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“2016– Año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional”
CONGRESO NACIONAL
CAMARA DE SENADORES
SESIONES ORDINARIAS DE 2016
ORDEN DEL DIA Nº 216
Impreso el día 13 de mayo de 2016
SUMARIO
COMISION DE CIENCIA Y TECNOLOGIA
Dictamen en distintos proyectos de declaración de varios señores
senadores, expresando beneplácito por el hallazgo de científicos
argentinos en materia de ondas gravitacionales. (S-4284/15, S-20, 50
y 334/16)
DICTAMEN DE COMISIÓN
Honorable Senado:
Vuestra Comisión de Ciencia y Tecnología,
ha considerado los Proyectos de Declaración del Señor Senador
Carlos Reutemann
registrado bajo expediente S–4284/15,
expresando beneplácito por la participación de la licenciada Gabriela
González, el doctor Carlos Lousto y el profesor Mario Díaz, científicos
argentinos, que integran el equipo internacional que produjo un
revolucionario hallazgo en materia de ondas gravitacionales; de la
Señora Senadora María Leguizamón registrado bajo expediente S20/16, expresando reconocimiento por la labor desarrollada por el
equipo de la doctora en Física Gabriela González, quienes lograron
comprobar la existencia de ondas gravitacionales en la Teoría de la
Relatividad formulada por Albert Einstein; de la Señora Senadora
Laura Rodríguez Machado registrado bajo expediente
S-50/16,
expresando beneplácito por el desempeño de la Doctora Gabriela
González, que junto al equipo del observatorio Ligo, anunciaron la
detección de las ondas gravitacionales, anticipadas por Albert Einstein;
y del Señor Senador Roberto Basualdo registrado bajo expediente S334/16, expresando beneplácito por los resultados obtenidos en el
Experimento LIGO, relacionado a ondas gravitacionales; y por las
razones que dará el miembro informante, os aconseja la aprobación
del siguiente:
PROYECTO DE DECLARACIÓN
El Senado de la Nación:
Declara su beneplácito por la participación
de la doctora en Física Gabriela González, el doctor Carlos
Lousto y el profesor Mario Díaz, tres destacados científicos
argentinos que integran el equipo internacional que produjo un
revolucionario hallazgo en materia de ondas gravitacionales,
“2016– Año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional”
Experimento LIGO (Laser Interferometer Gravitational-wave
Observatory).
De acuerdo a lo establecido por el artículo
110 del Reglamento del Honorable Senado, este Dictamen pasa
directamente al Orden del Día.Sala de la Comisión,
11 de mayo de 2016
Omar A. Perotti.- Mirtha M. T. Luna.- Silvina M. García Larraburu.- Ana
C. Almirón.- Carlos M. Espínola.- Cristina Fiore Viñuales.- Carmen
Lucila Crexell.- Marta Varela.- Jaime Linares.- Alfredo A. Martínez.ANTECEDENTES
(I)
PROYECTO DE DECLARACION
El Senado de la Nación
DECLARA:
Su beneplácito por la participación de la Lic. Gabriela González, el Dr.
Carlos Lousto y el Prof. Mario Díaz, tres destacados científicos
argentinos, que integran el equipo internacional que produjo un
revolucionario hallazgo en materia de ondas gravitacionales. En ese
marco le cupo a la Lic. González haber sido una de las líderes del
proyecto y vocera del anuncio ante la comunidad científica
internacional que se hizo recientemente en la capital de los Estados
Unidos de América.
Carlos A. Reutemann.FUNDAMENTOS
Señora Presidente:
La ciencia, en su irrefrenable avance en busca de la verdad del
conocimiento, ha ofrecido a la comunidad internacional en forma
reciente un espectacular anuncio, al haberse verificado empíricamente
una de las hipótesis que ocuparon en su momento a uno de sus
máximos exponentes: Albert Einstein, quien la predijo, aunque sin
llegar a demostrarla, un centenar de años atrás, en el marco de la
Teoría de la Relatividad General que es de su autoría.
En efecto, se ha podido alcanzar un deseado hallazgo en materia de
ondas gravitacionales que, en todas las perspectivas, es considerado
una nueva ventana para explorar el Universo, el que fue explicitado en
un “paper” publicado en la prestigiosa revista científica Physical
Review Letters.
