UNIDAD II 2. EL UNIVERSO 2.1 Concepto general El Universo es todo lo que existe: el espacio, las galaxias, las estrellas, el sistema solar, la Tierra y todas las cosas en ella y dentro de ella, inclusive nosotros mismos. El estudio de los meteoritos y el análisis de espectrometría de las estrellas y las galaxias, revelan un hecho asombroso: los elementos químicos son los mismos en todo el universo. Hasta donde se ha podido saber, aun las galaxias más lejanas están formadas por los mismos elementos como calcio, hidrógeno y nitrógeno, elementos que se encuentran en la Tierra. De la investigación del Universo, se han originado diferentes ciencias: Astronomía. Ciencia que estudia los movimientos, tamaño, constitución y otros aspectos de los astros. Astrofísica. Estudia la naturaleza física y química de los astros. Radioastronomía. Estudia las ondas de radio que nos llegan de los astros. Con la ayuda de estas ciencias se ha logrado descubrir en la bóveda celeste cierta noción de orden y de leyes, que nos han permitido conocer el lugar que ocupan la Tierra, el Sol, el sistema solar, las estrellas, las nebulosas y las galaxias. 2.2 Origen ¿Qué posibilidades hay para averiguar cómo empezó el Universo?, hay dos posibilidades: o bien el Universo siempre existió y no tuvo principio ni tendrá fin, o bien todo el Universo tuvo su comienzo en algún momento del pasado y está evolucionando lo mismo que las estrellas y las galaxias. Las estrellas y las galaxias no pueden durar para siempre. Las estrellas están “gastando” su combustible de hidrógeno y algún día tendrán que terminar como desecho cósmico. Lo mismo puede decirse de las galaxias. Algún día tiene que acabarse su capacidad de formar nuevas estrellas de “polvo” y gas. Más ¿Puede el Universo rejuvenecer y comenzar de nuevo? Del estudio de la distribución de las galaxias en el espacio, utilizando el efecto Doppler, según el cual un objeto que se aleja, produce un ligero corrimiento hacia el rojo de las rayas de su espectro, porque las ondas luminosas que llegan al observador se hallan mas espaciadas que si el objeto estuviera fijo, lo cual aumenta aparentemente la longitud de onda. Con excepción de algunos sistemas muy próximos pertenecientes al llamado Grupo Local, todas las galaxias muestran corrimiento al rojo en su espectro, indicio que se alejan de nosotros. Esto indica que todo el Universo se está expandiendo y surgen las siguientes teorías: Teoría Oscilante (Pulsante). Sugiere que el Universo se dilata y se contrae forma similar a nuestro pulso; es decir que después de un proceso expansión, viene uno de contracción. En este caso el Universo sería Universo oscilante contrayéndose y expandiéndose nuevamente como gigantesco pulmón o globo. en de un un Teoría del estado fijo. Menciona que a medida que las galaxias se alejan unas de otras, se forman misteriosamente en el espacio nuevas cantidades de hidrógeno. Con el tiempo se producen nuevas galaxias jóvenes que reemplazan a las que están desapareciendo y “muriendo” en la distancia. Esto podría llamarse el Universo perpetuo. Teoría Evolucionista o del gran Estallido. Afirma que cuando comenzó el Universo no existían galaxias, ni estrellas, ni siquiera gran cantidad de materia. Había sólo acumulación de energía que estalló y se “enfrío” hasta formar materia. Oscilante Estado fijo Big Bang 2.3 El sistema solar La Tierra es un planeta. Es uno de los planetas que gira alrededor del sol. Al conjunto formado por el sol, nueve planetas, 60 lunas (satélites), millares de asteroides y numerosos cometas, se le denomina Sistema Solar. La mayoría de las teorías acerca del origen de los planetas consideran que éstos están formados con material procedente del sol, o que por condensación de una primitiva nube de polvo y gas, existente en nuestra galaxia y de la cual se formaron el sol y los planetas. Sin embargo, la composición del sol es muy distinta a la de los planetas interiores: está formado principalmente por los primeros elementos de la tabla periódica, el hidrógeno y el helio; sólo son elementos más pesados (es decir, de mayor peso atómico), el 1% de sus átomos. En los planetas interiores no hay prácticamente nada de hidrógeno y helio, el 99.9% de los átomos son de elementos más pesados que el helio. Otras de las interrogantes que se deben explicar en las teorías acerca del origen del sistema solar son: 1. El sistema solar se encuentra aislado de otros objetos celestes y se compone principalmente de espacio vacío. 