Close to Slavery - AFL-CIO

Anuncio
CERCANO A LA ESCLAVITUD
Programas de Trabajadores Huéspedes en los Estados Unidos
Un reporte del
Southern Poverty Law Center
Acerca Del Southern Poverty Law Center
El Southern Poverty Law Center, con sede en Montgomery, Alabama, es una
organización de derechos civiles sin fines de lucro con más de 250.000 miembros en los Estados Unidos. Fue fundada en 1971 para combatir la intolerancia y la discriminación a través de demandas judiciales, educación y militancia social. Su Proyecto de Justicia Inmigrante ha presentado numerosas
demandas y acciones de clase en representación de trabajadores migrantes
y trabajadores huéspedes en varias industrias del sur de los Estados Unidos.
Mary Bauer, directora del Proyecto de Justicia Inmigrante, es la principal
autora de este reporte. Sarah Reynolds, una asistente legal, fue la principal
investigadora.
•••
Si desea obtener más información acerca del
SOUTHERN POVERTY LAW CENTER
o más copias de este documento,
llame al (334) 956-8200
o visite www.splcenter.org
Resumen Ejecutivo
En su Discurso sobre el Estado de la Nación de 2007, el presidente
Bush llamó para que se legislara un “camino legal y ordenado
para que los trabajadores extranjeros ingresen a nuestro país para
trabajar de manera temporal”. Para conseguirlo, dijo el presidente,
haría falta que “no traten de entrar a hurtadillas”. Este tipo de
programa ha sido una parte central de las propuestas anteriores
de reforma migratoria de Bush. De igual manera, las propuestas
recientes del Congreso han incluido disposiciones que podrían
hacer ingresar potencialmente a millones de trabajadores
“huéspedes” a los Estados Unidos.
Lo que Bush no dijo fue que Estados Unidos ya posee un programa de trabajadores huéspedes
para jornaleros no especializados. Este programa ha sido ampliamente ocultado del escrutinio
público porque por lo general los trabajadores están social y geográficamente aislados. Antes de
expandir este sistema en nombre de la reforma migratoria, debemos analizar cuidadosamente
cómo funciona.
Según el sistema actual, que se denomina programa H-2, los empleadores hicieron ingresar alrededor de 121.000 trabajadores huéspedes a los Estados Unidos en el año 2005, aproximadamente
32.000 para trabajos de agricultura y otros 89.000 para trabajos forestales, procesamiento de mariscos, jardinería, construcción y otras industrias no agrícolas1.
Sin embargo, estos trabajadores no son tratados como “huéspedes”, sino que se les explota y se
abusa de ellos sistemáticamente. A diferencia de los ciudadanos estadounidenses, los trabajadores
huéspedes no disponen de la protección más básica en un mercado de trabajo competitivo: la
capacidad de cambiar de trabajo si son maltratados. En realidad, están atados a los empleadores
que los “importan”. Si los trabajadores huéspedes se quejan de los abusos, enfrentan ser deportados, colocados en listas negras o sufrir otras represalias.
Las leyes federales y las regulaciones del Departamento de Trabajo de los Estados Unidos brindan algunas
protecciones básicas a los trabajadores huéspedes H-2. Pero esas protecciones existen mayormente en
papel. La capacidad del gobierno para garantizar que sus derechos se cumplan es prácticamente inexistente. Y, por lo general, los abogados independientes típicamente no aceptan representar sus causas.
1
Departamento de Estado, Visas para No Inmigrantes otorgadas, 01/10/04 — 30/09/05, disponible en http://travel.state.gov/pdf/FY2005_
NIV_Detail_Table.pdf
“Este programa de trabajadores huéspedes es lo
más cercano a la esclavitud que he visto”.
CHARLES RANGEL, PRESIDENTE DEL COMITÉ DE MEDIOS Y ARBITRIOS DEL CONGRESO
Atados a un solo empleador y sin acceso a recursos legales, los trabajadores huéspedes son:
• en forma rutinaria robados de sus salarios;
• obligados a hipotecar sus vienes manteniéndolos atados a trabajos huéspedes y a salarios bajos;
• mantenidos virtualmente cautivos por los empleadores o agentes laborales que confiscan sus documentos;
• obligados a vivir en condiciones de indigencia; y,
• privados de sus beneficios médicos por lesiones ocurridas en el trabajo.
Recientemente Charles Rangel, presidente del Comité de Medios y Arbitrios del Congreso, dijo lo siguiente
a este respecto: “Este programa de trabajadores huéspedes es lo más cercano a la esclavitud que he visto”.2.
La conclusión del congresista Rangel no es una mera hipérbole, y no es la primera vez que se hace una
comparación de ese tipo. El ex funcionario del Departamento de Trabajo, Lee G. Williams describió
al antiguo programa de “braceros” (el programa de trabajadores huéspedes que hizo ingresar a miles
de ciudadanos mexicanos a trabajar a los Estados Unidos durante y después de la Segunda Guerra
Mundial) como un sistema de “esclavitud legalizada”3.. En la práctica, no hay mucha diferencia entre
el programa de braceros y el programa de trabajadores huéspedes H-2 actual.
El sistema de trabajadores huéspedes H-2 también puede ser visto como un sistema moderno de
servidumbre contratada. Pero, a diferencia de los antiguos sirvientes europeos contratados, los trabajadores huéspedes actuales no tienen perspectivas de convertirse en ciudadanos estadounidenses.
Cuando sus visas de trabajo vencen, deben salir de los Estados Unidos. Son, de hecho, los trabajadores desechables de la economía estadounidense.
Este reporte está basado en entrevistas con miles de trabajadores huéspedes, un análisis de la investigación sobre los programas de trabajadores huéspedes, fundamentos de casos legales y las experiencias de expertos en leyes de todo el país. Los abusos descritos aquí son demasiado comunes para
atribuirlos a algunas “manzanas podridas” entre los empleadores. Son los resultados predecibles de
un sistema que trata a los trabajadores extranjeros como mercancías que se importan según la necesidad, sin brindarles las garantías legales adecuadas o las protecciones que ofrece el mercado libre.
El programa de trabajadores huéspedes H-2 es abusivo en su esencia y no debe ser expandido en
nombre de la reforma migratoria. Si se permite que el programa actual continúe, éste debe ser completamente reformado. Las recomendaciones para hacerlo están al final de este reporte.
2
3
Declaraciones de Charles Rangel, congresista de los Estados Unidos, en el programa de CNN Lou Dobbs Tonight, 23 de enero de 2007
Extraído de Majka, Theo J. y Patrick H. Mooney, Farmers’ and Farm Workers Movements (Twayne Publishers 1995) 152.l
2 cercano a la esclavitud: programas de trabajadores huéspedes en los estados unidos
pa rt E 1
Breve Historia de los Trabajadores Huéspedes en
los Estados Unidos
Los trabajadores nacidos en el extranjero han contribuido
significativamente a la economía estadounidense durante siglos.
Desde principios del siglo XIX hasta el inicio de la Primera Guerra Mundial, millones de
inmigrantes europeos (irlandeses, británicos, alemanes, italianos, escandinavos, rusos, húngaros
y otros) llegaron a los Estados Unidos, y su trabajo ayudó a alimentar la expansión económica
y geográfica del país. Durante la mayor parte de este periodo, la Ley de Naturalización de 1790
permitió que las fronteras permanecieran abiertas y que no hubiera límites numéricos para la
inmigración. El primer intento importante para regular o restringir el flujo de estos trabajadores
ocurrió en 1882, cuando el Congreso aprobó la Ley de Exclusión de los Chinos para prohibir el
empleo de jornaleros chinos.
Durante la última mitad del siglo XIX, después de la finalización de la guerra entre México y los
Estados Unidos en 1848, comenzaron a llegar decenas de miles de trabajadores migrantes desde
México. A diferencia de sus pares de Europa y Asia, los mexicanos podían moverse libremente
por la frontera recurriendo a trabajos huéspedes de hacienda, agricultura, minería y otras
industrias, para luego en muchos casos volver a sus hogares. Sin embargo, el establecimiento de
la Patrulla Fronteriza de los Estados Unidos en 1924 hizo que el acceso a los trabajos en los Estados
Unidos fuera más difícil para los trabajadores mexicanos, y por primera vez fueron considerados
“extranjeros ilegales”4. Pero siguió sin haber límites numéricos para la inmigración legal desde
México hasta 1965.
La Primera Guerra Mundial detuvo por largo tiempo la migración desde Europa y creó una mayor
demanda de mano de obra mexicana. Poco después llegó la Gran Depresión y los trabajadores
mexicanos fueron vistos como una amenaza para los trabajos estadounidenses. Más de 500,000
personas, incluidos algunos ciudadanos estadounidenses, fueron deportados por la fuerza.
El comienzo de la Segunda Guerra Mundial provocó otra escasez de mano de obra, y se recurrió
nuevamente a los trabajadores mexicanos para llenar el vacío.
4
“Migrations: A Collection of Views on Mexican Migration to the United States”, Centro de Estudios Latinoamericanos, Universidad de
California-Berkeley, disponible en http://socrates.berkeley.edu:7001/Outreach/education/migrations2003/index.html
parte 1 • breve historia de los trabajadores huéspedes en los estados unidos 3
Organizadores de labor en los años
1950s expusieron extensos abusos a
campesinos inmigrantes.
Los Braceros
En 1942, el Departamento de Estado de los Estados Unidos llegó a un acuerdo bilateral con México para
crear el programa de braceros5, que más tarde fue aprobado por el Congreso. Para apaciguar las críticas,
los partidarios del programa afirmaron que los mexicanos, que habían sido deportados en masa apenas
unos años antes, eran fácilmente retornables6. Este programa fue inicialmente diseñado para hacer ingresar
unos pocos cientos de jornaleros experimentados para cosechar remolacha azucarera en California. Pese a
que comenzó como un programa pequeño, en su apogeo hizo que más de 400.000 trabajadores cruzaran
la frontera por año. Un total de aproximadamente 4,5 millones de trabajos habían sido tomados por
ciudadanos mexicanos al momento de la abolición del programa de braceros en 1964.
Lo interesante es que el programa había contado con muchas protecciones legales significativas por escrito,
brindando a los trabajadores lo que la historiadora Cindy Hahamovitch, una experta en programas de
trabajadores huéspedes, denominó “el contrato de trabajo agrícola más completo en la historia de la
agricultura estadounidense”7 . Bajo este programa:
• Los empleadores eran requeridos a tener contratos individuales con los trabajadores bajo la
supervisión del gobierno;
• Los trabajadores debían contar con un alojamiento que cumpliera con los estándares
mínimos;
• Los trabajadores debían percibir un salario mínimo o un salario prevaleciente, según cual
fuera el más alto;
• Si los empleadores fallaban de pagar los salarios requeridos, el gobierno de los Estados Unidos
estaría obligado a subsidiarlos;
• Los empleadores debían ofrecer al menos 30 días de trabajo; y,
• Los costos de transporte debían ser compartidos por los trabajadores, los cultivadores y el
gobierno.
Pero en la práctica el programa de braceros no era tan prometedor. A menudo, los trabajadores mexicanos,
que por lo general no podían leer en inglés, no tenían conocimiento de las garantías contractuales. Y había
numerosas denuncias referidas a empleadores que pagaban menos de lo debido a sus empleados, tal como
sucede en el actual programa de trabajadores huéspedes H-2.
A los trabajadores mexicanos, llamados braceros, también se les retenía el 10 por ciento de su salario, en
teoría, para financiar un plan de jubilación similar al Seguro Social. El dinero debía ser depositado en un
banco mexicano a nombre de los trabajadores. Sin embargo, esto nunca fue pagado. Se han iniciado varios
litigios para recuperar lo que hoy se calcula en cientos de millones de dólares adeudados a trabajadores
mexicanos.
En 1956 se publicó el libro Stranger in Our Fields, del organizador laboral Ernesto Galarza, que llamaba la
atención sobre las condiciones experimentadas por los braceros. El libro comienza con este alegato de un
trabajador: “En este campo no tenemos nombre. Sólo nos llaman por nuestros números”. El libro llegaba a
la conclusión de que a los trabajadores se les mentía, se les estafaba y se les “abandonaba vergonzosamente”.
5
La palabra “bracero” viene de la palabra española “brazo”, en el sentido de mano de obra o fuerza de trabajo agrícola disponible. Se refiere
tanto al programa de trabajadores temporales vigente entre 1942 y 1944 como a los trabajadores agrícolas mexicanos legalmente contratados que
participaron del programa.
6
Daniel J. Tichenor, Dividing Lines: The Politics of Immigration Control in America, (Princeton University Press 2002) p. 173
7
Cindy Hahamovitch, The Fruits of their Labor: Atlantic Coast Farmworker and the Making of Migrant Poverty, 1870-1945 (University of North
Carolina Press) 168.
4 cercano a la esclavitud: programas de trabajadores huéspedes en los estados unidos
El funcionario del Departamento de Trabajo de los EE.UU. a cargo del
programa, Lee G. Williams, lo describió como un sistema de “esclavitud
legalizada”.
La disponibilidad de braceros perjudicó la capacidad de que los
trabajadores estadounidenses reclamen salarios más altos. Durante la
década de los 50’s, los cultivadores trajeron a los braceros cuando los
trabajadores estadounidenses hacían huelga o simplemente amenazaban
con ello. A fines de la década de los 50’s y principios de la década de
los 60’s, César Chávez organizó protestas de trabajadores agrícolas
contra el programa y después afirmó que la organización del Sindicato
de Trabajadores Agrícolas hubiera sido imposible sin la abolición del
programa de braceros en 1964. De hecho, la huelga de la uva que dio
lugar al nacimiento del sindicato comenzó al año siguiente8 .
Actualmente, la creencia generalizada es que el programa de braceros ha contribuido en gran medida a
los patrones de inmigración no autorizada de México a los Estados Unidos.
Después del desmantelamiento del programa de braceros en 1964, aún se podía importar trabajadores
extranjeros para trabajos de agricultura según los capítulos H-2 de El Acta de Inmigración y Nacionalidad.
El programa H-2 había sido creado en 1943, cuando la industria de la caña de azúcar de Florida obtuvo
permiso para contratar a trabajadores del Caribe con visas huéspedes para cortar caña de azúcar. Las
horrorosas condiciones experimentadas por los cortadores de caña de azúcar han sido bien documentadas9.
En un incidente muy conocido ocurrido el 21 de noviembre de 1986, los cortadores de caña de azúcar
H-2 del Caribe dejaron de trabajar en una gran plantación de azúcar en el sur de Florida debido a que
se oponían a las condiciones de trabajo. Los trabajadores denunciaron que la empresa había intentado
pagarles un salario menor a lo prometido en el contrato de trabajo, y el resultado fue que más de 300
trabajadores se rehusaron a trabajar. La empresa llamó a la policía, que utilizó armas y perros para obligar
a que los trabajadores suban a los autobuses en los cuales fueron retirados del campo y deportados. El
incidente fue conocido como la “guerra de los perros”10. Se ha convertido en un símbolo para muchas
personas de la capacidad de abuso extremo en los programas de trabajadores huéspedes, que permite a
los empleadores controlar el derecho de los trabajadores a permanecer en los Estados Unidos.
Mas de 4.5 millones de trabajos
fueron ocupados por
braceros Mexinanos entre 1942 y
1964. Un oficial del
departamento de
labor encargado del
programa Lo llamó
un sistema de “Esclavitud Legalizada”.
El programa H-2 fue reformado en 1986 como parte de la Ley de Control y Reforma Migratoria, que
lo dividió en el programa agrícola H-2A y en el programa no agrícola H-2B. No hay límite numérico
anual para las visas H-2A. El límite anual para las visas H-2B fue de 66.000 hasta el año 2005, cuando se
incrementó significativamente al no incluir a ese límite a los trabajadores que regresan repetidamente.
En 2005, el último año que hay datos disponibles, Estados Unidos otorgó alrededor de 89.000 visas H-2B11
y alrededor de 32.000 visas H-2A. Los países que más trabajadores aportaron a los Estados Unidos según
estos programas fueron México, Jamaica y Guatemala. Alrededor de tres cuartos del total de trabajadores
son mexicanos12 .
Como se demostrará en este reporte, el sistema de trabajadores huéspedes actual padece algunos de los
mismos problemas que el desacreditado programa de braceros. •
8
David Bacon, Fast Track to the Past: Is a New Bracero Program in Our Future? (and what was life like under the old one), publicado en http://
dbacon.igc.org/Imgrants/17FastPast.htm (2002)
9
Alex Wilkenson, Big Sugar: Seasons in the Cane Fields of Florida (Alfred A. Knopf) (1989)
10
David Bacon, “Be Our Guests”, The Nation, 27 de septiembre de 2004 11 Esto incluye las visas H-2B y H-2R (trabajador reincidente).
12
Departamento de Estado, Visas para No Inmigrantes otorgadas, 01/10/04 — 30/09/05, disponible en http://travel.state.gov/pdf/FY2005_
NIV_Detail_Table.pdf
parte 1 • breve historia de los trabajadores huéspedes en los estados unidos 5
pa rt E 2
Cómo Operan estos Programas de Trabajadores
Huéspedes
Actualmente, los Estados Unidos posee dos programas de trabajadores huéspedes bajo los cuales los empleadores pueden importar
mano de obra no especializada para trabajos huéspedes o temporales que duren menos de un año: el programa H-2A para trabajos
agrícolas y el programa H-2B para trabajos no agrícolas13.