“2016– Año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional”
Más exactamente, y ahora se lo sabe, en septiembre de 2015 se
registró la primera detección directa de las ondas gravitacionales:
ondulaciones que se dispersan en el espacio-tiempo y que fueron
generadas por la fusión de dos agujeros negros.
Ya que las ondas gravitacionales no son bloqueadas, ni por materia ni
por energía, se concibe ahora que, si se logra detectar las generadas
durante el Big Bang, se podrá observar el propio nacimiento del
Universo. En términos algo pedestres se considera que, ahora,
podremos disponer del “GPS del planeta”.
En palabras de Juan Martín Maldacena, otro científico argentino de
proyección universal: “Ahora comienza la era de la astronomía de
ondas gravitacionales, con ellas podremos explorar estas colisiones de
estrellas de neutrones o de agujeros negros. Son uno de los procesos
más violentos del Universo. Son procesos donde la estructura del
espacio-tiempo cambia en forma bastante drástica.
Este descubrimiento es sólo el comienzo. Es como haber construido el
primer telescopio y descubrir las lunas de Júpiter (lo que hizo Galileo).
A esto lo siguieron telescopios más poderosos. Muy probablemente lo
mismo ocurra con las ondas gravitacionales”.
En el multidisciplinario equipo, correspondiente al laboratorio Laser
Interferometer Gravitational-wave Observatory (LIGO), conformado
por científicos de varios países del mundo, para satisfacción del país,
y como orgullosamente no deja de ser usual, hubo varios compatriotas
que fueron partícipes del mismo.
Es más, le cupo nada menos que a Gabriela González, una física
argentina radicada hace un tiempo en los Estados Unidos de América,
coliderar el proyecto e incluso ser la vocera del respectivo anuncio
público, el que generó conmoción en la comunidad internacional al
tratarse de un descubrimiento que, ya se especula, es un severo
candidato a llevarse un próximo Premio Nobel en Física.
Además de González, otros dos físicos connacionales tuvieron una
participación destacada: Carlos Lousto y Mario Díaz.
Lousto es Doctor en física de la UBA y en Astronomía de la UNLP y,
en la actualidad, es profesor del Instituto Tecnológico de Rochester.
Su papel específico fue el de trabajar en la identificación de la señal
registrada con el resultado de la colisión de los dos agujeros negros,
cuya energética fusión originó las ondas.
Díaz, por su parte, se graduó en física en la Universidad Nacional de
La Plata (UNLP) y hoy dirige un equipo de treinta personas en el
Centro de Astronomía de Ondas Gravitacionales de la Universidad de
Texas.
En este esfuerzo descomunal, que ha derivado en un descubrimiento
notable, de aún imprevisibles alcances, participaron unos mil
científicos de dieciséis países, además de los tres argentinos
mencionados.
“2016– Año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional”
En palabras de la propia González, quien hizo sus estudios
oportunamente en la Universidad Nacional de Córdoba, los que
continuó en la Universidad de Syracuse (Nueva York) y con
perfeccionamiento en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT)
de Boston, quien actualmente es profesora de física y astronomía en
la Universidad de Louisiana, la mitad de ellos le consagraron buena
parte de su vida a este hallazgo que ahora se somete a consideración
de la comunidad científica internacional.
Díaz, por su lado, y muy poéticamente, adujo que “…con este hallazgo
se abre un nuevo tipo de astronomía que en algún futuro no muy
lejano nos permitirá poder escuchar los murmullos del Big Bang”.
Por lo pronto, y siguiendo esa imagen, decimos que escuchamos el
importante anuncio de la argentina González. Por lo pronto sabemos,
o al menos intuimos, que estamos ante una revolución científica de
alcance descomunal. Por lo pronto advertimos, y también lo hace el
mundo, que tres científicos argentinos, que surgieron del campo de la
educación pública, han tenido un importante rol en la consecución de
un objetivo por el que bregó la comunidad internacional durante tanto
tiempo.
Y eso es motivo de orgullo, señora Presidente. Y eso es motivo de
beneplácito, señora Presidente. Por lo que solicito de mis pares la
aprobación del presente proyecto de Declaración.
Carlos A. Reutemann.(II)
PROYECTO DE DECLARACION
El Senado de la Nación
DECLARA:
Expresar su reconocimiento por la labor desarrollada por el equipo que
lidera la Doctora en Física Gabriela González, quienes lograron
comprobar la existencia de ondas gravitacionales en la Teoría de la
Relatividad formulada por Albert Einstein.
