sumario REV. ESP. TRASP. Introducción El implante de duramadre humana se ha utilizado desde finales de los años cincuenta para diversos procedimientos quirúrgicos, sobre todo en el campo de la neurocirugía ante situaciones que requerían un sustituto de la duramadre como lesiones o tumores del SNC, y también en el campo pediátrico para la resolución de diversas malformaciones congénitas así como en diversas intervenciones maxilofaciales. Sin embargo, desde hace ya varios años la utilización de este tipo de tejido se pone en tela de juicio debido a la posibilidad de transmisión de ciertas enfermedades y principalmente su relación con la enfermedad de Creutzfeld Jacobs (ECJ). En este documento se hace una breve revisión sobre cómo han evolucionado en los últimos años los conocimientos y las posturas sobre el tema, y se recomienda la no utilización de duramadre humana. Antecedentes La incidencia anual de la ECJ es relativamente constante y se sitúa en 1 caso por millón de habitantes, ocurre como enfermedad esporádica en el 85% de los casos, 10-15% son hereditarias y el resto de los casos son iatrogénicos. La ECJ está causada por Priones, una nueva categoría de agentes con características biológicas y físico químicas diferentes, su característica principal es una acumulación patológica de una proteína, la Prp o Prion protein, en el SNC que conduce a una degeneración progresiva, clásicamente el paciente desarrolla una demencia de rápido desarrollo asociada a signos neurológicos multifocales, ataxia y mioclonos. Es así una enfermedad transmisible y/o genética, fatal y caracterizada por una fase asintomática de larga duración. La transmisión puede ocurrir inyectando ultrafiltrados o extractos de órganos o tejidos de individuos infectados [1]. Un informe de la OMS de 1997 cifraba los casos iatrogénicos de ECJ en: 94 debidos a la utilización de hormona de crecimiento humana, 4 por gonadotropina humana, 3 casos por trasplante de córnea, 4 casos por uso de instrumentación quirúrgica contaminada, 2 por el uso de electrodos estereotáxicos y 69 por la utilización de injertos de duramadre. El sistema nervioso central es con mucho el tejido más infectante. La infectividad depende de la vía de inoculación, siendo la intracerebral la más efectiva y Vol. 10 N.º 1 - 15 Recomendaciones sobre el uso del implante de duramadre humana E. FERNÁNDEZ ZINCKE1, J. SÁNCHEZ IBÁÑEZ2, N. CUENDE MELERO1, B. MIRANDA1 Organización Nacional de Trasplantes (ONT). Madrid. Oficina de Coordinación de Trasplantes. Hospital Juan Canalejo. La Coruña. 1 2 la oral la menos efectiva. Lógicamente el implante de duramadre humana está considerado como de alto riesgo para la transmisión de la enfermedad. Algunos datos de la relación entre la duramadre humana y la ECJ quedan resumidos a continuación: • En 1987 la CDC comunica el primer caso de CJ en EE.UU. como consecuencia de un implante de duramadre humana, en abril de ese mismo año la FDA americana realiza una alerta a los médicos sobre la potencialidad de transmisión de la duramadre humana procesada, en especial en referencia a un producto llamado Lyadura elaborado en Alemania antes de 1982. En junio de 1987 prohibe la importación de Lyadura a los EE.UU. Hasta la fecha la gran mayoría de los casos publicados de transmisión de ECJ se han relacionado con este producto, en total 59 casos. • En 1987 la empresa responsable de Lyodura (Braun Melsungen) revisa sus métodos de procesamiento (cambiando el procedimiento de "batch" a individual y utilizando tratamiento con hidróxido sódico 1.0 normal, lo cual parece disminuir en gran medida la posibilidad de transmisión) [2]. • En 1990 el Comité de Expertos recomienda a la FDA la clasificación de la duramadre humana dentro de la clase 2 de productos sanitarios, lo cual exigiría una vigilancia de estos productos. A pesar de esta recomendación la duramadre continua como producto sanitario sin clasificar según la FDA. En esta fecha la FDA establece una serie de medidas y guías para minimizar le transmisión de ECJ a través de la implantación de duramadre humana. • En el período 1985-1992 [3,4], se describen cuatro casos de CJ en España (1985, 1987, 1992 y 1993) todos relacionados con el implante de duramadre humana liofilizada Lyodura. 