SALARIOS CAÍDOS - Suprema Corte de Justicia de la Nación

Anuncio
AMPARO
DIRECTO
771/2008.
QUEJOSAS: **********.
EN
REVISIÓN
MINISTRO PONENTE: GENARO DAVID GÓNGORA PIMENTEL.
SECRETARIO: ALFREDO ARAGÓN JIMÉNEZ CASTRO.
VISTO BUENO
MINISTRO:
México, Distrito Federal. Acuerdo de la Segunda Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, correspondiente al día
veinticinco de junio de dos mil ocho.
SR.
V I S T O S; y,
R E S U L T A N D O:
COTEJADO:
PRIMERO. Mediante escrito recibido el once de junio de dos
mil siete, ante la Junta Local de Conciliación y Arbitraje del Estado
de Campeche, con residencia en la ciudad de San Francisco de
Campeche, **********, apoderado jurídico de **********, ,solicitó la
protección de la Justicia Federal, contra la Junta Local de
Conciliación y Arbitraje del Estado de Campeche –autoridad
ordenadora- y Actuario adscrito a la misma –autoridad ejecutoraconsistente en el laudo de quince de mayo de dos mil siete,
dictado por la Junta antes indicada en el expediente laboral
número **********.
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
SEGUNDO. La parte quejosa invocó como garantías
violadas en su perjuicio las consignadas en los artículos 14 y 16
de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos,
señaló como tercero perjudicado a **********; y formuló –en la
parte que interesa- el siguiente concepto de violación.
“SEXTO. Le causa agravios a mis representadas el
laudo de fecha 15 de mayo del presente año dos mil
siete, emitido por la H. Junta Local de Conciliación
y Arbitraje del Estado, ya que condena a mis
representadas al pago de salarios vencidos y por
consiguiente
aplica
indebidamente
en
dicha
resolución los artículos 48 y 50, fracción III, de la
Ley Federal del Trabajo, no obstante que dichos
artículos son inconstitucionales, puesto que los
mismos
transgreden
Constitución
Política
el
de
artículo
los
22
Estados
de
la
Unidos
Mexicanos, ya que a causa de los mismos, sin
tomar en cuenta las características particulares y
capacidad económica del demandado, se condena
indiscriminadamente a mis representadas al pago
de salarios caídos hasta el cumplimiento del laudo
combatido.
La inconstitucionalidad aludida se configura, no
por el hecho de ser inconstitucional la condena a
salarios caídos, que como bien ha señalado la H.
Suprema Corte de Justicia de la Nación y los H.
Tribunales Colegiados de Circuito, estos tienen
naturaleza indemnizatoria, o sea, son equiparables
2
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
a daños y perjuicios, por lo que es justo que a los
trabajadores se les indemnice por esos daños y
perjuicios sufridos a causa del incumplimiento del
contrato por los patronos; la inconstitucionalidad
se configura dado que el artículo 50, fracción III, de
la Ley Federal del Trabajo, indiscriminadamente
condena al pago de salarios caídos desde la fecha
del
despido
hasta
indemnizaciones,
o
que
sea
se
hasta
paguen
las
que
dé
se
cumplimiento el laudo condenatorio, lo cual es
excesivo, ya que dichos artículos no atienden en
ningún
caso
a
la
capacidad
económica
y
características particulares del demandado, al no
establecer
el
procedimientos
precepto
los
necesarios
elementos
para
aplicar
y
y/o
individualizar la condena al caso concreto y
específico del demandado; debido a que es injusto
y desproporcionado que se condene al pago de
salarios caídos hasta el cumplimiento de las
indemnizaciones a todos los demandados por
igual, en razón a que como podrá observar ese H.
Tribunal, las capacidades económicas de cada
demandado empresario, profesionista, patrón, etc.
son diversas y particulares de unos a otros, no es
lo
mismo
condenar
a
una
gran
compañía
transnacional al pago de salarios caídos hasta que
se cumplimente un laudo, que condenar a lo mismo
a un simple microempresario de la región, que no
tiene los mismos medios económicos suficientes
3
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
para ello, por tal motivo, los laudos laborales en la
gran mayoría de las ocasiones ordenan condenas
injustas
y
desproporcionadas,
llegando
a
desaparecer las mismas empresas y fuentes de
trabajo debido a las responsabilidades laborales
surgidas de los conflictos, ya que los artículos
señalados
no
económicas
infractores
atienden
de
del
los
a
las
patronos
contrato
de
capacidades
supuestamente
trabajo,
al
no
establecerse en los artículos conducentes de la Ley
Federal del Trabajo (48 y 50), los medios legales
para individualizar la condena de salarios caídos a
los
casos
concretos,
generalizando
indiscriminadamente a todos los patronos, que por
la
situación
actual,
distan
mucho
en
sus
capacidades económicas unos de otros, por lo
tanto, es que consideramos que los artículos
señalados
son
inconstitucionales
y
por
consiguiente, inaplicables en el laudo combatido,
hasta en tanto no se establezcan los instrumentos
y mecanismos jurídicos necesarios dentro de la ley
laboral,
para
individualizar
las
sanciones
de
salarios vencidos atendiendo a las características
económicas y particulares de los demandados para
no
condenarlos
a
penas
inusitadas
y
trascendentales que no podrán pagar o cuando
menos que se establezca un límite máximo de
tiempo o etapa procesal en las que se deben pagar.
4
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
La inconstitucionalidad referida se actualiza al
violar el contenido de los preceptos 48, 50 y 52 de
la Ley Federal del Trabajo, el artículo 22 de la
Constitución
Política
de
los
Estados
Unidos
Mexicanos, ya que al ser los salarios caídos de
naturaleza indemnizatoria, equiparables a daños y
perjuicios, por el incumplimiento de la relación
laboral, por lo que la condena a los mismos implica
una sanción por haberse cometido una violación, o
sea, una pena o castigo para resarcir el menoscabo
sufrido por el trabajador, luego entonces, si el
propio artículo 22 constitucional invocado prohíbe
las multas excesivas y cualesquiera otras penas
inusitadas
y
trascendentales,
el
pago
indiscriminado de salarios caídos sin atender a las
características particulares de los casos concretos
de los patronos demandados, encuadra en este
supuesto, si no se establece un mecanismo jurídico
para
individualizar
su
condena
a
los
casos
particulares un límite máximo de pago o tiempo,
por lo que al no contener estos mecanismos los
artículos conducentes, los estimamos violatorios
de dicha garantía constitucional.
A esto es conveniente aclarar de nuevo, que no es
el hecho de ordenar pagar los salarios caídos a los
trabajadores lo inconstitucional de los preceptos
aludidos, puesto que es justo que en un tiempo
prudente y atendiendo a la capacidad económica y
características
particulares
del
patrono
5
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
demandado, se paguen los salarios vencidos para
reparar los daños y perjuicios ocasionados en
contra del trabajador por el incumplimiento del
contrato;
lo
inconstitucional
es
el
pago
indiscriminado de los mismos, ya que no se atiende
en los preceptos indicados, a las características
específicas de los casos concretos, como la
capacidad económica de los patronos y que existen
circunstancias ajenas a las partes que retardan la
duración de los juicios haciéndolos por demás
largos y en ocasiones interminables, con la
condena inusitada de pagar todo el tiempo que
dure el conflicto dichos salarios, entre otras
cuestiones,
ocasionado
el
menoscabo
de
la
empresa y de las relaciones laborales generados
con terceros, con el consiguiente perjuicio a la
sociedad, pues muchos laudos, inclusive, hacen
desaparecer a la empresa por lo oneroso e
inusitado de su condena, de ahí lo trascendental de
que se determinen esas penas sin individualizarse.
Tomen tan sólo en consideración, que por el solo
hecho de tratar de defenderse mis representadas a
través de la presente demanda de garantías, si no
se les concede el amparo y protección de la
Justicia de la Unión (lo cual por su propio bien
económico espero no ocurra señores Magistrados),
mis mandantes tendrán que pagarle a la parte
actora el costo de salarios caídos por toda la
duración del juicio de garantías, que cuando menos
6
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
se tomará seis meses (180 días de salario), si no es
que más, lo que ocasiona un severo daño a mis
poderdantes, lo que quizá no le ocurriría a una
empresa transnacional, si tomamos en cuenta que
la duración del juicio principal y el de garantías es
ajena a los quejosos y a su vez, también ajeno a
esa autoridad federal por las excesivas cargas de
trabajo
a
que
se
encuentra
sujeta,
con
el
consiguiente perjuicio para las partes, inclusive de
la propia parte actora; por lo que consideramos que
es urgente e imprescindible que los artículos 48, 50
y 52 o cualquier otro de la Ley Federal del Trabajo,
establezca un mecanismo o instrumento jurídico
para individualizar las condenas de salarios caídos,
tomando en consideración la capacidad económica
y características particulares de los patronos
demandados y prestando atención a la duración de
los juicios que en la mayoría de los casos es ajena
a las partes, así como también sancionando
severamente a los litigantes y abogados, que con el
ánimo de obtener un lucro excesivo o aburrir a la
parte
actora
para
que
desista,
retrasan
injustificadamente los respectivos procedimientos
laborales; situaciones jurídicas que no contemplan
los artículos 48, 50 y 52, así como ningún otro del
código obrero laboral, por lo que mientras el
legislador federal, no elabore las respectivas
reformas, ni la creación de los instrumentos
jurídicos correspondientes, estimamos que es
7
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
inconstitucional por violarse el artículo 22 de la
Constitución General de la República, que se
condene a mis poderdantes de la manera en que
ocurre en el laudo combatido al pago de salarios
caídos (sin conceder que le asista la razón a la
parte actora y a la junta responsable para ello), así
como inaplicables los artículos 48 y 50, fracción III,
de la Ley Federal del Trabajo invocados por la
autoridad responsable para condenar al pago de
los mismos, por ser inconstitucionales, tal y como
puede notar ese H. Tribunal Colegiado de lo
argumentado por nuestra parte en el presente
concepto de impugnación.
Con la finalidad de ilustrar al caso concreto, me
permito
hacer
valer
las
siguientes
tesis
jurisprudenciales, que nos dan una idea al respecto
de lo esgrimido en el agravio que nos ocupa.
"SALARIOS CAÍDOS, EQUIVALEN A DAÑOS Y
PERJUICIOS.” [se transcribe].
"SALARIOS CAÍDOS.” [se transcribe].
"SALARIOS CAÍDOS, CUANDO SE DEMANDA EL
PAGO DE DAÑOS Y PERJUICIOS.” [se transcribe].
"SALARIOS
VENCIDOS.
CÁLCULO
DE
SU
IMPORTE, EN EL CASO DE QUE SE HAYA
EJERCITADO LA ACCIÓN RESCISORIA Y SE
DEMANDE EL PAGO DE LA INDEMNIZACIÓN
CONSTITUCIONAL.” [se transcribe].
"SALARIOS VENCIDOS O CAÍDOS, NATURALEZA
DE LOS. OBLIGACIÓN DE PAGARLOS AUNQUE EL
8
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
TRABAJADOR LABORE PARA OTRO PATRÓN.” [se
transcribe].
"SEGURO
SOCIAL.
COTIZACIÓN
SOBRE
SALARIOS CAÍDOS CUBIERTOS CON MOTIVO DE
UNA HUELGA.” [se transcribe].
De igual manera, con solamente un fin ilustrativo,
me permito hacer valer las siguientes tesis de
jurisprudencia de carácter administrativo, que han
resuelto
una
violación
al
artículo
22
de
la
Constitución General de la República y que pueden
ayudar
a
discernir
la
presente
cuestión
de
inconstitucionalidad, las cuales resuelven por sí
mismas que:
"MULTAS
FIJAS.
LAS
LEYES
QUE
LAS
ESTABLECEN SON INCONSTITUCIONALES.” [se
transcribe].
"MULTAS
FISCALES
EXCESIVAS,
SON
INCONSTITUCIONALES.” [se transcribe].
Como
se
aprecia
de
lo
anterior
la
inconstitucionalidad se configura plenamente, ya
que el artículo 22 de la Constitución Política de los
Estados
Unidos
Mexicanos,
preceptúa:
[se
transcribe].
Los artículos 48, 50 y 52 de la Ley Federal del
Trabajo en que se fundó la responsable para
condenarme al pago de salarios caídos en el laudo
impugnado, dicen textualmente por su parte: [se
transcriben].
9
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
Como puede apreciar ese H. Tribunal, ni del texto
de los artículos 48 y 50, ni de ningún otro de la Ley
Federal del Trabajo, en que se funda la responsable
para condenarme al pago de los salarios vencidos,
se desprende algún mecanismo para individualizar
su condena a las características específicas y
económicas de los patronos demandados, por el
contrario, los artículos referidos generalizan y
condenan sin excepción y moderación alguna al
pago de salarios caídos desde la fecha del despido
hasta la cumplimentación del laudo o pago de la
indemnización correspondiente, lo cual es por
demás violatorio del artículo 22 de nuestra Carta
Magna.
Como se desprende, la causa requerida en el
presente concepto de impugnación se apoya en los
siguientes
elementos
imprescindibles
para
interponer una inconstitucionalidad en amparo
directo: a) señalamiento de la norma de la Carta
Magna que se considera violada, en este caso su
artículo 22; b) invocación de la disposición
secundaria que se designe como reclamada, o sea
los artículos 50 y 52 de la Ley Federal del Trabajo y,
c) los conceptos de violación en los que se trate de
demostrar, jurídicamente, que la ley impugnada
resulta contraria a la hipótesis normativa de la
norma constitucional, en cuanto al marco de su
contenido y alcance. Por lo tanto pido a esa
autoridad se sirva resolver la inconstitucionalidad
10
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
de la norma secundaria y deje insubsistente el
laudo que se funda en tales preceptos y que se
impugna por esta vía.
En este orden de ideas, podemos concluir que los
salarios caídos son una indemnización por daños y
perjuicios sufridos por el trabajador a causa del
despido,
entonces,
los
salarios
vencidos
constituyen innegablemente una pena o sanción
impuesta al empleador para reparar o resarcir al
trabajador de los perjuicios sufridos por el despido
ilícito, por consiguiente, al ser éstos una pena o
sanción (lo cual se explicará con más detalle líneas
abajo), su condena tiene que estar supeditada a la
prohibición que prescribe el artículo 22 de la Ley
Fundamental.
Aunque si bien es cierto que la obligación de pagar
salarios caídos no puede, ni debe equipararse a
una multa y me permito hacer notar que la
intención del suscrito en la demanda de garantías
no es hacer una comparación de este tipo, si no
que se aprecie en el caso concreto que a pesar de
que los salarios caídos no son una multa, no dejan
de ser una condena, pena o sanción y por tanto no
pueden ser excesivas, al igual que los artículos o
preceptos secundarios que prescriben su pago,
deben contener un instrumento de aplicación para
poder condenar o sancionar en forma justa y
conforme a la equidad al pago de los mismos al
empleador o cuando menos establecer un límite de
11
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
pago relativo de acuerdo a las circunstancias
particulares de cada caso, para que su condena no
se convierta en una pena económica excesiva,
inusitada, desproporcionada y por consiguiente
trascendental que pudiera dañar severamente al
empresario,
empresa
y
a
sus
factores
y
dependientes.
La condena de indemnizar al trabajador pagando
salarios caídos o vencidos a cargo del patrón hasta
que se cumplimente el laudo, se trata de una pena
o sanción, por los razonamientos siguientes:
Para arribar a la conclusión anterior, es preciso
hacer, en primer término, una definición gramatical
de los términos pena, sanción e indemnizar; la
palabra pena en el sentido jurídico que nos interesa
significa: castigo impuesto por autoridad al que ha
cometido un delito o falta; sanción quiere decir:
pena que la ley establece para el que la infringe;
indemnizar: resarcir de un daño o perjuicio.
Términos tomados del Diccionario de la Lengua
Española de la Real Academia Española, vigésima
primera edición, 1992.
Una vez hecho lo anterior, es necesario hacer un
análisis jurídico de los términos indemnización
laboral,
pena
y
sanción,
como
sigue
a
continuación.
Doctrinalmente una indemnización laboral como es
el pago de salarios caídos, equiparables al pago de
daños y perjuicios, según ha resuelto nuestra H.
