AMPARO DIRECTO 771/2008. QUEJOSAS: **********. EN REVISIÓN MINISTRO PONENTE: GENARO DAVID GÓNGORA PIMENTEL. SECRETARIO: ALFREDO ARAGÓN JIMÉNEZ CASTRO. VISTO BUENO MINISTRO: México, Distrito Federal. Acuerdo de la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, correspondiente al día veinticinco de junio de dos mil ocho. SR. V I S T O S; y, R E S U L T A N D O: COTEJADO: PRIMERO. Mediante escrito recibido el once de junio de dos mil siete, ante la Junta Local de Conciliación y Arbitraje del Estado de Campeche, con residencia en la ciudad de San Francisco de Campeche, **********, apoderado jurídico de **********, ,solicitó la protección de la Justicia Federal, contra la Junta Local de Conciliación y Arbitraje del Estado de Campeche –autoridad ordenadora- y Actuario adscrito a la misma –autoridad ejecutoraconsistente en el laudo de quince de mayo de dos mil siete, dictado por la Junta antes indicada en el expediente laboral número **********. AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. SEGUNDO. La parte quejosa invocó como garantías violadas en su perjuicio las consignadas en los artículos 14 y 16 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, señaló como tercero perjudicado a **********; y formuló –en la parte que interesa- el siguiente concepto de violación. “SEXTO. Le causa agravios a mis representadas el laudo de fecha 15 de mayo del presente año dos mil siete, emitido por la H. Junta Local de Conciliación y Arbitraje del Estado, ya que condena a mis representadas al pago de salarios vencidos y por consiguiente aplica indebidamente en dicha resolución los artículos 48 y 50, fracción III, de la Ley Federal del Trabajo, no obstante que dichos artículos son inconstitucionales, puesto que los mismos transgreden Constitución Política el de artículo los 22 Estados de la Unidos Mexicanos, ya que a causa de los mismos, sin tomar en cuenta las características particulares y capacidad económica del demandado, se condena indiscriminadamente a mis representadas al pago de salarios caídos hasta el cumplimiento del laudo combatido. La inconstitucionalidad aludida se configura, no por el hecho de ser inconstitucional la condena a salarios caídos, que como bien ha señalado la H. Suprema Corte de Justicia de la Nación y los H. Tribunales Colegiados de Circuito, estos tienen naturaleza indemnizatoria, o sea, son equiparables 2 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. a daños y perjuicios, por lo que es justo que a los trabajadores se les indemnice por esos daños y perjuicios sufridos a causa del incumplimiento del contrato por los patronos; la inconstitucionalidad se configura dado que el artículo 50, fracción III, de la Ley Federal del Trabajo, indiscriminadamente condena al pago de salarios caídos desde la fecha del despido hasta indemnizaciones, o que sea se hasta paguen las que dé se cumplimiento el laudo condenatorio, lo cual es excesivo, ya que dichos artículos no atienden en ningún caso a la capacidad económica y características particulares del demandado, al no establecer el procedimientos precepto los necesarios elementos para aplicar y y/o individualizar la condena al caso concreto y específico del demandado; debido a que es injusto y desproporcionado que se condene al pago de salarios caídos hasta el cumplimiento de las indemnizaciones a todos los demandados por igual, en razón a que como podrá observar ese H. Tribunal, las capacidades económicas de cada demandado empresario, profesionista, patrón, etc. son diversas y particulares de unos a otros, no es lo mismo condenar a una gran compañía transnacional al pago de salarios caídos hasta que se cumplimente un laudo, que condenar a lo mismo a un simple microempresario de la región, que no tiene los mismos medios económicos suficientes 3 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. para ello, por tal motivo, los laudos laborales en la gran mayoría de las ocasiones ordenan condenas injustas y desproporcionadas, llegando a desaparecer las mismas empresas y fuentes de trabajo debido a las responsabilidades laborales surgidas de los conflictos, ya que los artículos señalados no económicas infractores atienden de del los a las patronos contrato de capacidades supuestamente trabajo, al no establecerse en los artículos conducentes de la Ley Federal del Trabajo (48 y 50), los medios legales para individualizar la condena de salarios caídos a los casos concretos, generalizando indiscriminadamente a todos los patronos, que por la situación actual, distan mucho en sus capacidades económicas unos de otros, por lo tanto, es que consideramos que los artículos señalados son inconstitucionales y por consiguiente, inaplicables en el laudo combatido, hasta en tanto no se establezcan los instrumentos y mecanismos jurídicos necesarios dentro de la ley laboral, para individualizar las sanciones de salarios vencidos atendiendo a las características económicas y particulares de los demandados para no condenarlos a penas inusitadas y trascendentales que no podrán pagar o cuando menos que se establezca un límite máximo de tiempo o etapa procesal en las que se deben pagar. 4 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. La inconstitucionalidad referida se actualiza al violar el contenido de los preceptos 48, 50 y 52 de la Ley Federal del Trabajo, el artículo 22 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, ya que al ser los salarios caídos de naturaleza indemnizatoria, equiparables a daños y perjuicios, por el incumplimiento de la relación laboral, por lo que la condena a los mismos implica una sanción por haberse cometido una violación, o sea, una pena o castigo para resarcir el menoscabo sufrido por el trabajador, luego entonces, si el propio artículo 22 constitucional invocado prohíbe las multas excesivas y cualesquiera otras penas inusitadas y trascendentales, el pago indiscriminado de salarios caídos sin atender a las características particulares de los casos concretos de los patronos demandados, encuadra en este supuesto, si no se establece un mecanismo jurídico para individualizar su condena a los casos particulares un límite máximo de pago o tiempo, por lo que al no contener estos mecanismos los artículos conducentes, los estimamos violatorios de dicha garantía constitucional. A esto es conveniente aclarar de nuevo, que no es el hecho de ordenar pagar los salarios caídos a los trabajadores lo inconstitucional de los preceptos aludidos, puesto que es justo que en un tiempo prudente y atendiendo a la capacidad económica y características particulares del patrono 5 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. demandado, se paguen los salarios vencidos para reparar los daños y perjuicios ocasionados en contra del trabajador por el incumplimiento del contrato; lo inconstitucional es el pago indiscriminado de los mismos, ya que no se atiende en los preceptos indicados, a las características específicas de los casos concretos, como la capacidad económica de los patronos y que existen circunstancias ajenas a las partes que retardan la duración de los juicios haciéndolos por demás largos y en ocasiones interminables, con la condena inusitada de pagar todo el tiempo que dure el conflicto dichos salarios, entre otras cuestiones, ocasionado el menoscabo de la empresa y de las relaciones laborales generados con terceros, con el consiguiente perjuicio a la sociedad, pues muchos laudos, inclusive, hacen desaparecer a la empresa por lo oneroso e inusitado de su condena, de ahí lo trascendental de que se determinen esas penas sin individualizarse. Tomen tan sólo en consideración, que por el solo hecho de tratar de defenderse mis representadas a través de la presente demanda de garantías, si no se les concede el amparo y protección de la Justicia de la Unión (lo cual por su propio bien económico espero no ocurra señores Magistrados), mis mandantes tendrán que pagarle a la parte actora el costo de salarios caídos por toda la duración del juicio de garantías, que cuando menos 6 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. se tomará seis meses (180 días de salario), si no es que más, lo que ocasiona un severo daño a mis poderdantes, lo que quizá no le ocurriría a una empresa transnacional, si tomamos en cuenta que la duración del juicio principal y el de garantías es ajena a los quejosos y a su vez, también ajeno a esa autoridad federal por las excesivas cargas de trabajo a que se encuentra sujeta, con el consiguiente perjuicio para las partes, inclusive de la propia parte actora; por lo que consideramos que es urgente e imprescindible que los artículos 48, 50 y 52 o cualquier otro de la Ley Federal del Trabajo, establezca un mecanismo o instrumento jurídico para individualizar las condenas de salarios caídos, tomando en consideración la capacidad económica y características particulares de los patronos demandados y prestando atención a la duración de los juicios que en la mayoría de los casos es ajena a las partes, así como también sancionando severamente a los litigantes y abogados, que con el ánimo de obtener un lucro excesivo o aburrir a la parte actora para que desista, retrasan injustificadamente los respectivos procedimientos laborales; situaciones jurídicas que no contemplan los artículos 48, 50 y 52, así como ningún otro del código obrero laboral, por lo que mientras el legislador federal, no elabore las respectivas reformas, ni la creación de los instrumentos jurídicos correspondientes, estimamos que es 7 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. inconstitucional por violarse el artículo 22 de la Constitución General de la República, que se condene a mis poderdantes de la manera en que ocurre en el laudo combatido al pago de salarios caídos (sin conceder que le asista la razón a la parte actora y a la junta responsable para ello), así como inaplicables los artículos 48 y 50, fracción III, de la Ley Federal del Trabajo invocados por la autoridad responsable para condenar al pago de los mismos, por ser inconstitucionales, tal y como puede notar ese H. Tribunal Colegiado de lo argumentado por nuestra parte en el presente concepto de impugnación. Con la finalidad de ilustrar al caso concreto, me permito hacer valer las siguientes tesis jurisprudenciales, que nos dan una idea al respecto de lo esgrimido en el agravio que nos ocupa. "SALARIOS CAÍDOS, EQUIVALEN A DAÑOS Y PERJUICIOS.” [se transcribe]. "SALARIOS CAÍDOS.” [se transcribe]. "SALARIOS CAÍDOS, CUANDO SE DEMANDA EL PAGO DE DAÑOS Y PERJUICIOS.” [se transcribe]. "SALARIOS VENCIDOS. CÁLCULO DE SU IMPORTE, EN EL CASO DE QUE SE HAYA EJERCITADO LA ACCIÓN RESCISORIA Y SE DEMANDE EL PAGO DE LA INDEMNIZACIÓN CONSTITUCIONAL.” [se transcribe]. "SALARIOS VENCIDOS O CAÍDOS, NATURALEZA DE LOS. OBLIGACIÓN DE PAGARLOS AUNQUE EL 8 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. TRABAJADOR LABORE PARA OTRO PATRÓN.” [se transcribe]. "SEGURO SOCIAL. COTIZACIÓN SOBRE SALARIOS CAÍDOS CUBIERTOS CON MOTIVO DE UNA HUELGA.” [se transcribe]. De igual manera, con solamente un fin ilustrativo, me permito hacer valer las siguientes tesis de jurisprudencia de carácter administrativo, que han resuelto una violación al artículo 22 de la Constitución General de la República y que pueden ayudar a discernir la presente cuestión de inconstitucionalidad, las cuales resuelven por sí mismas que: "MULTAS FIJAS. LAS LEYES QUE LAS ESTABLECEN SON INCONSTITUCIONALES.” [se transcribe]. "MULTAS FISCALES EXCESIVAS, SON INCONSTITUCIONALES.” [se transcribe]. Como se aprecia de lo anterior la inconstitucionalidad se configura plenamente, ya que el artículo 22 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, preceptúa: [se transcribe]. Los artículos 48, 50 y 52 de la Ley Federal del Trabajo en que se fundó la responsable para condenarme al pago de salarios caídos en el laudo impugnado, dicen textualmente por su parte: [se transcriben]. 9 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. Como puede apreciar ese H. Tribunal, ni del texto de los artículos 48 y 50, ni de ningún otro de la Ley Federal del Trabajo, en que se funda la responsable para condenarme al pago de los salarios vencidos, se desprende algún mecanismo para individualizar su condena a las características específicas y económicas de los patronos demandados, por el contrario, los artículos referidos generalizan y condenan sin excepción y moderación alguna al pago de salarios caídos desde la fecha del despido hasta la cumplimentación del laudo o pago de la indemnización correspondiente, lo cual es por demás violatorio del artículo 22 de nuestra Carta Magna. Como se desprende, la causa requerida en el presente concepto de impugnación se apoya en los siguientes elementos imprescindibles para interponer una inconstitucionalidad en amparo directo: a) señalamiento de la norma de la Carta Magna que se considera violada, en este caso su artículo 22; b) invocación de la disposición secundaria que se designe como reclamada, o sea los artículos 50 y 52 de la Ley Federal del Trabajo y, c) los conceptos de violación en los que se trate de demostrar, jurídicamente, que la ley impugnada resulta contraria a la hipótesis normativa de la norma constitucional, en cuanto al marco de su contenido y alcance. Por lo tanto pido a esa autoridad se sirva resolver la inconstitucionalidad 10 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. de la norma secundaria y deje insubsistente el laudo que se funda en tales preceptos y que se impugna por esta vía. En este orden de ideas, podemos concluir que los salarios caídos son una indemnización por daños y perjuicios sufridos por el trabajador a causa del despido, entonces, los salarios vencidos constituyen innegablemente una pena o sanción impuesta al empleador para reparar o resarcir al trabajador de los perjuicios sufridos por el despido ilícito, por consiguiente, al ser éstos una pena o sanción (lo cual se explicará con más detalle líneas abajo), su condena tiene que estar supeditada a la prohibición que prescribe el artículo 22 de la Ley Fundamental. Aunque si bien es cierto que la obligación de pagar salarios caídos no puede, ni debe equipararse a una multa y me permito hacer notar que la intención del suscrito en la demanda de garantías no es hacer una comparación de este tipo, si no que se aprecie en el caso concreto que a pesar de que los salarios caídos no son una multa, no dejan de ser una condena, pena o sanción y por tanto no pueden ser excesivas, al igual que los artículos o preceptos secundarios que prescriben su pago, deben contener un instrumento de aplicación para poder condenar o sancionar en forma justa y conforme a la equidad al pago de los mismos al empleador o cuando menos establecer un límite de 11 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. pago relativo de acuerdo a las circunstancias particulares de cada caso, para que su condena no se convierta en una pena económica excesiva, inusitada, desproporcionada y por consiguiente trascendental que pudiera dañar severamente al empresario, empresa y a sus factores y dependientes. La condena de indemnizar al trabajador pagando salarios caídos o vencidos a cargo del patrón hasta que se cumplimente el laudo, se trata de una pena o sanción, por los razonamientos siguientes: Para arribar a la conclusión anterior, es preciso hacer, en primer término, una definición gramatical de los términos pena, sanción e indemnizar; la palabra pena en el sentido jurídico que nos interesa significa: castigo impuesto por autoridad al que ha cometido un delito o falta; sanción quiere decir: pena que la ley establece para el que la infringe; indemnizar: resarcir de un daño o perjuicio. Términos tomados del Diccionario de la Lengua Española de la Real Academia Española, vigésima primera edición, 1992. Una vez hecho lo anterior, es necesario hacer un análisis jurídico de los términos indemnización laboral, pena y sanción, como sigue a continuación. Doctrinalmente una indemnización laboral como es el pago de salarios caídos, equiparables al pago de daños y perjuicios, según ha resuelto nuestra H. 12 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. Suprema Corte, puede definírsele como la obligación patronal de pagar al trabajador, en calidad de reparación económica por un daño sufrido, ya sea en su persona o en su actividad, los salarios que debió haber devengado, para resarcirlo de la falta de ocupación en que se encuentre en un momento dado, debido a causas ajenas a su voluntad. El derecho al pago de salarios vencidos es el resarcimiento en beneficio del obrero, por la terminación de la relación de trabajo por causas ajenas a él, o sea, como se ha comprobado, equivalen al pago de daños y perjuicios. El pago de indemnizatorio, salarios así caídos como de toda carácter indemnización laboral, responde al principio de estabilidad y permanencia en