournier. Se considera una
fascitis necrotizante infecciosa de pene, periné y escroto de inicio súbito y
de rápida progresión. Las causas que producen la gangrena de Fournier
37
Cuidados al paciente portador de sondaje uretral
son muy variadas, pero entre los factores precipitantes de origen
genitourinario
más
frecuentemente
implicados
en
su
desarrollo,
encontramos la estenosis uretral y la colocación, traumática o no, de
catéteres
uretrales.
Afecta sobre todo a pacientes que sufren
enfermedades de base, como el alcoholismo y la diabetes. El tratamiento
más inmediato consiste en un desbridamiento radical y rápido, con una
cobertura antibiótica de amplio espectro (47,48).
Continuando con las complicaciones asociadas al sondaje vesical, en aquellos
que son muy prolongados, podemos encontrarnos problemas a largo plazo como
la estenosis uretral y la litiasis vesical.
En todas estas complicaciones es de vital importancia el papel que juega el
personal enfermero, ya que en la mayoría de los casos, son ellos los que
detectan los principales signos y síntomas que padece el paciente y tratan de
ponerles solución junto con el resto del personal sanitario, aplicando cuidados
enfermeros.
4. CONCLUSIONES
En este último apartado de mi trabajo combino tanto los resultados que he
obtenido de los principales hallazgos de mi investigación, así como una
discusión de los mismos.
Tras revisar numerosos estudios basados en la evidencia científica y protocolos
establecidos en diferentes hospitales, he observado la evolución que ha
experimentado la técnica del sondaje vesical a lo largo de los años. Aún así,
todavía surgen muchas complicaciones debidas a este procedimiento, por lo que
se hace realmente necesario, seguir investigando en el tema. Para ello, es
fundamental que el personal enfermero refleje todo su trabajo, incluyendo los
inconvenientes, en las hojas de cuidados enfermeros, porque así se pueden ver
y estudiar los diferentes errores y proponer posibles mejoras.
Los enfermeros deben conocer y manejar a la perfección todo el material
necesario para la cateterización vesical, teniendo en cuenta siempre, las
necesidades del paciente e involucrando a la familia. El número del catéter ha de
ser el más pequeño posible para evitar cualquier complicación, a excepción de
los casos de hematuria o presencia de coágulos que requieren un número mayor
38
Cuidados al paciente portador de sondaje uretral
para evitar la obstrucción. La bolsa colectora a utilizar en el ámbito hospitalario
será siempre cerrada, para evitar posibles infecciones por vía ascendente. Sólo
se utilizará la abierta cuando se realice un sondaje intermitente o evacuador o en
casos de hematuria intensa, que requieran de un lavado continuo. En todo
momento, se debe fomentar la comodidad del paciente y sus preferencias para
la vida diaria.
Todo esto queda reflejado en un protocolo, que debe encontrarse en cada planta
hospitalaria, ya que actualmente en todas ellas, se realiza la cateterización
uretral. Este protocolo incorpora al paciente pediátrico señalando las
excepciones con respecto al adulto y la importancia de la presencia de los
padres en esta técnica invasiva. Tema en el cual hay que seguir trabajando,
concienciando al personal sanitario de sus beneficios.
Es fundamental utilizar la máxima asepsia posible para cualquier tipo de
manipulación del sistema sonda-bolsa se requiere. El fijado de la sonda que en
muchas ocasiones no se realiza, está comprobado que adquiere un papel
fundamental a la hora de prevenir complicaciones, como el traumatismo uretral.
Gracias a información contrastada directamente con el Vicepresidente de la
Asociación Española de Enfermería en Urología, dentro del protocolo elaborado,
quiero destacar lo mencionado sobre la utilización de suero fisiológico o agua
bidestilada, ya que existe mucha controversia respecto a este tema. Muchos
protocolos recomiendan la utilización de agua bidestilada, ya que señalan que el
suero salino puede cristalizar y como consecuencia, obstruir el canal de la
sonda. Aún así, diversos estudios, no confirman dicha premisa. Por lo que, si no
existe ninguna objeción específica, se puede utilizar tanto suero salino como
agua bidestilada para el llenado del balón de la sonda, sin que tengan por qué
existir complicaciones.
Otro aspecto referente al material utilizado en la técnica, sobre el cual he
investigado, es la afirmación de que el lubricante urológico no puede utilizarse
con las sondas de silicona porque las degrada, descrito así en la revista Enfuro.
No encontré ningún soporte científico que evidenciara esto, por lo que fue la
misma AEEU con la que conversé, llegando a la conclusión de que el lubricante
urológico es hidrosoluble por lo que se diluye en la orina a los pocos segundos y
no compromete para nada la sonda, los únicos que pueden degradarla, son
aquellos que utilizan como base el aceite, lo cual no es el caso.
39
Cuidados al paciente portador de sondaje uretral
Respecto al sondaje evacuador, que como queda reflejado en el trabajo ha de
realizarse en intervalos, para no descomprimir de forma brusca la vejiga, se dan
algunos errores. Este es el caso de mujeres que tras el parto, llegan a la planta
con un notable globo vesical y un útero sin contraer, en las cuales, a pesar de
correr el riesgo de sufrir una atonía uterina, tras investigar y consultar con
matronas y ginecólogos, el sondaje evacuador ha de realizarse de la misma
forma sin excepción alguna. En ningún momento se debe vaciar la vejiga por
completo de una sola vez, para que así el útero descienda y se contraiga, ya que
en el momento pueden no sentir dolor debido a la anestesia epidural, pero más
adelante, ese dolor puede aparecer asociado a otras complicaciones. Por todo
esto, el personal enfermero debe tomar conciencia de esta mala praxis.