12
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
Suprema
Corte,
puede
definírsele
como
la
obligación patronal de pagar al trabajador, en
calidad de reparación económica por un daño
sufrido, ya sea en su persona o en su actividad, los
salarios
que
debió
haber
devengado,
para
resarcirlo de la falta de ocupación en que se
encuentre en un momento dado, debido a causas
ajenas a su voluntad. El derecho al pago de
salarios vencidos es el resarcimiento en beneficio
del obrero, por la terminación de la relación de
trabajo por causas ajenas a él, o sea, como se ha
comprobado, equivalen al pago de daños y
perjuicios.
El
pago
de
indemnizatorio,
salarios
así
caídos
como
de
toda
carácter
indemnización
laboral, responde al principio de estabilidad y
permanencia en el trabajo, atributo actual del
llamado “derecho al trabajo”, elevado al rango de
garantía constitucional. La estabilidad ha venido a
ser una institución jurídica por virtud de la cual el
despido injustificado importa la obligación de
cubrir
una
indemnización,
en
la
especie
la
indemnización constitucional de tres meses de
salario y su accesoria de salarios caídos o
vencidos.
Por
tanto,
no
puede
hablarse
de
indemnización sino cuando existe “culpa o dolo”,
la indemnización presupone por ello, el carácter
“ilícito del despido” y tal ilicitud, presupone a su
vez, el derecho del trabajador a la conservación del
13
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
empleo hasta que intervenga una causa que
justifique la disolución de la relación de trabajo.
Por tal motivo, es inconcuso que la condena al
pago de salarios caídos equivale a una sanción o
pena impuesta por el Estado al patrón para resarcir
los daños y perjuicios ocasionados al obrero a
causa del despido injustificado.
Jurídicamente los términos pena y sanción son
equiparables prácticamente, aunque por regla
general y en forma equívoca, el término pena es
relacionado exclusivamente con las condenas de
índole penal cuando se cometen por el gobernado
actos considerados delitos por nuestra legislación.
No obstante, doctrinalmente el término pena tiene
dos sentidos, el primero la pena criminal, como
sanción
punitiva
y
la
otra
como
“sanción
ejecutiva”, esta última acepción es en la que recaen
el pago de los salarios vencidos condenados al
patrón para reparar los daños y perjuicios sufridos
por el trabajador a causa del despido por quedar
desprotegido al no percibir salarios para satisfacer
sus necesidades. Por consiguiente, la pena, en su
acepción como sanción ejecutiva, es aquélla por
virtud de la cual el Estado trata de imponer
coactivamente la realización de lo establecido en el
precepto legal correspondiente, así proceda tal
realización del impedimento de la acción contraria
al precepto, de un constreñimiento a la acción
prescrita por él, del restablecimiento del status quo
14
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
ante [sic] y del resarcimiento de los perjuicios
causados, de la nulidad del acto viciado, o de su
imponibilidad. En cambio en su primera acepción,
la más común, la pena criminal (sanción punitiva),
hiere al delincuente en su persona e importa
necesariamente
un
mal
que
significa
una
restricción efectiva de su esfera jurídica.
En virtud de los razonamientos anteriores podemos
inferir, que los salarios caídos, equiparables al
pago de daños y perjuicios, son una “pena” en su
acepción como “sanción ejecutiva”, por cuanto se
intenta obtener con su condena y pago al
restablecimiento del status quo ante [sic] y el
resarcimiento de los perjuicios ocasionados por el
despido ilícito al trabajador, y aunque en este
sentido no se trata de una sanción criminal, no por
ello deja de ser una “pena”. Por consiguiente,
resultaría injusto creer o interpretar el artículo 22
de la Carta Magna, en el sentido de que únicamente
prohíbe las multas, penas o sanciones de índole
criminal, ya que éstas son comunes en todas las
áreas del derecho, inclusive nuestra H. Suprema
Corte, ya ha resuelto, que cuando menos en lo que
se refiere a multas, la protección constitucional no
sólo se confiere con relación a las penales, sino
también a las impuestas por ilícitos administrativos
y fiscales. Por lo tanto, en virtud de una correcta
exégesis de dicho precepto constitucional, a través
de los principios generales de justicia y equidad,
15
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
podemos inferir que el espíritu del Constituyente en
el referido precepto, protege y tutela a todo
gobernado de cualquier clase de multa, pena,
castigo o sanción impuesta por el Estado, que
pudiese
resultar
excesiva,
inusitada
y
trascendental, independientemente de la materia de
la infracción, ilícito, daño o perjuicio cometido o
causado
(Penal,
Civil,
Mercantil,
Laboral,
Administrativo, Fiscal, etc.), de lo que podemos
concluir, que la condena al pago de salarios
vencidos son una pena o sanción ejecutiva y que
ante su naturaleza debe ajustarse su imposición a
la prohibición establecida en el artículo 22 de la Ley
Suprema.
Por
analogía
es
aplicable
la
siguiente
jurisprudencia emitida por ese H. Tribunal Pleno:
"MULTA EXCESIVA PREVISTA POR EL ARTÍCULO
22 CONSTITUCIONAL. NO ES EXCLUSIVAMENTE
PENAL.” [se transcribe].
Rogamos prestar especial atención a los siguientes
criterios jurisprudenciales que dicen:
"PENAS INUSITADAS Y TRASCENDENTALES, QUÉ
SE ENTIENDE POR.” [se transcribe].
"CONTENCIOSO
ADMINISTRATIVO,
DESECHAMIENTO DE LA DEMANDA EN ESE
JUICIO. EL ARTÍCULO 209, FRACCIÓN I Y ÚLTIMO
PÁRRAFO,
DEL
FEDERACIÓN,
CÓDIGO
VIGENTE
FISCAL
HASTA
EL
DE
LA
31
DE
DICIEMBRE DE 1989, NO ESTABLECE UNA PENA
16
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
INUSITADA
Y
PROHIBIDAS
TRASCENDENTAL
POR
EL
DE
LAS
ARTÍCULO
22
CONSTITUCIONAL.” [se transcribe].
En esta tesitura, el criterio sustentado por las
referidas jurisprudencias en las cuales se define la
acepción constitucional de penas inusitadas y
trascendentales, considero que lo que en ellas
resuelto configura la inconstitucionalidad objeto de
estudio, por las razones siguientes.
Para comprender porqué los artículos 48, y 50,
fracción III, de la Ley Federal del Trabajo que
prescriben la condena al patrón de pagar salarios
caídos al trabajador hasta que se cumplimente el
laudo, por no contener las normas referidas, así
como ninguna otra de la Ley Federal del Trabajo,
algún precepto o mecanismo jurídico que permita
individualizar la condena al pago de salarios
vencidos al caso o situación jurídica y económica
concreta del patrón o empresario demandado o en
su defecto un límite más justo atendiendo a las
circunstancias anteriores, se trata de una pena
inusitada y trascendental violatoria del artículo 22
de la Ley Fundamental, en primer lugar debemos
observar, según la jurisprudencia aplicable, que el
término
pena
inusitada
en
su
acepción
constitucional debe entenderse a “aquella pena que
resulte inhumana, cruel, infamante o excesiva”
términos de los cuales el aplicable e inusitado en el
caso del pago de salarios caídos, lo es el de
17
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
“excesivo”, como se ha manifestado en múltiples
ocasiones, puesto que no podrían ser los demás
conceptos, que son aplicables exclusivamente a
penas corporales del reo; asimismo continua
definiendo: “porque no llene las características de
la “eficaz sanción”; como las de ser moral,
personal,
divisible,
popular,
tranquilizadora,
reparable y, en cierta forma ejemplar”, de estas
acepciones la que se contraviene en la especie es
la de “reparable”, como se explicará más adelante.
Por lo que toca al término trascendental, se
interpreta como: “que no significa un mal más o
menos grave en el condenado, si no que los
efectos de la misma afecten jurídicamente a
terceros extraños y a parientes del sancionado”,
acepción que encuadra en la especie para acreditar
la inconstitucionalidad aludida, lo anterior se
manifiesta por los razonamientos siguientes.
El
significado
jurisprudencial
de
"excesivo",
"reparable" y “que no significa un mal más o
menos grave en el condenado, sino que los efectos
de la misma afecten jurídicamente a terceros
extraños y a parientes del sancionado” relativo al
concepto constitucional de penas inusitadas y
trascendentales, señalado con antelación, es por
del todo [sic] aplicable a la condena de salarios
caídos hasta que se cumplimente el laudo impuesto
por los artículos tildados de inconstitucionales,
dado que como he manifestado en el presente
18
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
escrito y en la demanda de garantías, no todas las
personas de este país somos iguales (entre ellos
los sujetos patronales regulados en la Ley Federal
del
Trabajo),
y
por
consiguiente,
no
nos
encontramos en la misma situación económica y
jurídica, ante tal circunstancia, algunas personas
resienten más que otras, las condenas económicas
resueltas por el Estado (aunque exista justificación
para imponerlas), hecho que no pude dejar de ver
el
propio
Estado
a
través
de
sus
órganos
jurisdiccionales, es por ello, que el legislador
constituyente estatuyó el artículo 22 en nuestra
Carta Magna, con el objeto de prohibir que las
penas o condenas decretadas por el Estado a los
mexicanos, ya sean corporales o económicas, sean
excesivas, inusitadas y trascendentales, aplicable
para todas las áreas del Derecho, en atención a la
desigualdad permanente habida entre las personas
que integran un Estado pluricultural como el
nuestro que se encuentra aún en proceso de
crecimiento,
por
ello,
una
sanción
o
pena
económica, aún se trate de las de carácter ejecutivo
con fines resarcitorios de daños y perjuicios como
lo es la condena al patrón de pagar salarios caídos
al trabajador, puede ser excesiva para unos,
moderada para otros y leve para muchos o
viceversa.
Por los razonamientos anteriores, la acepción
“excesiva” aplicable al concepto constitucional de
19
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
“penas inusitadas”, se actualiza en la especie del
asunto en discusión, ya que podemos entender sin
problema, que una pena o sanción es excesiva:
“cuando es desproporcionada a las posibilidades
económicas del destinatario, cuando se propasa y
va más allá de lo razonable de acuerdo a las
circunstancias
específicas
e
individuales
del
condenado”.
Entonces, para poder imponer una sanción, es
indefectible, que el precepto legal que la contenga,
establezca un límite razonable de acuerdo a las
posibilidades
económicas
y
circunstancias
específicas e individuales de la persona a quien se
destina o un mecanismo jurídico que permita
individualizar subjetivamente su condena al órgano
jurisdiccional de acuerdo al caso, o cuando menos
una excepción a la regla general, lo que no
acontece en los artículos 48 y 50, fracción III, de la
Ley
Federal
del
Trabajo
acusados
de
inconstitucionales, que en lo medular condenan
excesivamente y por igual a todos los patrones al
pago de salarios caídos al trabajador desde la
fecha del despido hasta que se cumplimente el
laudo, sin establecer un mecanismo jurídico como
lo
antes
mencionado,
posibilidades
de
económicas
acuerdo
y
a
las
circunstancias
específicas del patrono o empresario demandado,
por lo cual la condena resuelta puede resultar
excesiva en relación a la situación del destinatario,
20
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
ya que la duración de un juicio laboral es relativa e
intervienen diversos factores legales ajenos a las
partes que ocasionan su dilación (incompetencia
de la Junta, la duración prácticamente anual del
juicio de amparo, etc.), con un grave perjuicio
económico
para
el
demandado
si
resulta
condenado, ya que como se ha dicho, al no
establecerse un límite o individualización por parte
de la norma que los impone como sanción, los
salarios
caídos
se
seguirán
acumulando
ilimitadamente día con día mientras no se pague el
laudo o las indemnizaciones, dada su especial
naturaleza, sin que haya nada que pueda detener
su curso, excepto el pago, y la condena se volverá
tan severa que será de una magnitud excesiva,
causando perjuicios irreparables al condenado, en
franco atentado a lo dispuesto por el artículo 22 de
la Ley Suprema, que prohíbe las sanciones
excesivas.
Razón por la que los preceptos que imponen su
condena, deben prever y considerar que las
relaciones de trabajo se pueden establecer con una
pluralidad de patronos o empresarios, de diversa
condición económica y jurídica, que las empresas
pueden ser minúsculas, de mediano tamaño o de
gran envergadura y que no obstante, el daño que
les puede acarrear su condena es distinto para
cada una, además de que no sólo los empresarios
son sujetos de relación laboral, sino también los
21
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
profesionistas y las familias en el caso de
trabajadores domésticos, entre otros, que pueden
tener
o
no
patrimonio
que
se
compromete
totalmente con motivo de una posible ruptura ilícita
de la relación laboral, situaciones que en atención a
los principios de justicia y equidad deben observar
forzosamente los preceptos legales que determinan
penas o sanciones, al igual que los órganos
jurisdiccionales
condenas
que
las
excesivas,
imponen
pues
a
la
para
luz
evitar
de
las
prohibiciones constitucionales, no podemos en
nuestros días, cerrar los ojos y considerar que
todos somos iguales, cuando existen diferencias
por demás tajantes en nuestra sociedad y que
cualquiera de nosotros puede ser sujeto de una
relación laboral, ya concluyeron los días en que
solamente eran patronos los grandes empresarios
o industriales titulares de un enorme capital; como
ejemplo, actualmente nuestra sociedad y el Estado
mismo, apoyan la creación de pequeños negocios y
microindustrias
que
pueden
desaparecer
totalmente en un suspiro, a causa de un crédito
laboral excesivo hinchado por salarios caídos; por
fortuna, el Derecho es cambiante por la propia
transformación gradual de la sociedad que regula y
por consiguiente no se pueden dejar de ver los
hechos
mencionados,
situación
que
pido
consideren señores Magistrados al momento de
resolver lo que corresponda. Por las razones
22
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
anteriores, es que considero que el término
excesivo e inusitado que prevé el artículo 22 de la
Ley Suprema es aplicable al caso en cuestión,
hasta
en
tanto
las
normas
tildadas
de
inconstitucionales, no prevean un mecanismo
jurídico que permita individualizar la condena por el
órgano jurisdiccional, en su caso, un límite
razonable en la condena de los salarios caídos en
atención a las circunstancias de cada caso o
cuando menos, ciertas excepciones a la regla
general, para evitar que se hagan condenas
excesivas al pago de los mismos que originen un
perjuicio a la sociedad y a terceros.
Por lo que toca a la acepción “ser reparable” para
que pueda haber una “eficaz sanción”, aplicable al
concepto constitucional de “penas inusitadas”, de
igual manera se actualiza su violación en el
presente caso del pago de salarios caídos, ya que
podemos entender que una pena o sanción no es
reparable:
“Cuando el daño ocasionado por la pena o sanción
impuesta no se puede reparar o remediar”.
En consecuencia una condena ilimitada al pago de
salarios caídos hasta que se cumplimente el laudo,
causa un grave y serio perjuicio irreparable al
destinatario de la condena, ya que si no obstante
de la duración o dilación del juicio ajena a las
partes, no dispone del monto para cumplimentar la
obligación impuesta o bienes que la garanticen en
23
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
su
momento,
los
salarios
caídos
seguirán
aumentando día con día hasta el grado de que el
destinatario
de
la
misma
vea
comprometido
inclusive el patrimonio que pudiese llegar a tener
en el futuro, que le será embargado para garantizar
el crédito laboral, actualizado hasta la fecha en que
se verifique el mismo, para lo cual podrían pasar
muchos años o inclusive toda la vida del trabajador
y de sus dependientes económicos en caso de que
fallezca,
siempre
y
cuando
el
actor
o
sus
dependientes cumplan con solicitar antes de cada
dos años a la fecha de notificación al patrón del
laudo, la ejecución del mismo, o sea, los salarios
caídos se seguirán verificando por todo el tiempo
que no se pague el laudo por el demandado, lo
cual, si se cumplen ciertos requisitos, la condena
se vuelve inextinguible y por acumularse un salario
por cada día que pasa, las condenas al pago de los
mismos se vuelven excesivas y por consiguiente
causan un daño o perjuicio económico irreparable
a los deudores de las mismas, dado que se siguen
actualizando por todo el tiempo que no se
cumplimente
la
resolución
laboral
o
sus
indemnizaciones, al no existir en los artículos 48 y
50, fracción III, de la Ley Federal del Trabajo un
límite o mecanismo jurídico o excepción para
individualizar el pago de salarios vencidos al caso
concreto.
