mblrdim%m e a t r a w a h pol en&e hspmcros anr tmtas ser? de mígenes tan dtvmw; les he promeUoo; un semina *&a de y &e vivees* y tido obtenes dei gobierno provrsional, la creación de c% un 851 ar&mt% 9 conrpsrtiendo son el una essueia nacional, donde $e enaeñsra el francés, Pafddldu ha tatiW4 y prieacicinm en V~alagne el ingFPg y d e+añaI; donde se cultivara el espíritu y el earaPc6n de los hijos del pueblo, donde se le enseñarbr q w el hombre ha nacido para sm libre; que de la Bafa &f GWU& a P M ~ Oru miti& aobre la tierra es amatxe, vivir en harmonía, de estabkeper soeorrerw, y Que, en su ce~azón,su patria debe ser as ~ltizitar* y de hstkbl~firmmbrat pa~fmy a a t w e a t a n tado. mi ~i=adis S ~ u e r t ePiara, anc~ntreIS síuEntre Puerto Plata, ciudad comercial, y %ntiag% M a la cmgt$iri dw ciudad agrieola, he juzgado necesaria abrir un camiy w v M a d y algu1~16 s ~ p rmpak, ~a rwmciliacr I9o p t i d o s L indu- n a c o r t o y 1knq que facilite las comunicaríanes coa IPL m& y a Iri concordba. Twe p r fin, d@- mersialeb y que d m pueblos, fundados en este cemi& b g o a eafu~rbabqb &&e de thner un buea no, gervldn de depOsito5 a las mercanfias que deban %anm&arsc y de lugarex de deveanao para los viapZasa J teníebte mmscl Vii;lanrpav& feras qrie vengan del inkeriw de la rbla. ERtreianto, he ~ d d nccemmo o erigir en pueato militar a AIQm&, p b l a d c W m t e grande, situada a veinticinco le@+ entre %rto Plata y Santisa, de Ea que G t n d C a d * t - h e [Z) f& canfmada a e r n d s n . siete-seceimy qve. p v e ? siete campañfas de g w d ' i s i~a~imraiks y quince hombres p r a till de ha gmdarmer$euy 'eh ese lugar ss hacen notar verim $4la escontri. en M SO ctue familias muy racomendablm Ne nombrado al capitan &S, arden, we vi d i g a d e S i n Parisien, teniente-coromi comandante de esa de e m m h t w *a depiums puesto. El wbiwmo, sin dada, aprwiarb esbs dkpotas. E P Adminiotcadw vi- S c i m s y crear& a su voz alig una wcueta donde se @&e 61 dtjmia. E* atienda a la educación del puiebla He ordenado al t1*lsi&@ m w w a h en ics ar&v<w log atuPa8 de gefiienwal Cadet-Anuiine, arganiriar slli la gendannerfa m i & d y r&u& s la meadicidad.k fainiii& y me tie traiiadado a Santiago. Ei prime? di& fui recia a W @tan vivida en m posiPi4n .dasa;h~ada??O bido can j$bifo y aeogida c m o un libertador; la banl a ea&%& m& $e Mmtieineo de B ~ D Stituim e hice dera de Braslin fué satudada con entusiasmo por el raM&mtal adrnlnismdt~I)W el ci&rtds*o Jdi& pueblo, reunido en medio de ruina% en ia plaza pú&m r w a b l e , de una muy antigua familia de Mia. Yo me consideraóa dichoso, después de los de&ntia@cs EJ t m r e r ~ b i l a p a a k tos fmdos piiblisos Y qragtre~del temblo~de -a y de las huellas dejedas a? administradm da fa adeans se enr&u& ~ a ei a por la tirrtnia de &ym, $e dirigirles palabrm de congrmdocto $e los cm@tlhandos, e a gn?rjujcio de lok melo y dades la esperan= de que mejarada aquel intmeses de la naci&q yo 1w d&n$ de atas lun05 ).atado t3eplmable. Pero al dáa siguiente, en la rnañaaes nrrmo indignoPi& fa eanfianur del g o b h m P def na, c&n pan& ftwe mi dolor al ver a1 pueblo reunirp.%?blos o h e r ~ n En ~ , Puerta Plata f a l t a h una &?se de nuevo, y &a vez en mi propia casa para deE P ~B wi mt~elfe y mandé plepgrars 105 planas; ,el fio nunciarme al ciudadano Rafael Servanda Rndriguex. bab;, cmWwdo &e cww &d bada o muelio ttmp b acurabo de haber h&o venir del Puedo Repuy amwmba deatas S w mejores barrioi de la ciu- blicana un baul llmo de chssreterss y de tricornios hi- (42, pare undormar cen ellos a los jefes de un par1% hmtcro~ de m &do dad; hice riman t a &~ fi t m a p a otro cuma. Bri@bndo de5 tido de colomhianc9, kormado par un tal comandanpu& inií &esdas mbre la pobleci&n wmi-merisana, t e Castillo, (5) que ha& huido a1 extranjero por vía a&&hetamde@& peini-espfiola, WW'-@W~* <3), da Ia ciudad, he ?