Narxjsmo y urbanjsmo - Universidad de Navarra

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Narxjsmo y urbanjsmo
J.Rius-Camps
el transcurso temporal al vaivén de la dialéctica entre
"verdades" que evolucionan. Se podría resumir dicienAl hombre del siglo XX le resulta dificil encontrar las
do: "la verdad absoluta es que ésta -la misma verdadcoordenadas, los puntos de referencia, que le sitúen en· es relativa"; algo así corno afirmar: "el círculo es cuadrado".
los diferentes campos de su vivir: religioso, familiar,
artístico, profesional o político. Puesto que el hombre
El urbanismo, entendido corno realización, como fruimprime su "sello" en las obras que realiza, en el estuto material del funcionamiento de una determinada
sociedad, nos puede dar alguna orientación acerca dela
dio del mismo podemos hallar y conocer la auténtica
refereneia; la que conviene a su vida, tanto material
bondad o carencia en los cimientos sobre los que está
fundada; tendrá su "sello" característico. Sin embargo,
como del espíritu y, al mismo tiempo, saber las vías
será preciso una observación, profunda, de este funcioequivocadas cuyo "sello", esclavizante, es expresión de
namiento sin quedarnos en aspectos más o menos
un actuar equivocado.
superficiales, fácilmente cuantificables, que permiten el
El fenómeno urbano, corno tal, es típico de nuestro
encubrimiento de errores de fondo.
siglo y refleja , muy bien, el comportamiento humano
Puesto que el primer paso, práctico, del marxismo es
por ser una realidad perfectamente observable cuyas
huellas difícilmente se borran, si no es en varias generael socialismo-marxista, es ahí, en sus realizaciones
·
ciones.
urbanas, donde se deberá buscar el sello característico;
Por otra parte nuestra época está polarizada en dos
lo mismo cabe decir de las consecuencias urbanas del
extremos que frecuentemente se contraponen o se precapital. En un primer estudio, es muy probable que las
sentan como las dos grandes opciones que dominarán el
diferencias no sean muy importantes y a bien seguro
mundo futuro bajo una única bandera: Capitalismo o que los ejemplos "desgraciados" u óptimos se puedan
Marxismo. Sin embargo, la realidad no es tan rígida y el
hallar en ambas corrientes, sobre todo si nos atenemos
a los aspectos cuantitativos o a las cualidades de "fahombre mezcla y confunde los problemas en una variedad difícilmente enumerable y clasificable. Marxismo y
chada". Será preciso ir al funcionamiento de fondo para
darnos cuenta de la realidad; esta realidad nos viene
capitalismo quieren ser las dos clasificaciones extremas
-por lo menos así se los presenta con harta frecuenciadada por un conjunto de cualidades, cuyo número es
que tienen la ventaja de la simplicidad teórica y, por
muy elevado, y que expresan la riqueza de la vida social
tanto, es fácil contraponer dialécticarnente y presentar inherente al hombre y, además, la mayor parte de las
corno "banderín de enganche" en un enfrentamiento de
mismas son difíciles e incluso imposibles de cuantificar.
bandería que, para que sea tal, necesita de un mínimo
La cualidad más importante, y cuyo sello debemos busde dos "bandos" y para que funcione es preciso un mácar, será la que nos dé la característica a observar si no
ximo también de dos.
nos querernos perder en un sinfln de enumeraciones,
Sin embargo, se pueden señalar algunas diferencias
cuantificaciones específicas, etc., para caer finalmente
específicas entre ambas posiciones: el Capitalismo,
en una inacabable dialéctica, conocida ya desde antiguo con el nombre de "discusión bizantina". ¿Cuál es
entendido como comportamiento de la sociedad, no precisa de la existencia del marxismo para su planteamienesa cualidad característica del . comportamiento del
t.o eórico ni para su puesta en práctica. El marxismo, en
hombre? La respuesta es: la libertad; interna o "libre
cambio, conlleva la necesidad de un enfrentamiento
albedrío" y externa o carencia de esclavitud.
dialéctico -la necesidad de dos- tanto en su esencia
El sello de la libertad no se observará fácilmente en el
como en su praxis. En otro aspecto, el capitalismo es un urbanismo considerado en su aspecto material, estátiinstrumento al servicio del funcionamiento de la socieco; ahí los engaños y confusiones pueden proliferar; es
dad, y corno tal necesario - en la práctica- tanto al
necesario acudir al aspecto dinámico del urbanismo,
marxismo como al capitalismo (entendido comofunciopuesto que la libertad hace referencia directa a la
namiento obligatorio, no como instrumento)~E1 Marxisacción, determinada en una u otra dirección según la
mo no tiene, ni quiere tener por principio, esta faceta
elección libre del "libre albedrío".
