INCIDENTE DE INEJECUCIÓN DE SENTENCIA 73/95. DERIVADO DEL JUICIO DE AMPARO 89/80. QUEJOSO: RAFAEL URIBE ÁLVAREZ PONENTE: MINISTRO JUAN DÍAZ ROMERO. SECRETARIO: ROBERTO RODRÍGUEZ MALDONADO. México, Distrito Federal. Acuerdo de la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, correspondiente al día veintiséis de enero del año dos mil uno. V I S T O S; Y, R E S U L T A N D O: PRIMERO.- Por escrito presentado el día diecisiete de julio de mil novecientos ochenta, ante el Juzgado Quinto de Distrito en Materia Penal en el Distrito Federal, RAFAEL URIBE ÁLVAREZ, por su propio derecho, solicitó el amparo y protección de la Justicia Federal, contra las autoridades y por los actos que a continuación se indican: “AUTORIDADES RESPONSABLES.- C. Juez Sexto Penal, la H. Sexta Sala del Tribunal Superior del Distrito Federal. --- ACTO RECLAMADO.- Del C. Juez Sexto Penal, dictado el auto de formal prisión, en el que se me declara formalmente preso. --- De la H. Sexta Sala del Tribunal Superior del Distrito INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. Federal, la confirmación del auto de formal prisión, dictado por el C. Juez Sexto Penal” (foja 1 del tomo I de los cuadernos de amparo). El quejoso señaló como garantías violadas, las contenidas en los artículos 1º., 2º., 3º., 5º., 11, 16, 17, 22, 27, 28, 33, 34, 37, 54, 80, 86, 116, 117, 120, 123, 124 y 136 de la Constitución General de la República y relató los siguientes antecedentes del caso: “1.- Por conducto del señor Fernando Ruiz Carvallo, en 1970, promovió juicio de Prescripción, en contra de la señora Carmen Sánchez de Algara, por dos fracciones de su propiedad, ubicadas en la Exhacienda de Coapa, D.F., con superficie de 155,000 y 222,000 M2, respectivamente por haber celebrado contrato de compra-venta, verbalmente con una señora; -que me fue presentada por Dolores Altamira Bandera-, y que dijo ser Carmen Sánchez de Algara, a la que le entregué en ese acto la cantidad de $70,000.00 (SETENTA MIL PESOS 00/100 M.N.), como primer pago de los $200,000.00 (DOSCIENTOS MIL PESOS 00/100 M.N.), en que pactamos la posteriormente compra-venta, las de mismas sus terrenos, personas, se presentaron conmigo, y les hice otra entrega de $60,000.00 (SESENTA MIL PESOS 00/100 M.N.), dejando pendiente la firma del contrato de compraventa, al momento en que yo le liquidara PÁG. 2 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. totalmente la cantidad de $200,000.00 (DOSCIENTOS mil pesos 00/100 M.N.), (parte ilegible por estar la hoja rota) ser Carmen Sánchez de Algara, a pesar de haber insistido con la persona que me la presentó, con la que dejé de tener relación, porque cambió de domicilio y me fue imposible volver a localizarla. --- 2.- Desde el año de 1953, he tenido la posesión pacífica y continua de los predios, objetos de la operación de compra-venta celebrado con la persona que dijo ser Carmen Sánchez de Algara, siendo hasta 1970, ante el peligro de una invasión muy frecuente en esta zona; decidí regularizar la situación de los predios de mi propiedad, encargando al entonces estudiante de Derecho, Fernando Ruiz Carvallo, ahora Lic., el que tramitó el juicio de Prescripción, según su dicho en el Juzgado Tercero, al que fui citado en 2 o más ocasiones, para asistir a audiencias. – Hasta 1971, me entregó sentencias las copias pronunciadas certificadas en los de las juicios de Prescripción, tramitados así como los oficios girados al C. Juez Tercero de lo Civil, al C. Director del Registro Público de la Propiedad, para que en cumplimiento de las sentencias pronunciadas, se suscribieran en el Registro Público de la Propiedad, las sentencias dictadas a mi favor. --- 3.- Desde el año de 1971, me fueron entregadas las copias de las sentencias a que me refiero, pero fue hasta 1978, en que inició los trámites de inscripción ante PÁG. 3 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. el Registro Público de la Propiedad, el registro de las sentencias, las que fueron inscritas en febrero de 1979, como obra en autos. Para solventar los pagos originados por los registros, hipotequé el predio de 155,000 M2; con el Lic. Ángel del Villar Toledo, en la cantidad de $5’000,000.00 (CINCO MILLONES DE PESOS 00/100 M.N.), para los pagos y costas que originaran los bienes inmuebles de mi propiedad. Considero que todo está en regla, ya que, el Lic. del Villar, celebró el contrato de mutuo con interés conmigo, después de haber hecho las investigaciones que consideró convenientes, para que su dinero quedara debidamente garantizado. --4.- Tengo celebrado contrato de fideicomiso, en el Banco Obrero, con los representantes del Sindicato de Programación y Presupuesto, el que obra en los autos del proceso. En mayo de 1979, celebré contrato privado de compra-venta, con el Sindicato de Aviación, por el predio de 155,000 M2, en las condiciones que quedaron establecidas en el mencionado contrato; dándoles la posesión de dicho predio, en el que instalaron personas a su servicio, para que cuidaran el terreno, colocando grandes anuncios de lámina en los que se leía: estos terrenos son propiedad del Sindicato de Aviación y Similares, y en el que se construirá un desarrollo para su beneficio. --- Letreros que fueron quitados, ignoro en qué condiciones y por quién, situación que aprovechó el Lic. Juan Soriano PÁG. 4 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. Cerda, para instalar una patrulla, en una de las calles que circundan la propiedad, con gente a su servicio, pretendiendo que son de la policía, con el objeto de despojarme de la posesión de este predio. --- 5.- Como ya lo he manifestado, he tenido la posesión pacífica y continua en calidad de propietario de esos terrenos, desde el año de 1953, fecha en que tomé posesión en virtud de lo ya manifestado, encargando su vigilancia a diversas familias, que los cuidaron en todos estos años. El señor Juan Mancera, se hizo cargo de la vigilancia de estos terrenos, desde el año de 1972, hasta la fecha. --- 6.- En 1979, un grupo de personas al servicio del Lic. Montejano (socio del Lic. Juan Soriano Cerda), se presentaron en los terrenos con unas máquinas pretextando que los iban a limpiar de la basura que según ellos, estaban tirando en los terrenos; en realidad era una maniobra del Lic. Juan Soriano Cerda, para tomar posesión de los terrenos y preparar esta absurda denuncia penal, acción que fue impedida por el señor Juan Mancera, que está encargado de la vigilancia de los terrenos para impedir invasiones de cualquier índole, a los terrenos. --- 7.- El 11 de junio de 1979, el Lic. Juan Soriano Cerda, en su calidad de apoderado y representante de Constructora Cafetales, S.A., presentó un escrito de denuncia en la Procuraduría de Distrito, acusándome de delitos de uso de documentos falsos, despojo y fraude, en PÁG. 5 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. perjuicio de su representada Cafetales, S.A. --- 8.Presentándose el día 18 a la Mesa 19 de la Procuraduría del Distrito a ratificar su escrito de denuncia, acompañó una serie de documentos, con los que según su dicho se acredita que Cafetales, S.A., es la propietaria de los terrenos de mi propiedad, por haberlos recibido en aportación de las señoras Prieto en su calidad de representante de Pridi, S.A., en el aumento de capital. Para acreditar este acto, exhibió la escritura número 28715 de 16 de febrero de 1978, otorgada ante el Notario Público 78, Lic. Jorge Tinoco Ariza, con lo que acredita la construcción de la Fraccionaria Cafetales, S.A. (sic), y la escritura número 29500 del 16 de diciembre de 1978 tirada ante la fe del mismo Notario, con la que acredita la aportación y el aumento de Capital de Cafetales, S.A., a $100’000,000.00 (CIEN MILLONES DE PESOS 00/100 M.N.). --- 9.- El 11 de mayo de 1961, se reunieron los accionistas en el domicilio Sociedad de Inmuebles Pridi, S.A., en la calle de Bolívar, en el número 54 en dicha asamblea aparece como escrutadoras y como Presidenta la señora María Díaz de Prieto, y como escrutadoras Rosario Prieto Díaz de Vela, y María Isabel Prieto Díaz de Vela, quienes hicieron constar bajo su firma que el capital de $2’500,000.00 (DOS MILLONES Y MEDIO DE PESOS 00/100 M.N.), estaba totalmente representado. --10.- El 30 de agosto de 1978, a las 11 horas, se PÁG. 6 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. reunieron en la Asamblea de Accionistas de Pridi, S.A., en la que las escrutadoras María Bogoña Fernández Prieto de Disteny, y María Isabel Fernández Prieto de Rauchaín, quienes certifican que se encontraba reunido el capital consistente de 1,500 accionistas, con un valor de $1’500,000.00 (UN MILLÓN Y MEDIO DE PESOS 00/100 M.N.), que hacía un total del 60% del capital total de Pridi, S.A., por lo que no se llenaron los requisitos a los que se refieren los artículos 182, 190, de la Ley de Sociedades Mercantiles y Cooperativas, ya que la aportación de los inmuebles que se acordó está sujeta a lo previsto, por el artículo 190, de la misma ley, por lo que es nula la Asamblea y consecuentemente las resoluciones tomadas en la misma, por lo que Cafetales, S.A., no tiene debidamente acreditada la propiedad que dice tener de los terrenos que fueron objeto de la aportación a la que se refiere la escritura” (fojas 1 a 3 del tomo I de los cuadernos de amparo). El quejoso expresó los conceptos de violación que estimó pertinentes. Mediante escrito de fecha veinticuatro de julio de mil novecientos ochenta, presentado en la misma fecha ante el Juzgado Quinto de Distrito en Materia Penal en el Distrito Federal, el quejoso, sin que mediara prevención alguna, aclaró su demanda en los términos siguientes: PÁG. 7 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. “QUEJOSO: RAFAEL URIBE ÁLVAREZ. --- AMPARO: --- C. JUEZ QUINTO DE DISTRITO DEL DISTRITO FEDERAL EN MATERIA PENAL. --RAFAEL URIBE ÁLVAREZ, promoviendo en el juicio de amparo del rubro, con respeto comparezco y expongo. --- Vengo por medio de este escrito a aclarar lo siguiente: --- Por un error mecanográfico, autoridad involuntario, responsable, no al señalar expresé con a la toda claridad que la C. Juez Sexto Penal, del fuero común, era la autoridad responsable, aclaración que hago para los efectos legales consiguientes. --Por lo expuesto: --- A USTED C. JUEZ, atentamente pido, se sirva. --- ÚNICO.- Tenerme por presentado con este escrito aclarando que la autoridad responsable en este juicio es la C. Juez Sexto Penal, del fuero común, para los efectos legales consiguientes. --- PROTESTO LO NECESARIO. --México, D.F., a 24 de julio de 1980 --- FIRMA. --RAFAEL URIBE ÁLVAREZ” (foja 9 del tomo I de los cuadernos de amparo). SEGUNDO.- El Juez Quinto de Distrito en Materia Penal en el Distrito Federal, mediante proveído de fecha veinticinco de julio de mil novecientos ochenta, admitió la demanda de garantías y ordenó su registro con el número 89/80 (foja 10 del tomo I de los cuadernos de amparo). PÁG. 8 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. Substanciado el procedimiento, pronunció sentencia el día veintidós de agosto de mil novecientos ochenta, en la que resolvió: “PRIMERO.- La Justicia de la Unión NO AMPARA NI PROTEGE A RAFAEL URIBE ÁLVAREZ, contra los actos que reclama de la Sala Sexta del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal y Juez Sexto Penal del Distrito Federal, consistentes en: EL AUTO DE FORMAL PRISIÓN DICTADO POR LA SEGUNDA DE LAS RESPONSABLES Y CONFIRMADO POR LA PRIMERA, respectivamente, en el proceso 302/79 y toca penal 996/79, por el delito de FRAUDE. --- SEGUNDO.- La Justicia de la Unión AMPARA Y PROTEGE A RAFAEL URIBE ÁLVAREZ, contra los actos que reclama de las autoridades responsables señaladas en el punto resolutivo que precede, consistentes, en el auto de formal prisión dictado en su contra por los delitos de, USO DE DOCUMENTO FALSO Y DESPOJO, en los expedientes ya mencionados. --- TERCERO.Notifíquese personalmente” (fojas 649 vuelta y 650 del tomo I de los cuadernos de amparo). Las consideraciones que rigen esa sentencia, en la parte conducente, son las siguientes: “TERCERO.- Ahora bien, en la especie debe indicarse que el más Alto Tribunal Federal de PÁG. 9 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. nuestro País, tiene establecido el siguiente criterio: ‘Los Tribunales Federales tienen facultades para apreciar directamente, según su criterio, el valor de las pruebas recibidas y que tiendan a demostrar el cuerpo del delito, o la presunta responsabilidad del inculpado; y si los Jueces Federales no tuvieran el arbitrio de hacer la estimación de esas pruebas, estarían incapacitados para resolver sobre la constitucionalidad del auto, y en tal sentido es firme la Jurisprudencia de la Suprema Corte’. - Con base en tal criterio cabe indicar que en el caso como lo estima la autoridad responsable ordenadora, se encuentra acreditado el cuerpo del delito de Fraude previsto en el artículo 386 de la Ley Penal aplicable, esto en los términos del artículo 116 en relación con la fracción I del artículo 115 del Código de Procedimientos Penales, ya que, del material probatorio mencionado en el considerando que precede, se deducen datos bastantes que satisfacen tal requisito, pues existe la denuncia presentada por ‘Fraccionadora Cafetales, S. A. a través de su apoderado, en la que hizo constar que esa empresa se constituyó el dieciséis de febrero de mil novecientos setenta y ocho, según escritura notarial número 28715, teniendo como objeto social la compraventa de toda clase de inmuebles, urbanización y lotificación; que por escritura notarial 29500 de seis de diciembre de ese propio año, se celebró PÁG. 10 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. Asamblea General Ordinaria y Extraordinaria de Accionistas, aumentándose el capital donde ‘Inmuebles Pridi, S. A.’ aportó los predios de labor denominados San Juan, con superficie de noventa y cinco mil seiscientos tres metros cuadrados; Santa María, con superficie de cien mil metros cuadrados y Buena Vista, con superficie de ciento cincuenta mil metros cuadrados; que como advirtieron que a esos terrenos ocurrían múltiples camiones para tirar cascajo y desperdicios, el tres de mayo de mil novecientos setenta y nueve solicitaron de la Dirección Política de Coyoacán, se autorizara a la denunciante el establecimiento de casetas de vigilancia para evitar se siguieran llevando a cabo los actos mencionados, solicitud que fue concedida, por lo que, el once de dicho año (sic) al tratar de realizar los trabajos necesarios para ese fin, cuando pretendieron introducir una motoconformadora presentó el para señor aplanar Juan el Rodríguez suelo, se Mancera acompañado de otras personas y les indicó que se oponía terminantemente a que siguiera laborando el aparato, ya que tenía instrucciones del Licenciado Ángel del Villar y de Rafael Uribe Álvarez para que no dejara entrar a nadie en esos predios; la declaración inicial del peticionario de garantías Rafael Uribe Álvarez, misma que ratifica al rendir su preparatoria, en la cual señala, que en el año de mil novecientos cincuenta y uno, PÁG. 11 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. precisamente el quince de septiembre obtuvo un premio de la Lotería Nacional por la suma de doscientos mil pesos, el cual se redujo a ciento setenta mil pesos; que esa cantidad la invirtió en la compra de terrenos, concertando con la persona que dijo llamarse Carmen Sánchez de Algara, la compra de los terrenos ubicados en la Exhacienda de Coapa, del Distrito Federal, los cuales resultaron ser trescientos setenta y siete mil metros cuadrados y se los vendió a razón de cinco pesos metro, dándole inicialmente la suma de setenta mil pesos, posteriormente en diversas partidas otros sesenta mil pesos, pues el precio total era de doscientos mil pesos; que el resto ya no se lo pudo entregar a dicha persona en vista de que por el año de mil novecientos cincuenta y tres desapareció del ‘panorama’ ignorando el exponente a donde pudo irse; que la operación de compraventa la efectuó en el mes y año primeramente citados con la señora Carmen Sánchez de Algara y a ésta la vio en la casa de Dolores Altamira Bandera y dicha señora le informó que por el año últimamente aludido que la señora Carmen se había ausentado de ese domicilio; que desde esa fecha y hasta mil novecientos setenta, el de la voz desatendió la situación legal de los terrenos, pero dejó algunas gentes al cuidado de los mismos, como las personas que ahí había dejado abandonaron los terrenos en el año de mil novecientos setenta y PÁG. 12 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. dos, contrató los servicios de Juan Rodríguez Mancera para que los vigilara, sin que viviera ahí, siendo en mil novecientos setenta y siete, a principios de año, cuando tal persona se instaló definitivamente, contratando los servicios de otros individuos para realizar el cuidado respectivo; que en mil novecientos setenta y uno, como el lugar por donde estaban ubicados los terrenos se está ya poblando, fue entonces cuando el declarante se preocupó por la situación legal de sus predios y como no volvió a saber de la señora Carmen Sánchez de Algara, se dirigió al empleado del Registro Público de la Propiedad de nombre Fernando Ruiz Carvallo, quien en aquel tiempo estudiaba la carrera de Derecho en la Universidad Lasalle y le planteó el problema de los terrenos, siendo éste quien se ofreció a legalizar los inmuebles y fue en el año últimamente citado cuando le entregó las copias certificadas de las sentencias de prescripción positiva, en las que se declara que el acusado es el propietario de los terrenos, así como original y copia del oficio que dirigía el Juez Tercero de lo Civil al Director del Registro Público de la Propiedad y del Comercio del Distrito Federal, y en el cual se ordena la inscripción y cancelación correspondiente; que el exponente asistió a dos o tres audiencias en el Juzgado Tercero de lo Civil, siempre acompañado de Ruiz Carvallo; que como la inscripción relativa le PÁG. 13 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. resultaba onerosa, la dejó pendiente y fue hasta el mes de febrero de mil novecientos setenta y nueve, cuando acudió ante el Licenciado Ángel del Villar para que lo asesorara en un juicio seguido en contra del declarante por el Licenciado Carlos Reguera Amable, en el Juzgado Primero de lo Civil, de la Ciudad de México, correspondiente a un juicio de otorgamiento y firma de escritura, quien pidió al Licenciado del Villar lo asesorara para la inscripción de las sentencias de prescripción positiva emitidas a su favor; que los terrenos que adquirió el de la voz están compuestos, el primero de ciento cincuenta y cinco mil metros cuadrados y el segundo, de doscientos veintidós mil metros cuadrados; que respecto al último de esos terrenos lo dio en fideicomiso al Sindicato de la Secretaría de Programación y Presupuesto, siendo fiduciario el Banco Obrero, S. A., operación por la cual el exponente recibió la cantidad de tres millones de pesos; por lo que hace al otro inmueble, también lo hipotecó en favor del Licenciado Ángel del Villar y con la anuencia de este estableció un contrato de compraventa con el Sindicato de Trabajadores de Aviación, el cual dio al declarante la cantidad de doce millones de pesos, a cuenta de setenta que iba a ser el total; el contenido de la partida del Registro Civil de fecha veintiuno de marzo de mil novecientos treinta, en la que consta que Carmen Sánchez Juárez viuda de Algara, falleció el día PÁG. 14 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. veinte de ese propio mes de Asistolia Cáncer del Mediasteno, a la consiguientemente, edad de queda sesenta años; desvirtuada la aseveración del quejoso en el sentido de que en el mes de septiembre de mil novecientos cincuenta y uno fue cuando celebró contrato de compraventa con la persona últimamente citada, pues en esa época ya había fallecido; por otra parte, a pesar de que señala que los terrenos los adquirió por prescripción positiva, mediante los juicios civiles 301/71 y 302/71, seguidos en contra de Carmen Sánchez de Algara y del Director del Registro de la Propiedad y del Comercio, en autos está evidenciado, sin prueba en contrario, que el primero de tales expedientes se instruyó ante el Juzgado Tercero de lo Civil, del Distrito Federal y aparece como parte actora ‘ROSS LIMANTOUR HAMISH’, demandado RAÚL CÁCERES, S. A., relativo a un juicio de jurisdicción voluntaria; el segundo, de tales expedientes corresponde a un juicio seguido por ese mismo actor en contra de RAFAEL SAINZ OLIVA, relativo a jurisdicción voluntaria; asimismo, el resultado de la inspección practicada en el local del Archivo del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, en donde se tuvo a la vista el Libro de Gobierno General del Juzgado Tercero de lo Civil, en donde se corrobora que los juicios civiles últimamente citados corresponden a la materia mencionada; igualmente PÁG. 15 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. al revisar los Boletines Judiciales correspondientes a los meses de junio, julio y agosto de mil novecientos setenta y uno, no se encontró ninguna publicación relativa a los juicios mencionados, de donde se deduce que la aseveración del imputado resulta también falsa, en el sentido de que siguió los multicitados juicios ante el Juzgado Tercero de lo Civil, del Distrito Federal cuyas sentencias del veintiséis de febrero de mil novecientos setenta y nueve, logró que fueran inscritas en el Registro Público de la Propiedad y del Comercio, la que se dijo se pronunció en el juicio civil de prescripción positiva número 301/71, en el Tomo 149, Volumen II, Fojas 372, bajo el número 476 de la Sección ‘C’; la concerniente al expediente 302/71, en el Tomo 149, Volumen II, fojas 372, bajo el número 477, de dicha Sección; infiriéndose igualmente de autos que el acusado con base en las sentencias que dijo fueron dictadas por el Juzgado Tercero de lo Civil en los expedientes últimamente citados, por instrumento notarial 52687 de dieciocho de mayo de mil novecientos setenta y nueve, celebró fideicomiso traslativo de dominio en el cual él tenía la calidad de fideicomitente, el Banco Obrero, S. A., como fiduciario y esta institución crediticia como representante del fideicomisario, por el cual aportó los inmuebles a que se contraen las multicitadas sentencias, por lo cual según el ahora quejoso recibió la suma de tres millones de pesos; que PÁG. 16 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. también en relación a esos terrenos celebró contrato con el Sindicato de Trabajadores de Aviación, obteniendo de éste la suma de doce millones de pesos como anticipo del total de setenta millones que se le entregaría; por otra parte, aparece que la ofendida Fraccionadora Cafetales, S. A., según escritura notarial 29500, de fecha seis de diciembre de mil novecientos setenta y ocho, recibe diversos inmuebles aportados por Inmuebles Pridi, S. A., entre ellos, el lote ‘San Juan’, ‘Buena Vista’ y ‘Santa María’, con superficies respectivamente de noventa y cinco mil seiscientos tres, ciento cincuenta mil y cien mil metros cuadrados, ubicados todos en la Colonia Agrícola Benito Juárez, Coyoacán, Distrito Federal; terrenos según se dijo en la denuncia, lo cual quedó corroborado con la inspección ocular realizada