FLANDES. BRUJAS Y GANTE, HISTORIA Y BELLEZA La forma más adecuada de visitar Brujas es a pie para poder disfrutar pausadamente de todos sus encantos. Brujas No se necesitan muchas palabras para describir Brujas: su solo nombre ya evoca un ambiente mágico e inolvidable. Quienes la han visitado lo dicen: un paseo por Brujas es un viaje al pasado, un cuento de hadas hecho realidad. Brujas entusiasma a todos por igual. Las vistas de sus canales, sus edificios históricos, su aire romántico, dejarán huella en tu memoria. El casco histórico de Brujas fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 2000. Hace 800 años, Brujas era la primera gran capital del Condado de Flandes y una de las principales ciudades comerciales de Europa. Actualmente, dentro de las murallas de la ciudad se puede contemplar una enorme cantidad de monumentos y tesoros artísticos. Las murallas, torres y puertas de acceso a la ciudad medieval se conservan prácticamente intactas. Desde hace algunos años el tráfico de vehículos se regula en favor de los peatones. Por eso es recomendable dejar el coche en alguno de los lugares de aparcamiento, situados a un paso del centro. La forma más adecuada de visitar Brujas es a pie para poder disfrutar pausadamente de todos sus encantos. También puedes optar por un paseo en barca recorriendo sus canales medievales, durante el cual podrás contemplar la belleza de esta ciudad con una perspectiva diferente. El corazón de Brujas se encuentra en el Grote Markt o Plaza Mayor, circundada por espléndidas fachadas como las del Palacio Provincial el salón de los tejidos o " De Lakenhalle" y el imponente monumento conocido como Atalaya, símbolo de la libertad y de la autonomía de Brujas. En la Basílica de la Santa Sangre, del siglo XII, situada en el fortín (Burg), se guarda la reliquia de la Santa Sangre de Jesucristo. La Catedral de San Salvador, por su parte, es la iglesia parroquial más antigua de Brujas. La Iglesia de Nuestra Señora tiene la torre de ladrillo más alta de la ciudad. No dejes de visitar el Centro y Escuela de Encaje, donde se puede aprender a hacer encaje de bolillos y visitar el museo. Otra de las visitas imprescindibles en Brujas es su apacible Beaterio, una reminiscencia de la Edad Media en pleno corazón de la ciudad. Brujas también tiene un aspecto actual y dinámico: en 2002 fue Capital Cultural Europea, lo que sirvió para revitalizar la ciudad y poner en marcha una serie de proyectos de la máxima actualidad, como su nuevo Auditorio o Concertgebouw, una impresionante sala de conciertos, con un variado programa de actuaciones y conciertos. Brujas te sorprenderá por su nutrido calendario de acontecimientos culturales. Uno de los más llamativos es la Procesión de la Santa Sangre, al final de la primavera. También valen la pena las Fiestas de los Canales, o "Reiefeesten", que se celebran cada tres años y rememoran la época medieval en Brujas. Durante el famoso Cactus Festival, que tiene lugar en el romántico parque Minnewater, se pueden escuchar conciertos de blues, reggae y música étnica. Y si buscas una alternativa a las rutas más frecuentadas, en las afueras de Brujas encontrarás tranquilos senderos, verdes prados y coloridos paisajes. No te pierdas la pequeña localidad de Damme, a sólo 30 minutos en barco por uno de los canales más bellos de Flandes. FLANDES. BRUJAS Y GANTE, HISTORIA Y BELLEZA ... la ciudad flamenca con mayor número de edificios históricos, una intensa vida cultural y una situación privilegiada... Gante En el S. XVI Gante fue, después de París, la ciudad más grande de Europa al norte de los Alpes. Actualmente, puede sentirse orgullosa por ser la ciudad flamenca con mayor número de edificios históricos, una intensa vida cultural y una situación privilegiada, entre Brujas y Bruselas, a 50 Km de cada una de ellas. Las tres torres son el símbolo más representativo de la ciudad. Corresponden al campanario de la Catedral de San Bavón, a la Atalaya o Belfort y a la torre de la iglesia de San Nicolás. Desde el puente de San Miguel obtendrás la mejor vista para tus fotos más artísticas. El agua es el otro símbolo de la ciudad. Gante es punto de encuentro de dos ríos que la bañan: el Lys y el Escalda. Dos de los rincones más bonitos de la ciudad, y de todo Flandes, son el Graslei (muelle de las herboristas) y el Korenlei (muelle