María L. Leguizamón. –
FUNDAMENTOS
Señora Presidente:
Gabriela González integra el equipo del observatorio Ligo (Laser
Interferometer
Gravitational-wave
ObservatoryObservatorio
Avanzado de Interferometría Láser de Ondas Gravitacionales), que
anunció el 11 de febrero del corriente año, la detección de las ondas
gravitacionales, anticipadas hace un siglo por el físico alemán Albert
Einstein en su Teoría de la Relatividad General.
“2016– Año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional”
Gabriela González se graduó en la Universidad Nacional de Córdoba y
siguió sus estudios en Estados Unidos, en la Universidad de Syracuse.
Luego, continuó sus pasos en el Instituto Tecnológico de
Massachusetts; Boston. En esta oportunidad, siendo la vocera de
LIGO, fue la encargada de presentar este proyecto en Washington.
Según los expertos, las ondas captadas vienen de la colisión de dos
agujeros negros, uno 29 veces más grande que el Sol y el otro con un
tamaño 36 veces mayor, que crearon un nuevo agujero 62 veces la
masa de nuestra estrella solar.
Este evento pudo ser "escuchado" por LIGO; y tras varios meses de
revisiones y corroboraciones de los datos, pueden decir con seguridad
que se trata de las ondas gravitacionales.
A partir de este descubrimiento es probable que en un futuro se
puedan mejorar los sistemas de detección, la tecnología satelital, y el
almacenamiento de grandes cantidades de datos.
Sra. Presidente, por todo lo expuesto, solicito a mis pares me
acompañen con el presente Proyecto de Declaración.
María L. Leguizamón. –
(III)
PROYECTO DE DECLARACION
El Senado de la Nación
Declara su beneplácito por el desempeño de la Doctora Gabriela
González, quien integra el equipo del observatorio Ligo (Laser
InterferometerGravitational-wave Observatory), que anunció la
detección de las ondas gravitacionales, anticipadas por el físico
alemán Albert Einstein hace 100 años.
La científica argentina participó del fundamental hallazgo, y es vocera
del emprendimiento.
Laura E. Rodríguez Machado. –
FUNDAMENTOS
Señora Presidente
La Doctora Gabriela González se educó en el Instituto de Matemática,
Astronomía y Física, en la ciudad de Córdoba, que ahora es Facultad
de la Universidad de Córdoba, luego de terminar la licenciatura se
marchó a Estados Unidos, en el año 1989, para hacer su doctorado en
la Universidad de Syracuse.
Allí hubo un profesor que hablaba de que se podían medir esos
efectos de la teoría de Einstein, de un proyecto que se estaba
empezando a gestar –que era LIGO-, eso entusiasmó a la Doctora
González e hizo que comenzara con sus investigaciones.
“Lo que fue impresionante es que las ondas gravitacionales que
detectamos con nuestros detectores por primera vez fueron
“2016– Año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional”
producidas hace 1300 millones de años por dos agujeros negros
chocando fusionándose en un agujero negro”, relató la científica, quien
agregó que “tanto las ondas gravitacionales como la existencia de
agujeros negros son predicciones de la Teoría de la Relatividad
General de Einstein”.
González sostuvo que “sabemos un poco, pero no mucho, de la
existencia de agujeros negros del tamaño que nosotros hemos
detectado, pero de ondas gravitacionales sabíamos bastante menos”,
algo que cambió con la detección que se ha anunciado.
En lo inmediato, “no hay una aplicación práctica” para el hallazgo,
aunque la ciencia “ha empujado a la industria en muchos aspectos”.
La mujer dedicó toda su carrera a la búsqueda de este fenómeno que
abre una nueva era en la cosmología.
El doctorado de González se centró en el movimiento browniano y las
ondas gravitacionales. Gabriela estudió una forma de predecir el ruido
térmico que podría “ahogar” extremadamente en una pequeña señal
de la onda gravitatoria. Por lo tanto, ser capaz de predecir el ruido
térmico se vuelve importante cuando los físicos estudian las ondas
gravitacionales.
Ha sido miembro de la Colaboración Científica LIGO (LSC) desde
1997, y en el 2011 fue elegida como su vocera. El grupo está
involucrado con la caracterización del ruido en los detectores de LIGO,
con la calibración de los detectores, y con el análisis de los datos.
En su trabajo en LIGO, Gabriela ayuda a crear detectores que
permitieron a los científicos verificar la existencia de las ondas
gravitacionales, un fenómeno que no puede ser observado
directamente.