el veintiuno de julio de mil novecientos setenta y nueve, y con lo narrado por Juan Rodríguez Mancera, los estaba cuidando por instrucciones de Uribe Álvarez, por lo que a fines de junio de mil novecientos setenta y nueve, al ocurrir a los inmuebles un grupo de personas no los dejó que realizaran los trabajos. Así pues, a criterio de este Juzgado, los indicios ya especificados son suficientes para tener acreditados los elementos materiales que configuran el cuerpo del delito de fraude que se imputa al quejoso Uribe Álvarez, pues está evidenciado que valiéndose de las PÁG. 17 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. sentencias de las cuales no consta que sean auténticas dictadas según dijo en los juicios 301/71 y 302/71 por el Juez Tercero de lo Civil del Distrito Federal, logró se inscribieran a su nombre en el Registro Público de la Propiedad y del Comercio los terrenos que en ellas se describen, los cuales asevera la empresa ofendida son de su propiedad y aquél realizó operaciones en los Sindicatos de Programación y Presupuesto, así como, con el de los trabajadores de Aviación, de donde obtuvo diversas sumas de dinero, conducta con la cual resulta evidente que engañó a otras personas y obtuvo un lucro indebido. Con esas mismas probanzas se demuestra la probable responsabilidad penal del imputado, pues si bien es cierto en autos existen contradicciones en cuanto a la ubicación exacta de los inmuebles que se precisan en las sentencias que exhibió el amparista al Registro Público de la Propiedad y del Comercio y las que asevera la denunciante, cabe indicar que independientemente de ello no es en el auto de formal prisión donde debe establecerse cuál de esos elementos contradictorios es el preponderante, si no tal situación debe definirse en la sentencia que se dicte en la causa instruida a Uribe Álvarez, máxime que en la especie no sólo son esos datos los que aparecen sino los demás a que se han hecho mérito, de donde la Sala responsable actuó correctamente al tener por PÁG. 18 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. justificado en autos el cuerpo del delito de FRAUDE, así como, la probable responsabilidad penal del amparista en la comisión del mismo. En cambio, opuestamente a lo que se precisa en la resolución pronunciada por la autoridad responsable ordenadora, debe indicarse que en la especie no se integran los elementos configurativos del delito de Uso de Documento Falso previsto en el artículo 246, fracción VII, del Código Penal aplicable, debido a que se advierte en autos, que las copias certificadas, que según dijo el acusado, se pronunciaron en los juicios civiles 301/71 y 302/71, fue el medio que precisamente utilizó para iniciar los actos tendientes a la comisión del delito de fraude, por lo que, aquél delito queda subsumido en este último, porque está operando precisamente como un elemento que integra ese propio ilícito, o sea, el modo necesario para poder engañar a los ofendidos, consiguientemente, no puede estimarse que en la especie se acredite el cuerpo del hecho criminoso primeramente citado en este párrafo y menos la probable responsabilidad de Uribe Álvarez en su comisión. --- Tampoco es correcta la apreciación de la Sala responsable al considerar que en autos se encuentra acreditado el cuerpo del delito de Despojo previsto en el artículo 395, fracción I, del Código Penal, en los términos del artículo 122, del Código de Procedimientos Penales, pues aunque si PÁG. 19 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. bien es cierto en la denuncia presentada por ‘Fraccionadora Cafetales, S. A’., se asevera que cuando ‘Inmuebles Pridi, S. A’, aportó los bienes controvertidos, se le dio en posesión los mismos, no es menos cierto que si esto hubiera ocurrido así, la pasivo del delito para evitar según ella, de que se siguiera tirando cascajo y desperdicios en los terrenos, no hubiera tenido la necesidad de solicitar a la Dirección Coyoacán, del Distrito Federal, autorización para poder establecer casetas de vigilancia dentro de sus terrenos; por otro lado, existe tanto la declaración de Ángel del Villar, Juan Rodríguez Mancera, (sic) adminiculadas con lo que expresa el acusado Rafael Uribe Álvarez, en el sentido de que con mucha anterioridad a la fecha en que dice la denunciante, se le impidió el acceso a los terrenos, este último ya estaba en posesión de los mismos; por tanto, al existir en autos datos que demuestran que el imputado se apoderó de propia autoridad y haciendo violencia o furtivamente o empleando amenazas o engaño, de los inmuebles que se citan en la denuncia, no puede concluirse que esté comprobado el cuerpo del ilícito que se analiza, pues la H. Suprema Corte de Justicia de la Nación, en su jurisprudencia definida número 113, publicada bajo el rubro ‘DESPOJO NATURALEZA DEL’, la cual puede ser consultada a fojas 248 del Tomo correspondiente a la Primera Sala, de la Compilación 1917-1975, tiene PÁG. 20 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. establecido el criterio de que: ‘El Despojo, más que una figura delictiva que protege la propiedad, tutela la posesión de un inmueble’; de donde, al no haber demostrado la denunciante que tenía en posesión los multicitados inmuebles, ello conduce a dar valor preponderante a los testimonios que las personas citadas en último término y concluir que tampoco se acredita la responsabilidad penal de Uribe Álvarez en la comisión de este hecho criminoso por el que también lo acusó la Representación Social” (fojas 645 a 649 vuelta del tomo I de los cuadernos de amparo). TERCERO.- Inconformes con la anterior resolución, el quejoso, Rafael Uribe Álvarez, interpuso recurso de revisión en contra de la negativa del amparo respecto del auto de formal prisión por el delito de fraude; la Sexta Sala del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, en su carácter de autoridad responsable, promovió recurso de revisión en contra de la concesión del amparo contra el auto de formal prisión, por los delitos de uso de documento falso y despojo. El Tribunal Colegiado del Primer Circuito en Materia Penal, conoció de los recursos de revisión, y su Presidente, mediante proveído de fecha quince de enero de mil novecientos ochenta y uno, desechó por extemporáneo, el recurso de revisión interpuesto por la autoridad responsable, quien, inconforme con tal determinación hizo valer el recurso de reclamación, el cual se declaró infundado mediante resolución de fecha treinta y uno de PÁG. 21 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. marzo de mil novecientos ochenta y uno. (foja 722 frente y vuelta del tomo I de los cuadernos de amparo). En el mismo proveído de fecha quince de enero de mil novecientos ochenta y uno, el Presidente del Tribunal Colegiado del Primer Circuito en Materia Penal, admitió el recurso de revisión interpuesto por el quejoso Rafael Uribe Álvarez, el cual registró con el número de toca R. P.- 115/80. Mediante resolución de fecha veinticuatro de noviembre de mil novecientos ochenta y uno, el tribunal revisor resolvió lo siguiente: “PRIMERO.- SE REVOCA en lo impugnado la sentencia que pronunció el Juez Quinto de Distrito en el Distrito Federal en Materia Penal, el treinta y uno de octubre de mil novecientos ochenta, en el juicio de amparo número 89/80; en consecuencia, --- SEGUNDO.- Se sobresee en el presente juicio de amparo, promovido por Rafael Uribe Álvarez, contra los actos que reclama del Juez Sexto Penal del Distrito Federal, y de la Sexta Sala del Tribunal Superior de consistentes Justicia en el del auto Distrito de formal Federal, prisión pronunciado por la primera autoridad y la sentencia interlocutoria que confirmó tal auto, la segunda autoridad mencionada, en el que se le consideró presunto responsable, entre otros, de la comisión del delito de fraude, respecto del cual el Juez Quinto de Distrito en el Distrito Federal en Materia Penal, le negó el amparo y protección de la Justicia PÁG. 22 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. Federal” (foja 725 frente y vuelta del tomo I de los cuadernos de amparo). Las consideraciones que rigen esa sentencia, en la parte conducente, son las siguientes: “PRIMERO.- El presente juicio de amparo es improcedente, con relación al acto que el quejoso Rafael Uribe Álvarez reclama del Juez Sexto Penal del Distrito Federal, consistente en el auto de fecha nueve de noviembre de mil novecientos setenta y nueve, en el que se le decretó formal prisión, como presunto responsable de la comisión de los delitos: Uso de documento falso, fraude y despojo, pues tal auto quedó substituido con la sentencia interlocutoria que lo confirmó, pronunciada por la Sexta Sala del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, en atención al recurso de apelación interpuesto por el procesado Rafael Uribe Álvarez; por tal motivo, se surte la causa de improcedencia prevista en la fracción XIII del artículo 73 de la Ley de Amparo, procediendo sobreseer, respecto de tal acto reclamado del Juez Sexto Penal del Distrito Federal, con fundamento en lo que dispone la fracción III del artículo 74 de la citada Ley de Amparo. --- SEGUNDO.- En el presente asunto no se hará la transcripción de la sentencia recurrida, que pronunció el Juez de Distrito que conoció del amparo, ni de los agravios PÁG. 23 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. que en contra de ella se expresaron por RAFAEL URIBE ÁLVAREZ, en la parte que le negó el amparo, porque en el presente toca número 115/80, aparece el oficio de fecha diez de marzo de mil novecientos ochenta y uno, enviado al Presidente de este Tribunal por el Juez Sexto Penal del Distrito Federal que conoció de la causa número 302/79, instruida a RAFAEL URIBE ÁLVAREZ, que textualmente dice: ‘En el expediente cuyo numero de partida se anota al márgen, seguido en contra de RAFAEL URIBE ÁLVAREZ, por el delito de FRAUDE, se acordó se gire a Usted oficio transcribiéndole los puntos resolutivos de la sentencia definitiva pronunciada en la causa mencionada, el 5 de marzo en curso, los que son del tenor siguiente: --- PRIMERO.- RAFAEL URIBE ÁLVAREZ, es penalmente responsable del delito de fraude de que lo acusa la representación social.Por cada uno de los delitos de FRAUDE, cometidos con las copias certificadas de la supuesta sentencia de prescripción a que se refiere esta causa, se impone a RAFAEL URIBE ÁLVAREZ 4 años de prisión y multa de dos mil pesos o sufra 2 meses más de cárcel en caso de insolvencia o impago de la pena pecuniaria. La pena en su conjunto será de 8 años de prisión y cuatro mil pesos de multa ó 2 meses más de cárcel en caso de insolvencia o impago de la sanción pecuniaria. SEGUNDO.- Se le condena a RAFAEL URIBE PÁG. 24 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. ÁLVAREZ a la reparación del daño, pero apareciendo de autos que fueron restituidos a la denunciante, por conducto de su Representante Legal, los terrenos materia de los hechos delictuosos, por los cuales hoy se sancionan, se le da por cumplido de esa sanción.- TERCERO.Amonéstese al reo para prevenir su reincidencia.CUARTO.- Comuníquese al C. Juez Quinto de Distrito del Distrito Federal en Materia Penal, al C. Presidente del Tribunal Colegiado del Primer Circuito la presente sentencia, en virtud de que el procesado tiene interpuesto juicio de garantías número 89/80 ante la primera de las autoridades mencionadas y la segunda conoce en revisión (R.P. 115/80) del mismo. QUINTO.- Notifíquese expídanse y distribúyanse las boletas y copias de Ley; hágase saber al reo el derecho y término de la apelación, y al acusar expediente ejecutoria como este asunto fallo archívese concluido. Así el lo sentenció y firmó la C. Juez Sexto Penal Licenciada Dhelia Treviño Alonso por ante el Auxiliar Secretario que autoriza y da fe.- firmado’. --Además, se solicitaron informes a la autoridad responsable, Juez Sexto Penal del Distrito Federal, para que precisara: ‘1).- Qué se decidió con relación a los delitos Uso de Documentos Falsos y Despojo; 2).- Si dictó la sentencia de Primera Instancia, teniendo en cuenta el amparo concedido al quejoso por los delitos Uso de Documento Falso PÁG. 25 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. y Despojo y, 3).- Si el Agente del Ministerio Público formuló conclusiones sólo por el delito de fraude’, rindiéndolo en los siguientes términos: ‘En lo referente al punto 1).- Se dio cumplimiento a la libertad por Falta de Méritos con las Reservas de Ley del señor Rafael Uribe Álvarez, por los delitos de USO DE DOCUMENTO FALSO Y DESPOJO, ordenado por el Juez Quinto de Distrito en Materia Penal en el Distrito Federal, asimismo se libraron las boletas correspondientes; por lo que hace al punto número 2).- Efectivamente en fecha 5 de marzo de 1981, se dictó sentencia en Primera Instancia tomando en cuenta el Amparo concedido al quejoso por los delitos DE USO DE DOCUMENTO FALSO Y DESPOJO, habiéndose dictado únicamente sentencia condenatoria, por los delitos de fraude; y por último al punto 3).- Con fecha 16 de enero del presente año, el C. Agente del Ministerio Público adscrito formuló conclusiones acusatorias por los delitos de FRAUDE ESPECÍFICO, USO DE DOCUMENTO FALSO Y DESPOJO. - Consecuentemente, como el único acto reclamado subsistente en el juicio de amparo, es la sentencia interlocutoria que confirmó el auto de formal prisión, resulta evidente que al pronunciarse sentencia definitiva en la causa penal, cambió la situación jurídica del quejoso, de procesado a sentenciado, sin que puedan decidirse las violaciones reclamadas, porque se afectaría la PÁG. 26 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. nueva situación jurídica, siendo por ello procedente revocar la sentencia a revisión, sin poderse estudiar su contenido, sólo en cuanto se negó el amparo al quejoso Rafael Uribe Álvarez, respecto del delito de fraude, por haber surgido la causa de improcedencia prevista en la fracción X del artículo 73 de la Ley de Amparo; y, procede sobreseer en el presente juicio constitucional, con fundamento en lo que dispone la fracción III del artículo 74 de la mencionada Ley de Amparo. El razonamiento anterior tiene fundamento además, en el criterio sustentado por la Primera Sala de la H. Suprema Corte de Justicia de la Nación, contenido en la tesis jurisprudencial número 186, visible a fojas 389, de la última Compilación del Semanario Judicial de la Federación, que a la letra dice: ‘LIBERTAD PERSONAL, RESTRICCIÓN DE LA (CAMBIO DE SITUACIÓN JURÍDICA).- La libertad personal puede restringirse por cuatro motivos: La aprehensión, la detención, la prisión preventiva y la pena; cada uno de los cuales tiene características peculiares. El conjunto de normas jurídicas que condicionan y rigen la restricción de la libertad, en los distintos casos de que se ha hablado, se llama situación jurídica, de modo que cuando esta situación cambia, cesan los efectos de la situación jurídica anterior, pues cada forma de restricción de la libertad excluye a las otras, y por lo mismo desaparecen los efectos del acto reclamado, y es PÁG. 27 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. improcedente el amparo contra la situación jurídica anterior” (fojas 722 vuelta a 725 del tomo I de los cuadernos de amparo). CUARTO.- El catorce de junio de mil novecientos ochenta y dos, el a quo tuvo por recibidos los autos del juicio de amparo y el testimonio de la resolución pronunciada en el amparo en revisión número R. P. 115/80, y ordenó el archivo del expediente (foja 812 del tomo I de los cuadernos de amparo). En virtud del sobreseimiento decretado por el Tribunal Colegiado respecto de la confirmación del auto de formal prisión por el delito de fraude, al resolver el día veinticuatro de noviembre de mil novecientos ochenta y uno el amparo en revisión número R.P.-115/80, la causa penal 302/79 instruida al quejoso, continuó por este ilícito y el Juez Sexto de lo Penal del Distrito Federal, mediante sentencia de fecha cinco de marzo de mil novecientos ochenta y uno declaró penalmente responsable a Rafael Uribe Álvarez por la comisión del mismo, cometido con las copias certificadas de la sentencia de prescripción adquisitiva a que se refiere la causa penal y lo condenó a cuatro años de prisión, al pago de una multa de dos mil pesos y a la reparación del daño, pero al constar que los inmuebles materia de los hechos delictuosos se restituyeron a la denunciante, se le tuvo por cumplida esta sanción (foja 723 frente y vuelta del Tomo I de los cuadernos de amparo). En contra de la anterior resolución, el quejoso hizo valer el recurso de apelación número 861/81, ante la Sexta Sala del PÁG. 28 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, la que mediante sentencia de fecha trece de diciembre de mil novecientos ochenta y dos, revocó la sentencia impugnada y ordenó la inmediata y absoluta libertad del sentenciado Rafael Uribe Álvarez; ello en virtud de una falla técnica ya que se consignó al acusado entre otros ilícitos por fraude genérico, se le procesó por el mismo, el Ministerio Público formuló conclusiones acusatorias por fraude específico y el Juez de la causa sentenció por fraude genérico. Mediante escrito de fecha catorce de abril de mil novecientos ochenta y tres, presentado el quince siguiente ante el Juzgado del conocimiento, el quejoso, Rafael Uribe Álvarez, solicitó que en ejecución de la sentencia de amparo, se le restituyera en la posesión de los predios objeto de la acusación de la cual fue objeto. El a quo negó la petición del quejoso mediante proveído de fecha veintiséis de abril de mil novecientos ochenta y tres, que a continuación se transcribe: “México, Distrito Federal, a veintiséis de abril de mil novecientos ochenta y tres. --- Agréguese a su expediente respectivo, el escrito del quejoso Rafael Uribe Álvarez, presentado el quince los corrientes, en el que solicita, se requiera al Juez responsable para que dé cumplimiento a la sentencia dictada en este juicio, en la parte que le concedió el amparo y protección de la Justicia Federal, con el objeto de que ordene se le restituya en la posesión de los PÁG. 29 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. predios materia de la acusación de despojo. Ahora bien, tomando en consideración que Rafael Uribe Álvarez, en su demanda reclamó actos de la Sexta Sala del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal y del C. Juez Sexto Penal del Distrito Federal, que hizo consistir en el auto de formal prisión que le fue dictado por la segunda autoridad citada y confirmado por la primera, en el proceso 302/79 y toca 996/79, respectivamente, como presunto responsable de la comisión de los delitos de Uso de Documentos Falsos, Despojo y Fraude; que al dictarse la sentencia en este juicio se concedió al quejoso el amparo y protección de la Justicia Federal en cuanto el auto de formal prisión combatido lo estimó presunto responsable de la comisión de los delitos de Uso de Documentos Falsos y Despojo y se le negó por cuanto hace al delito de Fraude; que contra esa sentencia interpusieron revisión tanto el quejoso por la parte en que se le negó el amparo, como el Presidente de la Sala responsable, por la parte en que se concedió ese amparo; que en ejecutoria de veinticuatro de noviembre de mil novecientos ochenta y uno, cuyo testimonio se recibió en el Juzgado el catorce de junio de mil novecientos ochenta y dos, dictado en el Toca R. P. 115/80, el H. Tribunal Colegiado del Primer Circuito en Materia Penal, resolvió el recurso interpuesto por Rafael Uribe Álvarez, revocando la sentencia de este PÁG. 30 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. Juzgado en la parte en que se negó el amparo a ese agraviado y sobreseyó en el juicio con base en que, según se asienta en la misma ejecutoria, el Juez responsable en oficio de diez de marzo de mil novecientos ochenta y uno, comunicó que el cinco de ese mismo mes y año, dictó sentencia en el referido proceso 302/79, en la que condenó al quejoso a las penas respectivas al considerarlo responsable de la comisión del delito de fraude, penas dentro de las que incluyó la de la reparación del daño, que dio por cumplida al constar en los autos del proceso que habían sido restituidos a la denunciante, los terrenos materia de los hechos delictuosos por los cuales se sancionaba al quejoso; y, que en esa misma ejecutoria, se expresa: Que la revisión interpuesta por el Presidente de la Sala responsable fue desechada en acuerdo de quince de enero de mil novecientos ochenta y uno, contra el que se interpuso recurso de reclamación que fue resuelto por el Tribunal Colegiado el treinta y uno de marzo del mismo año, declarándolo infundado, así como que el Juez responsable informó a ese mismo Tribunal Colegiado que en la sentencia tomó en cuenta el amparo concedido por este Juzgado al condenar al quejoso únicamente por el delito de fraude. --- De lo anterior, se concluye que el treinta y uno de marzo de mil novecientos ochenta y uno cuando se declaró infundado el recurso de reclamación PÁG. 31 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. interpuesto por el Presidente de la Sala responsable contra el acuerdo que desechó su recurso de revisión por extemporáneo y, como consecuencia de ello, quedaba firme la sentencia de este Juzgado en la parte que concedió el amparo al quejoso y hacía exigible su cumplimiento, se había dictado sentencia en el proceso desde el día cinco de ese mismo mes, lo que cambió la situación jurídica del quejoso, de procesado a sentenciado, y los inmuebles objeto de los delitos por los que fue dictada la formal prisión impugnada, se habían afectado a la reparación del daño. Esta circunstancia hizo legalmente imposible requerir a las responsables para el cumplimiento de la sentencia, en la parte que concedió el amparo, al recibirse en este Juzgado, el catorce de junio de mil novecientos ochenta y dos, el testimonio de la ejecutoria del Tribunal Colegiado del Primer Circuito en Materia Penal y, con mayor razón en el momento actual, hace también procesalmente improcedente ese requerimiento, porque sería tanto como obligar a las autoridades responsables a variar una resolución y situaciones que no fueron materia del amparo, lo que sería contrario a lo que establecen el artículo 76, párrafo primero, de la Ley de Amparo y la tesis jurisprudencial 186, consultable en la página 389 del Tomo correspondiente a la Primera Sala del último Apéndice de la Jurisprudencia de la PÁG. 32 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. H. Suprema Corte de Justicia de la Nación, que a la letra dice: ‘LIBERTAD PERSONAL, RESTRICCIÓN DE LA (CAMBIO DE SITUACIÓN JURÍDICA).- (Se transcribe). --- A mayor abundamiento, es preciso resaltar que los inmuebles cuya restitución solicita el quejoso fueron, objeto y materia de los delitos por los que se le decretó la formal prisión que impugnó, por lo que al sobreseerse en este juicio de amparo, en lo relativo al delito de fraude, esos bienes continuaron afectos al procedimiento penal por ese delito, como lo prueba la misma sentencia del juez responsable, que los destinó al pago de la reparación del daño, lo que lleva a la conclusión que no procedía, ni procede, en este juicio de amparo, ordenar la restitución de los mismos al quejoso y, por lo tanto, no ha lugar a ordenar el requerimiento que se solicita, al Juez responsable” (foja 815 a 816 vuelta del tomo I de los cuadernos de amparo). QUINTO.