16 - E. FERNÁNDEZ ZINCKE Y COLS • En 1996 una encuesta en Japón identifica 43 casos de CJ asociados con el uso de duramadre humana [5]. Los implantes fueron realizados antes de 1987. • En marzo de 1997 la OMS recomienda no usar duramadre procesada de origen humano, especialmente en neurocirugía, a no ser que no exista otra alternativa [6]. • De forma casi simultánea el Ministerio de Salud japonés prohibe el uso de duramadre humana para neurocirugía. Otros países europeos también lo prohiben en su legislación. Francia prohibe su uso en 1994 [17]. En Gran Bretaña no sólo se prohibe su uso sino también su procesamiento. • En 1996 se aprueba en España el Real Decreto 411/1996 por el que se regulan las actividades relativas a la utilización de tejidos humanos, este decreto no prohibe el uso de la duramadre humana. Así las condiciones de obtención, implantación y tratamiento serán similares a las del resto de tejidos, así como las autorizaciones para solicitar la entrada de duramadre humana en el país, que tendrán que ser autorizadas por el Ministerio de Sanidad y Consumo previo informe de la Organización Nacional de Trasplantes. • En 1997 la FDA resuelve a través de su Comité de Expertos permitir sólo bajo una estricta regulación el uso de la duramadre humana que haya sido procesada en los EE.UU., recomendando sin embargo a los neurocirujanos que eviten el uso de dichos injertos, aunque respetando la decisión final de éstos. En 1998 la FDA estrecha los controles sobre la duramadre humana a través del seguimiento de cada uno de los implantes, a la vez que elabora unas guías para la evaluación de los donantes. En 1999 se editan tres importantes documentos relativos a la utilización de la duramadre: "Guidance for the preparation of a premarket notification application for precessed human dura mater", "Quality system regulations" y "Medical devices traking requirements". • En marzo de 2000 Tutogen Medical Corporation inicia una retirada del tutoplast procesado antes de abril de 1999, basándose en la preocupación de que algún paciente pueda contraer CJ a través de un implante, esto es provocado por la aparición de un nuevo caso de ECJ detectado en EE.UU. en 1998 en una mujer que recibió un implante en 1992. Discusión Todos estos datos muestran que la utilización de duramadre continua teniendo, hoy por hoy, riesgo potencial de transmisión de la Enfermedad de Creutzfeld-Jacobs. Si bien, los mecanismos de control han mejorado mucho en los últimos años, no se pude asegurar al 100% la completa desactivación de los Priones o viriones que producen la enfermedad incluso con los nuevos métodos de procesamiento como la inactivación con hidróxido sódico. Además, algunos autores han descrito la posibilidad de que USO DEL IMPLANTE DE DURAMADRE HUMANA los tratamientos agresivos con hidróxido sódico pueden dejar cierto residuo tóxico en el tejido y alterar las propiedades del injerto aunque este pueda seguir siendo utilizado [7]. Tampoco un despistaje exhaustivo de los donantes puede eliminar completamente el riesgo de transmisión de ECJ. A esto contribuye que en la actualidad no existe un test sanguíneo o plasmático validado que se pueda utilizar para detectar la presencia del microorganismo [8]. Todas las agencias y las opiniones científicas están de acuerdo en que el uso de duramadre humana procesada debería ser evitada y en su lugar considerar otras alternativas como tejidos autólogos como fascia lata, fascia temporal o fascia occipital o la utilización de sustitutos sintéticos. Diversas publicaciones muestran extensos trabajos en los que se comprueba