24
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
Resumiendo, tenemos que al no establecerse un
límite o individualización por parte de la norma que
los impone como sanción, los salarios caídos se
seguirán acumulando ilimitadamente día con día
mientras
no
se
paguen
el
laudo
o
las
indemnizaciones, dada su naturaleza, sin que haya
ningún instrumento jurídico que pueda detener su
curso, excepto el pago, por la cual la condena se
volverá tan severa que será de una magnitud
excesiva, puesto que se puede acumular durante
toda la vida del trabajador y sus dependientes
económicos, causando perjuicios irreparables al
condenado, en franco atentado a lo dispuesto por
el artículo 22 constitucional, que prohíbe las
sanciones no eficaces que sean irreparables, como
en la especie, ya que simplemente no es reparable
su condena, sino que además, se incrementa con el
transcurso del tiempo, de donde se actualiza la
inconstitucionalidad esgrimida.
Asimismo,
penas
la
interpretación
trascendentales
jurisprudenciales
constitucional
vertida
señaladas
por
líneas
de
las
tesis
arriba
que
afirman “que no significa un mal más o menos
grave en el condenado, sino que los efectos de la
misma afecten jurídicamente a terceros extraños y
a parientes del sancionado". Es por demás clara y
precisa,
misma
que
considero
encuadra
perfectamente el supuesto de inconstitucionalidad
argumentado por nuestra parte. Esto es así dado
25
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
que una condena ilimitada al pago de salarios
caídos hasta que se cumplimente el laudo, por la
magnitud que pueden llegar a tener al no haber un
límite,
mecanismo
jurídico
o
excepción
para
individualizar y hacer más justa su condena al
destinatario, dado que se siguen causando los
salarios caídos por todo el tiempo que no se pague
el laudo o las indemnizaciones en él determinadas,
su condena, no sólo es grave, por los motivos
indicados párrafos arriba, sino que sus efectos
pueden afectar jurídicamente a terceros extraños y
a parientes del sancionado, pues no olvidemos que
generalmente, salvo ciertos casos que también
están
desprotegidos
de
la
tutela
del
22
constitucional, los destinatarios de las condenas al
pago de salarios vencidos son una pluralidad de
patronos propietarios de empresas de diversas
categorías, que responden del crédito laboral
fincado con el total del patrimonio de la propia
empresa, con excepción de ciertos bienes, lo que
ocasiona un daño grave en la economía y
productividad de la negociación, a grado tal, que
podría llegar a desaparecerla, salvo que se trate de
empresas muy grandes o transnacionales de gran
solvencia (de las cuales hay pocas en México),
ocasionando perjuicios a terceros como son los
demás trabajadores de la empresa y sus familias,
puesto que si desaparece la empresa a causa de la
trascendencia del crédito de trabajo incrementado
26
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
día con día por el curso de los salarios vencidos,
por garantizar su hacienda y patrimonio el pago de
dicho crédito, también desaparecen las fuentes de
empleo y el salario de los demás trabajadores
terceros y ajenos a la controversia del juicio, y por
tanto,
los
recursos
sostenimiento
de
económicos
sus
respectivas
para
el
familias,
ocasionándose también un deterioro en la sociedad
y a la economía del país.
De igual manera a causa del crédito laboral
incrementado excesivamente con el curso ilimitado
de los salarios vencidos, el patrón condenado,
compromete no sólo el patrimonio de su empresa,
independientemente del tamaño que sea, sino
también el suyo y de su familia, por lo que el daño y
perjuicio de la condena al pago de salarios caídos
trasciende a la misma, tal y como interpretaron las
tesis jurisprudenciales aludidas, lo cual es un
hecho notorio.
Como
podrán
notar
señores
Magistrados,
el
término “trascendental”, descrito líneas arriba,
desentrañado del artículo 22 de nuestra Carta
Magna,
desafortunadamente
encuadra
perfectamente en la ilimitada y excesiva condena al
pago de salarios caídos que prescriben los
artículos acusados de inconstitucionales, por lo
que violan la prohibición contenida en el mismo,
actualizándose la inconstitucionalidad que se hace
valer.
27
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
No obstante todo lo anterior, me permito reiterar,
que no es el hecho de imponer el pago al patrón de
los
salarios
caídos
a
los
trabajadores
lo
inconstitucional de los preceptos aludidos, puesto
que es justo que se le paguen al obrero los salarios
vencidos para reparar los daños y perjuicios
ocasionados en contra del trabajador por el
incumplimiento del contrato; lo inconstitucional es
el pago ilimitado y sin excepción de los mismos, ya
que no se atiende en los preceptos indicados, a las
características específicas de los casos concretos,
como la capacidad económica de los patronos y
que existen circunstancias ajenas a las partes que
retardan la duración de los juicios haciéndolos por
demás largos y en ocasiones interminables, con la
condena inusitada de pagar todo el tiempo que
dure el conflicto dichos salarios y en forma
indeterminada aún más allá de su duración en caso
de que no se cumplimente el laudo, ocasionando
un serio y grave perjuicio económico en la mayoría
de las empresas, que trasciende a sus relaciones
de trabajo y desde luego a los trabajadores de las
mismas
que
son
terceros
extraños
a
la
controversia, con el consiguiente perjuicio directo
a las familias de los trabajadores, del patrón
condenado y por consecuencia a la sociedad.
Por todo lo anterior es que consideramos que es
urgente e imprescindible que los artículos 48 y 50,
fracción III, o cualquier otro de la Ley Federal del
28
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
Trabajo, establezcan un mecanismo o instrumento
jurídico
para
individualizar
las
condenas
de
salarios caídos, o establezca un límite o excepción
a la condena general, tomando en consideración la
capacidad, situación económica y características
particulares
de
los
patronos
demandados
y
prestando atención a la duración de los juicios que
en la mayoría de los casos es ajena a las partes, así
como también sancionando severamente a los
litigantes y abogados, que con el ánimo de obtener
un lucro excesivo o aburrir a la parte actora para
que
desista,
retrasen
injustificadamente
los
respectivos procedimientos laborales; situaciones
jurídicas que no contemplan los artículos 48 y 50,
así como ningún otro del código obrero laboral, por
lo que mientras el legislador Federal, no elabore las
respectivas
instrumentos
reformas,
ni
la
jurídicos
creación
de
los
correspondientes,
considero que es inconstitucional por violarse el
artículo 22 de la Constitución General de la
República, que se condene a mis representadas de
la manera en que ocurre en el laudo combatido al
pago de salarios caídos, así como inaplicables los
artículos 48 y 50 de la Ley Federal del Trabajo
invocados, por ser inconstitucionales.
Como una última reflexión sobre este punto, me
permito
manifestarle
a
ustedes
señores
Magistrados, que la situación actual de nuestra
sociedad, es distinta a la de hace veinticinco o
29
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
cincuenta años, que por ser la sociedad cambiante,
el derecho que la regula lo ha de ser también, por
tanto, deben cambiarse los preceptos y criterios
normativos
de
tiempo
atrás
por
otros
que
efectivamente contemplen en forma efectiva los
hechos y conductas de la vida actual, a lo cual no
puede escapar nuestro Derecho del Trabajo, esto
con el objeto de volverlo más justo y efectivo, que
proteja a los trabajadores sin dañar o herir de
muerte a las empresas por tal virtud, es necesario
que se haga un cambio en la ley laboral, que
permita individualizar, limitar o excepcionar en
ciertos casos la condena al patrón de pagar
salarios caídos, en una forma más justa y conforme
a la equidad, sin afectar el derecho preferente e
irrenunciable de los trabajadores a percibir salarios
y a la estabilidad y permanencia en el trabajo, con
el objeto de que no se impongan al escaso sistema
empresarial mexicano de hoy día, condenas que se
vuelven excesivas y trascendentales a causa de los
salarios vencidos, en atención a la acertada
interpretación hecha por parte de esos H. Órganos
de Control Constitucional, en la jurisprudencia que
a continuación se transcribirá y con la cual
concluyo este agravio, y que dice:
“UNA MULTA (PENA O SANCIÓN) PUEDE SER
EXCESIVA PARA UNOS. MODERADA PARA OTROS
Y LEVE PARA MUCHOS”.
30
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
"MULTA
EXCESIVA.
CONCEPTO
DE.”
[se
transcribe].
En razón de todo lo anteriormente señalado es que
le causa agravios a mis representadas, el laudo de
fecha 15 de mayo del 2007, emitido por la H. Junta
Local de Conciliación y Arbitraje del Estado de
Campeche; y es por lo que pido el amparo y
protección de la Justicia Federal, para que en su
momento oportuno se dicte sentencia a favor de
mis mandantes en la cual se ordene a la autoridad
responsable,
se
deje
insubsistente
el
laudo
reclamado y se declare incompetente para conocer
del juicio **********, y/o cite legalmente a la
reanudación del procedimiento a mi poderdante la
**********., declarando nulo todo lo actuado en el
juicio hasta antes de la notificación nula y/o emita
otro
laudo
absolutorio
en
términos
de
ley,
subsanando las irregularidades en que incurrió,
conforme a lo planteado en la presente demanda de
garantías".
TERCERO. Por razón de turno le correspondió conocer del
asunto al Tribunal Colegiado en Materias de Trabajo y
Administrativa del Décimo Cuarto Circuito, cuyo Presidente
mediante acuerdo de tres de julio de dos mil siete admitió la
demanda de garantías registrándola con el número de expediente
**********; seguidos los trámites correspondientes dictó sentencia
el trece de marzo de dos mil ochodos mil seis, cuyo único punto
resolutivo a continuación se transcribe:
31
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
“ÚNICO. La Justicia de la Unión NO AMPARA NI
PROTEGE a **********, contra las autoridades y
actos que precisados quedaron en el resultando
primero de esta resolución.”
Las consideraciones en que se apoyó la sentencia de
mérito, en su parte conducente dicen:
“Desestimadas las violaciones procesales alegadas
por la quejosa, a continuación, por razón de técnica
jurídica se examina el sexto concepto de violación
en [sic] la quejosa plantea la inconstitucionalidad de
los artículos 48, 50, fracción III y 52 de la Ley
Federal del Trabajo que prevén el pago de los
salarios vencidos desde la fecha del despido hasta
que se paguen las indemnizaciones, lo que en su
concepto viola el artículo 22 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Como bases de la inconstitucionalidad aduce las
siguientes:
a) Que el artículo 50, fracción III, de la ley obrera, no
prevé
el
procedimiento
respectivo
para
individualizar la condena, que resulta excesiva a
partir de que el pago de los salarios caídos
comprende de la fecha del despido hasta el
cumplimiento del laudo.
b) Que los artículos mencionados no atienden a la
capacidad económica y características personales
32
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
del demandado, pues no es lo mismo condenar a
una gran compañía trasnacional que a un pequeño
empresario, quien corre el riesgo de quedar
desfalcado ante una condena tan desproporcional,
máxime cuando en el caso se promovió amparo
directo en contra del laudo de la junta responsable
con el único fin de defenderse, luego, si tal juicio
habrá de fallarse cuando menos en seis meses, ello
acrecentará la condena en caso de no prosperar el
amparo; generalizando la capacidad económica de
los patrones, lo que resulta indiscriminado.
c) Se trata de una pena inusitada y trascendental
que nunca podrá pagar, de ahí lo factible de que el
artículo 50, fracción III, de la ley en consulta,
establezca un límite de tiempo en que deban correr
los salarios caídos.
d) La naturaleza indemnizatoria de los salarios
caídos implica una sanción, pena o castigo que se
impone para resarcir el menoscabo sufrido por el
trabajador, siendo que el artículo 22 de la Carta
Magna prohíbe las multas excesivas y penas
inusitadas y trascendentales, a menos de que en su
momento el legislador elabore las reformas.
e)
De
manera
comprensión
de
ilustrativa
la
para
pena-sanción
la
o
debida
condena
excesiva que encierra el pago de los salarios
caídos, al no contener un instrumento de aplicación
para condenar en forma justa y conforme a la
equidad del pago al empleador, tomando en cuenta
33
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
la capacidad y particularidades del patrón, en forma
ilustrativa se citan las siguientes tesis:
"SALARIOS CAÍDOS, EQUIVALEN A DAÑOS Y
PERJUICIOS", "SALARIOS CAÍDOS", "SALARIOS
CAÍDOS, CUANDO SE DEMANDA EL PAGO DE
DAÑOS Y PERJUICIOS", "SALARIOS VENCIDOS,
CÁLCULO DE SU IMPORTE, EN EL CASO DE QUE
SE HAYA EJERCITADO LA ACCIÓN RESCISORIA Y
SE DEMANDE EL PAGO DE LA INDEMNIZACIÓN
CONSTITUCIONAL",
"SALARIOS
VENCIDOS
O
CAÍDOS, NATURALEZA DE LOS. OBLIGACIÓN DE
PAGARLOS AUNQUE EL TRABAJADOR LABORE
PARA OTRO PATRÓN"; y
f) Doctrinariamente, el término de sanción implica
no sólo el aspecto criminal sino también la sanción
ejecutiva que recae en el pago, y por ello, es que tal
concepto es equiparable al que comprende al de
los salarios caídos y por lo mismo, ante su correcta
exégesis del artículo 22 constitucional es que
procede la confrontación en el caso, que prohíbe
las multas excesivas.
Son infundados los planteamientos que esgrime la
quejosa, los que se examinan en conjunto por su
íntima vinculación.
Conviene destacar de inicio, que los argumentos
que comprenden el tema de la inconstitucionalidad
que plantea la quejosa, no es por el hecho en sí, de
la condena al pago de los salarios caídos que prevé
el párrafo segundo del artículo 48 de la Ley Federal
34
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
del
Trabajo,
sino
por
el
periodo
que
debe
comprender el cálculo del importe, que de acuerdo
con la quejosa, al no contener un mecanismo que
permita su individualización en cuanto al límite de
lo ordinario y razonable, por el carácter excesivo o
desproporcional con la capacidad económica de
aquélla, se convierte en una multa excesiva
considerada como pena inusitada y trascendental.
Congruente
constitucional
con
del
lo
anterior,
artículo
22,
en
el
sólo
texto
quedó
consignada la prohibición de imponer multas
excesivas, pero sin darse la definición de ellas, ni
establecer normas que bastaran para calificar las
sanciones pecuniarias, en los casos que se
presentaran en la práctica. Por otra parte, el
concepto exacto del Constituyente, no puede
conocerse, debido a que en la sesión respectiva del
congreso en que se votó el artículo en mención, no
llegó a tratarse la cuestión ni el dictamen de la
comisión que lo formuló, contiene ideas sobre el
particular.
No obstante lo anterior, el Máximo Órgano de
Justicia en el país ha sostenido reiteradamente,
que las penas inusitadas son aquellas inhumanas,
crueles, infamantes o excesivas, o bien que no
corresponden a los fines que persigue la penalidad
en general, esto es, la que su imposición no
obedece a la aplicación de una norma que la
contenga, sino al arbitrio de la autoridad; mientras
35
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
que las penas trascendentales son las que van más
allá de la persona del delincuente.
Esto es, el Máximo Tribunal de Justicia en el país
sentó la base de si una sanción no tiene la calidad
de pena, no puede calificarse como trascendental
en términos del artículo 22 constitucional.
En ese contexto, al disponer el artículo 48 de la Ley
Federal del Trabajo que los salarios vencidos o
caídos
cuando
se
intenta
la
acción
de
indemnización constitucional se generan hasta que
se cumplimenta el laudo, debe de estarse a que no
indica, al igual que los demás dispositivos que
integran ese ordenamiento legal, cuándo debe
tenerse por cumplido, y por lo mismo cesa la
causación de aquéllos; sin embargo, debe tomarse
en consideración que cuando el trabajador que se
dice despedido ejercita la acción referida, revela su
deseo de dar definitivamente por terminada la
relación laboral con su patrón y por ende, que ya
no alberga la esperanza de allegarse emolumentos
en forma ordinaria y permanente por el trabajo que
desempeñaba, por buscar otra fuente de riqueza;
por
tal
razón,
de
intentarse
la
acción
de
indemnización, los salarios caídos, para el caso de
que en el laudo se determine que el despido fue
injustificado,
tendrán
la
naturaleza
de
indemnizatorios, mas no de pago ordinario de
servicios laborales que debiesen prestarse, por lo
que éstos cesarán en la fecha en que la patronal
36
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
haga su pago, que es en lo que encuentra su
justificación esa acción secundaria de pago de
salarios; y que nunca podrá ser menor de tres
meses de salario integrado, con independencia de
que el importe consignado o pagado no se etiquete
para la indemnización, sino para otra prestación
secundaria como la de pago de salarios vencidos,
en aplicación del principio de buena fe que impera
en materia laboral atento a los artículos 31 y 841 de
la Ley Federal del Trabajo, que obliga a considerar
la verdadera intención de las partes, como es el
patrón.