- En contra del anterior proveído, el quejoso Rafael Uribe Álvarez, interpuso recurso de queja, ante el entonces único Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito, el que mediante sentencia de fecha veintinueve de agosto de mil novecientos ochenta y tres, pronunciada en el expediente número Q. P. - 5/83, resolvió lo siguiente: “ÚNICO.- Se declara fundada la queja interpuesta por RAFAEL URIBE ÁLVAREZ, por su propio PÁG. 33 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. derecho, contra el acuerdo de veintiséis de abril de mil novecientos ochenta y tres, dictado por el Juez Quinto de Distrito en el Distrito Federal en Materia Penal, en el juicio de amparo 89/80” (foja 837 vuelta del tomo I de los cuadernos de amparo). Las consideraciones que rigen esa resolución, en la parte conducente, son las siguientes: "SEGUNDO.- Son fundados los conceptos de agravio aducidos por el recurrente. --- De acuerdo con la tesis número 174, visible en la página 297 del mencionado Apéndice al Semanario Judicial de la Federación, 1917-1975, Octava Parte; ‘el efecto de la sentencia definitiva que se pronuncie en el juicio constitucional, concediendo el amparo, es volver las cosas al estado que tenían antes de la violación de garantías, nulificando el acto reclamado y los subsecuentes que de él deriven’. Esta tesis tiene aplicación en la especie. Como ha quedado demostrado al hacer relación de las constancias que informaron esta ejecutoria, el a quo en el juicio de garantías número 89/80, dictó sentencia concediendo el amparo al quejoso, contra el auto de formal prisión decretado por la Sexta Sala del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, por los delitos de uso de documento falso y despojo; habiéndose cumplimentado dicha sentencia ejecutoria por el Juez Sexto Penal del PÁG. 34 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. Distrito Federal, ordenando la libertad por falta de méritos con las reservas de ley de Rafael Uribe Álvarez por los delitos en cita, según se aprecia de la ejecutoria dictada en grado de revisión en el toca 115/80, el veinticuatro de noviembre de mil novecientos ochenta y uno, por este Tribunal. Por lo tanto, no sólo quedó sin efecto el auto de formal prisión reclamado por los delitos en cuestión, sino que deben ser nulificados los actos subsecuentes, como lo fueron el acuerdo de quince de mayo de mil novecientos ochenta señalado como dictado por el Juez autoridad responsable, en el proceso 302/79 y la diligencia que practicó el Secretario adscrito a aquella autoridad, en la que restituyó a Fraccionadora Cafetales, S. A., en la posesión de los inmuebles que constituyeron la materia del supuesto delito de despojo. --- Es cierto que como se advierte de la copia certificada de la ejecutoria que este Tribunal dictó en el toca 115/80 en grado de revisión, en el Considerando Segundo de la misma, se insertaron los puntos resolutivos que fueron transcritos en el oficio de diez de marzo de mil novecientos ochenta y uno, de la sentencia que dictó el Juez Sexto Penal del Distrito Federal, de los que aparece, que a Rafael Uribe Álvarez se le condenó como responsable del delito de fraude a sufrir las penas que señalan, y especialmente, en el segundo punto resolutivo, ‘se condenó a Uribe Álvarez a la reparación del daño, pero apareciendo PÁG. 35 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. de autos que fueron restituidos al denunciante, por conducto de su Representante Legal, los terrenos materia de los hechos delictuosos, por los cuales hoy se sancionan, se le da por cumplido de esa sanción’; pero también lo es que, el escollo que pudiera haber en la afectación de los inmuebles, por concepto de reparación del daño por la sentencia de primer grado, desapareció al ser revocada, por la Sexta Sala del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal en la sentencia de trece de diciembre de mil novecientos ochenta y dos, que dictó en el toca 861/82, relativo a la apelación, ordenó la inmediata y absoluta libertad de Rafael Uribe Álvarez. Por lo tanto, para que se cumpla cabalmente la sentencia que dictó el a quo por la cual concedió el amparo al quejoso contra el auto de formal prisión que a éste se le decretó, por el delito de despojo, entre otros, se deben nulificar no sólo dicho auto sino los subsecuentes actos que de él se deriven, o sea el acuerdo de quince de mayo de mil novecientos ochenta dictado por el Juez señalado como autoridad responsable y la diligencia que practicó el secretario adscrito a aquél que se han dejado puntualizados con anterioridad.- De lo anterior se sigue, que es procedente el requerimiento que solicitó el recurrente al Juez de Distrito, para que el juez señalado como autoridad responsable, con fundamento en el artículo 104 de la Ley de Amparo, PÁG. 36 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. cumpla en su integridad la sentencia ejecutoria por la cual aquél concedió al quejoso el amparo contra el auto de formal prisión como presunto responsable entre otro por el delito de despojo, para que dicha autoridad responsable provea lo necesario y restituya las cosas al estado en que se encontraban antes de la violación, debiendo restituir a dicho quejoso la posesión de los predios denominados ‘Santa María’, ‘San Juan’ y ‘Buena Vista’, de la Exhacienda de Coapa, Distrito Federal, para que se dé cumplimiento cabal al contenido del artículo 80 de la Ley de Amparo. En suma por los razonamientos de orden legal que se han dejado expuestos con anterioridad, procede declarar fundada la queja contra la resolución de veintisiete de abril de mil novecientos ochenta y tres, dictada por el a quo” (fojas 832 a 837 vuelta del tomo I de los cuadernos de amparo). SEXTO.- En cumplimiento a lo resuelto en el recurso de queja número Q. P. - 5/83, el a quo, mediante proveído de fecha cuatro de octubre de mil novecientos ochenta y tres, requirió a las autoridades responsables el cumplimiento a la ejecutoria de amparo (fojas 840 y 841 del tomo I de los cuadernos de amparo). En cumplimiento a dicho requerimiento, el Juez responsable emitió el acuerdo de fecha cinco de octubre de mil novecientos ochenta y tres, en el cual señaló las diez horas del día diez del mes y año citados, para que tuviera verificativo la diligencia en la PÁG. 37 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. que debería restituirse al quejoso en la posesión de los predios controvertidos. Esta diligencia se intentó sin éxito en la fecha indicada (fojas 850, 851, 859, 860, 861 y 862 del tomo I de los cuadernos de amparo). SÉPTIMO.- Fraccionadora Cafetales, Sociedad Anónima, por conducto de su apoderado, promovió el recurso de queja número Q. P.-21/83, ante el Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito, en contra del acuerdo de fecha cuatro de octubre de mil novecientos ochenta y tres, en el que el Juez de Distrito requirió al Juez Sexto de lo Penal del Distrito Federal el cumplimiento al fallo protector, así como en contra del acuerdo y diligencia de cinco y diez de octubre del mismo año, en los que, respectivamente, el Juez responsable y el Secretario de Acuerdos adscrito procedieron a cumplir lo ordenado por el Juez de Distrito. Mediante resolución de fecha veintiocho de febrero de mil novecientos ochenta y cuatro, el Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito, declaró improcedente la queja interpuesta en contra del auto dictado por el Juez de Distrito, y ordenó a este último que resolviera la queja por exceso en la ejecución de la sentencia de amparo promovida en contra del Juez Sexto de lo Penal del Distrito Federal y del Secretario de Acuerdos adscrito (fojas 522 a 533 del tomo II de los cuadernos de amparo). Según consta de la copia simple que obra en el cuaderno de antecedentes relativos, el Juez Quinto de Distrito en Materia Penal en el Distrito Federal, por resolución de fecha diez de PÁG. 38 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. agosto de mil novecientos ochenta y cuatro, declaró infundado el recurso de queja promovido contra las autoridades responsables. (fojas 881 a 885 del tomo III de los cuadernos de antecedentes). OCTAVO.- Según aparece de las copias fotostáticas simples que obran en el cuaderno de antecedentes relativo, la Mesa Directiva de la Asociación de Adquirentes y Residentes del “Fraccionamiento Cafetales”, Asociación Civil y otros, promovieron el recurso de queja número Q.P.-2/84, ante el Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito, en contra del acuerdo de fecha cuatro de octubre de mil novecientos ochenta y tres, en el que el Juez de Distrito requirió al Juez Sexto de lo Penal del Distrito Federal el cumplimiento del fallo protector, así como en contra del acuerdo y diligencia de cinco y diez de octubre del mismo año, en los que, respectivamente, el Juez responsable y el Secretario de Acuerdos adscrito procedieron a cumplir lo ordenado por el Juez de Distrito. Mediante resolución de fecha veinticuatro de abril de mil novecientos ochenta y cuatro, el Tribunal Colegiado de Materia Penal en el Primer Circuito, declaró improcedente la queja interpuesta en contra del auto dictado por el Juez de Distrito, y ordenó a este último que resolviera la queja por exceso en la ejecución de la sentencia de amparo promovida en contra del Juez Sexto de lo Penal del Distrito Federal y del Secretario de Acuerdos adscrito (fojas 1 a 34 del tomo IV de los cuadernos de antecedentes). PÁG. 39 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. El Juez Quinto de Distrito en Materia Penal en el Distrito Federal, por resolución de fecha trece de agosto de mil novecientos ochenta y cuatro, declaró infundado el recurso de queja promovido contra las autoridades responsables (fojas 35 a 42 del tomo IV de los cuadernos de antecedentes). NOVENO.- En cumplimiento al requerimiento de cumplimiento formulado, el Juez Sexto de lo Penal del Distrito Federal, en su carácter de autoridad responsable, mediante oficio número ochocientos cuarenta y siete, de fecha once de octubre de mil novecientos ochenta y tres, informó al a quo la existencia de causas de imposibilidad material para cumplir la ejecutoria, en los términos siguientes: “Asunto: Se informa en relación con el cumplimiento de sentencia de amparo. --- C. Juez Quinto de Distrito del Distrito Federal en Materia Penal. --- P r e s e n t e . --- En relación con mi oficio número 830, de 6 de los corrientes, recibido por ese H. Juzgado a su digno cargo en esa misma fecha, deducido del Juicio de Garantías número 89/80, promovido por Rafael Uribe Álvarez en contra de actos del suscrito Juez y de la H. Sexta Sala del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, y del cuaderno de queja Q. P. 5/83, del H. Tribunal Colegiado del Primer Circuito en Materia Penal, le informo que en cumplimiento a lo ordenado por la Justicia Federal, el día de ayer el C. Primer Secretario de Acuerdos de este Juzgado, se PÁG. 40 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. constituyó en los lugares que el quejoso de referencia señaló como los correspondientes a los predios ‘Santa María’, ‘San Juan’, y ‘Buena Vista’ de la Ex-Hacienda de Coapa, Distrito Federal, a fin de restituir la posesión de esos predios al citado amparista, habiéndole sido materialmente imposible realizar su cometido, en virtud de la no identificación actual de los inmuebles, dada las condiciones que presentan ahora, y en relación con las que tenían cuando URIBE ÁLVAREZ fue desposeído judicialmente, en el año de 1980, y además, informa el C. Secretario que hubo oposición física de centenares de personas para que pudiera continuar con su diligencia. --- Le comunico a su Señoría que el día de hoy he dictado un ACUERDO en el expediente relativo, tomando las medidas necesarias para lograr el cabal y exacto cumplimiento de lo ordenado por la Justicia Federal; y le acompaño al presente, una fotocopia autorizada de la actuación citada en primer término, y del acuerdo recaído, para todos los efectos legales procedentes. --- Teniendo conocimiento que este propio día ha salido a la publicación un ejemplar del diario EXCELSIOR, en el cual se da a conocer a la opinión pública, una actividad que se pretende atribuírsele al personal de este Juzgado a mi cargo; también le manifiesto que los hechos verdaderos se contienen en la documentación que le adjunto. --- Sin más por el momento aprovecho la PÁG. 41 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. oportunidad para reiterarle las seguridades de mi atenta y distinguida consideración. --- Sufragio efectivo. No reelección. --- México, D.F., a 11 de octubre de 1983. --- El C. Juez Sexto Penal del Distrito Federal. --- Firma. --- Lic. Alfredo Rojo González” (foja 856 frente y vuelta del tomo I de los cuadernos de amparo). Al oficio referido, la autoridad responsable anexó copia certificada de la diligencia de fecha diez de octubre de mil novecientos ochenta y tres, la cual es del tenor siguiente: “En Coapa, D.F., se dice Distrito Federal, siendo las diez horas del día 10 diez de octubre de mil novecientos ochenta y tres, el suscrito Primer Secretario de Acuerdos del Juzgado Sexto de lo Penal del Distrito Federal en materia común, en cumplimiento a lo ordenado por auto de fecha 5 cinco de fecha actual, y a fin de dar cabal cumplimiento a la sentencia de amparo dictada en el juicio de garantías número 89/80-I pronunciada por el C. Juez Quinto de Distrito, del Distrito Federal, me constituí en compañía del C. Agente del Ministerio Público de la Adscripción y del sr. Rafael Uribe Álvarez en los predios denominados Santa María, San Juan de se dice (sic) y Buenavista de esta jurisdicción, a fin de restituir en la posesión de los mismos al citado Rafael Uribe Álvarez; y en este momento procedo, que en este acto y estando PÁG. 42 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. presente el representante legal de Cafetales, se dice Fraccionadora Cafetales, S.A., quien justifica su personalidad con el poder notarial número 32330 treinta y dos mil trescientos treinta expedido por la Notaria Pública Número 88 de esta capital a cargo del Sr. Lic. Jorge Tinoco Ariza, justificando dicha personalidad el Sr. Gustavo Hernández Monroy con la cédula profesional número 757007 siete cinco siete cero cero siete, como Contador Público expedida por la Dirección General de Profesiones Educación dependiente Pública, de asistido la de Secretaría su de Abogado Patrono sr. Lic. Daniel Parada del Valle quien se identifica con la cédula profesional Número 83230 ocho tres dos tres cero, como Licenciado en Derecho, expedida por la Dirección General de Profesiones de la Secretaría de Educación Pública, y dijo: que independientemente del recurso de queja que se interpondrá en contra del absurdo acuerdo dictado por el C. Juez Sexto Penal de la Ciudad de México, en primer lugar quiere advertir que el C. Secretario del Juzgado a quien se le encomendó la diligencia se encuentra instalado en la parte de afuera de las oficinas de la Empresa Fraccionadora Cafetales, S.A., y que no puede constituirse o estar constituido en los terrenos que dice se denominan Buena Vista, San Juan y Santa María, porque dichos predios actualmente no tienen existencia física. En virtud de lo anterior se PÁG. 43 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. opone legalmente a la práctica de la diligencia en atención a que los predios citados por las superficies linderos y colindancias con los que se les denominaron han desaparecido, hoy en día se encuentra conformado un Fraccionamiento debidamente autorizado por las autoridades del Departamento del Distrito Federal con el permiso correspondiente para subdividir y lotificar y que la memoria de lotificación se encuentra debidamente inscrita en el Registro Publico de la Propiedad y del Comercio del Distrito Federal, y ello, es una razón fundada para abstenerse de restituir en la posesión al Señor Rafael Uribe Álvarez, que por otro lado debe advertirse que conforme al acta que se levantó y que obra en el expediente de donde deviene esta ejecución se hace constar que únicamente existían dos pequeños cuartos de mampostería y con techos de lámina y que el terreno era en greña, es decir las denominaciones de los terrenos incluso hoy en día no existen se han conformado 1248 mil doscientos cuarenta y ocho lotes, existen zonas verdes y áreas de vialidad, y todo ello pertenece por donación expresa y convenios efectuados con las autoridades del Departamento del Distrito Federal a esta dependencia es decir la posesión y la propiedad de una superficie de 155,000 ciento cincuenta y cinco mil metros aproximadamente que se encuentran en el interior del fraccionamiento PÁG. 44 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. pertenecen al Departamento de Distrito Federal y ello hace imposible la restitución de predios que son de las autoridades correspondientes; por otro lado aun cuando es cierto que se contempla en el auto que se pretende ejecutar que quedan a salvo los derechos de terceros, sobre ese particular debe decirse que más de ochocientas personas aproximadamente han adquirido derechos de titular nominal y a título de posesión con razón suficiente para no poder restituir al señor Rafael Uribe Álvarez los predios San Juan, Santa María y Buena Vista, que se hace imposible la ejecución de la restitución de los predios por no haber definición de cada uno de ellos de linderos, medidas, colindancias y denominación de dichos predios, que se solicita del C. Secretario Actuante y autorizado por el C. Juez Sexto Penal certifique a simple vista la existencia del fraccionamiento, la existencia de la lotificación, la existencia de las áreas verdes, la existencia de las vías de acceso y zonas viales, que asimismo hay construcciones dentro del área que se solicita que sean certificadas, razón por la cual después de dicha certificación suspenda la práctica de esta diligencia y de cuenta al C. Juez para que determine lo conducente. --- Que en este acto y sobre lo manifestado por el representante legal de Fraccionadora Cafetales, S.A., se le da el uso de la palabra al C. Rafael Uribe Álvarez, para que manifieste lo que a su derecho convenga, PÁG. 45 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. manifestando: Que de momento no tiene nada que decir. --- Para el suscrito C. Primer Secretario de Acuerdos del Juzgado Sexto Penal del fuero común del Distrito Federal, y en cumplimiento al auto dictado por éste con fecha cinco del actual y por mandato del auto del C. Juez Quinto de Distrito del Distrito Federal de fecha cuatro del presente mes, le es materialmente imposible el cumplimiento de referido mandato, toda vez que carece de conocimiento para determinar la exactitud de los predios a restituir en sus medidas y colindancias respectivas, además de que se advierte la existencia de diversas calles y avenidas que dificultan todavía más los hechos del suscrito, por otra parte el suscrito Secretario hace constar que al constituirse en el lugar donde se actúa fue informado por el mismo señor Rafael Uribe Álvarez, que pertenece al predio 222,000 doscientos veintidós mil metros que está transcrito en la restitución que se le dio a la Fraccionadora Cafetales, S.A., por el mismo Juzgado Sexto Penal, y que como referencia se encuentran algunas construcciones de la Compañía Fraccionadora Cafetales, S.A., seguidamente se hace constar también la existencia de varias construcciones habitadas en el lugar donde se actúa y se han juntado varios centenares de personas en dicho lugar y por todo ello como es materialmente imposible dar cabal cumplimiento al auto que PÁG. 46 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. decreta la ejecución de la sentencia de amparo; el mérito por todo lo cual y con todo lo cual daré vista al C. Juez de los autos para los efectos legales que procedan. Con todo lo anterior se da por terminada esta diligencia, firmando al margen los que en ella intervinieron y quieran hacerlo. En este acto y en uso de la palabra el C. Rafael Uribe Álvarez, manifestó: En término de los artículos 107 ciento siete constitucional y 105 ciento cinco de la Ley de Amparo, así como de la jurisprudencia firme de la Suprema Corte de Justicia la ejecución de una sentencia de amparo sólo compete a la autoridad responsable como simple ejecutora. Que no se puede suspender ni se debe suspender por ningún motivo y tratándose de restituir la posesión hay orden expresa de que esto se haga sin que puedan oponerse a ello terceros aunque hayan adquirido de buena fe, que igualmente la ejecución de un fallo protector que determine la restitución de la posesión debe llevarse a cabo con todo aquéllo que se encuentre en el predio a restituir y que no sea posible desligarse del suelo o del subsuelo. Que la violación de las normas que menciona implica responsabilidad para el funcionario que lleva a cabo la diligencia así como para el Agente del Ministerio Público encargado en términos de la Ley de Amparo para vigilar el estricto cumplimiento de la sentencia protectora que además le debe restituirse es exactamente aquéllo de lo que fue PÁG. 47 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. desposeído inmueble cuya descripción obra en autos en la diligencia de desposesión, con todo aquéllo que de hecho y por derecho le corresponda ya sea que se trate de accesiones civiles o naturales. El predio en que se actúa es el de 222.000 doscientos veintidós mil metros al que los representantes de Frac- (sigue renglón ilegible) y el predio de 155,000 ciento cincuenta y cinco mil metros que se encuentra ubicado al sur-este sobre la Calzada de las Bombas al que atribuyeron los representantes de Cafetales lote San Juan, también debe ser materia de la restitución que pide se de vista al C. Agente del Ministerio Público que se encuentra presente con estas manifestaciones dado que es él en los términos señalados por los artículos 107 constitucionales y ciento cinco de la Ley de Amparo quien debe vigilar el estricto cumplimiento del fallo protector. Así que pide se continué con la diligencia se le entregue la posesión del predio en que se actúa con la identificación que del mismo existe en autos y se constituya posteriormente en el predio al que Fraccionadora Cafetales denomina San Juan y se le entregue la posesión igualmente tomando como base la identificación que en autos aparece del mismo ya que insiste el auto que ordena la restitución de la posesión fue dictado por el Juez Quinto de Distrito, siendo en este caso ejecutor el Juzgado Sexto Penal, y por lo tanto sin capacidad PÁG. 48 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. legal para interrumpir la diligencia o negarse bajo pretexto de falta de identificación de los predios a realizarla por lo que para este caso se reserva sus derechos a fin de hacer saber al Sr. Juez de Distrito los hechos y consignar penalmente a quien resulte responsable de la inejecución de la sentencia dictada por el Tribunal Colegiado del Primer Circuito en Materia Penal de la que se deriva esta diligencia.- Visto lo anterior el C. Primer Secretario de Acuerdos del Juzgado Sexto Penal, dará vista al C. Juez a efecto de que determine sobre lo que en derecho corresponda. Con lo que se da por terminada la presente diligencia, firmando en ella los que en ella intervinieron y quisieron hacerlo. – Doy fe. --- Constancia.