~ a r l o sPerez ~ a v a ~ a Yoi'anda Corona Caraveo Una reflexion sobre la eticidad en nuestros tiempos Muchas cosas son pavorosa; nada, sin embargo sobrepasa al hombre en pavor. S~FOCLES,(Antigona) Queremos abordar la discusion de la etica como un espacio reflexivo sobre las acciones humanas. Eduardo Nicol planteaba que nos habia tocado vivir en una epoca horrenda en la que priva la destruccion y la voz del odio. Creo que todos podemos sentir, de una u otra manera, que estamos en un momento en el que seguimos siendo testigos del desbordamiento de los limites de la naturaleza humana en cuanto ,i su capacidad destructiva. En palabras de Heidegger lo que se esta produciendo es un "oscurecimiento universal. Sus acontecimientos caracteristicos san: la huida de los dioses, la destruccion de la tierra, la masificacion del hombre, la prevalencia de la mediocridad".' Cada vez mas, el hombre aparece a nuestros ojos como un ser incontenible, exagerado, sin ninguna mesura y proporcion. Nos preguntamos si el desbordamiento que estamos actualmente presenciando en actos tan destrudivos como las guerras fratricidas, la especulacion voraz, la contaminacion inmisericorde de nuestro planeta habla solo de la destructividad tan frecuente en el hombre, si se trata de una perdida de contrastes o de una disminucion de la capacidad de diferenciar, como dice Savater, que no todo vale por igual o si nos estamos acercarido a lo que Heidegger con~siderariala suprema victoria sobre el ser, que es la de quebrar la fuerza sometedora del ser en el acto violento extremo contra nosotros mismos. Es iluminadora la reflexion que este autor hace sobre Antigona de Sofocles. Ver al hombre como lo mas pavorosa de lo pavoroso, como ejercedor de la violencia y CARLOS P ~ R I ~yZYOLANDA CORONA 283 del poder sometedor que tambien el mismo ha recibido no solo del ser, sino de la naturaleza. Una violencia que constituye "no solo un rasgo fundamental de conducta, sino de toda su existencia." Es facil caer en la desesperanza ante este debilitamiento del espiritu, ante todo este movimiento de disolucion de paradigmas, de naufragio de los fundamentos que tanto en la etica, como en la historia y la ciencia se ha dado. No tenemos de donde asirnos, ya no hay dios que pueda rescatarnos. Estamos solos ante nosotros mismos. Y es precisamente este mismo fenomeno que nos arroja a la angustia el que nos regresa a la posibilidad de libertad. No podemos realmente alterar la eticidad como condicion humana pues al no contar con diques reales para la accion del hombre encontrarnos que la condicion etica, al igual que la libertad, es inherente al mundo humano. Esta libertad nos puede llevar a ser inhumanos, a destruir nuestra propia condicion, pero tambien nos ofrece la posibilidad de ejercerla de otras maneras. Porque el hecho de reconocer que nosotros somos los actores y, por tanto, los responsables de toda esta fantasmagoria a la que nos enfrentamos; el hecho de saber que somos capaces de ir en contra de nosotros mismos y de la tierra que habitamos, es lo que nos coloca de nuevo en la posibilidad de actuar diferente. Asi, lai irracionalidadque priva en niuestros tiempos, la busqueda irrefrenada de la satisfaccion de los propios apetitos, dleseos o supuestos ideales de grupos gobernantes. minoritarios o ciudadanos comunes nos wrmite asomarnos a la ca~acidad humana de hacer historia. Aunque la historia nos ha mostrado un testimonio vivo de la libertad ontologica expresad,a tambien en los aspectos m& perversos del hombre, solo un ser con ese grado de iindeterminacionque se eleva de lo organico puede hacer cultura. El hombre tiene la posibilidad de crearse una segunda naturaleza cuyo precio no es solo lo inhumano, sino la posibilidad de expresar multiples faces. Asi el hombre hace y deshace su mundo gracias a la accion, se humaniza y deshumaniza, se expande y se destruye. La de~sintegracionde los valores que nos sostenian en la modernidad hace que nuestro oempo sea un