el trabajo, atributo actual del llamado “derecho al trabajo”, elevado al rango de garantía constitucional. La estabilidad ha venido a ser una institución jurídica por virtud de la cual el despido injustificado importa la obligación de cubrir una indemnización, en la especie la indemnización constitucional de tres meses de salario y su accesoria de salarios caídos o vencidos. Por tanto, no puede hablarse de indemnización sino cuando existe “culpa o dolo”, la indemnización presupone por ello, el carácter “ilícito del despido” y tal ilicitud, presupone a su vez, el derecho del trabajador a la conservación del 13 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. empleo hasta que intervenga una causa que justifique la disolución de la relación de trabajo. Por tal motivo, es inconcuso que la condena al pago de salarios caídos equivale a una sanción o pena impuesta por el Estado al patrón para resarcir los daños y perjuicios ocasionados al obrero a causa del despido injustificado. Jurídicamente los términos pena y sanción son equiparables prácticamente, aunque por regla general y en forma equívoca, el término pena es relacionado exclusivamente con las condenas de índole penal cuando se cometen por el gobernado actos considerados delitos por nuestra legislación. No obstante, doctrinalmente el término pena tiene dos sentidos, el primero la pena criminal, como sanción punitiva y la otra como “sanción ejecutiva”, esta última acepción es en la que recaen el pago de los salarios vencidos condenados al patrón para reparar los daños y perjuicios sufridos por el trabajador a causa del despido por quedar desprotegido al no percibir salarios para satisfacer sus necesidades. Por consiguiente, la pena, en su acepción como sanción ejecutiva, es aquélla por virtud de la cual el Estado trata de imponer coactivamente la realización de lo establecido en el precepto legal correspondiente, así proceda tal realización del impedimento de la acción contraria al precepto, de un constreñimiento a la acción prescrita por él, del restablecimiento del status quo 14 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. ante [sic] y del resarcimiento de los perjuicios causados, de la nulidad del acto viciado, o de su imponibilidad. En cambio en su primera acepción, la más común, la pena criminal (sanción punitiva), hiere al delincuente en su persona e importa necesariamente un mal que significa una restricción efectiva de su esfera jurídica. En virtud de los razonamientos anteriores podemos inferir, que los salarios caídos, equiparables al pago de daños y perjuicios, son una “pena” en su acepción como “sanción ejecutiva”, por cuanto se intenta obtener con su condena y pago al restablecimiento del status quo ante [sic] y el resarcimiento de los perjuicios ocasionados por el despido ilícito al trabajador, y aunque en este sentido no se trata de una sanción criminal, no por ello deja de ser una “pena”. Por consiguiente, resultaría injusto creer o interpretar el artículo 22 de la Carta Magna, en el sentido de que únicamente prohíbe las multas, penas o sanciones de índole criminal, ya que éstas son comunes en todas las áreas del derecho, inclusive nuestra H. Suprema Corte, ya ha resuelto, que cuando menos en lo que se refiere a multas, la protección constitucional no sólo se confiere con relación a las penales, sino también a las impuestas por ilícitos administrativos y fiscales. Por lo tanto, en virtud de una correcta exégesis de dicho precepto constitucional, a través de los principios generales de justicia y equidad, 15 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. podemos inferir que el espíritu del Constituyente en el referido precepto, protege y tutela a todo gobernado de cualquier clase de multa, pena, castigo o sanción impuesta por el Estado, que pudiese resultar excesiva, inusitada y trascendental, independientemente de la materia de la infracción, ilícito, daño o perjuicio cometido o causado (Penal, Civil, Mercantil, Laboral, Administrativo, Fiscal, etc.), de lo que podemos concluir, que la condena al pago de salarios vencidos son una pena o sanción ejecutiva y que ante su naturaleza debe ajustarse su imposición a la prohibición establecida en el artículo 22 de la Ley Suprema. Por analogía es aplicable la siguiente jurisprudencia emitida por ese H. Tribunal Pleno: "MULTA EXCESIVA PREVISTA POR EL ARTÍCULO 22 CONSTITUCIONAL. NO ES EXCLUSIVAMENTE PENAL.” [se transcribe]. Rogamos prestar especial atención a los siguientes criterios jurisprudenciales que dicen: "PENAS INUSITADAS Y TRASCENDENTALES, QUÉ SE ENTIENDE POR.” [se transcribe]. "CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO, DESECHAMIENTO DE LA DEMANDA EN ESE JUICIO. EL ARTÍCULO 209, FRACCIÓN I Y ÚLTIMO PÁRRAFO, DEL FEDERACIÓN, CÓDIGO VIGENTE FISCAL HASTA EL DE LA 31 DE DICIEMBRE DE 1989, NO ESTABLECE UNA PENA 16 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. INUSITADA Y PROHIBIDAS TRASCENDENTAL POR EL DE LAS ARTÍCULO 22 CONSTITUCIONAL.” [se transcribe]. En esta tesitura, el criterio sustentado por las referidas jurisprudencias en las cuales se define la acepción constitucional de penas inusitadas y trascendentales, considero que lo que en ellas resuelto configura la inconstitucionalidad objeto de estudio, por las razones siguientes. Para comprender porqué los artículos 48, y 50, fracción III, de la Ley Federal del Trabajo que prescriben la condena al patrón de pagar salarios caídos al trabajador hasta que se cumplimente el laudo, por no contener las normas referidas, así como ninguna otra de la Ley Federal del Trabajo, algún precepto o mecanismo jurídico que permita individualizar la condena al pago de salarios vencidos al caso o situación jurídica y económica concreta del patrón o empresario demandado o en su defecto un límite más justo atendiendo a las circunstancias anteriores, se trata de una pena inusitada y trascendental violatoria del artículo 22 de la Ley Fundamental, en primer lugar debemos observar, según la jurisprudencia aplicable, que el término pena inusitada en su acepción constitucional debe entenderse a “aquella pena que resulte inhumana, cruel, infamante o excesiva” términos de los cuales el aplicable e inusitado en el caso del pago de salarios caídos, lo es el de 17 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. “excesivo”, como se ha manifestado en múltiples ocasiones, puesto que no podrían ser los demás conceptos, que son aplicables exclusivamente a penas corporales del reo; asimismo continua definiendo: “porque no llene las características de la “eficaz sanción”; como las de ser moral, personal, divisible, popular, tranquilizadora, reparable y, en cierta forma ejemplar”, de estas acepciones la que se contraviene en la especie es la de “reparable”, como se explicará más adelante. Por lo que toca al término trascendental, se interpreta como: “que no significa un mal más o menos grave en el condenado, si no que los efectos de la misma afecten jurídicamente a terceros extraños y a parientes del sancionado”, acepción que encuadra en la especie para acreditar la inconstitucionalidad aludida, lo anterior se manifiesta por los razonamientos siguientes. El significado jurisprudencial de "excesivo", "reparable" y “que no significa un mal más o menos grave en el condenado, sino que los efectos de la misma afecten jurídicamente a terceros extraños y a parientes del sancionado” relativo al concepto constitucional de penas inusitadas y trascendentales, señalado con antelación, es por del todo [sic] aplicable a la condena de salarios caídos hasta que se cumplimente el laudo impuesto por los artículos tildados de inconstitucionales, dado que como he manifestado en el presente 18 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. escrito y en la demanda de garantías, no todas las personas de este país somos iguales (entre ellos los sujetos patronales regulados en la Ley Federal del Trabajo), y por consiguiente, no nos encontramos en la misma situación económica y jurídica, ante tal circunstancia, algunas personas resienten más que otras, las condenas económicas resueltas por el Estado (aunque exista justificación para imponerlas), hecho que no pude dejar de ver el propio Estado a través de sus órganos jurisdiccionales, es por ello, que el legislador constituyente estatuyó el artículo 22 en nuestra Carta Magna, con el objeto de prohibir que las penas o condenas decretadas por el Estado a los mexicanos, ya sean corporales o económicas, sean excesivas, inusitadas y trascendentales, aplicable para todas las áreas del Derecho, en atención a la desigualdad permanente habida entre las personas que integran un Estado pluricultural como el nuestro que se encuentra aún en proceso de crecimiento, por ello, una sanción o pena económica, aún se trate de las de carácter ejecutivo con fines resarcitorios de daños y perjuicios como lo es la condena al patrón de pagar salarios caídos al trabajador, puede ser excesiva para unos, moderada para otros y leve para muchos o viceversa. Por los razonamientos anteriores, la acepción “excesiva” aplicable al concepto constitucional de 19 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. “penas inusitadas”, se actualiza en la especie del asunto en discusión, ya que podemos entender sin problema, que una pena o sanción es excesiva: “cuando es desproporcionada a las posibilidades económicas del destinatario, cuando se propasa y va más allá de lo razonable de acuerdo a las circunstancias específicas e individuales del condenado”. Entonces, para poder imponer una sanción, es indefectible, que el precepto legal que la contenga, establezca un límite razonable de acuerdo a las posibilidades económicas y circunstancias específicas e individuales de la persona a quien se destina o un mecanismo jurídico que permita individualizar subjetivamente su condena al órgano jurisdiccional de acuerdo al caso, o cuando menos una excepción a la regla general, lo que no acontece en los artículos 48 y 50, fracción III, de la Ley Federal del Trabajo acusados de inconstitucionales, que en lo medular condenan excesivamente y por igual a todos los patrones al pago de salarios caídos al trabajador desde la fecha del despido hasta que se cumplimente el laudo, sin establecer un mecanismo jurídico como lo antes mencionado, posibilidades de económicas acuerdo y a las circunstancias específicas del patrono o empresario demandado, por lo cual la condena resuelta puede resultar excesiva en relación a la situación del destinatario, 20 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. ya que la duración de un juicio laboral es relativa e intervienen diversos factores legales ajenos a las partes que ocasionan su dilación (incompetencia de la Junta, la duración prácticamente anual del juicio de amparo, etc.), con un grave perjuicio económico para el demandado si resulta condenado, ya que como se ha dicho, al no establecerse un límite o individualización por parte de la norma que los impone como sanción, los salarios caídos se seguirán acumulando ilimitadamente día con día mientras no se pague el laudo o las indemnizaciones, dada su especial naturaleza, sin que haya nada que pueda detener su curso, excepto el pago, y la condena se volverá tan severa que será de una magnitud excesiva, causando perjuicios irreparables al condenado, en franco atentado a lo dispuesto por el artículo 22 de la Ley Suprema, que prohíbe las sanciones excesivas. Razón por la que los preceptos que imponen su condena, deben prever y considerar que las relaciones de trabajo se pueden establecer con una pluralidad de patronos o empresarios, de diversa condición económica y jurídica, que las empresas pueden ser minúsculas, de mediano tamaño o de gran envergadura y que no obstante, el daño que les puede acarrear su condena es distinto para cada una, además de que no sólo los empresarios son sujetos de relación laboral, sino también los 21 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. profesionistas y las familias en el caso de trabajadores domésticos, entre otros, que pueden tener o no patrimonio que se compromete totalmente con motivo de una posible ruptura ilícita de la relación laboral, situaciones que en atención a los principios de justicia y equidad deben observar forzosamente los preceptos legales que determinan penas o sanciones, al igual que los órganos jurisdiccionales condenas que las excesivas, imponen pues a la para luz evitar de las prohibiciones constitucionales, no podemos en nuestros días, cerrar los ojos y considerar que todos somos iguales, cuando existen diferencias por demás tajantes en nuestra sociedad y que cualquiera de nosotros puede ser sujeto de una relación laboral, ya concluyeron los días en que solamente eran patronos los grandes empresarios o industriales titulares de un enorme capital; como ejemplo, actualmente nuestra sociedad y el Estado mismo, apoyan la creación de pequeños negocios y microindustrias que pueden desaparecer totalmente en un suspiro, a causa de un crédito laboral excesivo hinchado por salarios caídos; por fortuna, el Derecho es cambiante por la propia transformación gradual de la sociedad que regula y por consiguiente no se pueden dejar de ver los hechos mencionados, situación que pido consideren señores Magistrados al momento de resolver lo que corresponda. Por las razones 22 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. anteriores, es que considero que el término excesivo e inusitado que prevé el artículo 22 de la Ley Suprema es aplicable al caso en cuestión, hasta en tanto las normas tildadas de inconstitucionales, no prevean un mecanismo jurídico que permita individualizar la condena por el órgano jurisdiccional, en su caso, un límite razonable en la condena de los salarios caídos en atención a las circunstancias de cada caso o cuando menos, ciertas excepciones a la regla general, para evitar que se hagan condenas excesivas al pago de los mismos que originen un perjuicio a la sociedad y a terceros. Por lo que toca a la acepción “ser reparable” para que pueda haber una “eficaz sanción”, aplicable al concepto constitucional de “penas inusitadas”, de igual manera se actualiza su violación en el presente caso del pago de salarios caídos, ya que podemos entender que una pena o sanción no es reparable: “Cuando el daño ocasionado por la pena o sanción impuesta no se puede reparar o remediar”. En consecuencia una condena ilimitada al pago de salarios caídos hasta que se cumplimente el laudo, causa un grave y serio perjuicio irreparable al destinatario de la condena, ya que si no obstante de la duración o dilación del juicio ajena a las partes, no dispone del monto para cumplimentar la obligación impuesta o bienes que la garanticen en 23 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. su momento, los salarios caídos seguirán aumentando día con día hasta el grado de que el destinatario de la misma vea comprometido inclusive el patrimonio que pudiese llegar a tener en el futuro, que le será embargado para garantizar el crédito laboral, actualizado hasta la fecha en que se verifique el mismo, para lo cual podrían pasar muchos años o inclusive toda la vida del trabajador y de sus dependientes económicos en caso de que fallezca, siempre y cuando el actor o sus dependientes cumplan con solicitar antes de cada dos años a la fecha de notificación al patrón del laudo, la ejecución del mismo, o sea, los salarios caídos se seguirán verificando por todo el tiempo que no se pague el laudo por el demandado, lo cual, si se cumplen ciertos requisitos, la condena se vuelve inextinguible y por acumularse un salario por cada día que pasa, las condenas al pago de los mismos se vuelven excesivas y por consiguiente causan un daño o perjuicio económico irreparable a los deudores de las mismas, dado que se siguen actualizando por todo el tiempo que no se cumplimente la resolución laboral o sus indemnizaciones, al no existir en los artículos 48 y 50, fracción III, de la Ley Federal del Trabajo un límite o mecanismo jurídico o excepción para individualizar el pago de salarios vencidos al caso concreto. 