“Los detectores de LIGO que se construyen ahora deberían ser
capaces de detectar muchos eventos por año”, dice la científica, que
estima que las muchas observaciones LIGO permitirán obtener datos
en bruto sobre los agujeros negros:
“Tendremos un nuevo tipo de telescopio para decirnos acerca de la
vida y la muerte de las estrellas”.
Esta nueva mirada sobre la inmensidad celeste permitirá profundizar
nuestra comprensión del cosmos y conducir a descubrimientos
inesperados.
Agujeros negros
Por este descubrimiento, los físicos han determinado que las ondas
gravitacionales detectadas en septiembre nacieron en la última
fracción de segundo antes de la fusión de dos agujeros negros,
objetos celestes aún misteriosos que resultan del colapso gravitacional
de enormes estrellas.
La posibilidad de una colisión entre estos cuerpos había sido predicha
por Einstein. Pero el fenómeno jamás había sido observado.
“2016– Año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional”
De acuerdo con la teoría general de la relatividad, un par de agujeros
negros en que cada uno orbita en torno al otro pierde energía,
produciendo las ondas gravitacionales. Son estas ondas las que
fueron detectadas el 14 de septiembre del año pasado.
El análisis de los datos permitió determinar que esos dos agujeros
negros se fusionaron hace unos 1.300 millones de años. Cada uno de
ellos era entre 29 y 36 veces mayores que el Sol.
La comparación de los momentos de llegada de las ondas
gravitacionales a los dos detectores LIGO (7,1 milisegundos de
diferencia) distantes 3.000 kilómetros uno del otro, y el estudio de las
características de las señales medidas, confirmaron la detección.
Los científicos apuntan que la fuente de las ondas estuvo
probablemente en el hemisferio sur del cielo, pero un mayor número
de detectores habría permitido establecer una localización más
precisa.
“Las ondas gravitacionales pueden ser aún más revolucionarias de lo
que ha sido el telescopio, porque son diferentes de las fuentes
luminosas<<<<<<<<<<<<2, consideró el astrofísico David Shoemaker,
responsable por LIGO en el Instituto de Tecnología de Massachusetts
(MIT). “Este descubrimiento genera entusiasmo para la física y es muy
prometedor para la astrofísica y la astronomía”.
Así será `posible obtener señales provenientes de diferentes cuerpos
de enorme masa como los agujeros negros y las estrellas de
neutrones, dijo.
“Las primeras aplicaciones que vemos ahora son para los agujeros
negros, porque no emiten luz y no los podríamos ver sin las ondas
gravitacionales”, destacó, para añadir que por el momento se ignora
cómo crecen estos objetos, que se hallan en el centro de casi todas
las galaxias.
Este acontecimiento señala el reconocimiento de nuestras
universidades a nivel internacional, es un orgullo para nuestra
Provincia de Córdoba, y marca una vez más el alto nivel de nuestro
sistema educativo.
Es por lo expuesto que solicito a los señores senadores que
acompañen este proyecto.
Laura E. Rodríguez Machado. -
(IV)
PROYECTO DE DECLARACION
El Senado de la Nación
“2016– Año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional”
DECLARA
Su beneplácito por los resultados obtenidos en el Experimento LIGO,
del que participaron más de 1000 científicos de 150 países, entre ellos
varios argentinos, que fueron liderados por otra argentina la Dra.
Gabriela González, en relación a ondas gravitacionales. El hallazgo
marcaría el inicio de una nueva era, la de la astronomía de las ondas
gravitacionales.Roberto G. Basualdo.FUNDAMENTOS
Señora Presidente:
Motiva la presente iniciativa de beneplácito, el reciente descubrimiento
de un equipo de investigadores entre los que participaron varios
científicos argentinos, liderado por una argentina también, sobre
ondas gravitacionales.
El 14 de septiembre de 2015, en horas de la madrugada, del este de
los Estados Unidos, detectores gemelos ubicados a 3000 kilómetros
de distancia, escucharon con una diferencia de siete milisegundos,
señales originadas hace 1300 millones de años en una región lejana
del cosmos, las cuales provenían de la fusión de dos agujeros negros.
Esto confirma la existencia de ondulaciones en la trama del espaciotiempo, llamadas “ondas gravitacionales”, dichas ondas fueron ya
predichas por Einstein, cien años atrás.