estado intermedio, una transicion equiparable al nihilismo, desde la perspectiva nietzcheana. De acuerdo a Garzon el nihilismo aparece como el tiempo en que final y comienza se confunden, el tiempo menesteroso en que el rnundo anterior y sus valores se desvanecen y no aparece aun uno nuevo. Este tiempo intermedio es nuestro tiempo, un tiempo ambiguo, ambivalente, en donde los mismos sintomas pueden ser interpretados en el sentido de ladecadenciaodela fuerza. Final de una eradel mundoy apertura hacia otras posibilidades.2 Sin embargo, a diferencia de otros cambios de epoca, la cultura actual nos enfrenta al reto particular de la sobresaturacion. El discum actual nos plaga de informacion para ocultar cualquier otra alternativa, para imponernos su logica a traves de un aturdimiento de los sentidos. Nos convierte en pantallas absorbentes, en las miquinas deseantes senaladas por Deleuze y Guattari que se lanzan vorazmente a consumir lo que esa infinita red comunicativa les impone. 284 iA ETlClOAO EN NUESTROS TIEMPOS Zemmelman senala que no:; encontramos ante dos mecanismos: el bloqueo socio-politico o historico que ya mencionaba Agnes Heller en cuanto a la imposibilidad de conferir sentido a un discurso diferente del dominante y el bloqueo que pairte de la conciencia de los individuos, ya que se esta conformando una subjetividad social cada vez mas homogeneizada por el discurso del poder. Sostiene que la eficacia de la persuasion colectiva reside no tanto en el manejo de informacion codificada sino en el ocultamiento de realidades. Para este autor no solo se estii jugando una postura ideologica, sino una apuesta a largo plazo en la que toma relevancia el concepto de dinamismos constituyentes. Uno de estos desafios lo irepresentael problema de los sujetos emergentes. Todo lo cual se refiere a los puntos de intersticiosde la realidad. Lo decimos porque no hay ninguna realidad suficientemente ordenada ni poder lo suficientemente monolitico, que impida la existencia de estos espacios intersticiales desde los cuales poder influir en el rumbo que tomen los procesos socio-historicos y desde donde se pueda actuar de una manera distinta al discurso dominante. Es preciso poner la atencion en oiras realidades subyacentes, en aquellos universos de realidades excluidos de los discursos. En este momento, por grave que sea, por duro que sea en muchos,jentidos, la realidad se conoce solo en la medida en que se reconozcan esas poten~cialidades.3 Enfrentarnos a este delirio y confusion nos obliga a realizar un esfuerzo para traspasar la ceguera que se nos pretende imponer. Utilizar recursos que no habiamos visto, inventar desesperadamente formas de sobrevivencia que implican aguzar la sensibilidad y la capacidad de mc~vimientosalternativos a los que nos imponen, que nos permitan no unicamente sobrevivir sino afirmar una cierta dignidad. En este desafio Zemmelman plantea que las ciencias sociales podrian cumplir la funcion de una reconstruccion del momento historico en toda su complejidad que permita develar el conjunto de relaciones que se estan dando en los procesos del momento. Lo anterior nos llevaa una reflexionsobre la temporalidad: iTiene sentido revisar el pasado, que hacemos con la historia?iEs conveniente lanzar la mirada hacia el futuro o es solo el momento de ser la mala conciencia del presente? iSera que tenemos que renunciar a pensar cual es la potencialidad del presente, renunciar a imaginarnos un posible futuro por ese descredito que tienrbnahora las utopias? O bien isera que no es el momento de alzar nuestra mirada hacia adelante sino de reconstruir como todos los fines de siglo, y ahora de milenio lo que hemos producido en el pasado, porque todavia no se manifiesta lo que vendd? Dice Foucault que una genealogia, el retorno al origen permite recuperar sucesos perdidos ya que se retorna al pasado no para buscar su contiriuidad, sino para revisar las desviaciones y los errores. Al revisar las modalidades de la historia