24 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. Resumiendo, tenemos que al no establecerse un límite o individualización por parte de la norma que los impone como sanción, los salarios caídos se seguirán acumulando ilimitadamente día con día mientras no se paguen el laudo o las indemnizaciones, dada su naturaleza, sin que haya ningún instrumento jurídico que pueda detener su curso, excepto el pago, por la cual la condena se volverá tan severa que será de una magnitud excesiva, puesto que se puede acumular durante toda la vida del trabajador y sus dependientes económicos, causando perjuicios irreparables al condenado, en franco atentado a lo dispuesto por el artículo 22 constitucional, que prohíbe las sanciones no eficaces que sean irreparables, como en la especie, ya que simplemente no es reparable su condena, sino que además, se incrementa con el transcurso del tiempo, de donde se actualiza la inconstitucionalidad esgrimida. Asimismo, penas la interpretación trascendentales jurisprudenciales constitucional vertida señaladas por líneas de las tesis arriba que afirman “que no significa un mal más o menos grave en el condenado, sino que los efectos de la misma afecten jurídicamente a terceros extraños y a parientes del sancionado". Es por demás clara y precisa, misma que considero encuadra perfectamente el supuesto de inconstitucionalidad argumentado por nuestra parte. Esto es así dado 25 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. que una condena ilimitada al pago de salarios caídos hasta que se cumplimente el laudo, por la magnitud que pueden llegar a tener al no haber un límite, mecanismo jurídico o excepción para individualizar y hacer más justa su condena al destinatario, dado que se siguen causando los salarios caídos por todo el tiempo que no se pague el laudo o las indemnizaciones en él determinadas, su condena, no sólo es grave, por los motivos indicados párrafos arriba, sino que sus efectos pueden afectar jurídicamente a terceros extraños y a parientes del sancionado, pues no olvidemos que generalmente, salvo ciertos casos que también están desprotegidos de la tutela del 22 constitucional, los destinatarios de las condenas al pago de salarios vencidos son una pluralidad de patronos propietarios de empresas de diversas categorías, que responden del crédito laboral fincado con el total del patrimonio de la propia empresa, con excepción de ciertos bienes, lo que ocasiona un daño grave en la economía y productividad de la negociación, a grado tal, que podría llegar a desaparecerla, salvo que se trate de empresas muy grandes o transnacionales de gran solvencia (de las cuales hay pocas en México), ocasionando perjuicios a terceros como son los demás trabajadores de la empresa y sus familias, puesto que si desaparece la empresa a causa de la trascendencia del crédito de trabajo incrementado 26 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. día con día por el curso de los salarios vencidos, por garantizar su hacienda y patrimonio el pago de dicho crédito, también desaparecen las fuentes de empleo y el salario de los demás trabajadores terceros y ajenos a la controversia del juicio, y por tanto, los recursos sostenimiento de económicos sus respectivas para el familias, ocasionándose también un deterioro en la sociedad y a la economía del país. De igual manera a causa del crédito laboral incrementado excesivamente con el curso ilimitado de los salarios vencidos, el patrón condenado, compromete no sólo el patrimonio de su empresa, independientemente del tamaño que sea, sino también el suyo y de su familia, por lo que el daño y perjuicio de la condena al pago de salarios caídos trasciende a la misma, tal y como interpretaron las tesis jurisprudenciales aludidas, lo cual es un hecho notorio. Como podrán notar señores Magistrados, el término “trascendental”, descrito líneas arriba, desentrañado del artículo 22 de nuestra Carta Magna, desafortunadamente encuadra perfectamente en la ilimitada y excesiva condena al pago de salarios caídos que prescriben los artículos acusados de inconstitucionales, por lo que violan la prohibición contenida en el mismo, actualizándose la inconstitucionalidad que se hace valer. 27 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. No obstante todo lo anterior, me permito reiterar, que no es el hecho de imponer el pago al patrón de los salarios caídos a los trabajadores lo inconstitucional de los preceptos aludidos, puesto que es justo que se le paguen al obrero los salarios vencidos para reparar los daños y perjuicios ocasionados en contra del trabajador por el incumplimiento del contrato; lo inconstitucional es el pago ilimitado y sin excepción de los mismos, ya que no se atiende en los preceptos indicados, a las características específicas de los casos concretos, como la capacidad económica de los patronos y que existen circunstancias ajenas a las partes que retardan la duración de los juicios haciéndolos por demás largos y en ocasiones interminables, con la condena inusitada de pagar todo el tiempo que dure el conflicto dichos salarios y en forma indeterminada aún más allá de su duración en caso de que no se cumplimente el laudo, ocasionando un serio y grave perjuicio económico en la mayoría de las empresas, que trasciende a sus relaciones de trabajo y desde luego a los trabajadores de las mismas que son terceros extraños a la controversia, con el consiguiente perjuicio directo a las familias de los trabajadores, del patrón condenado y por consecuencia a la sociedad. Por todo lo anterior es que consideramos que es urgente e imprescindible que los artículos 48 y 50, fracción III, o cualquier otro de la Ley Federal del 28 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. Trabajo, establezcan un mecanismo o instrumento jurídico para individualizar las condenas de salarios caídos, o establezca un límite o excepción a la condena general, tomando en consideración la capacidad, situación económica y características particulares de los patronos demandados y prestando atención a la duración de los juicios que en la mayoría de los casos es ajena a las partes, así como también sancionando severamente a los litigantes y abogados, que con el ánimo de obtener un lucro excesivo o aburrir a la parte actora para que desista, retrasen injustificadamente los respectivos procedimientos laborales; situaciones jurídicas que no contemplan los artículos 48 y 50, así como ningún otro del código obrero laboral, por lo que mientras el legislador Federal, no elabore las respectivas instrumentos reformas, ni la jurídicos creación de los correspondientes, considero que es inconstitucional por violarse el artículo 22 de la Constitución General de la República, que se condene a mis representadas de la manera en que ocurre en el laudo combatido al pago de salarios caídos, así como inaplicables los artículos 48 y 50 de la Ley Federal del Trabajo invocados, por ser inconstitucionales. Como una última reflexión sobre este punto, me permito manifestarle a ustedes señores Magistrados, que la situación actual de nuestra sociedad, es distinta a la de hace veinticinco o 29 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. cincuenta años, que por ser la sociedad cambiante, el derecho que la regula lo ha de ser también, por tanto, deben cambiarse los preceptos y criterios normativos de tiempo atrás por otros que efectivamente contemplen en forma efectiva los hechos y conductas de la vida actual, a lo cual no puede escapar nuestro Derecho del Trabajo, esto con el objeto de volverlo más justo y efectivo, que proteja a los trabajadores sin dañar o herir de muerte a las empresas por tal virtud, es necesario que se haga un cambio en la ley laboral, que permita individualizar, limitar o excepcionar en ciertos casos la condena al patrón de pagar salarios caídos, en una forma más justa y conforme a la equidad, sin afectar el derecho preferente e irrenunciable de los trabajadores a percibir salarios y a la estabilidad y permanencia en el trabajo, con el objeto de que no se impongan al escaso sistema empresarial mexicano de hoy día, condenas que se vuelven excesivas y trascendentales a causa de los salarios vencidos, en atención a la acertada interpretación hecha por parte de esos H. Órganos de Control Constitucional, en la jurisprudencia que a continuación se transcribirá y con la cual concluyo este agravio, y que dice: “UNA MULTA (PENA O SANCIÓN) PUEDE SER EXCESIVA PARA UNOS. MODERADA PARA OTROS Y LEVE PARA MUCHOS”. 30 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. "MULTA EXCESIVA. CONCEPTO DE.” [se transcribe]. En razón de todo lo anteriormente señalado es que le causa agravios a mis representadas, el laudo de fecha 15 de mayo del 2007, emitido por la H. Junta Local de Conciliación y Arbitraje del Estado de Campeche; y es por lo que pido el amparo y protección de la Justicia Federal, para que en su momento oportuno se dicte sentencia a favor de mis mandantes en la cual se ordene a la autoridad responsable, se deje insubsistente el laudo reclamado y se declare incompetente para conocer del juicio **********, y/o cite legalmente a la reanudación del procedimiento a mi poderdante la **********., declarando nulo todo lo actuado en el juicio hasta antes de la notificación nula y/o emita otro laudo absolutorio en términos de ley, subsanando las irregularidades en que incurrió, conforme a lo planteado en la presente demanda de garantías". TERCERO. Por razón de turno le correspondió conocer del asunto al Tribunal Colegiado en Materias de Trabajo y Administrativa del Décimo Cuarto Circuito, cuyo Presidente mediante acuerdo de tres de julio de dos mil siete admitió la demanda de garantías registrándola con el número de expediente **********; seguidos los trámites correspondientes dictó sentencia el trece de marzo de dos mil ochodos mil seis, cuyo único punto resolutivo a continuación se transcribe: 31 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. “ÚNICO. La Justicia de la Unión NO AMPARA NI PROTEGE a **********, contra las autoridades y actos que precisados quedaron en el resultando primero de esta resolución.” Las consideraciones en que se apoyó la sentencia de mérito, en su parte conducente dicen: “Desestimadas las violaciones procesales alegadas por la quejosa, a continuación, por razón de técnica jurídica se examina el sexto concepto de violación en [sic] la quejosa plantea la inconstitucionalidad de los artículos 48, 50, fracción III y 52 de la Ley Federal del Trabajo que prevén el pago de los salarios vencidos desde la fecha del despido hasta que se paguen las indemnizaciones, lo que en su concepto viola el artículo 22 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Como bases de la inconstitucionalidad aduce las siguientes: a) Que el artículo 50, fracción III, de la ley obrera, no prevé el procedimiento respectivo para individualizar la condena, que resulta excesiva a partir de que el pago de los salarios caídos comprende de la fecha del despido hasta el cumplimiento del laudo. b) Que los artículos mencionados no atienden a la capacidad económica y características personales 32 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. del demandado, pues no es lo mismo condenar a una gran compañía trasnacional que a un pequeño empresario, quien corre el riesgo de quedar desfalcado ante una condena tan desproporcional, máxime cuando en el caso se promovió amparo directo en contra del laudo de la junta responsable con el único fin de defenderse, luego, si tal juicio habrá de fallarse cuando menos en seis meses, ello acrecentará la condena en caso de no prosperar el amparo; generalizando la capacidad económica de los patrones, lo que resulta indiscriminado. c) Se trata de una pena inusitada y trascendental que nunca podrá pagar, de ahí lo factible de que el artículo 50, fracción III, de la ley en consulta, establezca un límite de tiempo en que deban correr los salarios caídos. d) La naturaleza indemnizatoria de los salarios caídos implica una sanción, pena o castigo que se impone para resarcir el menoscabo sufrido por el trabajador, siendo que el artículo 22 de la Carta Magna prohíbe las multas excesivas y penas inusitadas y trascendentales, a menos de que en su momento el legislador elabore las reformas. e) De manera comprensión de ilustrativa la para pena-sanción la o debida condena excesiva que encierra el pago de los salarios caídos, al no contener un instrumento de aplicación para condenar en forma justa y conforme a la equidad del pago al empleador, tomando en cuenta 33 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. la capacidad y particularidades del patrón, en forma ilustrativa se citan las siguientes tesis: "SALARIOS CAÍDOS, EQUIVALEN A DAÑOS Y PERJUICIOS", "SALARIOS CAÍDOS", "SALARIOS CAÍDOS, CUANDO SE DEMANDA EL PAGO DE DAÑOS Y PERJUICIOS", "SALARIOS VENCIDOS, CÁLCULO DE SU IMPORTE, EN EL CASO DE QUE SE HAYA EJERCITADO LA ACCIÓN RESCISORIA Y SE DEMANDE EL PAGO DE LA INDEMNIZACIÓN CONSTITUCIONAL", "SALARIOS VENCIDOS O CAÍDOS, NATURALEZA DE LOS. OBLIGACIÓN DE PAGARLOS AUNQUE EL TRABAJADOR LABORE PARA OTRO PATRÓN"; y f) Doctrinariamente, el término de sanción implica no sólo el aspecto criminal sino también la sanción ejecutiva que recae en el pago, y por ello, es que tal concepto es equiparable al que comprende al de los salarios caídos y por lo mismo, ante su correcta exégesis del artículo 22 constitucional es que procede la confrontación en el caso, que prohíbe las multas excesivas. Son infundados los planteamientos que esgrime la quejosa, los que se examinan en conjunto por su íntima vinculación. Conviene destacar de inicio, que los argumentos que comprenden el tema de la inconstitucionalidad que plantea la quejosa, no es por el hecho en sí, de la condena al pago de los salarios caídos que prevé el párrafo segundo del artículo 48 de la Ley Federal 34 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. del Trabajo, sino por el periodo que debe comprender el cálculo del importe, que de acuerdo con la quejosa, al no contener un mecanismo que permita su individualización en cuanto al límite de lo ordinario y razonable, por el carácter excesivo o desproporcional con la capacidad económica de aquélla, se convierte en una multa excesiva considerada como pena inusitada y trascendental. Congruente constitucional con del lo anterior, artículo 22, en el sólo texto quedó consignada la prohibición de imponer multas excesivas, pero sin darse la definición de ellas, ni establecer normas que bastaran para calificar las sanciones pecuniarias, en los casos que se presentaran en la práctica. Por otra parte, el concepto exacto del Constituyente, no puede conocerse, debido a que en la sesión respectiva del congreso en que se votó el artículo en mención, no llegó a tratarse la cuestión ni el dictamen de la comisión que lo formuló, contiene ideas sobre el particular. No obstante lo anterior, el Máximo Órgano de Justicia en el país ha sostenido reiteradamente, que las penas inusitadas son aquellas inhumanas, crueles, infamantes o excesivas, o bien que no corresponden a los fines que persigue la penalidad en general, esto es, la que su imposición no obedece a la aplicación de una norma que la contenga, sino al arbitrio de la autoridad; mientras 35 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. que las penas trascendentales son las que van más allá de la persona del delincuente. Esto es, el Máximo Tribunal de Justicia en el país sentó la base de si una sanción no tiene la calidad de pena, no puede calificarse como trascendental en términos del artículo 22 constitucional. En ese contexto, al disponer el artículo 48 de la Ley Federal del Trabajo que los salarios vencidos o caídos cuando se intenta la acción de indemnización constitucional se generan hasta que se cumplimenta el laudo, debe de estarse a que no indica, al igual que los demás dispositivos que integran ese ordenamiento legal, cuándo debe tenerse por cumplido, y por lo mismo cesa la causación de aquéllos; sin embargo, debe tomarse en consideración que cuando el trabajador que se dice despedido ejercita la acción referida, revela su deseo de dar definitivamente por terminada la relación laboral con su patrón y por ende, que ya no alberga la esperanza de allegarse emolumentos en forma ordinaria y permanente por el trabajo que desempeñaba, por buscar otra fuente de riqueza; por tal razón, de intentarse la acción de indemnización, los salarios caídos, para el caso de que en el laudo se determine que el despido fue injustificado, tendrán la naturaleza de indemnizatorios, mas no de pago ordinario de servicios laborales que debiesen prestarse, por lo que éstos cesarán en la fecha en que la patronal 36 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. haga su pago, que es en lo que encuentra su justificación esa acción secundaria de pago de salarios; y que nunca podrá ser menor de tres meses de salario integrado, con independencia de que el importe consignado o pagado no se etiquete para la indemnización, sino para otra prestación secundaria como la de pago de salarios vencidos, en aplicación del principio de buena fe que impera en materia laboral atento a los artículos 31 y 841 de la Ley Federal del Trabajo, que obliga a considerar la verdadera intención de las partes, como es el patrón. Así, y con el objeto de acreditar lo infundado del señalamiento de la quejosa en cuanto a que el ordinal 48 de la ley de la materia no cuenta con un mecanismo del que se obtenga el límite de tiempo en el que deben correr los salarios y por ello lo excesivo de su pago como sanción pecuniaria que rebasa el término de lo ordinario y razonable, conviene citar en lo conducente, la tesis que se comparte del Segundo Tribunal Colegiado del Vigésimo Segundo Circuito, a página 1911, Tomo XXIII, febrero de 2006, Materia Laboral, Novena Época del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta que dice: "SALARIOS VENCIDOS. MOMENTO EN QUE CESA SU CAUSACIÓN, CUANDO SE EJERCITA LA ACCIÓN DE INDEMNIZACIÓN CONSTITUCIONAL.” [se transcribe]. 