Por otro lado, con el paso de los años, la utilización de catéteres permanentes al
final de la vida para gestionar la incontinencia urinaria, se está reduciendo y con
ello, las posibles infecciones urinarias. Todo ello, es gracias a la formación de los
profesionales sanitarios, que recibiendo talleres formativos periódicamente sobre
los aspectos más novedosos en cuanto al sondaje vesical, cometen menos
errores.
Por lo que, es fundamental que el personal enfermero conozca a la perfección
en qué momento y cómo, ha de realizar la cateterización vesical y cuáles son los
cuidados que se requieren, para conservar la sonda adecuadamente y evitar
complicaciones. Para ello y como he reflejado anteriormente, se hace necesaria
la implantación de un protocolo común que debe ser actualizado periódicamente,
así como la formación continuada de dichos profesionales mediante la
instrucción de cursos específicos. Con todo esto, se disminuye la aparición de
complicaciones y se proporciona una estancia hospitalaria más breve y de mayor
calidad.
A pesar de lo obtenido en mi trabajo, sigue siendo necesario trabajar en el tema
para reducir al máximo las posibles complicaciones y realizar más investigación
sobre innovaciones que reduzcan estos riesgos.
40
Cuidados al paciente portador de sondaje uretral
5. ANEXOS
Anexo 1. Curso de los uréteres en el abdomen y en la pelvis.
Fuente: Prometheus: Texto y Atlas de Anatomía (11).
41
Cuidados al paciente portador de sondaje uretral
Anexo 2. Posición de la vejiga urinaria de la mujer en la pelvis y sobre el suelo
pelviano, visión central, corte frontal.
Fuente: Prometheus: Texto y Atlas de Anatomía (11).
42
Cuidados al paciente portador de sondaje uretral
Anexo 3. Posición de la vejiga urinaria del hombre en la pelvis y sobre el suelo
pelviano, visión central.
Fuente: Prometheus: Texto y Atlas de Anatomía (11).
43
Cuidados al paciente portador de sondaje uretral
Anexo 4. Lavado de manos según protocolo.
Fuente: Organización Mundial de la Salud (OMS).
44
Cuidados al paciente portador de sondaje uretral
Anexo 5. Colocación de guantes estériles.
Fuente: Servicio Murciano de Salud (32).
45
Cuidados al paciente portador de sondaje uretral
Anexo 6. Procedimiento de lavado de la sonda uretral
Fuente: Revista Enfuro (21).
46
Cuidados al paciente portador de sondaje uretral
Anexo 7. Portales de entrada de microorganismos en los sistemas de
drenaje urinario: la unión del meato uretral con la sonda; la unión de la
sonda con el tubo de drenaje; la unión del tubo de drenaje con la bolsa y
la salida que drena la orina de la bolsa.
Fuente: Organización Mundial de la Salud (OMS).
47
Cuidados al paciente portador de sondaje uretral
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Cuidados al paciente portador de sondaje uretral
ÍNDICE
1. RESUMEN ........................................................................................................................ 4
2. INTRODUCCIÓN............................................................................................................... 5
2.1 JUSTIFICACIÓN ......................................................................................................... 6
2.2 OBJETIVOS................................................................................................................ 7
2.3 METODOLOGÍA ........................................................................................................ 7
2.4 ANTECEDENTES HISTÓRICOS ................................................................................... 9
2.5 ESTADO ACTUAL DEL SONDAJE VESICAL................................................................ 10
3. DESARROLLO ................................................................................................................. 11
3.1 RESEÑA ANATOMO-FISIOLÓGICA .......................................................................... 11
3.2 PRINCIPALES INDICACIONES DEL SONDAJE VESICAL ............................................. 13
3.3 PRINCIPALES CONTRAINDICACIONES DEL SONDAJE VESICAL ............................... 13
3.4 CARACTERISTICAS DEL SONDAJE VESICAL ............................................................. 13
3.5 TIPOS DE SONDAJES VESICALES ............................................................................. 15
3.6 TIPOS DE BOLSAS COLECTORAS ............................................................................. 20
3.7 TÉCNICA DE LA CATETERIZACIÓN VESICAL. PROTOCOLO ...................................... 22
3.7.1 SONDAJE PERMANENTE .............................................................................. 22
3.7.2 RETIRADA DEL SONDAJE VESICAL ............................................................... 26
3.7.3 RECAMBIO DEL SONDAJE VESICAL .............................................................. 27
3.7.4 SONDAJE INTERMITENTE O EVACUADOR ................................................... 28
3.7.5 CATETERIZACIÓN VESICAL EN EL PACIENTE PEDIÁTRICO ........................... 28
3.8 CUIDADOS ENFERMEROS AL PACIENTE PORTADOR DE SONDAJE URETRAL ......... 30
3.9 COMPLICACIONES ASOCIADAS AL SONDAJE URETRAL .......................................... 34
4. CONCLUSIONES ............................................................................................................. 38
5. ANEXOS ......................................................................................................................... 41
6. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS ..................................................................................... 48
54
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