- En la fecha de hoy y en complemento a la actuación del suscrito Secretario, en la diligencia de esta misma fecha, también hago constar: Que los centenares de individuos que se presentaron a esa diligencia en los momentos en que principiaba la misma, eran azuzados por desconocidos invitándolos a agredir físicamente a este personal, y fue esta una razón principal por la que se tuvo también imposibilidad física material para cumplimentar el auto del C. Juez Sexto Penal, en ejecución de la sentencia de amparo respectiva.También se hace constar, que si al inicio de dicha actuación, se asentó que este personal se constituyó en los predios ‘denominados Santa María, San Juan y Buena Vista’, fue porque se PÁG. 49 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. encontraban en ese lugar las Oficinas de ‘Fraccionadora Cafetales’, S.A., y de autos se desprende que esas oficinas al parecer se encuentran ubicadas en esos predios, pero sin tener exactamente la certeza de ello, aun cuando muchas personas desconocidas, afirmaron que sí eran esos predios. --- También se hace constar que en el lugar en donde me constituí, y por sus cercanías y alrededores se aprecian diversas calles y arterias que dividen lotificaciones masivas, sin que exista señalización alguna que permita determinar la exactitud topográfica de los predios a restituir; y que al revisar las actuaciones de esta causa, existen croquis y planos en los cuales no aparecen dichas arterias ni lotificaciones; por lo que considero que debo ser auxiliado por expertos y topógrafos que fijen exactamente los predios a restituir, sin riesgo alguno de hacerlo con exceso o con defectos. --- Conste. --- Constancia.- Enseguida y en la misma fecha 10 diez de octubre de 1983 mil novecientos ochenta y tres, el suscrito Primer Secretario de Acuerdos de este Juzgado, también hace constar: Que el señor Rafael Uribe Álvarez, señaló el lugar en el que se pretendía llevar a cabo la diligencia de restitución ordenada por el C. Juez Quinto de Distrito del Distrito Federal, como los predios correspondientes a ‘Santa María, ‘San Juan’ y ‘Buenavista’; también se hace constar que debido a las fuertes presiones que implicaban los PÁG. 50 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. cientos de personas que pretendían agredir a este personal, no fue posible en esos momentos hacer estas últimas dos constancias de hechos, sino hasta que se encontraba a salvo este personal. --Conste” (fojas 859 a 862 del tomo I de los cuadernos de amparo). Con el acta transcrita se dio cuenta al Juez Sexto Penal del Distrito Federal, quien con vista a la misma, emitió el proveído de fecha once de octubre de mil novecientos ochenta y tres, en el cual y en razón de carecer de los conocimientos técnicos para precisar la ubicación exacta de los predios a que se refiere la causa penal, giró oficio al Director General de Justicia del Distrito Federal, para que en auxilio de las labores del Juzgado, proporcionara dos peritos ingenieros topógrafos, a fin de que éstos, una vez que se impusieran de los autos y se constituyeran en el lugar de los hechos, colocaran señales o referencias que permitieran la exacta identificación de los predios a restituir, en virtud de los cambios topográficos y urbanos existentes a la actualidad (foja 862 frente y vuelta del tomo I de los cuadernos de amparo). Mediante comparecencia de fecha nueve de noviembre de mil novecientos ochenta y tres, ante el Juzgado Sexto de lo Penal en el Distrito Federal, los ingenieros topógrafos Amado Arturo Cerino Nava y Francisco Roberto Castellanos, aceptaron el cargo de peritos y protestaron su legal y fiel desempeño. En esa misma fecha, el juez responsable les concedió el termino de cinco días, para que se impusieran de los autos y fenecido éste, quince días, PÁG. 51 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. para que realizaran su cometido (fojas 910 a 911 del tomo I de los cuadernos de amparo). Los peritos designados, mediante comparecencia ante el Juez responsable, de fecha treinta de noviembre de mil novecientos ochenta y tres, manifestaron carecer de equipo topográfico necesario, consistente en tránsito, distanciómetro, balizas y estadales, para realizar con precisión los trabajos encomendados y solicitaron que estos implementos se pidieran prestados al entonces Departamento del Distrito Federal, a la Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos o a alguna otra dependencia oficial. En esa misma fecha, el Juez responsable emitió un proveído en el que requirió a la Presidenta del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, a fin de que proveyera lo conducente para el suministro de los elementos requeridos por los peritos (fojas 322 a 324 del tomo II de los cuadernos de amparo). En proveídos de fechas nueve y veinte de diciembre, ambos de mil novecientos ochenta y tres, el Juez de Distrito requirió al Juez Sexto de lo Penal del Distrito Federal, para que insistiera ante la Presidenta del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, para que proporcionara de inmediato a los peritos, los útiles y elementos necesarios solicitados para rendir en el menor tiempo necesario su dictamen (fojas 327 y 334 del tomo II de los cuadernos de amparo). Mediante oficio número mil ciento catorce, de fecha nueve de diciembre de mil novecientos ochenta y tres, el Juez responsable informó al Juez de Distrito que solicitó al entonces PÁG. 52 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. Jefe del Departamento del Distrito Federal, que proporcionara a los peritos los demás elementos solicitados por éstos, consistentes en las coordenadas numéricas del Departamento de Catastro, referidos a cada uno de los predios y los puntos de liga referidos al mismo sistema de coordenadas (foja 337 del tomo II de los cuadernos de amparo). Por acuerdos de fechas nueve y treinta y uno de enero, y seis de febrero de mil novecientos ochenta y cuatro, el Juez de Distrito requirió a la autoridad responsable el cumplimiento a la ejecutoria de amparo (fojas 339, 415 y 418 del tomo II de los cuadernos de amparo). En auto de fecha veintidós de febrero de mil novecientos ochenta y cuatro, el Juez responsable tuvo al Ingeniero Javier López Macías, aceptando el cargo de perito, en substitución de Arturo Cerino Nava (fojas 450 y 451 del tomo II de los cuadernos de amparo). Mediante proveído de fecha quince de marzo de mil novecientos ochenta y cuatro, el Juez de Distrito requirió a la autoridad responsable el cumplimiento a la ejecutoria de amparo (foja 513 del tomo II de los cuadernos de amparo). Mediante comparecencia de fecha treinta de mayo de mil novecientos ochenta y cuatro, ante el Juez responsable, el perito Francisco Roberto Castellanos Solís, indicó que las coordenadas numéricas proporcionadas por el Director General de Administración del Uso del suelo, se obtuvieron gráficamente del PÁG. 53 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. plano de fecha treinta de abril de mil novecientos setenta y nueve, con lo cual existía la posibilidad de una deformación en el papel, al momento de tomarlas, por lo que se requerían las coordenadas calculadas para hacer dicho plano, así como el plano que se mencionó en las mismas (fojas 552 y 553 del Tomo II de los cuadernos de amparo). Por oficio número quinientos cuarenta y tres, de fecha treinta de mayo de mil novecientos ochenta y cuatro, el Juez responsable informó al de Distrito, que para cumplir su cometido, los peritos requirieron las coordenadas calculadas utilizadas para obtener las coordenadas numéricas de los predios y el plano sobre el cual se hicieron, así como también los puntos de liga y sus coordenadas numéricas calculadas, a fin de realizar su trabajo en forma exacta, sin dar lugar a excesos o defectos que pudieran lesionar derechos no comprendidos dentro de los límites de los terrenos de que se trata (foja 551 y subsecuentes del tomo II de los cuadernos de amparo). Mediante proveído de fecha seis de marzo de mil novecientos ochenta y seis, el Juez de Distrito requirió a la autoridad responsable el cumplimiento a la ejecutoria de amparo (foja 570 del Tomo II de los cuadernos de amparo). El autorizado del quejoso, en términos del artículo 27 de la Ley de Amparo, mediante escrito de fecha tres de abril de mil novecientos ochenta y seis, presentado el siete siguiente, ante el Juzgado del conocimiento, hizo las siguientes manifestaciones: PÁG. 54 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. “AMPARO 89/80.- RAFAEL URIBE ÁLVAREZ. --- C. JUEZ QUINTO DE DISTRITO DEL DISTRITO FEDERAL EN MATERIA PENAL. --- JOAQUÍN ORTEGA ARENAS, autorizado por la quejosa en términos del artículo 27 de la Ley de Amparo, con todo respeto digo: --- Que desahogando la vista ordenada en auto de 25 de marzo actual, manifiesto que, este H. Juzgado por auto dictado el día SEIS DE FEBRERO DE MIL NOVECIENTOS OCHENTA Y CUATRO, concedió a la responsable un ‘…término perentorio…’ de QUINCE DÍAS para que proveyere a la ejecución de la sentencia dictada en este juicio y Queja 5/83 y han transcurrido ya OCHOCIENTOS CINCUENTA Y UN DÍAS MÁS A PARTIR DE QUE ESE TÉRMINO VENCIÓ, sin que se ejecute la sentencia, debido a una serie de evasivas de la autoridad responsable que imputa a terceros extraños la falta de cumplimiento de la ejecutoria, NO OBSTANTE QUE LEGALMENTE SÓLO EL JUEZ SEXTO PENAL DEL D.F. ESTÁ OBLIGADO A ESE CUMPLIMIENTO, Y A TOMAR CUANTA PROVIDENCIA SEA NECESARIA PARA ELLO, SIN INMISCUIR A NADIE MÁS. --- Ahora bien, los predios San Juan, Santa María y Buenavista cuya posesión debe ser restituida al quejoso, HOY SON DENOMINADOS FRACCIONAMIENTO RESIDENCIAL CAFETALES tal como se desprende del certificado de ‘posesión de buena fé’ que autoridades del Departamento del Distrito Federal PÁG. 55 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. están expidiendo y de los que obra en autos una copia exhibida por mi, y ese fraccionamiento, ESTÁ COMPRENDIDO ENTRE LAS CALLES DENOMINADAS Calzada de las Bombas por el norte, Yucuchito, por el sur, Universidad Metropolitana por el Oriente y Santa Cecilia por el Poniente, el predio Buenavista, y los predios Santa María y San Juan unidos actualmente, por el Norte con calle Tepetlapa, por el Sur, Calzada de las Bombas, por el Oriente, Calle Santa Cecilia y por el Poniente calle Cacahoatan, y su localización sólo requiere la lectura del nombre de dichas calles, sin necesidad de coordenadas ni pretextos de ninguna especie, y sin que la lectura de dichos nombres requiera por otra parte de ser realizada por peritos que el Juez responsable no puede designar. --- Es evidente que la Autoridad Responsable se niega a cumplir con la sentencia dictada por medio de razones ineficaces y evasivas, por lo que debe tener aplicación en el presente caso la Tesis Jurisprudencial Número 108 de la Primera Parte de la Compilación de Jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación de 1917 a 1975 PLENO, que señala, SENTENCIAS DE AMPARO, DESOBEDIENCIA A LAS.- Cuando en el juicio de amparo se comprueba que la autoridad responsable se niega a cumplir con la sentencia dictada, por medio de razones ineficaces o de evasivas, es procedente aplicarle la sanción a que PÁG. 56 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. se refiere la fracción XI (sic) del artículo 107 constitucional, separando a dicha autoridad de su cargo, y consignando los hechos para los efectos correspondientes. --- Cabe aclarar que, el Fraccionamiento Residencial Cafetales, se ubicó en el lugar en que se encuentra merced a una diligencia de apeo y deslinde llevada a cabo por la Empresa Fraccionadora Cafetales, S.A., y que esos son precisamente los predios que fueron arrebatados al quejoso con motivo del auto de formal prisión dictado en su contra en el proceso de que emanan los actos reclamados y que la autoridad responsable DEBE RESTITUIRLE. --- Por lo expuesto, A UD. C. JUEZ ATENTAMENTE PIDO SE SIRVA: --- PRIMERO.- Tener por desahogada la vista que se ordenó en auto de 26 de marzo del corriente año en los términos del presente escrito. -- SEGUNDO.- Proveer sobre las peticiones contenidas en escritos exhibidos por la parte que represento y que con motivo de la vista ordenada han quedado pendientes. --- TERCERO.- En atención a que las maniobras de que se ha valido la autoridad responsable para rehuir el cumplimiento de la sentencia de amparo son a todas luces ineficaces y evasivas ya que no es dable creer que durante más de dos años ‘…no haya logrado…’ localizar el predio del que despojó sin dificultades de ninguna especie al quejoso, proceder en su contra en la forma que señalan la fracción IX (sic) PÁG. 57 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. del artículo 107 constitucional y la Tesis Jurisprudencial que invoco con apoyo en el artículo 192 de la Ley de Amparo. --- México, D.F., a 3 de abril de 1986. --- FIRMA” (fojas 607 del tomo II de los cuadernos de amparo). En auto de fecha veinte de mayo de mil novecientos ochenta y seis, el Juez de Distrito ordenó se requiriera al entonces Jefe del Departamento del Distrito Federal y al Delegado Político en Coyoacán, para que le remitiera los planos autorizados de los predios “San Juan”, “Santa María” y “Buena Vista”, conocidos actualmente como “Fraccionamiento Residencial Cafetales”, a fin de continuar con el procedimiento de ejecución de la sentencia de amparo (fojas 610 y 611 del tomo II de los cuadernos de amparo). El requerimiento anterior fue reiterado mediante auto de fecha veintidós de septiembre de mil novecientos ochenta y seis (foja 624 del tomo II de los cuadernos de amparo). En auto de fecha doce de febrero de mil novecientos ochenta y siete, el Juez de Distrito tuvo por recibido del Jefe de la Unidad Departamental de Servicios Jurídicos de la Delegación Coyoacán, el plano relativo al “Fraccionamiento Residencial Cafetales” y ordenó remitir copia del mismo al Juez responsable (foja 640 del tomo II de los cuadernos de amparo). En auto de fecha dieciséis de marzo de mil novecientos ochenta y siete, el Juez de Distrito requirió a la autoridad responsable para que le informara las medidas que hubiera PÁG. 58 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. tomado para el debido cumplimiento a la ejecutoria de amparo (foja 646 frente y vuelta del tomo II de los cuadernos de amparo). Mediante escrito de fecha veintitrés de febrero de mil novecientos ochenta y siete, presentado el día cuatro de marzo siguiente ante el Juzgado de Distrito del conocimiento, los integrantes de la Mesa Directiva de la “Asociación de Adquirentes y Residentes del Fraccionamiento Cafetales”, Asociación Civil, solicitaron que se declarara inejecutable la sentencia de amparo, respecto de la restitución de los predios (fojas 649 a 658 del tomo II de los cuadernos de amparo). En auto de fecha diecinueve de marzo de mil novecientos ochenta y siete, el a quo negó la anterior petición, en virtud de que la sentencia de amparo se encontraba en vías de ejecución (foja 661 del tomo II de los cuadernos de amparo). Por oficio número nueve, de fecha veinticuatro de abril de mil novecientos ochenta y siete, el Juez Trigésimo Noveno Penal del Distrito Federal, por Ministerio de Ley informó al Juez de Distrito que el día trece del mes y año citados, el expediente 302/79, del que derivan los actos reclamados, se radicó definitivamente en ese Juzgado (foja 669 del tomo II de los cuadernos de amparo). En proveído de fecha dieciséis de diciembre de mil novecientos ochenta y ocho, el Juez de Distrito ordenó que las subsecuentes notificaciones se hicieran al Juez oficiante, en su carácter de autoridad responsable. Posteriormente, en acuerdo PÁG. 59 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. de fecha veintiséis de mayo de mil novecientos ochenta y nueve el a quo le confirió expresamente el carácter de autoridad responsable substituta (fojas 673 y 689 del tomo II de los cuadernos de amparo). Por auto de fecha ocho de junio de mil novecientos noventa y cinco, el Juez de Distrito determinó que no se había cumplido la ejecutoria de amparo y ordenó la remisión de los autos del juicio de amparo a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, para los efectos del artículo 107, fracción XVI, de la Constitución General de la República (foja 744 frente y vuelta del tomo II de los cuadernos de amparo). SÉPTIMO.- Mediante proveído de fecha veintinueve de junio de mil novecientos noventa y cinco, el Presidente de este Alto Tribunal, ordenó formar y registrar el presente incidente de inejecución de sentencia con el número 73/95 (foja 2 del expediente de inejecución). Por auto de fecha tres de julio de mil novecientos noventa y cinco, se turnó el asunto, para su estudio, al Señor Ministro Juan Díaz Romero, a fin de que formulara el proyecto respectivo (foja 4 del expediente de inejecución). Mediante dictamen de fecha veintiuno de junio de mil novecientos noventa y seis, el Señor ministro Ponente solicitó el envío del expediente a la Sala de su adscripción, para que se efectuaran los trámites que en derecho procedieran (foja 19 del expediente de inejecución). PÁG. 60 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. En atención a lo solicitado en el dictamen referido, el Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, mediante proveído de fecha ocho de enero de mil novecientos noventa y siete, envió los autos a la Segunda Sala, para los efectos legales conducentes (foja 20 del expediente de inejecución). En acuerdo de fecha nueve de enero de mil novecientos noventa y siete, se tuvieron por recibidos los autos en la Segunda Sala, y en la misma fecha, su Presidente ordenó devolverlos al Ministro relator (foja 21 del expediente de inejecución). El presente asunto fue listado el diez de enero de mil novecientos noventa y siete, y en la sesión celebrada el día diecisiete del mismo mes y año, la Segunda Sala, por unanimidad de cinco votos de los Ministros integrantes, acordó su aplazamiento (foja 22 el expediente de inejecución). CONSIDERANDO: PRIMERO.- Esta Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, es legalmente competente para conocer y resolver este incidente de inejecución de sentencia, de conformidad con lo dispuesto por los artículos 107, fracción XVI, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; 105 de la Ley de Amparo; 11, fracción V, y 21, fracción XI, de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación; y punto tercero, fracción IV, del Acuerdo Plenario 1/1997, aprobado el día PÁG. 61 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. veintisiete de mayo de mil novecientos noventa y siete, toda vez que no se está en el caso de aplicar las sanciones establecidas en el precepto constitucional citado, en virtud de que deben devolverse los autos del juicio de amparo indirecto número 89/80, del que deriva este incidente de inejecución de sentencia, al Juzgado Quinto de Distrito en Materia Penal en el Distrito Federal, a fin de que el a quo se pronuncie sobre las causas de imposibilidad material y legal para cumplir la ejecutoria de amparo, que invocan las autoridades responsables. SEGUNDO.- Previamente al estudio correspondiente, es necesario exponer algunas consideraciones acerca de la procedencia del incidente de inejecución de sentencia, conforme a los últimos criterios establecidos sobre el tema, por esta Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. En la sesión pública celebrada el día doce de enero del año dos mil, se resolvió por mayoría de cuatro votos a favor, el incidente de inejecución de sentencia número 408/2000, deducido del juicio de amparo indirecto 1451/98 en el cual es quejoso Alejandro Morales Mega. En ese asunto, se estableció, esencialmente, que cuando en un juicio de amparo que se remite a este Máximo Tribunal como incidente de inejecución por incumplimiento a una ejecutoria, preexiste un recurso de queja por defecto en la ejecución de la sentencia de amparo, dicho incidente de inejecución de sentencia sólo es improcedente cuando la queja se declara infundada por el tribunal que conoce del juicio de garantías, porque esa PÁG. 62 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. determinación implica un pronunciamiento expreso respecto a que los deberes impuestos por el fallo constitucional se han acatado cabalmente, lo que no sucede cuando el recurso de queja se declara fundado, porque en este caso, las autoridades responsables están obligadas a cumplir tanto la sentencia de amparo, como la resolución que declara fundada la queja y ante la omisión de hacerlo, la vía idónea para determinar si existe incumplimiento de los deberes impuestos por la ejecutoria es, precisamente, el incidente de inejecución de sentencia, pues de lo contrario, se dejaría en estado de indefensión al agraviado. El caso a estudio encuadra, por identidad de razón, dentro del primero de los supuestos a que se ha hecho referencia, en razón de que en el juicio de amparo 89/80, del que deriva este incidente de inejecución de sentencia, preexiste el recurso de queja número Q.P.- 5/83, promovido por el quejoso, en contra del proveído de fecha veintiséis de abril de mil novecientos ochenta y tres, por virtud del cual el Juez de Distrito negó la petición del inconforme para que se le restituyera en la posesión de los predios objeto de la acusación de la cual fue objeto, y dicho recurso lo declaró fundado el entonces único Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito, mediante resolución de fecha veintinueve de agosto de mil novecientos ochenta y tres, a fin de que el Juez de Distrito requiriera al responsable, para que restituyera al quejoso en la posesión de los predios relativos, para dar cumplimiento, de esta manera, al artículo 80 de la Ley de Amparo. PÁG. 63 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. En la resolución pronunciada en este recurso, se interpretó la ejecutoria de amparo, se precisaron sus alcances y los actos que debían requerirse a las autoridades responsables para darle cumplimiento y es precisamente la falta de cumplimiento a ese recurso de queja, lo que motivó al Juez de Distrito para remitir los autos del juicio de amparo indirecto a esta Suprema Corte de Justicia de la Nación, como incidente de inejecución de sentencia, en virtud de que no obstante los diversos requerimientos formulados, las autoridades responsables no habían logrado restituir al quejoso en la posesión de los predios relativos. De esta manera, aunque técnicamente no se está en el caso del recurso de queja por exceso o defecto en el cumplimiento de la sentencia de amparo, previsto en la fracción IX del artículo 95 de la Ley de Amparo, sino en el de la fracción VI del numeral invocado, porque dicho medio de impugnación se promovió contra una resolución del Juez de Distrito que no admite expresamente el recurso de revisión y por su naturaleza trascendental y grave causa un perjuicio no reparable en la sentencia definitiva, el incidente es procedente, pues en el recurso de queja se interpretó la ejecutoria y se precisaron los actos que debían realizar las autoridades responsables para darle cumplimiento, en términos del artículo 80 de la ley de la materia. En esa tesitura, conforme a lo resuelto mayoritariamente por esta Segunda Sala, en el incidente de inejecución de sentencia número 408/2000 ésta es la vía idónea para determinar si la autoridad responsable es o no contumaz para acatar la ejecutoria de amparo y lo resuelto en la queja número Q.P.