A pesar de que los programas H-2A y H-2B ofrecen diferentes términos y beneficios, son
similares en un punto importante: ambos permiten que el trabajador temporal trabaje sólo para
el empleador que solicitó sus servicios ante el Departamento de Trabajo (DOL, por sus siglas en
inglés). Si la situación de trabajo es abusiva o no corresponde con lo prometido, el trabajador casi
no tiene otra alternativa, excepto regresar a su país. Esto coloca al trabajador en una desventaja
distintiva en términos de sus oportunidades futuras en los Estados Unidos, ya que su capacidad
de regresar en cualquiera de las temporadas siguientes depende completamente de la voluntad
de un empleador para efectuar una solicitud al gobierno estadounidense. En la práctica, significa
que es mucho menos probable que un empleado presente una queja acerca de la seguridad de su
lugar de trabajo o sobre temas salariales.
Bajo la ley federal, los empleadores deben obtener aprobación previa por parte del DOL para hacer ingresar
trabajadores huéspedes a los Estados Unidos. Para conseguirla, los empleadores deben certificar que:
• no existen suficientes trabajadores estadounidenses capaces, dispuestos, calificados
y disponibles para trabajar en el lugar y momento requeridos; y,
• los salarios y condiciones de trabajo de los trabajadores en los Estados Unidos
con un empleo similar no se verán “adversamente afectados” por la importación de
trabajadores huéspedes14 .
Las visas H-2 utilizadas por los trabajadores huéspedes son sólo para individuos, y por lo general no les
permiten hacer ingresar a sus familias a los Estados Unidos. Esto significa que los trabajadores huéspedes son
separados de sus familias, incluidos sus hijos menores, por períodos que a menudo duran casi un año.
13
Hay otros programas de trabajadores temporales (como el programa H-1B para trabajadores más especializados), pero este reporte hace
hincapié solamente en los trabajadores H-2 debido a que los proyectos del Congreso actuales en pos de una expansión a gran escala de los trabajadores
temporales están más estrechamente orientados a emular las experiencias del programa H-2.
14
Código de los Estados Unidos (U.S.C., por sus siglas en inglés) 8 §1188(a)(1); 1101(a)(15)(H)(ii); Código de Regulaciones Federales (C.F.R., por sus
siglas en inglés) 20, Parte 655
6 cercano a la esclavitud: programas de trabajadores huéspedes en los estados unidos
Las protecciones legales fundamentales ofrecidas a los
trabajadores H-2A no se aplican a los trabajadores huéspedes
incluidos en el programa H-2B.
EL PROGRAMA H-2A
El programa H-2A brinda protecciones legales significativas a los trabajadores agrícolas extranjeros.
Muchas de estas garantías son similares a las que existieron en el ampliamente desacreditado programa
de braceros, vigente desde 1942 hasta que fue descontinuado en medio de abusos a los derechos
humanos en 1964. Desafortunadamente, demasiadas de las protecciones—como el programa de
braceros—existen solo en papel.
Las leyes federales y las regulaciones del DOL contienen varias disposiciones cuyo objetivo es
proteger a los trabajadores H-2A de la explotación, y al mismo tiempo asegurar que los trabajadores
estadounidenses estén a salvo de los potenciales impactos adversos, por ejemplo, la tendencia a la baja
de los salarios relacionada con la contratación de trabajadores huéspedes extranjeros.
Los trabajadores H-2A deben percibir el más alto de los siguientes salarios: (a) el “salario
prevaleciente” del mercado laboral local para una cosecha determinada, según lo determine el
DOL y las agencias estatales; (b) el salario mínimo estatal o federal; o (c) el “salario por efectos
adversos”15.
Bajo la ley, los trabajadores H-2A también tienen derecho a:
• Trabajar al menos tres cuartas partes del total de horas prometidas en el contrato, en
el cual debe incluirse el período de empleo prometido. (Esto se denomina “garantía
de las tres cuartas partes”).
• Recibir alojamiento gratuito en buenas condiciones durante el período del contrato.
• Percibir beneficios compensatorios del trabajador por costos médicos y pagos por el
tiempo perdido no trabajado y por toda lesión permanente.
• Un reembolso por el costo del viaje desde el hogar del trabajador hasta el lugar de
trabajo en el momento en que el trabajador complete el 50 por ciento del período
del contrato. Los gastos incluyen el costo de un pasaje de avión o autobús y de los
alimentos consumidos durante el viaje. Si el trabajador temporal permanece en el
trabajo hasta la finalización del contrato, el empleador debe pagar el transporte de
regreso a su hogar.
• Estar protegido por las mismas disposiciones de salud y seguridad que el resto de los
trabajadores.
• Ser elegible para servicios legales con financiamiento federal respecto a los asuntos
relacionados con su empleo como trabajadores H-2A16.
Para proteger a los trabajadores estadounidenses que compiten con los trabajadores H-2A, los
empleadores deben cumplir con lo que se denomina “regla del cincuenta por ciento”. Esta regla
establece que un empleador H-2A debe contratar a todo trabajador estadounidense calificado que
se postule para un trabajo antes del comienzo de la segunda mitad de la temporada para la cual
se contrataron trabajadores extranjeros.
15
16
C.F.R. 20 § 655.102(b)(9)
C.F.R. 45 § 1626.11
parte 2 • cómo operan estos programas de trabajadores 7
EL PROGRAMA H-2B
Las protecciones legales fundamentales ofrecidas a los trabajadores H-2A no se aplican a los
trabajadores huéspedes incluidos en el programa H-2B.
A pesar de que el programa H-2B fue creado hace dos décadas por la Ley de Control y Reforma
Migratoria (IRCA, por sus siglas en inglés) de 1986, el DOL nunca ha promulgado regulaciones
que pongan en vigencia sustanciales protecciones laborales para estos trabajadores17. De hecho,
la IRCA no solicita de forma explícita estas garantías reguladoras, disponiendo sólo que la
importación de trabajadores H-2B no debe afectar adversamente los salarios ni las condiciones
de trabajo de los trabajadores estadounidenses.
Y, a diferencia del programa H-2A, los procedimientos que regulan la certificación para una visa
H-2B no fueron establecidos por regulación sino por memorandos internos del DOL (Carta
General Administrativa 1-95), y por lo tanto no se sometieron a comentarios del público ni al
proceso de revisión requerido cuando se adoptan nuevas regulaciones federales. Un empleador
sólo debe declarar la naturaleza, el salario y las condiciones laborales del trabajo y asegurarle
al DOL que el salario y el resto de los términos cumplen con las condiciones predominantes
en la industria18. Debido a que el requerimiento salarial H-2B es establecido por directivas
administrativas y no por regulación, el DOL afirma que le falta la autoridad legal para garantizar
el cumplimiento del salario prevaleciente H-2B.
Si bien el empleador está obligado a ofrecer empleos de tiempo completo con un salario que al
menos respete el salario prevaleciente, ninguna de las otras protecciones reguladoras sustanciales
del programa H-2A se aplican a los trabajadores H-2B. No hay alojamiento gratuito. No hay
acceso a servicios legales. No hay “garantía de las tres cuartas partes”. Y las regulaciones H-2B no
obligan a que un empleador pague el transporte del trabajador hasta los Estados Unidos.•
Los trabajadores
huéspedes H-2B
quienes trabajan en
industrias que no
son de agricultura
como forestales,
procesadoras de
mariscos y turismo
no tienen las mismas protecciones
legales fundamentales que los trabajadores agrícolas
H-2A.
Selected Differences in
regulatory safeguards for
H-2A workers and H-2B workers
h2a
h2b
50% Rule
yes
no
3/4 Guarantee
yes
no
Free Housing
yes
no
Social Security Tax Exemption
yes
no
Eligible for Lsc-Funded Legal Services
yes
no
17
18
Véase Martinez v. Reich, F. 934 Sup. 232 (D. Tex. 1996)
Carta General Administrativa Nº 1-95 (IV)(D) (H-2B); Véase Formulario ETA 750 del DOL
8 cercano a la esclavitud: programas de trabajadores huéspedes en los estados unidos
pa rt E 3
La Contratación: La Explotación Comienza en Casa
La explotación de los trabajadores huéspedes H-2A y H-2B
comienza mucho antes de que ingresen en los Estados Unidos.
De hecho, comienza con la contratación inicial en su país natal,
un proceso que a menudo los deja en un estado económico
precario y en consecuencia extremadamente vulnerable al abuso
de empleadores inescrupulosos en este país.
Casi de manera universal, los empleadores estadounidenses dependen de agencias privadas para
encontrar y contratar a trabajadores huéspedes en sus países natales, en la mayor parte de los casos
México y Centroamérica.
Por lo general, estos contratistas laborales cobran honorarios al trabajador—a veces miles de dólares—
para cubrir gastos de transporte, visa y otros, incluida la ganancia de los contratistas. Los trabajadores,
que en su mayoría viven en la pobreza, frecuentemente deben obtener a préstamos con un alto interés
para reunir el dinero para pagar los honorarios. Además, en ocasiones los contratistas les solicitan que
dejen una garantía tal y como la escritura de su casa o el título de su auto, para asegurarse de que cumplan
con los términos de su contrato de trabajo individual.
El entero negocio—no regulado—de contratación, puede ser bastante lucrativo. Con más de 121,000
trabajadores contratados de esta forma sólo en el 2005, están en juego decenas de millones de dólares
en honorarios de contratación. Esta bonanza económica proporciona un incentivo poderoso para que
los contratistas y las agencias importen la mayor cantidad de trabajadores posible, con poco o ninguna
consideración por el impacto que esto pueda tener sobre los trabajadores y sus familias.
LOS TRABAJADORES COMIENZAN CON UNA DEUDA CONSIDERABLE
Por lo general, los trabajadores huéspedes que ingresan en los Estados Unidos poseen una deuda
relacionada con honorarios que varía entre US$500 y bastante más de US$10,000. Muchos pagan tasas
de interés exorbitantes por esa deuda. Cuando eso sucede, prácticamente no tienen posibilidades de pagar
la deuda realizando el trabajo ofrecido por el empleador durante el término del contrato.
Las deudas agobiantes son un problema crónico para los trabajadores huéspedes. A pesar de que
las leyes estadounidenses contemplan algunas obligaciones en cuanto al reembolso por parte de los
empleadores de los costos de transporte y visa de los trabajadores19, en la práctica no es común que
los trabajadores reciban un reembolso completo. La mayoría lucha para pagar su deuda mientras los
19
Véase Arriaga v. Florida Pacific Farms, F. 305 3d 1228, 1237 (11th Cir. 2002); C.F.R. 20 § 655.102(b)(5)(i)
parte 3 • la contratación: la explotación comienza en casa 9
La industrria forestal de los
Estados Unidos recluta a los
trabajadores huespedes de Huehuetenango, Guatemala donde
mucha gente indigena vive en
extrema pobreza con muy pocas
oportunidades de ganar dinero.
intereses se acumulan. Estos obstáculos se combinan cuando los empleadores no ofrecen la cantidad de
horas de trabajo prometidas, algo que ocurre con frecuencia.
Los trabajadores huéspedes guatemaltecos, representados por el Southern Poverty Law Center pagaron
un promedio de US$ 2,000 en honorarios de transporte, visa y empleo para obtener trabajos forestales
en los Estados Unidos. Los guatemaltecos son contratados en su mayor parte de Huehuetenango, una
región extremadamente pobre donde viven muchos indígenas. A menudo analfabetos, muchos hablan
español como segundo idioma y con un nivel de competencia variable. Por lo general, trabajan como
La Bonanza del Reclutamiento
El reclutamiento de trabajadores huéspedes es un negocio lucrativo para las empresas que ayudan a que los negocios de los
Estados Unidos consigan mano de obra extranjera barata.
Una declaración en una demanda presentada por el Southern
Poverty Law Center sirve para dar un vistazo a este mundo, en la
que los trabajadores pagan miles de dólares a los contratistas en
sus países por el derecho a acceder a trabajos de bajos salarios
en los Estados Unidos1 .
La demanda, presentada en 2006, sostiene que Decatur Hotels
y su presidente, F. Patrick Quinn III, violaron la Ley de Normas
Razonables de Trabajo al no reembolsar a los trabajadores huéspedes por los exorbitantes honorarios pagados a los agresivos
contratistas laborales que trabajaban como agentes de la cadena
de hoteles.
Cuando Decatur Hotels, que posee 15 hoteles de lujo en Nueva
Orleáns, decidió importar hasta 290 trabajadores huéspedes para
cubrir posiciones en sus hoteles que quedaron vacantes por los
evacuados del Huracán Katrina, contrató a una empresa con sede
en Baton Rouge llamada Accent Personnel Services Inc. Accent
anuncia en su sitio web que ayuda a que los negocios obtengan
aprobación gubernamental para emplear trabajadores huéspedes
y también los recluta.
Virginia Pickering, presidenta y dueña de la empresa, testificó en
una declaración que Accent ganó US$ 1.200 por cada persona
1
Castellanos-Contreras v. Decatur Hotels, LLC, E.D. Louisiana, Caso Nº 06-4340,
reclutada para trabajar en Decatur Hotels, US$ 300 por cada una
por parte de Decatur Hotels y otros US$ 900 por cada una por
parte de contratistas que trabajaban en Perú, Bolivia y República
Dominicana. Eso significa que si Decatur importó los 290 trabajadores para los que se certificó en el Departamento de Trabajo,
Accent habría ganado casi US$ 350.000. Accent no tuvo que descontar los costos de transporte o visa de esos honorarios.
Cada uno de los trabajadores pagó entre US$ 3.500 y US$ 5.000
para cubrir los honorarios de reclutamiento, transporte y la visa.
Como muchos otros trabajadores huéspedes, hundieron a sus
familias en deudas para juntar este dinero. Para la mayoría de los
trabajadores, ese monto equivalió a más de un año de salario.
Los trabajadores huéspedes pronto se dieron cuenta de que no
podían juntar suficiente dinero para llegar a fin de mes, mucho
menos para pagar sus deudas. Los contratistas les habían prometido un mínimo de 40 horas de trabajo por semana y muchas
horas extras. Pero la realidad fue que se encontraron trabajando
casi 25 horas por semana, y a veces mucho menos.
A pesar de estar desesperados por un salario, a estos trabajadores se les prohíbe por ley buscar otro empleo.
“Es la esclavitud de los tiempos modernos”, afirmó Daniel Castellanos Contrera de Perú.
Otro trabajador, que no quiso ser identificado debido a que temía
que su nombre apareciera en una lista negra, dijo: “Las personas
vinieron con deudas e hijos que mantener y la ilusión de que esto
ayudaría a su futuro. Pero al final, sólo tenemos problemas más
graves y deudas más grandes”.
presentado en agosto de 2006
10 cercano a la esclavitud: programas de trabajadores huéspedes en los estados unidos
agricultores de subsistencia y prácticamente no tienen oportunidades de percibir
salarios en las zonas rurales de Guatemala. En consecuencia, la única alternativa
realista para conseguir los fondos necesarios para asegurarse trabajos H-2B en los
Estados Unidos es visitar a un usurero, que probablemente cobre tasas de interés
exorbitantes. Muchos de estos trabajadores informan que les han cobrado un 20 por
ciento de interés al mes. Dado que la temporada de plantación de pinos dura tres
meses y los trabajadores a menudo ganan menos de US$ 1,000 por mes, tienen pocas
esperanzas de pagar la deuda realizando el trabajo para el que fueron contratados.
Los honorarios pagados por estos trabajadores guatemaltecos son mucho mayores que el costo real del
transporte y la visa. Un pasaje de avión de ida y vuelta puede conseguirse por US$500 ó US$600, por lo
general una visa cuesta US$100 y algunos honorarios diversos pueden agregar varios cientos de dólares
al monto total. La cantidad restante es embolsada por el contratante o la agencia para la que trabaja.
Además, a la mayoría de los trabajadores forestales guatemaltecos entrevistados por el Southern Poverty
Law Center se les solicitaba que le dejen algún tipo de garantía—generalmente la escritura de una
propiedad—a un agente en Guatemala para asegurar que el trabajador “cumpla” con los términos de
su contrato. Si un trabajador viola el contrato—como lo determino el contratista—ese trabajador será
multado. A algunos trabajadores se les ha solicitado que paguen hasta US$1,000 para asegurar el recuperar
su escritura. Esta táctica es enormemente efectiva para acallar quejas sobre el salario, las condiciones
laborales o el alojamiento. Las empresas con sede en los Estados Unidos niegan tener conocimiento de
los abusos, pero hay pocas dudas de que perciben beneficios sustanciales como consecuencia del accionar
de sus agentes. Es casi inconcebible que un trabajador se queje de forma sustancial si un agente de la
empresa para la que trabaja posee la escritura de la casa donde residen su esposa e hijos.
Leonel HernándezLópez de Guatemala,
como muchos otros
trabajodores huéspedes fue requerido
a dejar las escrituras
de su casa con los
contratistas como
colateral.
La historia relatada por Álvaro Hernández-López es típica entre los trabajadores inmigrantes contratados
en Guatemala. En el 2001, a los 45 años, vino a los Estados Unidos para trabajar para Express Forestry Inc.
en el sudeste. Continuó viniendo durante dos temporadas más de plantación. “Lo que gané plantando
árboles en los Estados Unidos apenas me alcanzó para pagar mi deuda”, afirmó. “Fue realmente duro
para nosotros luchar para entrar a los Estados Unidos de forma legal y luego no ganar nada de dinero.
Nos dijeron que debíamos entregar nuestras escrituras para obtener el trabajo. Debíamos firmar con
nuestro nombre en un papel en blanco y ceder las escrituras. Dijeron que si no firmábamos este papel,
no nos llevarían a los Estados Unidos para trabajar”.
