24 l TRIBUNA ŢŢ Fermín Bocos Felipe en Caracas LA presencia de Felipe González en Venezuela le honra como ciudadano y como político. Viajar a Caracas para contribuir a la defensa de los líderes opositores encarcelados por el régimen chavista es una misión no exenta de peligros. Que haya puesto en riesgo la comodidad de su condición de sénior de la política acredita que no ha perdido sensibilidad para captar toda señal de injusticia. Es también una manifestación de coraje que demuestra que no se deja amedrentar por las groseras descalificaciones de Nicolás Maduro, presidente de Venezuela. Felipe es una figura muy admirada en América. Su presencia en el país caribeño fija los focos de la prensa internacional en Caracas. Es un gesto de valentía personal y de compromiso con la defensa de los derechos humanos, similar al protagonizado en su día por el primer ministro de Suecia Olof Palme denunciando las tropelías de la dictadura franquista. Felipe tiene dicho que su aproximación a Leopoldo López, Antonio Ledezma y Daniel Ceballos –los líderes opositores venezolanos encarcelados– se limitará a intentar visitarlos en la prisión y a asesorar a los abogados que les defienden de las acusaciones de estar detrás de un supuesto intento de golpe de Estado. No pretende ir más allá, pero su sola presencia forja una novedad de indudable valor simbólico, que obliga al aparato judicial chavista a moderar sus actuaciones contrarias a unos presos políticos que todo el mundo sabe que no están solos. Tampoco Felipe está solo en esta aventura. Cuenta con el apoyo de figuras notables de la política suramericana, tales como el presidente Santos de Colombia o el expresidente chileno Lagos. Y también, con el apoyo del Gobierno español. Apoyo expresado por el ministro de Asuntos Exteriores, García-Margallo, y explicitado por la presencia de funcionarios de la embajada de España que le esperaban a su llegada a Caracas procedente de Colombia. Puesto que en la política todo se relaciona y entrevera, sería útil que de manera contundente también expresara su posición en este asunto la actual dirección del PSOE (Pedro Sánchez), que anda metida en cabildeos poselectorales con Podemos, partido nada crítico con los extravíos del régimen venezolano. Más que nada, para que todos sepamos a qué está jugando cada uno de los actores que están sobre el escenario. En el caso de Felipe González, está muy claro. El papel de otros es más ambiguo. Martes 9 de junio de 2015 l Heraldo de Aragón Privilegios de casta contra la igualdad LOS diputados de las Cortes de Aragón salientes que sean funcionarios se llevan con ellos un regalo en forma de privilegio de casta. Me explicaré: a partir de ahora no percibirán la cuantía de su complemento de destino, sino la del de director general, que lógicamente es superior. Puede llegar a mil euros de diferencia. Y se preguntará el lector por qué percibirán una retribución de un puesto que ni desempeñan ni han desempeñado, como el de director general. Pues porque sí. La ventaja de poder autorregularse que tienen los diputados –muchos de ellos, funcionarios– permite que solo por ser diputado, miembro del poder legislativo, se produzca un beneficio en el poder ejecutivo. No tiene otra explicación que la codicia de los diputados de aquí y de otras comunidades autónomas. Nuestros diputados ya se retrataron con el menú a tres euros y lo que podemos esperar de ellos no es precisamente austeridad y respetar la igualdad con el resto de los ciudadanos sin privilegios de casta. El regalo que se llevan es inconstitucional, porque atenta al principio de igualdad, una de cuyas manifestaciones es que a igual trabajo igual salario. Con el regalo, dos trabajadores de la misma categoría que realizan el mismo trabajo uno percibirá hasta mil euros más en algún caso y habrá diferencias significativas en otros. Es una desigualdad contante y sonante. Ţ Los diputados que también son funcionarios gozan de prebendas que solo pueden entenderse como arbitrarios privilegios de casta. Por José Luis Castro Polo Además, se produce una desprofesionalización de la función pública, al incrustarse un elemento ajeno a la misma. El régimen de retribuciones públicas va ligado a la carrera administrativa, subiendo de nivel del puesto de trabajo o ascendiendo de cuerpo administrativo, que las dos normas permiten la promoción. Una Administración neutral basada en el principio de eficacia indiferenciada precisa un plantilla de funcionarios con un régimen homogéneo, especialmente en el aspecto retributivo, que en definitiva es para el trabajador el más importante. Pero la homogeneidad se rompe con el regalo. Mientras las tablas retributivas se aplican por igual a los funcionarios, se hace una excepción con los diputados funcionarios, que se salen de las tablas. Pura casta. Esta politización de la función pública, que cada vez penetra más ámbitos, merma el principio de objetividad. Si el aparato administrativo se desordena con privilegios de casta y además se inserta en la función pública a los llamados asesores, que no son sino una relación clientelar que ejercen crecientemente funciones de dirección en detrimento de los funcionarios de carreras, se distorsiona la Administración. Otros privilegios son los que disfrutan algunos trabajadores de las empresas públicas creadas para poder contratar a dedo y fijar retribuciones sin los límites adminis- trativos y que en líneas generales funcionan mal. La auténtica jungla de empresas públicas son opacas y permiten arbitrariedades. Ya solo falta que homologuen el sistema de pensiones parlamentarias, que con siete años da derecho a la pensión máxima, mientras el ciudadano corriente precisa