- 5/83. PÁG. 64 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. Sobre el particular, debe decirse que la Ley de Amparo establece diversos procedimientos para lograr el cumplimiento de las sentencias que conceden la protección de la Justicia Federal, entre los cuales se halla el que interesa al presente estudio, que es el incidente de inejecución de sentencia. En el caso propio de la figura de la inejecución de sentencia, como uno de esos procedimientos para lograr el cumplimiento de las ejecutorias de amparo, debe decirse que los artículos 104, 105 y 108, todos de la Ley de Amparo, establecen en lo que interesa, respectivamente, lo siguiente: “Artículo 104.- En los casos a que se refiere el artículo 107, fracciones VII, VIII y IX, de la Constitución Federal, luego que cause ejecutoria la sentencia en que se haya concedido el amparo solicitado, o que se reciba testimonio de la ejecutoria dictada en revisión, el juez, la autoridad que haya conocido del juicio o el Tribunal Colegiado de Circuito, si se interpuso revisión contra la resolución que haya pronunciado en materia de amparo directo, la comunicará, por oficio y sin demora alguna, a las autoridades responsables para su cumplimiento y la harán saber a las demás partes. --- En casos urgentes y de notorios perjuicios para el quejoso, podrá ordenarse por la vía telegráfica el cumplimiento de la ejecutoria, sin perjuicio de comunicarla PÁG. 65 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. íntegramente, conforme al párrafo anterior. --- En el propio oficio en que se haga la notificación a las autoridades responsables, se les prevendrá que informen sobre el cumplimiento que se dé al fallo de referencia.” “Artículo 105.- Si dentro de las veinticuatro horas siguientes a la notificación a las autoridades responsables la ejecutoria no quedare cumplida, cuando la naturaleza del acto lo permita o no se encontrase en vías de ejecución en la hipótesis contraria, el juez de Distrito, la autoridad que haya conocido del juicio o el Tribunal Colegiado de Circuito, si se trata de revisión contra resolución pronunciada en materia de amparo directo requerirán, de oficio o a instancia de cualquiera de las partes, al superior inmediato de la autoridad responsable para que obligue a ésta a cumplir sin demora la sentencia; y si la autoridad responsable no tuviere superior, el requerimiento se hará directamente a ella. Cuando el superior inmediato de la autoridad requerimiento, y responsable tuviere, a no su atendiere vez, el superior jerárquico, también se requerirá a este último. Cuando no se obedeciere la ejecutoria, a pesar de los requerimientos a que se refiere el párrafo anterior, el Juez de Distrito, la autoridad que haya conocido del juicio o el Tribunal Colegiado de Circuito, en su caso, remitirá el expediente original PÁG. 66 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. a la Suprema Corte de Justicia, para los efectos del artículo 107, fracción XVI, de la Constitución Federal, dejando copia certificada de la misma y de las constancias procurar su que fueren exacto y necesarias debido para cumplimiento, conforme al artículo 111 de esta ley...” “Artículo 108.- ...Cuando se trate de la repetición del acto reclamado, así como en los casos de inejecución de sentencia de amparo a que se refieren los artículos anteriores, la Suprema Corte de Justicia determinará, si procediere, que la autoridad responsable quede inmediatamente separada de su cargo y la consignará al Ministerio Público para el ejercicio de la acción penal correspondiente.” Existe inejecución a la sentencia de amparo, cuando a pesar de los medios utilizados y de los requerimientos efectuados tanto a las autoridades responsables, como a sus superiores jerárquicos, cuando los hubiere, para lograr el cumplimiento de la ejecutoria de amparo, esto no se logra debido a la contumacia de las autoridades obligadas a acatarla. En otras palabras, existe desacato a la sentencia de amparo, cuando las autoridades vinculadas al cumplimiento, abiertamente o con evasivas, se abstienen totalmente de obrar en el sentido ordenado por la sentencia, o bien, cuando no realizan la prestación de dar, hacer, o no hacer, que constituye el núcleo esencial de la garantía que se estimó infringida en la sentencia, sino que realizan actos PÁG. 67 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. intrascendentes, secundarios o poco relevantes para lograr su acatamiento, y conforme a lo resuelto en el incidente de inejecución de sentencia 408/2000, cuando preexiste un recurso de queja fundado al cual no se ha dado cumplimiento. En esa virtud, si el Tribunal que conoció y resolvió el amparo estima que la ejecutoria no se ha cumplido, a pesar de los requerimientos dirigidos a las autoridades responsables y, en su caso, a su superior o superiores jerárquicos, cuando los hubiere, en términos de lo dispuesto por el artículo 105 de la Ley Reglamentaria, remitirá los autos a la Suprema Corte de Justicia de la Nación para que se inicie el incidente de inejecución de sentencia, que puede conducir a la destitución de las autoridades contumaces (la directamente responsable y su superior jerárquico) y su consignación ante el Juez de Distrito, según lo establecen los artículos 107, fracción XVI, Constitucional, 105 y 108 de la Ley de Amparo. Ello permite establecer que son dos las fases procesales, y dos, también, las autoridades judiciales federales que deben intervenir en el procedimiento de ejecución de una sentencia de amparo. La primera fase, corresponde al tribunal que conoció del amparo y comprende la adecuación de medidas tendientes al logro de la ejecución del fallo constitucional, la cual concluye, bien sea con la atención a los requerimientos de ejecución del fallo protector por parte de las autoridades responsables, o sus superiores jerárquicos, o bien, con la remisión de los autos a la PÁG. 68 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. Suprema Corte de Justicia de la Nación, ante el desacato a los requerimientos formulados para que se ejecute la sentencia de amparo. La segunda fase, sucede necesariamente ante esta Suprema Corte de Justicia de la Nación, quien decidirá si procede, o no, la aplicación de las sanciones establecidas en el precepto supracitado, esto es, la separación de las autoridades contumaces del cargo y su consignación ante el Juez de Distrito correspondiente. Esta es, por excelencia, la finalidad de la tramitación del incidente de inejecución de sentencia, pues habiéndose agotado por los tribunales de amparo todas las medidas para obtener el cumplimiento de la ejecutoria, sin que este propósito se logre, entones corresponde a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, intervenir para decidir lo procedente acerca de la aplicación de las sanciones previstas en el artículo 107, fracción XVI, de la Constitución General de la República. Son ilustrativos de lo anterior, los siguientes criterios: La tesis aislada número P.LXIV/95, sustentada por el Tribunal en Pleno, visible en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo II, octubre de mil novecientos noventa y cinco, página ciento sesenta, de rubro y tenor: “SENTENCIAS DE AMPARO. PROCEDIMIENTOS PREVISTOS EN LA LEY DE AMPARO PARA LOGRAR SU CUMPLIMIENTO.- El sistema PÁG. 69 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. dispuesto por la Ley de Amparo para lograr el cumplimiento de las sentencias que concedan la Protección Federal procedimientos, se compone excluyentes de entre diversos sí, cuya procedencia depende de que se actualice alguno de los siguientes supuestos: 1o. Desacato a la sentencia de amparo cuando la autoridad responsable, abiertamente o con evasivas, se abstiene totalmente de obrar en el sentido ordenado por la sentencia, o bien no realiza la prestación de dar, hacer o no hacer que constituye el núcleo esencial de la garantía que se estimó violada en la sentencia, sino que desarrolla actos que resultan intrascendentes, secundarios o poco relevantes para dicho cumplimiento. En este supuesto: a) Si el Juez o Tribunal que conoce del asunto declara que no se ha cumplido la sentencia a pesar de los requerimientos dirigidos a la autoridad responsable y a su superior jerárquico (artículo 105, primer párrafo), remitirá de oficio el asunto a la Suprema Corte, iniciándose el incidente de inejecución (artículo 105, segundo párrafo) que puede conducir a la destitución de la autoridad responsable en términos del artículo 107, fracción XVI, constitucional; b) Si el Juez o Tribunal resuelve que la responsable cumplió la sentencia, procede la inconformidad en contra de su decisión (artículo 105, tercer párrafo), cuya resolución podría conducir a la destitución de la autoridad PÁG. 70 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. responsable y su consignación ante un Juez de Distrito, si la Suprema Corte comprueba que ésta incurrió en evasivas o procedimientos ilegales para incumplir, dando la apariencia de acatamiento; c) Si el quejoso elige que la sentencia de amparo se dé por cumplida mediante el pago de una indemnización, procede el incidente de pago de daños y perjuicios (artículo 105, último párrafo). 2o. Cumplimiento excesivo o defectuoso de la sentencia de amparo. En este supuesto, el quejoso puede acudir al recurso de queja en contra de los actos de la autoridad responsable (artículo 95, fracciones II y IV) y en contra de la resolución que llegue a dictarse, procede el llamado recurso de queja de queja (artículo 95, fracción V), cuya resolución no admite a su vez medio de impugnación alguno. 3o. Repetición del acto reclamado cuando la autoridad reitera la conducta declarada inconstitucional por la sentencia de amparo. En este supuesto: a) Si el Juez o Tribunal resuelve que la autoridad incurrió en esta repetición, procede el envío de los autos a esta Suprema Corte para que determine si es el caso de imponer la sanción de destitución y su consignación ante un Juez de Distrito; b) Si el Juez o Tribunal resuelve que la autoridad no incurrió en repetición del acto reclamado, procede la inconformidad en contra de su decisión (artículo 108), cuya resolución podría conducir, en caso de PÁG. 71 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. ser fundada, y una vez agotados los trámites legales, a la destitución de la autoridad y a la consignación señalada. En estos supuestos, los procedimientos que destitución la de podrían autoridad conducir a la responsable se tramitarán sin perjuicio de las medidas que deban tomarse hasta obtener el cumplimiento del fallo protector.” Tesis aislada registrada con el número doscientos treinta y tres mil ochocientos treinta y nueve, consultable en el Semanario Judicial de la Federación, Séptima Época, Volumen Doce, Primera Parte, página treinta y tres, cuyo contenido es el siguiente: “SENTENCIAS DE AMPARO, INEJECUCIÓN DE LAS.- Según los artículos 105, 106 y 108 de la Ley de Amparo, y la fracción XVI del artículo 107 constitucional, dos son las fases procesales a seguir, y dos las autoridades Judiciales federales a intervenir, para los casos de imputación de desobediencia a las sentencias dictadas en juicio de amparo directo o indirecto. La primera corresponde a la autoridad judicial federal que conoció del juicio y comprende la adopción de medidas tendientes al logro de la ejecución de la sentencia, la que concluye, bien con la atención a los requerimientos de ejecución del fallo protector, o bien con el envío a la H. Suprema Corte de los PÁG. 72 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. autos y remisión del informe en los términos previstos por el artículo 108 de la Ley de Amparo sobre la contumacia apreciada. Es propiamente este segundo procedimiento que sucede a la consignación de la contumacia lo que constituye el incidente de inejecución de sentencia en el que la H. Suprema Corte de Justicia, funcionando en Pleno, decidirá si procede o no la adopción de las dos severas medidas previstas por la fracción XVI del artículo 107 constitucional, que son las mismas que señala el artículo 108 de la Ley de Amparo. Luego si la Tercera Sala de esta Suprema Corte, con posterioridad al acuerdo de presidencia que ordenó se le enviara un expediente para los efectos de los artículos 106, 108 y 112 de la Ley de Amparo, acuerda con plena jurisdicción, que se reitere al Tribunal responsable el envío del informe que la presidencia le tiene solicitado en relación a la desatención de la ejecutoria de amparo que se le atribuye, y conmina a la misma responsable con imponerle una multa y, posteriormente acuerda declarar sin materia el incidente de inejecución de sentencia en atención a que el tribunal responsable había acreditado que quedó cumplimentada la ejecutoria de amparo respectiva, es de reconocer que la Sala actúa con plenas facultades para apreciar el acatamiento de la ejecutoria de amparo y dar por concluido el asunto mandándolo archivar, pues en esas circunstancias esta H. Suprema Corte PÁG. 73 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. carece conocer de los de la presupuestos necesarios contumacia para atribuida a la responsable y desestimada por el órgano judicial federal competente como lo es quien conoció del juicio constitucional. La desestimación del incumplimiento de una ejecutoria de amparo por parte de una de las Salas de esta H. Suprema Corte o bien por un tribunal colegiado de circuito, por no admitir recurso alguno, da lugar a que el asunto concluya con la declaración de acatamiento del fallo.” Tesis número P. LXV/95 del Tribunal en Pleno, consultable en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo II, octubre de mil novecientos noventa y cinco, página ciento dieciséis, de rubro y tenor: “INCIDENTES DE INEJECUCIÓN E INCONFORMIDAD. PARA ESTIMAR QUE EXISTE ‘PRINCIPIO DE EJECUCIÓN’ QUE HAGA PROCEDENTE LA QUEJA, NO BASTAN ACTOS PRELIMINARES O PREPARATORIOS, SINO LA REALIZACIÓN DE AQUÉLLOS QUE TRASCIENDEN AL NÚCLEO ESENCIAL DE LA OBLIGACIÓN EXIGIDA, CON LA CLARA INTENCIÓN DE AGOTAR EL CUMPLIMIENTO. Este tribunal decide apartarse del criterio sostenido en la tesis que con el título de: ‘INCONFORMIDADES PREVISTAS POR EL TERCER PÁRRAFO DEL ARTÍCULO 105 DE LA LEY PÁG. 74 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. DE AMPARO E INCIDENTES DE INEJECUCIÓN DE SENTENCIA, REQUIEREN, COMO PRESUPUESTO NECESARIO, LA IMPUTACIÓN DE UNA ACTITUD ABSTENCIONISTA TOTAL POR PARTE DE LA AUTORIDAD RESPONSABLE PARA ACATAR LA EJECUTORIA DE AMPARO’, está publicada en el Apéndice al Semanario Judicial de la Federación de mil novecientos ochenta y ocho, Primera Parte, página ochocientos veintiocho, pues un nuevo examen de la fracción XVI del artículo 107 constitucional vigente, en relación con el sistema previsto en la Ley de Amparo para lograr el cumplimiento de las sentencias protectoras, específicamente en sus artículos 95, fracciones II a V, 105, 106 y 107, muestra que los incidentes de inejecución y de inconformidad deben estimarse procedentes no sólo en el supuesto de que exista una abstención total de la autoridad responsable obligada a cumplir la sentencia, sino también en aquellos casos en que dicha autoridad realiza actos que no constituyen el núcleo esencial de la prestación en la cual se traduce la garantía que se estimó violada en la sentencia, es decir, que se limita a desarrollar actos intranscendentes, preliminares o secundarios que crean la apariencia de que se está cumpliendo el fallo, toda vez que sólo admitiendo la procedencia de tales incidentes, se hace efectivo el derecho del quejoso de someter a la consideración de este alto tribunal la conducta PÁG. 75 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. de la autoridad responsable que a través de evasivas y actos de escasa eficacia, pretende eludir el cumplimiento del fallo protector, lo que no podría lograrse a través del recurso de queja por defecto o exceso en la ejecución, ya que su substanciación en ningún caso conduciría a imponer la sanción prevista en el precepto constitucional en cita; en este sentido, habrá ‘principio de ejecución’ y serán improcedentes por tal motivo los incidentes de inejecución y de inconformidad, por surtirse los supuestos del recurso de queja, cuando se advierta que la autoridad responsable ha realizado cuando menos en parte, aquella prestación que es la esencial para restituir al quejoso en el goce de la garantía violada, considerando la naturaleza del bien fundamentalmente protegido o resguardado en la ejecutoria de amparo, que es el núcleo de la restitución en la garantía violada, el tipo de actos u omisiones de las autoridades necesarias para restaurar ese bien protegido y su sana intención de acatar el fallo.” TERCERO.- En concordancia con los conceptos expuestos en el considerando que precede, y entrando ya en materia, debe decirse que este incidente de inejecución de sentencia se formó originalmente, porque el Juez Quinto de Distrito en Materia Penal en el Distrito Federal, mediante proveído de fecha ocho de junio de mil novecientos noventa y cinco, ordenó la remisión de los autos del juicio de amparo indirecto número 89/80 a esta PÁG. 76 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. Suprema Corte de Justicia de la Nación, al considerar que “… a la fecha no se ha logrado dar cumplimiento a la ejecutoria pronunciada por el Primer Tribunal Colegiado del Primer Circuito en Materia Penal, dentro del recurso de revisión 115/80, así como del recurso de queja número 5/83 resuelto por el proprio Tribunal Colegiado, en donde se ordena la restitución al quejoso RAFEL URIBE ÁLVAREZ de la posesión de los predios denominados ‘Santa María’, ‘San Juan’ y ‘Buena vista’, de la Exhacienda de Coapa, Distrito Federal, dando cabal cumplimiento, a lo que establece el artículo 80 de la Ley de la Materia,... ", por lo que, en principio, debe decirse que la finalidad de la tramitación de este incidente consiste en analizar si existe desacato a la sentencia de amparo, con el propósito de determinar si procede, o no, la separación del cargo de las autoridades responsables contumaces y su consignación ante el Juez de Distrito correspondiente, en términos de los preceptos relativos de la Constitución General de la República, de la Ley de Amparo, y de las jurisprudencias y tesis citadas con antelación. Sin embargo, esta Segunda Sala advierte que desde el procedimiento de ejecución de la sentencia de amparo ante el Juez de Distrito y también durante la tramitación de este incidente de inejecución de sentencia, las autoridades responsables en turno adujeron diversas causas de imposibilidad material y legal para cumplir la ejecutoria, sin que el a quo se hubiera pronunciado respecto de ellas, lo cual motiva que deban devolverse los autos del juicio de amparo indirecto número 89/80, al Juzgado Quinto de Distrito en Materia Penal en el Distrito PÁG. 77 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. Federal, a fin de que su titular se pronuncie sobre los impedimentos alegados para acatar la ejecutoria de amparo, que esgrimen las autoridades responsables. Por razón de método en la exposición, y con el propósito de lograr una mejor comprensión del caso a estudio, es necesario precisar sus antecedentes, en la parte que al mismo trasciende. Rafael Uribe Álvarez, por su propio derecho, promovió el juicio de amparo indirecto número 89/80, ante el Juzgado Quinto de Distrito en Materia Penal en el Distrito Federal, en contra del Juez Sexto de lo Penal del Distrito Federal y de la Sexta Sala del Tribunal Superior de Justicia, también del Distrito Federal, a quienes reclamó, respectivamente, el auto de formal prisión de fecha nueve de noviembre de mil novecientos setenta y nueve, decretado en su contra en la causa penal número 302/79, por los delitos de uso de documento falso, fraude y despojo, éste último cometido respecto de dos predios de ciento cincuenta y cinco mil y doscientos veintidós mil metros cuadrados de la Exhacienda de Coapa, en la Ciudad de México, Distrito Federal y, la sentencia de fecha dos de abril de mil novecientos ochenta, pronunciada en el toca 996/79 que confirmó aquel auto de término constitucional. Conviene precisar que en los actos reclamados se consideró, esencialmente, lo siguiente: Que el cuerpo del delito de despojo previsto en el artículo 395, fracción I, del Código Penal se acreditó en virtud de que “Fraccionadora Cafetales”, Sociedad Anónima es propietaria de PÁG. 78 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. los terrenos denominados “San Juan”, “Santa María” y “Buena Vista” de la Colonia Agrícola Benito Juárez, Hacienda de Coapa, Delegación Coyoacán en México Distrito Federal; que el día once de junio de mil novecientos setenta y nueve Juan Soriano Cerda, en su carácter de representante legal de la persona moral mencionada pretendió instalar una caseta de vigilancia en esos predios, lo cual no pudo llevar a cabo en virtud de que el señor Juan Rodríguez Mancera, le indicó que se encontraba en propiedad ajena, en virtud de que el señor Rafel Uribe Álvarez, adquirió los predios mediante los juicios de prescripción adquisitiva números 301/71 y 302/71 del índice del Juzgado Tercero de lo Civil del Distrito Federal, y que los cuidaba por instrucciones de este último, asimismo, que en el mes de junio del año de mil novecientos setenta y nueve, se instaló definitivamente en los terrenos habitando una construcción existente en los mismos. Respecto del cuerpo del delito de uso de documento falso, a que se refiere el artículo 246, fracción VII, del Código Penal aplicable, que este se acreditó porque para justificar sus derechos de propiedad alegados sobre los predios controvertidos, el inculpado Rafael Uribe Álvarez utilizó para su inscripción en el Registro Público de la Propiedad y del Comercio del Distrito Federal, dos copias certificadas de actuaciones que dijo correspondían a los juicios de prescripción adquisitiva números 301/71 y 302/71, del índice del Juzgado Tercero de lo Civil del Distrito Federal, sin embargo que estos expedientes en realidad corresponden a las diligencias de jurisdicción voluntaria promovidas ambas por Jamich Rosas Limnantour y dirigidas, la PÁG. 79 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. primera a Raúl Cáceres, Sociedad Anónima y la segunda, a Rafael Saenz Oliva; que los procedimientos supuestamente incoados por el quejoso en contra de Carmen Sánchez de Algara y del Director del Registro Público de la Propiedad y del Comercio del Distrito Federal, tampoco están registrados con otros números ni existe publicación alguna en el Boletín Judicial de los acuerdos que debieron haberse dictado en caso de haber existido los expedientes. Asimismo, porque la señora Carmen Sánchez de Algara, en contra de quien se promovieron los juicios de prescripción, falleció el día veinte de marzo de mil novecientos treinta, lo cual evidenciaba la falsedad de los documentos utilizados por el quejoso para inscribir a su nombre los terrenos cuestionados. Por lo que hace al cuerpo del delito de fraude, sancionado por el artículo 386 