El trabajador forestal Nelson Ramírez, también de Guatemala, describe una experiencia similar al
emplearse con Eller and Sons Trees Inc. en 2001. Un contratista laboral le solicitó a su esposa que firme
un papel asumiendo la responsabilidad si él no cumplía con su contrato. “No entendí exactamente qué
significaba esta amenaza, pero sabía que mi esposa debía firmar para que yo pudiera obtener la visa”,
afirmó Ramírez. “El trabajo era muy duro, pero me preocupaba irme porque mi esposa había firmado
este formulario para que yo pudiera conseguir el trabajo y estaba preocupado por ella”.
Estas tácticas no se limitan a ninguna industria o país en particular. En algunas partes del mundo, se
solicita que los reclutados paguen sumas de dinero incluso mayores para obtener visas de trabajadores
huéspedes. Algunos trabajadores tailandeses e indonesios importados a Carolina del Norte con visas
parte 3 • la contratación: la explotación comienza en casa 11
Trabajadores Huéspedes de Bolivia, Perú
y República Dominicana pagaron cada
uno entre $3,500 y $5,000 dólares para
obtener trabajos temporales de bajo
ingreso en hoteles de Nueva Orléans
después del Huracán Katrina. El dueño
del hotel certificó al gobierno de los
Estados Unidos que no habia trabajado—
res Americanos disponibles.
H-2A, por ejemplo, pagaron cada uno de US$5,000 a US$10,000 o más por el derecho a ser empleados
en trabajos de agricultura de corto plazo con remuneraciones de menos de US$10 la hora. En la práctica,
ni siquiera llegaban a percibir esa suma.
LOS TRABAJADORES PAGAN HASTA US$5,000 POR TRABAJOS EN HOTELERÍA DESPUÉS DE KATRINA
Después del Huracán Katrina, una gran empresa hotelera de Nueva Orleans llamada Decatur
Hotels LLC decidió que trabajadores huéspedes H-2B cubrieran las vacantes en trabajos de
hotelería generadas por los empleados que aparentemente habían sido expulsados de la ciudad
por la destrucción a gran escala. En su solicitud al Departamento de Trabajo para obtener el
permiso de contratación de hasta 290 trabajadores huéspedes, la empresa afirmó que “había
ofrecido trabajo a los evacuados por el huracán “pero “nadie aplico”20.
Sin embargo, los agentes de la empresa encontraron una buena cantidad de trabajadores dispuestos
en Perú, Bolivia y República Dominicana. Cada contratado pagó entre US$3,500 y US$5,000 para
entrar a los Estados Unidos y conseguir trabajos de hotelería—mantenimiento, tareas domésticas,
servicios al cliente, etc.—cuya duración estaba estipulada a sólo nueve meses. Según los términos
del contrato escrito, cada trabajador tenía que trabajar tiempo completo por tres o cuatro meses
sólo para recuperar los honorarios de contratación, sin contar el interés de los préstamos a los que
pudieran haber recurrido. Cuando llegaron, descubrieron que ni siquiera les permitían trabajar
tiempo completo en los hoteles, haciendo sus situaciones aún más desesperantes.
“Cada uno de nosotros tuvo que vender cosas para obtener el dinero para venir aquí”, afirmó
Francisco Sotelo Aparicio, que vino de Perú a trabajar para Decatur Hotels. “Vendí parte de mis
tierras, mis pertenencias, y dejamos a nuestras familias para tratar de salir adelante. … Queremos
seguir trabajando legalmente, pero es muy difícil hacerlo cuando ganamos tan poco dinero y
tenemos tantas deudas. Nos desesperamos”.
En muchos casos, la única manera que tienen los trabajadores huéspedes de conseguir el dinero
suficiente para pagar su deuda es buscar empleos adicionales. Pero eso es ilegal. El sistema de
trabajadores huéspedes les permite trabajar sólo para el empleador que hizo arreglos con el
Departamento de Trabajo para importarlos.
Muchos de los trabajadores entrevistados por el Southern Poverty Law Center tienen plena
conciencia de que no serán capaces de pagar su deuda de contratación debido a que su salario
es muy bajo y los trabajos son estacionales o temporales.
Ante este panorama, surge la siguiente pregunta: ¿por qué los trabajadores deciden venir a los
Estados Unidos bajo estos términos?
La simple realidad es que los trabajadores de México, Guatemala y muchos otros países a menudo
tienen muy pocas oportunidades económicas. En los últimos años, los mexicanos que viven en el
campo han tenido dificultades se han incrementado para ganarse la vida mediante la agricultura
de subsistencia, y en algunas regiones prácticamente no hay trabajos con contraprestación salarial.
Donde existe ese tipo de trabajos, el salario es extremadamente bajo. Los jornaleros no especializados
20
Castellanos-Contreras v. Decatur Hotels, LLC, E.D. Louisiana, Caso Nº 06-4340, presentado en agosto de 2006
12 cercano a la esclavitud: programas de trabajadores huéspedes en los estados unidos
Irla
En diciembre de 2000, el esposo de Irla dejó su pequeña ciudad
en Guatemala por primera vez para trabajar en los Estados Unidos.
Con una visa H-2B en su mano y un trabajo para plantar pinos en
los bosques del sur, esperaba reunir suficiente dinero para brindarle
una vida mejor a su familia.
pueden ganar hasta 10 veces o más en los Estados
Unidos haciendo el mismo trabajo que en sus
países natales. Por eso, a pesar del riesgo de ser
estafados, muchos trabajadores están dispuestos
a arriesgarse. La mayoría de ellos piensa que los
programas de trabajadores huéspedes son su
mejor oportunidad para ingresar a los Estados
Unidos y conseguir un mejor nivel de vida para
sus familias. Estos trabajadores desesperados son
fácilmente engañados por los contratistas.
En unos pocos casos, según relataron los
trabajadores huéspedes al Southern Poverty
Law Center, los empleadores directamente
proporcionaron una vía de acceso alternativa
para que los trabajadores migrantes ingresen
a los Estados Unidos. Una vez en el país, los
trabajadores exceden el tiempo de estadía
estipulado por sus visas y se convierten en
trabajadores no autorizados, o “saltan” el
contrato y se van a trabajar a otro lado. A pesar
de ser considerable, el costo del trabajador es
generalmente menor al que implicaría ingresar a
los Estados Unidos de forma ilegal. Ciertamente
es menos peligroso ingresar con una visa H-2
que intentar cruzar la frontera desafiando la ley.
Algunos empleadores buscan períodos de visa
largos, aduciendo por ejemplo que tienen 8
ó 10 meses de trabajo, cuando en realidad
sólo tienen para ofrecer dos o tres. El periodo
luego del cual el empleador no tiene trabajo
para ofrecer, pero la visa sigue siendo válida
es denominado “tiempo libre” por muchos
trabajadores. Numerosos trabajadores le han
relatado al Southern Poverty Law Center que
sus empleadores les dijeron explícitamente que
tenían la libertad de buscar trabajo en otro lugar
durante este período. A pesar de que esto viola
claramente la ley inmigratoria, los trabajadores
a menudo piensan que lo que hacen es legal
porque su visa es válida y su empleador les dio
Contrajo deudas para pagar de aproximadamente US$ 1,000 en
honorarios a un reclutador y le pidieron que deje la escritura de su
casa a un abogado en la ciudad para garantizar su regreso después
del vencimiento de la visa de siete meses.
No ganó mucho dinero plantando pinos. Sin embargo, después de
tres meses, la temporada de plantación de pinos terminó y encontró otros trabajos. Trabajó en una fábrica, cosechó uvas y trabajó en
campos de tomate y tabaco. No fue hasta ese momento que pudo
enviar más dinero a su casa. Para algunos trabajadores huéspedes,
esto se conoce como el periodo de “visa libre”, y en ocasiones los
contratistas prometen este tipo de oportunidades aunque este
arreglo infringe las reglas del sistema de trabajadores huéspedes.
“Todos sabíamos que los hombres no ganarían mucho en lo que era
la actual temporada de plantación”, afirmó Irla. “Mi esposo y los
otros trabajarían sus tres meses con la empresa de la plantación
y después buscarían otros trabajos. Mi esposo no pudo enviarnos
dinero o pagar su deuda hasta que consiguió otro trabajo”.
El esposo de Irla continuó viajando a los Estados Unidos cada temporada durante los cuatro años siguientes. La escritura de su casa
siguió en manos del abogado en Guatemala. Había muchas otras
mujeres en la misma situación en la comunidad de Irla. Se quedaron
en su casa para cuidar de sus hijos, esperando pacientemente un
dinero que pocas veces llegaba.
“Lo hacemos por nuestros hijos”, afirmó Irla. “Tenemos que trabajar para poder comer y no es lo mismo cuando nuestros esposos
no están aquí”.
Después de completar su quinta temporada de plantación de tres
meses en los Estados Unidos, el esposo de Irla volvió a encontrar
otro trabajo. Camino a su trabajo murió en un accidente de autos.
A los 32 años, dejó sin padre a sus cinco hijos. La última vez que Irla
lo vio fue en noviembre de 2004.
Incluso luego de cinco años, todavía debía alrededor de US$ 700.
“Debería haber ganado mucho dinero en todo el tiempo que estuvo
en los Estados Unidos”, afirmó Irla. “Pero no nos quedó ninguna
ganancia. Ahora estoy trabajando sin él para nuestros cinco hijos.
Creo que me llevará alrededor de tres años pagar esta deuda. Soy
la única que trae comida a la casa”.
parte 3 • la contratación: la explotación comienza en casa 13
Junto al nombre de un trabajador, se leía: “sólo quiere
la visa para viajar a Florida. Debe dejar un depósito de
US$5000”. Claramente, estas visas estaban disponibles
para la venta.
permiso. Para algunos empleadores, es la única manera de seguir atrayendo una fuerza de trabajo
año tras año, debido a que los salarios son muy bajos y los costos de reclutamiento muy altos.
Un empleador demandado por el Southern Poverty Law Center tenía gran cantidad de anotaciones
que reflejaban los depósitos dejados por los trabajadores para asegurar su trabajo. A continuación
del nombre de un trabajador, se leía: “sólo quiere la visa para viajar a Florida. Debe dejar un depósito
de 5000”. Claramente, estas visas estaban a la venta.
Mientras el sistema de trabajadores huéspedes dependa de una serie de contratistas extranjeros no
regulados, estará sujeto a este tipo de venta indiscriminada de visas.
Si los honorarios que se cobran a los trabajadores en concepto de contratación o transporte estuvieran
prohibidos, se ayudaría a anular el incentivo económico que posee la industria de la contratación
en México y otros lugares para enviar más trabajadores de los necesarios. Presumiblemente, si no
se pudieran cobrar estos montos a los trabajadores, los empleadores pagarían por la contratación y
reclutarían solo al número de trabajadores que se necesiten.
Lamentablemente, es difícil imaginar cómo se garantizaría el cumplimiento de una ley de este
tipo. Por ejemplo, hasta hace poco una embajada estadounidense en América Latina le preguntaba
de forma rutinaria a los potenciales trabajadores H-2 cuánto habían pagado en concepto de
honorarios de contratación, aparentemente debido a la preocupación respecto de que un alto nivel
de endeudamiento causaría que los trabajadores excedieran el tiempo de estadía permitido por sus
visas para poder pagar su deuda. Los contratistas les decían a los trabajadores cuál era la respuesta
“correcta” (es decir, falsa) que debían dar, y los trabajadores obedientemente declaraban un valor más
bajo que el de los honorarios pagados.
Un problema fundamental del sistema de trabajadores huéspedes es que el permiso para que un
trabajador pueda viajar a los Estados Unidos con una visa H-2 es otorgado sólo después de una oferta
de trabajo por parte de un empleador estadounidense. Colocar este poder en las manos de representantes
de empleadores que trabajan en otros países es una receta perfecta para el abuso a los trabajadores.•
Trabajadores huéspedes H-2 vienen a
los Estados Unidos
de todo el mundo,
pero como tres cuartos son de México, y
como países de 9 de
10 son de America
Latina.
MEXICO
GUATEMALA
EUROPE
H-2A
28,563
87
323
H-2B
60,258
3,681
4,919
14 cercano a la esclavitud: programas de trabajadores huéspedes en los estados unidos
pa rt E 4
En poder de la “carta de la deportación”
El problema más grande de los programas de trabajadores
huéspedes, tanto desde una perspectiva histórica como actual, es
que el empleador y no el trabajador es quien decide si un trabajador
puede ingresar y permanecer en los Estados Unidos.
Debido a esta situación, el equilibrio de poder entre el empleador y el trabajador es tan asimétrico
y desproporcionado a favor del empleador que, por todos los propósitos prácticos, los derechos del
trabajador son nulos. El empleador puede despedir al trabajador, llamar al gobierno y declararlo
“ilegal” en cualquier momento.
Otto Rafael Botón-González, un trabajador forestal H-2B de Guatemala, ha padecido esto en
carne propia. “Cuando el supervisor veía que una persona estaba lista para dejar el trabajo debido
al bajo salario, nos quitaba los papeles. Rompía nuestra visa y nos decía: ‘¿No quieren trabajar?
Entonces, váyanse ¿No quieren trabajar? Llamaré a inmigración ahora mismo para que tome sus
papeles y los deporte’”.
Muchos abusos, quizá la mayoría de los padecidos por los trabajadores huéspedes, surgen del
hecho de que el empleador tiene literalmente en sus manos la carta de la deportación. Uno de los
abusos crónicos más denunciados por los trabajadores huéspedes se refiere a la confiscación de
documentos de identidad, en particular pasaportes y tarjetas de Seguro Social21. En muchos casos,
a los trabajadores se les dice que los documentos se les quitan para asegurarse de que no dejen de
trabajar en medio de su contrato.
El Southern Poverty Law Center ha recibido docenas de informes de esta práctica, en el curso de
su representación legal a los trabajadores se ha confirmado que esto es una rutina. A pesar de que
algunos empleadores afirman que retienen los documentos para “cuidarlos”, muchos han sido muy
francos al admitir que hay un gran riesgo de que los trabajadores se escapen si no se confiscan
los documentos. Una empleadora demandada por el Southern Poverty Law Center afirmó en su
declaración que la empresa retenía las tarjetas del Seguro Social de los trabajadores en sus oficinas
porque “si ellos tienen sus tarjetas de Seguro Social, se irán”22.
Juan, un trabajador forestal, afirmó: “El jefe nos quitó nuestros pasaportes y los retuvo. Nos
los quitó cuando apenas llegamos desde México. Se los pedíamos y siempre nos decía que no.
Cuando nos pagaron, queríamos ir a cobrar nuestros cheques. El jefe decía: ‘Hablen con el chofer
21
A diferencia de los trabajadores H-2A, quienes tienen visas H-2B deben pagar impuestos por el Seguro Social y por Medicare, pero no tienen
perspectivas de recibir los beneficios de estos programas. También están sujetos a las retenciones del impuesto a la renta federal.
22 Declaración de Sandy Thomas, página 77, Recinos-Recinos v. Express Forestry, E.D. Louisiana, Caso Nº 05-1355
parte 4 • en poder de la “carta de la deportación” 15
Los empleadores con Frecuencia confiscan
visas y otros documentos de los trabajadores
huéspedes para asegurar de que no dejen
sus Trabajos.
y él se los cobrará’. No nos daba nuestros pasaportes para que pudiéramos
cobrar nuestros cheques. Decía que una dependencia superior de la empresa
les ordenaban a hacer esto. Mi pasaporte me da permiso para estar aquí sin
que nadie me moleste, porque mi estatus es legal. No puedo probar que mi
situación es legal si no tengo mi pasaporte”.
No existe un mecanismo realista para que los trabajadores recuperen sus
documentos de identidad. Numerosos empleadores se han negado a devolver
estos documentos, incluso cuando el trabajador simplemente quería volver
a su país natal. El Southern Poverty Law Center también ha encontrado
numerosos casos donde los empleadores destruyeron pasaportes o visas para
que el estatus de los trabajadores se convierta en indocumentado. Cuando
esto sucede, hay pocas probabilidades de que un trabajador pueda obtener
ayuda por parte de agentes de policía locales. En muchas jurisdicciones, los
abogados que representan a los trabajadores les aconsejan no llamar a la policía, porque es más
probable que tomen represalias contra los trabajadores que se quejan que contra el empleador.
VIVIR CON MIEDO
En otros casos, los empleadores han utilizado de forma bastante explícita la amenaza de llamar al
Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos como manera de asegurar el
control sobre los trabajadores. Por ejemplo, en un caso donde los trabajadores se negaron a trabajar
hasta recibir su salario, luego de no recibir pagos por varias semanas, el empleador respondió
amenazando con llamar a inmigración y declarar que los trabajadores habían “abandonado” su
trabajo y en consecuencia eran trabajadores “ilegales”. Ese tipo de amenaza es muy común, y la
hace posible un sistema en el cual las visas son emitidas sólo para trabajar con el empleador que
lo solicita.
Incluso en los casos en que los empleadores no amenazan abiertamente con la deportación, los
trabajadores viven con un constante miedo a que cualquier mala conducta o queja de su parte
signifique que los envíen de vuelta a su casa o que no los vuelvan a contratar. El miedo a las
represalias es un problema con raíces profundas en los programas de trabajadores huéspedes. En
1964, el organizador laboral y escritor mexicano-estadounidense Ernesto Galarza descubrió que,
a pesar de que las violaciones a los derechos de los trabajadores eran corrientes, sólo uno de cada
4,300 braceros se quejaba23.
