Elementos básicos para favorecer los Derechos de Información y la consulta como elemento de impulso de la competitividad en las empresas. Para desarrollar un mayor compromiso y mejor implicación general del conjunto del componente humano y profesional de una empresa, en la perspectiva de favorecer un incremento en la viabilidad, desarrollo, competitividad y crecimiento del proyecto empresarial, hoy es determinante impulsar la participación dinámica del conjunto de los trabajadores, mediante la consulta y la instauración de mecánicas habituales basada en una la cultura de la participación, la información y la consulta. La participación debe girar entorno a la empresa y al centro de trabajo, un conocimiento y una implicación directa de los trabajadores en el conocimiento del todo el ciclo productivo, la toma en consideración de su opinión, tanto en la especificidad funcional de su puesto de trabajo como en el desarrollo global del proyecto desemboca en una mayor complicidad del trabajador en los retos de la empresa en cada momento. 1º La situación de crisis, como la que padecemos, se aborda en mejores condiciones para la empresa desde la participación, la información y la consulta. La experiencia indica que las decisiones compartidas, por difíciles que puedan parecer, terminan siendo un garantía de viabilidad del proyecto empresarial que en un momento determinado atraviesa una situación de crisis. Los posibles Expedientes de Regulación de Empleo son menos traumáticos si con anterioridad a la coyuntura, existe un clima de diálogo sobre la base de mejorar los aspectos referidos a la comunicación, participación, información y consulta. 2º Otro eje básico para desarrollar la cultura de la participación de los trabajadores en el debate de las decisiones de la empresa o proyecto empresarial, es el relacionado con la Prevención de Riesgos Laborales y las políticas de lucha contra la siniestralidad laboral. Las políticas de comunicación y consulta en materia de prevención son básicas para estimular en cada trabajador la percepción de que la salud laboral no es una cuestión individual, ni algo exclusivo de la empresa, muy al contrario, debe ser un reto conjunto de la empresa, y la totalidad de la plantilla, y por lo tanto ésta asumir su papel en el seno de la red preventiva, lo que conlleva la implicación de los trabajadores en el conjunto de iniciativas vinculadas al Plan de Prevención de Riesgos Laborales. 3º Es determinante, para un nuevo impulso de los proyectos empresariales, favorecer una política que diseñe el mejor itinerario profesional de todos y cada uno de los componentes de la empresa. Esta debe articular, dentro de los distintos departamentos de Recursos Humanos los mecanismos que recojan las potencialidades profesionales, humanas, así como las habilidades, experiencias y conocimientos de todos sus trabajadores. Si se desarrollan las temáticas anteriormente expuestas, se está en situación de aspirar a la consecución de retos comunes que conlleven un mayor éxito del proyecto. 4º La concertación en materia de investigación, desarrollo e innovación, así como las políticas de reinversión en nuevas tecnologías de los recursos excedentes, representan un eje decisivo de participación y consulta. En el marco de un nuevo modelo productivo es importante que el trabajador conozca y participe de las apuestas de futuro de la empresa y el coste de las mismas, sobre la base de un proyecto empresarial sólido, en el que 1 los trabajadores se identifiquen desde el punto de vista de sus aspiraciones y objetivos profesionales, y se sientan parte integrante del proyecto. 5º Las políticas laborales y las garantías de estabilidad en la contratación tienen un papel esencial en este cambio de paradigma. No se avanza hacia un nuevo modelo productivo con salarios y condiciones precarias. La estabilidad de un proyecto empresarial se garantiza con una producción donde el valor añadido sea importante, y en el proceso tiene una importancia decisiva la estabilidad y las condiciones laborales y contractuales. En este marco, los mecanismos de participación y consulta, debidamente consensuados, son una garantía importante desde el punto de vista de asentamiento y continuidad de un proyecto empresarial de futuro. Una cultura basada en la consulta y la información, fortalece a la empresa, robustece el valor de sus decisiones, que cuentan con opinión cualificada de sus propios trabajadores, en definitiva mejora la competitividad, el crecimiento y la permanente adaptación al contexto interno y externo renovando colectivamente su capacidad de desarrollo empresarial. En definitiva un proyecto empresarial es más vivo y dinámico, cuanta mejor política de información, consulta y participación desarrolla con sus propios trabajadores, mayores resortes grupales para afrontar situaciones de dificultad, y mayor capacidad profesional e intelectual para abordar un crecimiento competitivo de una empresa con los objetivos claros, conocidos y participados. Madrid, 29 de noviembre de 2011. Javier Alcázar Medina. Adjunto de la Secretaría de Economía Social y Autoempleo de la Confederación Sindical de CCOO. 2