oficio 155-079378 del 2 de diciembre de 2003. Referencia: Obligaciones causadas con anteriroridad a la fecha de aceptación del apromoción del acuerdo que no quedaron incluidas en el mismo. De manera atenta damos respuesta a su consulta, radicada en esta Entidad con el número 2003-01-193713 del 13 de noviembre del año en curso, a través de la cual, solicita el concepto de este Despacho acerca de la situación de las acreencias originadas con anterioridad a la fecha en que la sociedad fue aceptada a la promoción del acuerdo y que no quedaron incluidas en el acuerdo de reestructuración celebrado por la sociedad en acuerdo. Al respecto es necesario precisar cuáles son las obligaciones que van a formar parte de la negociación del acuerdo, es así como, el artículo 22 de la ley 550 de 1999, establece que los derechos de voto que corresponden a cada acreedor al momento de suscribir el acuerdo de reestructuración, se determinarán con base en la relación de acreencias que el empresario suministre al promotor, y en especial con base en los estados financieros, a los que se refiere el artículo 20 ibidem, es decir, para el desarrollo de la negociación, se requerirá de un estado de inventario donde se especifiquen todas y cada una de las acreencias del deudor, el cual deberá, estar cortado al último día calendario del mes inmediatamente anterior a la fecha de la solicitud de la promoción por parte del empresario, o de la iniciación de la negociación, y será elaborado con base en los estados financieros ordinarios o extraordinarios del empresario. Ahora bien, para determinar cuáles son las obligaciones que deben ser relacionadas en el respectivo estado de inventario para formar parte del acuerdo, debemos remitirnos al artículo 19 de la normatividad citada, que establece que las obligaciones que se adquieran con posterioridad a la fecha en que la sociedad fue aceptada a la promoción de un acuerdo de reestructuración, no tendrán derecho de voto y deberán pagarse como gastos de administración, es decir, no van a formar parte del acuerdo, de esto se deriva que, a contrario sensu, aquellas obligaciones que se originen en fecha anterior, a que la sociedad haya sido aceptada a la promoción del acuerdo, serán las obligaciones que entrarán a formar parte de éste y que deberán ser reestructuradas. Visto lo anterior, se tiene que, la fecha de aceptación de una sociedad al trámite de un acuerdo de reestructuración, será la que deberá tenerse en cuenta como fecha de corte para determinar las acreencias que formarán parte de la negociación del mismo y a partir de ésta, las obligaciones que adquiera la sociedad con posterioridad, serán consideradas gastos de administración pagaderos en forma preferente. De otra parte, en el caso de que alguna de las acreencias no sean relacionadas en el inventario mencionado y los acreedores no suministren al promotor los documentos que soporten su acreencias para ser incluidos en la determinación de derechos de voto y acreencias, deberán sujetarse a lo dispuesto en el parágrafo 3º del artículo 23 de la Ley 550 de 1999, el cual establece "Sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 21 de esta ley, los titulares de créditos no relacionados en el inventario exigido en el artículo 20 de esta ley y que no hayan aportado oportunamente al promotor los documentos y elementos de prueba que permitan su inclusión en la determinación de los derechos de voto y de las acreencias, no podrán participar en el acuerdo. Tales créditos, de ser exigibles, sólo podrán hacerse efectivos persiguiendo los bienes del empresario que queden una vez cumplido el acuerdo, o cuando éste se incumpla, salvo que sean expresamente admitidos con el voto requerido para la celebración del mismo. ". Así las cosas, en el caso de tratarse de acreencias que por su fecha de causación debieron estar contenidas en la determinación de derechos de voto y acreencias realizada por el promotor, y no quedaron contemplada en la misma, ni el acreedor aportó la documentación pertinente al promotor, deberá dicho acreedor esperar a que el acuerdo se cumpla o incumpla para poder perseguir los bienes del empresario, a menos que los demás acreedores acepten su inclusión con la misma votación requerida para la celebración del acuerdo.