2. Los planetas giran sobre sí mismos y alrededor del sol en una misma dirección y sus órbitas están casi en el mismo plano. 3. Los planetas se dividen en dos grupos según masa y composición. 4. La mayoría de los cometas que vemos tienen órbitas alargadas y vida corta. 5. El sistema solar tiene aproximadamente 5 000 millones de años. Se pueden distinguir dos tipos de teorías acerca del origen del sistema solar: La teoría natural o evolutiva. Según la cual los sistemas planetarios se consideran como parte de la historia evolutiva de algunas estrellas. Así se le puede clasificar a la teoría nebular de Immanuel Kant y Pierre Laplace, de que el sistema solar pudo haberse condensado de un disco giratorio de gas expulsado por el sol. La teoría catastrófica, en la que se supone que los sistemas planetarios se han formado por accidente, en circunstancias muy especiales o catastróficas, tales como el acercamiento o la colisión de estrellas. A este tipo corresponde la teoría de Chamberlin y Moulton, que menciona que al acercarse una estrella intrusa, ocasionó fuertes perturbaciones en la superficie solar, desprendiendo materia que al condensarse formaron los planetas. A partir de 1943 los astrónomos, han considerado nuevamente la idea de que el sol y los planetas se originaron de una gran masa fría de gas y polvo: una nebulosa. Las observaciones con grandes telescopios han revelado la existencia de grandes nubes de gas (verdaderas nebulosas) entre las estrellas, algunas de las cuales están en efecto condensándose y formando estrellas. Si una de éstas nebulosas no gira en absoluto, se condensará una sola estrella sin planetas. Si gira rápidamente se formarán extensos remolinos o vórtices y la nebulosa se dividirá en dos o más partes, formando posiblemente una estrella doble o triple. 2.3.1 Movimientos ¿Cómo se mueve el sistema solar? La historia de cómo el hombre llegó a comprender sus movimientos, es un relato de una viva aventura intelectual. Comienza con el hombre primitivo, que seguramente estaba mucho más familiarizado con las estrellas y constelaciones de lo que estamos la mayoría de nosotros. Posiblemente se daba cuenta de que algunas “estrellas” brillantes no se mantenían fijas en el cielo sino que noche a noche cambiaban lentamente de posición respecto a otras estrellas. Sus movimientos estaban siempre limitados a una angosta faja en el cielo, que hoy llamamos el zodiaco y que entonces era objeto de admiración y reverencia. Las constelaciones dentro de esta faja llamaban poderosamente la atención. Son las doce constelaciones del zodiaco o “zoológico celestial” y entre ellas se encuentran los planetas o “viajeros”. Era natural que el hombre asociara a estas luces que viajaban por el zodiaco con sus dioses. Los antiguos griegos dieron a los planetas los nombres de sus dioses: Mercurio, el de los pies ligeros, el más veloz de los planetas. Venus, diosa del amor que frecuentemente se ve resplandecer en el cielo inmediatamente antes del amanecer o después del ocaso; Marte, dios de la guerra, que brilla rojo y fulgurante en el cielo cada dos años; Júpiter rey de los dioses, con un recorrido más lento que el de Marte; y Saturno, el abuelo de los dioses, cuya marcha es aún más lenta. Para los antiguos, había siete objetos en el cielo que se desplazaban entre las estrellas: el Sol, la Luna y los cinco planetas conocidos entonces. Quizá en esto radique la importancia especial que se daba al número siete. Con seguridad explica por qué tenemos semanas de siete días. El domingo era el día del Sol (dies solis), el lunes el de la Luna, el martes el de Marte, el miércoles el de Mercurio, el jueves el de Júpiter, el viernes el de Venus y el sábado el de Saturno (saturni dies). 