treinta y cinco años y las bases de cotización máximas, bases que en la pensión parlamentaria son indiferentes. Si eso no es inconstitucional, por atentar al principio de igualdad, no sé qué será. Por cierto, a quienes más les han compensado la pensión es a Pablo Castellanos y a Cristina Almeida, dos rojos de postín que a la hora de disfrutar de un privilegio de casta no hacen ascos. Ya hace años, se concedió a los diputados que eran funcionarios en servicio activo el privilegio de no estar obligados a ir a su puesto de trabajo, aunque no hubiera sesiones de pleno y comisión. Los privilegios de los funcionarios que son diputados son jugosos. Por ejemplo, cobran además del sueldo parlamentario los trienios administrativos. Una vez más, se salta de un régimen a otro, en este caso del administrativo al parlamentario. Si, como dice la Constitución, la Administración pública sirve con objetividad al interés general, los privilegios de casta son pura subjetividad al servicio de intereses particulares. Una vez más, la Constitución es letra muerta. Política y urbanismo en el caso del Ciclón NO es cierto, como dicen algunos medios, que exista un «conflicto entre vecinos y comerciantes del Pasaje El Ciclón», edificio declarado Bien del Patrimonio Cultural Aragonés. Solo existe un conflicto con uno de los trece comercios del pasaje, un restaurante con el que mi comunidad de vecinos tiene un patio colindante. Y es la forma cómo se han ejercido la ingeniería, la arquitectura, el urbanismo y ahora la política lo que ha hecho que perdure casi dos años. Los propietarios del local contrataron a un arquitecto para elaborar un proyecto de acondicionamiento como restaurante. Según denuncia del propio arquitecto en el Colegio Oficial de Arquitectos, se le pidió que visara y presentara el proyecto omitiendo las necesarias modificaciones estructurales del edificio. Se negó y en su lugar se contrató a un ingeniero industrial. En el patio de vecinos se instaló un equipo industrial de climatización que incumplía el Plan General de Ordenación Urbana e infringía la Ordenanza Municipal de Ruidos. Fueron necesarias veinte denuncias, con mediciones de la Policía Local, para que el servicio de disciplina urbanística ordenara el precinto de las máquinas, y la orden de una jueza para mantenerlo. Poco después apareció en nuestra fachada una pintada homófoba, xenófoba, injuriosa y veladamente amenazante contra el autor de este artículo. Como resultado de las numero- Ţ Por José Neira Parra, catedrático de Universidad, Escuela de Ingeniería y Arquitectura de la Universidad de Zaragoza sas denuncias presentadas en el Ayuntamiento, los servicios técnicos emitieron once informes negativos y propusieron la denegación de la licencia urbanística, pero dicha propuesta fue retirada del orden del día del consejo de Gerencia de Urbanismo. Fue necesario pedir amparo a un concejal de la oposición para que el proceso no se interrumpiese, y se denegase la licencia. Recientemente, el concejal delegado del Plan Integral del Casco Histórico, sin escuchar a los vecinos, acudió a medios de comunicación pidiendo una mediación a Urbanismo, así como «medidas extraordinarias legales» en cuanto a colocaciones de equipos de refrigeración en el Pasaje El Ciclón. Es decir, recogía la pretensión de que se haga una excepción en la aplicación de la ley, o una ley especial, para mantener la climatización en el patio. Los vecinos ya pedimos hace año y medio a Urbanismo esta mediación. Desde que comenzaron las obras señalamos alternativas viables y no molestas para la instalación de las máquinas de climatización, las mismas que tienen todos los demás locales del pasaje, consideradas adecuadas y legales por los servicios técnicos de Urbanismo, y por la Comisión Provincial de Patrimonio Cultural. A pesar de ello, los propietarios insistieron en instalar la climatización en el patio de vecinos. Quisiera hacer dos reflexiones que considero de interés general. Una positiva: todos los servicios técnicos del Ayuntamiento, los funcionarios ingenieros, arquitectos y abogados y otros profesionales hacen su trabajo con la mayor responsabilidad y rigor. La mayor parte de la población no sabrá, como yo no lo sabía, que hasta el gerente de Urbanismo tiene establecido un horario semanal de visitas. Cualquier ciudadano puede obtener cita para pedir y dar explica- ciones sobre los expedientes que sean de su interés. La reflexión negativa es que me temo que la gran mayoría de la población no tiene posibilidad de defenderse de algo así. Debes tener la preparación para comprender las diversas leyes y ordenanzas y formular alegaciones y denuncias con el adecuado fundamento técnico y legal. Necesitas contratar abogados y otros profesionales especializados en temas como la acústica. Además, debes tener voluntad y resistencia suficientes para enfrentar insultos y amenazas. De lo contrario, acabarás por malvender tu vivienda o por gastar dinero para intentar mitigar un problema que otros crean sin ninguna necesidad, o por intentar acostumbrarte a vivir en condiciones precarias. La mayor amenaza al mantenimiento del carácter histórico y patrimonial del Pasaje El Ciclón no somos los vecinos que defendemos nuestro patrimonio y nuestro derecho a la tranquilidad. Son quienes ocultan a la administración obras que podrían suponer infracciones graves a la Ley de Patrimonio de Aragón. También, que Urbanismo intente ignorar las advertencias de sus propios servicios técnicos sobre abusos cometidos en la ejecución de obras. Pero tal vez la mayor amenaza a este Bien Catalogado del Patrimonio Cultural Aragonés son los políticos que pretenden bendecir tales ilegalidades y abusos.