Según resaltó la vocera del reciente experimento LIGO, la argentina
Gabriela González, el hallazgo marca el comienzo de una nueva era,
la de la astronomía de ondas gravitacionales. El experimento persigue
estas señales desde hace décadas.
El trabajo fue publicado en el Physical Review Letters y contó con la
participaron de 1000 científicos de 15 países entre ellos un importante
grupo de argentinos, varios de la Universidad Nacional de Córdoba.
Las ondas grvitacionales fueron predichas hace cien años atrás en la
Teoría de la Relatividad general por Einstein, son generadas por
cataclismos cósmicos, las mismas estiran y comprimen el espacio y el
tiempo a medida que se propagan por el universo.
Lo que detectaron los científicos del LIGO, fue que estas ondas fueron
producidas en la última fracción de segundo a raíz de la fusión de dos
agujeros negros de 29 y 36 veces la masa del Sol. Lo que resultó en
62 masas solares comprimidas en un cuerpo de alrededor de 300 km
de diámetro, lo que representa cerca de tres veces la masa del Sol, se
convirtieron en ondas gravitacionales en una fracción de segundo.
La teoría de la relatividad general de Einstein dice que si tienes una
masa como la del Sol, lo que hace no es atraer al otro cuerpo, sino
deformar el espacio-tiempo. Según explicó la Dra. González, los
“2016– Año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional”
científicos buscan “arrugas en el espacio-tiempo” que se producen por
efecto de masas que giran muy rápidamente. La teoría de Einstein
también predice que cualquier masa que se acelere, genera ondas
gravitacionales.
En el experimento, los científicos utilizaron un interferómetro
(dispositivo en el que un láser infrarrojo llega un semiespejo, se divide
en dos y cada haz viaja cuatro kilómetros en el vacío, rebota en otro
espejo y vuelven a encontrarse). Si las distancias son iguales, se
cancelan uno al otro, pero si son diferentes, los detectores ven un
poco de luz. La distorsión que registran es ínfima: de una parte en 1021 (0 seguido de 20 ceros y un 1), un átomo en la distancia de la
Tierra al Sol. Según resaltó González, el logro parece imposible de
medir, pero lo calcularon y vieron que se podía.
El descubrimiento es de relevancia, considerando que en 2014 se
frustró un anuncio similar del experimento Bicep. La diferencia está en
que en el Bicep no estaban detectando ondas gravitatorias, sino su
efecto en la radiación de fondo cósmica, según explicó el científico
argentino Luis Lehner, quien trabaja en el Perimeter Institute de
Canadá. El mismo refirió que la teoría de ellos dice que en el
comienzo del universo se habrían originado ondas gravitatorias y
trataban de ver cómo esa distorsión había afectado a los fotones de
luz, mientras que en el experimento actual se detectaron ondas
gravitatorias en sí.
Hasta hace cien años, la única manera de recibir señales de fuera de
la Tierra era por medio de la luz, primero con los ojos y luego con
telescopios. Ya en el siglo XX, comenzaron a recibirse otras señales
como rayos cósmicos, diferentes ondas electromagnéticas: ondas de
radio, rayos X, infrarrojo, rayos gamma, neutrinos, entre otras.
Con este descubrimiento de las ondas gravitacionales se podrán
explorar algunos procesos más violentos del universo.
Según Fidel Shaposnik, de la Universidad Nacional de La Plata, “El
Premio Nobel de Einstein fue otorgado por su propuesta de describir
las ondas luminosas en términos de partículas que no tienen masa
(fotones), y que por eso viajan en el vacío a la máxima velocidad
(velocidad de la luz). Por analogía, describimos las ondas gravitatorias
en términos de partículas llamadas “gravitones”, que según la Teoría
de la relatividad general, tampoco tienen masa y su velocidad sería la
misma que la de la luz. Pero si se midiera una velocidad menor,
indicaría claramente que los gravitones tienen masa, lo que significaría
una revolución en la teoría de la gravitación”. Este descubrimiento y
otros futuros, terminarían de confirmar la existencia de los agujeros
negros, permitirían comprender mejor la física de estrellas de
neutrones y tener más exactitud en la medida de la velocidad de
expansión del universo.
Frente a tal relevante descubrimiento, que significa el advenimiento de
una nueva era astronómica, y ante el desempeño vertido por
nuestros científicos compatriotas, invito a mis pares me acompañen
en el presente proyecto.-
“2016– Año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional”
Roberto G. Basualdo.-
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