Al examinar el programa H-2A en Carolina del Norte, Human Rights Watch descubrió un “temor
generalizado y evidencias acerca de la existencia de listas negras contra los trabajadores que alzan
la voz sobre las condiciones, buscan la asistencia de abogados de Servicios Legales o tienen un rol
activo en [el sindicato]”24. Human Rights Watch también encontró evidencias de una “campaña de
intimidación” contra los trabajadores para desalentar cualquier ejercicio de libertad de asociación
por parte de los trabajadores. El Tribunal de Cuentas del Gobierno de los Estados Unidos (antes
23 Ernesto Galarza, Merchants of Labor: The Mexican Bracero Story (Rosicrucian Press, 1964) en 17; Véase también Michael Holley,
Disadvantaged by Design: How the Law Inhibits Agricultural Guestworkers from Enforcing Their Rights, 18 Hofstra Lab. & Emp. L.J. 575, 585 (2001)
24 Human Rights Watch, Unfair Advantage: Workers’ Freedom of Assocation in the United States Under International Human Rights Standards
(ILR Press) 2000 en 148
16 cercano a la esclavitud: programas de trabajadores huéspedes en los estados unidos
conocido como Oficina de Contabilidad General) informó de manera similar
en 1997 que “es poco probable que [los trabajadores H-2A] se quejen de las
violaciones a las protecciones para trabajadores, por ejemplo, la garantía de las
tres cuartas partes, por miedo a perder sus trabajos o a no ser aceptados por el
empleador o la asociación para un empleo futuro”25.
La lista negra de la Asociación de Cultivadores de Carolina del Norte (NCGA,
por sus siglas en inglés) ha adquirido trascendencia pública. La lista negra de
1997, denominada “Informe de la NCGA sobre trabajadores no elegibles para
recontratación de 1997” [1997 NCGA Ineligible for Rehire Report] consistía en
más de 1,000 nombres de ex trabajadores huéspedes indeseables26.
El miedo a las represalias es una preocupación constante entre los trabajadores.
Y además es una preocupación justificada. No hay duda de que muchos
empleadores H-2 se aprovechan del poder que ostentan sobre los trabajadores
huéspedes.
Los trabajadores viven con un
constante miedo a que cualquier
mala conducta o queja de su
parte signifique que los envíen
de vuelta a su casa o que no los
vuelvan a contratar. El miedo a las
represalias es un problema con
raíces profundas en los programas
de trabajadores huéspedes.
25
26
Changes Could Improve Services to Employers and Better Protect Workers. GAO/HEHS 98-20, pp 60-61
David Bacon, “Be Our Guests”, The Nation, 27 de septiembre de 2004
parte 4 • en poder de la “carta de la deportación” 17
pa rt E 5
Abusos de Salarios y de Horarios
A pesar de que las leyes federales estipulan el pago del Salario por
Efectos Adversos a los trabajadores H-2A y del salario prevaleciente
a los trabajadores H-2B, en la práctica muchos trabajadores
huéspedes ganan bastante menos, incluso que el salario federal
mínimo de US$5,15 la hora.
Los abogados de Servicios Legales han representado a trabajadores H-2A en cientos de demandas
contra sus empleadores. Y se han presentado más de 20 demandas a nombre de trabajadores H-2B
en todo el país en los últimos años, muchas patrocinadas por el Southern Poverty Law Center. Dado
que sólo unos pocos abogados brindan servicios legales gratuitos a estos trabajadores de pocos
ingresos, estos números reflejan un grave problema: los empleadores que utilizan los servicios de los
trabajadores huéspedes en muchas industrias violan de manera rutinaria las leyes laborales básicas.
Para entender los problemas de salarios y de horarios que enfrentan los trabajadores, es útil analizar
dos industrias: la forestal y la de procesamiento de mariscos. Estas dos industrias actualmente
dependen de los trabajadores huéspedes para la mayor parte de su trabajo. No es coincidencia que
en ambas industrias las violaciones a los salarios y a los horarios sean la norma y no la excepción.
TRABAJADORES FORESTALES
A pesar de que un contrato H-2B entre un empleador y un trabajador especifica un salario por hora
mínimo (el salario prevaleciente, que ha variado en los últimos años de US$6 a US$10 la hora, según el
año y el estado), a los plantadores de árboles a menudo se les paga según la cantidad de plántulas que
plantan. Se les dice que deben plantar al menos dos bolsas de 1,000 plántulas cada una en un día de
ocho horas, una tarea generalmente imposible. Los pagos varían entre US$15 y US$30 por bolsa.
Un equipo de plantación a mano experimentado puede promediar 1,500 plántulas bien plantadas
por persona al día. En lugares de difícil acceso, un trabajador puede promediar sólo 600 árboles
al día; a campo abierto, un trabajador podría llegar a plantar hasta 2,000 al día27 . A una tasa
promedio de 1,500 árboles, un trabajador puede ganar entre US$22,50 y US$45 al día, mucho
menos del salario requerido por ley. El empleador está obligado por ley a compensar la diferencia
entre la paga por bolsa y el salario prevaleciente. Esto casi nunca ocurre.
La mayoría de los trabajadores denuncian que trabajan entre 8 y 12 horas por día. Pero rara vez o nunca
perciben pago por horas extras, pese a que a menudo trabajan seis días por semana tiempo completo
27 Clark W. Lantz, et alt., A Guide to the Care and Planting of Southern Pine Seedlings, Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, Servicio
Forestal Región Sur, Boletín de Administración R8-MB39, revisado en octubre de 1996, página 24.
18 cercano a la esclavitud: programas de trabajadores huéspedes en los estados unidos
Trabajadores huéspedes en algunas
industrias son sistemáticamente
robados de sus salarios hasta
cuando cuidadosamente
documentan sus horas.
y promedian bastante más de 40 horas de trabajo. Además,
se les requiere de manera rutinaria que compren sus propias
herramientas de trabajo e incurran en otros gastos y descuentos
que afectan de manera ilegal a su salario.
Prácticamente todas las empresas forestales
relevadas por el Southern Poverty Law Center
proporcionan a sus trabajadores recibos de
pago que reflejan que han trabajado muchas
menos horas de las que realmente han trabajado.
Apoyándose en las más de 1.000 entrevistas con
trabajadores de plantaciones de pinos, el Southern
Poverty Law Center llegó a la conclusión de que
esta industria paga de menos a sus trabajadores de
manera sistemática.
Escolástico De León-Granados, un trabajador
H-2B de Guatemala, dijo que le pagaron de menos
consistentemente mientras trabajó para Eller and
Sons Trees Inc. “Trabajábamos hasta 12 ó 13 horas y
sólo podíamos plantar 1,300 ó 1,500 plántulas”, afirmó.
“Nuestra paga era de aproximadamente US$ 25 por un
día de trabajo de 12 horas. Al final de la temporada, sólo
había ahorrado US$500 para enviarle a mi familia”.
Debido a que los funcionarios del gobierno no
pueden garantizar el cumplimiento de las leyes y a
la vulnerabilidad de los trabajadores huéspedes, esta
explotación continúa sin ningún obstáculo hace
muchos años.
Simón*
Simón fue contratado en México para trabajar en los campos de pimiento
dulce y jalapeño de Georgia. Trabajaba muchas horas, hasta 70 por
semana. Tenía un cuaderno en el que anotaba las horas del día en que
empezaba y terminaba de trabajar, para poder compararlas con las de su
talón de cheque al final de la semana.
Descubrió que los recibos de pago no incluían todas las horas que él había
trabajado. En ocasiones faltaban hasta 30 horas por semana.
“Esto me preocupaba”, afirmó. “Dejé mi ciudad en México para venir a
trabajar aquí porque necesitaba el dinero para mantener a mi familia, y
no nos estaban pagando por nuestro trabajo. No estaban respetando el
contrato”.
Una noche, un empleador de Servicios Legales visitó el campo donde
Simón y el resto de los trabajadores H-2A vivían y Simón se enteró de que
tenía derecho a ganar el salario mínimo federal por cada hora trabajada.
Pero cuando habló con su supervisor acerca de las horas faltantes, le
dijeron que podía perder su trabajo si hablaba nuevamente con Servicios
Legales.
Siguió hablando con Servicios Legales, aunque en otra ciudad. Cuando
Simón intentó regresar a los Estados Unidos al año siguiente, descubrió
que había sido incluido en una lista negra.
En un intento de reformar este abuso de salarios
“Cuando hablé con el contratista en México, me dijo que no podía volver
generalizado, el Southern Poverty Law Center ha
a trabajar para la empresa. Me dijo que era porque había hablado con
presentado cuatro demandas de acción de clase
Servicios Legales. Tenía otros compañeros de trabajo con el mismo
contra grandes contratistas forestales desde 2004.
problema por haber hablado con Servicios Legales, y a ellos tampoco se
A la fecha, se ha llegado a un acuerdo en dos de
les incluyó en la lista para volver a trabajar”.
*nombre ficticio.
estas demandas, y los contratistas accedieron
a volver a pagar salarios a los incluidos en la
demanda y a modificar la manera en que hacen
negocios28. Hay otros dos casos pendiente29. Se han producido alegatos muy similares en
28 Salinas-Rodriguez v. Alpha Services LLC, Demanda civil Nº 3:05-CV-440WHB-AGN, Tribunal de Distrito de Estados Unidos para el Distrito Sur
de Mississippi, División Jackson; Recinos-Recinos v. Express Forestry, Demanda civil Nº 05-1355”I”(3), Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para
el Distrito Este de Louisiana
29 Leon-Granados v. Eller and Sons Trees, Inc., Demanda civil Nº 1:05-CV-1473-CC, Tribunal de Distrito de Estados Unidos para el Distrito Norte
de Georgia, División Atlanta, y Rosiles-Perez v. Superior Forestry, Demanda civil Nº 1:06-CV-0006, Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el
Distrito Central de Tennessee, División Columbia
parte 5 • abusos de salarios y de horarios 19
demandas presentadas por otros grupos de abogacía; en varias de estas demandas se llegó a un
acuerdo de pagos o fallo judicial30.
TRABAJADORES DE LA INDUSTRIA DE LOS MARISCOS
En la industria de mariscos, los trabajadores en Virginia y Carolina del Norte han presentado
al menos 12 demandas contra 10 empresas desde 1998. La mayoría de las demandas contienen
alegatos prácticamente idénticos: que a los trabajadores se les pagaba por pieza, que no ganaban
el salario mínimo, que se les hacían descuentos ilegales de su salario por las herramientas, el
transporte y alojamiento inhabitable, y que no se les pagaban horas extras si trabajaban más de
40 horas semanales31.
Prácticamente en todos estos casos se llegó a un acuerdo antes del juicio. A pesar de que en unos
pocos se llegó a un arreglo en términos confidenciales, en una cantidad de acuerdos se requirió
el pago de sumas de dinero considerables a los trabajadores. En un caso, Zamora v. Shores and
Ruark Seafood, Inc., los trabajadores demandaron a un empleador que había sido citado dos
veces por el DOL por no pagar el salario mínimo ni horas extras a sus trabajadores. Cada vez
que la empresa era multada por el DOL, continuaba con sus prácticas ilegales. Incluso en estas
condiciones, el DOL siguió aprobando las solicitudes a la empresa para importar trabajadores
H-2B para procesar mariscos. En 1999, la empresa pagó más de US$103,000, sin incluir honorarios
y costos de abogados, para llegar a un arreglo en una demanda presentada por 51 trabajadores32.
Una segunda demanda terminó en un arreglo por reclamos de otros 10 trabajadores.
Estas demandas y acciones de cumplimiento de las leyes del DOL, a pesar de tener un alcance
limitado, demuestran que los abusos a los salarios y los horarios de los trabajadores huéspedes no
son un problema de algunas “manzanas podridas” entre los empleadores. El problema es que cuando
una industria llega a depender en gran medida de trabajadores huéspedes extraordinariamente
vulnerables para la mayor parte de su trabajo, hay una carrera hacia abajo en términos de los
salarios a pagar. Esto crea problemas para los trabajadores pero también para los empleadores
que quieren cumplir con la ley, porque quedan en una desventaja competitiva en relación con los
empleadores que estafan a sus trabajadores.•
30 Véase Perez-Perez, et alt., v. Progressive Forestry Services, Inc., et alt., Demanda Civil Nº 98-1474-KI (D. Or.); Moreno-Leon v. Franklin Stanley,
Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito Oeste de Arkansas, División El Dorado, Caso Nº 99-1002; Vicente Vera-Martinez v. Grano
Reforestation, Inc., Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito Oeste de Arkansas; Caso Nº 03-6002; Gonzalez-Sanchez v. International
Paper Co., 346 F.3d 1017, Martinez-Mendoza v. Champion International Corporation, 330 F.3d 1200 (11th Cir. 2003); Lizarraga-Ruiz v. Georgia-Pacific
Corp., 88 Fed.Appx. 382 (Cir. 11, 2003)
31
Vèase Zamora v. Shores and Ruark Seafood, Inc., Tribunal de Distrito de Estados Unidos para el Distrito Este de Virginia C98CV:501; Maria Demesia Aboyte v. Shores and Ruark Seafood, Inc., Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito Este de Virginia; Alcaraz-Garcia v. Gloucester
Seafood, Inc., Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito Este de Virginia, 4:00CV69; Soto-Lopez v. J& W Seafood of Virginia, Inc., Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito Este de Virginia; 3:98CV792; Perez-Sandoval v. International Seafood Distributors, Inc., Tribunal
de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito Este de Virginia, 3:99-cv-00691; Perez-Segura v. Bay Water Seafood, Inc., Tribunal de Distrito de
los Estados Unidos para el Distrito Este de Virginia; Quiroz-Losoya v. Shores And Shores, Inc. t/a Virginia Packing, Tribunal de Distrito de los Estados
Unidos para el Distrito Este de Virginia, 99CV133; Rosa Isabel Miranda Garcia v. Gloucester Seafood, Inc., Tribunal de Distrito de Estados Unidos para
el Distrito Este de Virginia, 4:03CV39; Beltran Benitez, et al. v. Sea Safari, et al., Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito Este de
Carolina del Norte, 2001; Fonseca Aguilar, et al. v. Carolina Seafood Ventures, et al., Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito Este de
Carolina del Norte, August 2002; en re Stephenson, U.S. Bankruptcy Court for the Eastern District of Northern Carolina, octubre de 2002
32 Véase Lawrence Latane III, “Fifty-One Workers Will be Paid Back Wages”, Richmond Times Dispatch, 10 de julio de 1999
20 cercano a la esclavitud: programas de trabajadores huéspedes en los estados unidos
“Algunas veces teníamos que pasar gran parte
del día desmalezando para que la tierra fuera
apta para la siembra. No recibíamos ningún tipo
de pago por ello. Tampoco recibíamos pago por
las horas extras, a pesar de que trabajábamos
mucho más de 40 horas semanales”.
ARMENIO PABLO-CALMO, TRABAJADOR H-2B DE GUATEMALA.
Salarios demasiado bajos
Las disposiciones federales estipulan que los empleadores
que contratan trabajadores H-2A paguen al menos el
más alto del salario mínimo estatal o federal, el “salario
prevaleciente” local para el trabajo en particular, o un
“salario por efectos adversos” (AEWR, por sus siglas en
inglés).
El AEWR fue creado dentro del programa de braceros como
una protección necesaria contra la baja de los salarios. El
DOL emite un AEWR para cada estado basándose en
datos del Departamento de Agricultura de los Estados
Unidos (USDA, por sus siglas en inglés).
El AEWR ha sido criticado frecuentemente por grupos
de abogacía entre los trabajadores agrícolas por ser
demasiado bajo. Justicia Campesina [Farmworker Justice]
explica por qué:
“En primer lugar, la encuesta del USDA que utiliza el DOL
para el AEWR mide el salario promedio. Los empleadores
que tienen dificultades para encontrar trabajadores
estadounidenses deben competir contra otros empleadores
ofreciendo una suma mayor al salario promedio para
atraer y retener trabajadores. En segundo lugar, el AEWR
se basa en los salarios del año anterior y no refleja la
inflación. En tercer lugar, las encuestas del USDA sobre el
salario promedio incluyen al 55% o más de trabajadores
agrícolas indocumentados, con lo que los salarios son
menores a lo que serían si los trabajos fueran ocupados
sólo por ciudadanos estadounidenses e inmigrantes
autorizados. Además, los AEWR en sí mismos no evitan
que los empleadores impongan estándares muy altos
de productividad que serán aceptados por trabajadores
extranjeros desesperados, pero que provocarán que los
trabajadores estadounidenses insistan para conseguir
salarios más altos”1 .
A los efectos prácticos, los salarios sustanciales fijados
1
Bruce Goldstein, Guestworker Policy: H-2A Program Adverse Effect Wage
Rates Are Too Low, Justicia Campesina, mayo de 2006, disponible en www.
fwjustice.org/Immigration_Labor/H2abDocs/FAQAEWR.doc
por los programas de visas H-2 son ilusorios, y su
cumplimiento imposible de garantizar2 .
Con frecuencia, los trabajadores H-2B enfrentan una
situación en relación a los salarios incluso peor que la de
los trabajadores H-2A. Según la ley, sólo tienen derecho
al “salario prevaleciente” por su trabajo. Para estos
trabajadores no existe el salario por efectos adversos.
