Por: Dr. Andrés Morilla Guzmán En la década del 60 se lograron algunos avances en el conocimiento de la fisiopatología de algunas enfermedades neonatales, una de ellas fue el Síndrome de dificultad respiratoria del prematuro, en la cual los investigadores demostraron que existía una disminución de la compliance pulmonar y de la capacidad residual funcional, John Clements aisló el surfactante pulmonar , Mary Ellen Avery demostró una deficiencia de surfactante en los pulmones de los fallecidos y por su parte Chu y colaboradores mostraron que existía una desigual ventilación y perfusión y que el quejido espiratorio era un mecanismo para neutralizar la atelectasia y mantener una capacidad residual funcional. Todo comenzó una tarde a finales de la mencionada década, en que el Dr. George Gregory había leído un artículo publicado por Harrison y colaboradores sobre el significado del quejido espiratorio en la Enfermedad de la Membrana Hialina y recibió en su unidad un recién nacido pretérmino de un día de edad que se pensaba que tenía una cardiopatía congénita por la hipoxemia que tenia, una vez descartada esta patología, fue intubado y se le puso un sistema de ventilación que provocaba una presión positiva al final de la espiración y al hacerlo, logró mejorar los parámetros gasométricos. Este paciente se desconectó del ventilador al 5to día con una recuperación completa, esto estimuló a Gregory y su colectivo a utilizar esta estrategia en otros neonatos con resultados satisfactorios que publicó en 1971, en el New England Journal of Medicine describiendo el uso de ventilación con presión positiva continua (VPPC). El mismo Gregory reconoció que existieron otras condiciones que favorecieron el uso de esta modalidad , como lo fue tener suficientes enfermeras especializadas en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Universitario de California donde trabajaba, que fueron determinantes en el éxito de esta modalidad de ventilación. Esta modalidad fue aplicada en Cuba, al año siguiente de la publicación de Gregory, por los médicos Olimpo Moreno, Sergio Muñoz y Ana Camejo en el Hospital William Soler utilizando el “globo de nylon” con un impacto positivo en la sobrevida de los pretérminos con distrés respiratorio, por lo que se generalizó rápidamente a otras unidades del país. Este sistema fue modificado posteriormente por Kattwinkel usando un tenedor nasal, lo cual fue utilizado en Cuba por primera vez en 1979, en el Hospital González Coro. Después de unos años en desuso, vuelve esta modalidad a renacer como método no invasivo de ventilación, por lo que Gregory ideó una modalidad que con múltiples variantes, mantiene su esencia y vuelve a lograr un impacto positivo en el recién nacido prematuro. FUENTE: - http://hinari-gw.who.int/whalecomneoreviews.aappublications.org/whalecom0/content/5/1/e1.full. pdf - http://neonatology.ucsf.edu/about/history-firsts.aspx - Castro F. Historia de la Neonatología. En: Castro F. Neonatología Temas para enfermería. La Habana. ECIMED; 2011.p 4-9 - FOTO: Recién nacido ventilado con presión positiva continua con globo de nylon. Cortesía de la Jefa de enfermeras del Servicio de Neonatología del Hospital General V.I.Lenin. Holguín.