Derechos humanos de las Por una cultura de la igualdad, sin discriminaciones o exclusiones, conozcamos nuestros derechos. Nuestra sociedad es masculina, y hasta que no entre en ella la mujer, no será humana. HENRIK JOHAN IBSEN, dramaturco y poeta noruego (1828–1906). Madre, madre, vuelve a erigir la casa y bordemos la historia. Vuelve a contar mi vida. OLGA OROZCO, poeta argentina (1920–1999). La historia de la humanidad se ha caracterizado por la supremacía del hombre sobre la mujer para justificar y asegurar que el poder económico y político sólo esté en manos masculinas. Pero, gracias al esfuerzo de personas con sentido de justicia y equidad, así como a movimientos sociales que han enarbolado el principio de igualdad tanto en México como en otros países, es que hemos logrado el reconocimiento de los derechos fundamentales para las mujeres, derechos de los que gozamos por el simple hecho de haber nacido. Los seres humanos, hombres y mujeres, nacemos libres e iguales en dignidad y derechos. Debido a la exclusión y discriminación que todavía existe en nuestra cultura y nuestras costumbres, tanto en el hogar como fuera de él, ha sido necesario elaborar y sumar leyes, tratados y convenios que protejan específicamente a las mujeres sin distinción, es decir, sin diferencias entre nosotras por edad, condición económica, religión, orientación sexual o identidad cultural. Sin embargo, las leyes necesitan ser conocidas para ser respetadas, pues en la medida en que seamos conscientes de nuestros derechos los haremos valer en todo momento y lugar, en el ámbito de la familia, la escuela, el trabajo, la comunidad y las instituciones públicas y privadas. 1 Algunos de nuestros derechos son: Elegir a nuestra pareja y, con información suficiente, la utilización de anticonceptivos, establecer relaciones sexuales responsable y voluntariamente y no sufrir violencia, abuso o acoso sexuales. Decidir si queremos ser madres o no y determinar cuántos hijos deseamos. Compartir con nuestra pareja iguales responsabilidades familiares, como la educación, la recreación y la salud de hijas e hijos; así como las labores domésticas, los gastos y los cuidados necesarios de todos los miembros de la familia. Ser informadas, de manera clara y precisa, sobre cualquier diagnóstico, tratamiento o situación médica, para tomar la decisión que más nos convenga sobre nuestra propia salud y la de nuestros hijos e hijas. Contar con servicios de ayuda adecuada y eficiente para evitar y combatir la violencia dentro y fuera del hogar. Que se prevenga, investigue y castigue la violencia en contra de nosotras, cometida por cualquier persona, incluidos funcionarios públicos o 2 Exige que se cumplan, ¡hazlos valer! Tomar libremente decisiones en relación con nuestro desarrollo, trabajo, estudios, sexualidad, maternidad, tiempo libre y bienes. miembros de los cuerpos policiacos y las fuerzas armadas, y que no se aluda a ninguna costumbre, tradición o principio religioso como pretexto para justificarla. Reclamar ante un juez el reconocimiento de la paternidad aun cuando el padre se niegue a hacerlo voluntariamente. Recurrir al divorcio o a la separación de la pareja cuando lo consideremos necesario, sin perder ninguno de los derechos que tenemos sobre nuestros hijos, hijas o bienes, así como reclamar en cualquier momento la mitad de los bienes familiares generados durante el matrimonio o el concubinato. Decidir qué queremos estudiar y recibir educación que no sea discriminatoria y promueva los valores de la solidaridad, la equidad y el respeto; tener la oportunidad de escalar niveles educativos cada vez más altos; y que la educación básica incluya información sobre sexualidad y salud reproductiva con perspectiva de género; así como participar en las decisiones sobre política educativa. Elegir dónde queremos trabajar y, dado el caso, recibir la misma paga por igual trabajo, puesto que la condición de ser hombre no implica de ningún modo que se tenga derecho a ganar más que la mujer realizando las mismas funciones; así, también tenemos derecho a que no se nos discrimine para ocupar algún puesto o cargo. Estar embarazada o la posibilidad de embarazarnos no debe ser un impedimento para ser contratadas o un pretexto para ser despedidas de trabajo alguno. 