Por supuesto, a pesar de que estos trabajadores tienen
derecho a percibir el salario prevaleciente y a un empleo
que cumpla con los términos y condiciones mínimas
requeridas según las disposiciones de las certificaciones
de trabajo del empleador, la ley federal no brinda ningún
recurso real cuando estos derechos han sido violados.
En la industria forestal, de hecho, el salario prevaleciente
ha caído en los últimos años, no sólo por el ajuste
inflacionario sino en términos reales. Por ejemplo, en el
2005 el salario prevaleciente para los plantadores de
árboles en todos los condados de Alabama fue de US$9,20
la hora. En el 2006, el salario prevaleciente fue de sólo
US$7,29 en Dale County, Alabama. Hubo reducciones
bajas similares en otros condados. Hay dos explicaciones
para esta tendencia. En primer lugar, el DOL modificó
recientemente su metodología de medición del salario
prevaleciente de una manera extremadamente favorable
para los empleadores.
En segundo lugar, cuando una industria depende de
los trabajadores huéspedes para cubrir la mayor parte
de su mano de obra, los salarios tienden a disminuir.
Los trabajadores huéspedes no tienen ningún poder
para negociar mejores salarios ni mejores condiciones
laborales. Con el tiempo, los salarios se reducen y los
trabajos se vuelven cada vez más indeseables para los
trabajadores estadounidenses, creando aún más demanda
de trabajadores huéspedes.
2
Véase Michael Holley, Disadvantaged by Design: How the Law Inhibits
Agricultural Guestworkers from Enforcing Their Rights, 18 Hofstra Lab. & Emp. L.J.
597-616; véase también Andrew J. Elmore, Reconciling Liberty and Sovereignty in
Nonprofessional Temporary Work Visa Programs: Toward a Non-subordination
Principle in U.S. Immigration Policy (2007, no publicado, archivo de los autores)
parte 5 • abusos de salarios y de horarios 21
pa rt E 6
Infracciones del Contrato
Un problema crónico que enfrentan los trabajadores huéspedes
es que los empleadores contratan a demasiados de ellos, una
situación que conduce a los trabajadores a no poder ganar tanto
como se les prometió.
Como los propios trabajadores, no los empleadores, absorben la mayor parte de los costos
asociados con la contratación, los empleadores a menudo exageran extremadamente sus
necesidades laborales cuando buscan la aprobación del Departamento de Trabajo (DOL) para
importar trabajadores. Seguramente, a veces los empleadores, con meses de anticipación, en verdad
no saben cuántos trabajadores van a necesitar exactamente, y pueden tener la preocupación de
que algunos se retiren.
En el programa H-2, los empleadores están obligados a ofrecer trabajo de tiempo completo cuando
solicitan importar trabajadores extranjeros; cualquier oferta de menos no será aprobada por el
DOL. Sin embargo, en la práctica no se impone realmente este requisito.
Las regulaciones del DOL exigen que los trabajadores del H-2A tengan garantizado un 75 por
ciento de las horas prometidas en el contrato, una disposición que se denomina la “garantía de tres
cuartos”. Esto no significa que los empleadores siempre cumplan. Muchas de las condiciones de una
oferta de trabajo simplemente no se respetan. En el 2004, el Inspector General del DOL detectó que
la Asociación de Cultivadores de Carolina del Norte (North Carolina Growers Association) había
exagerado su necesidad de trabajadores, así como también había exagerado el período de empleo,
factores que posiblemente condujeron a que los trabajadores abandonaran anticipadamente sus
contratos y no recibieran la transportación de regreso a la cual tenían derecho por ley33.
En el programa H-2B no existe regulación en cuanto al número de horas que deben garantizarse a los
trabajadores. El DOL, de hecho, afirma que no tiene autoridad para hacer cumplir las disposiciones
de un contrato H-2B en la mayoría de las circunstancias. De modo que si un trabajador ingresa
en los Estados Unidos con una visa H-2B y no recibe ofertas de trabajo durante varias semanas (y
esto ha ocurrido muchas veces), ese trabajador prácticamente no tiene dónde recurrir. Desde el
punto de vista legal, no tiene derecho a buscar trabajo en otra parte. Probablemente tenga deudas
sustanciales por las que tenga que continuar pagando. Como trabajador H-2B muy probablemente
está obligado a pagar alojamiento; ciertamente tiene que pagar por su comida.
33 Office of Inspector General, Evaluation of the North Carolina Growers Association , March 31, 2004 See also Leah Beth Ward Lax Regulations
Trouble Critics of Labor Pipeline, Desperate Harvest, Charlotte Observer, November 1, 1999
22 cercano a la esclavitud: programas de trabajadores huéspedes en los estados unidos
En esas circunstancias, para el trabajador que
carece de trabajo, incluso por períodos cortos
de tiempo, las consecuencias son enormes. En
este problema es fundamental el hecho de que
el trabajador no está libre a ofrecer su mano de
obra a otro empleador.
En el caso de los empleadores para
procesamiento de mariscos, es muy común que
busquen más trabajadores de los que pueden
emplear. Generalmente, solicitan trabajadores
en sus plantas para períodos de tiempo más
prolongados de lo que necesitan para sus
temporadas, ya que no tienen seguridad exacta
de cuándo comenzará y acabará su temporada.
Como resultado, muchos trabajadores huéspedes
no tienen trabajo durante tres o cuatro semanas
al inicio o al final del plazo de su visa. Para los
trabajadores de bajos salarios, agobiados por sus
deudas, esto puede ser devastador.
MALA CLASIFICACIÓN
Existen otras violaciones al contrato que son
habituales. Una de las más comunes es la de mala
clasificación. Esto ocurre con mayor frecuencia
cuando los trabajadores que debían catalogarse
como trabajadores H-2A (porque, por ejemplo,
recogen las cosechas en los campos), son
clasificados como trabajadores H-2B (y, por
ejemplo, catalogados como empacadores) La
consecuencia de esto es que los trabajadores
Angela*
Ángela estaba estudiando psicología en la República Dominicana
cuando decidió convertirse en trabajadora temporal en un hotel
de Nueva Orleáns, en parte con el fin de ganar dinero para pagar
facturas médicas de su madre enferma de cáncer.
Como sucede con la mayoría de los trabajadores huéspedes, a Ángela
se le prometió trabajo en abundancia. Ella lo necesitaba, porque
había contraído una deuda de $4,000 para pagar los honorarios
requeridos para obtener el empleo y la visa H-2B de nueve meses.
“Cada uno de nosotros pidió un préstamo para venir acá,” dijo ella.
“Habíamos planeado pagar nuestra deuda con nuestro empleo aquí.
Nos dijeron que trabajaríamos horas extras, que se nos pagaría doble
por los días festivos, que tendríamos un lugar donde vivir a un bajo
costo, y todo fue una mentira”.
Cuando ella llegó a Nueva Orleáns en abril de 2006, se le dio un
trabajo de oficinista en un hotel, ganando $6 la hora. Trabajó
tiempo completo, con algo de tiempo extra, durante el primer mes.
Pero después, sus horas comenzaron a reducirse cada vez más;
pronto estaba trabajando solamente de 15 a 20 horas por semana,
ganando un promedio de $120 por semana. Apenas tenía suficiente
dinero para tres comidas al día, después de pagar alojamiento y
transporte.
“Sólo comprábamos comida china porque era la más barata.
Comprábamos un plato al día por unos $11 y lo compartíamos entre
dos o tres personas. A veces solo comíamos pan con queso. Otras
veces cocinábamos arroz”.
Su visa no le permitía buscar otro empleo, ni siquiera un trabajo de
medio tiempo y se endeudó aún más.
Se sentía atrapada por las deudas y por la promesa que había hecho:
Ella y su mamá habían firmado una garantía de que ella terminaría
el contrato, o pagaría $10,000. Si no podía pagar, los empleadores
tomarían las pertenencias de su madre.
“Me sentía como un animal sin garras, indefensa. Es igual a la
esclavitud”.
“Hay gente que cree que el programa de trabajadores huéspedes es
una buena idea, pero no lo es. ...Pones todos tus ahorros y esperanzas
en lo que este trabajo promete y aceptas la pequeña cantidad de
horas que te dan, las pobres condiciones de trabajo y el pago bajo”.
* no es el verdadero nombre
“Todos, nosotros pedimos
un préstamo para venir aqui.
Habiamos planeado pagar
nuestras deudas al obtener
nuestro trabajo. Ellos nos
dijeron que nos darian horas
extras, que nos pagarian
doble en dias festivos, que
tendriamos en donde vivir
a un costo bajo, y todo era
una mentira.”
Los planes de Ángela están arruinados. “No puedo ni siquiera hablar con mi madre sobre todos los problemas que tengo
porque no quiero preocuparla y hacerla sentir más enferma. Esta
es la otra parte que debo aceptar. Es como estar en el infierno
y estar encerrada y no saber dónde está la salida. Es terrible”.
parte 6 •Infracciones del Contrato 23
Empleadores violan los contratos de trabajadores huéspedes libres de castigo, frecuentemente clasificando a los trabajadores erroneamente para evadir pagar salarios más altos.
ganan sustancialmente menos de lo que por ley debe ser su tarifa salarial. Otra consecuencia es
que se niega a los trabajadores las protecciones legales sustancialmente mejores que reciben los
trabajadores H-2A, tales como vivienda gratuita y elegibilidad para servicios legales con fondos
federales.
Otra forma común de mala clasificación implica a empleadores que simplemente declaran mal
el tipo de trabajo que los empleados H-2B van a realizar, de modo que se fija la tarifa salarial
vigente para un tipo de trabajo, como por ejemplo, jardinería, cuando los trabajadores realmente
realizarán otro trabajo que les garantiza una tarifa salarial vigente más elevada, como por ejemplo,
mantenimiento de carreteras.
De nuevo, no existe prácticamente ningún recurso para un trabajador bajo estas circunstancias,
ya que el DOL niega que tenga autoridad alguna para imponer la ley con respecto a ese tipo de
abusos, y los trabajadores H-2B no son elegibles para servicios legales con fondos federales. En
la práctica, lo único que los trabajadores pueden hacer es recibir mucho menos de lo que tienen
derecho a recibir bajo la ley.
Los abogados de trabajadores huéspedes en Carolina del Norte reportan gran número de registros
de trabajadores H-2A que fueron enviados deliberadamente por sus empleadores para trabajar
en otras operaciones, propiedad de los empleadores o de sus familiares, operaciones en que se
habría pagado a los trabajadores norteamericanos un monto sustancialmente mayor que la Tasa
de Salario por Efectos Adversos (Adverse Effect Wage Rate). En un caso, varios obreros H-2A de
árboles de Navidad fueron asignados por su empleador a trabajar en su negocio de construcción
de viviendas, donde realizaban labores calificadas de carpintería con un salario mucho menor
que el vigente para ello34.
Esta es sencillamente una forma más en que los empleadores pueden explotar el sistema de
trabajadores huéspedes para buscar ganancias, y la gran mayoría de los trabajadores no puede
hacer nada al respecto. •
34
Entrevista con Mary Lee Hall, Legal Aid of North Carolina
24 cercano a la esclavitud: programas de trabajadores huéspedes en los estados unidos
pa rt E 7
Lesiones sin Recurso Efectivo
Los trabajadores huéspedes trabajan arduamente en algunas
de las ocupaciones más peligrosas en los Estados Unidos35. Las
tasas de accidentes fatales dentro de la agricultura y las industrias
forestales, de las cuales, ambas emplean gran número de
trabajadores huéspedes, son más de 10 veces el promedio nacional36.
Lamentablemente, cuando trabajadores H-2 sufren lesiones en el
trabajo, con demasiada frecuencia se les niega acceso a una atención
médica y a beneficios adecuados. Aquellos que sufren lesiones
severas enfrentan obstáculos enormes, a menudo insuperables, para
obtener beneficios de compensación a los trabajadores.
En la mayoría de los casos, los trabajadores huéspedes tienen derecho a los beneficios de compensación
para los trabajadores, al menos en papel.
La realidad es que muchos trabajadores huéspedes lesionados no pueden obtener los beneficios a que
tienen derecho bajo este sistema. Porque la compensación a los trabajadores es un proyecto estatal,
con reglas que varían, algunos estados son más accesibles a trabajadores transnacionales que otros. Y
los trabajadores a menudo no tienen el conocimiento necesario para negociar en el complejo sistema
con el fin de que continúen los beneficios cuando ellos se van de los Estados Unidos.
Sencillamente no existen reglas claras en las regulaciones H-2 que garanticen que los beneficios
compensatorios para los trabajadores continúen después de que un trabajador lesionado regresa
a su país de origen. De hecho, la aseguradora de una gran compañía que emplea a un número
considerable de trabajadores huéspedes, tiene una política definida de cortar completamente con
los trabajadores cuando éstos salen de los Estados Unidos, lo que éstos inevitablemente tienen que
hacer. Esto inhibe la capacidad de los trabajadores para obtener acceso a los beneficios y proporciona
un estímulo financiero a los empleadores para contar con los trabajadores huéspedes.37
35 Oficina de Estadísticas Laborales, Censo de Lesiones Laborales Mortales, a 13 (2005) (Explotación forestal, Agricultura y construcción se encuentran en el segundo puesto, sexto y décimo respectivamente, en la tasa de mortalidad).
36 Id.
Ver Sarah Cleveland, Beth Lyon y Rebecca Smith, Corte Interamericana de Derechos Humanos Escrito presentado por las partes litigantes:
37
Los Estados Unidos infringen la ley Internacional cuando los recursos de la ley laboral están restringidos considerando el estado de inmigrante de los
trabajadores, 1 Sea of J. of Soc. Just. 795 (2003). Ver también Cathleen Caron, Portable Justice and Global Workers, 40 Clearinghouse Review 549, XX
(Enero-febrero 2007)
parte 7 • lesiones sin recurso efectivo 25
Trabajadores huéspedes desempeñan los
trabajos más difíciles en América, pero muchos quienes sufren accidentes se enfrentan
con obstáculos insuperables para obtener
tratamiento médico y prestaciones de compensación al trabajardor.
Algunos estados (por ejemplo, el estado de Nueva Jersey) ordenan que los médicos examinadores
estén ubicados en el estado donde ha ocurrido una lesión. Esto significa que los trabajadores
lesionados tienen dificultad para obtener los beneficios cuando están en otros estados y en sus
países de origen. Algunos estados exigen que los trabajadores se presenten en el estado para las
audiencias. Y, la mayoría de los estados, no tienen reglas claras que permitan a los trabajadores
participar por teléfono en declaraciones y audiencias ante el cuerpo de compensación laboral. Estas
reglas ponen a los trabajadores huéspedes en una enorme desventaja para obtener los beneficios a
que tienen derecho. En la práctica los trabajadores también pasan por una etapa extremadamente
difícil para encontrar un abogado dispuesto a aceptar un caso de un trabajador temporal a quien
se le exigirá regresar a su país de origen. En el 2003, un grupo de derechos civiles y varios grupos
de derechos a inmigrantes, presentaron un memorial “amicus curiae” a la Corte Interamericana de
Derechos Humanos en relación al tratamiento a los inmigrantes en los Estados Unidos. Entre las
diversas quejas, podemos citar: la discriminación contra los trabajadores nacidos en el extranjero
en el esquema de compensación laboral estado por estado. Ese escrito expone lo siguiente:
“Las leyes compensatorias laborales en muchos estados prohíben que los familiares no
residentes de los trabajadores fallecidos por accidentes de trabajo reciban los beneficios
completos. En esos estados, cuando el familiar reside fuera de los Estados Unidos y no es
ciudadano de los Estados Unidos, los familiares no reciben la indemnización completa
por su muerte. Hay varias formas por las que los estados limitan la compensación a
los beneficiarios extranjeros no residentes. Algunos estados limitan la compensación
comparándola a los beneficios que habría recibido un residente legal, generalmente el
50% (Arkansas, Delaware, Florida, Georgia, Iowa, Kentucky, Pennsylvania y Carolina
del Sur). Algunos estados restringen los tipos de dependientes no residentes que son
elegibles para recibir beneficios como beneficiarios (Arkansas, Delaware, Florida,
Kentucky, Pennsylvania). Otros estados limitan la cobertura basados en lo siguiente: El
período de tiempo en que un inmigrante ha sido ciudadano (Washington), o el costo
de la vida en el país de origen del beneficiario extranjero residente (Oregon). Alabama
niega beneficios a todos los beneficiarios extranjeros.38”(omitidas las citas internas)
Tales políticas obviamente tienen un impacto desproporcionado en las familias de los trabajadores
huéspedes fallecidos en el puesto de trabajo.
LAS LESIONES COMUNES EN LA INDUSTRIA FORESTAL
La industria forestal describe los problemas que muchos trabajadores huéspedes pueden enfrentar
para lograr acceso a beneficios. Recibir lesiones en el puesto de trabajo, ya sea en el bosque o en la
camioneta viajando hacia o desde el bosque, es un hecho común para los sembradores de árboles.
Raramente reciben compensación por esas lesiones.
En su serie investigativa del año 2005, sobre los trabajadores huéspedes de la industria forestal,
periodistas del Sacramento Bee escribieron, “Los trabajadores forestales huéspedes están sometidos
en forma rutinaria a condiciones que no se toleran en ningún otro lugar de los Estados Unidos.
Reciben cortaduras de las motosierras, hematomas por la caída de troncos y rocas, se abusa de
ellos verbalmente y son forzados a vivir en la miseria”39.
38
39
Cleveland, Lyon and Smith, supra. at 819
Tom Knudson y Hector Amezcua, “Los Pioneros, Parte 1”. Sacramento, Noviembre 13, 2005.