2.4 Movimientos de rotación y traslación Rotación. Movimiento que efectúa nuestro planeta de oeste a este al dar una vuelta completa alrededor de un eje imaginario; los extremos del eje reciben el nombre de polo norte y polo sur, A la duración de este movimiento se le llama día. El día según la forma de expresarlo se divide en tres tipos: sideral, solar medio y civil. Debido a este movimiento se produce el día y la noche. Día sideral. Es el tiempo exacto de rotación de nuestro planeta alrededor de su eje imaginario. Se toma como referencia el paso consecutivo de una estrella dos veces frente a un mismo meridiano. Su duración es de 23 horas, 56 minutos y cuatro segundos, (se usa sólo en los observatorios astronómicos). Día solar medio. Es el tiempo que tarda la Tierra en volver a presentar un mismo meridiano frente al sol. Su duración es diferente a lo largo del año, dependiendo de la estación. Se puede considerar una duración máxima de 24 horas. Día civil. Es el que rige las actividades humanas y consta de 24 horas civiles, cada una dividida en 60 minutos, el minuto en 60 segundos y el segundo en décimas de unidad. Traslación. Nuestro planeta se mueve alrededor del sol en una órbita elíptica poco excéntrica, a una velocidad media de 29 km/seg. Al tiempo que tarda en efectuar una vuelta completa se le denomina año y según la duración y la referencia que se adopta, puede ser de tres tipos: sideral, trópico y civil Año sideral. Es el tiempo real que tarda la Tierra en dar una vuelta alrededor del sol. Se toma como referencia el paso consecutivo de dos perihelios de la Tierra frente al sol. Su duración es de 365 días, 6 horas y 9 minutos, y se inicia el 1° de enero. Año trópico. Es el paso consecutivo de dos equinoccios de primavera, o sea, cuando el sol se alinea aparentemente al ecuador terrestre. Su duración es de 365 días, 5 horas, 48 minutos y 45 segundos. Se inicia el 21 de marzo. Año civil. Es el que rige la actividad humana y está determinado por días civiles de 24 horas. Tenemos dos tipos de años civiles; el común, que dura 365 días, y el bisiesto que dura 366 días y ocurre cada cuatro años. 2.5 Influencia del sol y la luna en los fenómenos geográficos 2.5.1 Fases de la luna Es sabido que en un lapso de 30 días la Luna nos presenta diferentes aspectos, que se llaman fases, las cuales se desarrollan de la siguiente forma: Luna llena. La Luna se levanta en el oriente al ponerse el sol; día tras día la Luna va saliendo más y más tarde, hasta que al cabo de una semana su salida es a las 12 de la noche, se ve entonces iluminada una mitad, la del lado oriente, cuando sucede esta etapa se dice que la Luna se encuentra en Cuarto Menguante. Cerca de dos semanas después de la Luna llena, la Luna se encuentra entre el sol y la Tierra. En ese día la fase se llama Luna Nueva y no podemos verla. Al cabo de unos días se ve de nuevo la luna al oeste después de ponerse el sol, en forma de un delgado creciente con la parte iluminada dirigida hacia el Sol, al cabo de una semana llega al Cuarto Creciente. Al seguir transcurriendo los días se repite el ciclo. 2.5.2 Eclipses Son la ocultación breve, parcial o total de un astro, por la interposición de otro. Hay dos tipos de eclipses que se suceden en la relación: Tierra, Sol y Luna. Eclipse de Luna. Tiene lugar cuando la Tierra se interpone entre el Sol y la Luna, en este caso el cono de sombra de la Tierra se proyecta sobre la Luna e impide verla. Eclipse de Sol. Se produce cuando la Luna se interpone entre el Sol y la Tierra, en este caso el cono de sombra de la Luna se proyecta sobre la Tierra e impide observar al sol en las zonas de la Tierra en donde pasa el cono de sombra de la Luna. 2.5.3 Las mareas, su energía y utilización Cuando una persona se encuentra sobre un peñasco al borde del mar observando cómo choca el agua sobre la roca, puede afirmar que está sintiendo el "pulso del océano". Las olas que produce el viento al accionar sobre la superficie del mar marcan sobre la costa un ritmo constante; pero también se puede registrar, al observar el mar durante todo un día, que se presenta un ritmo más lento, generalmente dos veces por día, y que constituye las mareas. Plinio, pensador latino nacido en el año 23 y muerto en la erupción volcánica que destruyó