de los graneros). Sus edificios gremiales -construidos entre los ss. XII y XVII- reflejados en el agua quedaron para siempre grabados en tu memoria, así como la de los jóvenes sentados en las orillas. No hay que olvidar que Gante es ciudad universitaria y que los estudiantes acuden en masa a esta zona de la ciudad para olvidar las duras jornadas de estudio diarias. La ciudad fue residencia de los Condes de Flandes, por lo que Carlos I nació en ella. Hoy día no queda rastro del castillo donde el emperador vio la luz, pero sí del Gravensteen o Castillo de los Condes, construido en el S. XIII. Se trata de una impresionante fortaleza en pleno centro de la ciudad, rodeada por un foso. A lo largo de la historia fue residencia de los Condes de Flandes, Casa de la Moneda, prisión e incluso fábrica de algodón. Desde lo alto de sus torres divisamos una maravilloso panorama de la ciudad. Aunque si quieres la mejor vista panorámica, atrévete a subir al Belfort o Atalaya (tranquilo, tienes la opción de hacerlo en ascensor...) En los alrededores del Castillo se encuentra el barrio del Patershol. Compuesto por callejones estrechos, su origen está en las casitas humildes que se construyeron en torno a un pozo de agua potable. Hoy día es un agradable lugar para pasear y disfrutar con los escaparates de modernos diseñadores, aunque lo que caracteriza a este barrio es su gran número de restaurantes de alta calidad. Gante cuenta además con cinco abadías, tres beaterios y dieciocho museos, entre los que destacamos el SMAK o Museo de Arte Contemporáneo, el Museo del Diseño y el Museo Etnológico: un conjunto de casitas típicas flamencas que encierran tesoros de la vida popular flamenca de principios del S. XX. Pero si hay un tesoro en la ciudad, éste se halla guardado en la Catedral. Nos referimos al políptico de "La Adoración del Cordero Místico", realizado por Jan Van Eyck. Máximo ejemplo de la pintura de los Primitivos Flamencos, el retablo aún conserva la fuerza de la luz y el color en sus tablas. En cuanto a festivales y acontecimientos culturales, Gante es ciudad ideal para los amantes de la diversión. Anualmente se celebran en julio las Fiestas de Gante, las mayores celebraciones callejeras de Europa, así como festivales de música clásica, cine y teatro. La ciudad ha desarrollado diferentes paseos cuyo tema principal es la cerveza. Hay varias fórmulas: un paseo cervecero que descubre las propiedades de la cerveza, otro itinerario combina la bebida con una experiencia culinaria, otro sigue las huellas del pasado cervecero de la ciudad a través de sus famosas cervecerías y cafés tradicionales. El punto final es la fábrica artesanal de la ciudad: GRUUT (nombre original de la mezcla de hierbas que aromatizaba la cerveza en la Edad Media). FLANDES. BRUJAS Y GANTE, HISTORIA Y BELLEZA Tras las huellas del cordero Si hubiera un libro de récords guiness relacionados con las obras de arte, “La Adoración del Cordero Místico” sería la ganadora de varios rankings. No sólo es considerada por los expertos como una de las principales 10 obras de arte de la historia, es también la más codiciada. Tras haber sido robada, regalada, vendida, escondida, falsificada, censurada, amputada... finalmente pudo regresar a su lugar de origen, la Catedral de San Bavón de Gante. Durante 5 años será restaurada. Con este motivo, la ciudad de Gante ha editado un nuevo plano original y atractivo -”The Mystic Lamb and its adventures” que narra las aventuras y anécdotas de la obra de arte, y sitúa los lugares de la ciudad en los que se encuentran huellas de la misma. “La Adoración del Cordero Místico”, el famoso políptico de los hermanos Van Eyck, es también llamado “la obra de arte más codiciada del mundo”. Por ello no es de extrañarse que estuviera incluido en la lista de deseos de Adolf Hitler durante la II Guerra Mundial, cuando envió a sus tropas a acopiarse de las obras más valiosas de los territorios ocupados. Últimamente la película “Monuments men” ha hecho referencia a como un grupo de directores de museos, comisarios e historiadores del arte americanos recibe el encargo de recuperar las obras de arte confinadas en las líneas alemanas y devolverlas a sus propietarios. Gracias a ellos, la “Adoración del Cordero Místico” se halla hoy en el lugar para el que fue diseñada: la Catedral de San Bavón de Gante.