37 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. Adicionalmente, debe decirse que los artículos 123, apartado A, fracción XXII, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y 48 de la Ley Federal del Trabajo, conceden al trabajador que se considera despedido injustificadamente la posibilidad de que, a su elección, ejercite la acción de cumplimiento reinstalación, indemnización; o de bien, por contrato la de mediante pago consiguiente, de cuando la una se ejercita alguna de estas acciones, y se reclama el pago de los salarios vencidos, por lo que, de no condenar la junta al patrón al pago de esa prestación, viola en perjuicio de los trabajadores su garantía de legalidad, otorgada en su favor por el artículo 14 de la Constitución General de la República, al dejar de aplicar en su beneficio el citado precepto, máxime si desde su demanda laboral el trabajador exige como prestación a su favor el pago de los salarios caídos. Sin que pase por inadvertido, que el hecho de que el artículo 123, apartado A, fracción XXII, de la Constitución establezca solamente la obligación de la patronal de cumplir el contrato o de indemnizar al trabajador con el importe de tres meses de salario, cuando se le ha despedido injustificadamente, y que los artículos 48, último párrafo, y 50 de la Ley Federal del Trabajo señale una mayor prestación consistente en el pago de los salarios caídos desde la fecha del despido hasta 38 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. que se cumplimente la resolución definitiva, no significan que estos inconstitucionales, últimos cuenta preceptos habida que sean en el ordenamiento supremo se establece un mínimo de garantías y no un límite, pudiendo la ley secundaria ampliar los beneficios, máxime que con el pago de los salarios caídos se reparan los daños y perjuicios sufridos por el trabajador con motivo del incumplimiento del contrato de trabajo o despido injustificado por parte del patrón, por lo que a éste corresponde pagar dichos salarios, como lo establece la Ley Federal del Trabajo, más aún que, según principio universalmente admitido, el que obrando ilícitamente causa un daño a otro, está obligado a repararlo. Pero además, el texto constitucional no prohíbe imponer a los patrones una responsabilidad mayor que la establecida en él, pues se trata de una norma tutelar de los derechos de los trabajadores, que contiene las normas básicas en su aspecto mínimo indispensable, aunado a que el segundo párrafo del artículo 123 constitucional, facultó al Congreso de la Unión para dictar leyes sobre el trabajo, sin contravenir las bases establecidas en él. Son aplicables las tesis de la otrora Cuarta Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, consultables a páginas 85, 40 y 42, Volúmenes Quinta Parte, XLVI, XXXIX y XLV, Materia Laboral y 39 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. Constitucional, Sexta Época del Semanario Judicial de la Federación, que a la letra dicen: "SALARIOS CAÍDOS, CONFORMIDAD IMPERANTE PAGO CON ANTES LA DE DE LOS, DE JURISPRUDENCIA LA REFORMA DEL ARTÍCULO 122 DE LA LEY LABORAL. SALARIOS CAÍDOS, PAGO DE LOS, DE CONFORMIDAD CON LA JURISPRUDENCIA IMPERANTE ANTES DE LA REFORMA DEL ARTÍCULO 122 DE LA LEY LABORAL.” [se transcribe]. Ante lo expuesto, es claro que no existe la inconstitucionalidad de los artículos 48 y 50 de la Ley Federal del Trabajo, porque sólo revisten de ese carácter las normas secundarias cuando contrarían a algún precepto de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, pero no así cuando amplían el mínimo de las garantías que establece la Carta Magna.” CUARTO. Inconforme con la resolución anterior, las quejosas interpusieron recurso de revisión mediante escrito recibido el once de abril de dos mil ocho en la Oficialía de Partes del Tribunal Colegiado en Materias de Trabajo y Administrativa del Décimo Cuarto Circuito. Mediante proveído de catorce de abril de dos mil ocho el Tribunal Colegiado del conocimiento remitió los autos del juicio de amparo a esta Suprema Corte de Justicia de la Nación, la cual por auto de Presidencia de catorce de mayo siguiente, admitió el 40 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. recurso de mérito, ordenó formar y registrar el toca relativo con el número 771/2008; así como hacerlo del conocimiento del Procurador General de la República, para que dentro del plazo de diez días formulara el pedimento respectivo, y turnarlo a la Segunda Sala, en virtud de que la materia del asunto corresponde a su especialidad. QUINTO. El dos de junio de dos mil ocho, el Subsecretario General de Acuerdos de esta Suprema Corte de Justicia de la Nación, certifica que el Agente del Ministerio Público adscrito a este Alto Tribunal se abstuvo de formular pedimento (foja 54 del toca en que se actúa). Por auto del mismo día antes indicado el Presidente de la Segunda Sala de esta Suprema Corte de Justicia de la Nación admitió a trámite el recurso de revisión y ordenó turnar el asunto al Ministro Genaro David Góngora Pimentel. C O N S I D E R A N D O: PRIMERO. Esta Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación es competente legalmente para conocer del presente recurso de revisión en términos de lo dispuesto en los artículos 107, fracción IX, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, reformado mediante Decreto del diez de junio de mil novecientos noventa y nueve; 84, fracción II, de la Ley de Amparo; y 21, fracción XI, de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación y conforme a lo previsto en los puntos 41 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. Tercero, fracción II y Cuarto del Acuerdo General Plenario 5/2001, publicado el veintinueve de junio de dos mil uno en el Diario Oficial de la Federación, en virtud de que el recurso se interpuso en contra de una sentencia dictada en un juicio de amparo directo respecto de un laudo, es decir, en materia de trabajo, lo cual es especialidad de esta Segunda Sala y no se estima necesaria la intervención del Pleno de este Alto Tribunal. SEGUNDO. El recurso de revisión es oportuno de conformidad con lo dispuesto en el artículo 86 de la Ley de Amparo, ya que la sentencia recurrida se notificó a la parte ahora recurrente el viernes veintiocho de marzo de dos mil ocho, notificación que surtió sus efectos el lunes treinta y uno del mismo mes y año, por lo cual el plazo para la interposición del citado medio de defensa comenzó a correr a partir del uno al catorce de abril de dos mil ocho, excluyéndose del cómputo los días cinco, seis, doce y trece de abril por ser sábados y domingos inhábiles por disposición legal. Así, dado que el recurso de revisión se recibió el once de abril de dos mil ocho en la Oficialía de Partes del Tribunal Colegiado en Materias de Trabajo y Administrativa del Décimo Cuarto Circuito, debe concluirse que fue interpuesto en tiempo. TERCERO. Las recurrentes tienen legitimación para interponer el presente recurso de revisión, habida cuenta que lo hacen en su calidad de quejosas. 42 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. CUARTO. La parte inconforme aduce en su único agravio lo siguiente: “AGRAVIO ÚNICO. De conformidad con el artículo 88 de la Ley de Amparo en vigor, me permito transcribir la parte de la sentencia que contiene la calificación de constitucionalidad [se transcribe]. Causa agravios a **********, la sentencia de amparo directo recurrida, debido a que en ella, el H. Tribunal Colegiado en Materias de Trabajo y Administrativa del Décimo Cuarto Circuito, resolvió que es infundado el concepto de violación esgrimido por el suscrito en representación de las sociedades mercantiles quejosas, relativo a la inconstitucionalidad de los artículos 48, 50 fracción III y 52 de la Ley Federal del Trabajo en vigor, mismos que aplicó la Junta Local de Conciliación y Arbitraje para condenarlas al pago de salarios caídos o vencidos en el laudo de fecha 15 de mayo del 2007, acto reclamado en la demanda de mérito. Son obvios los agravios que le causa a mis poderdantes el sentido de la sentencia, puesto que al considerar el H. Tribunal Colegiado resolutor que los artículos 48, 50 fracción III y 52 de la Ley Federal del Trabajo, son constitucionales, éstos se aplicarán y surtirán sus efectos en el laudo condenatorio y por consiguiente serán compelidas **********, a pagarle a la parte actora del juicio, en 43 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. forma por demás excesiva, inusitada y trascendental, los salarios caídos o vencidos que prescriben como indemnización o sanción resarcitoria los artículos referidos, en franco atentado a lo dispuesto por el artículo 22 de la Ley Fundamental. Como podrán observar señores Ministros **********, acusaron de inconstitucionales a los artículos 48, 50 fracción III y 52 de la Ley Federal de Trabajo en el sexto concepto de impugnación de la demanda de garantías que interpusieron por mi conducto ante el H. Tribunal Colegiado del Décimo Cuarto Circuito, bajo el razonamiento medular de que dichos artículos condenan en forma excesiva, inusitada y trascendental a todos los patrones en general y sin distinción alguna al pago de salarios caídos o vencidos, desde la fecha de despido del obrero hasta que se cumplimente el laudo y/o se paguen las indemnizaciones a que fue condenado, lo cual se considera violatorio del artículo 22 de nuestra Carta Magna y por consiguiente tildamos de inconstitucionales a tales preceptos, dado que según nuestro juicio, la forma en que condenan dichos artículos al pago de salarios, es equiparable a una multa excesiva o a una pena inusitada y trascendental, al no contener las normas en comento, así como ninguna otra de la Ley Federal del Trabajo, algún precepto o mecanismo jurídico que permita individualizar la condena al pago de 44 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. salarios vencidos al caso o situación jurídica y económica concreta del patrón o empresario demandado o en su defecto un límite más justo atendiendo las circunstancias anteriores, lo cual origina que la pena o sanción contenida en el laudo que constriñe a pagarle salarios caídos a la parte actora como reparación por los daños y perjuicios causados en su persona por haber sido separada de su empleo sin justificación y haber violado en su perjuicio el principio de estabilidad y permanencia en el trabajo (sin conceder hecho alguno), sea por demás excesivo y trascendental. Asimismo, manifestamos en el agravio aludido, que los artículos que señalamos inconstitucionales no lo son por el solo hecho de condenar al pago de salarios caídos o vencidos (dado que es justo que se le indemnice con su pago al obrero por los daños y perjuicios sufridos a causa del patrón), sino porque no permiten ajustar su condena de acuerdo a las posibilidades económicas del patrono demandado y a las de su empresa, para evitar que por la excesiva condena al pago de salarios vencidos, desaparezca o se dañe grave e irreversiblemente a la negociación y por consiguiente las fuentes de empleo que habrá generado, causando perjuicios en la economía del país, a las familias respectivas, y a la sociedad en general. 45 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. No obstante lo anterior, el H. Tribunal Colegiado resolvió que es infundado el concepto de violación de inconstitucionalidad antes sintetizado, argumentando, en forma medular, lo siguiente: [se transcribe]. Las conclusiones a que llegó el H. Tribunal Colegiado en Materias de Trabajo y Administrativa del Décimo Cuarto Circuito, para desestimar el concepto de violación de inconstitucionalidad esgrimido en la demanda de garantías, nos parecen desafortunadas y equivocas, por las razones que a continuación expresaremos. En primer término nos permitimos insistir en forma férrea, cuenta habida que es toral y trascendental para acreditar la inconstitucionalidad de los artículos 48, 50 fracción III y 52 de la Ley Federal del Trabajo, por lo que toca a la forma en que estatuyen la condena al pago de salarios caídos, que se tratan de una pena o sanción de carácter económico impuesta al empleador para reparar los daños y perjuicios ocasionados por el incumplimiento del contrato o la injustificación del despido, en otras palabras, su determinación en la ley secundaria y/o reglamentaria, tiene por objeto castigar, sancionar y/o penalizar al patrón para reparar los perjuicios y daños originados por su parte al obrero al privarlo de su fuente de riqueza y/o de subsistencia económica. 46 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. En esta tesitura, rogamos convenir en que la condena al pago de salarios caídos se trata de una pena impuesta al patrono que violentó el artículo 123, apartado A, de la Constitución General de la República y su norma reglamentaria de la Ley Federal del Trabajo y, en tal sentido, la imposición de esa pena de carácter resarcitorio, así como los preceptos secundarios que la contienen y/o prescriben, deben estar ajustados al diverso artículo 22 de la Carta Fundamental, que proscribe en la nación mexicana, cualquier pena excesiva, inusitada o trascendental. El indicado artículo 22 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, incluye en su mandato prohibitivo no sólo a las penas de índole criminal, sino también a las penas pecuniarias y/o de tipo económico que pudieran imponerse a los gobernados por las autoridades; el aserto anterior podrán comprobarlo esos HH. Ministros, del propio texto del artículo 22 constitucional en cita, que expresamente prohíbe la imposición de multas excesivas (que son de carácter económico), de lo que cabe inferir con meridiana claridad que el espíritu del Constituyente, fue el de abolir en México las penas de todo tipo, ya sean de naturaleza económicas criminal, y/o corporales, psicológicas, “cualesquiera otras”, independientemente de su forma, denominación o modo de imposición, que resulten ser excesivas, 47 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. inusitadas y trascendentales a la persona de los gobernados. Conforme a lo expuesto y contrario a lo resuelto infundadamente por el Tribunal Colegiado de Circuito, es dable concluir que en la especie se actualiza la inconstitucionalidad de los artículos 48, 50 fracción III y 52 del código obrero federal, aducida en la demanda de garantías, toda vez que ninguno de los preceptos en mención, contienen reglas o normas para individualizar la pena de pago de salarios caídos, según sea el caso concreto de cada patrón y/o persona condenada a sufragar la pena pecuniaria consideración de sus referencia, características tomando en particulares como son capacidad económica, reincidencia en infracciones a la Ley Federal del Trabajo, antigüedad de su empresa, giro de la negociación, razón social y, en general, las circunstancias específicas del condenado y de su organización económica y comercial, para estar en aptitud de determinar con justicia cuál sería el importe de salarios caídos a condenar al empleador y su empresa, de tal manera que la pena cumpla con el fin que la justifica y sea reparable, sin que dañe irreversiblemente al gobernado destinatario de la sanción pecuniaria, ya sea persona física o jurídica. Lo anterior encuentra su justificación en cuanto que la Ley Federal del Trabajo, en los preceptos tildados de inconstitucionales, prescriben el pago 48 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. de los salarios caídos hasta que se cumplimente el laudo, en otras palabras, hasta que se haga el pago de la indemnización constitucional o reinstalación, que no es condenada o resuelta sino hasta el final del juicio. Situación legal que en la práctica, origina y/o da lugar al incremento desproporcionado del importe de los salarios caídos hasta la conclusión del juicio, durante un periodo indeterminado de tiempo, que es la duración de todo el proceso del juicio correspondiente, que puede durar años, según las cargas probatorias del expediente y las cargas de trabajo del órgano jurisdiccional que dirime la controversia laboral y todavía más allá, las de los propios órganos de control constitucional, que a fin de cuentas, son los que ratifican o revocan las resoluciones del tribunal del trabajo. En este orden de ideas y en la praxis, en los casos de condena al patrono al pago de la indemnización constitucional o la reinstalación, origina la mayoría de las veces