Actividad 8.-Técnicas e instrumentos: Observación, entrevista, técnicas sociométricas y técnicas de grupo. 1.- La observación: La observación directa del fenómeno en estudio es una técnica bastante objetiva de recolección; con ella puede obtenerse información aún cuando no existía el deseo de proporcionarla y es independiente de la capacidad y veracidad de las personas a estudiar; por otra parte, como los hechos se estudian sin intermediarios, se evitan distorsiones de los mismos, sin embargo, debe cuidarse el entrenamiento del observador, para que la observación tenga validez científica. 1.1.- Modalidades de la observación: La observación puede adoptar diferentes modalidades: • Según los medios utilizados ó clasificación: a. Observación Estructurada: Se observan los hechos estableciendo de antemano qué aspectos se han de estudiar. b. Observación no estructurada: Consiste en recoger y anotar todos los hechos que sucedan en determinado momento sin poseer guía alguna de lo que se va a observar. • Según el papel o modo de la participación del observador: a. Observación participante: Consiste en la participación directa del observador con la comunidad, el grupo la situación determinada. b. Observación no participante: El observador permanece ajeno a la situación que observa. • Según el número de observadores: a. Individual: es la que realiza una sola persona, es obvio que el investigador se centra en lo que observa. b. Colectiva: es una observación en equipo, puede realizarse de las siguientes maneras: todos observan lo mismo o cada uno observa un aspecto diferente. • Según el lugar donde se realiza: a. Campo: los hechos se captan tal y como se van presentando en el mismo sitio donde usualmente se encuentran o viven los sujetos estudiados. Allí se observa cómo actúa el sujeto. b. Laboratorio: tiene cierto carácter experimental y comprende la observación minuciosa y detallada de un fenómeno en un sitio especialmente previsto para hacer la observación. 2.- La Entrevista: En la entrevista una persona (el encuestador) solicita información a otra (el sujeto investigado o encuestado) para obtener datos sobre un problema específico, es decir, debe haber un intercambio verbal entre dos personas. La entrevista puede ser: • Estructurada: cuando el entrevistador elabora una lista de preguntas las cuales plantea siempre en igual orden (existe un formulario preparado). • No estructurada: el investigador hace preguntas abiertas, no estandarizadas, por lo cual esta técnica deja mayor libertad a ambas partes, sin embargo, tiene el inconveniente de que dificulta el procesamiento de los datos recogidos. Para obtener datos válidos en la entrevista deben cuidarse los siguientes aspectos: • El contacto inicial entre el encuestador y el encuestado: debe existir una relación cordial y agradable al solicitar la información. • La manera de formular las preguntas: deben evitarse los tecnicismos. 3. Técnicas sociométricas: A diferencia de las técnicas de observación cuya atención se concentra en el alumno como individuo, las técnicas sociométricas concentran su atención en el grupo y las interacciones sociales que se presentan en él. Entendemos por "interacciones sociales" todas las situaciones en que las actitudes de los miembros del grupo se encuentran entrelazadas de tal manera que influyen fuertemente sobre las conductas que cada miembro en lo personal habrá de manifestar. En otras palabras, hablamos de la repercusión que la situación del grupo tiene en cada uno de los miembros. Los principales instrumentos que utilizan las técnicas sociométricas son: el sociograma, el sociodrama y los inventarios de personalidad. 1.1.- Técnicas de grupo: a) Técnicas para el trabajo de asociaciones: Mejorar la vida y el trabajo de las asociaciones pasa por reflexionar sobre cómo nos estamos organizando. Muchas asociaciones han visto bajar su afiliación, han perdido participación en sus actividades o han tenido conflictos, en muchos casos por no saber organizar bien sus reuniones. No es ésta la única causa, conviene antes averiguar las razones primarias de estos hechos. Pero, en el caso de que diagnostique que nuestros socios y socias están un poco hastiados de reuniones o no les sacan a éstas el partido que esperaban, las técnicas de grupo pueden aliviar el ambiente y contribuir a revitalizar una asociación. Vamos a hablar de “técnicas de grupo”, porque entendemos que este término es más amplio que