Pompeya, describe en su obra Historia naturalis sus observaciones sobre las mareas, señalando que la circunstancia más extraordinaria que se presenta en las aguas del mar es el flujo y reflujo alternado con las mareas, causado por la acción que ejercen el Sol y la Luna sobre el agua del mar: la marea fluye y refluye dos veces entre dos salidas de la Luna, siempre en un espacio de veinticuatro horas. Primero, la Luna hace crecer la marea y, cuando llega al cenit, declina y se pone, hace que la marea descienda, y al presentarse el Sol, la marea crece de nuevo; después de lo cual cede y vuelve a subir cuando aparece nuevamente la Luna. Las observaciones sobre las mareas realizadas por los pensadores de aquella época se realizaron principalmente en el Mar Mediterráneo y fueron aumentando cuando se iniciaron los viajes en todos los mares del planeta; sin embargo, muchos de estos informes fueron relatos hechos con grandes fantasías, sobre las mareas que se presentaban en las costas a las que iban llegando. Una nota curiosa de aquellas épocas, es la que narra que cuando César realizó su primera invasión de Britania, no tomó en cuenta las mareas que se presentaban en las costas de Kent, lugar que seleccionó para el desembarco, y cuando estuvo frente a ellas la marea alta se produjo una hora antes de la medianoche y llegó a una altura superior a la normal, por ser una marea de plenilunio, lo que provocó que la mayor parte de su flota sufriera daños, por lo cual César tuvo que retirarse para planear su desembarco tomando en cuenta el comportamiento del mar. Si César hubiera efectuado cuidadosas observaciones sobre los fenómenos de la marea durante un periodo razonablemente largo, habría descubierto que el mar crece, a lo que se le llama pleamar, y se retira dos veces por día. Existen generalmente cuatro mareas de diferente nivel diariamente: 2 mareas altas y 2 mareas bajas. La diferencia entre la pleamar y la bajamar recibe el nombre de amplitud de marea. Las mareas presentan gran diversidad de comportamiento, lo que hace que su estudio sea fascinante, ya que las condiciones locales y la configuración del terreno puede originar que el ascenso y descenso de las aguas presente un curso poco usual. En algunos lugares hay una sola marea por día. En otros no se puede hablar de marea en el sentido de pleamar y bajamar, pero en cambio enormes corrientes avanzan o retroceden, influyendo en grandes extensiones de la costa y produciendo gigantescas olas de marea. El estudio científico del comportamiento de las mareas se debe a Isaac Newton, que lo analiza en su obra Principios matemáticos de la Filosofía natural (1686). En esta obra Newton, con su ley de gravitación, calculó la altura de la marea según la fecha del mes, la época del año y la latitud. Sin embargo, en muchos de sus estudios considera que las mareas representan un equilibrio y no tomó en cuenta que las mareas representan un fenómeno dinámico. Fue el sabio Simón Laplace quien en su obra Mecánica celeste complementó las teorías de Newton. Posteriormente muchos investigadores han colaborado con trabajos para el conocimiento de las mareas como los de Rémi Chazallon, que en 1839 publicó el primer Anuario de mareas de las costas de Francia utilizando los primeros mareógrafos que probablemente se inventaron en 1850, y en 1872 lord Kelvin construyó un aparato para predecir mareas. La elevación y caída del nivel del mar se presentan de manera periódica y son más notables a lo largo de las líneas de costa del planeta. El intervalo entre una pleamar y la siguiente generalmente no es doce horas, sino de alrededor de doce horas y veinticinco minutos, por lo cual la pleamar se atrasa todos los días y está relacionada con el hecho de que la Luna también alcanza su punto más alto cerca de los quince minutos más tarde cada día. Esto implica que los dos fenómenos se presenten en diferente momento; la marea alta se produce, en general, algunas horas antes o después del paso de la Luna, y esta variación de tiempo depende además de la fecha del mes en que ocurra. Como se sabe, no sólo es la Luna la que causa este interesante fenómeno, sino que también el Sol