una pena y/o sanción económica al empleador desproporcionada, excesiva, inusitada y trascendental, de la accesoria de salarios vencidos, derivada de la por naturaleza prolongada duración de los litigios y lo indeterminado de la condena que es cuantificable sólo hasta la decisión final del proceso; pena que adquiere estas desafortunadas características principalmente en un país en vías de desarrollo como México, donde las grandes y sólidas empresas son escasas y casi toda la 49 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. economía formal y las fuentes de empleo, dependen en la generalidad de los negocios familiares y de las pequeñas y medianas empresas (PyMES), estas últimas objeto de apoyo frontal por parte del gobierno nacional, como parte de las estrategias de los Planes Nacionales de Desarrollo, para impulsar la ya de por sí deteriorada economía del país; todo lo cual se invoca como un hecho notorio conforme a la siguiente jurisprudencia: No. Registro: 174,899 Jurisprudencia Materia (s): Común Novena Época Instancia: Pleno Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta XXIII, junio de 2006 Tesis: P./J.74/2006 Página: 963 “HECHOS NOTORIOS. CONCEPTOS GENERAL Y JURÍDICO.” [se transcribe]. Conforme a lo expresado, la realidad legal y pragmática en comento, genera penas económicas de salarios inusitadas caídos y que resultan trascendentales, excesivas, que lesionan gravemente a los escasos empleadores y/o al sector empresarial en su totalidad, extinguiendo o deteriorando negociaciones gravemente y fuentes de a empresas, empleo, con el 50 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. consiguiente perjuicio a las personas físicas o morales dueñas de las indicadas empresas o negocios y sus familias, a la sociedad en general y al precario desarrollo económico y social de la nación; habida cuenta que en la forma en que se encuentran actualmente redactados los artículos 48, 50 fracción III y 52 de la Ley Federal del Trabajo, no permiten individualizar la pena de salarios caídos de acuerdo a las capacidades económicas del empleador y su empresa, sobre si es reincidente en infraccionar las normas laborales y demás datos y antecedentes particulares, expresado de otra manera, no contienen un procedimiento para que los tribunales del trabajo, puedan condenar a los patrones con mayor justicia y equidad a la penalidad económica resarcitoria de salarios caídos, omisión legal que origina condenas excesivas, inusitadas y trascendentales de los mismos; razón por la que los preceptos en cita violentan el primer párrafo del artículo 22 de la Constitución General de la República, que prohíbe “CUALESQUIERA OTRAS PENAS INUSITADAS Y TRASCENDENTALES”, como se externó en la demanda de amparo directo, resultando, en consecuencia, inconstitucionales tales preceptos, contrario a lo resuelto por el Tribunal Colegiado de Circuito. Suplicamos no pasar inadvertido que el objeto primordial del Derecho del Trabajo, es encontrar el 51 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. equilibrio en las relaciones jurídicas entre trabajadores y empleadores, expresado de otra manera, por su naturaleza el Derecho del Trabajo, es un conjunto de normas de carácter conciliador de ambos intereses, pero de justicia distributiva y tutelar a la clase trabajadora; empero, no puede tener por objeto o traer como consecuencia directa o indirecta esa justicia distributiva, la extinción de las fuentes de trabajo y de las empresas; en otras palabras, su carácter distributivo no puede llegar a tal punto que las condenas o penas resarcitorias fundadas en sus preceptos a favor de los obreros, sean de tal manera graves que originen la conclusión o grave daño de la empresa y los trabajos o fuentes de riqueza que crean para la sociedad, por no tomar en consideración sus normas legales económica, condenatorias, reincidencia y la capacidad demás datos particulares del patrono infractor de la ley laboral, para determinar con justicia el pago de estipendios vencidos. Es por todo lo argumentado que no estamos de acuerdo cuando el Tribunal Colegiado de Circuito, concluyó en lo toral en la sentencia recurrida que: [se transcribe]. Razonamiento desafortunado y que causa agravios a mis representadas, pues el resolutor del amparo directo tergiversó el contenido del concepto de violación de inconstitucionalidad esgrimido, cuenta 52 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. habida que aunque la pena de salarios caídos, por su naturaleza, no se trata en sí misma y/o exactamente de una multa, sí es una pena o sanción, de carácter resarcitorio, pero pena al fin y al cabo; aunque bien pueden equipararse ambos conceptos por analogía, equidad y mayoría de razón, pues se tratan de sanciones económicas, una disciplinaria (multa) y la otra resarcitoria (salarios caídos) y, en consecuencia, los preceptos legales que ordenan el pago de salarios vencidos, estimamos deben de contener reglas similares a las que determinan e individualizan la imposición de multas de diversas legislaciones o códigos, para no transgredir el artículo 22 constitucional, razón por la que se invocaron y mencionaron en el citado concepto de impugnación, así como las jurisprudencias emitidas por esos órganos de control constitucional, donde resuelven la ilegalidad de las multas fijas, lo cual podrán corroborar esos HH. Magistrados de la propia demanda de garantías en el agravio sexto. Por otra parte se ha manifestado y acreditado supra y en el sexto concepto de impugnación de la demanda de amparo, al cual nos remitimos para no incurrir en obviedad de repeticiones, que los salarios caídos sí son una sanción y tienen la calidad de pena, de ahí que es dable calificarla como excesiva, inusitada o trascendental, en términos del artículo 22 constitucional, conforme 53 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. ha resuelto ese H. Máximo Tribunal de Justicia del País, máxime que el invocado artículo 22 del Pacto Fundamental, no hace distinciones sobre el carácter de las sanciones que proscribe, por lo que resulta antijurídica la consideración del Tribunal Colegiado del Circuito. De acuerdo con lo citado, al igual que en las normas que prescriben multas, en lo que toca a los salarios caídos, para no incurrir en excesos inconstitucionales en su imposición, los artículos 48, 50 fracción III y 52 de la Ley Federal del Trabajo, deben de contener reglas individualizadoras al caso concreto para su condena, pues se tratan de una pena y/o condena económica, razón por la cual, mientras indicados el legislador preceptos de no la reforme norma los laboral secundaria, los artículos impugnados devienen inconstitucionales por contravenir el numeral 22 de la Carta Magna. Causa agravios a mis representadas el segundo argumento medular del Tribunal Colegiado de Circuito, al resolver: [se transcribe]. El razonamiento del Tribunal Colegiado lo estimamos desafortunado por ilegal y además injusto, pues con su consideración pretende dar por sentado que la legislación secundaria que se tildó de inconstitucional, sí contiene un lapso de tiempo límite para la condena del pago de salarios 54 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. caídos y que según ese razonamiento tal plazo expira cuando se hace el pago de los mismos. Este alegato del resolutor de amparo directo, aparte de infundado es notoriamente injusto, pues implica que el empleador deba de pagar los salarios caídos por toda la duración del juicio o lo que hasta el momento lleve un proceso laboral de salarios vencidos que se hayan generado, sin que se le declare todavía responsable o, de haberlo sido, sin que haya causado ejecutoria el laudo; expresado de otra manera, la forma en que se encuentran redactados los artículos 48, 50 fracción III y 52 de la Ley Federal del Trabajo, carecen de fórmula para individualizar la condena a los salarios vencidos y/o para fijar su condena máxima y el empleador debe de pagar forzosamente los mismos para que no sigan incrementándose durante todo el transcurso de la duración del juicio laboral y ulteriormente a su conclusión, pues, de no hacerlo, “ad eternum”, seguirán generándose los mismos, lo cual con todo respeto estimamos una verdadera arbitrariedad en pleno Siglo XXI, como podrá advertir esa H. autoridad. De lo que se expuso es razonable concluir que contrario a lo resuelto por el Tribunal Colegiado de Circuito, no existe un lapso de tiempo determinado y/o determinable para la cuantificación de la condena del pago de salarios caídos, así como tampoco ninguna regla legal que permita al 55 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. juzgador laboral individualizar y/o particularizar la condena de los estipendios vencidos al caso concreto del enjuiciado y condenado, generando como es económicas bien sabido, penas excesivas, y/o condenas inusitadas y trascendentales en franco atentado al artículo 22 constitucional, que ante la omisión del legislador en la norma reglamentaria laboral, originan en la especie los artículos 48, 50 fracción III y 52 de la Ley Federal del Trabajo. El sentido de la sentencia de amparo impugnada, de estimarse jurídico, implica prácticamente, si se nos permite una analogía a la materia penal, tener por válido que a un reo sometido a proceso se le obligue, “por mandato legal” a aceptar por voluntad propia purgar una condena de prisión por todo el lapso de duración de su juicio penal, sin haber sido condenado y/o declarado responsable de cometer delito y/o causado ejecutoria la sentencia que lo determine culpable; para que no le sigan dando más años de prisión. En términos de lo razonado, no puede tenerse por cierto y legal, la determinación del resolutor de amparo impugnada, pues el patrón no tiene porqué pagar anticipadamente la indemnización constitucional para evitar que se sigan generando más salarios caídos, si no está acreditado el despido injustificado o el incumplimiento del contrato laboral o que en su caso haya causado 56 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. estado o ejecutoria el laudo que lo determine responsable. Todo lo anterior demuestra que las normas acusadas de inconstitucionalidad no contienen cuando menos un lapso de tiempo determinado y cierto para la cuantificación y condena de los salarios caídos, vulnerándose el artículo 22 constitucional. Asimismo, el Tribunal Colegiado de Circuito, continúa sus razonamientos infortunados para declarar indebida e improcedentemente la inconstitucionalidad aducida, al resolver en lo toral que: [se transcribe]. Por supuesto que si actualmente la junta no condena al pago de los salarios caídos reclamados por el trabajador cuando ejercita la acción de indemnización constitucional o reinstalación, se viola en su perjuicio el artículo 14 del Pacto Fundamental, pues a la fecha no han sido declarados inconstitucionales los artículos 48, 50 fracción III y 52 de la Ley Federal del Trabajo, que por esta vía se combaten para tal efecto, empero, no por ello quiere decir que los indicados cardinales de la norma secundaria en mención, no puedan ser declarados inconstitucionales por los órganos de control constitucional o que no hayan razones legales para conseguir tal fin, pero mientras esa declaración de inconstitucionalidad no ocurra, derivado de las normas que imperan en 57 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. el juicio de amparo, es lógico que si el tribunal laboral no condena a los salarios caídos en la forma en que lo disponen las normas vigentes, se violentará el artículo 14 constitucional, aun y cuando transgredan evidentemente el artículo 22 de la Carta Magna, ante la inexistencia de la resolución de inconstitucionalidad. En este orden de ideas, lo aducido en la sentencia combatida es inoperante e insuficiente para tener por infundado el alegato de inconstitucionalidad esgrimido por precisamente mis la representadas, finalidad del pues es concepto de impugnación en comento, conseguir la declaratoria de inconstitucionalidad de la actual forma en que se condena al pago de los salarios caídos, que a la fecha sigue revistiendo injustamente el carácter de legalidad su determinación, pues tiene sustento en la norma secundaria que el Tribunal Colegiado debió declarar inconstitucional por los motivos expuestos líneas arriba. Por último el resolutor de la sentencia impugnada decretó: [se transcribe]. Así es, sin lugar a dudas, la Carta Magna no prohíbe laborales imponer una en las normas responsabilidad secundarias mayor a los empleadores que despidan a sus obreros, para ello facultó el artículo 123 constitucional al Congreso de la Unión para dictar leyes sobre el trabajo sin 58 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. contravenir las bases establecidas en él (artículo 123). En eso estamos completamente de acuerdo, los salarios caídos por su propia y especial naturaleza son justos y constitucionales, lo que es inconstitucional por injusto, excesivo, inusitado y trascendental, es la forma en que se condena al pago de los mismos, que es lo que se tildó de inconstitucional y lo cual pasó inadvertido el Tribunal Colegiado de Circuito, originando agravios a mis representadas. La forma en que actualmente se condena a pagar salarios vencidos en la ley reglamentaria, no transgrede el artículo 123, apartado “A”, de la Norma Fundamental, sino el diverso artículo 22 del mismo Máximo Ordenamiento, por dar lugar a penas económicas excesivas, inusitadas y trascendentales, al no contener los conceptos que la prescriben, un procedimiento de individualización de la condena a los empleadores infractores según sea el caso; como claramente se argumentó en la demanda de amparo directo en el agravio sexto, situación que pasó inadvertida el resolutor de amparo, dando lugar a una sentencia infundada; cuenta habida reiteramos, que en su esencia, los salarios caídos no son inconstitucionales, pues es más que justo resarcir a los trabajadores de los daños y perjuicios originados por la empresa, lo inconstitucional es la 59 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. forma en que la legislación reglamentaria ordena su condena y/o pago a cargo de los patronos. La forma en que actualmente se condena a pagar salarios caídos, no es justicia distributiva, sino justicia destructiva, pues aniquila o daña gravemente al empleador y su empresa. De ahí que sea necesario en esta época, hacer una nueva y mejor reflexión sobre la forma en que se debe imponer su pago a los infractores del código obrero federal. Por todo lo anterior consideramos que es urgente e imprescindible que los artículos 48, 50 y 52 o cualquier otro de la Ley Federal del Trabajo, establezcan un mecanismo o instrumento jurídico para individualizar las condenas de salarios caídos, o establezcan un límite o excepción a la condena general, tomando en consideración la capacidad, situación económica y características particulares de los patrones demandados y sus empresas, prestando atención a la duración de los juicios que en la mayoría de los casos es ajena a las partes, así como también sancionando severamente a los litigantes y abogados, que con el ánimo de obtener un lucro excesivo o aburrir a la parte actora para que desista, retrasen injustificadamente los respectivos procedimientos laborales; situaciones jurídicas que no contemplan los artículos 48, 50 y 52, así como ningún otro del código obrero laboral, por lo que mientras el legislador federal, no elabore 60 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. las respectivas reformas, ni la creación de los instrumentos jurídicos correspondientes para tal fin, estimamos que es inconstitucional, por violarse el artículo 22 de la Constitución General de la República, que se condene a nuestras mandantes de la manera en que ocurre en el laudo combatido en la demanda de amparo, al pago de salarios caídos, así como inaplicables los artículos 48, 50 y 52 de la Ley Federal del Trabajo invocados por la autoridad responsable para condenarlas al pago de los mismos, por ser inconstitucionales. Para acreditar que en el presente caso se reúnen los requisitos de importancia y trascendencia para la procedencia del presente recurso de revisión en amparo directo, me permito hacer valer la siguiente tesis jurisprudencial, que considero aplicable por analogía al caso concreto. “REVISIÓN EN AMPARO DIRECTO. SE REÚNEN LOS REQUISITOS DE IMPORTANCIA Y TRASCENDENCIA PARA LA PROCEDENCIA DE ESE RECURSO SI, ADEMÁS DE TENER QUE DETERMINARSE SI ES CONSTITUCIONAL UNA LEY, POR NO EXISTIR JURISPRUDENCIA QUE DEFINA EL PROBLEMA DE CONSTITUCIONALIDAD PLANTEADO, EL TEMA QUE TRATA ES DE ESPECIAL SIGNIFICACIÓN PARA LAS RELACIONES DE TRABAJO Y LA VIDA DE LA COMUNIDAD.” [se transcribe]. 