Así, y con el objeto de acreditar lo infundado del
señalamiento de la quejosa en cuanto a que el
ordinal 48 de la ley de la materia no cuenta con un
mecanismo del que se obtenga el límite de tiempo
en el que deben correr los salarios y por ello lo
excesivo de su pago como sanción pecuniaria que
rebasa el término de lo ordinario y razonable,
conviene citar en lo conducente, la tesis que se
comparte del Segundo Tribunal Colegiado del
Vigésimo Segundo Circuito, a página 1911, Tomo
XXIII, febrero de 2006, Materia Laboral, Novena
Época del Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta que dice:
"SALARIOS VENCIDOS. MOMENTO EN QUE CESA
SU
CAUSACIÓN,
CUANDO
SE
EJERCITA
LA
ACCIÓN DE INDEMNIZACIÓN CONSTITUCIONAL.”
[se transcribe].
37
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
Adicionalmente, debe decirse que los artículos 123,
apartado A, fracción XXII, de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos y 48 de la
Ley Federal del Trabajo, conceden al trabajador que
se
considera
despedido
injustificadamente
la
posibilidad de que, a su elección, ejercite la acción
de
cumplimiento
reinstalación,
indemnización;
o
de
bien,
por
contrato
la
de
mediante
pago
consiguiente,
de
cuando
la
una
se
ejercita alguna de estas acciones, y se reclama el
pago de los salarios vencidos, por lo que, de no
condenar la junta al patrón al pago de esa
prestación, viola en perjuicio de los trabajadores su
garantía de legalidad, otorgada en su favor por el
artículo 14 de la Constitución General de la
República, al dejar de aplicar en su beneficio el
citado precepto, máxime si desde su demanda
laboral el trabajador exige como prestación a su
favor el pago de los salarios caídos.
Sin que pase por inadvertido, que el hecho de que
el artículo 123, apartado A, fracción XXII, de la
Constitución establezca solamente la obligación de
la patronal de cumplir el contrato o de indemnizar
al trabajador con el importe de tres meses de
salario,
cuando
se
le
ha
despedido
injustificadamente, y que los artículos 48, último
párrafo, y 50 de la Ley Federal del Trabajo señale
una mayor prestación consistente en el pago de los
salarios caídos desde la fecha del despido hasta
38
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
que se cumplimente la resolución definitiva, no
significan
que
estos
inconstitucionales,
últimos
cuenta
preceptos
habida
que
sean
en
el
ordenamiento supremo se establece un mínimo de
garantías y no un límite, pudiendo la ley secundaria
ampliar los beneficios, máxime que con el pago de
los salarios caídos se reparan los daños y
perjuicios sufridos por el trabajador con motivo del
incumplimiento del contrato de trabajo o despido
injustificado por parte del patrón, por lo que a éste
corresponde
pagar
dichos
salarios,
como
lo
establece la Ley Federal del Trabajo, más aún que,
según principio universalmente admitido, el que
obrando ilícitamente causa un daño a otro, está
obligado a repararlo.
Pero además, el texto constitucional no prohíbe
imponer a los patrones una responsabilidad mayor
que la establecida en él, pues se trata de una norma
tutelar de los derechos de los trabajadores, que
contiene las normas básicas en su aspecto mínimo
indispensable, aunado a que el segundo párrafo del
artículo 123 constitucional, facultó al Congreso de
la Unión para dictar leyes sobre el trabajo, sin
contravenir las bases establecidas en él.
Son aplicables las tesis de la otrora Cuarta Sala de
la Suprema Corte de Justicia de la Nación,
consultables a páginas 85, 40 y 42, Volúmenes
Quinta Parte, XLVI, XXXIX y XLV, Materia Laboral y
39
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
Constitucional, Sexta Época del Semanario Judicial
de la Federación, que a la letra dicen:
"SALARIOS
CAÍDOS,
CONFORMIDAD
IMPERANTE
PAGO
CON
ANTES
LA
DE
DE
LOS,
DE
JURISPRUDENCIA
LA
REFORMA
DEL
ARTÍCULO 122 DE LA LEY LABORAL. SALARIOS
CAÍDOS, PAGO DE LOS, DE CONFORMIDAD CON
LA JURISPRUDENCIA IMPERANTE ANTES DE LA
REFORMA
DEL
ARTÍCULO
122
DE
LA
LEY
LABORAL.” [se transcribe].
Ante lo expuesto, es claro que no existe la
inconstitucionalidad de los artículos 48 y 50 de la
Ley Federal del Trabajo, porque sólo revisten de
ese carácter las normas secundarias cuando
contrarían a algún precepto de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, pero no
así cuando amplían el mínimo de las garantías que
establece la Carta Magna.”
CUARTO. Inconforme con la resolución anterior, las
quejosas interpusieron recurso de revisión mediante escrito
recibido el once de abril de dos mil ocho en la Oficialía de Partes
del Tribunal Colegiado en Materias de Trabajo y Administrativa
del Décimo Cuarto Circuito.
Mediante proveído de catorce de abril de dos mil ocho el
Tribunal Colegiado del conocimiento remitió los autos del juicio de
amparo a esta Suprema Corte de Justicia de la Nación, la cual por
auto de Presidencia de catorce de mayo siguiente, admitió el
40
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
recurso de mérito, ordenó formar y registrar el toca relativo con el
número 771/2008; así como hacerlo del conocimiento del
Procurador General de la República, para que dentro del plazo de
diez días formulara el pedimento respectivo, y turnarlo a la
Segunda Sala, en virtud de que la materia del asunto corresponde
a su especialidad.
QUINTO. El dos de junio de dos mil ocho, el Subsecretario
General de Acuerdos de esta Suprema Corte de Justicia de la
Nación, certifica que el Agente del Ministerio Público adscrito a
este Alto Tribunal se abstuvo de formular pedimento (foja 54 del
toca en que se actúa).
Por auto del mismo día antes indicado el Presidente de la
Segunda Sala de esta Suprema Corte de Justicia de la Nación
admitió a trámite el recurso de revisión y ordenó turnar el asunto
al Ministro Genaro David Góngora Pimentel.
C O N S I D E R A N D O:
PRIMERO. Esta Segunda Sala de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación es competente legalmente para conocer del
presente recurso de revisión en términos de lo dispuesto en los
artículos 107, fracción IX, de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, reformado mediante Decreto del diez
de junio de mil novecientos noventa y nueve; 84, fracción II, de la
Ley de Amparo; y 21, fracción XI, de la Ley Orgánica del Poder
Judicial de la Federación y conforme a lo previsto en los puntos
41
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
Tercero, fracción II y Cuarto del Acuerdo General Plenario 5/2001,
publicado el veintinueve de junio de dos mil uno en el Diario
Oficial de la Federación, en virtud de que el recurso se interpuso
en contra de una sentencia dictada en un juicio de amparo directo
respecto de un laudo, es decir, en materia de trabajo, lo cual es
especialidad de esta Segunda Sala y no se estima necesaria la
intervención del Pleno de este Alto Tribunal.
SEGUNDO. El recurso de revisión es oportuno de
conformidad con lo dispuesto en el artículo 86 de la Ley de
Amparo, ya que la sentencia recurrida se notificó a la parte ahora
recurrente el viernes veintiocho de marzo de dos mil ocho,
notificación que surtió sus efectos el lunes treinta y uno del mismo
mes y año, por lo cual el plazo para la interposición del citado
medio de defensa comenzó a correr a partir del uno al catorce de
abril de dos mil ocho, excluyéndose del cómputo los días cinco,
seis, doce y trece de abril por ser sábados y domingos inhábiles
por disposición legal.
Así, dado que el recurso de revisión se recibió el once de
abril de dos mil ocho en la Oficialía de Partes del Tribunal
Colegiado en Materias de Trabajo y Administrativa del Décimo
Cuarto Circuito, debe concluirse que fue interpuesto en tiempo.
TERCERO.
Las
recurrentes
tienen
legitimación
para
interponer el presente recurso de revisión, habida cuenta que lo
hacen en su calidad de quejosas.
42
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
CUARTO. La parte inconforme aduce en su único agravio lo
siguiente:
“AGRAVIO ÚNICO.
De conformidad con el artículo 88 de la Ley de
Amparo en vigor, me permito transcribir la parte de
la sentencia que contiene la calificación de
constitucionalidad [se transcribe].
Causa agravios a **********, la sentencia de amparo
directo recurrida, debido a que en ella, el H.
Tribunal Colegiado en Materias de Trabajo y
Administrativa del Décimo Cuarto Circuito, resolvió
que
es
infundado
el
concepto
de
violación
esgrimido por el suscrito en representación de las
sociedades mercantiles quejosas, relativo a la
inconstitucionalidad de los artículos 48, 50 fracción
III y 52 de la Ley Federal del Trabajo en vigor,
mismos que aplicó la Junta Local de Conciliación y
Arbitraje para condenarlas al pago de salarios
caídos o vencidos en el laudo de fecha 15 de mayo
del 2007, acto reclamado en la demanda de mérito.
Son obvios los agravios que le causa a mis
poderdantes el sentido de la sentencia, puesto que
al considerar el H. Tribunal Colegiado resolutor que
los artículos 48, 50 fracción III y 52 de la Ley
Federal del Trabajo, son constitucionales, éstos se
aplicarán y surtirán sus efectos en el laudo
condenatorio y por consiguiente serán compelidas
**********, a pagarle a la parte actora del juicio, en
43
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
forma
por
demás
excesiva,
inusitada
y
trascendental, los salarios caídos o vencidos que
prescriben
como
indemnización
o
sanción
resarcitoria los artículos referidos, en franco
atentado a lo dispuesto por el artículo 22 de la Ley
Fundamental.
Como podrán observar señores Ministros **********,
acusaron de inconstitucionales a los artículos 48,
50 fracción III y 52 de la Ley Federal de Trabajo en
el sexto concepto de impugnación de la demanda
de garantías que interpusieron por mi conducto
ante el H. Tribunal Colegiado del Décimo Cuarto
Circuito, bajo el razonamiento medular de que
dichos artículos condenan en forma excesiva,
inusitada y trascendental a todos los patrones en
general y sin distinción alguna al pago de salarios
caídos o vencidos, desde la fecha de despido del
obrero hasta que se cumplimente el laudo y/o se
paguen las indemnizaciones a que fue condenado,
lo cual se considera violatorio del artículo 22 de
nuestra Carta Magna y por consiguiente tildamos
de inconstitucionales a tales preceptos, dado que
según nuestro juicio, la forma en que condenan
dichos artículos al pago de salarios, es equiparable
a una multa excesiva o a una pena inusitada y
trascendental, al no contener las normas en
comento, así como ninguna otra de la Ley Federal
del Trabajo, algún precepto o mecanismo jurídico
que permita individualizar la condena al pago de
44
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
salarios vencidos al caso o situación jurídica y
económica concreta del patrón o empresario
demandado o en su defecto un límite más justo
atendiendo las circunstancias anteriores, lo cual
origina que la pena o sanción contenida en el laudo
que constriñe a pagarle salarios caídos a la parte
actora como reparación por los daños y perjuicios
causados en su persona por haber sido separada
de su empleo sin justificación y haber violado en su
perjuicio el principio de estabilidad y permanencia
en el trabajo (sin conceder hecho alguno), sea por
demás excesivo y trascendental.
Asimismo, manifestamos en el agravio aludido, que
los artículos que señalamos inconstitucionales no
lo son por el solo hecho de condenar al pago de
salarios caídos o vencidos (dado que es justo que
se le indemnice con su pago al obrero por los
daños y perjuicios sufridos a causa del patrón),
sino porque no permiten ajustar su condena de
acuerdo
a
las
posibilidades
económicas
del
patrono demandado y a las de su empresa, para
evitar que por la excesiva condena al pago de
salarios vencidos, desaparezca o se dañe grave e
irreversiblemente
a
la
negociación
y
por
consiguiente las fuentes de empleo que habrá
generado, causando perjuicios en la economía del
país, a las familias respectivas, y a la sociedad en
general.
45
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
No obstante lo anterior, el H. Tribunal Colegiado
resolvió que es infundado el concepto de violación
de
inconstitucionalidad
antes
sintetizado,
argumentando, en forma medular, lo siguiente: [se
transcribe].
Las conclusiones a que llegó el H. Tribunal
Colegiado en Materias de Trabajo y Administrativa
del Décimo Cuarto Circuito, para desestimar el
concepto de violación de inconstitucionalidad
esgrimido en la demanda de garantías, nos parecen
desafortunadas y equivocas, por las razones que a
continuación expresaremos.
En primer término nos permitimos insistir en forma
férrea, cuenta habida que es toral y trascendental
para
acreditar
la
inconstitucionalidad
de
los
artículos 48, 50 fracción III y 52 de la Ley Federal
del Trabajo, por lo que toca a la forma en que
estatuyen la condena al pago de salarios caídos,
que se tratan de una pena o sanción de carácter
económico impuesta al empleador para reparar los
daños
y
perjuicios
ocasionados
por
el
incumplimiento del contrato o la injustificación del
despido, en otras palabras, su determinación en la
ley secundaria y/o reglamentaria, tiene por objeto
castigar, sancionar y/o penalizar al patrón para
reparar los perjuicios y daños originados por su
parte al obrero al privarlo de su fuente de riqueza
y/o de subsistencia económica.
46
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
En esta tesitura, rogamos convenir en que la
condena al pago de salarios caídos se trata de una
pena impuesta al patrono que violentó el artículo
123, apartado A, de la Constitución General de la
República y su norma reglamentaria de la Ley
Federal del Trabajo y, en tal sentido, la imposición
de esa pena de carácter resarcitorio, así como los
preceptos
secundarios
que
la
contienen
y/o
prescriben, deben estar ajustados al diverso
artículo 22 de la Carta Fundamental, que proscribe
en la nación mexicana, cualquier pena excesiva,
inusitada o trascendental.
El indicado artículo 22 de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos, incluye en su
mandato prohibitivo no sólo a las penas de índole
criminal, sino también a las penas pecuniarias y/o
de tipo económico que pudieran imponerse a los
gobernados por las autoridades; el aserto anterior
podrán comprobarlo esos HH. Ministros, del propio
texto del artículo 22 constitucional en cita, que
expresamente prohíbe la imposición de multas
excesivas (que son de carácter económico), de lo
que cabe inferir con meridiana claridad que el
espíritu del Constituyente, fue el de abolir en
México las penas de todo tipo, ya sean de
naturaleza
económicas
criminal,
y/o
corporales,
psicológicas,
“cualesquiera
otras”,
independientemente de su forma, denominación o
modo de imposición, que resulten ser excesivas,
47
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
inusitadas y trascendentales a la persona de los
gobernados.
Conforme a lo expuesto y contrario a lo resuelto
infundadamente por el Tribunal Colegiado de
Circuito, es dable concluir que en la especie se
actualiza la inconstitucionalidad de los artículos 48,
50 fracción III y 52 del código obrero federal,
aducida en la demanda de garantías, toda vez que
ninguno de los preceptos en mención, contienen
reglas o normas para individualizar la pena de pago
de salarios caídos, según sea el caso concreto de
cada patrón y/o persona condenada a sufragar la
pena
pecuniaria
consideración
de
sus
referencia,
características
tomando
en
particulares
como son capacidad económica, reincidencia en
infracciones
a
la
Ley
Federal
del
Trabajo,
antigüedad de su empresa, giro de la negociación,
razón social y, en general, las circunstancias
específicas del condenado y de su organización
económica y comercial, para estar en aptitud de
determinar con justicia cuál sería el importe de
salarios caídos a condenar al empleador y su
empresa, de tal manera que la pena cumpla con el
fin que la justifica y sea reparable, sin que dañe
irreversiblemente al gobernado destinatario de la
sanción pecuniaria, ya sea persona física o jurídica.
Lo anterior encuentra su justificación en cuanto
que la Ley Federal del Trabajo, en los preceptos
tildados de inconstitucionales, prescriben el pago
48
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
de los salarios caídos hasta que se cumplimente el
laudo, en otras palabras, hasta que se haga el pago
de la indemnización constitucional o reinstalación,
que no es condenada o resuelta sino hasta el final
del juicio. Situación legal que en la práctica, origina
y/o da lugar al incremento desproporcionado del
importe de los salarios caídos hasta la conclusión
del juicio, durante un periodo indeterminado de
tiempo, que es la duración de todo el proceso del
juicio correspondiente, que puede durar años,
según las cargas probatorias del expediente y las
cargas de trabajo del órgano jurisdiccional que
dirime la controversia laboral y todavía más allá, las
de los propios órganos de control constitucional,
que a fin de cuentas, son los que ratifican o
revocan las resoluciones del tribunal del trabajo.