el de “técnicas de reuniones”. El grupo ha de permanecer después de la reunión orgánica, y su trabajo y conclusiones pueden conseguirse por más medios que el de la mera “asamblea” o “junta directiva”. Las técnicas de grupo son, por lo tanto, maneras o procedimientos sistemáticos que nos permiten organizar y desarrollar la acción del grupo, sobre la base de los conocimientos suministrados por la teoría de la Dinámica de Grupos. Muchas asociaciones han usado siempre algunas de estas técnicas, aunque les daban ese nombre. Otras han comenzado a utilizarse sólo en os últimos años, por la influencia de experiencias de animación sociocultural. Las propuestas que aquí se hacen son el resultado de muchas investigaciones en el marco de las ciencias que estudian las relaciones humanas. Pero no han de aplicarse a rajatabla, han de ser fruto del deseo de los participantes que, además, irán poco a poco adaptándolas según se vea su utilidad para el grupo, así como mezclándolas en función de sus propios criterios comunes. b) Cómo elegir la técnica adecuada: En cada reunión o acto grupal que organizamos, los convocantes (directiva, animador, etc.) han de plantearse, junto al orden del día las técnicas, que van a utilizar, en función de los asistentes previstos y del tema a tratar. A veces, un grupo es tan suficientemente maduro que antes de iniciar la reunión elige la técnica a utilizar. En cualquier caso, previamente a esa elección, hemos de considerar: Qué objetivos perseguimos. Hay técnicas especialmente elaboradas para promover el intercambio de ideas y opiniones (discusión), otras para entrenarse en la toma de decisiones (estado mayor), otras favorecen el aprendizaje de conocimientos (entrevista) o promueven la participación de todos y todas (Phillips 66). Qué entrenamiento tiene el grupo. Unas técnicas son más fáciles, otras más complicadas. Éstas últimas son más efectivas, pero en un grupo inmaduro pueden provocar un rechazo inicial. Las técnicas que se proponen al principio son menos participativas (mesa redonda, conferencia) y, según el grupo va avanzando, se van aplicando otras que requieren mayor compromiso e integración en el grupo. Qué tamaño tiene el grupo. No es lo mismo un grupo pequeño (de menos de 15 personas) en que hay más cohesión y confianza, en el que podremos utilizar técnicas como el debate dirigido o el estudio de casos; que un grupo mayor en el que hay mayor intimidación y necesidad de formalismo, en este segundo caso habrá que utilizar técnicas más dirigistas (simposio, panel) o que subdividen en grupos (Phillips 66) Qué medio físico es en el que se está. No es lo mismo la calle que el local de la asociación; un encuentro en una casa particular que un encuentro con más entidades en un centro cultural. Por último, quién conduce la reunión. Puede ser que contemos con un animador especializado o con unos líderes de mucha proyección, que sean capaces de centrar los temas e incitar a la participación, en ese caso, podremos utilizar técnicas más complejas. En el caso de ausencia o debilidad del conductor, habrá que buscar técnicas que faciliten el consenso. c) Cuando utilizar las técnicas de grupo: Las técnicas no deben ser una obsesión a aplicar en cualquier momento de la vida de la asociación. Conviene aplicarlas cuando: El grupo necesita integrarse y madurar: conocerse, comunicarse, cooperar, establecer normas por consenso, definir objetivos, cohesionarse... El grupo necesita tomar conciencia de su situación actual en cuanto a comunicación, cohesión, identificación con objetivos, problemas de roles, poder o liderazgo, etc. En el grupo se detectan problemas de integración, de comunicación o de encuentro entre algunos miembros. Hay un clima demasiado tenso o con un alto nivel de ansiedad que obstaculiza la marcha grupal. En estos casos conviene que, una vez recuperado un clima grupal apropiado, se vea posibilidad de que el grupo reflexione sobre cuál fue el origen del problema. *Algunas técnicas tradicionales: 1. Charla-Coloquio 2. Mesa Redonda 3. Simposio 4. Philips 66 5. Tormenta de ideas. 6. Discusión dirigida 4.- Bibliografía: Ander Egg, E. (1992): ¿Cómo hacer reuniones eficaces?. Editorial Magisterio del Río de la Plata. Argentina. Cano, A. (2005): Técnicas e instrumentos prácticos de Trabajo Social. Biblioteca Pública. Las Palmas de Gran Canaria. Ander Egg, E. Introducción a las Técnicas de Investigación Social. México: Editorial Trillas; 1976.