interviene de manera directa en su producción; sin embargo, el período de las mareas solares sólo es de 24 horas. Todos los principios señalados para los efectos de la gravedad lunar sobre el océano pueden aplicarse al Sol, aunque su masa sea mayor (alrededor de 27 millones de veces la de la Luna) ya que está unas 400 000 veces más lejos, y por esta razón el efecto que la Luna ejerce sobre las aguas del océano es dos veces mayor que el provocado por el Sol. Las fuerzas de marea del Sol sólo representan el 46 por ciento en relación con las producidas por la Luna. Otro aspecto que se tiene que tomar en cuenta en el comportamiento de las mareas es su altura. Por ejemplo, en ciertos lugares la marea nocturna es más alta que la diurna; en otros, un arrecife de coral que cierto día, aun en la baja mar, quedó bien cubierto, puede quedar completamente expuesto quince días después. Esta variación quincenal está relacionada con los movimientos lunares: cuando la Luna está llena, la amplitud de las mareas es mayor, y cuando está en cuarto menguante o creciente, es mínima. Las mareas que se producen durante el periodo de cada mes lunar, en el que el Sol, la Luna y la Tierra se encuentran en línea recta, tienen mayor diferencia de nivel entre la marea más alta de la pleamar y la marca mínima de la bajamar, debido a que los efectos de la gravedad del Sol y la Luna se suman y son más fuertes. Estas mareas se denominan mareas vivas de primavera o equinocciales. (fig. 1) Los efectos opuestos ocurren cuando el Sol y la Luna están colocados formando un ángulo recto en relación con la Tierra, lo cual anula parcialmente la acción de la gravedad, resultando mareas más débiles que presentan poca diferencia entre los niveles más alto y más bajo de la marea. Éstas se denominan mareas muertas o de cuadratura. (fig. 2) Cada mes lunar consta de dos series de mareas equinocciales que alteran con dos series de mareas muertas, y entre ellas existen algunos días de transición que presentan mareas intermedias. Cuando se miden los niveles de las mareas, se toma en cuenta que el océano está sometido a diversas fuerzas, como las influencias gravitatorias de los astros, los vientos predominantes, la densidad variable de las masas de agua, etcétera. Además se tiene que considerar que el nivel del mar es diferente en los distintos océanos: es más alto en la costa del Océano Pacífico que en la del Atlántico, diferencia que puede deberse a la menor densidad del agua del Pacífico, e influye en la intensidad de las mareas. La manera más simple para efectuar mediciones de las mareas consiste en introducir una regla de madera graduada en un lugar poco profundo de la costa pero para poder registrar, lo más exacto posible, el lento cambio de la marea, se tienen que evitar las variaciones de nivel del mar en el periodo corto durante el que se mide, ya que el mar nunca está quieto; aun en la más completa calma se agita y se levanta formando olas. Para iniciar este tipo de medición generalmente se utiliza la bajamar media, como nivel de referencia, que se encuentra registrada en la mayor parte de las cartas de navegación. Esto permite contar con un punto de partida para hacer las observaciones. En la actualidad se cuenta con métodos de mayor precisión, y se han construido dispositivos de medición llamados mareógrafos, los cuales pueden estar colocados en los buques oceanográficos o en boyas para registrar los cambios de marea. Las mediciones de la marea permiten calcular la frecuencia con que se presentan los cambios de ellas, es decir, hacer la predicción de las mareas. Hasta hace pocos años, los aparatos para predecir las mareas eran mecánicos; ahora se utilizan computadoras electrónicas que hacen el trabajo de manera más rápida y eficiente y se programan para que impriman automáticamente las tablas de marea. En todos los países con costa existen instituciones que registran las mareas y publican tablas con esta información con el fin de que sea aprovechada; por ejemplo, en México, el Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México publica las de sus costas; en los Estado Unidos se registran en cuatro volúmenes: el primero