155-063580 del 18 de diciembre de 2002 Subrogación de acreencias laborales. Artículo 24 de la Ley 550 de 1999. Me refiero a su comunicación radicada en esta Superintendencia el pasado 6 de noviembre de 2002 con el número 2002-01-144261, por medio de la cual consulta el alcance del artículo 24 de la ley 550 de 1999, que permite la libre negociación de acreencias entre los acreedores externos e internos de una empresa en reestructuración, frente a lo establecido por el artículo 343 del Código Sustantivo del Trabajo, según el cual "No produce ningún efecto la cesión que haga el trabajador de sus prestaciones sociales". De manera concreta, se pregunta: 1. 2. ¿La sanción de ineficacia impuesta a la cesión de prestaciones sociales por el artículo 343 del C.S. del T., se extendería a la subrogación de créditos laborales? El artículo 343 del Código Sustantivo del Trabajo prohíbe la cesión de las prestaciones sociales al sancionar con la ineficacia su estipulación; en igual sentido, el artículo 142 de ese mismo Código, no permite la cesión total o parcial del salario, ni a título gratuito u oneroso, por tratarse de un derecho irrenunciable. Lo anterior por cuanto el derecho al salario y a las prestaciones sociales hacen parte del mínimo de derechos y garantías consagrados a favor de los trabajadores, de suerte que cualquier estipulación que afecte o desconozca ese mínimo carece de eficacia, según lo ordenan los artículos 13 y 14 ibídem. Sin perjuicio de lo anterior, el artículo 24 de la ley 550 de 1999 admite, dentro del contexto de la promoción de un acuerdo de reestructuración, la libre negociación de acreencias externas con otros acreedores externos, con acreedores internos o con terceros; negociación que da lugar a que el adquirente de la respectiva acreencia se subrogue legalmente en los derechos del acreedor inicial y, por el hecho del pago por cuenta del deudor, se haga titular de los votos correspondientes a las acreencias adquiridas. Así las cosas, debe interpretarse el artículo 24 de la ley 550 de 1999 en armonía con lo dispuesto por el Código Sustantivo del Trabajo en cuanto a la imposibilidad de ceder el salario y las prestaciones sociales, razón por la cual, ante la ineficacia de la cesión de dichos créditos no puede darse aplicación a lo establecido por la ley de reactivación empresarial. No obstante lo anterior, resulta oportuno aclarar que si bien la ley laboral impide la cesión de las acreencias por concepto de salarios y prestaciones sociales, el Código Sustantivo del Trabajo en ningún momento prohíbe la subrogación por el pago de esas acreencias. En efecto, es fundamental distinguir la cesión de créditos a que se refieren los artículos 1959 y siguientes del Código Civil, del pago con subrogación regulado por los artículos 1666 a 1671 de esa misma codificación. La primera constituye un contrato, que puede ser a título gratuito u oneroso, por virtud del cual el acreedor cedente trasfiere al cesionario el crédito del que es titular mediante la entrega del título que lo contiene o, en el caso de no constar en documento alguno, mediante el otorgamiento de uno por parte del cedente al cesionario. En ambos casos es necesaria la notificación al deudor o su aceptación, para que la cesión produzca efectos en su contra. Por otra parte, la subrogación "es la transmisión de los derechos del acreedor a un tercero, que le paga", subrogación que puede operar por virtud de lo establecido en la ley o como consecuencia de una convención. Ésta supone el pago por parte de un tercero, que no extingue el vínculo obligatorio, como ocurre con el pago que hace directamente el deudor, toda vez que éste queda obligado frente a la persona que pasó a ocupar el lugar del acreedor; asimismo, de conformidad con lo establecido por el artículo 1670 del Código Civil, la subrogación traspasa al nuevo acreedor todos los derechos, acciones, privilegios, prendas e hipotecas del antiguo, así contra el deudor principal como contra cualesquiera terceros, obligados solidaria y subsidiariamente a la deuda. De esta manera, el titular de acreencias laborales por concepto de salarios o prestaciones sociales, si bien no puede cederlas por expresa disposición del Código Sustantivo del Trabajo, puede, dentro de la negociación de un acuerdo de reestructuración en los términos de la ley 550 de 1999, aceptar el pago por parte de un tercero u otro acreedor externo o interno del deudor en reestructuración, evento en el cual operará la subrogación a que se refiere el artículo 1666 del Código Civil y se deberá dar aplicación a lo establecido por el artículo 24 de la ley 550 de 1999, de manera que el nuevo acreedor pueda hacerse titular de los votos correspondientes a las acreencias pagadas. 3. ¿Es válido que un tercero se subrogue en los créditos laborales, mediante la negociación y pago de los mismos, y en consecuencia se subrogue en los derechos de voto y privilegios conservando su carácter de acreedor laboral? Como quiera que la ley laboral no impide el pago con subrogación de las acreencias laborales, debe concluirse que el mismo procede en los términos establecidos por el Código Civil Colombiano, razón por la cual, quien haya efectuado el pago respectivo no sólo se podrá ejercer los votos que correspondan a las acreencias pagadas, sino que además se hará titular de las acciones, privilegios y accesorios inherentes a dicho crédito, en la forma establecida por el artículo 1670 del Código Civil. En consecuencia, el nuevo acreedor deberá recibir al momento de la celebración y ejecución del acuerdo de reestructuración el tratamiento de acreedor laboral. 4. ¿Es posible subrogar obligaciones fiscales, mediante el pago de las mismas conservando la prelación legal en el pago? De igual manera, el tercero que pague las acreencias fiscales del deudor en reestructuración se subrogará en los derechos y privilegios que correspondan a la misma, razón por la que al momento de la celebración y ejecución del acuerdo de reestructuración, conservará la prelación propia de las acreencias fiscales. En los anteriores términos se responde a sus interrogantes, no sin antes advertir que los efectos de este pronunciamiento son los contemplados por el artículo 25 del Código Sustantivo del Trabajo.