26 cercano a la esclavitud: programas de trabajadores huéspedes en los estados unidos
Leonel Hernández-López de Guatemala estaba trabajando como
sembrador de árboles en el 2004 cuando sufrió una cortadura grave
en su rodilla derecha mientras trabajaba. “Estuve muy enfermo
durante 30 días, con seis puntos en mi herida”, expresó. “Nunca
recibí ayuda alguna de la compañía, incluso tuve que pagar de mi
bolsillo por mis propios medicamentos. Todo el tiempo tuve que
pagar la renta por el cuarto del hotel donde me alojaba, a pesar
de que no ganaba nada. Lo único que recibí de la compañía fue
menosprecio, humillación, malos tratos y mala paga”. El obrero
forestal mexicano José Luis Macías regaba herbicidas en el 2005 y
sufrió una mala caída cuando pisó una rama que se partió. “Me caí de espaldas hacia abajo unos
cinco metros y terminé con la pierna doblada debajo de mi cuerpo”, expresó. “El supervisor me dijo,
‘Arriba, arriba,’ para que continuara trabajando. Cuando vio que yo no quería levantarme, dijo, ‘No
seas un llorón estúpido’, así es que tuve que seguir regando. Mi pierna estaba inflamada y le pedí
al mayordomo que me llevara al médico. Me respondió que él no tenía tiempo para llevarme al
médico. Finalmente fui a ver al médico por mi cuenta. Tengo miles de dólares en facturas médicas
y nunca he recibido un centavo por el tiempo que perdí de trabajar. Eso fue hace más de un año
y mi pierna todavía se hincha, duele y casi no puedo trabajar”.
Enrique Napoleón
Hernández -López se
cortó su dedo pulgar
plantando árboles pero
no recibió atención
médica por siete dias.
El paso 14 dias en el
hospital por la infección y
casi pierde su dedo.
La presión sobre los trabajadores para que no reporten sus lesiones, es tremenda. De nuevo, esto
está relacionado al control absoluto que tiene el empleador sobre los derechos de los trabajadores
huéspedes a estar presentes, trabajar y regresar a los Estados Unidos.
A los trabajadores que reportan lesiones a veces se les pide que firmen formularios declarando
que renuncian. Se les dice que si firman y se van a casa, se les podrá permitir regresar al año
siguiente.
También enfrentan la amenaza implícita y real de la lista negra.
Un estudio del año 1999 de la Carnegie Endowment for International Peace informaba que “poner
en la lista negra a trabajadores H-2A parece ser una práctica difundida, está muy organizada y
ocurre en todas las etapas del proceso de contratación y empleo. Los trabajadores informan que
el período de lista negra dura ahora tres años, cuando a inicios de la década duraba un año”40.
Con frecuencia, presentar un reclamo de compensación laboral es el fin del único empleo pagado
disponible para un trabajador. Los trabajadores generalmente presentan un reclamo de ese tipo
cuando perciben que la gravedad de su lesión va a interferir en su capacidad para reincorporarse
a trabajar. Si la lesión parece ser temporal y el trabajador cree que se va a recuperar, suele optar
por no presentar un reclamo para preservar su opción de un empleo futuro.••
40 Ver Demetrios Papademetriou y Monica Heppel, Balancing Acts: Toward a Fair Bargain on Seasonal Agricultural Workers. Programa de
Política de Migración Internacional, Carnegie Endowment para la Paz Internacional (1999) p. 13.
parte 7 • lesiones sin recurso efectivo 27
pa rt E 8
Falta de Ejecución del Gobierno para el
Cumplimiento de las Leyes
La ejecución del Gobierno para el cumplimiento de las protecciones
laborales básicas ha disminuido para todos los trabajadores
estadounidenses en las últimas décadas. El número de investigadores
de horas y salarios en el Departamento de Trabajo (DOL) ha
bajado en un 14 por ciento entre 1974 y 2004, y el número de
acciones de cumplimiento completadas ha bajado en un 36 por
ciento. Durante este mismo período, el número de trabajadores
de EE.UU. cubiertos por la Ley de Normas Justas de Trabajo (Fair
Labor Standards Act) aumentó por más de la mitad, de unos 56,6
millones a unos 87,7 millones41. El Centro Brennan para la Justicia
(Center for Justice) llegó a la conclusión en 2005 de que “esas dos
tendencias indican una significativa reducción en la capacidad del
gobierno para asegurar que los empleadores estén cumpliendo con
las leyes más básicas sobre los lugares de trabajo”.42
Esta declinación en la ejecución de la ley ha tenido consecuencias particularmente serias para los
trabajadores huéspedes, quienes son mucho más vulnerables a los abusos que los trabajadores
estadounidenses y tienen gran necesidad de una protección gubernamental43.
En las proposiciones para expandir los programas de trabajadores huéspedes, que incluyen
propuestas para crear cientos de miles, o millones, de nuevos puestos para trabajadores huéspedes,
resulta notable la ausencia de cualquier discusión sobre un incremento sustancial en el presupuesto
federal para el DOL y para la Administración de la Seguridad y Salud Ocupacionales (Occupational
Safety & Health Administration) para asegurar que los trabajadores huéspedes estén protegidos
en sus empleos.
41
Brennan Center for Justice, Tendencias en la Ejecución del Cumplimiento de Salarios y Horarios por el Departamento de Trabajo de EE.UU., 1975-2004,
Economic Policy Brief, Nº. 3, Septiembre 2005
42
Id
43 Ver Mary Lee Hall, Defendiendo los Derechos de los Trabajadores Agrícolas H-2A, 27 N.C.J. Int’l L. & Com. Reg. 521, 522 (2002)
28 cercano a la esclavitud: programas de trabajadores huéspedes en los estados unidos
Los derechos de los trabajadores huéspedes pueden hacerse
cumplir de dos formas: mediante acciones que tomen las agencias
gubernamentales, fundamentalmente el DOL, y a través de litigios
presentados por abogados independientes, por Servicios Legales
financiados con fondos federales (sólo trabajadores H-2A) o por
organizaciones legales sin fines de lucro, como el Southern Poverty
Law Center.
Los trabajadores se enfrentan a grandes obstáculos para obtener
justicia a través de cualquier método.
La ejecución de la ley por parte del gobierno ha demostrado ser muy ineficaz. El DOL investiga de forma
activa solamente los lugares de trabajo H-2A. En el 2004, el DOL condujo 89 investigaciones a empleadores
H-2A44. Actualmente, hay unos 6,700 negocios certificados para emplear trabajadores H-2A.
En la actualidad, existen aproximadamente 8,900 empleadores certificados para contratar
trabajadores H-2B, pero no parece que haya datos disponibles sobre cuántas investigaciones realiza
el DOL sobre estos empleadores. La evidencia indica que es un número mucho menor al de los
empleadores H-2A investigados, particularmente dada la posición del DOL de que no tiene el poder
de poner en vigencia el cumplimiento de los términos de un contrato de trabajador H-2B. La amplia
experiencia del Southern Poverty Law Center en este campo, indica que no fueron muchas.
El documentario “La
Cosecha de La Verguenza” transmitida
por CBS en 1960,
llamó la atención
de los Americanos
por la manera cruel
con que los gigantes
agricultores estadounidenses trataban a los campesinos migrantes.
Aunque las infracciones a las regulaciones federales sobre los contratos individuales son comunes, el
DOL raramente promueve acciones para hacer cumplir la ley. Y cuando los empleadores infringen
los derechos legales de los trabajadores, el DOL no toma acción para detenerlos de continuar
importando más trabajadores. La Oficina Gubernamental de Responsabilidad (Government
Accountability Office) informó en 1997 que el DOL nunca había dejado de aprobar una solicitud
para importar trabajadores H-2A porque un empleador hubiera infringido los derechos legales
de los trabajadores45.
Los funcionarios gubernamentales han demostrado falta de voluntad para abordar, incluso los
abusos más graves. Por ejemplo, un contratista forestal fue demandado en Carolina del Norte
por un grupo de sembradores de árboles que estaban albergados en el cobertizo de un almacén
con sólo un grifo de agua fría para compartir entre ellos. Cocinaban en hoguera y con un asador
de gas durante todo el nevado invierno de Carolina del Norte. Los trabajadores declararon que
cuando ellos trataron de irse, su supervisor cerró las salidas con llave y se negó a dejarlos salir
hasta que devolvieran el dinero que él les había prestado para comprarse las bolsas de dormir y el
combustible para el asador, y le pagaran la renta por el inodoro portátil46.
La división de horas y salarios del DOL había documentado anteriormente lo que llamaba “una
penosa historia de infracciones laborales”, que incluyeron condiciones de vida y trabajo inseguras,
44 Lornett Turnbull, “Nueva Importación Estatal: Trabajadores Agrícolas Tailandeses” The Seattle Times, Febrero 20, 2005. Ver también Andrew
J. Elmore, Reconciliando la Libertad y la Soberanía en los Programas No-profesionales de Visado para Trabajo Temporal: Hacia un Principio de No-subordinación en la Política de Inmigración de EE.UU. (sin publicar 2007, archivado con los autores)
45 Ver General Accounting Office, Programa de Trabajadores Inmigrantes Agrícolas H-2A: Los Cambios Podrían Mejorar los Servicios a los Empleadores
y Proteger Mejor a los Obreros, (Diciembre 1997)
46 Entrevista con Lori Elmer, asesor legal de Carolina del Norte
parte 8 • falta de ejecución del gobierno para el cumplimiento de las leyes 29
Los trabajadores huéspedes se arriesgan a ser situados en lista
negra u otras formas de represalia contra ellos o sus familias, si
entablan demanda para proteger sus derechos. En una demanda, un
contratista laboral amenazó con incendiar el pueblo de un trabajador en Guatemala si no se retiraba su caso.
así como también abusos salariales. Aún así, el contratista forestal continuó recibiendo permiso para
importar trabajadores huéspedes. Cuando la Administración de Empleo y Entrenamiento del DOL
se negó a cancelar los servicios de trabajadores huéspedes a ese empleador, el defensor controlador
de Carolina del Norte, un funcionario del estado que se supone hace cumplir los derechos de los
trabajadores agrícolas, presentó una queja al inspector general del DOL. Un año y un día después
de presentar esa queja, 14 hombres guatemaltecos empleados por esa compañía forestal fallecieron
en el camino al trabajo cuando su camioneta se accidentó y cayó en un río en Maine47.
En la práctica, la naturaleza del programa de trabajadores huéspedes hace que resulte poco realista
que el DOL pueda hacer cumplir algunas disposiciones. Las regulaciones, por ejemplo, exigen que
los empleadores proporcionen a los trabajadores H-2A un mínimo de tres cuartos de las horas
especificadas en el contrato y que paguen su transporte a casa. Sin embargo, no existe actualmente
un mecanismo, tal como una certificación por el empleador, que permita que el DOL controle de
forma efectiva si los empleadores cumplían esos requisitos. Después de que vence el período de
contrato, el trabajador tiene que salir del país y por lo tanto, no está en una buena posición para
tomar acciones para proteger sus derechos.
COSTOS DE TRANSPORTE
Adicionalmente, hay requisitos que el DOL se niega a poner en vigencia. En el año 2001, la Corte
de Apelaciones del 11º. Circuito de EE.UU., en el caso Arriaga v. Florida Pacific Farms48 declaró que
efectivamente el pago por transporte y costos de visa de los trabajadores huéspedes situaba sus salarios
por debajo del mínimo permitido. De modo que el empleador fue obligado a rembolsar a los trabajadores
esos costos en la primera semana de trabajo, en la medida en que esos gastos efectivamente reducían
el recibo por los trabajadores del salario mínimo. Esto ahora está legislado en el 11º. Circuito y otros
tribunales les han seguido con regulaciones similares49. Sin embargo, incluso en los estados dentro de la
jurisdicción del 11º. Circuito, Alabama, Florida y Georgia, el DOL se ha negado a poner en vigencia la
regulación y ha dejado de proteger a los trabajadores cuando más lo necesitan50.
El DOL también adopta la posición de que no puede hacer cumplir los derechos contractuales de los
trabajadores y se ha negado a tomar acción contra los empleadores que confiscan pasaportes y visas.
A causa de la falta de ejecución del gobierno para hacer cumplir las regulaciones, generalmente los
propios trabajadores deben tomar acción para protegerse de los abusos. Lamentablemente, demandar a
empleadores abusivos no es una opción realista en la mayoría de los casos. Incl uso cuando los trabajadores
huéspedes conocen sus derechos, y la mayoría no los conocen, e incluso si los abogados independientes
aceptaran sus casos, y la mayoría no los acepta, los trabajadores huéspedes se arriesgan a caer en la lista
negra y en otras formas de represalia contra ellos o sus familias, si entablan demandas para proteger sus
derechos. En un pleito presentado por el Southern Poverty Law Center, un contratista laboral amenazó
con incendiar el pueblo de un trabajador en Guatemala si no retiraba su caso51.
Mientras que los trabajadores H-2A son elegibles para ser representados por abogados de Servicios
47 Id.
48 305 F.3d 1228 (11th Cir. 2002)
49 De Luna-Guerrero et al. v. North Carolina Grower’s Ass’n., 338 F. Supp. 2d 649, 662 (E.D. N.C. 2004) (trabajadores inmigrantes H-2A); MartinezBautista v. D&S Produce, 447 F. Supp. 2d 954, 963-964 (E.D. Ark. 2006) (trabajadores inmigrantes H-2A)
50 Ver, e.g. Luna-Guerrero v. North Carolina Grower’s Association, 370 F. Supp. 2d 386, 390 (E.D.N.C. 2005)
51
Recinos-Recinos v. Express Forestry, Inc., 2006 U.S. Dist. LEXIS 2510 (D.La. 2006)
30 cercano a la esclavitud: programas de trabajadores huéspedes en los estados unidos
Trabajadores Tabacaleros
Legales financiados por fondos federales, se prohíbe a estos abogados
de manejar litigios de acciones de clase. Dados los enormes temores
que tienen los trabajadores respecto a la lista negra u otras represalias,
cualquier sistema que dependa de que los trabajadores impongan
sus propios derechos legales tiene pocas posibilidades de provocar
un cambio sistémico. Tener acceso a la litigación de acción de
clase permitiría al menos que se presentaran casos por uno o dos
trabajadores suficientemente valientes para desafiar al sistema.
Además, los trabajadores H-2A están específicamente excluidos de
la legislación principal diseñada para proteger a los trabajadores
agrícolas de los Estados Unidos frente al abuso y a la explotación,
la Ley de Protección para los Trabajadores Agrícolas Migratorios y
de Temporada (AWPA, por sus siglas en inglés). Adoptada en 1983,
esta Ley remplazó a la Ley de Registro de Contratistas de Mano de
Obra Agrícola de 1963, que fuera promulgada a raíz de la película
de Edward R. Murrow sobre los trabajadores agrícolas, Harvest of
Shame (Cosecha de Vergüenza), difundida por CBS durante el día de
Acción de Gracias en 1960. Entre otras cosas, la AWPA provee a los
trabajadores huéspedes de un mecanismo legal para poner en vigencia
los términos de las promesas que se les hicieron y los otros términos
de su acuerdo ante la corte federal. Pero las poderosas protecciones de
esa ley no están disponibles para los trabajadores H-2A.
Para los trabajadores H-2B la situación es quizá aún más grave. Aunque
están en los EE.UU. legalmente y son financieramente elegibles, no
son elegibles para los servicios legales con fondos federales a causa
de su estado de visa. Como resultado, la mayoría de los trabajadores
H-2B no tienen acceso en absoluto a abogados o a información
sobre sus derechos legales. Como la mayoría no hablan inglés y están
extremadamente aislados, tanto geográfica como socialmente, es
poco realista esperar que puedan tomar acción para hacer vigentes
sus propios derechos legales. Más aún, muchos de esos trabajadores
tienen pocos derechos que hacer cumplir.
Habitualmente los trabajadores presentan reclamos, sólo si han
sufrido lesiones tan graves que no pueden seguir trabajando, o una
vez que su trabajo ha terminado. Ellos evalúan muy racionalmente
los costos de reportar violaciones de contrato o condiciones riesgosas
de trabajo y los beneficios potenciales.
Como resultado, demasiados trabajadores se dirigen a los Estados
Unidos con falsas promesas, sólo para encontrar que no tienen
recurso.••
En el 2005, los trabajadores agrícolas H-2A
que trabajaban en Kentucky presentaron una
queja al Departamento de Trabajo (DOL, por
sus siglas en inglés) sobre las condiciones
que habían experimentado en sus puestos
de trabajo. Los trabajadores alegaron que el
cultivador tabacalero había transferido ilegalmente los obreros hacia otros cultivadores
que no estaban autorizados a participar en el
programa H-2A. Los trabajadores afirmaron
además que durante un período de fuertes
lluvias, el cultivador había arado más del
tercio de su cosecha de tabaco. La demanda
señalaba que, como ahora el cultivador
necesitaba poca mano de obra, despidió a
dos de sus trabajadores H-2A con el pretexto
de que trabajaban deficientemente1.
Los trabajadores despedidos tuvieron suficiente suerte en localizar una organización de
servicios legales, que los ayudó en presentar
al DOL una detallada queja de ocho páginas
contra el cultivador. Los trabajadores se quejaron de haber sido ilegalmente despedidos y
de no haber recibido todos los salarios y reembolsos adeudados, según el programa H-2A.
Cuando el abogado de servicios legales
llamaba frecuentemente al DOL para
chequear el estado de la investigación, recibía
respuestas inconsistentes, entre otras: que el
investigador había salido a realizar una investigación inmediata y que la queja todavía
no se le había asignado a un investigador.