que Nietzsche plantea y que se oponen a las platonicas, nos hace ver que hay que evitar la tentacion de usar la historia para buscar y ofrecer al hombre una identidad que le convenga: CARLOS P ~ R E Z y YOLANOACORONA 285 Poque esta identidad, bien debil por otra parte, que intentamos asegurar y ensamblar bajo una mascara, no es mas que una parodia: el plural la habita, numerosas almas se pelean en ella; los sistemas se entrecruzan y se dominan los unos a los otros.4 Mas qlue buscar las raices y "cultivar con mano delicada lo que ha existido siempre, de conservar, para los que vendran despues las condiciones en las cuales se ha nacidov5, hay que hacer aparecer las discontinuidades, resaltar los sistemas heterogeneos y aprender aver a contracorrienteesos innumerables pasadosvirtuales que pudieron haber sido posibles en un momento dado. Mas que ninguna otra, la vision de Nietzsche sobre el pasado permite arrojar una luz distinta a nuestro presente, ya que para el este representa la expresion del accidente y no de la esencia. Regresa al pasado y revisa el estado actual haciendo una critica a la falta de profundidad del hombre, el estado lamentable de debilidad y mediocridad que le caracterizan. La tierra se ha vuelto pequena y sobre ella da saltos el ultimo hombre, que tcdo lo empequenece. Su estirpe es indestructible como el pulgon; el ultimo hombre es el que mas tiempo vive... Un poco de veneno de vez en cuando: eso produce suenos agradables, y mucho veneno al final, para tener un morir agradable. La gente tiene su pequeno placer para el dia y su pequeno placer para la noche: pero honra su salud... Nosotros hemos inventadola felicidad, dicen los ultimos hombres y parpadean." Para contrarrestar esta tendencia social de ser rebano, de encontrar normas, pequenos placeres, de establecer relacionesmediocresque solo dejan una sensacion de armonia falsa, Nietzsche enfatiza el conflicto y la transgresion: "Ignorar aquello que a nuestra epoca le importa mas". Esto permitira dar voz a nuestra propia moral y crear nuestros propios valores. Pero icomo establecer una relacidn con el mundo que no sea un acto de obturacion, sino de inclusion y de entendimiento?Nietzsche enfatiza el proyecto, la tendencia1al futuro. Debemos aceptar el pasado y vivir un presente fecundado por el futuro. No se trata de olvidar o negar lo que hemos sido, sino afirmarlo desde la capacidad de transformacion. Asiel pasado no sera una tumba que conserve nuestra vida moniificada. Debemos hacerlo presente en el proyecto del por-venir. Vivir lo mas intensamente el aqui y ahora pletorico de crecimiento. Aceptar el riesgo, expandernos, saltar al vacio de lo desconocido. Lo anterior requiere de una gran valentia, sobre todo cuando se hace sin la tutela de dios, de esa fuerza que nos protege, nos guia o castiga seguri su voluntad. El hombre asi, en la gran soledad sin dios, esta frente a la vastedad de si mismo. iCual sera entoiices su designio? Nietzjche lo resuelve mediante la creacion, la lucha, la transmutacion. La entrega absoluta al proyecto de superacion. Se requiere de una nueva meta y, sin embargo, el punto ide partida para la elevacion del hombre no es la armonia celeste, sino el caos. 286 LA fl:ICIDAD EN NUESTROS TIEMPOS La entrega al futuro implica vivir el presente con una intensidad que se enraiza en las visceras, en la parte mas profunda del hombre, que es su carne y sus pasiones. Aijn cuando anuncia la posibilidad del superhombre, ';u proyeccion al futuro representa la esperanza, mas que la afirmacion de un destino o el cumplimiento de un plan originario. Es por ello que para el autor, la lucha, el esfuerzo, la pasion exacerbada con necesarios. En las posiciones anteriormente revisadas que hablan desde la etica, la teoria social o la metafisica hay algunos puntos en comun: la necesidad de colocarse en un punto que vaya mas alla de lo establecido, ya sea transgrediendo, mirando la historia al reves, elaborando un contradiscurso o desmantelando