&a que la edusacuSn Y el buen or(4),EI dricmida, bs un gombmm militar que orirginal& p&rím una tamilia de hsrmanas, P u n a Bef* que solh tuio dos. En wid h lieman refa@.- [C A. R . ) . 1%- ~ a ~m a earpk i par= y w dc todo.- d.sip. al íle tedw, comur a- IC A. las indica d R.). (33.- 2% HsrtE &mm Cspoi.% a lar nirrid WA~~ESW- (e.A. R.>. Cabi (S).8 m mta prohablemente del antiguo mili+.ar esp5~ h 1 0pp. dd Gustillo y Arln, eeturnl de teuqa C r ~ óde %'&fe, en íinlrs Cknarirs, quien se din'gih a Vsnemela, 11e-de a La Guaira en wtubra ds 1843. ViviD 1urg;ap a ñ en ~ mta ciudad, dedicado rf wmareio. Rahlm6 a1 país dsspuén do A, lndoPeiule~sy falleció a fines dQ 1864. [O> 61 enr tamo &q&. k p&wa m k i &'m ~ cm&%; al i.$cral- ceuti$sr e lm f&eeiC)8Qd. 11) H i n in&aiar con mucha w t d d a d el municipio y 'iob tribuhaha gua haid% p ~ o eun cmanel (12) a 18 csia mcional de la ~ i d i r dy Ee hice ~ Ü Q les di da1 awwo ordw '$a t W 6 mi hijo E & wm$ que eBtabl~c&r~ p i h e b * *ha& nnwho.*,w. rrrwtluieum sur d h m)- Pb.J w l i f h da 1arn-k. 35 6a 940bn da 194, -%r@, *-rv Vip9* 5 +Idee a* el &91 C. is ifrncs II M,* a'.@istsF>. viltr do Eigi%ep. h t i e e ~ f ar uns untigua -fnarilia del h r ~ y? sramtoiro de Cprsoiabba FDP<SW 6e tiems y gi. , . i)ula.'Munb sn 184% ($5)- da dr ia Página 76 - C L 1O - de este pueblo ejercían en la común entera. (16) He ordenado mantener un puesto de siete o ocho hombres de la gendarmería en Los Llanos, para el servicio de ese poblado, que es de tal extensión que fué necesario dividirlo en dos secciones: Los Llanos de Arriba, mandado por un capitán de la tropa de línea; y Los Llanos de Abajo mandado por un capitán de la guardia nacional. El teniente coronel Machado (17) ha sido ascendido al grado de coronel y reintegrado en su puesto de comandante de la plaza de La Vega. Seguidamente procedí a organizar la administración. En ninguna de las ciudades que he visitado be encontrado la aduana en un desorden tan grande: he debido cambiar todo su personal. A dos sacerdotes extranjeros que fomentaban la discordia, les he dado orden de salir de allí. (18) Por último, tengo que informarle de una medida que be creído necesaiio tomar en interés del Estado. Algunas casas unidas a los bienes nacionales, en virtud de la ley del 6 de julio ae 1824, se encontraban gravadas con derechos de' capellanía, que el gobierno caído no pagó nunca. Como esas casas estoban en completa ruina y que las anualidades absorbían mucho más de su valor, ordené hacer entrega de esas propiedades a los acreedores de los derechos de capelmlania, con el objeto de exentar al Estado de aquellas cargas sin beneficio alguno. En Santo Domingo no se bebe sino agua de pozos o de aljibes; esta agua es muy malsana y parece ser la causa de muchas enfermedades endémicas, entre otras la hidrocele. En otro tiempo fué construida una fuente en la plaza de armas, para traer a ella el agua del Jaína; (19) pero este rio está demasiado lejos de Santo Domingo para noder realizar ese proyecto. El único medio de procurarse agua potable sería tomarla de la fuente de Cristóbal Colón que só- (16).