De hecho, el DOL esperó casi seis meses
antes de enviar un investigador para averiguar acerca de las acusaciones. Durante
ese intervalo de seis meses, las infracciones
legales alegadas habían llegado a tener más
de dos años de ocurrencia, y el DOL tiene una
política en cuanto a que no investiga demandas con más de dos años de ocurrencia.
Como resultado de la incapacidad del DOL
de conducir una investigación oportuna, los
derechos teóricos de los trabajadores fueron
efectivamente anulados.
1
La queja de los trabajadores y la respuesta del DOL
archivados por el autor.
parte 8 • falta de ejecución del gobierno para el cumplimiento de las leyes 31
pa rt E 9
Agentes Laborales
Muchos empleadores importantes quienes dependen cada vez
más en los trabajadores huéspedes, están tratando de evadir
la responsabilidad de las prácticas ilegales obteniendo a los
trabajadores de forma indirecta a través de un subcontratista. Este
uso de agentes laborales sitúa a los trabajadores en mayor riesgo
de abuso y hace aún más difícil de lo que ya es, la ejecución para
hacer cumplir sus derechos.
La demanda presentada por el Southern Poverty Law Center (SPLC) contra el gigante alimentario
Del Monte describe vívidamente este problema.
La demanda de acción de clase se presentó en el 2006 a nombre de los trabajadores agrícolas inmigrantes
que eran sistemáticamente mal pagados cuando trabajaban en el sur de Georgia para subsidiarios de Del
Monte. Los demandantes son trabajadores huéspedes mexicanos, así como también trabajadores agrícolas
domésticos que fueron contratados para sembrar y cosechar vegetales en las operaciones Del Monte52.
A estos trabajadores se les prometió y tenían derecho a recibir el Salario por Efectos Adversos, que
cada año establece el Departamento de Trabajo (DOL) para asegurar que el empleo de trabajadores
extranjeros no produzca una disminución en los salarios pagados a los trabajadores de los EE.UU.
Los demandantes, que son trabajadores agrícolas indigentes, abandonaron sus hogares y sus familias
y gastaron considerables sumas de dinero para viajar a Georgia para trabajar para Del Monte. Se les
estafó regularmente respecto a los salarios a que tenían derecho. Sin embargo, a pesar del hecho de
que estos trabajaron en las granjas Del Monte y se alojaron en viviendas proporcionadas por Del
Monte, la compañía afirma que ninguno de los trabajadores eran sus empleados.
Del Monte, de hecho, no acepta tener responsabilidad por los trabajadores porque Del Monte no
fue la compañía que solicitó los trabajadores H-2A al gobierno. El solicitante, más bien, era un
mayordomo; una persona sin campos, sin cosechas, sin granja, sin viviendas y sin capital.
Cada vez con mayor frecuencia, las personas que introducen trabajadores huéspedes a los Estados
Unidos no son las compañías que terminan utilizando la mano de obra, a pesar de que las entidades
que solicitan permiso al DOL para importar trabajadores, deben probar la carencia de trabajadores
de los EE.UU. para las posiciones disponibles. Dado que los agentes laborales no tienen “empleos”
52 Hector Luna, et al. v. Del Monte Fresh Produce (Southeast) Inc., et al., U.S. District Court for the Northern District of Georgia, Atlanta Division,
Caso No. 1:06-cv-02000-JEC
32 cercano a la esclavitud: programas de trabajadores huéspedes en los estados unidos
Los hombres habían sido contratados para sembrar pinos en
Carolina del Norte, pero después de que llegaron a ese estado,
fueron trasladados en camioneta a Connecticut y forzados a
trabajar cerca de 80 horas a la semana en campos de viveros.
Sus pasaportes fueron confiscados y fueron amenazados con
la deportación y prisión si se quejaban.
disponibles reales, es difícil poder sondear que estén sufriendo una escasez de trabajadores. De
todas maneras, el DOL está aprobando esas solicitudes.
En Florida, la mayoría de las solicitudes H-2A se presentan ahora a través de tales intermediarios. Esta
tendencia preocupa en gran medida a los abogados de los trabajadores huéspedes, ya que permite
que las pocas protecciones que se proporcionan a esos trabajadores en la práctica estén viciadas. El
tener un recurso legal contra un contratista laboral que no posee bienes no es ningún recurso.
Dos litigios recientes describen cómo los agentes laborales trafican con trabajadores extranjeros
vulnerables que ellos contratan para una variedad de empleadores diferentes. Estos trabajadores,
que usualmente no hablan inglés y no pueden trasladarse por sí mismos, están a completa merced
de esos agentes, en cuanto a vivienda, alimentación y transporte. Sin importar cuán abusiva sea
la situación, incluso si no son remunerados y sus movimientos son restringidos, de todas formas
lo habitual es que no tengan recurso alguno.
GUATEMALTECOS EN CAUTIVERIO
De acuerdo con una demanda presentada en Febrero de 2007, 12 trabajadores huéspedes
guatemaltecos alegaron que habían estado cautivos por agentes de Imperial Nurseries, una de
las mayores empresas mayoristas del país para plantas y arbustos. Los hombres habían sido
contratados para sembrar pinos en Carolina del Norte, pero después que llegaron a ese estado,
fueron trasladados en camioneta hasta Connecticut y forzados a trabajar casi 80 horas por semana
en campos de viveros. Fueron alojados en un apartamento en mal estado, sin camas, y en lugar
de los $7.50 por hora que se les había prometido, ganaban un monto de $3.75 la hora, antes de
las deducciones por servicio telefónico y otros costos. Sus pasaportes fueron confiscados. Se les
negó servicio médico de emergencia y fueron amenazados con la deportación y prisión si se
quejaban. Algunos de los obreros escaparon sin sus pasaportes y pronto fueron reemplazados por
personas recién contratados de Guatemala. Eventualmente, uno de los trabajadores logró explicar
su situación a la congregación de una iglesia local, la cual lo ayudó a encontrar ayuda legal53.
En una declaración a The New York Times, un abogado que representaba a Imperial Nurseries
expresó que las acusaciones “se referían a la conducta de un contratista laboral agrícola
independiente, que era responsable de compensar a sus empleados. 54”
En un caso similar, los abogados de Ayuda Legal de Carolina del Norte (Legal Aid of North Carolina),
representan a un grupo de trabajadores tailandeses que habían demandado redención migratoria
como víctimas de tráfico. Esos trabajadores también habían presentado una demanda federal contra
una compañía denominada Million Express Manpower Inc. Ellos declararon que la compañía
los mantuvo cautivos, a veces vigilándolos con armas, en Carolina del Norte y en Nueva Orleáns,
adonde fueron trasladados para ayudar a demoler edificios inundados después del Katrina.
Estos casos son sintomáticos de un programa deficiente que incentiva el tráfico privado de
trabajadores extranjeros sin siquiera una supervisión gubernamental.•
53 Nina Bernstein, “Demanda Federal para Acusar a Nursery de Bait-and-Switch con Trabajadores Guatemaltecos,” The New York Times, Feb. 8,
2007
54 Id.
parte 9 • Agentes Laborales 33
pa rt E 1 0
Discriminación Sistemática
La discriminación basada en origen nacional, raza, edad,
discapacidad y sexo está profundamente consolidada en el
sistema de trabajadores huéspedes H-2.
De hecho, una Corte Federal de Apelaciones ha puesto su sello de aprobación para tal
discriminación. En el caso Reyes-Gaona v. NCGA,55 la Corte de Apelaciones del 4º. Circuito de
los EE.UU. declaró que la discriminación por edad, incluso explícita al contratar trabajadores
H-2A, no era ilegal. En ese caso, hubo poca disputa en cuanto al contratista, Del-Al Associates,
que recluta miles de trabajadores a los Estados Unidos, explicó Luis Reyes-Gaona, quién presentó
su solicitud en México para ser un trabajador H-2A en Carolina del Norte, que era política de la
Asociación de Cultivadores de Carolina del Norte (North Carolina Growers Association, NCGA),
para quien Del Al estaba contratando, que la NCGA no aceptaría nuevos empleados mayores a 40
años. La corte consideró que, como esta selección había ocurrido fuera del territorio de los Estados
Unidos, no era demandable dentro de la Ley contra Discriminación por Edad en el Empleo (Age
Discrimination in Employment Act).
Aunque es posible que otras cortes lleguen a una conclusión diferente sobre este asunto, queda poca
duda de que semejante discriminación sea dominante. En realidad, la capacidad para escoger las
características exactas del trabajador (varón, edad 25 a 40 años, mexicano, etc.) es precisamente
uno de los factores que hace que el programa de trabajadores huéspedes sea atractivo para los
empleadores.
Marcela Olvera-Morales es una mujer mexicana que trabajó como trabajadora temporal en 1999
y 2002. En el 2002, la Comisión de Igualdad de Oportunidades de Empleo (Equal Employment
Opportunity Commission, EEOC) emitió una determinación que consideraba causa razonable
el creer que ella estaba enfrentando discriminación ilegal por razón de sexo. Ella afirmó que
un contratista, la International Labor Management Corp., que recluta a miles de trabajadores
huéspedes en mercados de trabajo en los EE.UU., situaba sistemáticamente a mujeres en trabajos
H-2B mientras que situaba hombres en los trabajos H-2A, que proporcionan mejor paga y
beneficios. Las estadísticas mostraron que la probabilidad de que la diferencia entre genero en el
otorgamiento de visas fuera casualidad era menos de una en diez mil. Este caso está pendiente en
una corte federal56.
De forma similar, los clientes del Southern Poverty Law Center que trabajaron para Decatur Hotels,
55 250 F.3d 861 (4th Cir. 2001). Para una discusión de este caso, ver Ruhe C. Wadud, Nota: Permitiendo a los Empleadores Discriminar en el
Proceso de Contratación Bajo el Acta sobre Discriminación por Edad para el Empleo: El Caso de Reyes-Gaona, 27 N.C.J. Int’l Law & Com. Reg. 335 (2001)
56 Ver Olvera-Morales v. Sterling Onions, 322 F. Supp. 211 (N.D.N.Y. 2004)
34 cercano a la esclavitud: programas de trabajadores huéspedes en los estados unidos
una cadena hotelera de lujo en Nueva Orleáns,
presentaron una demanda en Febrero de
2007 a la EEOC acusando por discriminación
sistemática sobre la base de origen nacional. En
ese caso el empleador presentó tres solicitudes
separadas al DOL para buscar trabajadores.
Cada clasificación laboral en las solicitudes
se iba a pagar a un salario diferente, $6.02
por hora para los bolivianos, $6.09 por hora
para los dominicanos y $7.79 por hora para
los peruanos. La tarifa que se pagó a los
trabajadores se basó únicamente en su origen
nacional, independientemente del tipo de
trabajo que realmente desarrollaban.
ACOSO SEXUAL
Las mujeres son particularmente vulnerables a la discriminación. Numerosas mujeres han
reportado preocupaciones sobre acoso sexual grave en su trabajo. No se han hecho estudios que
cuantifiquen este problema entre los trabajadores huéspedes. Sin embargo, en una encuesta en
1993 de las trabajadoras agrícolas en California, más del 90 por ciento informaron que el acoso
sexual era un problema grave en su trabajo57.
En 1995, la EEOC se reunió con trabajadores agrícolas en Fresno, California, como parte de un
esfuerzo por desarrollar un programa más vigoroso para poner en vigencia las leyes de la industria
agrícola. William R. Tamayo, abogado regional para EEOC en San Francisco afirmó, “Nos han
dicho que cientos, si no es que miles de mujeres tienen que tener sexo con los supervisores para
obtener o mantener el trabajo y/o tolerar un asedio constante de agarres, toqueteos y proposiciones
de sexo por parte de los supervisores. 58”Los trabajadores agrícolas, de hecho, se referían a un
campo de la compañía como el “fil (campo) de calzón,” porque tantas mujeres habían sido violadas
allí por los supervisores59.
Norma y otras
mujeres de Hidalgo,
México, tomaron
trabajos huéspedes temporales
cosechando tomates
en Florida solo para
darse cuenta que
iban a ser encerradas por las noches
por sus empleadores
sin ser permitidas
a comunicarse con
otros.
Dada la marcada vulnerabilidad de los trabajadores huéspedes en general, uno puede extrapolar
que las trabajadoras huéspedes están particularmente indefensas ante el acoso sexual. En efecto,
dado el desequilibrio de poder entre empleadores y sus trabajadores huéspedes, es difícil imaginar
cómo una trabajadora temporal que enfrenta un acoso en su trabajo, puede aliviar su situación.
Asumiendo que ella, como la mayoría de los trabajadores, ha contraído una deuda sustancial
para obtener el empleo y dado que no se le permitiría trabajar para otro empleador que no sea
el ofensor, sus opciones estarían seriamente limitadas.
57 Citado en Lecciones de los Campos: Las Trabajadoras Agrícolas y la Ley, Maria Ontiveros, 55 MELR 157, 168 (2003) (estudio por Maria Elena Lopez Trevino, Las Necesidades y Problemas que Confrontan las Mujeres Trabajadoras Agrícolas Mexicano-Americanas y Latinas: Un Tema Socioeconómico y
de Derechos Humanos(1995)(sin publicar archivado con la autora); Maria Elena Lopez Trevino, Un Modelo Radial: Una Estrategia Comunal para Abordar
los Problemas y Necesidades de las Trabajadoras Agrícolas Mexicano-Americanas (1989 tesis MS, Cal State University)
58 William R. Tamayo, Forjando nuestra Identidad: Resistencia Transformadora en las Áreas de Trabajo, Clase y la Ley: El Rol de la EEOC en Proteger los
Derechos Civiles de los Trabajadores Agrícolas, 33 U.C. Davis L Rev. 1075, 1080. (2000)
59 Id.
parte 10 • Discriminación Sistemática 35
* Nombre no verdadero
Un sitio web anuncia sus contratados mexicanos como
mercancías humanas, haciendo promoción de los trabajadores
huéspedes mexicanos como “personas con sólida ética laboral”
y “gente feliz, agradable, que nos gusta mucho”.
Martina*, una trabajadora temporal de México, tiene experiencia personal con la discriminación
por razón de sexo y el acoso sexual. Ella vino a los Estados Unidos con una visa H-2B para procesar
cangrejos. Sabía por trabajos anteriores, que los hombres siempre procesan ostras y las mujeres
siempre procesan cangrejos. Y los hombres reciben salarios más altos que las mujeres. Un año
Martina fue llevada a trabajar durante la estación de las ostras. Cuando llegó al aeropuerto, fue
recibida por el administrador de la planta, quien le dejó muy en claro que ella había sido contratada
para ser su amante. El DOL había aprobado visas H2B para esa planta durante años60.
No es coincidencia que estas formas de discriminación existan en los programas de trabajadores
huéspedes; muchas de las agencias contratistas captan clientes destacando los grandes beneficios
de contratar trabajadores de un país u otro.
Incluso los empleadores pueden comprar trabajadores huéspedes a través de Internet en sitios
web como www.get-a-worker.com, www.labormex.com, www.landscapeworker.com o www.
mexican-workers.com. Un sitio web anuncia sus contratados mexicanos como mercancías
humanas, haciendo promoción de los trabajadores huéspedes mexicanos como “personas con
sólida ética laboral” y “gente feliz, agradable, que nos gusta mucho”.
Cuando se permite a los empleadores comprar trabajadores como si estuvieran pidiendo por
catálogo, la discriminación es el resultado probable, quizás inevitable. •
60
Entrevista con Carol Brooke, North Carolina Justice Center; documentos de acuerdos archivados con la autora.
36 cercano a la esclavitud: programas de trabajadores huéspedes en los estados unidos
pa rt E 1 1
Vivienda
Cuando se trata de la vivienda, los trabajadores huéspedes no
son tratados en modo alguno como “huéspedes” de los Estados
Unidos. En realidad son forzados con frecuencia a vivir en la
miseria. Muchos se encuentran cautivos por empleadores o agentes
laborales sin escrúpulos que confiscan sus pasaportes, restringen
sus movimientos, les extorsionan pagos y los amenazan con el
arresto y la deportación si tratan de escapar.
En virtud de las regulaciones federales, los empleadores que contratan trabajadores H-2A deben
proporcionarle vivienda gratuita. La vivienda debe ser inspeccionada y certificada con anticipación,
cumpliendo con las regulaciones aplicables de seguridad y salud.
En la práctica, la calidad de la vivienda proporcionada a los trabajadores H-2A varía ampliamente
y a menudo es de calidad muy inferior, incluso peligrosa.
Los trabajadores H-2B tienen aun menos protección. No hay regulaciones federales generales que
regulen las condiciones de las barracas de los trabajadores o las viviendas para los trabajadores
H-2B. Las leyes estatales y locales generalmente tampoco cubren el alojamiento para los trabajadores
H-2B. En la práctica esto significa que con frecuencia a los trabajadores H-2B se les proporciona un
alojamiento que carece incluso de las necesidades básicas, como camas e instalaciones para cocinar.
Como el Departamento de Trabajo ha dejado de promulgar regulaciones, los empleadores que
escogen proporcionar alojamiento a los trabajadores H-2B (y la mayoría lo hacen, por razones
de necesidad práctica) tienen permitido cobrarles la renta. La renta, a menudo exorbitante,
generalmente se deduce del pago a los trabajadores. Esto suele resultar en que los trabajadores ganan
muchísimo menos de lo que esperaban y a veces sustancialmente menos del salario mínimo.