lo existente. Esto obedece a la certeza de que la realidad que se nos presenta oculta mucho mas de lo que aparenta. Por otro lado, hay una insistencia en el momento presente pero considerado como potencial de futuro. Hay metas, proyectos, semillas. De alguna manera esta implicita la utopia como una opcion axiologica que perimite la viabilidad de un pirticular modo de ver el futuro, que da expresion a esa subjetividad que se esta constituyendo y que puede trascender el intento de coptacion que el modelo iniperante nos impone. Sin embargo Garzon hace un cuestionamientointeresante: En esta real decadencia "iPuede uno esperar seriamente algun indicio de un proceso de creacion de nuevas significaciones sociales?"' Segun nuestro parecer el tiempo de decadencia en que vivimos, como el otono, nos muestra principalmentela muerte de aquello que en uria estacion anterior nacio y dio sus frutos, sin embargo, no debemos olvidar que la vida irremediablemente vuelve a aparecer, renace, sin que la nueva manifestacion necesariamente signifique algo mejor. El retraso considerable con el que los procesos sociales se manifiestan y que nos senala que estamos y estaremos por un largo periodo en ese tiempo otonal y menesteroso que todo lo diseca, desintegra o pudre, tambien puede indicarnos que no es el tiempo de pensar en 11. futuro, en la nueva semilla, sino en adentrarnos voluntariamente en la experiencia de disolucion. De acuerdo a nuestra personalidad podremos hacerlo ya sea de un,a manera ironica, depresiva, chocarrera, angustiada o jovial. Me parece que la alusion que Vattimo hace al hombre de buen temperamento puede ser de ayuda. Nos encontramos una vez mas frente a un esfuerzo de pensar la salida de la metafisica en una forma que no este vinculada con la superacion critica, sino que se trata de vivir hastael fimdo la experienciade la necesidaddel error y de elevarse durante un instante por encima del proceso, es decir, se trata de vivir el incierto errar con una actitud diferente... Es el mismovagabundeo incierto de la metafisica, solo que visto desde un punto de vista diferente, el del hombre de buen temperamento.8 La mirada de este autor sobre la obra de Nietzsche no hace tanto enfasis en el futuro ni en lo nuevo sino que ac refiere mas bien a lo proximo. CARLOS P ~ R I Zy YOLANDA CORONA 287 Este pensamiento de la proximidad podria definirse tambien como un pensamiento del error o, mejor aun, del errar incierto para subrayar que no se trata de pensar lo no verdadero sino de mirar la evolucion de las construcciones 'falsas' de la metafisica, de la moral, de la ireligion, del arte, todo ese tejido de inciertos vagabundeos que constituye la riqueza o mas sencillamente el ser de la realidad.' Vattinio nos encamina hacia una vision mas alla de la modernidad al plantear que no h,ay nada que superar, que toda la diversidad de la cultura, las diferentes interpretaciones y los mismos errores tienen el valor especifico de constituir el ser mismo. K u a l es entonces el papel del hombre en nuestro tiempo? iSera que estamos hechos para nada y que son vanos nuestros intentos de encontrar sentido a la existencia proponiendonos ciertas finalidades o tratando de buscar una mision o un destino a nuestra vida? i E s absurda la construccion moderna del sujeto como significador del mundo, como ese espejo que refleja y nombra I,i realidad?Ciertamente los alcances de esta vision moderna del hombre nos han llevado a la ilusion de ser el centro de la existencia y la medida de todas las cosas. De alli la excesiva valoracion del sujeto que ha conducido a un narcisismo pletorico de opciones para expandir el ego y reafirmar el individualismo. Sin eimbargo, si regresamos a Heidegger (1993) podriamos pencar que ese esfuerzo del hombre por actuar en el niundo y someterlo, por encontrar sentido a su existencia, no solo es el producto dlel miedo a la muerte y de la necesidad de trascendencia, sino tambien de una cierta conciencia de que es el quien