3 En el ámbito laboral, debe ser respetado el periodo de maternidad y lactancia sin excepción. El primero se refiere a que podemos disfrutar de seis semanas de descanso anteriores y seis posteriores al parto para reponernos y atender a nuestros bebés, con goce del salario completo. En la lactancia, debemos disponer de dos descansos de media hora cada uno durante la jornada de trabajo para alimentar a nuestros hijos o hijas. Participar activamente y de manera equitativa en las instituciones gubernamentales, la administración pública, los órganos legislativos y los tribunales judiciales, en todos los niveles; así como tomar decisiones en igualdad de condiciones que los hombres, tanto en el ámbito público como en el privado. Participar en la toma de decisiones para conseguir un medio ambiente sano. Que no se promueva en los medios de comunicación ningún tipo de violencia contra nosotras, y que no se transmita imágenes distorsionadas, denigrantes ni ofensivas sobre el género femenino. En caso de que algunos de estos u otros de tus derechos fueran violados, busca asesoría gratuita en la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México, donde con mucho gusto, total respeto y absoluta discreción analizaremos tu problema y trataremos de darle solución. 4 Debemos estar siempre atentas porque las mujeres podemos ser víctimas de varios tipos de violencia. Violencia física: es cualquier acto de fuerza que nos cause daño físico como bofetadas, golpes, puntapiés o empujones. También cuando se utiliza algún arma o cualquier objeto. Las lesiones que produce este tipo de violencia pueden ser visibles o no, lo cual no impide nuestro derecho a denunciarlas. Violencia psicológica: es el acto abusivo destinado a ofender, someter, controlar o agredirnos, aunque no esté acompañado de violencia física. Se concreta en comentarios denigrantes, omitir nuestra opinión, rechazar nuestra participación o insultos constantes, por ejemplo. El problema es que, generalmente, estos actos no son considerados como violencia por nosotras mismas. Violencia patrimonial: presentada cuando las mujeres somos privadas de recursos como dinero o alimentos, de objetos como muebles, de documentos como actas o testamentos, y de derechos como herencias o donaciones; ya sea por transformación, robo, retención o destrucción. Violencia sexual: tiene lugar cuando somos forzadas, por quien sea y en donde sea, a tener relaciones sexuales. No importa si se trata de nuestra propia pareja, tenemos la libertad de decidir si queremos o no ejercer nuestra sexualidad. 5 En nuestra sociedad existe una cultura discriminatoria contra la mujer y, con frecuencia, los hombres (esposos, hijos, hermanos, jefes, novios, compañeros, etc.) abusan causando daños a las mujeres e incurriendo incluso en delitos. Además de nuestra Constitución, existen tratados internacionales que contemplan el respeto y la defensa de los derechos de las mujeres, firmados y ratificados por México ante el mundo, entre ellos destacan: Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer o Convención de Belém do Pará (1994). Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (1979). Convención sobre los Derechos Políticos de la Mujer (1952). Convenio Relativo a la Igualdad de Remuneración entre la Mano de Obra Masculina y Femenina por un Trabajo de Igual Valor (1951). 6 Algunas de las dependencias públicas, ademas de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (CODHEM), que pueden orientarte y defenderte son: Secretaría de Desarrollo Social (federal y estatal) Secretaría de Educación (federal y estatal) Instituto de Salud del Estado de México (ISEM) Secretaría del Trabajo (federal y estatal) Procuraduría General de Justicia del Estado de México Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES) Consejo Estatal de la Mujer y Bienestar Social Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF estatal y municipal) LOS SERVICIOS QUE PRESTA LA CODHEM SON GRATUITOS En la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México estamos para atenderte las 24 horas de los 365 días del año en nuestro edificio sede: av. Nicolás San Juan núm. 113, col. Ex Rancho Cuauhtémoc, C.P. 50010, Toluca, México, tel. 2360560; o en cada una de nuestras Visitadurías cuya ubicación puedes consultar a través del 01800 999 4000 (Lada sin costo) o en www.codhem.org.mx Número de autorización del Comité Editorial: CE/MD/01/13.