Características de la pintura del Barroco Extraído de Escuelapedia En el campo pictórico fuimos testigos durante este período, además de la transformación estilística, de la expansión de los géneros y las dimensiones de la pintura misma, a fin de integrar orgánicamente los espacios arquitectónicos. Esta pintura tenía una característica muy especial denominada de “trompe l’oeil”, aplicado a las paredes y techos que fue una de las aportaciones más singulares del barroco. Esta técnica se denomina en su traducción como «trampa ante el ojo» o trampantojo. El pintor más influyente de este periodo fue el italiano Caravaggio que definió correctamente los estándares de la etapa barroca. Las famosas pinturas religiosas del artista exhibían los contrastes entre la luz y la sombra en la formación de los cuerpos y los espacios presentando un clima dramático de intensa espiritualidad. La pintura barroca flamenca se impuso a través de la obra de dos artistas, muy diferentes: Peter Paul Rubens, autor de una pintura vigorosa, sensual y teatral, y Rembrandt van Rijn, pintor más introvertido, que realizó numerosos autorretratos inspirados por el lenguaje de Caravaggio intenso y dramático. En España, la pintura alcanzó un alto nivel artístico, dirigido por Diego Rodríguez da Silva y Velázquez, por Bartolomé Murillo y Zurbarán Francisco. Velázquez, pintor oficial de la corte y uno de los artistas barrocos originales, hizo su obra maestra, “Las Meninas” en 1629. En Francia, el sentido íntimo de la pintura de Caravaggio, de Georges de La Tour se oponen a los aspectos más clásicos de la obra de Nicolas Poussin y la naturaleza de los cuadros escénicos de Charles Le Brun para el Palacio de Versalles. La escultura barroca se encuentran a su punto culminante en la obra del italiano Gian Lorenzo Bernini, que se caracteriza por el virtuosismo técnico y un intento de capturar los momentos efímeros en el movimiento, tales como las piezas “Apolo y Dafne”, realizado entre 1622 y 1624 o el “Éxtasis de Santa Teresa” de 1645.