materializa al ser y el que le permite acontecer. Su postura nos habla de una responsabilidad hacia el ser al referirse a la relacion entre ser, logos y hombre, puesto que el logos exteriorizado lo considera como la facultad del entendimiento y la razon. Ser humano significa: asumir la conjuncion, la percepcion conjuntadora del ser del ente, el saber que pone en obra a la aparicion y, de este modo, significa administrar lo descubiertoy presewarlo del encubrimiento y del ocultamiento. (p. 159) Nuexamente nos encontramos con1 la necesidad de que el hombre haga un esfuerzo por escapar del dominio de la apariencia de lo habitual, de que entienda el acto de percibir no como una facultatd intelectual ya dada, sino una lucha contra la actividad rutinaria. Debemos ir mas alla de la ilusion que nos hace pensar que disponerrios de la percepcion o del lenguaje para darnos cuenta que estamos atrapados por sus redes. Sin embargo, en este momento detr,ansiciony oscurecimiento, el hombre puede tambien ser visto como ese sujeto capaz de atravesar la apariencia y de sumergirse en las profundidades que subyacen a esta. Pensar la historia como ese agujero negro en el que se condensa y contiene el pasado de la humanidad. En este sentido podemos pensar el ser como un sustrato profundo y desconocido que se nos muestra 288 LA ETlClDAD EN NUESTROS TIEMWS con diferentes mascaras segun el momento y segun la sensibilidad de los ojos que lo miiran. Su vastedad nos obliga a aceptar que aun cuando creamos en nuestra libertad y voluntad, tambien tenemos que aceptar que somos apenas la cresta de una ola cuyo movimiento viene de algo que va mas alla de nosotros. Aqui de nuevo nos encontramos con el destino. iSi no somos los conductores, que somos? iSera que nu~estrounico privilegio es poder alzar la mirada para alcanzar una mejor vision del horizonte que nos espera, cualqi~ieraque este sea? O tambien debemos renunciar a esa actitud tal vez soberbia de escudrinar el futuro, de prever lo que viene para mejor dedicarnos al momento presente y descubrir asi el sabor de los dias, como dice Cioran. Ante este conflicto entre lo que somos y lo que queremos ser, en este juego entre realidad e idealidad, >Que nos ofrece la etica aparte de ser una fabrica de ilusiones o una guia normativa para la accion?Creemos que la etimologia nos proporciona un instrumento valioso para salir de este laberinto. Rescatar el sentido de la etica como morada que nos ofrece un espacio para habitar en este universo del devenir. Nos parece que a nuestra cultura le hace falta el ejercicio de vaciarse y soltar, en contraposicion con la dialectica narcisista de ver y mostrarse. No aferrarse ni a la virtud ni al mal, sino rescatar la etica como esa guarida en el que se reordena y reinterpreta este constante fluir nomada con todas sus tensiones. Pasar de centrarse en la duda de lo que vendra para encontrar unicamente la certeza del movimiento y de nuestra presencia efimera en el. Es resaltar un estado de conciencia que se mueve y se afirma en lo desmesurado e insondable sin artificios racionales. Es en fin, sumergirse en el oceano de la vida rescatando lo mas humano, que en nuestros tiempos no es precisamente la individualidad, sino tal vez esa posibilidad de abrirnos veirdaderamente a la manifestacion del ser. NOTAS ' tleidegger, M. Introducciona la metafisica, Ed. Gedisa, Espana, 1993 p. 49. Garzon, M. Romper con los diosa. p. 30 F Zemmelman, H. Sobre la importancia de las realidades que se ocultan. en: Revista Tramas, Subjetividady procesos sociales. junio 1994, UAM Xochimilco. p, 19. Foucault, M. El discu~odel poder. Folios Ediciones, Mexico, 1983. p.154. Nietzsche, F. Consideraciones inteimpestivas 11. Citadas por Foucault, op. cit. p. 155. Nietzsche, F. Asi hablo Zaratustra, Alianza Editorial, Madrid, 1985. p.39. 'Garzon, M. op. cit. p. 81. C)p. cit. p6g. 150 Vaitimo, C. El fin de la modernid,pd, nihilismo y hermeneutica en la cultura posmoderna. Cedisa, Barcelona, 1990.