En este orden de ideas y en la praxis, en los casos
de condena al patrono al pago de la indemnización
constitucional o la reinstalación, origina la mayoría
de las veces una pena y/o sanción económica al
empleador desproporcionada, excesiva, inusitada y
trascendental, de la accesoria de salarios vencidos,
derivada de la por naturaleza prolongada duración
de los litigios y lo indeterminado de la condena que
es cuantificable sólo hasta la decisión final del
proceso; pena que adquiere estas desafortunadas
características principalmente en un país en vías de
desarrollo como México, donde las grandes y
sólidas empresas son escasas y casi toda la
49
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
economía
formal
y
las
fuentes
de
empleo,
dependen en la generalidad de los negocios
familiares y de las pequeñas y medianas empresas
(PyMES), estas últimas objeto de apoyo frontal por
parte del gobierno nacional, como parte de las
estrategias de los Planes Nacionales de Desarrollo,
para impulsar la ya de por sí deteriorada economía
del país; todo lo cual se invoca como un hecho
notorio conforme a la siguiente jurisprudencia:
No. Registro: 174,899
Jurisprudencia
Materia (s): Común
Novena Época
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta
XXIII, junio de 2006
Tesis: P./J.74/2006
Página: 963
“HECHOS NOTORIOS. CONCEPTOS GENERAL Y
JURÍDICO.” [se transcribe].
Conforme a lo expresado, la realidad legal y
pragmática en comento, genera penas económicas
de
salarios
inusitadas
caídos
y
que
resultan
trascendentales,
excesivas,
que
lesionan
gravemente a los escasos empleadores y/o al
sector empresarial en su totalidad, extinguiendo o
deteriorando
negociaciones
gravemente
y
fuentes
de
a
empresas,
empleo,
con
el
50
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
consiguiente perjuicio a las personas físicas o
morales dueñas de las indicadas empresas o
negocios y sus familias, a la sociedad en general y
al precario desarrollo económico y social de la
nación; habida cuenta que en la forma en que se
encuentran actualmente redactados los artículos
48, 50 fracción III y 52 de la Ley Federal del Trabajo,
no permiten individualizar la pena de salarios
caídos de acuerdo a las capacidades económicas
del
empleador
y
su
empresa,
sobre
si
es
reincidente en infraccionar las normas laborales y
demás
datos
y
antecedentes
particulares,
expresado de otra manera, no contienen un
procedimiento para que los tribunales del trabajo,
puedan condenar a los patrones con mayor justicia
y equidad a la penalidad económica resarcitoria de
salarios
caídos,
omisión
legal
que
origina
condenas excesivas, inusitadas y trascendentales
de los mismos; razón por la que los preceptos en
cita violentan el primer párrafo del artículo 22 de la
Constitución General de la República, que prohíbe
“CUALESQUIERA OTRAS PENAS INUSITADAS Y
TRASCENDENTALES”, como se externó en la
demanda
de
amparo
directo,
resultando,
en
consecuencia, inconstitucionales tales preceptos,
contrario a lo resuelto por el Tribunal Colegiado de
Circuito.
Suplicamos no pasar inadvertido que el objeto
primordial del Derecho del Trabajo, es encontrar el
51
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
equilibrio
en
las
relaciones
jurídicas
entre
trabajadores y empleadores, expresado de otra
manera, por su naturaleza el Derecho del Trabajo,
es un conjunto de normas de carácter conciliador
de ambos intereses, pero de justicia distributiva y
tutelar a la clase trabajadora; empero, no puede
tener por objeto o traer como consecuencia directa
o indirecta esa justicia distributiva, la extinción de
las fuentes de trabajo y de las empresas; en otras
palabras, su carácter distributivo no puede llegar a
tal punto que las condenas o penas resarcitorias
fundadas en sus preceptos a favor de los obreros,
sean de tal manera graves que originen la
conclusión o grave daño de la empresa y los
trabajos o fuentes de riqueza que crean para la
sociedad, por no tomar en consideración sus
normas
legales
económica,
condenatorias,
reincidencia
y
la
capacidad
demás
datos
particulares del patrono infractor de la ley laboral,
para determinar con justicia el pago de estipendios
vencidos.
Es por todo lo argumentado que no estamos de
acuerdo cuando el Tribunal Colegiado de Circuito,
concluyó en lo toral en la sentencia recurrida que:
[se transcribe].
Razonamiento desafortunado y que causa agravios
a mis representadas, pues el resolutor del amparo
directo tergiversó el contenido del concepto de
violación de inconstitucionalidad esgrimido, cuenta
52
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
habida que aunque la pena de salarios caídos, por
su naturaleza, no se trata en sí misma y/o
exactamente de una multa, sí es una pena o
sanción, de carácter resarcitorio, pero pena al fin y
al cabo; aunque bien pueden equipararse ambos
conceptos por analogía, equidad y mayoría de
razón, pues se tratan de sanciones económicas,
una disciplinaria (multa) y la otra resarcitoria
(salarios caídos) y, en consecuencia, los preceptos
legales que ordenan el pago de salarios vencidos,
estimamos deben de contener reglas similares a las
que determinan e individualizan la imposición de
multas de diversas legislaciones o códigos, para no
transgredir el artículo 22 constitucional, razón por
la que se invocaron y mencionaron en el citado
concepto
de
impugnación,
así
como
las
jurisprudencias emitidas por esos órganos de
control
constitucional,
donde
resuelven
la
ilegalidad de las multas fijas, lo cual podrán
corroborar esos HH. Magistrados de la propia
demanda de garantías en el agravio sexto.
Por otra parte se ha manifestado y acreditado supra
y en el sexto concepto de impugnación de la
demanda de amparo, al cual nos remitimos para no
incurrir en obviedad de repeticiones, que los
salarios caídos sí son una sanción y tienen la
calidad de pena, de ahí que es dable calificarla
como excesiva, inusitada o trascendental, en
términos del artículo 22 constitucional, conforme
53
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
ha resuelto ese H. Máximo Tribunal de Justicia del
País, máxime que el invocado artículo 22 del Pacto
Fundamental,
no
hace
distinciones
sobre
el
carácter de las sanciones que proscribe, por lo que
resulta antijurídica la consideración del Tribunal
Colegiado del Circuito.
De acuerdo con lo citado, al igual que en las
normas que prescriben multas, en lo que toca a los
salarios caídos, para no incurrir en excesos
inconstitucionales en su imposición, los artículos
48, 50 fracción III y 52 de la Ley Federal del Trabajo,
deben de contener reglas individualizadoras al
caso concreto para su condena, pues se tratan de
una pena y/o condena económica, razón por la
cual,
mientras
indicados
el
legislador
preceptos
de
no
la
reforme
norma
los
laboral
secundaria, los artículos impugnados devienen
inconstitucionales por contravenir el numeral 22 de
la Carta Magna.
Causa agravios a mis representadas el segundo
argumento medular del Tribunal Colegiado de
Circuito, al resolver: [se transcribe].
El
razonamiento
del
Tribunal
Colegiado
lo
estimamos desafortunado por ilegal y además
injusto, pues con su consideración pretende dar
por sentado que la legislación secundaria que se
tildó de inconstitucional, sí contiene un lapso de
tiempo límite para la condena del pago de salarios
54
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
caídos y que según ese razonamiento tal plazo
expira cuando se hace el pago de los mismos.
Este alegato del resolutor de amparo directo, aparte
de infundado es notoriamente injusto, pues implica
que el empleador deba de pagar los salarios caídos
por toda la duración del juicio o lo que hasta el
momento lleve un proceso laboral de salarios
vencidos que se hayan generado, sin que se le
declare todavía responsable o, de haberlo sido, sin
que haya causado ejecutoria el laudo; expresado
de otra manera, la forma en que se encuentran
redactados los artículos 48, 50 fracción III y 52 de la
Ley Federal del Trabajo, carecen de fórmula para
individualizar la condena a los salarios vencidos
y/o para fijar su condena máxima y el empleador
debe de pagar forzosamente los mismos para que
no
sigan
incrementándose
durante
todo
el
transcurso de la duración del juicio laboral y
ulteriormente a su conclusión, pues, de no hacerlo,
“ad eternum”, seguirán generándose los mismos,
lo cual con todo respeto estimamos una verdadera
arbitrariedad en pleno Siglo XXI, como podrá
advertir esa H. autoridad.
De lo que se expuso es razonable concluir que
contrario a lo resuelto por el Tribunal Colegiado de
Circuito, no existe un lapso de tiempo determinado
y/o determinable para la cuantificación de la
condena del pago de salarios caídos, así como
tampoco ninguna regla legal que permita al
55
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
juzgador laboral individualizar y/o particularizar la
condena de los estipendios vencidos al caso
concreto del enjuiciado y condenado, generando
como
es
económicas
bien
sabido,
penas
excesivas,
y/o
condenas
inusitadas
y
trascendentales en franco atentado al artículo 22
constitucional, que ante la omisión del legislador
en la norma reglamentaria laboral, originan en la
especie los artículos 48, 50 fracción III y 52 de la
Ley Federal del Trabajo.
El sentido de la sentencia de amparo impugnada,
de estimarse jurídico, implica prácticamente, si se
nos permite una analogía a la materia penal, tener
por válido que a un reo sometido a proceso se le
obligue, “por mandato legal” a aceptar por voluntad
propia purgar una condena de prisión por todo el
lapso de duración de su juicio penal, sin haber sido
condenado y/o declarado responsable de cometer
delito y/o causado ejecutoria la sentencia que lo
determine culpable; para que no le sigan dando
más años de prisión.
En términos de lo razonado, no puede tenerse por
cierto y legal, la determinación del resolutor de
amparo impugnada, pues el patrón no tiene porqué
pagar
anticipadamente
la
indemnización
constitucional para evitar que se sigan generando
más salarios caídos, si no está acreditado el
despido injustificado o el incumplimiento del
contrato laboral o que en su caso haya causado
56
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
estado o ejecutoria el laudo que lo determine
responsable.
Todo lo anterior demuestra que las normas
acusadas de inconstitucionalidad no contienen
cuando menos un lapso de tiempo determinado y
cierto para la cuantificación y condena de los
salarios
caídos,
vulnerándose
el
artículo
22
constitucional.
Asimismo, el Tribunal Colegiado de Circuito,
continúa sus razonamientos infortunados para
declarar
indebida
e
improcedentemente
la
inconstitucionalidad aducida, al resolver en lo toral
que: [se transcribe].
Por supuesto que si actualmente la junta no
condena al pago de los salarios caídos reclamados
por el trabajador cuando ejercita la acción de
indemnización constitucional o reinstalación, se
viola en su perjuicio el artículo 14 del Pacto
Fundamental, pues a la fecha no han sido
declarados inconstitucionales los artículos 48, 50
fracción III y 52 de la Ley Federal del Trabajo, que
por esta vía se combaten para tal efecto, empero,
no por ello quiere decir que los indicados
cardinales de la norma secundaria en mención, no
puedan ser declarados inconstitucionales por los
órganos de control constitucional o que no hayan
razones legales para conseguir tal fin, pero
mientras esa declaración de inconstitucionalidad
no ocurra, derivado de las normas que imperan en
57
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
el juicio de amparo, es lógico que si el tribunal
laboral no condena a los salarios caídos en la
forma en que lo disponen las normas vigentes, se
violentará el artículo 14 constitucional, aun y
cuando transgredan evidentemente el artículo 22 de
la Carta Magna, ante la inexistencia de la resolución
de inconstitucionalidad.
En este orden de ideas, lo aducido en la sentencia
combatida es inoperante e insuficiente para tener
por infundado el alegato de inconstitucionalidad
esgrimido
por
precisamente
mis
la
representadas,
finalidad
del
pues
es
concepto
de
impugnación en comento, conseguir la declaratoria
de inconstitucionalidad de la actual forma en que
se condena al pago de los salarios caídos, que a la
fecha sigue revistiendo injustamente el carácter de
legalidad su determinación, pues tiene sustento en
la norma secundaria que el Tribunal Colegiado
debió declarar inconstitucional por los motivos
expuestos líneas arriba.
Por último el resolutor de la sentencia impugnada
decretó: [se transcribe].
Así es, sin lugar a dudas, la Carta Magna no
prohíbe
laborales
imponer
una
en
las
normas
responsabilidad
secundarias
mayor
a
los
empleadores que despidan a sus obreros, para ello
facultó el artículo 123 constitucional al Congreso
de la Unión para dictar leyes sobre el trabajo sin
58
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
contravenir las bases establecidas en él (artículo
123).
En eso estamos completamente de acuerdo, los
salarios caídos por su propia y especial naturaleza
son
justos
y
constitucionales,
lo
que
es
inconstitucional por injusto, excesivo, inusitado y
trascendental, es la forma en que se condena al
pago de los mismos, que es lo que se tildó de
inconstitucional y lo cual pasó inadvertido el
Tribunal Colegiado de Circuito, originando agravios
a mis representadas.
La forma en que actualmente se condena a pagar
salarios vencidos en la ley reglamentaria, no
transgrede el artículo 123, apartado “A”, de la
Norma Fundamental, sino el diverso artículo 22 del
mismo Máximo Ordenamiento, por dar lugar a
penas
económicas
excesivas,
inusitadas
y
trascendentales, al no contener los conceptos que
la
prescriben,
un
procedimiento
de
individualización de la condena a los empleadores
infractores según sea el caso; como claramente se
argumentó en la demanda de amparo directo en el
agravio sexto, situación que pasó inadvertida el
resolutor de amparo, dando lugar a una sentencia
infundada; cuenta habida reiteramos, que en su
esencia,
los
salarios
caídos
no
son
inconstitucionales, pues es más que justo resarcir
a los trabajadores de los daños y perjuicios
originados por la empresa, lo inconstitucional es la
59
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
forma en que la legislación reglamentaria ordena su
condena y/o pago a cargo de los patronos.
La forma en que actualmente se condena a pagar
salarios caídos, no es justicia distributiva, sino
justicia
destructiva,
pues
aniquila
o
daña
gravemente al empleador y su empresa. De ahí que
sea necesario en esta época, hacer una nueva y
mejor reflexión sobre la forma en que se debe
imponer su pago a los infractores del código
obrero federal.
Por todo lo anterior consideramos que es urgente e
imprescindible que los artículos 48, 50 y 52 o
cualquier otro de la Ley Federal del Trabajo,
establezcan un mecanismo o instrumento jurídico
para individualizar las condenas de salarios caídos,
o establezcan un límite o excepción a la condena
general, tomando en consideración la capacidad,
situación económica y características particulares
de los patrones demandados y sus empresas,
prestando atención a la duración de los juicios que
en la mayoría de los casos es ajena a las partes, así
como también sancionando severamente a los
litigantes y abogados, que con el ánimo de obtener
un lucro excesivo o aburrir a la parte actora para
que
desista,
retrasen
injustificadamente
los
respectivos procedimientos laborales; situaciones
jurídicas que no contemplan los artículos 48, 50 y
52, así como ningún otro del código obrero laboral,
por lo que mientras el legislador federal, no elabore
60
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
las respectivas reformas, ni la creación de los
instrumentos jurídicos correspondientes para tal
fin, estimamos que es inconstitucional, por violarse
el artículo 22 de la Constitución General de la
República, que se condene a nuestras mandantes
de la manera en que ocurre en el laudo combatido
en la demanda de amparo, al pago de salarios
caídos, así como inaplicables los artículos 48, 50 y
52 de la Ley Federal del Trabajo invocados por la
autoridad responsable para condenarlas al pago de
los mismos, por ser inconstitucionales.
Para acreditar que en el presente caso se reúnen
los requisitos de importancia y trascendencia para
la procedencia del presente recurso de revisión en
amparo directo, me permito hacer valer la siguiente
tesis jurisprudencial, que considero aplicable por
analogía al caso concreto.
“REVISIÓN EN AMPARO DIRECTO. SE REÚNEN
LOS
REQUISITOS
DE
IMPORTANCIA
Y
TRASCENDENCIA PARA LA PROCEDENCIA DE
ESE RECURSO SI, ADEMÁS DE TENER QUE
DETERMINARSE SI ES CONSTITUCIONAL UNA
LEY, POR NO EXISTIR JURISPRUDENCIA QUE
DEFINA EL PROBLEMA DE CONSTITUCIONALIDAD
PLANTEADO, EL TEMA QUE TRATA ES DE
ESPECIAL
SIGNIFICACIÓN
PARA
LAS
RELACIONES DE TRABAJO Y LA VIDA DE LA
COMUNIDAD.” [se transcribe].