para las costas de Europa, el Mediterráneo y la costa Oeste de África; el segundo para la costa este de Norte y Sudamérica; el tercero para la costa oeste de Norte y Sudamérica, y el cuarto para los océanos Pacífico e Índico; en Inglaterra las tablas de mareas ofrecen predicción detallada para 130 puertos patrones y permiten calcular las de 10 mil puertos del mundo; y en España aparece el Anuario de mareas editado por el Instituto Hidrográfico de la Marina. En las diferentes playas del mundo las mareas presentan características específicas, sobre todo en cuanto a su amplitud; tal es el caso de Puerto Peñasco, Sonora, en donde ésta alcanza 8 metros; los puertos de Liverpool y Bristol en Inglaterra tienen mareas vivas que producen ascensos y descensos de 9 a 10 metros; en Braunagar, India, la amplitud llega a 12.5 metros; en la Bahía de MontSaint-Michel, Francia, a 15 metros, y en la Bahía de Fundy, Canadá, es de 19.5 metros. Esta característica de las mareas presenta una serie de problemas para los diferentes tipos de puertos, ya que hace muy difícil el manejo de los barcos. Amplitudes en metros 8.0 9.0 — 10.0 Costa Puerto peñasco, Sonora, México Liverpool y Bristol, Inglaterra 12.5 Braunaga, India 14.0 Bahía Collier, Australia 15.0 Bahía Mont-Saint-Michel, Francia 18.0 Río Gallegos, Argentina 19.5 Bahía Fundy, Canadá Las mareas también intervienen en la modificación de las características de las costas, pues depositan o se llevan material. En la desembocadura de los ríos el material se puede depositar cerca de la orilla, formando los llamados bajos; o puede ser transportado y dispersado por las corrientes paralelas a la costa. Las características que tomarán las diferentes costas modificarán también la vida tanto vegetal como animal que en ese lugar se desarrolle; allí se encontrarán seres cuya forma de vida sufre una exposición cíclica al mar y al aire, a causa de las mareas. Para un observador que se encuentre en la arena de una playa, el ascenso de la marca difícilmente sugiere una enorme energía; sin embargo, la energía que la marca disipa continuamente en nuestro planeta es del orden de los millones de caballos de fuerza. Esta energía de los mares es aprovechada por el hombre de diferentes maneras, por ejemplo, se utiliza para mover ruedas hidráulicas, lo que se conoce desde los comienzos de la historia de la humanidad, que sirven para irrigar los campos o para el molido de los cereales, como las cuatro ruedas hidráulicas empleadas para moler especias, en Chelsea, Massachusetts, donde con la máxima amplitud de la marea generan alrededor de 50 caballos de fuerza, o para fabricar hielo, como la de Ploumanach, que en 1898 producía 450 kilogramos diarios. Otra manera de aprovechar las mareas es establecer centrales hidroeléctricas, cuyos antecesores son los molinos de marea los cuales tropezaron con el problema de que las mareas son variables en intensidad y, por lo tanto, su potencia no es constante, ahora, la ingeniería hidráulica ha construido maquinaria y estructuras que se adaptan para utilizar al máximo la energía producida por la marea. El lugar seleccionado para montar una central mareomotriz debe contar con fuertes mareas para que la amplitud sea grande, con un gran depósito de agua, y con que las mareas se presenten en áreas restringidas para que la obra a realizar tenga las menores dimensiones, con el fin de que el costo sea bajo. Se han estudiado muchos lugares de las costas para el establecimiento de este tipo de centrales, y algunas se han instalado en plan piloto, como la que se construyó en Francia, en las costas bretonas de la Bahía Mont-Saint-Michel; la de la desembocadura del Devern, en Gran Bretaña; en las costas del Mar Blanco, en la Unión Soviética; en el Golfo de Cambay en India; en la Bahía Fundy en Canadá, y en las costas de la Patagonia en Argentina. Actualmente se cuenta con una central de aprovechamiento de la energía de la marea a escala industrial, construida en una barrera a través de la entrada del estuario del río Rance, en Bretaña, Francia, el cual desemboca en el Canal de la Mancha entre Saint-Malo y Dinard. En este lugar la amplitud de la marea