CIENCIA AL DÍA Lunes 29.02.16 EL DIARIO VASCO «El sonido del universo es algo parecido a una sinfonía» Alicia Sintes Física teórica Con el equipo de investigadores que dirige, ha tomado parte activa en la detección de las ondas gravitacionales. Hoy lo contará en Donostia :: JAVIER GUILLENEA SAN SEBASTIÁN. Alicia Sintes habla con pasión del universo y de su búsqueda incesante de ondas gravitacionales. Aprecia la belleza de una estrella de neutrones y percibe la elegancia de una señal como la que se registró el 14 de septiembre de 2015. Ese día se detectaron por primera vez ondas gravitacionales, aunque hubo que esperar hasta el pasado día 11 para que se hiciera público un hallazgo que cambiará la historia de la ciencia. El grupo de Relatividad y Gravitación de la Universidad de las Islas Baleares, que dirige Alicia Sintes y del que también forma parte el investigador Sascha Husa, tomó parte activa en ese descubrimiento, en el que han intervenido mil científicos de 16 países. Ambos recordarán hoy los días trepidantes en los que se abrió una nueva ventana para escuchar el universo. Lo harán en la sala Kutxa Andia de San Sebastián a partir de las 19.00 horas en un acto organizado por el Donostia International Physics Center (DIPC) con la colaboración de la Obra Social Kutxa. – ¿Ha dedicado mucho tiempo de su vida a la búsqueda de las ondas gravitacionales? – Le he dedicado 19 años. – ¿Por qué le interesaron? – Estaba haciendo un doctorado en Cosmología y un verano estuve haciendo una estancia en Escocia. Allí asistí a varias charlas sobre ondas gravitacionales y me encantó. Vi que ese campo tenía futuro, parecía apasionante y era la clave para responder preguntas. – ¿No tenía miedo de empezar un camino condenado al fracaso, de no encontrar nada? – Es una apuesta a largo plazo. Ahora estamos metidos en detectores que como pronto empezarán a operar en 2030. Cuando entras en grandes proyectos no es algo que te da resultados al cabo de dos años. – ¿Cuál ha sido el papel de su grupo de la Universidad de Baleares? – Buscamos ondas gravitacionales provenientes de dos tipos de fuente. Una es la fusión de agujeros negros que colapsan y la otra son estrellas de neutrones aisladas en nuestra propia galaxia. No solo buscamos, también estudiamos el modelaje que se necesita para poder identificar las fuentes y poder extraer el máximo de información de ellas. – ¿Cómo fue el momento en el que se enteró de que se habían detectado ondas gravitacionales? La investigadora Alicia Sintes intervendrá hoy en un acto en la Sala Kutxa de la calle Andía. :: ARIZMENDI – Fue el mismo 14 de septiembre. Al mediodía, hora española, llegó la señal a los detectores y en menos de una hora ya había gente que la había estudiado con más detalles. Un italiano empezó a enviar a todos los colaboradores un mensaje con muchos enlaces de imágenes en el que preguntaba si alguien le podía decir qué era. A partir de ese momento hubo un alud de mensajes impresionante. Antes de las dos de la tarde ya había alguien que tenía claro que aquello era un colapso de agujeros negros. – ¿No tenían miedo de que los datos fueran erróneos? – Parecía todo muy real, los datos se comportaban bien y la pregunta que surgió es si había alguien de la organización que nos estaba poniendo a prueba, porque era habitual que lo hicieran. Nosotros contactamos con un estudiante nuestro de doc- torado en Hanford, donde está uno de los dos detectores que registraron las señales, y nos dijo que ellos también estaban alucinados, que no habían hecho ninguna jugarreta y que se habían puesto manos a la obra como desesperados. Gracias a eso lo supimos en España desde el primer día, porque la organización tardó casi una semana en confirmar a los colaboradores de todo el mundo que aquello era real. – ¿Se siente protagonista de un hecho histórico? – Al principio no te lo terminas de creer. Para mí el día más emocionante llegó bastantes semanas después, cuando ya se había hecho un análisis riguroso de los datos. Hubo una videoconferencia multitudinaria que duró tres horas y cuando al final presentaron los resultados de un trocito de datos vimos que tenía una significancia superior a cinco sig- «La señal era elegante, preciosa. La naturaleza se había portado bien con nosotros» «Solo los fenómenos más violentos producen ondas que pueden ser detectadas» mas, es decir, que era detección clara sin discusión. Que la primera señal detectada sea así, tan elegante, tan preciosa, tan de libro de texto, te hace decir que la naturaleza se ha portado muy bien con nosotros. – ¿Dónde ve la belleza a una señal? – Esta señal fue muy limpia, era la típica señal que va aumentando en 12 / 12 13 frecuencia y en amplitud, luego ves la parte en la que colapsan los agujeros negros y, cuando ya han colapsado sus horizontes, se relaja. – ¿Tiene sonido? – Las ondas gravitacionales, no tienen nada que ver con las ondas de sonido, pero nadie te impide que, como estos detectores las detectan en la frecuencia audible, la puedas traducir a sonidos. Si en vez de las 29 y 36 masas solares que colapsaron hubiesen sido más, oirías cosas como uuuuuuup, en cambio aquí dura tan poco que se oye up. – ¿Este es el sonido del principio del universo? – Estamos hablando de un sonido de dos agujeros negros que colapsaron hace 1.300 millones de años. Si oyéramos el sonido del universo primitivo lo que escucharíamos sería una superposición, unas encima de otras, de una infinidad de señales parecidas a estas o no. Lo que se espera oír del universo primitivo sería un ruido de fondo estocástico. – ¿Algo parecido a música? – Hombre, si consideras que cada una de estas fuentes nos emite unas ondas y las quieres interpretar como sonido, y si tienes en cuenta que cada una te emite un sonido diferente que se superpone a los demás, todo esto nos da algo parecido a una sinfonía. – ¿La de los agujeros negros es la música de un desastre? – Estamos emitiendo ondas gravitacionales continuamente y son tan débiles que incluso Einstein, para cosas catastróficas, hizo sus números y dijo que esto no lo detectaría ningún humano jamás. Lo que está claro es que solo los fenómenos más exóticos y más violentos del universo son capaces de producir ondas gravitacionales de suficiente intensidad para poder ser detectadas. – ¿Estamos rodeados de sonidos en el universo? – Sí. Lo que tenemos que hacer es poner las antenas y afinarlas bien para poder escucharlos. – ¿Es ahora cuando empieza de verdad la astrofísica? – Lo que empieza es una nueva era para la astrofísica. Tenemos ahora una nueva herramienta para poder observar el universo que nos va ayudar a aportar información sobre grandes cuestiones de la física. Ya no es simplemente especulación teórica, sino que se ha hecho la primera observación. – ¿Podremos escuchar el momento del origen del universo? – Teóricamente se podría, pero yo creo que faltan muchos años para que eso sea posible. No es tan fácil porque para empezar no sabemos cuál es el modelo teórico que nos describe esos instantes justo después del big bang. Aunque en principio las ondas gravitacionales sí aportarán información de cuando el universo no tenía ni un segundo de vida, eso no quiere decir que esto se haga mañana ni en cinco años. – ¿Qué le gustaría ver a usted? – Ahora que se han visto agujeros negros me gustaría ver que las estrellas de neutrones nos hagan mucho ruidito, emitan mucha sinfonía y las podamos escuchar.