61
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
Como una última reflexión sobre este punto, me
permito manifestarle a ustedes señores Ministros,
que la situación actual de nuestra sociedad, es
distinta a la de hace cuarenta o cincuenta años, que
por ser la sociedad cambiante, el Derecho que la
regula lo ha de ser también, por tanto, deben
modernizarse y adaptarse los preceptos y criterios
normativos
de
tiempo
atrás
por
otros
que
efectivamente contemplen en forma efectiva los
hechos y conductas de la vida actual, a lo cual no
puede escapar nuestro Derecho del Trabajo, esto
con el objeto de volverlo más justo y efectivo, que
proteja a los trabajadores sin dañar a las empresas;
por tal virtud, es necesario que se haga un cambio
en la ley laboral, que permita individualizar, limitar
o excepcionar en ciertos casos la condena al
patrón de pagar salarios caídos, en una forma más
justa y conforme a la equidad, sin afectar el
derecho
preferente
e
irrenunciable
de
los
trabajadores a percibir salarios y a la estabilidad y
permanencia en el trabajo, con el objeto de que no
se
impongan
al
escaso
sistema
empresarial
mexicano de hoy día, condenas que se vuelven
excesivas, inusitadas y trascendentales a causa de
los salarios vencidos, en atención a la acertada
interpretación
hecha
por
su
parte
en
la
jurisprudencia que a continuación se transcribirá y
con la cual concluimos este agravio, y que
medularmente dice: “Una multa (pena o sanción)
62
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
puede ser excesiva para unos, moderada para otros
y leve para muchos.”
“MULTA
EXCESIVA.
CONCEPTO
DE.”
[se
transcribe].”
QUINTO. Conforme a lo previsto en los artículos 107,
fracción IX, de la Constitución General de la República y 21,
fracción III, inciso a), de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la
Federación, así como en los puntos Primero y Segundo del
Acuerdo General Plenario 5/1999, publicado el veintidós de junio
de mil novecientos noventa y nueve en el Diario Oficial de la
Federación, el recurso de revisión que se interponga en contra de
la sentencia dictada por un Tribunal Colegiado de Circuito es
procedente cuando habiéndose impugnado la constitucionalidad
de una ley federal, en la sentencia recurrida se decida u omita
decidir sobre tal cuestión, debiendo limitarse la materia del
recurso a las cuestiones propiamente constitucionales, siempre y
cuando la resolución que vaya a pronunciar la Suprema Corte de
Justicia de la Nación entrañe la fijación de un criterio de
importancia y trascendencia.
El acuerdo precitado en lo que interesa dispone:
ACUERDO
GENERAL
PLENARIO
5/1999,
APROBADO EL VEINTIUNO DE JULIO DE MIL
NOVECIENTOS NOVENTA Y NUEVE.
“ACUERDO:
PRIMERO.- Procedencia
63
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
I. El recurso de revisión es procedente contra las
sentencias que en materia de amparo directo
pronuncien los Tribunales Colegiados de Circuito,
si se reúnen los supuestos siguientes:
a) Si en ella se decide sobre la constitucionalidad o
inconstitucionalidad
de
una
ley,
tratado
internacional o reglamento -federal o local-, o se
establece la interpretación directa de un precepto
constitucional; o bien, si en dichas sentencias se
omite el estudio de las cuestiones acabadas de
mencionar, cuando se hubieren planteado en la
demanda de amparo.
b) Si el problema de constitucionalidad referido en
el subinciso anterior, entraña la fijación de un
criterio jurídico de importancia y trascendencia a
juicio de la Sala respectiva.
Se entenderá que un asunto es importante cuando
de los conceptos de violación (o del planteamiento
jurídico,
si
deficiente),
opera
se
vea
la
suplencia
que
los
de
la
queja
argumentos
(o
derivaciones) son excepcionales o extraordinarios,
esto es, de especial interés; y será trascendente
cuando se aprecie la probabilidad de que la
resolución que se pronuncie establezca un criterio
que tenga efectos sobresalientes en la materia de
constitucionalidad.
II. Por regla general, se entenderá que no se surten
los requisitos de importancia y trascendencia
cuando:
64
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
a)
Exista
jurisprudencia
sobre
el
tema
de
constitucionalidad planteado;
b) Cuando no se hayan expresado agravios o
cuando, habiéndose expresado, sean ineficaces,
inoperantes, inatendibles o insuficientes, siempre
que no se advierta queja deficiente que suplir;
c) En los demás casos análogos a juicio de la Sala
correspondiente”.
En este orden de ideas, atendiendo a los antecedentes que
informan el presente recurso –por principio- cabe señalar que en
esta
instancia
sí
subsiste
una
cuestión
propiamente
constitucional, pues en el fallo recurrido el Tribunal Colegiado del
conocimiento fundamentalmente consideró que los artículos 48,
párrafo segundo, 50, fracción III y 52, todos de la Ley Federal del
Trabajo, no contravienen al artículo 22 de la Constitución Federal,
al establecer el pago de salarios caídos, debido a que si una
sanción no tiene la calidad de pena, no puede calificarse como
trascendental en términos del precepto constitucional señalado,
aunado a que el artículo 123, en su segundo párrafo faculta al
Congreso de la Unión a expedir leyes sobre el trabajo, sin
contravenir las bases fijadas en dicho numeral, es decir, implica
que no se pueden contrariar los principios ahí contenidos, mas no
que éste impedido para establecer mejores derechos o mayores
prestaciones que las contenidas en la Carta Magna, pues éstas
sólo constituyen un catálogo mínimo de garantías y no un límite; y
ahora en los agravios expresados en el presente recurso se
argumenta lo contrario, razón por la cual esta Segunda Sala de la
65
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
Suprema Corte de Justicia de la Nación tendrá que pronunciarse
sobre la constitucionalidad del precepto impugnado.
En este sentido, el análisis de la constitucionalidad de los
artículos 48, segundo párrafo, 50, fracción III, y 52 de la Ley
Federal del Trabajo entraña la fijación de un criterio de
importancia, pues sobre el tema no existe precedente.
SEXTO. En sus agravios la parte recurrente aduce
esencialmente:
Que la resolución del Tribunal Colegiado es contraria a
derecho, debido a que hace una incorrecta interpretación del
artículo 22 de la Constitución Federal, pues los numerales
tildados de inconstitucionales sí contrarían a dicha norma
constitucional, pues al respecto el citado artículo constitucional
incluye en su mandato prohibitivo no sólo a las penas de índole
criminal, sino también a las penas pecuniarias y/o de tipo
económico que pudieran imponerse a los gobernados por las
autoridades, pues el espíritu del constituyente fue el de abolir las
penas de todo tipo, ya sean de naturaleza criminal, corporales,
psicológicas,
económicas
y/o
cualesquiera
otras,
independientemente de su forma, denominación o modo de
imposición,
que
resulten
ser
excesivas,
inusitadas
y
trascendentales a la persona de los gobernados.
Que ninguno de los artículos tildados de inconstitucionales
contiene reglas o normas para individualizar la pena de pago de
salarios caídos, según sea el caso concreto de cada patrón o
66
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
persona condenada a sufragar la pena pecuniaria de referencia,
tomando en consideración sus características particulares como
son capacidad económica, reincidencia en infracciones a la Ley
Federal del Trabajo, antigüedad de su empresa, giro de la
negociación, razón social, y en general las circunstancias
específicas del condenado y de su organización económica y
comercial, para estar en aptitud de determinar con justicia cuál
sería el importe de salarios caídos a condenar al empleador y su
empresa.
De manera previa al examen de los agravios planteados,
resulta conveniente hacer algunas reflexiones y precisiones sobre
el contenido y alcances del artículo 22 de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos.
Así, dicha norma constitucional dispone:
(REFORMADO PRIMER PÁRRAFO, D.O.F. 9 DE
DICIEMBRE DE 2005)
“Artículo 22. Quedan prohibidas las penas de
muerte, de mutilación, de infamia, la marca, los
azotes, los palos, el tormento de cualquier especie,
la multa excesiva, la confiscación de bienes y
cualesquiera
otras
penas
inusitadas
y
trascendentales.
(REFORMADO, D.O.F. 3 DE JULIO DE 1996)
No se considerará confiscación de bienes la
aplicación total o parcial de los bienes de una
persona hecha por la autoridad judicial, para el pago
67
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
de la responsabilidad civil resultante de la comisión
de un delito, o para el pago de impuestos o multas.
Tampoco se considerará confiscación el decomiso
que ordene la autoridad judicial, de los bienes, en
caso del enriquecimiento ilícito, en los términos del
artículo 109; ni el decomiso de los bienes propiedad
del sentenciado, por delitos de los previstos como
de delincuencia organizada, o el de aquéllos
respecto de los cuales éste se conduzca como
dueño, si no acredita la legítima procedencia de
dichos bienes.
(ADICIONADO, D.O.F. 8 DE MARZO DE 1999)
No se considerará confiscación la aplicación a favor
del Estado de bienes asegurados que causen
abandono en los términos de las disposiciones
aplicables. La autoridad judicial resolverá que se
apliquen en favor del Estado los bienes que hayan
sido asegurados con motivo de una investigación o
proceso que se sigan por delitos de delincuencia
organizada,
investigación
cuando
o
se
proceso,
ponga
sin
fin
que
a
dicha
haya
un
pronunciamiento sobre los bienes asegurados. La
resolución judicial se dictará previo procedimiento
en el que se otorgue audiencia a terceros y se
acredite plenamente el cuerpo del delito previsto por
la ley como de delincuencia organizada, siempre y
cuando se trate de bienes respecto de los cuales el
inculpado en la investigación o proceso citados
haya
sido
poseedor,
propietario
o
se
haya
68
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
conducido como tales, independientemente de que
hubieran sido transferidos a terceros, salvo que
éstos acrediten que son poseedores o adquirentes
de buena fe.
(DEROGADO CUARTO PÁRRAFO, D.O.F. 9 DE
DICIEMBRE DE 2005)”.
Del primer párrafo de el artículo constitucional transcrito se
desprende que la Constitución Federal prohíbe explícitamente las
penas de muerte, mutilación, infamia, marca, azotes, palos,
tormentos de cualquier especie, multa excesiva y confiscación.
Asimismo –en lo que interesa al estudio del presente asuntodicho párrafo en su parte final, también prohíbe cualquier otra
pena que sea inusitada y trascendental.
Ahora, esta Suprema Corte de Justicia de la Nación, en
diversas épocas del Pleno y Salas, ha definido qué debe
entenderse por penas inusitadas y trascendentales.
Así, el Tribunal Pleno ha sostenido los siguientes criterios:
“PRISIÓN VITALICIA. NO ES UNA PENA INUSITADA
Y TRASCENDENTAL, POR LO QUE NO VIOLA LA
CONSTITUCIÓN FEDERAL. De la interpretación
armónica de los artículos 18 y 22 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, se
advierte que la pena de prisión es una medida
aflictiva para el delincuente, pero necesaria para la
69
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
coexistencia pacífica y armónica de los miembros
de la sociedad, y tiene el carácter de preventiva, al
inhibir la proliferación de conductas antisociales, al
tiempo que restablece el orden jurídico que se ve
perturbado por la comisión de delitos. Asimismo, la
pena forma parte de la defensa social y debe
responder proporcionalmente a la gravedad del
ilícito cometido, independientemente de que su
finalidad sea, también, la readaptación social del
delincuente
sobre
la
base
del
trabajo,
la
capacitación sobre el mismo y la educación para
que pueda convivir dentro de su comunidad. En
congruencia con lo anterior, se concluye que la
pena privativa de la libertad de por vida no es
inusitada
ni
trascendental,
dado
que
lo
que
proscribe el indicado artículo 22 es el contenido
mismo de la pena, esto es, que se convierta en una
práctica inhumana, como en forma ejemplificativa lo
destaca el propio precepto al prohibir las penas de
mutilación y de infamia, los azotes, los palos y el
tormento de cualquier especie, así como que sea
trascendental, esto es, que afecte a la familia del
delincuente. Además, de haber sido la intención del
Constituyente establecer un límite en la duración de
las penas privativas de la libertad así lo hubiera
asentado, sin embargo, dejó al legislador ordinario
la facultad de determinar cuáles son las conductas
delictivas y la penalidad que debe corresponderle a
cada una de ellas. Por otra parte, aunque el
70
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
calificativo "excesiva" está circunscrito a la multa,
no cabe aceptar, por extensión, que también incluya
a la pena de prisión vitalicia, pues debe entenderse
que en este supuesto aquél no se refiere a la
duración propia de la privación de la libertad, sino a
que no sea acorde con la gravedad de la conducta
delictiva,
esto
es,
que
desproporcionalmente
al
la
sanción
hecho
exceda
delictivo,
en
correlación con el riesgo social y la necesidad de
preservar el orden jurídico. Lo anterior se corrobora,
con la circunstancia de que el citado artículo
constitucional permite al legislador ordinario, en
determinados casos, establecer la pena de muerte,
la cual, por sí misma, es indudablemente de mayor
gravedad para el delincuente en comparación con la
de prisión vitalicia” (Tesis P. XIX/2006, consultable en
el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta,
Novena Época, visible en el Tomo XXIII, febrero de dos
mil seis).
“PENA
INUSITADA.
SU
ACEPCIÓN
CONSTITUCIONAL. Según el espíritu del artículo 22
de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, el término inusitado aplicado a una pena
no
corresponde
exactamente
a
la
acepción
gramatical de ese adjetivo, que significa lo no
usado, ya que no podría concebirse que el
Constituyente
hubiera
pretendido
prohibir
la
aplicación, además de las penas que enuncia el
71
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
citado precepto 22, de todas aquellas que no se
hubiesen
usado
anteriormente;
interpretar
gramaticalmente el concepto, sería tanto como
aceptar
que
dicha
disposición
constituye
un
impedimento para el progreso de la ciencia penal,
pues cualquier innovación en la forma de sancionar
los delitos implicaría la aplicación de una pena
inusitada. Así, por "pena inusitada", en su acepción
constitucional, debe entenderse aquella que ha sido
abolida por inhumana, cruel, infamante y excesiva o
porque no corresponde a los fines que persigue la
penalidad” (Tesis P./J. 126/2001, publicada en la
misma época del citado órgano de difusión oficial,
visible en el Tomo XIV, octubre de dos mil uno).
De igual manera, la Primera Sala definió ambos conceptos
en las tesis que a continuación se citan:
“PATRIA POTESTAD. EL ARTÍCULO 444, FRACCIÓN
VI,
DEL
FEDERAL,
CÓDIGO
QUE
CIVIL
PREVÉ
PARA
UNA
EL
DISTRITO
CAUSAL
PARA
DECRETAR SU PÉRDIDA, NO VIOLA EL ARTÍCULO
22 DE LA CONSTITUCIÓN FEDERAL. Esta Suprema
Corte de Justicia de la Nación ha sostenido que la
"pena inusitada" es aquella que ha sido abolida por
inhumana, cruel, infamante y excesiva o porque no
corresponde a los fines que persigue la penalidad;
mientras
que
por
"pena
trascendental"
debe
entenderse aquella que afecte a los parientes o
72
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
allegados del condenado, es decir, que va más allá
de la persona del delincuente. En este contexto, se
advierte que las penas trascendentales e inusitadas
son
las
impuestas
en
asuntos
que
revisten
naturaleza penal; de manera que el artículo 444,
fracción VI, del Código Civil para el Distrito Federal,
al decretar dentro de un juicio de naturaleza civil la
pérdida de la patria potestad contra quien la ejerza
por haber cometido un delito doloso contra la
persona o bienes de los hijos, no viola el artículo 22
de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos que prohíbe tales penas, en virtud de que
no es factible encuadrarla dentro de la materia
penal, ya que no participa del carácter de una pena
de esa naturaleza” (Tesis 1a. XVI/2007, consultable en
el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta,
Novena Época, visible en el Tomo XXV, enero de dos
mil siete).