61 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. Como una última reflexión sobre este punto, me permito manifestarle a ustedes señores Ministros, que la situación actual de nuestra sociedad, es distinta a la de hace cuarenta o cincuenta años, que por ser la sociedad cambiante, el Derecho que la regula lo ha de ser también, por tanto, deben modernizarse y adaptarse los preceptos y criterios normativos de tiempo atrás por otros que efectivamente contemplen en forma efectiva los hechos y conductas de la vida actual, a lo cual no puede escapar nuestro Derecho del Trabajo, esto con el objeto de volverlo más justo y efectivo, que proteja a los trabajadores sin dañar a las empresas; por tal virtud, es necesario que se haga un cambio en la ley laboral, que permita individualizar, limitar o excepcionar en ciertos casos la condena al patrón de pagar salarios caídos, en una forma más justa y conforme a la equidad, sin afectar el derecho preferente e irrenunciable de los trabajadores a percibir salarios y a la estabilidad y permanencia en el trabajo, con el objeto de que no se impongan al escaso sistema empresarial mexicano de hoy día, condenas que se vuelven excesivas, inusitadas y trascendentales a causa de los salarios vencidos, en atención a la acertada interpretación hecha por su parte en la jurisprudencia que a continuación se transcribirá y con la cual concluimos este agravio, y que medularmente dice: “Una multa (pena o sanción) 62 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. puede ser excesiva para unos, moderada para otros y leve para muchos.” “MULTA EXCESIVA. CONCEPTO DE.” [se transcribe].” QUINTO. Conforme a lo previsto en los artículos 107, fracción IX, de la Constitución General de la República y 21, fracción III, inciso a), de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, así como en los puntos Primero y Segundo del Acuerdo General Plenario 5/1999, publicado el veintidós de junio de mil novecientos noventa y nueve en el Diario Oficial de la Federación, el recurso de revisión que se interponga en contra de la sentencia dictada por un Tribunal Colegiado de Circuito es procedente cuando habiéndose impugnado la constitucionalidad de una ley federal, en la sentencia recurrida se decida u omita decidir sobre tal cuestión, debiendo limitarse la materia del recurso a las cuestiones propiamente constitucionales, siempre y cuando la resolución que vaya a pronunciar la Suprema Corte de Justicia de la Nación entrañe la fijación de un criterio de importancia y trascendencia. El acuerdo precitado en lo que interesa dispone: ACUERDO GENERAL PLENARIO 5/1999, APROBADO EL VEINTIUNO DE JULIO DE MIL NOVECIENTOS NOVENTA Y NUEVE. “ACUERDO: PRIMERO.- Procedencia 63 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. I. El recurso de revisión es procedente contra las sentencias que en materia de amparo directo pronuncien los Tribunales Colegiados de Circuito, si se reúnen los supuestos siguientes: a) Si en ella se decide sobre la constitucionalidad o inconstitucionalidad de una ley, tratado internacional o reglamento -federal o local-, o se establece la interpretación directa de un precepto constitucional; o bien, si en dichas sentencias se omite el estudio de las cuestiones acabadas de mencionar, cuando se hubieren planteado en la demanda de amparo. b) Si el problema de constitucionalidad referido en el subinciso anterior, entraña la fijación de un criterio jurídico de importancia y trascendencia a juicio de la Sala respectiva. Se entenderá que un asunto es importante cuando de los conceptos de violación (o del planteamiento jurídico, si deficiente), opera se vea la suplencia que los de la queja argumentos (o derivaciones) son excepcionales o extraordinarios, esto es, de especial interés; y será trascendente cuando se aprecie la probabilidad de que la resolución que se pronuncie establezca un criterio que tenga efectos sobresalientes en la materia de constitucionalidad. II. Por regla general, se entenderá que no se surten los requisitos de importancia y trascendencia cuando: 64 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. a) Exista jurisprudencia sobre el tema de constitucionalidad planteado; b) Cuando no se hayan expresado agravios o cuando, habiéndose expresado, sean ineficaces, inoperantes, inatendibles o insuficientes, siempre que no se advierta queja deficiente que suplir; c) En los demás casos análogos a juicio de la Sala correspondiente”. En este orden de ideas, atendiendo a los antecedentes que informan el presente recurso –por principio- cabe señalar que en esta instancia sí subsiste una cuestión propiamente constitucional, pues en el fallo recurrido el Tribunal Colegiado del conocimiento fundamentalmente consideró que los artículos 48, párrafo segundo, 50, fracción III y 52, todos de la Ley Federal del Trabajo, no contravienen al artículo 22 de la Constitución Federal, al establecer el pago de salarios caídos, debido a que si una sanción no tiene la calidad de pena, no puede calificarse como trascendental en términos del precepto constitucional señalado, aunado a que el artículo 123, en su segundo párrafo faculta al Congreso de la Unión a expedir leyes sobre el trabajo, sin contravenir las bases fijadas en dicho numeral, es decir, implica que no se pueden contrariar los principios ahí contenidos, mas no que éste impedido para establecer mejores derechos o mayores prestaciones que las contenidas en la Carta Magna, pues éstas sólo constituyen un catálogo mínimo de garantías y no un límite; y ahora en los agravios expresados en el presente recurso se argumenta lo contrario, razón por la cual esta Segunda Sala de la 65 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. Suprema Corte de Justicia de la Nación tendrá que pronunciarse sobre la constitucionalidad del precepto impugnado. En este sentido, el análisis de la constitucionalidad de los artículos 48, segundo párrafo, 50, fracción III, y 52 de la Ley Federal del Trabajo entraña la fijación de un criterio de importancia, pues sobre el tema no existe precedente. SEXTO. En sus agravios la parte recurrente aduce esencialmente: Que la resolución del Tribunal Colegiado es contraria a derecho, debido a que hace una incorrecta interpretación del artículo 22 de la Constitución Federal, pues los numerales tildados de inconstitucionales sí contrarían a dicha norma constitucional, pues al respecto el citado artículo constitucional incluye en su mandato prohibitivo no sólo a las penas de índole criminal, sino también a las penas pecuniarias y/o de tipo económico que pudieran imponerse a los gobernados por las autoridades, pues el espíritu del constituyente fue el de abolir las penas de todo tipo, ya sean de naturaleza criminal, corporales, psicológicas, económicas y/o cualesquiera otras, independientemente de su forma, denominación o modo de imposición, que resulten ser excesivas, inusitadas y trascendentales a la persona de los gobernados. Que ninguno de los artículos tildados de inconstitucionales contiene reglas o normas para individualizar la pena de pago de salarios caídos, según sea el caso concreto de cada patrón o 66 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. persona condenada a sufragar la pena pecuniaria de referencia, tomando en consideración sus características particulares como son capacidad económica, reincidencia en infracciones a la Ley Federal del Trabajo, antigüedad de su empresa, giro de la negociación, razón social, y en general las circunstancias específicas del condenado y de su organización económica y comercial, para estar en aptitud de determinar con justicia cuál sería el importe de salarios caídos a condenar al empleador y su empresa. De manera previa al examen de los agravios planteados, resulta conveniente hacer algunas reflexiones y precisiones sobre el contenido y alcances del artículo 22 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Así, dicha norma constitucional dispone: (REFORMADO PRIMER PÁRRAFO, D.O.F. 9 DE DICIEMBRE DE 2005) “Artículo 22. Quedan prohibidas las penas de muerte, de mutilación, de infamia, la marca, los azotes, los palos, el tormento de cualquier especie, la multa excesiva, la confiscación de bienes y cualesquiera otras penas inusitadas y trascendentales. (REFORMADO, D.O.F. 3 DE JULIO DE 1996) No se considerará confiscación de bienes la aplicación total o parcial de los bienes de una persona hecha por la autoridad judicial, para el pago 67 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. de la responsabilidad civil resultante de la comisión de un delito, o para el pago de impuestos o multas. Tampoco se considerará confiscación el decomiso que ordene la autoridad judicial, de los bienes, en caso del enriquecimiento ilícito, en los términos del artículo 109; ni el decomiso de los bienes propiedad del sentenciado, por delitos de los previstos como de delincuencia organizada, o el de aquéllos respecto de los cuales éste se conduzca como dueño, si no acredita la legítima procedencia de dichos bienes. (ADICIONADO, D.O.F. 8 DE MARZO DE 1999) No se considerará confiscación la aplicación a favor del Estado de bienes asegurados que causen abandono en los términos de las disposiciones aplicables. La autoridad judicial resolverá que se apliquen en favor del Estado los bienes que hayan sido asegurados con motivo de una investigación o proceso que se sigan por delitos de delincuencia organizada, investigación cuando o se proceso, ponga sin fin que a dicha haya un pronunciamiento sobre los bienes asegurados. La resolución judicial se dictará previo procedimiento en el que se otorgue audiencia a terceros y se acredite plenamente el cuerpo del delito previsto por la ley como de delincuencia organizada, siempre y cuando se trate de bienes respecto de los cuales el inculpado en la investigación o proceso citados haya sido poseedor, propietario o se haya 68 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. conducido como tales, independientemente de que hubieran sido transferidos a terceros, salvo que éstos acrediten que son poseedores o adquirentes de buena fe. (DEROGADO CUARTO PÁRRAFO, D.O.F. 9 DE DICIEMBRE DE 2005)”. Del primer párrafo de el artículo constitucional transcrito se desprende que la Constitución Federal prohíbe explícitamente las penas de muerte, mutilación, infamia, marca, azotes, palos, tormentos de cualquier especie, multa excesiva y confiscación. Asimismo –en lo que interesa al estudio del presente asuntodicho párrafo en su parte final, también prohíbe cualquier otra pena que sea inusitada y trascendental. Ahora, esta Suprema Corte de Justicia de la Nación, en diversas épocas del Pleno y Salas, ha definido qué debe entenderse por penas inusitadas y trascendentales. Así, el Tribunal Pleno ha sostenido los siguientes criterios: “PRISIÓN VITALICIA. NO ES UNA PENA INUSITADA Y TRASCENDENTAL, POR LO QUE NO VIOLA LA CONSTITUCIÓN FEDERAL. De la interpretación armónica de los artículos 18 y 22 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, se advierte que la pena de prisión es una medida aflictiva para el delincuente, pero necesaria para la 69 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. coexistencia pacífica y armónica de los miembros de la sociedad, y tiene el carácter de preventiva, al inhibir la proliferación de conductas antisociales, al tiempo que restablece el orden jurídico que se ve perturbado por la comisión de delitos. Asimismo, la pena forma parte de la defensa social y debe responder proporcionalmente a la gravedad del ilícito cometido, independientemente de que su finalidad sea, también, la readaptación social del delincuente sobre la base del trabajo, la capacitación sobre el mismo y la educación para que pueda convivir dentro de su comunidad. En congruencia con lo anterior, se concluye que la pena privativa de la libertad de por vida no es inusitada ni trascendental, dado que lo que proscribe el indicado artículo 22 es el contenido mismo de la pena, esto es, que se convierta en una práctica inhumana, como en forma ejemplificativa lo destaca el propio precepto al prohibir las penas de mutilación y de infamia, los azotes, los palos y el tormento de cualquier especie, así como que sea trascendental, esto es, que afecte a la familia del delincuente. Además, de haber sido la intención del Constituyente establecer un límite en la duración de las penas privativas de la libertad así lo hubiera asentado, sin embargo, dejó al legislador ordinario la facultad de determinar cuáles son las conductas delictivas y la penalidad que debe corresponderle a cada una de ellas. Por otra parte, aunque el 70 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. calificativo "excesiva" está circunscrito a la multa, no cabe aceptar, por extensión, que también incluya a la pena de prisión vitalicia, pues debe entenderse que en este supuesto aquél no se refiere a la duración propia de la privación de la libertad, sino a que no sea acorde con la gravedad de la conducta delictiva, esto es, que desproporcionalmente al la sanción hecho exceda delictivo, en correlación con el riesgo social y la necesidad de preservar el orden jurídico. Lo anterior se corrobora, con la circunstancia de que el citado artículo constitucional permite al legislador ordinario, en determinados casos, establecer la pena de muerte, la cual, por sí misma, es indudablemente de mayor gravedad para el delincuente en comparación con la de prisión vitalicia” (Tesis P. XIX/2006, consultable en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, visible en el Tomo XXIII, febrero de dos mil seis). “PENA INUSITADA. SU ACEPCIÓN CONSTITUCIONAL. Según el espíritu del artículo 22 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, el término inusitado aplicado a una pena no corresponde exactamente a la acepción gramatical de ese adjetivo, que significa lo no usado, ya que no podría concebirse que el Constituyente hubiera pretendido prohibir la aplicación, además de las penas que enuncia el 71 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. citado precepto 22, de todas aquellas que no se hubiesen usado anteriormente; interpretar gramaticalmente el concepto, sería tanto como aceptar que dicha disposición constituye un impedimento para el progreso de la ciencia penal, pues cualquier innovación en la forma de sancionar los delitos implicaría la aplicación de una pena inusitada. Así, por "pena inusitada", en su acepción constitucional, debe entenderse aquella que ha sido abolida por inhumana, cruel, infamante y excesiva o porque no corresponde a los fines que persigue la penalidad” (Tesis P./J. 126/2001, publicada en la misma época del citado órgano de difusión oficial, visible en el Tomo XIV, octubre de dos mil uno). De igual manera, la Primera Sala definió ambos conceptos en las tesis que a continuación se citan: “PATRIA POTESTAD. EL ARTÍCULO 444, FRACCIÓN VI, DEL FEDERAL, CÓDIGO QUE CIVIL PREVÉ PARA UNA EL DISTRITO CAUSAL PARA DECRETAR SU PÉRDIDA, NO VIOLA EL ARTÍCULO 22 DE LA CONSTITUCIÓN FEDERAL. Esta Suprema Corte de Justicia de la Nación ha sostenido que la "pena inusitada" es aquella que ha sido abolida por inhumana, cruel, infamante y excesiva o porque no corresponde a los fines que persigue la penalidad; mientras que por "pena trascendental" debe entenderse aquella que afecte a los parientes o 72 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. allegados del condenado, es decir, que va más allá de la persona del delincuente. En este contexto, se advierte que las penas trascendentales e inusitadas son las impuestas en asuntos que revisten naturaleza penal; de manera que el artículo 444, fracción VI, del Código Civil para el Distrito Federal, al decretar dentro de un juicio de naturaleza civil la pérdida de la patria potestad contra quien la ejerza por haber cometido un delito doloso contra la persona o bienes de los hijos, no viola el artículo 22 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos que prohíbe tales penas, en virtud de que no es factible encuadrarla dentro de la materia penal, ya que no participa del carácter de una pena de esa naturaleza” (Tesis 1a. XVI/2007, consultable en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, visible en el Tomo XXV, enero de dos mil siete). “PENAS INUSITADAS Y TRASCENDENTALES, QUÉ SE ENTIENDE POR. Según el espíritu del artículo 22 de la Constitución General, el término inusitado, aplicado a una pena, no corresponde exactamente a la acepción gramatical de ese adjetivo. En efecto, inusitado, gramaticalmente hablando, es lo no usado, y no podría concebirse que la Constitución hubiera pretendido prohibir la aplicación, además de las penas que enumera en el citado precepto, de todas aquellas que no se hubieran usado 73 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. anteriormente, porque tal interpretación haría concluir que aquel precepto era una barrera para el progreso de la ciencia penal, ya que cualquiera innovación en la forma de sancionar los delitos, implicaría una aplicación de pena inusitada, lo cual no puede aceptarse. Por pena inusitada, en su acepción constitucional, debe entenderse aquella que ha sido abolida por inhumana, cruel, infamante, excesiva; porque no corresponde a los fines que persigue la penalidad; porque no llene las características de una eficaz sanción, como las de ser moral, personal, tranquilizadora, reparable divisible, y, en popular, cierta forma ejemplar; o bien aquellas penas que, aun cuando no hayan existido, sean de la misma naturaleza o índole de las citadas. En cuanto al concepto de trascendentales, no significa que las penas causen un mal más o menos grave en la persona del delincuente, sino que los efectos de la misma afecten a los parientes del condenado. Todo lo anterior se desprende de los términos expresos del concepto constitucional que se comenta, al establecer que quedan prohibidas las penas de mutilación e infamia, la marca, los azotes, los palos, el tormento de cualquier especie, la multa excesiva, la confiscación de bienes, y cualesquiera otras penas inusitadas y trascendentales.” (Tesis 2172, consultable en el Semanario Judicial de la Federación, Quinta Época, visible en el Tomo XL). 