- Alude sin duda a los Zorrillas, Febles, Santanas, Morales, Beras, Linores.. . (18), Las presbíteros Gaspar Hern6ndez y Pedro Pamier, que hicieron rumbo a Curazao y Venezuela. E l úItim<i no volvió más al país. (17).Cuando el 13 de julio de 1844 uno de los más decididos patidarioi del general Santana gritó en la Plaza de Armas, o de la Catedral, Abajo la Junta Central y vivn el general Ssntanu, Jefe Supremo!, iniciando así, tumultuo"a. mente, In reacción anti-duartista, fué "él, Machado, quien gritó: Abajo los filarios!. . . Desde entonces las seiioritas partidaria$ de Duarte, se colocaban en sus cabelleras una flor blanca que denominaban filoria, la misma que importó del extranjero daña Filomena Gómen de Cova." (A. B.: Contes. taiión al opúsculo del señor Don José María Serra. Tipografía Comercial, S. D.. 1889, p. 6.). (19).Véase L. M. Moreau do Saint-Mery: Descripción de la parte Española de Santo Domingo. C. T., 1944, p. 136. Trad. del francés por el Lic. C. Armando Rodíiguez. Núm. 93 lo está a 400 toesas (20) de la ciudad. (21) Un acueducto, aunque con algunas dificultades, podría conducir' esta agua a la aduana, donde se construiríz una fuente que suministraría al mismo tiempo el agua necesaria para los buques del puerto. De Santo Domingo me dirigí a San Cristóbal: riombré un coronel para su guardia nacional. De San Cristóbal fui a Baní. Hice al teniente coronel Valery 1 Renand, coronel comandante de la plaza; organicé la guardia nacional de aquel pueblo; permití que se construyera una capilla a veinticinco o treinta leguas ; en el interior en un lugar .llamado Yaguate. De Baní ! l me dirigí a Azua donde coloqué como comandante I ' del departamento al general de brigada Mendoza; (22) confirmé como comandante de la plaza al coronel Justo Tremeré. En San Juan, y en Las Matas lo crganicé todo; después de haber hecho desaparecer una intriga que hahía llevado al municipio, contra el voto del pueblo, a un extranjero llamado Joaquín Díaz de Lugo. En las Caobas entregué a algunas fa- : milias infelices más de trescientos títulos de propiedad que les habían sido quitados violentamente du- ¡ rante el gobierno caído. En Mirebal'ais también tuve I que organizarlo todo, y renació la calma. La unión y i la concordia, reinan por todas partes por donde pasé. La revolución ha sido comprendida y aceptada en toda la parte norte y en el este; mi misión está terminada, mis queridos compañeros, hermanos y ami- ; gos. Sólo tengo una palabra que agregar; el estado I mayor que ha compartido mis trabajos y sufrimien- 1 tos, semillero regenerador del país, os ofrece, tanto por su conducta como por sus luces, esperanzas y 1 garantías para el porvenir; me complazco en pensar i i que me hareis el honor de escoger entre ellos funcionarios y empleados; pues entre ellos encontrareis oficiales fieles y adictos. ( 2 3 ) . 1 l ' ~ ~ i Ellos no defraudarán vuestras es~eranzas,y en la recompensa de ,ellos, encontraré la de mis trabajos. Salud y fraternidd. Firmado. Ch. Hérard ainé. (20);Antigua medida de longitud usada en Francia antes de la adopción del sistema métrico y que valía 1 metro 949.- (C. A. R.). (21).- V. Fr. Cipriano de Utrera: Dilucidaciones históricas. S. D., 1927, p. 50. (22).- Mariano de Mendoza, militar de larga actuación desde las días de Fcrrand hasta principios de la Independencia. Murió en esta ciudad el 9 de febrera de 1860. Alcanzó el grado de General de Brigada. (231.- Cuando el general Charles Hérard, en vista de la denuncia dada por La Chicharra, redujo a prisión en San Francisco de Macoris al Padre Pega, a Mirmiel Ca-tillo, a Ra món e Ildefonso Mella, a Esteban de Aza, a Alcjo Jérez y a Baltasar Paulino; en el Catuí, al presbítero ~ u Puigvert; a ~ en Moca, a Francisco Antonio Salcedo; en Santiago, n Raiaei Semando Rodriguez, Manuel Morillo, Jacinto Fsbelo, José 1