que los resultados utilizando otros tipos de injertos son muy buenos y similares a los obtenido con la utilización de duramadre [9]. Los resultados obtenidos son buenos tanto en adultos como en niños [10]. Los injertos de fascia lata han demostrado ser efectivos y además fáciles de obtener, sin complicaciones a pesar de necesitar de una segunda incisión en el paciente [11]. Otros estudios demuestran su utilidad no sólo en intervenciones neuro-quirurgicas, sino para reparar la pared abdominal bajo condiciones de contaminación [12]. Se han ensayado otros sustitutos sintéticos que han demostrado muy buenos resultados en algunos estudios [13], como las membranas de Goretex, Vicryl-PDS o ePTFE entre otras. Se sigue investigando en este campo, utilizando otro tipos de sustitutos, como por ejemplo la sustitución con dermis acelular (alloderm) que parece una medida útil cuando se carece de otros implantes autólogos [14]. También se ha ensayado el uso de diversos tejidos colágenos, generalmente xenoinjertos declarados de infectividad no detectable (categoría IV de la clasificación de infectividad de tejidos bovinos y fluidos corporales de la OMS), con buenos resultados en los primeros estudios [15]. En este sentido, se debe tener la máxima prudencia en la utilización de material de origen animal, en especial aquel procedente de bovino, este debe estar sometido a rigurosos controles y la única manera de asegurar esto es la obtención de autorización por parte de la Subdirección General de Productos Sanitarios, ya que está fuera del ámbito de regulación del real decreto de tejidos 411/1996. Por esta razón, es importante antes de la utilización de cualquier producto cerciorarse de que tiene todas las autorizaciones en regla. Conclusiones 1. Se recomienda evitar el uso de duramadre humana, bajo cualquiera de sus formas de procesamiento sumario REV. ESP. TRASP. Vol. 10 N.º 1 - 17 y presentación, en su lugar se recomienda el uso de sustitutos sintéticos o tejidos autológos como fascia lata o fascia temporal. 2. La duramadre humana es considerada a todos los efectos como un tejido humano y no como un producto sanitario, con lo que su uso sigue la normativa referente a la utilización de tejidos humanos (Real Decreto 411/1996) según el cual la distribución y procesamiento de dicho tejido sólo se realizará a través 1. Creutzfeld–Jacob. Disease and transplantation: facts and fables. Transplantation Proceedings 1996; 28: 2931-33. 2. Diringer H, Braig HR. Infectivity of Unconventional Viruses in Dura Mater. The Lancet 1989: 439-440. 3. MMWR. Creufelzd-Jacob Disease in patients who recieved a Cadaveric Dura mater graft. Spain 1985-92. 4. Martínez Lage JF, Poza M, Cervenáková L, Ruiz Bremón A, De Pedro J. Enfermedad de Creutzeld-Jacob en Neurocirugía: Una revisión de riesgos y medidas de prevención. Neurocirugía 1997; 8: 284-93. 5. Creutzfeld–Jacob. Disease asociated with cadaveric Dura mater Grafts. Japan, january 1979 – May 1996. MMWR 46 (45); 1066-1069. 6. Report of a WHO consultation on medicinal and other pro- de los organismos autorizados, en este caso los Bancos de tejidos. 3. La entrada o salida de duramadre humana de España deberá contar con la autorización del Ministerio de Sanidad y Consumo previo informe favorable de la Organización Nacional de Trasplantes. 4. La utilización de otros productos no catalogados como tejidos humanos requiere la correspondiente autorización oficial y registro. Bibliografía ducts in relation to Human and Animal Transmissible Spongiform Encephaopaties. 24-26 March 1997 7. Morphological changes of human dura mater Gratfts treated with sodium Hypochlorite and implanted in mice Bac Hai T. Tissue and Cell Report 1996; 4: 10-13. 8. Kretzschmar HA, Ironside JW, DeArmond SJ, Tateishi J. Diagnostic Criteria for Sporadic Creutzfeldt-Jakob Disease. Arch Neurol 1996; 53: 913-920. 9. Parizek, et al. 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