Adicionalmente, las viviendas para ambos tipos de trabajadores, H-2A y H-2B, suelen estar
ubicadas en zonas rurales extremadamente aisladas, sometiendo a los trabajadores a otros tipos
de dificultades. En la mayoría de los casos, los trabajadores carecen tanto de vehículos como de
acceso al transporte público. En consecuencia, son totalmente dependientes de sus empleadores
para trasladarse al trabajo y a lugares como tiendas de comestibles y bancos. Algunos empleadores
les cobran tarifas exorbitantes por los viajes al mercado. Muchas de las viviendas proporcionadas
a los trabajadores carecen de servicio telefónico, aislando aún más a los trabajadores.
parte 11 • Vivienda 37
Historicamente los trabajadores migrantes
han vivido en condiciones miserables. Aquí,
usaban camiones viejos como viviendas para
los trabajadores en los años 1950s.
Estas condiciones no solo crean penurias cotidianas para los trabajadores
huéspedes, sino que también aumentan el gran poder que los empleadores
ya ejercen sobre ellos.
Hernán fue uno de los seis trabajadores H-2B mexicanos que viajó a los Estados
Unidos en septiembre de 2006, de acuerdo con un contrato que los solicitaba
para trabajar en la industria forestal en Arkansas. Al llegar, su empleador le pidió
sus pasaportes y visados para “sacarles copia”, pero nunca se los devolvió.
En lugar de Arkansas, fueron trasladados a una granja de camotes en Louisiana y los dejaron allí para trabajar.
Así resultó que estaban haciendo trabajo H-2A con visas H-2B y para un empleador que no había solicitado
sus visas. Según la ley, los trabajadores H-2A tienen más derechos y beneficios que los trabajadores H-2B.
Los mexicanos vivían en una casa de dos plantas abandonada, con bisagras sin puertas y sin vidrio
en las ventanas, con excepción de unos pedazos de fragmentos rotos.
SIN ELECTRICIDAD
“No había electricidad cuando vivimos allí por primera vez”, contaba Hernán. “No había calefacción.
Había unos pocos colchones, pero no había cobijas. Existían solamente unos pocos muebles. Por
la noche los empujábamos contra los marcos de las ventanas para que no entrara el aire, porque
no había vidrios. Le platicamos a la compañía que no podíamos dormir lo suficientemente bien
en la noche para poder siquiera trabajar. Cuando llovía, el agua entraba en la casa. Tuvimos que
encontrar rincones en la casa para ocultarnos para no mojarnos.
“Estábamos sacando camotes y nos pagaban por cubeta. La primera semana no nos pagaron. La
segunda semana nos pagaron $70. Habíamos estado trabajando diariamente de 5 a.m. a 5 p.m.,
con 30 minutos para almorzar. Teníamos que conseguir que alguien nos llevara a Wal-Mart para
adquirir ropa de cama. Apenas nos alcanzaba el dinero”.
Eventualmente, el contratista original regresó a Louisiana porque escuchó que los trabajadores se
estaban quejando por los bajos salarios y querían que les devolvieran sus pasaportes para regresar a casa.
El contratista les dijo que al que no le gustara el trabajo, podía darle $1,600 y le devolvería su pasaporte.
Los trabajadores no tenían el dinero, de modo que se fueron sin decírselo al contratista, sin dinero y sin
sus pasaportes. Sus esposas en México comenzaron a recibir amenazas del contratista, quien les había
dejado mensajes en un teléfono de la comunidad diciendo que sus esposos debían pagarle $2,000 cada
uno o él los reportaría a inmigración para que los deportaran o encarcelaran. Esos seis trabajadores
ahora están tratando de encontrar una vía para que se les devuelvan sus documentos legales.
Un grupo de alrededor de 20 trabajadores huéspedes de Tailandia recientemente enfrentó una
situación igualmente desesperada. De acuerdo con un litigio presentado a nombre de ellos por
Ayuda Legal de Carolina del Norte (Legal Aid of North Carolina) en febrero de 2007, cada uno pagó
$11,000 por obtener empleos en la agricultura. Los reclutadores les dijeron, falsamente, que ellos
tendrían empleo durante tres años con ganancias de $8.24 la hora.61 Cuando llegaron en agosto de
2005, uno de los hombres que actuaba como agente laboral confiscó sus pasaportes, visas y boletos
de avión de regreso.
61
Muangmol Asanok, et. al. vs. Million Express Manpower Inc. et. al., presentado en Feb. 12, 2007 en la Corte Distrital de los EE.UU. para el Distrito Este de
Carolina del Norte
38 cercano a la esclavitud: programas de trabajadores huéspedes en los estados unidos
En un principio, los alojaron en un hotel local, tres hombres
en cada habitación. Luego de unas pocas semanas, el número
de habitaciones se redujo, de modo que vivían cinco en un
mismo cuarto. Eventualmente, los trasladaron a edificios
detrás de la casa del agente laboral, donde compartían un
baño. Algunos trabajadores tenían que dormir en el piso.
Después de unas pocas semanas más, su empleador comenzó
a reducir sus raciones de comida, dejándolos con hambre.
Durante toda su estancia se les dijo a los trabajadores
tailandeses que serían arrestados y deportados si escapaban.
En varias ocasiones, según la demanda, el agente laboral y su
hijo mostraron armas a los trabajadores.
VIGILADOS POR GUARDIAS
A menos de dos meses después de su llegada, algunos de
los trabajadores fueron trasladados a Nueva Orleáns, donde
los pusieron a trabajar demoliendo los interiores de hoteles y restaurantes arruinados por las
inundaciones del huracán Katrina. Durante su estancia vivieron en varios hoteles dañados por el
huracán, incluyendo uno que no tenía electricidad ni agua caliente y estaba lleno de escombros
y moho. No tenía agua potable, de modo que se forzó a los trabajadores a que utilizaran agua
contaminada para cocinar.
Durante su estancia en Nueva Orleáns, los trabajadores estuvieron vigilados por un hombre con un
arma. Tampoco se les pagó por el trabajo, de modo que no tenían dinero para comprar alimentos.
Algunos eventualmente fueron devueltos a Carolina del Norte. Los hombres que se quedaron en
Nueva Orleáns lograron escapar con la ayuda de personas de la localidad que conocieron su difícil
situación. Los demás trabajadores también escaparon después de su viaje de regreso.
Trabajadores
huéspedes quienes
tenian trabajos
cosechando tomates
en Carolina del
Sur vivian en esta
“casa” en 2005.
En el año 2003, un grupo de mujeres de Hidalgo, México, viajó a Cocoa, Fla., con visas H-2A para
cosechar tomates. No sabían que las encerrarían bajo llave. “El patrón ponía un candado en el
portón donde estaba nuestro tráiler, y él o uno de su confianza eran los únicos que podían abrirla,”
le relató una de las mujeres al Palm Beach Post. Otra dijo, “Pasado un tiempo, no nos dejaban
comunicarnos con otras personas. Todo estaba cerrado bajo llave.62”
Las mujeres de Hidalgo tuvieron bastante suerte en encontrar abogados que las ayudaran a exigir
responsabilidad a su empleador mediante una demanda de acción de clase (el acuerdo de la cual
es confidencial). Pero con demasiada frecuencia, los trabajadores no tienen acceso a ayuda legal y
deben escoger entre continuar soportando semejantes abusos deplorables o tratar de escapar en
un país extranjero sin pasaportes, dinero, contactos o boletos para regresar a casa.
Estos no son casos aislados. Las personas que abogan por los trabajadores huéspedes escuchan
historias como estas una y otra vez.•
62
Christine Evans, “Mujeres hechas prisioneras en Granja de Cocoa, afirma la demanda”, Palm Beach Post, diciembre 7, 2003
parte 11 • Vivienda 39
40 close to slavery: guestworker programs in the united states
pa rt E 1 2
Recomendaciones
Como muestra este reporte, el programa de trabajadores
huéspedes H-2 es fundamentalmente defectuoso. Como los
trabajadores huéspedes están atados a un solo empleador y tienen
poca o ninguna capacidad para hacer valer sus derechos, son
explotados de manera rutinaria. El programa de trabajadores
huéspedes no debe expandirse o ser utilizado como un modelo
para la reforma migratoria. Si se permite que este programa
continúe, debe ser modificado radicalmente para plantear la
enorme diferencia de poder que existe entre los trabajadores
huéspedes y sus empleadores.
Recomendaciones 41
Recomendaciones
I. Las leyes y regulaciones federales que
protegen del abuso a los trabajadores
huéspedes deben fortalecerse:
• Los trabajadores huéspedes deben poder obtener visas que no los aten
a un empleador específico. La restricción actual niega a los trabajadores
huéspedes la protección más esencial, un mercado laboral libre, lo que
está al fondo de muchos de los abusos que enfrentan.
• El Congreso debe proporcionar un proceso que permita a los
trabajadores huéspedes obtener, con el paso del tiempo, la residencia
permanente, con sus familias. Los programas de trabajadores
huéspedes a gran escala y a largo plazo, que tratan a los trabajadores
como mercancías de corto plazo, son inconsistentes con los valores
esenciales de nuestra sociedad: democracia y justicia.
• Debe exigirse a los empleadores que cubran todos los gastos de
reclutamiento y transporte de los trabajadores huéspedes a este país. Las
regulaciones federales deben ser consistentes con la decisión de la Corte
de Apelaciones del 11º. Circuito de los EE.UU. en el caso Arriaga vs. Florida
Pacific Farms. El exigir a los trabajadores huéspedes que paguen esas
tarifas estimula la sobrecontratación de trabajadores huéspedes y los
coloca en una posición de peonaje por deudas que conduce al abuso.
• No debe permitirse obtener certificación del Departamento de
Trabajo para traer trabajadores huéspedes a las entidades que actúan
como agencias laborales para los empleadores, que son los que
realmente emplean a los trabajadores huéspedes. El permitir que
estos intermediarios obtengan la certificación, protege al verdadero
empleador respecto de su responsabilidad por los malos tratos a los
trabajadores huéspedes.
42 cercano a la esclavitud: programas de trabajadores huéspedes en los estados unidos
• El Congreso debe requerir al Departamento de Trabajo
que promulgue regulaciones laborales para los trabajadores
H-2B, que sean comparables con las regulaciones H-2A.
Es intolerable que los trabajadores H-2B no dispongan ni
siquiera de las protecciones mínimas disponibles para los
trabajadores H-2A.
• El Congreso debe exigir a los empleadores que paguen por lo
menos el “salario por efectos adversos” en todos los programas de
trabajadores huéspedes, para proteger contra la presión bajista sobre
los salarios. Los programas de trabajadores huéspedes no deben ser un
mecanismo para bajar los salarios al salario mínimo.
• El Congreso debe eliminar las barreras que impiden que los
trabajadores huéspedes reciban los beneficios compensatorios
laborales. Actualmente los trabajadores tienen que navegar por un
increíble sistema estado-por-estado que bloquea efectivamente que
muchos trabajadores lesionados obtengan beneficios.
• Los trabajadores huéspedes deben estar protegidos contra la
discriminación en las mismas condiciones en que lo están los
trabajadores contratados en los Estados Unidos. El permitir a
los empleadores que “compren” trabajadores con determinadas
características fuera de los Estados Unidos es ofensivo para nuestro
sistema de justicia y no discriminación.
Recomendaciones 43
Recomendaciones
II. La ejecución del cumplimiento de las
protecciones de los trabajadores huéspedes
por parte de las agencias federales debe
fortalecerse:
• El Congreso debe requerir de todos los empleadores que éstos
informen al Departamento de Trabajo a la terminación del período
de empleo del trabajador temporal y bajo pena de perjurio, acerca
de su cumplimiento con los términos legales y con el contrato del
trabajador temporal. Actualmente, no existe ningún mecanismo que
permita que el gobierno asegure que los empleadores cumplen los
contratos con los trabajadores huéspedes.
• Debe exigirse a los empleadores que emplean trabajadores
huéspedes que sitúen un bono que sea al menos suficiente en valor
para cubrir los salarios legales de los trabajadores. Debe crearse
un sistema que permita a los trabajadores presentar demandas
contra el bono. Los trabajadores huéspedes que deben regresar a
su país cuando vence su visado, por regla general, no tienen forma
de recuperar los salarios ganados y que no les han sido pagados por
los empleadores.
44 cercano a la esclavitud: programas de trabajadores huéspedes en los estados unidos
• Debiera producirse un incremento masivo para financiar la
vigilancia por parte de las agencias federales para hacer cumplir
las regulaciones de protección de los trabajadores huéspedes. Los
trabajadores huéspedes son los trabajadores más vulnerables en
este país y, sin embargo, es escasa la imposición gubernamental para
hacer valer sus derechos.
• El Departamento de Trabajo debe estar autorizado para hacer
cumplir todos los acuerdos respecto a los trabajadores huéspedes.
El DOL adopta la posición de que no tiene autoridad legal para hacer
cumplir los contratos de los trabajadores H-2B.
• El Departamento de Trabajo debe elaborar un proceso racionalizado
para regar las solicitudes de los trabajadores huéspedes a aquellos
empleadores que han violado los derechos de trabajadores
huéspedes. Los empleadores que abusan de los trabajadores
huéspedes continúan recibiendo certificación del DOL para traer a
nuevos trabajadores.
Recomendaciones 45
Recomendaciones
III. El Congreso debe proporcionar a los
trabajadores huéspedes un acceso significativo a
las cortes:
• El Congreso debe hacer que todos los trabajadores huéspedes sean
elegibles para los servicios legales con fondos federales. En la actualidad,
los trabajadores H-2B no son elegibles para servicios de asistencia legal.
• A causa de los desafíos extraordinarios que enfrentan los trabajadores
huéspedes, debe eliminarse la restricción con respecto a servicios legales
con fondos federales, que prohíbe una representación de acción clasista.
• El Congreso debe proveer una causa de acción civil y sanciones
criminales para los empleadores o individuos que confiscan o retienen
documentos de los trabajadores huéspedes. Esta habitual táctica está
diseñada para mantener a los trabajadores huéspedes como rehenes.
• El Congreso debe proporcionar una causa de acción federal
que permita a todos los trabajadores huéspedes hacer valer el
cumplimiento de sus contratos.
Estas reformas están retrasadas. Durante demasiado tiempo nuestro
país se ha beneficiado de la mano de obra proporcionada por los trabajadores huéspedes, y sin embargo, ha fallado de proveer un sistema
justo que respete sus derechos humanos y sostenga los valores más
esenciales de nuestra democracia. Ya es hora de que el Congreso haga
una revisión general de nuestro vergonzoso y abusivo sistema de trabajadores huéspedes. •
46 cercano a la esclavitud: programas de trabajadores huéspedes en los estados unidos
Reconocimientos
Southern Poverty Law Center desea expresar su
agradecimiento al gran número de personas que
han contribuido con este reporte, en particular a los
trabajadores huéspedes que relataron sus historias. Las
organizaciones que proporcionaron una valiosa ayuda
incluyen: La Unidad de Trabajadores Agrícolas de Ayuda
Legal de Carolina del Norte (Farmworker Unit of Legal
Aid of North Carolina), el Centro de Justicia de Carolina
del Norte (North Carolina Justice Center), los Servicios
Legales de Florida (Florida Legal Services), el Proyecto
de Justicia para los Trabajadores Agrícolas Inmigrantes
(Migrant Farmworker Justice Project) y los Servicios
Legales Sureños para Inmigrantes (Southern Migrant
Legal Services).
•••
CERCANO A LA
ESCLAVITUD
Los Programas de Trabajadores Huéspedes
en los Estados Unidos
Escrito por mary bauer
editor • booth gunter
investigadora • sarah reynolds
director de diseño • russell estes
diseñadores • valerie downes, crystal phillips
traductora • gabriela maxcy
recommendations 47
Creditos Fotográficos
Cover Sarah Reynolds
Page 2 Sarah Reynolds
Page 3 Getty Images
Page 4 Getty Images
Page 5 Getty Images
Page 6 Angeline Echeverría, Sarah Reynolds
Page 9 Sarah Reynolds
Page 10 Getty Images
Page 11 Sarah Reynolds
Page 12 Getty Images
Page 15 Sarah Reynolds, staff
Page 16 Sarah Reynolds
Page 17 Sarah Reynolds
Page 18 Getty Images, Guestworker provided
Page 19 © 2006 David Bacon (dbacon.igc.org),
from “Communities Without Borders”
Page 21 Sarah Reynolds
Page 22 David Rae Morris, Russell Estes
Page 24 Sarah Reynolds
Page 25 Sarah Reynolds
Page 26 Sarah Reynolds
Page 27 Sarah Reynolds
Page 28 Getty Images, Sarah Reynolds
Page 29 Getty Images
Page 32 Getty Images, Sarah Reynolds
Page 34 Sarah Reynolds, Natasha Cuevas
Page 35 Gary Coronado/Palm Beach Post
Page 37 Sarah Reynolds, Angeline Echeverría
Page 38 Getty Images
Page 39 Sarah Reynolds
Inside back cover Sarah Reynolds
48 cercano a la esclavitud: programas de trabajadores huéspedes en los estados unidos
Si desea obtener más información acerca del
SOUTHERN POVERTY LAW CENTER
o más copias de este documento,
llame al 1-800-591-3656 al
Proyecto de Justicia Inmigrante
233 Peachtree St., NE Suite 2150
Atlanta, Georgia 30303
o visite
www.splcenter.org
SPLC
400 washington Avenue
montgomery, alabama 36104
www.splcenter.org
Descargar