74 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. De los criterios antes transcritos se desprende qué debe entenderse por dichos conceptos. De esta forma, pena inusitada es aquella que ha sido abolida por inhumana, cruel, infame y excesiva o porque no corresponde a los fines que persigue la penalidad. Por otra parte, pena trascendental debe entenderse como aquella que afecte a los parientes o allegados del condenado, esto es, que va más allá de la persona del delincuente. Ahora, cabe tener presente que lo dispuesto en el artículo 22 de la Constitución Federal, no sólo aplica en la materia penal, sino también tratándose de otros campos que tengan que ver con la imposición de sanciones, como lo es el derecho administrativo sancionador, en virtud de que ambos son manifestaciones de la potestad punitiva del Estado, pues ambas tienen lugar como reacción frente a lo antijurídico, y en uno y otro supuesto la conducta humana es ordenada o prohibida, es decir, tiene que ver siempre en lo referente a conductas ilícitas que deben ser sancionadas. Lo anterior tiene sustento en las siguientes tesis: “DERECHO ADMINISTRATIVO SANCIONADOR. PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SUS PROPIOS PRINCIPIOS CONSTITUCIONALES ES VÁLIDO ACUDIR DE MANERA PRUDENTE A LAS TÉCNICAS 75 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. GARANTISTAS DEL DERECHO PENAL, EN TANTO AMBOS SON MANIFESTACIONES DE LA POTESTAD PUNITIVA DEL ESTADO. De un análisis integral del régimen de desprende infracciones que el administrativas, derecho se administrativo sancionador posee como objetivo garantizar a la colectividad en general, el desarrollo correcto y normal de las funciones reguladas por las leyes administrativas, utilizando el poder de policía para lograr los objetivos en ellas trazados. En este orden de ideas, la sanción administrativa guarda una similitud fundamental con las penas, toda vez que ambas tienen lugar como reacción frente a lo antijurídico; en uno y otro supuesto la conducta humana es ordenada o prohibida. En consecuencia, tanto el derecho administrativo penal sancionador como el resultan derecho ser dos inequívocas manifestaciones de la potestad punitiva del Estado, entendida como la facultad que tiene éste de imponer penas y medidas de seguridad ante la comisión de ilícitos. Ahora bien, dada la similitud y la unidad de la potestad punitiva, en la interpretación constitucional de los principios del derecho administrativo sancionador puede acudirse a los principios penales sustantivos, aun cuando la traslación de los mismos en cuanto a grados de exigencia no pueda hacerse de forma automática, porque la aplicación de dichas garantías al procedimiento administrativo sólo es posible en la 76 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. medida en naturaleza. que resulten Desde compatibles luego, el con su desarrollo jurisprudencial de estos principios en el campo administrativo sancionador -apoyado en el Derecho Público Estatal y asimiladas algunas de las garantías del derecho penal- irá formando los principios sancionadores propios para este campo de la potestad punitiva del Estado, sin embargo, en tanto esto sucede, es válido tomar de manera prudente las técnicas garantistas del derecho penal” (Tesis P./J. 99/2006, consultable en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, visible en el Tomo XXIV, agosto de dos mil seis). “OBLIGACIONES FISCALES. LOS ARTÍCULOS 6o. Y 32 DEL CÓDIGO FISCAL DE LA FEDERACIÓN NO VIOLAN EL ARTÍCULO 22 DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS (LEGISLACIÓN VIGENTE EN 1993, 1994 Y 1995). La Suprema Corte de Justicia de la Nación ha sostenido que, según el referido precepto constitucional, las penas inusitadas son aquellas inhumanas, crueles, infamantes o excesivas, o bien, que no corresponden a los fines que persigue la penalidad en general, mientras que las penas trascendentales son las que van más allá de la persona del delincuente. Ahora bien, aun cuando es cierto que el artículo 22 constitucional aplica no sólo en materia penal, sino también tratándose de 77 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. otros campos normativos como es el ámbito administrativo -incluido en éste la rama del derecho fiscal-, también lo es que siempre se refiere a conductas ilícitas que deben ser sancionadas. En congruencia con lo anterior, se concluye que los artículos 6o. y 32 del Código Fiscal de la Federación no violan el artículo 22 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, pues no establecen sanciones que correspondan a conductas ilícitas sino que únicamente disponen opciones y mecanismos para que los sujetos obligados puedan hacer frente a sus obligaciones contributivas, cuyo establecimiento se hizo con la única finalidad de eficientar los procedimientos administrativos en lo relativo a la materia fiscal. Y si el error en que incurra el contribuyente al ejercer su derecho de opción, le acarrea consecuencias relativas a la manera en que continuará cumpliendo sus obligaciones, esto no puede asimilarse en modo alguno a una conducta ilícita que amerite una sanción, y mucho menos puede considerarse que tales consecuencias constituyan una pena inusitada o trascendental de las prohibidas por el multicitado precepto constitucional” (Tesis 1a. CXXVII/2005, publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, visible en el Tomo XXII, octubre de dos mil cinco). 78 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. De esta forma, se concluye que el ámbito de aplicación del artículo 22 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, está estrechamente vinculado con un fin que persigue el Estado en su función punitiva, consistente en sancionar. En resumidas cuentas, lo inusitado y trascendente de una pena se aplica a la sanción penal impuesta en sentencia como consecuencia de la responsabilidad derivada de la comisión de un delito. Por otra parte, el Tribunal Pleno de esta Suprema Corte de Justicia de la Nación en la jurisprudencia P./J. 10/95, sostuvo que las leyes que prevén multas fijas son inconstitucionales, en cuanto no permiten a las autoridades impositoras fijar su monto tomando en cuenta la gravedad de la infracción, la capacidad económica del infractor, su reincidencia en la conducta que las motiva y todas aquellas circunstancias que tiendan a individualizar dicha sanción. De igual forma, consideró que las multas no son fijas cuando en el precepto respectivo se señala un mínimo y un máximo que permite a la autoridad facultada para imponerlas determinar su monto de acuerdo con las circunstancias personales del infractor que permitan su individualización en cada caso concreto. Sirve de apoyo a lo anterior la tesis de jurisprudencia P./J. 10/95, cuyo rubro y datos de identificación son los siguientes: “MULTAS FIJAS. LAS LEYES QUE LAS ESTABLECEN SON INCONSTITUCIONALES. Esta 79 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. Suprema Corte ha establecido que las leyes, al establecer multas, deben contener las reglas adecuadas para que las autoridades impositoras tengan la posibilidad de fijar su monto o cuantía, tomando en cuenta la gravedad de la infracción, la capacidad económica del infractor, la reincidencia de éste en la conducta que la motiva y, en fin, todas aquellas circunstancias que tiendan a individualizar dicha sanción, obligación del legislador que deriva de la concordancia de los artículos 22 y 31, fracción IV, de la Constitución Federal, el primero de los cuales prohíbe las multas excesivas, mientras el segundo aporta el concepto de proporcionalidad. El establecimiento de multas fijas es contrario a estas disposiciones constitucionales, por cuanto al aplicarse a todos por igual, de manera invariable e inflexible, propicia excesos autoritarios y tratamiento desproporcionado a los particulares” (Consultable en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, visible en el Tomo II, julio de mil novecientos noventa y cinco). Una vez precisado lo anterior, se procede al estudio de la naturaleza de los salarios caídos. Al respecto, esta Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la jurisprudencia por reiteración 2a./J. 173/2007, determinó el siguiente criterio: 80 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. “SALARIOS VENCIDOS. EL ARTÍCULO 48, SEGUNDO PÁRRAFO, DE LA LEY FEDERAL DEL TRABAJO, QUE PREVÉ COMO OBLIGACIÓN DEL PATRÓN CUBRIRLOS EN CASO DE DESPIDO INJUSTIFICADO, NO VIOLA EL ARTÍCULO 123, APARTADO A, CONSTITUCIÓN UNIDOS FRACCIÓN POLÍTICA MEXICANOS. XXII, DE La LOS DE LA ESTADOS disposición legal mencionada, al establecer que si en el juicio correspondiente el patrón no comprueba la causa de la rescisión, el trabajador tendrá derecho, además, cualquiera que hubiese sido la acción intentada, a que se le paguen los salarios vencidos desde la fecha del despido y hasta que se cumplimente el laudo, no viola el artículo 123, apartado A, fracción XXII, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, pues el pago de los salarios vencidos encuentra justificación en el hecho de que, por lo general, el trabajador está separado de su empleo sin percibir salario alguno, por causa no imputable a él, por lo que el patrón incurre en una ineludible responsabilidad si se demuestra lo injustificado del despido. Además, el texto constitucional no prohíbe imponer a los patrones una responsabilidad mayor que la establecida en él, pues se trata de una norma tutelar de los derechos de los trabajadores, que contiene las normas básicas en su aspecto mínimo indispensable, aunado a que el segundo párrafo del 81 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. artículo 123 constitucional, facultó al Congreso de la Unión para dictar leyes sobre el trabajo, sin contravenir las bases establecidas en él” (Publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, visible en el Tomo XXVI, septiembre de dos mil siete). De las ejecutorias que dieron origen a citado criterio jurisprudencial, se destaca lo siguiente: Cuando un trabajador se dice despedido injustificadamente tiene dos acciones: una de reinstalación obligatoria o cumplimiento del contrato de trabajo, y otra de indemnización de tres meses de salario y pago de salarios vencidos o caídos. Tales acciones están previstas en el artículo 48 de la Ley Federal del Trabajo, que a la letra dispone: “Artículo 48. El trabajador podrá solicitar ante la Junta de Conciliación y Arbitraje, a su elección, que se le reinstale en el trabajo que desempeñaba, o que se le indemnice con el importe de tres meses de salario. Si en el juicio correspondiente no comprueba el patrón la causa de la rescisión, el trabajador tendrá derecho, además, cualquiera que hubiese sido la acción intentada, a que se le paguen los salarios vencidos desde la fecha del despido hasta que se cumplimente el laudo.” 82 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. La reinstalación del trabajador en su empleo es obligatoria; sin embargo, en razón de las condiciones laborales especiales y de las categorías de determinados trabajadores, el Constituyente responsabilizó al Congreso de la Unión para legislar en aquellos casos en los cuales el patrón podrá ser eximido de esta obligación, motivo por el cual, la ley laboral, en cumplimiento a lo dispuesto en el artículo 123, apartado A), fracción XXII, de la Constitución Federal, estableció los casos en que el patrón está eximido de reinstalar al trabajador, en los términos del artículo 49, y cuando al patrón, en el juicio laboral correspondiente, se le exima de reinstalar al trabajador, estará obligado a pagarle a éste las indemnizaciones que se especifican en el artículo 50. De esta forma, el artículo 49 de la Ley Federal del Trabajo regula los casos de excepción a la reinstalación: “Artículo 49. El patrón quedará eximido de la obligación de reinstalar al trabajador, mediante el pago de las indemnizaciones que se determinan en el artículo 50 en los casos siguientes: I. Cuando se trate de trabajadores que tengan una antigüedad menor de un año; II. Si comprueba ante la Junta de Conciliación y Arbitraje, que el trabajador, por razón del trabajo que desempeña o por las características de sus labores, está en contacto directo y permanente con él y la Junta estima, tomando en consideración las circunstancias del caso, que no es posible el desarrollo normal de la relación de trabajo; 83 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. III. En los casos de trabajadores de confianza; IV. En el servicio doméstico; y Cuando se trate de trabajadores eventuales.” Asimismo, en el numeral 50, además de las indemnizaciones contenidas en las fracciones I y II, también establece en la fracción III, el pago de tres meses de salario y de salarios vencidos: “Artículo 50. Las indemnizaciones a que se refiere el artículo anterior consistirán: I. Si la relación de trabajo fuere por tiempo determinado menor de un año, en una cantidad igual al importe de los salarios de la mitad del tiempo de servicios prestados; si excediera de un año, en una cantidad igual al importe de los salarios de seis meses por el primer año y de veinte días por cada uno de los años siguientes en que hubiese prestado sus servicios; II. Si la relación de trabajo fuere por tiempo indeterminado, la indemnización consistirá en veinte días de salario por cada uno de los años de servicios prestados; y III. Además de las indemnizaciones a que se refieren las fracciones anteriores, en el importe de tres meses de salario y en el de los salarios vencidos desde la fecha del despido hasta que se paguen las indemnizaciones.” 