del Código Penal aplicable, que éste se acreditó porque no obstante que los terrenos controvertidos no pertenecen al quejoso, sino a “Fraccionadora Cafetales”, Sociedad Anónima, aquél instituyó un fideicomiso en favor del Sindicato de la Secretaría de Programación y Presupuesto, sobre el predio de doscientos veintidós mil metros cuadrados, a cambio de lo cual obtuvo la cantidad de tres millones de pesos; e hipotecó el otro inmueble de ciento cincuenta y cinco mil metros cuadrados en favor de Ángel del Villar y éste, con la anuencia del quejoso celebró un contrato de compraventa con el Sindicato de Trabajadores de la Aviación, quien ha dado al quejoso doce millones de pesos, a cuenta de la cantidad de setenta millones, obteniendo así, un lucro indebido. PÁG. 80 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. Finalmente, en las resoluciones reclamadas se estableció que la presunta responsabilidad de Rafael Uribe Álvarez, en la comisión de los delitos de uso de documento falso, fraude y despojo, por los que fue consignado, se acreditó con los mismos elementos reseñados precedentemente para tener por demostrado el cuerpos de los delitos relativos. El a quo, en la sentencia constitucional de fecha veintidós de agosto de mil novecientos ochenta, negó el amparo respecto auto de formal prisión y su confirmación por el delito de fraude, al estimar que quedaron acreditados los elementos del cuerpo del delito y la presunta responsabilidad del inculpado, aquí quejoso, en virtud de que éste, valiéndose de las sentencias de las cuáles no consta que sean auténticas, dictadas según dijo, por el Juez Tercero de lo Civil del Distrito Federal en los juicios 301/71 y 301/72, logró que se inscribieran en el Registro Público de la Propiedad y del Comercio los terrenos que en ellas se describen, los cuáles aseveró la empresa ofendida son de su propiedad y el quejoso celebró respecto de dichos terrenos operaciones con los Sindicatos de la Secretaría de Programación y Presupuesto y el de los Trabajadores de la Aviación, con lo cual percibió diversas sumas de dinero, de manera que con estas conductas engañó a otras personas y obtuvo un lucro indebido. En cambio el Juez Federal otorgó el amparo y protección de la Justicia Federal al quejoso en contra del auto de formal prisión dictado en su contra únicamente por los delitos de uso de documento falso y despojo. PÁG. 81 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. El a quo estimó ilegal el auto de término constitucional en tanto declaró formalmente preso al quejoso por el delito de uso de documento falso previsto en el artículo 246, fracción VII del Código Penal aplicable, porque el uso de las copias certificadas que el agraviado dijo haber obtenido de los juicios civiles números 301/71 y 301/72 fue el medio utilizado para la comisión del delito de fraude, por lo que aquel ilícito se subsumía en este último. También estimó ilegal el auto de formal prisión dictado al quejoso por el delito de despojo previsto en el artículo 395, fracción I, del Código Penal, pues consideró que la denunciante no demostró que tuviera en su posesión los inmuebles relativos, ni tampoco quedó acreditado que el quejoso se hubiera apoderado de ellos, de propia autoridad, violenta o furtivamente o empleando amenazas o engaños. La sentencia constitucional fue impugnada en revisión tanto por el quejoso en la parte en la cual le fue negado el amparo y por la Sexta Sala del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, en su carácter de autoridad responsable, en la parte en la cual concedió al quejoso el amparo y protección de la Justicia Federal. El recurso de revisión promovido por la autoridad responsable fue desechado por extemporáneo mediante proveído del Presidente del entonces único Tribunal Colegiado del Primer Circuito en Materia Penal y aún cuando la autoridad recurrente interpuso en contra de esa determinación el recurso de reclamación, este se declaró infundado mediante resolución de fecha treinta y uno de marzo de mil novecientos ochenta y uno. PÁG. 82 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. De esta manera, el recurso de revisión sólo se admitió y tramitó respecto del quejoso Rafael Uribe Álvarez. Mediante resolución de fecha veinticuatro de noviembre de mil novecientos ochenta y uno, pronunciada en el amparo en revisión número RP.- 115/80, el Tribunal Colegiado declaró que en el caso se actualizó la causal de improcedencia prevista por la fracción XIII del artículo 73 de la Ley de Amparo, respecto del auto de término constitucional pronunciado por el Juez Sexto de lo Penal del Distrito Federal el día nueve de noviembre de mil novecientos setenta y nueve; en virtud de que fue substituido procesalmente con la sentencia interlocutoria que lo confirmó, pronunciada por la Sexta Sala del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal al resolver el recurso de apelación hecho valer por el quejoso, lo cual daba lugar al sobreseimiento del juicio respecto de dicho acto, en términos del artículo 74, fracción III, de la Ley de la Materia. En esa virtud, el tribunal revisor decretó que el único acto reclamado por el que subsistía el juicio de amparo era la sentencia interlocutoria que confirmó el auto de formal prisión. Sin embargo, el Tribunal Colegido determinó que al pronunciarse sentencia definitiva en la causa penal, cambió la situación jurídica del quejoso, de procesado a sentenciado, por lo que no podían decidirse las violaciones reclamadas, sin afectar la nueva situación jurídica creada. PÁG. 83 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. Por lo tanto, el Tribunal Colegiado revocó la sentencia constitucional en la parte impugnada, esto es, en aquella parte en la cual negó al quejoso el amparo en contra del auto de formal prisión por el delito de fraude y en su lugar decretó el sobreseimiento, al estimar que se actualizó la causa de improcedencia prevista por el artículo 73, fracción X, de la Ley de Amparo. De esta manera, la adminiculación de la sentencia constitucional y la pronunciada en el recurso de revisión, llevan a establecer que el juicio se sobreseyó respecto del auto de formal prisión y su confirmación, por lo que hace al delito de fraude y subsistió la concesión por lo que se refiere a la resolución de fecha dos de abril de mil novecientos ochenta pronunciada por la Sexta Sala del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, en el toca 996/79 en tanto confirmó el auto de formal prisión decretado al quejoso por los ilícitos de uso de documento falso y despojo. Es necesario precisar, para mayor información de este asunto, que al negarse por el Juez de Distrito y posteriormente decretarse el sobreseimiento por el Tribunal Colegiado, respecto de la confirmación del auto de formal prisión por el delito de fraude, la causa penal 302/79 instruida al quejoso, continuó sólo por este ilícito y el Juez Sexto de lo Penal del Distrito Federal, mediante sentencia de fecha cinco de marzo de mil novecientos ochenta y uno declaró penalmente responsable a Rafael Uribe Álvarez, por la comisión de ese hecho antisocial, condenándolo por ese motivo, a cuatro años de prisión, al pago de una multa de PÁG. 84 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. dos mil pesos y a la reparación del daño, pero al constar que los inmuebles materia de los hechos delictivos se restituyeron a la denunciante, se le tuvo por cumplida esta sanción. En contra de la anterior resolución, el quejoso hizo valer el recurso de apelación número 861/81, ante la Sexta Sala del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, la que mediante sentencia de fecha trece de diciembre de mil novecientos ochenta y dos, revocó la sentencia impugnada y ordenó la inmediata y absoluta libertad del sentenciado Rafael Uribe Álvarez, ello en virtud de una falla técnica, ya que se consignó al acusado entre otros ilícitos por fraude genérico, se le procesó por el mismo, el Ministerio Público formuló acusaciones por el delito de fraude específico y el Juez de la causa sentenció por fraude genérico. Como se ve, el amparo se otorgó en forma lisa y llana, lo cual implica, en principio, que para restituir al quejoso en el pleno goce de la garantía individual violada, las cosas deben volver al estado que guardaban antes de la infracción constitucional de que se trata, según lo dispone el artículo 80 de la Ley de Amparo. De esta manera, debe decirse, que si el tribunal revisor estableció en su sentencia que el único acto reclamado en el juicio de amparo fue la sentencia interlocutoria que confirmó el auto de formal prisión (lo cual es correcto conforme a la técnica jurídica que rige el amparo, pues si el auto de término constitucional se impugnó en apelación, entonces la resolución de segunda instancia substituye procesalmente a aquél), entonces para cumplir la ejecutoria de amparo bastaría, en principio, que la PÁG. 85 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. Sexta Sala del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal dejara sin efectos la resolución de fecha dos de abril de mil novecientos ochenta, pronunciada en el toca número 996/79 y en su lugar emitiera otra en la que, siguiendo los lineamientos de la ejecutoria, revocara parcialmente al auto de formal prisión sólo por lo que se refiere a los delitos de uso de documento falso y despojo, dejándolo subsistente únicamente por lo que hace al de fraude. Sin embargo en el caso concreto, los alcances del fallo constitucional no sólo se constriñen a ello, en virtud de que existe en autos un recurso de queja promovido por el quejoso en cuya resolución se analizó la ejecutoria de amparo hasta el grado de que se precisaron y definieron sus alcances. Efectivamente, de los antecedentes del caso relatados en la parte conducente de esta sentencia, se advierte que al recibir el Juez de Distrito los autos del juicio de amparo y el testimonio de la resolución pronunciada en el recurso de revisión número R.P.- 115/80, ordenó el archivo del expediente, el catorce de junio de mil novecientos ochenta y dos. Con posterioridad, el quejoso Rafael Uribe Álvarez, mediante escrito presentado el día quince de abril de mil novecientos ochenta y tres, ante el Juzgado del conocimiento, solicitó que en ejecución de sentencia de amparo, se le restituyera en la posesión de los predios objeto de la acusación de la cual fue objeto. PÁG. 86 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. Por acuerdo de fecha veintiséis de abril de mil novecientos ochenta y tres, el Juez de Distrito negó esa petición, al considerar que en la sentencia de fecha cinco de marzo de mil novecientos ochenta y uno, pronunciada en la causa penal número 302/97, el juez responsable declaró penalmente responsable al quejoso del delito de fraude cometido en agravio de la denunciante y lo condenó, entre otras penas, a la reparación del daño, la cual dio por cumplida al constar en autos que los bienes inmuebles de que se trata fueron restituidos a la ofendida; asimismo, porque los inmuebles cuya restitución solicitó el quejoso fueron objeto y materia de los delitos por los cuales se decretó su formal prisión, por lo que al sobreseerse en el juicio de garantías respecto del auto de término constitucional por lo que hace al delito de fraude, esos bienes quedaron afectos al procedimiento penal por ese delito como lo corrobora la circunstancia de que el juez penal los destinó al pago de la reparación del daño. Bajo las anteriores consideraciones, el Juez de Distrito llegó a la conclusión de que en el caso no es procedente la restitución de los bienes inmuebles pretendida por el quejoso. En contra del anterior proveído, el quejoso, Rafael Uribe Álvarez, hizo valer el recurso de queja número Q.P.- 5/83, ante el entones único Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito, el que mediante resolución de fecha veintinueve de agosto de mil novecientos ochenta y tres, la declaró fundada, al considerar medularmente, lo siguiente: PÁG. 87 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. 1.- Que se concedió el amparo contra la resolución de la Sexta Sala del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, que confirmó el auto de formal prisión dictado al quejoso por los delitos de uso de documento falso y despojo, en cumplimiento de lo cual se ordenó la libertad de Rafael Uribe Álvarez, con las reservas de ley, por dichos ilícitos. 2.- Que por virtud de la ejecutoria, no sólo debe nulificarse la formal prisión decretada al quejoso por los ilícitos referidos, sino también los actos subsecuentes, como lo son el auto de fecha quince de mayo de mil novecientos ochenta dictado por el Juez Sexto de lo Penal del Distrito Federal, en la causa penal 302/79, por virtud del que ordenó la restitución a la ofendida, en la posesión de los predios materia de la acusación, así como la diligencia a través de la cual el Secretario del Juzgado puso en posesión a “Fraccionadora Cafetales”, Sociedad Anónima, en posesión de los inmuebles que constituyeron la materia del supuesto delito de despojo. 3.- Que aún cuando el Juez responsable afectó los terrenos relativos a la reparación del daño a la que fue condenado el quejoso, este impedimento para restituir los predios desapareció, porque al resolver la apelación interpuesta en contra de la sentencia definitiva, la Sexta Sala del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, en la resolución de fecha trece de diciembre de mil novecientos ochenta y dos, pronunciada en el toca 861/82, ordenó la inmediata y absoluta libertad de Rafael Uribe Álvarez. PÁG. 88 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. Bajo los anteriores argumentos, el Tribunal Colegiado estimó que sí es procedente el requerimiento formulado por el quejoso a fin de que se provea lo necesario para que sea restituido en la posesión de los predios denominados “ Santa María”, “San Juan” y “Buena Vista”, de la Exhacienda de Coapa, Distrito Federal, y de esta manera dar cumplimiento a lo establecido en el artículo 80 de la Ley de Amparo. Como se aprecia, en el caso existe ya un pronunciamiento a través de la resolución de un recurso de queja, en torno a los alcances de la ejecutoria de amparo. La ejecutoria de amparo y la resolución pronunciada en el recurso de queja se complementan recíprocamente y forman una unidad jurídica, puesto que la resolución de la queja no es otra cosa sino la interpretación legal y obligatoria del fallo protector y por lo tanto entre ambas se establece una relación de complemento. El anterior razonamiento encuentra apoyo en las consideraciones vertidas por esta Segunda Sala, al resolver el doce de enero del año dos mil uno, el incidente de inejecución de sentencia número 408/2000, al que se hizo referencia en el segundo considerando de esta sentencia, en el que se analizó la procedencia del incidente de inejecución de sentencia, pues se determinó, en lo esencial, que las autoridades responsables se encuentran obligadas a cumplir tanto la ejecutoria de amparo, como la resolución que declaró fundada la queja y si así no lo hicieran, entonces es procedente el incidente de inejecución de sentencia. PÁG. 89 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. Sobre el particular, es aplicable la tesis número CXLIV/90, sustentada por la Tercera Sala de la anterior integración de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, la cual comparte esta Segunda Sala de su nueva conformación, visible en el Semanario Judicial de la Federación, Octava Época, Tomo VI, julio a diciembre de mil novecientos noventa, Primera Parte, página ciento setenta y uno, aplicada en el caso por analogía, cuyo contenido es el siguiente: “QUEJA POR EXCESO O DEFECTO EN LA EJECUCION DE LA SENTENCIA DE AMPARO. SU RESOLUCIÓN SENTENCIA. FIJA EL ALCANCE DE LA La resolución que se dicta en el recurso de queja interpuesto por exceso o defecto en la ejecución de la sentencia de amparo, necesariamente supone su análisis y la precisión de sus alcances y efectos, pues la materia sobre la que versa este recurso consiste en la interpretación del fallo protector a partir de la naturaleza de la violación examinada en el juicio de garantías y, una vez interpretada esta resolución, fijar sus consecuencias para lograr el restablecimiento de las cosas al estado que guardaban antes de la violación constitucional, en los términos del artículo 80 de la Ley de Amparo. Por ello, la resolución de la queja forma parte integrante de la sentencia de amparo; es decir, se trata de una unidad de resoluciones, puesto que la resolución de queja no es más que la interpretación legal y PÁG. 90 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. obligatoria del fallo protector. De no entenderlo así, se llegaría al extremo de aceptar el incumplimiento de la queja declarada fundada por exceso o defecto en la ejecución, reconociendo la autonomía o independencia de esta resolución respecto de la sentencia de amparo.” Se dice que la tesis anterior se aplica por analogía, en virtud de que la misma se refiere a la resolución de un recurso de queja por exceso o defecto en la ejecución de una sentencia de amparo y, en el caso, se trata del recurso de queja promovido en contra de un proveído de trámite emitido por el Juez de Distrito, pero, es aplicable al caso, porque establece que lo resuelto en el recurso de queja fija los alcances de la ejecutoria, cuando a través de ese medio de impugnación se interpreta ésta, que es lo que el Tribunal Colegiado efectuó en su resolución. En esa virtud, al existir un pronunciamiento de un Tribunal Federal respecto a los alcances de la ejecutoria de amparo, con efectos vinculatorios por la naturaleza del medio legal a través del cual se emitió el mismo, debe estarse, en principio, a dicha decisión. Solamente queda destacar, como una observación de esta Sala, que del análisis de la resolución pronunciada en el recurso de queja número Q.P.- 5/83, no se advierte que al decretarse que la restitución de los inmuebles controvertidos constituye uno de los alcances del fallo, el Tribunal Colegiado hubiera calificado la naturaleza y calidad de los derechos posesorios del quejoso, ni PÁG. 91 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. mucho menos decidió que éstos le derivaran de algún derecho real reconocido, ya que tampoco hizo pronunciamiento alguno relacionado con la propiedad de esos bienes raíces. La decisión de que deben restituirse al quejoso los predios involucrados en los ilícitos penales, obedeció a que el Juez Penal responsable, durante el procedimiento, puso a la parte ofendida “Fraccionadora Cafetales”, Sociedad Anónima, en posesión de los mismos, y a la circunstancia de que se ordenó la libertad del quejoso al resolverse la apelación en contra de la sentencia de primera instancia. Con base en lo anterior, el Tribunal Colegiado estimó que si los actos a través de los cuáles se ordenó y efectuó la restitución de los predios a la ofendida son posteriores y subsecuentes al reclamado, por ello deben ser nulificados y, en consecuencia, restituirse al quejoso en la posesión de los predios de que se trata, como una consecuencia de la desaparición de los efectos materiales producidos por los actos reclamados. Es importante, ante todo, destacar que en la resolución pronunciada en la queja sólo se impone la obligación de restituir a la quejosas en la posesión de los predios, sin aludirse a la causa de ésta, de tal manera que ni en la ejecutoria de amparo, ni en la resolución pronunciada en la queja, ni mucho menos en esta sentencia, se reconoce derecho real alguno al quejoso sobre esos inmuebles sino que la restitución en la posesión ordenada por el Tribunal Colegiado es sólo una consecuencia de los efectos anulatorios del fallo constitucional, en términos de lo dispuesto por el artículo 80 de la Ley de Amparo. PÁG. 92 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. Sobre el tema en particular, debe decirse que el precepto en cita dispone, en la parte conducente, que la sentencia que conceda el amparo, tendrá por objeto restituir las cosas al estado en el que se encontraban antes de las violaciones; este principio no es irrestricto ni absoluto, pues está supeditado, a su vez, al fundamento de orden público que rige los procedimientos de ejecución de las sentencias de amparo, conforme al cual, el conjunto de instituciones jurídicas propias de una comunidad, necesarias para la convivencia pacífica entre sus miembros, no puede ser alterada. Esta noción del orden público, aplicado a los procedimientos de ejecución de los fallos de la Justicia Federal, lleva implícita la idea de que los alcances restitutorios de una ejecutoria, necesaria e indefectiblemente deben materializarse sobre derechos legítimos, esto es, respecto de aquellos derechos de los gobernados, legalmente tutelados, pues de no ser así, la ejecutoria de amparo podría utilizarse como un instrumento para efectuar actos contrarios al tenor de las leyes y del propio orden público, en agravio de derechos legítimos de otros gobernados. Además de la necesaria legitimidad de los derechos del quejoso para solicitar la materialización de los alcances restitutorios del fallo, debe concurrir otra circunstancia, que exista factibilidad material y legal para que las prerrogativas obtenidas puedan materializarse, en otras palabras, que no exista impedimento legal o material alguno para que los alcances restitutorios del fallo se concreten, máxime cuando en el juicio de amparo no se decidieron fundamentalmente y por sus causas derechos posesorios, como aconteció en el caso a estudio, de tal suerte que la obligación de los Tribunales de Amparo de velar por PÁG. 93 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. el cumplimiento de las sentencias de amparo, no debe apartarse de los fundamentos a que se ha hecho referencia, pues la ejecutoria de amparo debe ser el instrumento para restablecer al gobernado en el pleno goce de sus garantías individuales violadas y no un medio para efectuar actos contrarios a la ley o legitimar situaciones de hecho que están al margen de la misma. Es necesario señalar lo anterior, porque si bien es cierto que, en principio, la restitución de los predios relativos constituye alcance de la ejecutoria, en términos de lo resuelto en el recurso de queja número 5/83 no debe considerarse que necesariamente deba o pueda materializarse esa acción, en virtud de que a su cumplimiento se oponen diversos impedimentos legales y materiales, los cuales, de existir, darían lugar a que no existiera materia para la ejecución, en esta parte, de la sentencia de amparo, lo cual, será el punto medular a dilucidar por el Juez de Distrito con motivo de la devolución de los autos, y en esa virtud la restitución de los predios, que por el momento constituye uno de los alcances del fallo, dejaría de serlo, de existir alguno de los impedimentos alegados. Realizadas las anteriores precisiones y retomando el punto respecto de los alcances del fallo, debe decirse que para cumplir la ejecutoria pronunciada en el juicio de amparo indirecto 89/80, y la queja número 5/83, las autoridades responsables deben proceder de la siguiente manera: 1.