es de 13.50 metros y el agua entra y sale del estuario a razón de 18 000 metros cúbicos por segundo, produciéndose un volumen útil de más de 170 millones de metros cúbicos; además, su depósito puede contener 184 millones de metros cúbicos de agua. Las instalaciones constan de cuatro partes principales: la represa, la central generadora de energía, las esclusas para la navegación y una serie de canales con válvulas reguladoras para acelerar el llenado y el vaciado del depósito, a través de un dique que une a las dos orillas que se encuentran a 750 metros de distancia. Cada una de las 24 máquinas generadoras de energía que quedaron instaladas en 1967 en el Rance, puede producir 10 000 kilowatts; por lo tanto, la producción máxima de potencia es de 240 000 kilowatts y en el año puede llegar alrededor de 670 millones de kilowatts-hora. Por lo costeable de la producción de energía eléctrica por medio de las mareas, ya que la utilización del agua casi no cuesta, se están elaborando otros proyectos en los lugares del planeta en donde se presentan mareas de gran amplitud. 2.5.4 Otros movimientos Precesión de los equinoccios. Es un movimiento de revolución que tiene el eje del mundo alrededor de la línea de los polos de la eclíptica, en sentido retrógrado. El fenómeno de precesión es análogo al que ocurre con un trompo que está girando con su punta apoyada en un plano horizontal y con su eje vertical; en el momento en que su eje empieza a describir una superficie cónica alrededor de la vertical se le llama movimiento de precesión. Una revolución completa se efectúa en 25 800 años y se ha determinado con base en el movimiento del punto vernal que se realiza cada año con un ángulo de 50”. 267 el cual recibe el nombre de constante de precesión. Nutación. Este movimiento se deduce al hacer comparaciones aparentes en el desplazamiento de las estrellas que se encuentran próximas a los polos terrestres. El eje de rotación de la Tierra, describe, alrededor del eje de la eclíptica, un pequeño cono circular que se traduce en una pequeña trayectoria ondulada que modifica la oblicuidad de dicho plano. Lo anterior da como resultado que los polos celestes se aproximan o se alejan del eje de la eclíptica y que se modifique ligeramente la retrogradación de los equinoccios y la posición de las estrellas. La variación periódica de la oblicuidad de la eclíptica, producida por la nutación, ocurre cada 18 años y medio. 2.6 Puntos, líneas y círculos imaginarios de la tierra Las coordenadas geográficas son líneas imaginarias que nos permiten situar con exactitud un punto sobre la superficie terrestre. Son dos las coordenadas que nos sirven de referencia y se expresan en grados de arco: latitud y longitud, la altitud es el complemento de las des anteriores y se expresa en metros sobre el nivel del mar. Latitud. Es la distancia angular que toma como referencia el ecuador terrestre. Al ecuador le corresponden 3D de latitud y a los polos 90° que es la latitud máxima. Para expresarla se indica a dirección que se sigue, la cual puede ser norte o sur. Longitud. Es la distancia angular que toma como referencia el meridiano de 00; llamado de Greenwich o meridiano origen. La longitud se expresa hacia el este o hacia el oeste de Greenwich, la longitud máxima es de 1800 para cada uno de los hemisferios. Altitud. Es la elevación que tiene un punto o lugar geográfico respecto al nivel del mar. Para medir esta coordenada geográfica, se utiliza un altímetro. Ecuador de la Tierra. Si por el centro de la Tierra se imagina un plano perpendicular al eje de rotación la intersección de ese plano con la superficie terrestre se denomina ecuador (del latín aequus, igual). Meridiano. Se llama a todo círculo máximo de la Tierra que pasa por los polos (aunque en rigor los meridianos no son círculos sino curvas de forma aproximadamente elíptica, además el meridiano de un Ingas es solo el semicírculo de la Tierra que pasa por los polos y el lugar; el otro semicírculo se llama antimeridiano). Paralelo. Si se imagina cortada la superficie de la Tierra con paralelos al ecuador, las líneas de intersección, respectivas, reciben el nombre de paralelos.