84 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. Ahora bien, se conoce con el nombre de salarios vencidos o caídos, a aquéllos que debió percibir el trabajador si se hubiese desarrollado normalmente la relación de trabajo, desde la fecha en que fue despedido o desde que se separó del trabajo, por causa imputable al patrono, hasta que se cumplimente el laudo que ordenó la reinstalación o el pago de las indemnizaciones. La anterior Cuarta Sala de esta Suprema Corte de Justicia de la Nación respecto a este tema, emitió los siguientes criterios: “SALARIOS VENCIDOS, CONDENA AL PAGO DE. Si un trabajador reclama su reinstalación o el pago de indemnización injustificado y la constitucional acción por intentada despido resulta procedente, basta que mencione que también reclama el pago de prestaciones ‘a que tuviera derecho’ para que con base en el artículo 48 de la Ley Federal del Trabajo, en ambos casos, se deba condenar el pago de salarios vencidos desde la fecha del despido hasta que se cumplimente el laudo” (Semanario Judicial de la Federación, Séptima Época visible en el Tomo 115-120 Quinta parte). “SALARIOS VENCIDOS, DERECHO AL PAGO DE LOS, EN CASO DE EJERCICIO DE LAS ACCIONES POR DESPIDO. El artículo 48 de la Ley Federal del Trabajo de 1970, establece que el trabajador despedido injustificadamente, podrá solicitar, a su elección, que se le reinstale o se le indemnice con 85 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. el importe de tres meses de salario, y que tendrá derecho, además, cualquiera que hubiese sido la acción intentada, a que se le paguen los salarios vencidos desde la fecha del despido hasta que se cumplimente el laudo; por tanto, conforme a lo establecido en este precepto legal, se entiende que los salarios vencidos son una consecuencia inmediata y directa de las acciones originadas en el despido o en la rescisión del contrato por culpa del patrón, por lo que para que se condene a su pago, basta que el trabajador ejercite cualquiera de las dos acciones principales señaladas y prospere, para que por consecuencia tenga derecho a que se le otorgue en forma concomitante o correlativa la prestación derivada correspondiente a los salarios vencidos” (Séptima Época del mismo órgano de difusión oficial, consultable en el Tomo V, Parte SCJN. Tesis 502). Dichas tesis de jurisprudencia tuvieron como antecedente el siguiente criterio de la misma Sala: “SALARIOS CAÍDOS DURANTE EL CONFLICTO. Los salarios caídos son una consecuencia inmediata y directa de las acciones originadas en el despido o en la rescisión del contrato por culpa del patrón, y si esto se tiene por comprobado, las acciones por salarios caídos, aún reclamados en forma vaga, deben prosperar. Cuando un trabajador 86 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. es despedido en los términos del artículo 122 de la Ley Federal del Trabajo de 1931, o rescinde su contrato por cualquiera de las causas establecidas en el artículo 123 del mismo ordenamiento, tiene inmediata aplicación el artículo 124 de la propia ley, según el cual no sólo tiene derecho a la indemnización de tres meses de salario, sino a ésta y a percibir los salarios vencidos en los términos del artículo 122 de la Ley. Lo anterior está indicando que en tales casos el derecho a la indemnización y el pago de salarios vencidos, constituye una sola obligación jurídica, a la que corresponde una acción principal y otra derivada, de manera que cuando se ejercita la de indemnización en forma precisa y ‘las demás que por tal concepto le corresponden’, se está reclamando el pago de salarios caídos en los términos del artículo 122 de la Ley Federal del Trabajo citada” (Semanario Judicial de la Federación, Sexta Época, visible en el Tomo Parte II. Tesis 1723. Nota: Los artículos 122, 123 y 124 citados, corresponden al 47, 48 y 49, respectivamente, de la Ley Federal del Trabajo de 1970). Ahora, al interpretar en conjunto los preceptos contenidos en el Capítulo IV, de la Ley Federal del Trabajo, denominado de la rescisión de las relaciones de trabajo en cuyo contexto se encuentran los numerales 48, segundo párrafo, 50, fracción III, y 52, nos lleva a la necesaria conclusión de que el pago de los 87 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. salarios vencidos desde la fecha del despido hasta que se paguen las indemnizaciones es una sanción que el legislador impuso al patrón que durante el juicio no compruebe la causa de la rescisión laboral, lo cual resulta comprensible atendiendo a que el trabajador estará separado de su empleo, sin percibir salario, por una causa no imputable a él, por lo que el patrón que no acredite las causas de la rescisión de trabajo debe indemnizar o reparar el daño producido por la falta en que incurrió; pues durante la tramitación del juicio, generalmente el trabajador se encuentra desprotegido, sin percibir salario alguno para satisfacer las necesidades familiares como lo prevé el precepto constitucional preinvocado. En efecto, el artículo 48, párrafo segundo, de la Ley Federal del Trabajo, que regula el pago de los salarios vencidos en el caso de que sea condenado el patrón a reinstalar al trabajador, no viola el numeral 123, apartado A, fracción XXII, de la Constitución Federal, en el aspecto de que si el patrón no comprueba la causa de rescisión, además, cualquiera que hubiese sido la acción intentada a que se le paguen los salarios vencidos desde la fecha del despido hasta que se cumplimente el laudo, en virtud de que encuentra su justificación, en el hecho de que el trabajador está separado de su empleo y sin percibir salario alguno por una causa no imputable a él, por lo tanto el patrón incurre en una ineludible responsabilidad si se demuestra lo injustificado del despido; pues durante la tramitación del juicio, generalmente el trabajador se encuentra desprotegido para satisfacer las necesidades de él y de su familia. 88 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. De esta forma, el texto constitucional no prohíbe imponer a los patrones una responsabilidad mayor que la establecida en él, ya que se trata de una norma tutelar de los derechos de los trabajadores y por otra parte, el párrafo segundo del artículo 123 de la Carta Magna, facultó al Congreso de la Unión para dictar leyes sobre el trabajo, sin contravenir las bases establecidas en el mismo. Del texto de los artículos 123 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y 48 de la Ley Federal del Trabajo, se desprende lo siguiente: 1. Que el artículo 123, apartado A, fracción XXII, de la Carta Magna, establece que cuando un trabajador es despedido injustificadamente, está en condiciones de reclamar el cumplimiento del contrato de trabajo, o sea, su reinstalación, o bien el pago de una indemnización consistente en el importe de tres meses de salario; de tal manera que al solicitar el cumplimiento del contrato de trabajo, su voluntad es que persista la relación que lo une con el patrón, mientras que al pedir el pago de la aludida indemnización, lo que el trabajador desea es romper ese vínculo, esto es, que ya no continúe dicha relación, disposición que en esos términos está reproducida por el diverso 48 de la Ley Federal del Trabajo. 2. Que este último precepto, en su párrafo segundo, establece una determinada carga probatoria al patrón dentro del juicio laboral para justificar la rescisión laboral, caso contrario, contempla en beneficio del trabajador con independencia de la 89 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. acción intentada, a recibir el pago de los salarios vencidos a partir de que aconteció el despido y hasta que se cumplimente el laudo relativo. Así, el numeral 48 de la ley vigente en esa materia, no resulta contrario a lo dispuesto por el artículo 123, Apartado A, fracción XXII, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, por estimarse que: a) La disposición federal no prohíbe imponer a los patrones una responsabilidad mayor que la establecida en ella, pues el legislador ordinario fue autorizado por el párrafo inicial del propio artículo 123 para formular las normas que estime pertinentes para regir las relaciones laborales, siempre y cuando no contraviniera las bases por él previstas. b) La Constitución establece normas básicas tutelares de los derechos de los trabajadores, en su aspecto de mínimo indispensable, que debe ser desarrollado por la legislación y la contratación laborales, esto es, el Ordenamiento Supremo en materia laboral, establece un mínimo de garantías y no un límite, la ley secundaria puede ampliar tales beneficios. c) La finalidad ostensible de la norma secundaria tiene por objeto evitar los graves perjuicios que sufrían los trabajadores porque los conflictos dilataban en su 90 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. resolución, muchas veces propiciado por la parte demandada. d) Que el pago de los salarios vencidos durante la tramitación del juicio laboral, constituye el importe de los daños y perjuicios que legalmente debe cubrir el patrón, como una consecuencia ineludible de la responsabilidad en que incurre si se demuestra lo injustificado del despido. Como se precisó anteriormente, en relación con los salarios caídos a que se refiere el artículo 48 de la Ley Federal del Trabajo, la anterior Cuarta Sala de esta Suprema Corte consideró que son consecuencia inmediata y directa de las acciones originadas en el despido o en la rescisión del contrato de trabajo por causa imputable al patrón, y que el derecho del trabajador a percibirlos se da al obtener resolución favorable en el juicio en que se deduzcan tales acciones. Luego, se desprende de la comparación del artículo 123, apartado A, fracción XXII, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos con el numeral 48, párrafo segundo de la Ley Federal del Trabajo vigente, que el precepto legal no es contrario al dispositivo constitucional en cita, pues no contraviene ni excede las consecuencias jurídicas a que se hace acreedor el patrón que despida sin causa justificada a un trabajador, cuando éste ejercita la acción de cumplimiento de trabajo para su reinstalación o la de indemnización, condenándolo al pago de salarios caídos. 91 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. En efecto, el artículo 48, párrafo segundo, de la ley laboral consagra el pago de salarios caídos como consecuencia del incumplimiento por parte del patrón, cuando sin causa justa despide al trabajador, teniendo la característica de acción accesoria que deriva de la principal consistente en la reinstalación o la indemnización. Lo anterior se afirma, porque en la multirreferida fracción XXII se previenen las consecuencias que tiene para el patrón que despida, sin causa justificada, a un trabajador. Por tanto, el precepto ordinario -al establecer el pago de salarios caídos- no se opone a lo dispuesto en la fracción XXII del artículo 123 apartado A, de la Carta Magna, porque no es una sanción adicional a las que preceptúa, sino sólo es el efecto jurídico derivado del despido injustificado por parte del patrón. Una vez entendida la naturaleza de los salarios caídos, se concluye que, contrariamente a lo dicho por el recurrente, la condena al pago de salarios caídos no se ubica dentro de los supuestos de pena inusitada y trascendental que al respecto establece como prohibida por parte del artículo 22 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Lo anterior deriva de que, como se analizó con anterioridad, los salarios caídos son el efecto jurídico de cuando el patrón no comprueba la causa de la rescisión, pues el pago de éstos encuentra su justificación en el hecho de que, por lo general, el trabajador está separado de su empleo sin percibir salario alguno, 92 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. por causa no imputable a él, por lo que el patrón incurre en una ineludible responsabilidad si se demuestra lo injustificado del despido, pues sólo es efecto jurídico que se deriva del despido injustificado por parte del patrón. En efecto, el pago de salarios caídos es una consecuencia del incumplimiento por parte del patrón, cuando sin causa justa despide al trabajador, teniendo la característica de acción accesoria que deriva de la principal, consistente en la reinstalación o la indemnización. Es decir, los salarios caídos son consecuencia inmediata y directa de las acciones originadas en el despido o en la rescisión del contrato de trabajo por causa imputable al patrón, y que el derecho del trabajador a percibirlos se da al obtener resolución favorable en el juicio en que se deduzcan tales acciones. De esta forma, los salarios caídos no comparten la misma naturaleza de las penas inusitadas y trascendentales que señala el artículo 22 de la Carta Magna, de ahí que no puedan ser analizadas a la luz de dicha norma constitucional. Por tanto, no puede considerarse que la condena de salarios caídos dictada en un laudo dentro de un procedimiento de trabajo seguido ante una Junta de Conciliación y Arbitraje constituya una pena inusitada y trascendental, toda vez que por pena inusitada, según la interpretación del artículo 22 de la Constitución Federal, debe entenderse aquella que ha sido abolida por inhumana, cruel, infamante, excesiva y que no corresponda a los fines que 93 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. persigue, o bien, aquellas penas o sanciones que sean de la misma naturaleza de las citadas, esto es, una pena es inusitada, cuando su imposición no obedece a la aplicación de una norma que la contenga, sino al arbitrio de la autoridad que realiza el acto impositivo. En cuanto al concepto de trascendentales, son aquéllas que pueden afectar jurídicamente y de modo directo a terceros extraños no incriminados. En esta tesitura, la citada condena no es una pena inusitada, en tanto que su imposición no obedece a una conducta arbitraria del juzgador, sino constituye una consecuencia establecida en los artículos 48, segundo párrafo, 50, fracción III, y 52, todos de la Ley Federal del Trabajo que, además, no trasciende a terceros extraños, dado que la sanción que prevé sólo se aplica a la persona que interpone la demanda respectiva. Dicho de otra forma, no cabe aceptar que las disposiciones tildadas de inconstitucionales instituyan una pena inusitada, ya que la condena que comprenden no se identifica como una sanción penal o derivada de la aplicación del derecho administrativo sancionador, ni mucho menos, con aquellas como la de mutilación, infamia, marcas, azotes, palos o tormentos, que repercuten directamente en la persona del gobernado, al estar constitucionalmente prohibidas, y por las mismas razones esenciales, tampoco puede considerarse como penas trascendentales, pues no se aplica a personas distintas al condenado. 94 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. Es decir, en el caso los salarios caídos son el efecto jurídico de cuando el patrón no comprueba la causa de la rescisión, de ahí que es claro que no se trata de una pena inusitada y trascendente, porque deriva precisamente del reclamo de un trabajador, el cual tiene su razón de ser en el despido injustificado que sufrió en su fuente de trabajo, de ahí que no sea factible encuadrarla dentro de la materia penal, ya que se insiste, no participa del carácter de una pena de esa naturaleza. De ahí que no tenga que sujetarse a las directrices que establece la norma constitucional en comento, en cuanto a la reincidencia y capacidad económica del patrón, debido a que su origen es de una acción accesoria que deriva de la principal consistente en la reinstalación o la indemnización, no de una multa de índole administrativo que se imponga por infracción a una norma de esa naturaleza. En consecuencia, los artículos 48, segundo párrafo, 50, fracción III, y 52, todos de la Ley Federal del Trabajo, al no establecer sanciones que correspondan a conductas ilícitas, sino que únicamente disponen que cuando no se compruebe por parte del patrón la causa de la rescisión, cualquiera que hubiese sido la acción intentada –indemnización constitucional o reinstalación- el trabajador tendrá derecho a que se le paguen los salarios caídos o vencidos desde la fecha del despido y hasta que se cumplimente el laudo respectivo, razón por la cual no pueden ser analizados a la luz de lo previsto en el artículo 22 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. 95 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. En tales consideraciones, ante lo infundado de los agravios hechos valer por la parte recurrente, lo procedente es confirmar la sentencia de trece de marzo de dos mil ocho, emitida por el Tribunal Colegiado en Materias de Trabajo y Administrativa del Décimo Cuarto Circuito, al resolver el juicio de amparo directo **********. Por lo expuesto y fundado, se resuelve: PRIMERO. En la materia de la revisión se confirma la sentencia recurrida. SEGUNDO. La Justicia de la Unión no ampara ni protege a **********, contra el acto y autoridad precisados en el resultando primero de este fallo. Notifíquese; con testimonio de esta resolución, vuelvan los autos al lugar de su origen y, en su oportunidad, archívese el toca como asunto concluido. Así, lo resolvió la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, por unanimidad de cinco votos de los señores Ministros Mariano Azuela Güitrón, Genaro David Góngora Pimentel, Sergio Salvador Aguirre Anguiano, Margarita Beatriz Luna Ramos y Ministro Presidente José Fernando Franco González Salas. Firman el Ministro Presidente y el Ministro Ponente, con el Secretario de Acuerdos de la Segunda Sala que autoriza y da fe. 96 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. PRESIDENTE: __________________________________________________ MINISTRO JOSÉ FERNANDO FRANCO GONZÁLEZ SALAS. PONENTE: __________________________________________ MINISTRO GENARO DAVID GÓNGORA PIMENTEL. SECRETARIO DE ACUERDOS: ____________________________________ LIC. MARIO EDUARDO PLATA ÁLVAREZ. ESTA HOJA CORRESPONDE AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. QUEJOSAS: **********. FALLADO EL DÍA VEINTICINCO DE JUNIO DE DOS MIL OCHO, CON EL SIGUIENTE SENTIDO: PRIMERO. EN LA MATERIA DE LA REVISIÓN SE CONFIRMA LA SENTENCIA RECURRIDA. SEGUNDO. LA JUSTICIA DE LA UNIÓN NO AMPARA NI PROTEGE A **********, CONTRA EL ACTO Y AUTORIDAD PRECISADOS EN EL RESULTANDO PRIMERO DE ESTE FALLO. CONSTE. 97 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 771/2008. En términos de lo determinado por el Pleno de la Suprema Corte en su sesión del veinticuatro de abril de dos mil siete, y conforme a lo previsto en los artículos 3°, fracciones II, VI, XIV, inciso c), 13, 14 fracciones I y IV y 18, fracción II, de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental, en esta versión pública se suprime la información considerada legalmente como reservada o confidencial que encuadra en esos supuestos normativos. 98