- La Sexta Sala del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal debe dejar insubsistente la sentencia de fecha PÁG. 94 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. dos de abril de mil novecientos ochenta emitida en el toca 996/79 y en su lugar emitir otra en la que revoque el auto de formal prisión de fecha nueve de noviembre de mil novecientos setenta y nueve pronunciado por el Juez Sexto de lo Penal del Distrito Federal en la causa penal 302/79 dictado en contra del quejoso, sólo por lo que se refiere a los delitos de uso de documento falso y despojo, lo cual se traduce en el hecho de ordenar su libertad por la comisión de esos ilícitos. 2.- Que el Juez Sexto (hoy Trigésimo Noveno) de lo Penal del Distrito Federal, en principio y mientras no se declare la existencia de algún impedimento legal o material, restituya al quejoso en la posesión de los inmuebles denominados “Santa María”, “San Juan” y “Buena Vista” de la Exhacienda de Coapa, en el Distrito Federal. Ahora bien, respecto al cumplimiento del primer deber jurídico impuesto por la ejecutoria de amparo, a que se hizo referencia precedentemente, este se encuentra acreditado, en virtud de que obra en los autos del juicio de amparo indirecto número 89/80, la copia certificada de la resolución de fecha nueve de noviembre de mil novecientos ochenta y tres, pronunciada por la Sexta Sala del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, para dar cumplimiento a la ejecutoria pronunciada por el Juez Quinto de Distrito en Materia Penal en el Distrito Federal, en el juicio de amparo 89/80, en cuya parte considerativa y resolutiva, determinó lo siguiente: PÁG. 95 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. “ÚNICO.- En acatamiento de la resolución pronunciada por el C. Juez Quinto de Distrito en Materia Penal del Distrito Federal, esta Sala, tomando en consideración como lo precisa la Autoridad Federal, que no se integran los elementos configurativos del delito de USO DE DOCUMENTO FALSO, a que se refiere el artículo 246 fracción VIII del Código Penal, en virtud de que el uso de las mencionadas copias fue el medio utilizado en el delito de FRAUDE, procede ordenar la libertad por falta de méritos con las reservas de ley, de RAFAEL URIBE ÁLVAREZ, en el mencionado delito de USO DE DOCUMENTO FALSO. Por otra parte, en cuanto al delito de DESPOJO, previsto por el artículo 395 fracción I del Código Penal, este Tribunal procede a establecer que al no existir datos que demuestren que el indiciado URIBE ÁLVAREZ de propia autoridad y haciendo uso de la violencia o furtivamente, o empleando amenazas, o engaño, se hubiera apoderado de los inmuebles materia de la causa, ordena la libertad por falta de elementos para procesar, con las reservas de ley, de RAFAEL URIBE ÁLVAREZ, respecto del delito de DESPOJO, por el que ejercitó acción penal el Ministerio Público. --- Habida cuenta de lo anterior, tal como lo ordenó el C. Juez Quinto de Distrito del Distrito Federal, en Materia Penal, se ha establecido que no se encuentra comprobado el cuerpo de los delitos PÁG. 96 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. de USO DE DOCUMENTO FALSO Y DESPOJO, por los que ejercitó acción penal el Ministerio Público, y por ende, se ordena la libertad por falta de elementos para procesar, con las reservas de ley, de RAFAEL URIBE ÁLVAREZ, en los ilícitos de mérito por lo cual se modifica la resolución dictada por esta Sala con fecha 2 dos de abril de 1980 mil novecientos ochenta, que confirmó el auto de primera instancia de fecha 9 nueve de noviembre de 1979 mil novecientos setenta y nueve, única y exclusivamente respecto de los delitos de USO DE DOCUMENTO FALSO Y DESPOJO. --- En mérito de lo expuesto y fundado, es de resolverse y se, --RESUELVE: --- PRIMERO.- En cumplimiento de la ejecutoria pronunciada por el C. Juez Quinto de Distrito en el Distrito Federal, se modifica la sentencia pronunciada por esta Sala con fecha 2 dos de abril de 1980 mil novecientos ochenta, que confirmó la resolución de primera instancia de fecha 9 nueve novecientos de setenta noviembre y de nueve, 1979 mil única y exclusivamente respecto de los delitos de USO DE DOCUMENTO FALSO Y DESPOJO, en los siguientes términos. --- SEGUNDO.- Se decreta la libertad por falta de elementos para procesar, con las reservas de ley, de RAFAEL URIBE ÁLVAREZ, respecto de los delitos de USO DE DOCUMENTO FALSO Y DESPOJO, por los que ejercitó acción penal el Ministerio Público. --- TERCERO.- PÁG. 97 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. Notifíquese.- Dése aviso al H. Juzgado Quinto de Distrito en Materia Penal del Distrito Federal, que se ha cumplido con lo ordenado. Remítase copia autorizada de esta resolución al Juzgado de su procedencia y en su oportunidad archívese el presente Toca. --- ASÍ, por unanimidad de votos lo resolvieron los CC. Magistrados que integran la Sexta Sala del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, licenciados ADELINA GÓMEZ DE VARGAS, VICTORIA MORALES DE GARCÍA SAÉNZ y RAÚL NAVARRO GARCÍA, siendo ponente el último de los nombrados, los que firman ante la C. Secretaria de Acuerdos, licenciada LUZ MARÍA GONZÁLEZ OCHOA, que autoriza y da fe. --CUATRO RÚBRICAS. --- ES COPIA FIEL DE SU ORIGINAL, QUE AUTENTICO POR MANDATO JUDICIAL, HOY DÍA DE SU EXPEDICIÓN EN 3 TRES FOJAS ÚTILES, AL C. JUEZ QUINTO DE DISTRITO DEL DISTRITO FEDERAL. --- México, Distrito Federal, a 11 once de noviembre de 1983 mil novecientos ochenta y tres. --- EL C. SRIO. DE ACUERDOS DE LA SEXTA SALA DEL TRIB. SUP. DE JUST. DEL D.F. --- FIRMA --- LIC. LUZ MARÍA GONZÁLEZ OCHOA” (fojas 229 vuelta a 230 vuelta del tomo II de los cuadernos de amparo). Esta documental fue certificada por el Secretario de Acuerdos de la Sexta Sala del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal en ejercicio de sus funciones, por lo tanto, es una PÁG. 98 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. prueba instrumental pública y merece eficacia probatoria plena, según lo disponen los artículos 129 y 202 del Código Federal de Procedimientos Civiles, supletoriamente aplicado a la Ley de Amparo, según lo dispone su artículo 2º. Es aplicable al caso la jurisprudencia número doscientos veintiséis, consultable en el Apéndice al Semanario Judicial de la Federación, mil novecientos diecisiete a mil novecientos noventa y cinco, Tomo VI, Materia Común, Primera Parte, Tesis de la Suprema Corte de Justicia, página ciento cincuenta y tres, de rubro y tenor: “DOCUMENTOS PÚBLICOS, CONCEPTO DE, Y VALOR PROBATORIO. Tienen ese carácter los testimonios funcionarios y certificaciones públicos, en expedidos ejercicio de por sus funciones, y, por consiguiente, hacen prueba plena.” Esta prueba instrumental pública tiene eficacia probatoria plena para demostrar que en substitución de la resolución reclamada, la Sexta Sala del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal emitió una nueva sentencia el día nueve de noviembre de mil novecientos ochenta y tres en la que, en cumplimiento a la ejecutoria de amparo, revocó el auto de formal prisión decretado en contra del quejoso en la causa penal número 302/97 por lo que se refiere exclusivamente a los delitos de uso de documento falso y despojo y, en esa misma actuación, decretó PÁG. 99 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. la libertad del quejoso con las reservas de ley, por falta de elementos para procesar, respecto de esos hechos antisociales. Con ello, la autoridad responsable asumió el primero de los deberes jurídicos que le impuso la ejecutoria de amparo. Sin embargo la restitución al quejoso en la posesión de los predios relativos no sólo no ha sido posible, sino que las autoridades responsables en turno han manifestado la existencia de diversos impedimentos, materiales en un caso y jurídicos en otro, para poder llevar a cabo dicha restitución. Efectivamente, de los antecedentes relatados consta que en la diligencia de fecha diez de octubre de mil novecientos ochenta y tres, el primer Secretario de Acuerdos del Juzgado Sexto de lo Penal en el Distrito Federal, en compañía del Agente del Ministerio Público de la adscripción, del representante de “Fraccionadora Cafetales”, Sociedad Anónima y del quejoso Rafael Uribe Álvarez, se constituyó en los predios denominados “Santa María”, “San Juan” y “Buena Vista”, con el propósito de restituir a este último en la posesión de los mismos, lo cual no se llevó a cabo, en virtud de que desde la fecha en que se materializaron las consecuencias de los actos reclamados a ésta en que se actuaba, había cambiado la situación material de los terrenos, porque éstos eran rústicos y en la actualidad se encontraban lotificados y existían áreas verdes y avenidas. De esta manera, el Secretario del Juzgado asentó en el acta respectiva que “..le es materialmente imposible el cumplimiento del referido mandato, toda vez que carece de PÁG. 100 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. conocimientos para determinar la exactitud de los predios a restituir en sus medidas y colindancias respectivas, además de que se advierte la existencia de diversas calles y avenidas que dificultan todavía más los hechos al suscrito, por otra parte el suscrito Secretario hace constar que al constituirse en el lugar donde se actúa fue informado por el mismo señor Rafael Uribe Álvarez, que pertenece al predio 222,000 doscientos veintidós mil metros que está transcrito en la restitución que se le dio a la Fraccionadora Cafetales, S.A., por el mismo Juzgado Sexto Penal, y que como referencia se encuentran algunas construcciones de la Compañía Fraccionadora Cafetales, S.A., seguidamente se hace constar también la existencia de varias construcciones habitadas en el lugar donde se actúa y se han juntado varios centenares de personas en dicho lugar y por todo ello como es materialmente imposible dar cabal cumplimiento al auto que decreta la ejecución de la sentencia de amparo; el mérito por todo lo cual y con todo lo cual daré vista al C. Juez de los autos para los efectos legales que procedan. Con todo lo anterior se da por terminada esta diligencia, firmando al margen los que en ella intervinieron y quieran hacerlo... En la fecha de hoy y en complemento a la actuación del suscrito Secretario, en la diligencia de esta misma fecha, también hago constar: Que los centenares de individuos que se presentaron a esa diligencia en los momentos en que principiaba la misma, eran azuzados por desconocidos invitándolos a agredir físicamente a este personal, y fue ésta una razón principal por la que se tuvo también imposibilidad física material para cumplimentar el auto del C. Juez Sexto PÁG. 101 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. Penal, en ejecución de la sentencia de amparo respectiva.También se hace constar, que si al inicio de dicha actuación, se asentó que este personal se constituyó en los predios ‘denominados Santa María, San Juan y Buena Vista’, fue porque se encontraban en ese lugar las Oficinas de ‘Fraccionadora Cafetales’, S.A., y de autos se desprende que esas oficinas al parecer se encuentran ubicadas en esos predios, pero sin tener exactamente la certeza de ello, aún cuando muchas personas desconocidas, afirmaron que sí eran esos predios. --- También se hace constar que en el lugar en donde me constituí, y por sus cercanías y alrededores se aprecian diversas calles y arterias que dividen lotificaciones masivas, sin que exista señalización alguna que permita determinar la exactitud topográfica de los predios a restituir; y que al revisar las actuaciones de esta causa, existen croquis y planos en los cuales no aparecen dichas arterias ni lotificaciones; por lo que considero que debo ser auxiliado por expertos y topógrafos que fijen exactamente los predios a restituir, sin riesgo alguno de hacerlo con exceso o con defectos. --- Conste” (fojas 860 frente y vuelta 861 frente y vuelta del tomo I de los cuadernos de amparo) Con el acta relativa, el Secretario de Acuerdos, dio cuenta al Juez Sexto de lo Penal en el Distrito Federal, quien mediante proveído de fecha once de octubre de mil novecientos ochenta y tres, solicitó al Director General de Servicios Periciales de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, que le proporcionara dos peritos ingenieros topógrafos, a fin de que PÁG. 102 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. colocaran señales o referencias que permitieran la exacta identificación de los predios a restituir, en virtud de los cambios topográficos y urbanos existentes en la actualidad. Asimismo, el juez responsable, mediante oficio número ochocientos cuarenta y siete de fecha once de octubre de mil novecientos ochenta y tres comunicó al de Distrito la existencia de las causas de imposibilidad material aludidas, en los términos apuntados, sin que se hubiera pronunciado respecto de la existencia, o no, de dichos impedimentos. De lo anterior se aprecia que la imposibilidad material alegada por la autoridad responsable se funda, esencialmente, en dos circunstancias que son las siguientes: 1.- La variación de las condiciones materiales de los predios a restituir, pues cuando se restituyeron a la ofendida eran rústicos y en la actualidad, se encuentran urbanizados, pues en ellos existen diversas calles, avenidas y construcciones habitadas. 2.- La presencia de “centenares de individuos” que se opusieron a la diligencia, quienes estaban dispuestos a llegar hasta la agresión física, al personal del Juzgado actuante. Es necesario destacar, respecto de la causa de imposibilidad material reseñada en el numeral uno, que inclusive al autorizado del quejoso en su escrito de fecha tres de abril de mil novecientos ochenta y seis presentado el día siete del mes y año citados ante el a quo reconoció que los predios cuya posesión pretende, “…HOY SON DENOMINADOS PÁG. 103 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. FRACCIONAMIENTO RESIDENCIAL CAFETALES…”, afirmación que surte eficacia probatoria en su contra, en términos del artículo 200 del Código Federal de Procedimientos Civiles aplicado en supletoriedad de la Ley de Amparo, como se fundó con antelación, el cual establece: “Los hechos propios de las partes, aseverados en la demanda, en la contestación en cualquier otro acto del juicio, harán prueba plena en contra de quien los asevere, sin necesidad de ofrecerlos como prueba.” Lo anterior dio pauta a que el Juez de Distrito en el auto de fecha veinte de mayo de mil novecientos ochenta y seis, acordara, en lo conducente: “AGRÉGUESE a los autos del presente juicio de amparo número 89/80-I, para que surta sus correspondientes efectos legales, el escrito de cuenta signado por el Licenciado Joaquín Ortega Arenas, autorizado en términos del artículo 27 de la Ley de Amparo, por el quejoso RAFAEL URIBE ÁLVAREZ, por medio del que desahoga la vista ordenada por auto de veinticuatro de marzo del año en curso, aclarando que los predios San Juan, Santa María y Buena Vista, cuya posesión solicita le sea restituida, se han convertido y denominado en Fraccionamiento Residencial Cafetales, el cual se encuentra comprendido, en sus límites, entre PÁG. 104 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. diversas calles y avenidas del sur de esta Ciudad;…” Ahora bien, debe destacarse que a la fecha en que el Juez de Distrito ordenó la remisión de los autos del juicio de amparo para la tramitación del incidente de inejecución de sentencia, los peritos proporcionados al Juez responsable no habían logrado su cometido, pues no está acreditado en autos que hubieran identificado los predios a restituir, por lo que, al momento de formarse el incidente persistía el mismo estado de cosas respecto a la no ubicación actual de los predios, que la autoridad responsable invocó como impedimento para proceder a la restitución de los inmuebles. Las causas de imposibilidad material alegada para cumplir la ejecutoria, no sólo persistieron durante la tramitación del incidente de inejecución de sentencia, sino que además se le adicionaron otras, pues en esta ocasión, el Juez Trigésimo Noveno de lo Penal del Distrito Federal, en su carácter de autoridad responsable substituta, mediante oficio número ochocientos treinta y cuatro, de fecha quince de mayo de mil novecientos noventa y seis, dirigido al Señor Ministro José Vicente Aguinaco Alemán, en aquella época, Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, informó lo siguiente: “MINISTRO ALEMÁN. CORTE LIC. --- DE JOSÉ VICENTE PRESIDENTE JUSTICIA DE DE LA AGUINACO LA SUPREMA NACIÓN. --- PRESENTE. --- AT’N. LIC. VÍCTOR ESTRADA PÁG. 105 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. JUNGO ASESOR DE LA PRESIDENCIA. --- PINO SUAREZ # 2. --- PUERTA 3072 2º. PISO. --- Juzgado 39 Penal. --- Secretaría ‘B’. --- Partida 302/79. --- Of. Núm. 834. --- En relación a la llamada telefónica de Licenciado VICTOR MANUEL ESTRADA JUNGO después de haber revisado el estado en que se encuentra el proceso 302/79 en relación a la inejecución de sentencia que se reclama por RAFAEL URIBE ÁLVAREZ, en base al amparo número 89/80-I, me permito informarle que la autoridad que aparece como responsable originalmente, es el entonces Juez Sexto Penal Licenciado Alfredo Rojo González, quien en cumplimiento a la ejecutoria dictada en el amparo de referencia, el 10 diez de octubre de 1983 mil novecientos ochenta y tres, levantó un acta en la que consta que se constituyó en compañía del C. Agente del Ministerio Público de su adscripción, así como del señor Rafael Uribe Álvarez en los predios denominados Santa María y Buenavista, para restituir de los mismos al citado Rafael Uribe Álvarez, oponiéndose el representante legal de la Fraccionadora Cafetales S.A., quien justificó su personalidad como se indica en dicha acta, señalándose que dichos predios no tienen existencia física, porque los linderos y colindancias con los que se denominan han desaparecido, por haberse conformado un fraccionamiento debidamente autorizado por el Departamento del PÁG. 106 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. Distrito Federal, comunicándose que se han conformado 1248 lotes, además existen zonas verdes y áreas de vialidad y todo ello se ha hecho por donación expresa, Departamento del como Distrito convenios Federal, del haciendo constar que además 800 ochocientas personas a título de poseedoras se opusieron a la ejecución de la restitución. Al constatar conforme a la certificación hecha por el Secretario de Acuerdos del Juzgado Sexto Penal, la existencia de la lotificación que se comunicó, así como la extensión de áreas verdes, vías de acceso y zonas viales, se suspendió la diligencia y en uso de la palabra de los interesados, se hizo patente la imposibilidad material del cumplimiento del mandato de la autoridad federal, máxime que el Juez carece de conocimientos técnicos para determinar con exactitud los predios a restituir, además de que se hace notar que el JUZGADO SEXTO LE DIO EN RESTITUCIÓN CAFETALES A S.A. LA LA FRACCIONADORA POSESIÓN; asimismo respecto a esta fraccionadora, obra en el proceso 302/79 copia de una sentencia definitiva dictada en los autos del Juicio Ordinario Civil promovido por FRACCIONADORA CAFETALES S.A. CONTRA RAFAEL URIBE ÁLVAREZ, BANCO OBRERO S.A. Y CARMEN SÁNCHEZ DE ÁLVAREZ (sic) relacionados con los mismos terrenos que se pide se restituyan lo que se comunicó al Juez Sexto PÁG. 107 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. Penal y la sentencia civil en comento de la que se adjunta copia, resuelve entre otras cosas, que FRACCIONADORA CAFETALES, S.A. PROBÓ SU ACCIÓN, sin que RAFAEL URIBE ÁLVAREZ Y BANCO OBRERO hayan justificado sus excepciones y defensas, por lo que se declaró nula la copia certificada falsa respecto a la sentencia del supuesto juicio ordinario civil promovido por RAFAEL URIBE ÁLVAREZ en contra de CARMEN SÁNCHEZ ALGARA quien ya había muerto y a cuyo juicio se le atribuyó el número de registro 302/71 así como se declaró nulo todos los actos que en base a ello realizó RAFAEL URIBE ÁLVAREZ, como puede apreciarse a la letra en los resolutivos de la sentencia civil de fecha 3 de junio de 1980, en la que se reconoce a FRACCIONADORA CAFETALES S.A. DESDE EL 16 DE DICIEMBRE DE 1978 (mismos hechos contenidos en la causa penal 302/79 y ANTERIOR A LA RADICACIÓN DE ÉSTA COMO A LAS RESOLUCIONES DICTADAS EN RELACIÓN CON LA MISMA); contra cuya sentencia del 3 de junio de 1990, pronunciada por el Juez Décimo Cuarto de lo Civil, no obstante que interpusieron el recurso de apelación tanto Rafael Uribe Álvarez como Banco Obrero S.A., se resolvió, en cuanto al primero de los apelantes, en el toca 973/80 por la Cuarta Sala en Materia Civil del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, confirmar la sentencia recurrida que se dictó a favor de PÁG. 108 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. Fraccionadora Cafetales; en cuyo mismo sentido resolvió la misma sala en el toca 979/80, respecto a la apelación de Banco Obrero por lo que al negarse la apelación a ambos demandados, quedó firme el reconocimiento legal de propiedad a FRACCIONADORA CAFETALES S.A. quien tiene la posesión de los predios cuya entrega se reclama; sin embargo no obstante tal antecedente, atento a lo ordenado por la autoridad federal y dada la imposibilidad de cumplir con la ejecutoria dictada en el amparo 89/80-I se dictó un auto el 11 once de Octubre de 1983 por el Juez entonces Sexto Penal, en el que en base a la certificación del secretario de acuerdos de la imposibilidad material para ejecutar la resolución dictada en el amparo 89/80 en relación al expediente de queja A.P. 5/83 (sic) y en virtud de que las condiciones topográficas de los terrenos materia de restitución han cambiado por el transcurso del tiempo, para evitar un exceso o efecto en la entrega, se ordenó girar oficio al Director General de Servicios Periciales de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal para que proporcionara peritos en topografía para que una vez que se realicen los trabajos técnicos correspondientes se provea lo conducente; habiéndose designado los peritos conforme a las diligencias que obran en autos de las que se envían constancias, así como del informe que rindieron y las dificultades técnicas y PÁG. 109 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. humanas que les impedían determinar las ubicación de los lotes relacionados, así como pidieron diverso material técnico; por lo que se hicieron las gestiones correspondientes a través de la entonces Presidenta del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal Licenciada Magistrada Clementina Gil de Lester, que fueron diversas e informando de lo que se iba haciendo al Juzgado Quinto de Distrito en Materia Penal del Distrito Federal, lográndose el apoyo del Departamento del Distrito Federal, aunque se indica en autos que está pendiente las coordenadas numéricas referidas a cada uno de los predios en cuanto a los puntos de liga referido al mismo sistema de coordenadas, documentos que se han pedido en diversas ocasiones, comunicándose al Juez respectivo de Distrito todos los trámites realizados para proveer dentro de la ley lo necesario, mismos términos en cuanto a la imposibilidad material de la inejecución de sentencia que en sustitución del Juez Sexto informó el entonces Juez Trigésimo Noveno Penal HORACIO ORANTES GONZÁLEZ al Juzgado Quinto de Distrito en Materia Penal del Distrito Federal; independientemente de lo cual existe constancia de que está pendiente de resolver una queja número 14/84 relacionada con la determinación del Juzgado Quinto de Distrito en Materia Penal del Distrito Federal que se encuentra extraviada y según indicó el Presidente del H. Tribunal Colegiado del Primer PÁG. 110 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. Circuito en Materia Penal por oficio 741 de fecha 16 de diciembre de 1985, que presumiblemente se destruyó en los escombros del edificio en que se encontraba ubicado tal tribunal en la época del sismo de 1995 (sic) enviándole diversas constancias sobre el informe que se le rinde. --Reitero a usted las seguridades de mi atenta y distinguida consideración. --- ATENTAMENTE. --SUFRAGIO EFECTIVO, NO REELECCIÓN. --- México D.F., a 15 de Mayo de 1996. --- LA C. JUEZ TRIGÉSIMO NOVENO PENAL DEL DISTRITO FEDERAL. --- FIRMA. --- LIC. TERESITA DE JESUS MONTES GARZA” (fojas 15 a 18 del expediente de inejecución). Del oficio transcrito se advierte que la Juez responsable además de los dos impedimentos materiales aludidos, respecto a la no ubicación de los predios, por la urbanización existente en el lugar y la oposición de diversas personas, para restituir al quejoso, en la posesión, planteó otras causas de imposibilidad para cumplir la ejecutoria y que son las siguientes: 3).