“PENAS INUSITADAS Y TRASCENDENTALES, QUÉ
SE ENTIENDE POR. Según el espíritu del artículo 22
de la Constitución General, el término inusitado,
aplicado a una pena, no corresponde exactamente a
la acepción gramatical de ese adjetivo. En efecto,
inusitado, gramaticalmente hablando, es lo no
usado, y no podría concebirse que la Constitución
hubiera pretendido prohibir la aplicación, además de
las penas que enumera en el citado precepto, de
todas
aquellas
que
no
se
hubieran
usado
73
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
anteriormente,
porque
tal
interpretación
haría
concluir que aquel precepto era una barrera para el
progreso de la ciencia penal, ya que cualquiera
innovación en la forma de sancionar los delitos,
implicaría una aplicación de pena inusitada, lo cual
no puede aceptarse. Por pena inusitada, en su
acepción constitucional, debe entenderse aquella
que ha sido abolida por inhumana, cruel, infamante,
excesiva; porque no corresponde a los fines que
persigue
la
penalidad;
porque
no
llene
las
características de una eficaz sanción, como las de
ser
moral,
personal,
tranquilizadora,
reparable
divisible,
y,
en
popular,
cierta
forma
ejemplar; o bien aquellas penas que, aun cuando no
hayan existido, sean de la misma naturaleza o índole
de
las
citadas.
En
cuanto
al
concepto
de
trascendentales, no significa que las penas causen
un mal más o menos grave en la persona del
delincuente, sino que los efectos de la misma
afecten a los parientes del condenado. Todo lo
anterior se desprende de los términos expresos del
concepto
constitucional
que
se
comenta,
al
establecer que quedan prohibidas las penas de
mutilación e infamia, la marca, los azotes, los palos,
el tormento de cualquier especie, la multa excesiva,
la confiscación de bienes, y cualesquiera otras
penas inusitadas y trascendentales.” (Tesis 2172,
consultable en el Semanario Judicial de la Federación,
Quinta Época, visible en el Tomo XL).
74
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
De los criterios antes transcritos se desprende qué debe
entenderse por dichos conceptos.
De esta forma, pena inusitada es aquella que ha sido
abolida por inhumana, cruel, infame y excesiva o porque no
corresponde a los fines que persigue la penalidad.
Por otra parte, pena trascendental debe entenderse como
aquella que afecte a los parientes o allegados del condenado,
esto es, que va más allá de la persona del delincuente.
Ahora, cabe tener presente que lo dispuesto en el artículo 22
de la Constitución Federal, no sólo aplica en la materia penal, sino
también tratándose de otros campos que tengan que ver con la
imposición de sanciones, como lo es el derecho administrativo
sancionador, en virtud de que ambos son manifestaciones de la
potestad punitiva del Estado, pues ambas tienen lugar como
reacción frente a lo antijurídico, y en uno y otro supuesto la
conducta humana es ordenada o prohibida, es decir, tiene que ver
siempre en lo referente a conductas ilícitas que deben ser
sancionadas.
Lo anterior tiene sustento en las siguientes tesis:
“DERECHO
ADMINISTRATIVO
SANCIONADOR.
PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SUS PROPIOS
PRINCIPIOS
CONSTITUCIONALES
ES
VÁLIDO
ACUDIR DE MANERA PRUDENTE A LAS TÉCNICAS
75
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
GARANTISTAS DEL DERECHO PENAL, EN TANTO
AMBOS SON MANIFESTACIONES DE LA POTESTAD
PUNITIVA DEL ESTADO. De un análisis integral del
régimen
de
desprende
infracciones
que
el
administrativas,
derecho
se
administrativo
sancionador posee como objetivo garantizar a la
colectividad en general, el desarrollo correcto y
normal de las funciones reguladas por las leyes
administrativas, utilizando el poder de policía para
lograr los objetivos en ellas trazados. En este orden
de ideas, la sanción administrativa guarda una
similitud fundamental con las penas, toda vez que
ambas tienen lugar como reacción frente a lo
antijurídico; en uno y otro supuesto la conducta
humana es ordenada o prohibida. En consecuencia,
tanto
el
derecho
administrativo
penal
sancionador
como
el
resultan
derecho
ser
dos
inequívocas manifestaciones de la potestad punitiva
del Estado, entendida como la facultad que tiene
éste de imponer penas y medidas de seguridad ante
la comisión de ilícitos. Ahora bien, dada la similitud
y
la
unidad
de
la
potestad
punitiva,
en
la
interpretación constitucional de los principios del
derecho administrativo sancionador puede acudirse
a los principios penales sustantivos, aun cuando la
traslación de los mismos en cuanto a grados de
exigencia no pueda hacerse de forma automática,
porque
la
aplicación
de
dichas
garantías
al
procedimiento administrativo sólo es posible en la
76
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
medida
en
naturaleza.
que
resulten
Desde
compatibles
luego,
el
con
su
desarrollo
jurisprudencial de estos principios en el campo
administrativo sancionador -apoyado en el Derecho
Público
Estatal
y
asimiladas
algunas
de
las
garantías del derecho penal- irá formando los
principios sancionadores propios para este campo
de la potestad punitiva del Estado, sin embargo, en
tanto esto sucede, es válido tomar de manera
prudente las técnicas garantistas del derecho penal”
(Tesis P./J. 99/2006, consultable en el Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época,
visible en el Tomo XXIV, agosto de dos mil seis).
“OBLIGACIONES FISCALES. LOS ARTÍCULOS 6o. Y
32 DEL CÓDIGO FISCAL DE LA FEDERACIÓN NO
VIOLAN EL ARTÍCULO 22 DE LA CONSTITUCIÓN
POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS
(LEGISLACIÓN VIGENTE EN 1993, 1994 Y 1995). La
Suprema Corte de Justicia de la Nación ha
sostenido
que,
según
el
referido
precepto
constitucional, las penas inusitadas son aquellas
inhumanas, crueles, infamantes o excesivas, o bien,
que no corresponden a los fines que persigue la
penalidad en general, mientras que las penas
trascendentales son las que van más allá de la
persona del delincuente. Ahora bien, aun cuando es
cierto que el artículo 22 constitucional aplica no
sólo en materia penal, sino también tratándose de
77
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
otros campos normativos como es el ámbito
administrativo -incluido en éste la rama del derecho
fiscal-, también lo es que siempre se refiere a
conductas ilícitas que deben ser sancionadas. En
congruencia con lo anterior, se concluye que los
artículos 6o. y 32 del Código Fiscal de la Federación
no violan el artículo 22 de la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos, pues no establecen
sanciones que correspondan a conductas ilícitas
sino
que
únicamente
disponen
opciones
y
mecanismos para que los sujetos obligados puedan
hacer frente a sus obligaciones contributivas, cuyo
establecimiento se hizo con la única finalidad de
eficientar los procedimientos administrativos en lo
relativo a la materia fiscal. Y si el error en que
incurra el contribuyente al ejercer su derecho de
opción, le acarrea consecuencias relativas a la
manera
en
que
continuará
cumpliendo
sus
obligaciones, esto no puede asimilarse en modo
alguno a una conducta ilícita que amerite una
sanción, y mucho menos puede considerarse que
tales consecuencias constituyan una pena inusitada
o trascendental de las prohibidas por el multicitado
precepto constitucional” (Tesis 1a. CXXVII/2005,
publicada en el Semanario Judicial de la Federación y
su Gaceta, Novena Época, visible en el Tomo XXII,
octubre de dos mil cinco).
78
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
De esta forma, se concluye que el ámbito de aplicación del
artículo 22 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, está estrechamente vinculado con un fin que persigue
el Estado en su función punitiva, consistente en sancionar.
En resumidas cuentas, lo inusitado y trascendente de una
pena se aplica a la sanción penal impuesta en sentencia como
consecuencia de la responsabilidad derivada de la comisión de un
delito.
Por otra parte, el Tribunal Pleno de esta Suprema Corte de
Justicia de la Nación en la jurisprudencia P./J. 10/95, sostuvo que
las leyes que prevén multas fijas son inconstitucionales, en cuanto
no permiten a las autoridades impositoras fijar su monto tomando
en cuenta la gravedad de la infracción, la capacidad económica
del infractor, su reincidencia en la conducta que las motiva y todas
aquellas circunstancias que tiendan a individualizar dicha sanción.
De igual forma, consideró que las multas no son fijas cuando
en el precepto respectivo se señala un mínimo y un máximo que
permite a la autoridad facultada para imponerlas determinar su
monto de acuerdo con las circunstancias personales del infractor
que permitan su individualización en cada caso concreto.
Sirve de apoyo a lo anterior la tesis de jurisprudencia P./J.
10/95, cuyo rubro y datos de identificación son los siguientes:
“MULTAS
FIJAS.
LAS
LEYES
QUE
LAS
ESTABLECEN SON INCONSTITUCIONALES. Esta
79
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
Suprema Corte ha establecido que las leyes, al
establecer
multas,
deben
contener
las
reglas
adecuadas para que las autoridades impositoras
tengan la posibilidad de fijar su monto o cuantía,
tomando en cuenta la gravedad de la infracción, la
capacidad económica del infractor, la reincidencia
de éste en la conducta que la motiva y, en fin, todas
aquellas circunstancias que tiendan a individualizar
dicha sanción, obligación del legislador que deriva
de la concordancia de los artículos 22 y 31, fracción
IV, de la Constitución Federal, el primero de los
cuales prohíbe las multas excesivas, mientras el
segundo aporta el concepto de proporcionalidad. El
establecimiento de multas fijas es contrario a estas
disposiciones
constitucionales,
por
cuanto
al
aplicarse a todos por igual, de manera invariable e
inflexible,
propicia
excesos
autoritarios
y
tratamiento desproporcionado a los particulares”
(Consultable en el Semanario Judicial de la Federación
y su Gaceta, Novena Época, visible en el Tomo II, julio
de mil novecientos noventa y cinco).
Una vez precisado lo anterior, se procede al estudio de la
naturaleza de los salarios caídos.
Al respecto, esta Segunda Sala de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, en la jurisprudencia por reiteración 2a./J.
173/2007, determinó el siguiente criterio:
80
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
“SALARIOS
VENCIDOS.
EL
ARTÍCULO
48,
SEGUNDO PÁRRAFO, DE LA LEY FEDERAL DEL
TRABAJO, QUE PREVÉ COMO OBLIGACIÓN DEL
PATRÓN CUBRIRLOS EN CASO DE DESPIDO
INJUSTIFICADO, NO VIOLA EL ARTÍCULO 123,
APARTADO
A,
CONSTITUCIÓN
UNIDOS
FRACCIÓN
POLÍTICA
MEXICANOS.
XXII,
DE
La
LOS
DE
LA
ESTADOS
disposición
legal
mencionada, al establecer que si en el juicio
correspondiente el patrón no comprueba la causa
de la rescisión, el trabajador tendrá derecho,
además, cualquiera que hubiese sido la acción
intentada, a que se le paguen los salarios vencidos
desde la fecha del despido y hasta que se
cumplimente el laudo, no viola el artículo 123,
apartado A, fracción XXII, de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos, pues el pago de
los salarios vencidos encuentra justificación en el
hecho de que, por lo general, el trabajador está
separado de su empleo sin percibir salario alguno,
por causa no imputable a él, por lo que el patrón
incurre en una ineludible responsabilidad si se
demuestra lo injustificado del despido. Además, el
texto constitucional no prohíbe imponer a los
patrones
una
responsabilidad
mayor
que
la
establecida en él, pues se trata de una norma tutelar
de los derechos de los trabajadores, que contiene
las
normas
básicas
en
su
aspecto
mínimo
indispensable, aunado a que el segundo párrafo del
81
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
artículo 123 constitucional, facultó al Congreso de la
Unión para dictar leyes sobre el trabajo, sin
contravenir las bases establecidas en él” (Publicada
en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta,
Novena Época, visible en el Tomo XXVI, septiembre de
dos mil siete).
De las ejecutorias que dieron origen a citado criterio
jurisprudencial, se destaca lo siguiente:
Cuando un trabajador se dice despedido injustificadamente
tiene
dos
acciones:
una
de
reinstalación
obligatoria
o
cumplimiento del contrato de trabajo, y otra de indemnización de
tres meses de salario y pago de salarios vencidos o caídos. Tales
acciones están previstas en el artículo 48 de la Ley Federal del
Trabajo, que a la letra dispone:
“Artículo 48. El trabajador podrá solicitar ante la
Junta de Conciliación y Arbitraje, a su elección, que
se le reinstale en el trabajo que desempeñaba, o
que se le indemnice con el importe de tres meses
de salario.
Si en el juicio correspondiente no comprueba el
patrón la causa de la rescisión, el trabajador tendrá
derecho, además, cualquiera que hubiese sido la
acción intentada, a que se le paguen los salarios
vencidos desde la fecha del despido hasta que se
cumplimente el laudo.”
82
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
La reinstalación del trabajador en su empleo es obligatoria;
sin embargo, en razón de las condiciones laborales especiales y
de las categorías de determinados trabajadores, el Constituyente
responsabilizó al Congreso de la Unión para legislar en aquellos
casos en los cuales el patrón podrá ser eximido de esta
obligación, motivo por el cual, la ley laboral, en cumplimiento a lo
dispuesto en el artículo 123, apartado A), fracción XXII, de la
Constitución Federal, estableció los casos en que el patrón está
eximido de reinstalar al trabajador, en los términos del artículo 49,
y cuando al patrón, en el juicio laboral correspondiente, se le
exima de reinstalar al trabajador, estará obligado a pagarle a éste
las indemnizaciones que se especifican en el artículo 50.
De esta forma, el artículo 49 de la Ley Federal del Trabajo
regula los casos de excepción a la reinstalación:
“Artículo 49. El patrón quedará eximido de la
obligación de reinstalar al trabajador, mediante el
pago de las indemnizaciones que se determinan en
el artículo 50 en los casos siguientes:
I. Cuando se trate de trabajadores que tengan una
antigüedad menor de un año;
II. Si comprueba ante la Junta de Conciliación y
Arbitraje, que el trabajador, por razón del trabajo
que desempeña o por las características de sus
labores, está en contacto directo y permanente con
él y la Junta estima, tomando en consideración las
circunstancias del caso, que no es posible el
desarrollo normal de la relación de trabajo;
83
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
III. En los casos de trabajadores de confianza;
IV. En el servicio doméstico; y
Cuando se trate de trabajadores eventuales.”
Asimismo,
en
el
numeral
50,
además
de
las
indemnizaciones contenidas en las fracciones I y II, también
establece en la fracción III, el pago de tres meses de salario y de
salarios vencidos:
“Artículo 50. Las indemnizaciones a que se refiere
el artículo anterior consistirán:
I. Si la relación de trabajo fuere por tiempo
determinado menor de un año, en una cantidad
igual al importe de los salarios de la mitad del
tiempo de servicios prestados; si excediera de un
año, en una cantidad igual al importe de los
salarios de seis meses por el primer año y de veinte
días por cada uno de los años siguientes en que
hubiese prestado sus servicios;
II. Si la relación de trabajo fuere por tiempo
indeterminado, la indemnización consistirá en
veinte días de salario por cada uno de los años de
servicios prestados; y
III. Además de las indemnizaciones a que se
refieren las fracciones anteriores, en el importe de
tres meses de salario y en el de los salarios
vencidos desde la fecha del despido hasta que se
paguen las indemnizaciones.”
84
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
Ahora bien, se conoce con el nombre de salarios vencidos o
caídos, a aquéllos que debió percibir el trabajador si se hubiese
desarrollado normalmente la relación de trabajo, desde la fecha
en que fue despedido o desde que se separó del trabajo, por
causa imputable al patrono, hasta que se cumplimente el laudo
que ordenó la reinstalación o el pago de las indemnizaciones.
La anterior Cuarta Sala de esta Suprema Corte de Justicia
de la Nación respecto a este tema, emitió los siguientes criterios:
“SALARIOS VENCIDOS, CONDENA AL PAGO DE.
Si un trabajador reclama su reinstalación o el pago
de
indemnización
injustificado
y
la
constitucional
acción
por
intentada
despido
resulta
procedente, basta que mencione que también
reclama el pago de prestaciones ‘a que tuviera
derecho’ para que con base en el artículo 48 de la
Ley Federal del Trabajo, en ambos casos, se deba
condenar el pago de salarios vencidos desde la
fecha del despido hasta que se cumplimente el
laudo” (Semanario Judicial de la Federación, Séptima
Época visible en el Tomo 115-120 Quinta parte).