- La declaración de nulidad del juicio 302/71, a través del cual el quejoso había prescrito adquisitivamente de Carmen Sánchez de Algara, los predios materia de los delitos y en cuyas actuaciones el quejoso fundó su dominio sobre éstos, lo cual, en el decir de la autoridad responsable, implicaría el consecuente reconocimiento de propiedad de la denunciante “Fraccionadora Cafetales”, Sociedad Anónima, respecto de ellos. PÁG. 111 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. Sobre este impedimento alegado debe apuntarse que tan importante es una causa de imposibilidad material, como una legal, máxime que en el caso se plantea la relativa a la falta de título legal del quejoso, en virtud de la declaración de nulidad del juicio de prescripción en que fundó sus derechos, la cual guarda estrecha vinculación precedentemente, prerrogativas en con torno materiales de los a la la conceptos necesidad ejecutoria expuestos de de que las amparo se materialicen respecto de derechos legítimos de los quejosos, cuestión que debe ser resuelta por el Juez de Distrito. 4).- La falta de resolución del recurso de queja de queja número 14/84, promovida por la Asociación de Adquirentes y Residentes del Fraccionamiento Cafetales, Asociación Civil, en contra de la resolución de fecha trece de agosto de mil novecientos ochenta y cuatro, por virtud de la cual el Juez de Distrito declaró a su vez infundada la queja interpuesta por la recurrente en contra de los actos de cumplimiento a la ejecutoria realizados por las autoridades responsables. Sin embargo, de las constancias aportadas a los autos no se advierte que el Juez de Distrito se hubiera pronunciado respecto de ninguna las causas de imposibilidad para cumplir la ejecutoria de amparo, alegadas por las autoridades responsables en turno en los oficios relativos y por ende, no decidió si se actualizan o no dichos impedimentos, con lo cual las dejó en estado de indefensión, habida cuenta que las autoridades responsables tienen derecho a demostrar las causas que les impidan cumplir PÁG. 112 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. con la sentencia de amparo, con la correlativa obligación del Juez de Distrito de tramitar el incidente relativo y en su oportunidad, resolver con plenitud de jurisdicción lo conducente. En efecto, si de las constancias de autos se desprende que las autoridades responsables afirman que existen diversas causas de imposibilidad para obtener el cumplimiento de la sentencia protectora, y exponen las razones por las cuales llegan a esa conclusión, resulta necesario que, en forma previa a la determinación de la imposición de las sanciones establecidas en el artículo 107, fracción XVI, de la Constitución, que constituye la finalidad de la tramitación del incidente de inejecución de sentencia, se les brinde la oportunidad de probar dichos asertos, pues si demostraran que, en efecto, existe imposibilidad material o jurídica para el cumplimiento de la sentencia, el Tribunal en Pleno no podría aplicar las sanciones establecidas en el precepto y fracción constitucionales citados, puesto que no habría desacatado o contumacia al cumplimiento, sino una imposibilidad material o física para obtener el mismo, lo que de suyo excluiría la aplicación de las sanciones previstas en el precepto constitucional citado. De esta manera, no basta que exista incumplimiento a una sentencia que concedió la protección constitucional, para que, ipso facto, se apliquen las sanciones correspondientes, pues en ocasiones, no es posible jurídica o materialmente acatar el fallo protector, ya que si la autoridad enfrenta en el cumplimiento obstáculos insuperables, no deben aplicársele aquéllas, ya que PÁG. 113 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. el incumplimiento no obedecería a su voluntad, sino a la existencia de factores externos. Si el legislador hubiere pretendido que, en todos los casos se aplicaran las sanciones constitucionales a las autoridades responsables que no obedecieran las sentencias de amparo, sin importar si el cumplimiento es posible material y jurídicamente, así lo habría prescrito en el procedimiento de que se trata, lo cual no es así y el Tribunal en Pleno ha interpretado el artículo 107, fracción XVI, de la Constitución General de la República, en el sentido de que está permitido a la autoridad responsable acreditar si le es imposible jurídica o materialmente acatar el fallo protector. Así se ha establecido en la tesis número P.XCIV/97 del Tribunal Pleno, publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo V, junio de mil novecientos noventa y siete, página ciento sesenta y siete del tenor siguiente: “SENTENCIAS DE AMPARO. LAS AUTORIDADES RESPONSABLES DEMOSTRAR CUMPLIMIENTO. LA TIENEN DERECHO IMPOSIBILIDAD De la DE interpretación A SU lógica sistemática de los artículos 104 a 112 de la Ley de Amparo, que consagran el procedimiento mediante el cual la Suprema Corte de Justicia, los Tribunales Colegiados de Circuito y los Jueces de Distrito, pueden constreñir a las autoridades responsables al cumplimiento de las sentencias que conceden la PÁG. 114 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. protección de la Justicia Federal, se advierte que el legislador estableció dicho procedimiento obedeciendo a un principio unitario, con propósitos definidos, con espíritu de coordinación y enlace, como lo es el que se acaten los fallos protectores y no, primordialmente, la aplicación de las sanciones a las autoridades remisas; lo que se corrobora con la obligación que establece la ley a cargo de los Jueces de Distrito, o Tribunales Colegiados de Circuito, de hacer cumplir, por sí o por medio de sus secretarios o actuarios, auxiliados con el uso de la fuerza pública, si es necesario, la sentencia constitucional, cuando ello sea jurídicamente posible; con el hecho de la intervención de los superiores jerárquicos, quienes también son responsables del cumplimiento aun cuando no hayan sido señalados como tales en la demanda de amparo, cuya injerencia persigue el propósito de facilitar, por la presión que dicha intervención implica, la ejecución del fallo en los plazos determinados por el legislador; así como del deber de las autoridades sustitutas de las destituidas para cumplir con la ejecutoria; y, por último, con el establecimiento del procedimiento incidental de cumplimiento sustituto de la sentencia. Por consiguiente, si una autoridad, responsable del cumplimiento de una sentencia protectora, manifiesta la imposibilidad material o jurídica del mismo, tiene derecho a que se le dé oportunidad de PÁG. 115 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. demostrarlo en forma fehaciente, pues si ello es así el Tribunal Pleno no podría imponer las sanciones a que se refiere el artículo 107, fracción XVI, de la Constitución Mexicanos, Política dado de que los con Estados la Unidos separación y consignación de la autoridad, no podría el Juez del conocimiento hacer cumplir la sentencia, ni tampoco lo podría hacer la autoridad sustituta y el único camino a seguir sería, a petición del quejoso, mientras no se reglamente el artículo 107, fracción XVI, constitucional reformado, el pago de daños y perjuicios, o el que el expediente se fuera a reserva, hasta en tanto cambiaran las condiciones o la situación jurídica en el asunto.” En esa virtud, esta Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, estima pertinente ordenar la devolución de los autos del juicio de amparo indirecto número 89/80 al Juzgado Quinto de Distrito en Materias Penal en el Distrito Federal, a fin de que el a quo, en la vía incidental prevista en los preceptos relativos y aplicables del Código Federal de Procedimientos Civiles supletoriamente aplicado a la Ley de Amparo según se fundó con antelación, otorgue oportunidad a las autoridades responsables para que comprueben los obstáculos materiales y jurídicos que dicen, existen para el debido cumplimiento de la ejecutoria de amparo. En las condiciones prevalecientes este es el procedimiento más adecuado a seguir, pues pretender que el trámite correspondiente sea el de constreñir a la autoridad responsable a cumplir con la sentencia, sin darle posibilidad de PÁG. 116 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. demostrar, si en efecto, existe dicha imposibilidad para ello, y ordenar la separación del cargo y su consignación, significaría desatender la finalidad perseguida por el legislador al instaurar el procedimiento multimencionado, que es la evitar la desobediencia de las ejecutorias, extremo que no se podría cumplir en el caso concreto, ordenando la separación del cargo de las autoridades responsables y su consignación, cuando éstas han manifestado la existencia de diversas causas de imposibilidad material y jurídica para el cumplimiento, dado que con la aplicación de esas sanciones, no podría el juez del conocimiento hacer cumplir la sentencia, ni tampoco lo podría hacer la nueva autoridad que lo sustituyera. De esta manera, la única finalidad que se persigue con la devolución de los autos al Juez de Distrito es la de conocer y determinar con firmeza, si en efecto la autoridad responsable es contumaz o rebelde a acatar la ejecutoria, o en realidad existe alguna causa justificada que le impida cumplirla, para que esta Suprema Corte de Justicia de la Nación pueda decidir lo procedente respecto de la aplicación de las sanciones a las que se refiere el artículo 107, fracción XVI, constitucional. Con apoyo en los anteriores razonamientos, así como en lo dispuesto en los artículos 17 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que consagra el principio de que la justicia deberá ser pronta y expedita; 105 y 113 de la Ley de Amparo que establecen, respectivamente, que el Juez de Distrito procurará el debido y exacto cumplimiento de las ejecutorias de amparo y que no podrá archivarse ningún juicio de garantías sin PÁG. 117 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. que quede enteramente cumplida la sentencia en que se haya concedido la protección constitucional, la devolución de los autos del juicio de amparo, que aquí se ordena, tiene el propósito de que el Juez Quinto de Distrito en Materia Penal en el Distrito Federal, proceda a realizar lo siguiente: 1.- Dé vista al quejoso, mediante el incidente que al respecto se tramite, con los oficios de las autoridades responsables a través de los cuales exponen las causas que en su decir, imposibilitan jurídica y materialmente el cumplimiento de la ejecutoria, a fin de que manifieste lo que a sus intereses corresponda. Este incidente no tiene señalada una tramitación especial, por lo cual debe regularse conforme a los artículos 358 a 364 del Código Federal de Procedimientos Civiles, supletoriamente aplicado a la Ley de Amparo, según lo dispone su artículo 2º., de tal manera que, en términos del artículo 360 del ordenamiento procesal invocado, el Juez de Distrito debe correr traslado a la parte quejosa, en el domicilio señalado en el juicio de amparo para oír y recibir notificaciones, por el término de tres días, con el contenido de los oficios a través de los cuales las autoridades responsables en turno expusieron los impedimentos jurídicos y materiales que en su decir, existen para el cumplimiento de la ejecutoria de amparo, a fin de que manifieste lo que a su derecho corresponda. 2.- Conforme al mismo artículo 360 del Código Federal de Procedimientos Civiles, el a quo debe abrir la dilación probatoria, PÁG. 118 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. a fin de dar oportunidad a las partes para que aporten los medios de prueba permitidos legalmente, para demostrar sus pretensiones. De ser necesario, en atención al principio de orden público que rige los procedimientos de ejecución de las sentencias de amparo, el Juez de Distrito deberá recabar, de oficio, las pruebas necesarias para la mejor resolución del asunto. La dilación probatoria es esencial en este procedimiento incidental, habida cuenta que de existir alguno o algunos de los impedimentos alegados, éstos deben probarse fehacientemente, por lo que las partes involucradas en el juicio de garantías, deben gozar de la oportunidad de acreditar los hechos que afirmen y que constituyen la litis en este procedimiento incidental. En la dilación probatoria, deberá verificarse, según lo previene el multicitado artículo 360, la audiencia a la que se refieren los preceptos 341 a 344 del código adjetivo mencionado. 3.- Concluido el período probatorio, el Juez de Distrito debe citar a las partes, dentro de los tres días siguientes a este evento, a fin de que de que formulen alegatos. La audiencia de alegatos, en todo caso, se verificará con la concurrencia de las partes o sin ellas. 4.- Efectuado lo anterior, y dentro del término de cinco días al que se contrae el artículo 360 del Código Federal de Procedimientos Civiles, el Juez de Distrito deberá decidir, con plena libertad de jurisdicción, si existen impedimentos para obtener el cumplimiento de la ejecutoria de amparo y en PÁG. 119 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. consecuencia, si ya no hay materia para su cumplimiento, por cuanto hace a la restitución al quejoso en la posesión de los predios controvertidos. 5.- El Juez Quinto de Distrito en Materia Penal en el Distrito Federal, deberá informar oportuna y regularmente a esta Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el avance en el cumplimiento a lo ordenado en esta resolución. Indicado lo anterior, sólo queda precisar, por su trascendencia, que mientras el a quo tramite y resuelva el incidente innominado, a fin de conocer si en efecto existe algún impedimento material o legal para cumplir la ejecutoria, el procedimiento previsto por los artículos 104 y 105 de la Ley de Amparo, no puede continuar, hasta en tanto se resuelva dicho procedimiento incidental. Efectivamente, el segundo párrafo del artículo 359 del Código Federal de Procedimientos Civiles, supletoriamente aplicado a la Ley de Amparo, según se fundó con antelación, establece que ponen obstáculo a la continuación del procedimiento, los incidentes que tienen por objeto resolver una cuestión que debe quedar establecida para poder continuar la secuela en lo principal y aquéllos respecto de los cuales lo disponga así la Ley. Los impedimentos invocados por las autoridades responsables para cumplir la ejecutoria de amparo encuadran dentro de estos supuestos jurídicos, pues constituyen un PÁG. 120 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. obstáculo para la continuación del procedimiento de ejecución de la sentencia de amparo, ya que estas cuestiones de la litis deben quedar resueltas para poder proseguir con aquél, bien sea para insistir en el cumplimiento de la ejecutoria en términos de los artículos 104 y 105 de la ley de la materia y sancionar a las autoridades responsables con la separación del cargo y su consignación ante el Juez de Distrito para que sean juzgadas por el desacato a la ejecutoria, en caso de que se decida que no existen los impedimentos alegados y que su planteamiento constituyó sólo un subterfugio de la autoridad para eludir el cumplimiento, o bien, para exonerarlas de esas sanciones ante el evento de que se declarara la existencia de algún impedimento para acatar la ejecutoria y por lo tanto, que ya no existiera materia para el cumplimiento del fallo protector. Por ende, lo que se decida en el incidente innominado cuya tramitación se ha ordenado, repercutirá trascendentalmente tanto en el procedimiento de cumplimiento de la sentencia de amparo ante el a quo como en el incidente de inejecución de sentencia que se resuelve, de tal manera que mientras se substancia y resuelve aquél procedimiento incidental, el a quo no puede continuar con el de cumplimiento de la ejecutoria ni requerir a las autoridades responsables el acatamiento a esta, pues dicho incidente es de previo y especial pronunciamiento y mientras no se decida en definitiva sobre los impedimentos alegados, el procedimiento de cumplimiento a la ejecutoria de amparo, debe suspenderse, como también debe quedar latente el incidente de inejecución de sentencia, mientras tanto. PÁG. 121 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. Una vez que se resuelva en definitiva sobre las causas de imposibilidad materiales y legales invocadas por las autoridades responsables se procederá en congruencia con lo que se decida en las instancias correspondientes. Finalmente, debe decirse que conforme a la técnica que rige tratándose de los procedimientos de ejecución de las sentencias de amparo, es el Juez de Distrito quien debe pronunciarse de primera mano, respecto de las causales de imposibilidad de cumplimiento de las ejecutorias de amparo y no esta Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, porque de no ser así, se privaría al quejoso de una instancia de impugnación, en virtud de que en contra de la resolución que en su momento declarara sin materia el cumplimiento de la ejecutoria, por imposibilidad legal o material procedería en su contra, a petición de parte legítima y dentro del término legal, la inconformidad, a través de la cual, esta Sala estará en posibilidad de analizar la legalidad de la determinación del a quo en la que decida acerca de los impedimentos alegados por las autoridades responsables para cumplir la ejecutoria de amparo. Es aplicable al caso, por analogía, la tesis aislada número 2ª. LII/95, sustentada por esta Segunda Sala, visible en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo I, correspondiente al mes de junio de mil novecientos noventa y cinco, página doscientos treinta y cinco, de rubro y tenor: PÁG. 122 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. “INCONFORMIDAD. PROCEDE CONTRA LA RESOLUCIÓN QUE DECLARA SIN MATERIA EL CUMPLIMIENTO DE LA EJECUTORIA DE AMPARO. Si bien el tercer párrafo del artículo 105 de la Ley de Amparo establece que ‘Cuando la parte interesada no estuviere conforme con la resolución que tenga por cumplida la ejecutoria, se enviará también, a petición suya, el expediente a la Suprema Corte de Justicia’, ello no significa que sólo establezca la procedencia de resoluciones la que inconformidad tengan por contra las acatadas las ejecutorias de amparo, sino que también procede contra las resoluciones que declaren sin materia el cumplimiento por imposibilidad legal, pues ambos tipos de resolución son equiparables, en tanto tienen como efecto común que el asunto se archive como concluido por encontrarse ya liberadas las autoridades responsables de las obligaciones que las ejecutorias de amparo les imponen, ya sea, en el primer caso, por haberse cumplido con la misma o, en el segundo, por encontrarse imposibilitadas legalmente para tal cumplimiento, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 113 de la Ley de Amparo al señalar que ‘No podrá archivarse ningún juicio de amparo sin que quede enteramente cumplida la sentencia en que se haya concedido al agraviado la apareciere, que protección ya no hay constitucional, materia para o la ejecución’...” PÁG. 123 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. Como el oficio número ochocientos treinta y cuatro de fecha quince de mayo de mil novecientos noventa y seis, a través del cual la Juez Trigésimo Noveno de lo Penal del Distrito Federal plantea diversas causas de imposibilidad obra agregado de fojas quince a dieciocho del cuaderno incidental, remítase al Juez de Distrito copia certificada del mismo, que compulse el Secretario de Acuerdos de esta Segunda Sala, a fin de que dé vista al quejoso con su contenido, para los efectos legales precisados. Por lo expuesto y fundado, se resuelve: PRIMERO.- Devuélvanse los autos del juicio de amparo indirecto número 89/80 al Juez Quinto de Distrito en Materia Penal en el Distrito Federal, a fin de que proceda en los términos precisados en la última parte del considerando tercero de esta resolución. SEGUNDO.- Se ordena al Juez de Distrito que informe a esta Segunda Sala regular y periódicamente el avance en el cumplimiento a lo ordenado en esta sentencia. TERCERO.- Remítase al Juez de Distrito copia certificada del oficio número ochocientos treinta y cuatro, de fecha quince de mayo de mil novecientos noventa y seis, para los efectos indicados. PÁG. 124 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. Notifíquese; con testimonio de esta resolución, vuelvan los autos al juzgado de su origen, y en su oportunidad archívese provisionalmente el expediente de inejecución de sentencia. Así lo resolvió la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, por unanimidad de cuatro votos de los Señores Ministros: Juan Díaz Romero, Mariano Azuela Güitrón, José Vicente Aguinaco Alemán y Presidente Guillermo I. Ortiz Mayagoitia. Ausente el señor Ministro Sergio Salvador Aguirre Anguiano por atender comisión oficial. Fue Ponente el Ministro Juan Díaz Romero. Firman los Ministros Presidente y Ponente, con el Secretario de Acuerdos de la Segunda Sala que autoriza y da fe. EL PRESIDENTE MINISTRO GUILLERMO I. ORTIZ MAYAGOITIA. PONENTE MINISTRO JUAN DÍAZ ROMERO. PÁG. 125 INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 73/95. EL SECRETARIO DE ACUERDOS LIC. MARIO ALBERTO ESPARZA ORTIZ. Esta foja corresponde al incidente de inejecución de sentencia número 73/95, promovido por RAFAEL URIBE ÁLVAREZ, fallado el día veintiséis de enero del año dos mil uno, en el cual se resolvió: PRIMERO.- Devuélvanse los autos del juicio de amparo indirecto número 89/80 al Juez Quinto de Distrito en Materia Penal en el Distrito Federal, a fin de que proceda en los términos precisados en la última parte del considerando tercero de esta resolución. SEGUNDO.- Se ordena al Juez de Distrito que informe a esta Segunda Sala regular y periódicamente el avance en el cumplimiento a lo ordenado en esta sentencia. TERCERO.Remítase al Juez de Distrito copia certificada del oficio número ochocientos treinta y cuatro, de fecha quince de mayo de mil novecientos noventa y seis, para los efectos indicados. CONSTE. PÁG. 126