“SALARIOS VENCIDOS, DERECHO AL PAGO DE
LOS, EN CASO DE EJERCICIO DE LAS ACCIONES
POR DESPIDO. El artículo 48 de la Ley Federal del
Trabajo de 1970, establece que el trabajador
despedido injustificadamente, podrá solicitar, a su
elección, que se le reinstale o se le indemnice con
85
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
el importe de tres meses de salario, y que tendrá
derecho, además, cualquiera que hubiese sido la
acción intentada, a que se le paguen los salarios
vencidos desde la fecha del despido hasta que se
cumplimente el laudo; por tanto, conforme a lo
establecido en este precepto legal, se entiende que
los
salarios
vencidos
son
una
consecuencia
inmediata y directa de las acciones originadas en el
despido o en la rescisión del contrato por culpa del
patrón, por lo que para que se condene a su pago,
basta que el trabajador ejercite cualquiera de las
dos acciones principales señaladas y prospere,
para que por consecuencia tenga derecho a que se
le otorgue en forma concomitante o correlativa la
prestación derivada correspondiente a los salarios
vencidos” (Séptima Época del mismo órgano de
difusión oficial, consultable en el Tomo V, Parte SCJN.
Tesis 502).
Dichas tesis de jurisprudencia tuvieron como antecedente el
siguiente criterio de la misma Sala:
“SALARIOS CAÍDOS DURANTE EL CONFLICTO.
Los
salarios
caídos
son
una
consecuencia
inmediata y directa de las acciones originadas en el
despido o en la rescisión del contrato por culpa del
patrón, y si esto se tiene por comprobado, las
acciones por salarios caídos, aún reclamados en
forma vaga, deben prosperar. Cuando un trabajador
86
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
es despedido en los términos del artículo 122 de la
Ley Federal del Trabajo de 1931, o rescinde su
contrato por cualquiera de las causas establecidas
en el artículo 123 del mismo ordenamiento, tiene
inmediata aplicación el artículo 124 de la propia ley,
según
el
cual
no
sólo
tiene
derecho
a
la
indemnización de tres meses de salario, sino a ésta
y a percibir los salarios vencidos en los términos
del artículo 122 de la Ley. Lo anterior está
indicando que en tales casos el derecho a la
indemnización y el pago de salarios vencidos,
constituye una sola obligación jurídica, a la que
corresponde una acción principal y otra derivada,
de
manera
que
cuando
se
ejercita
la
de
indemnización en forma precisa y ‘las demás que
por
tal
concepto
le
corresponden’,
se
está
reclamando el pago de salarios caídos en los
términos del artículo 122 de la Ley Federal del
Trabajo citada” (Semanario Judicial de la Federación,
Sexta Época, visible en el Tomo Parte II. Tesis 1723.
Nota:
Los
artículos
122,
123
y
124
citados,
corresponden al 47, 48 y 49, respectivamente, de la
Ley Federal del Trabajo de 1970).
Ahora, al interpretar en conjunto los preceptos contenidos en
el Capítulo IV, de la Ley Federal del Trabajo, denominado de la
rescisión de las relaciones de trabajo en cuyo contexto se
encuentran los numerales 48, segundo párrafo, 50, fracción III, y
52, nos lleva a la necesaria conclusión de que el pago de los
87
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
salarios vencidos desde la fecha del despido hasta que se paguen
las indemnizaciones es una sanción que el legislador impuso al
patrón que durante el juicio no compruebe la causa de la rescisión
laboral, lo cual resulta comprensible atendiendo a que el
trabajador estará separado de su empleo, sin percibir salario, por
una causa no imputable a él, por lo que el patrón que no acredite
las causas de la rescisión de trabajo debe indemnizar o reparar el
daño producido por la falta en que incurrió; pues durante la
tramitación del juicio, generalmente el trabajador se encuentra
desprotegido, sin percibir salario alguno para satisfacer las
necesidades familiares como lo prevé el precepto constitucional
preinvocado.
En efecto, el artículo 48, párrafo segundo, de la Ley Federal
del Trabajo, que regula el pago de los salarios vencidos en el
caso de que sea condenado el patrón a reinstalar al trabajador, no
viola el numeral 123, apartado A, fracción XXII, de la Constitución
Federal, en el aspecto de que si el patrón no comprueba la causa
de rescisión, además, cualquiera que hubiese sido la acción
intentada a que se le paguen los salarios vencidos desde la fecha
del despido hasta que se cumplimente el laudo, en virtud de que
encuentra su justificación, en el hecho de que el trabajador está
separado de su empleo y sin percibir salario alguno por una causa
no imputable a él, por lo tanto el patrón incurre en una ineludible
responsabilidad si se demuestra lo injustificado del despido; pues
durante la tramitación del juicio, generalmente el trabajador se
encuentra desprotegido para satisfacer las necesidades de él y de
su familia.
88
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
De esta forma, el texto constitucional no prohíbe imponer a
los patrones una responsabilidad mayor que la establecida en él,
ya que se trata de una norma tutelar de los derechos de los
trabajadores y por otra parte, el párrafo segundo del artículo 123
de la Carta Magna, facultó al Congreso de la Unión para dictar
leyes sobre el trabajo, sin contravenir las bases establecidas en el
mismo.
Del texto de los artículos 123 de la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos y 48 de la Ley Federal del Trabajo,
se desprende lo siguiente:
1. Que el artículo 123, apartado A, fracción XXII, de la Carta
Magna, establece que cuando un trabajador es despedido
injustificadamente,
está
en
condiciones
de
reclamar
el
cumplimiento del contrato de trabajo, o sea, su reinstalación, o
bien el pago de una indemnización consistente en el importe de
tres meses de salario; de tal manera que al solicitar el
cumplimiento del contrato de trabajo, su voluntad es que persista
la relación que lo une con el patrón, mientras que al pedir el pago
de la aludida indemnización, lo que el trabajador desea es romper
ese vínculo, esto es, que ya no continúe dicha relación,
disposición que en esos términos está reproducida por el diverso
48 de la Ley Federal del Trabajo.
2. Que este último precepto, en su párrafo segundo,
establece una determinada carga probatoria al patrón dentro del
juicio laboral para justificar la rescisión laboral, caso contrario,
contempla en beneficio del trabajador con independencia de la
89
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
acción intentada, a recibir el pago de los salarios vencidos a partir
de que aconteció el despido y hasta que se cumplimente el laudo
relativo.
Así, el numeral 48 de la ley vigente en esa materia, no
resulta contrario a lo dispuesto por el artículo 123, Apartado A,
fracción XXII, de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, por estimarse que:
a) La disposición federal no prohíbe imponer a los patrones
una responsabilidad mayor que la establecida en ella,
pues el legislador ordinario fue autorizado por el párrafo
inicial del propio artículo 123 para formular las normas que
estime pertinentes para regir las relaciones laborales,
siempre y cuando no contraviniera las bases por él
previstas.
b) La Constitución establece normas básicas tutelares de los
derechos de los trabajadores, en su aspecto de mínimo
indispensable, que debe ser desarrollado por la legislación
y la contratación laborales, esto es, el Ordenamiento
Supremo en materia laboral, establece un mínimo de
garantías y no un límite, la ley secundaria puede ampliar
tales beneficios.
c) La finalidad ostensible de la norma secundaria tiene por
objeto evitar los graves perjuicios que sufrían los
trabajadores porque los conflictos dilataban en su
90
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
resolución,
muchas
veces
propiciado
por
la
parte
demandada.
d) Que el pago de los salarios vencidos durante la
tramitación del juicio laboral, constituye el importe de los
daños y perjuicios que legalmente debe cubrir el patrón,
como una consecuencia ineludible de la responsabilidad
en que incurre si se demuestra lo injustificado del despido.
Como se precisó anteriormente, en relación con los salarios
caídos a que se refiere el artículo 48 de la Ley Federal del
Trabajo, la anterior Cuarta Sala de esta Suprema Corte consideró
que son consecuencia inmediata y directa de las acciones
originadas en el despido o en la rescisión del contrato de trabajo
por causa imputable al patrón, y que el derecho del trabajador a
percibirlos se da al obtener resolución favorable en el juicio en
que se deduzcan tales acciones.
Luego, se desprende de la comparación del artículo 123,
apartado A, fracción XXII, de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos con el numeral 48, párrafo segundo
de la Ley Federal del Trabajo vigente, que el precepto legal no es
contrario al dispositivo constitucional en cita, pues no contraviene
ni excede las consecuencias jurídicas a que se hace acreedor el
patrón que despida sin causa justificada a un trabajador, cuando
éste ejercita la acción de cumplimiento de trabajo para su
reinstalación o la de indemnización, condenándolo al pago de
salarios caídos.
91
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
En efecto, el artículo 48, párrafo segundo, de la ley laboral
consagra el pago de salarios caídos como consecuencia del
incumplimiento por parte del patrón, cuando sin causa justa
despide al trabajador, teniendo la característica de acción
accesoria que deriva de la principal consistente en la reinstalación
o la indemnización.
Lo anterior se afirma, porque en la multirreferida fracción
XXII se previenen las consecuencias que tiene para el patrón que
despida, sin causa justificada, a un trabajador.
Por tanto, el precepto ordinario -al establecer el pago de
salarios caídos- no se opone a lo dispuesto en la fracción XXII del
artículo 123 apartado A, de la Carta Magna, porque no es una
sanción adicional a las que preceptúa, sino sólo es el efecto
jurídico derivado del despido injustificado por parte del patrón.
Una vez entendida la naturaleza de los salarios caídos, se
concluye que, contrariamente a lo dicho por el recurrente, la
condena al pago de salarios caídos no se ubica dentro de los
supuestos de pena inusitada y trascendental que al respecto
establece como prohibida por parte del artículo 22 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Lo anterior deriva de que, como se analizó con anterioridad,
los salarios caídos son el efecto jurídico de cuando el patrón no
comprueba la causa de la rescisión, pues el pago de éstos
encuentra su justificación en el hecho de que, por lo general, el
trabajador está separado de su empleo sin percibir salario alguno,
92
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
por causa no imputable a él, por lo que el patrón incurre en una
ineludible responsabilidad si se demuestra lo injustificado del
despido, pues sólo es efecto jurídico que se deriva del despido
injustificado por parte del patrón.
En efecto, el pago de salarios caídos es una consecuencia
del incumplimiento por parte del patrón, cuando sin causa justa
despide al trabajador, teniendo la característica de acción
accesoria que deriva de la principal, consistente en la
reinstalación o la indemnización.
Es decir, los salarios caídos son consecuencia inmediata y
directa de las acciones originadas en el despido o en la rescisión
del contrato de trabajo por causa imputable al patrón, y que el
derecho del trabajador a percibirlos se da al obtener resolución
favorable en el juicio en que se deduzcan tales acciones.
De esta forma, los salarios caídos no comparten la misma
naturaleza de las penas inusitadas y trascendentales que señala
el artículo 22 de la Carta Magna, de ahí que no puedan ser
analizadas a la luz de dicha norma constitucional.
Por tanto, no puede considerarse que la condena de salarios
caídos dictada en un laudo dentro de un procedimiento de trabajo
seguido ante una Junta de Conciliación y Arbitraje constituya una
pena inusitada y trascendental, toda vez que por pena inusitada,
según la interpretación del artículo 22 de la Constitución Federal,
debe entenderse aquella que ha sido abolida por inhumana, cruel,
infamante, excesiva y que no corresponda a los fines que
93
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
persigue, o bien, aquellas penas o sanciones que sean de la
misma naturaleza de las citadas, esto es, una pena es inusitada,
cuando su imposición no obedece a la aplicación de una norma
que la contenga, sino al arbitrio de la autoridad que realiza el acto
impositivo. En cuanto al concepto de trascendentales, son
aquéllas que pueden afectar jurídicamente y de modo directo a
terceros extraños no incriminados.
En esta tesitura, la citada condena no es una pena inusitada,
en tanto que su imposición no obedece a una conducta arbitraria
del juzgador, sino constituye una consecuencia establecida en los
artículos 48, segundo párrafo, 50, fracción III, y 52, todos de la
Ley Federal del Trabajo que, además, no trasciende a terceros
extraños, dado que la sanción que prevé sólo se aplica a la
persona que interpone la demanda respectiva.
Dicho de otra forma, no cabe aceptar que las disposiciones
tildadas de inconstitucionales instituyan una pena inusitada, ya
que la condena que comprenden no se identifica como una
sanción penal o derivada de la aplicación del derecho
administrativo sancionador, ni mucho menos, con aquellas como
la de mutilación, infamia, marcas, azotes, palos o tormentos, que
repercuten directamente en la persona del gobernado, al estar
constitucionalmente prohibidas, y por las mismas razones
esenciales,
tampoco
puede
considerarse
como
penas
trascendentales, pues no se aplica a personas distintas al
condenado.
94
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
Es decir, en el caso los salarios caídos son el efecto jurídico
de cuando el patrón no comprueba la causa de la rescisión, de
ahí que es claro que no se trata de una pena inusitada y
trascendente, porque deriva precisamente del reclamo de un
trabajador, el cual tiene su razón de ser en el despido injustificado
que sufrió en su fuente de trabajo, de ahí que no sea factible
encuadrarla dentro de la materia penal, ya que se insiste, no
participa del carácter de una pena de esa naturaleza.
De ahí que no tenga que sujetarse a las directrices que
establece la norma constitucional en comento, en cuanto a la
reincidencia y capacidad económica del patrón, debido a que su
origen es de una acción accesoria que deriva de la principal
consistente en la reinstalación o la indemnización, no de una
multa de índole administrativo que se imponga por infracción a
una norma de esa naturaleza.
En consecuencia, los artículos 48, segundo párrafo, 50,
fracción III, y 52, todos de la Ley Federal del Trabajo, al no
establecer sanciones que correspondan a conductas ilícitas, sino
que únicamente disponen que cuando no se compruebe por parte
del patrón la causa de la rescisión, cualquiera que hubiese sido la
acción intentada –indemnización constitucional o reinstalación- el
trabajador tendrá derecho a que se le paguen los salarios caídos
o vencidos desde la fecha del despido y hasta que se
cumplimente el laudo respectivo, razón por la cual no pueden ser
analizados a la luz de lo previsto en el artículo 22 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
95
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
En tales consideraciones, ante lo infundado de los agravios
hechos valer por la parte recurrente, lo procedente es confirmar la
sentencia de trece de marzo de dos mil ocho, emitida por el
Tribunal Colegiado en Materias de Trabajo y Administrativa del
Décimo Cuarto Circuito, al resolver el juicio de amparo directo
**********.
Por lo expuesto y fundado, se resuelve:
PRIMERO. En la materia de la revisión se confirma la
sentencia recurrida.
SEGUNDO. La Justicia de la Unión no ampara ni protege a
**********, contra el acto y autoridad precisados en el resultando
primero de este fallo.
Notifíquese; con testimonio de esta resolución, vuelvan los
autos al lugar de su origen y, en su oportunidad, archívese el toca
como asunto concluido.
Así, lo resolvió la Segunda Sala de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, por unanimidad de cinco votos de los
señores Ministros Mariano Azuela Güitrón, Genaro David
Góngora Pimentel, Sergio Salvador Aguirre Anguiano, Margarita
Beatriz Luna Ramos y Ministro Presidente José Fernando Franco
González Salas.
Firman el Ministro Presidente y el Ministro Ponente, con el
Secretario de Acuerdos de la Segunda Sala que autoriza y da fe.
96
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
PRESIDENTE:
__________________________________________________
MINISTRO JOSÉ FERNANDO FRANCO GONZÁLEZ SALAS.
PONENTE:
__________________________________________
MINISTRO GENARO DAVID GÓNGORA PIMENTEL.
SECRETARIO DE ACUERDOS:
____________________________________
LIC. MARIO EDUARDO PLATA ÁLVAREZ.
ESTA HOJA CORRESPONDE AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
QUEJOSAS: **********. FALLADO EL DÍA VEINTICINCO DE JUNIO DE DOS MIL
OCHO, CON EL SIGUIENTE SENTIDO: PRIMERO. EN LA MATERIA DE LA
REVISIÓN SE CONFIRMA LA SENTENCIA RECURRIDA. SEGUNDO. LA
JUSTICIA DE LA UNIÓN NO AMPARA NI PROTEGE A **********, CONTRA EL
ACTO Y AUTORIDAD PRECISADOS EN EL RESULTANDO PRIMERO DE ESTE
FALLO. CONSTE.
97
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008.
En términos de lo determinado por el Pleno de la Suprema Corte en su
sesión del veinticuatro de abril de dos mil siete, y conforme a lo
previsto en los artículos 3°, fracciones II, VI, XIV, inciso c), 13, 14
fracciones I y IV y 18, fracción II, de la Ley Federal de Transparencia y
Acceso a la Información Pública Gubernamental, en esta versión
pública se suprime la información considerada legalmente como
reservada o confidencial que encuadra en esos supuestos normativos.
98
Descargar