instrumental. Las teorías y conclusiones marxistas preEn una sociedad capitalista, entendida .como
t.enden ser la regla única y absoluta del comportamiento explotación del hombre por el hombre, esta libertad no
humano, a través de un inacabable proceso dialéctico,
existe si esta explotación llega a ser absoluta; en el
que se impone de manera axiomática. Es un sistema socialismo-marxista se llega a los miSII?-OS resultados
que se erige en principio absoluto sin más justificación
por un camino distinto: es un capitalismo en manos del
que la orto-praxis que se derivará de su implantación. Estado que se erige no en instrumento, sino en sistema
El enfrentamiento directo, por vía filosófico-teológica,
rector obligatorio no sólo en la praxis sino como ideología que se impone a modo de axioma. En esta comparasólo convence a los que ya están convencidos y son
capaces de soportar y entender la especulación sobre el
ción los resultados son parecidos con la agravante de
tema; pues abrazar la doctrina de Marx significa, en úlque el "capitalismo particular", unido a personas contima instancia, creer en la no existencia de la Verdad:
cretas que lo manejan, puede "tener entrañas", mienfundamento de la metafísica. Para Marx la verdad es, a tras que el "capitalismo de Estado" - por ser impersolo sumo, "un argumento de plausibilidad", variable con nal- no las tiene por carecer de sentimientos.
Introducción
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El capitalismo, entendido como instrumento, es un
sistema de intercambio, necesario y útil en cualquier
organización de la sociedad; en este sentido no lesiona
los derechos inherentes a la libertad; podrá hacerlo si se
instaura como sistema rector que reflejará la bondad o
maldad de quienes lo manejen y -en el mejor de los
casos- se convertirá en un inneccesario y deshumanizante "paternalismo".
Por otra parte, la sociedad es la expresión del comportamiento de los individuos, pero ese comportamiento
no es el sistema que los rige sino que es consecuencia de
la libertad personal; si se hace mal uso de ella el comportamiento puede ser radicalmente distinto. En una
ciudad de gangsters se tendría el "horno homini lupus"
de Hobbes; en el mundo socialista-marxista el sistema
que rige es el trabajo, la productividad: "a cada uno
según su trabajo, a cada uno según su capacidad" 1 ; el
trabajo es lo que rige, ha perdido su carácter de instrumento al servicio del hombre; ya no tiene la omnímoda
libertad del "ut operaretur" -para que trabajaradada por Dios.
Para poner en práctica este principio del socialismo
es necesario un control que lo haga obligatorio: "eso
exige, en interés de toda la sociedad, un control severo
de la medida del trabajo y del consumo, soporte del
interés material de cada uno por los resultados de su
trabajo, por intermedio de una reglamentación jurídica
de las normas de trabajo y de consumo" 2 ; que es lo mismo expresado anteriormente por Lenin: "hasta que la
última fase del Comunismo sea alcanzada, los socialistas exigen el control más estricto, por parte de la sociedad y del Estado, sobre la medida del trabajo y del consumo".
Socialismo y Capitalismo
El socialismo, y su último eslabón el comunismo, es
un intento de construir y establecer un sistema de comportamiento humano, dogmático y obligatorio, que
incluya al mismo hombre que lo ha inventado que pasa
a ser un mero engranaje de la máquina diseñad por él.
Frecuentemente, como se ha afirmado antes, se suelen contraponer socialismo marxista y capitalismo
como sistemas igualmente nocivos. La comparación no
es exacta, pues sería lo mismo que contraponer el marxismo con el sistema métrico decimal, para citar un
ejemplo; a nadie escapa la posibilidad de hacer mal uso
de este último. Lo mismo ocurre con el capitalismo: su
mal uso será incluir a los hombres como elementos del
mismo, como si fueran cosas -la explotación del hombre por el hombre es la consecuencia inmediata-, pero
si se evita ese uso aberrante del caJ?ital, su entidad es la
que corresponde a un instrumento de trabajo que necesitan -y utilizan también- los mismos marxistas. Como
tal instrumento, útil, es bueno en si; la maldad o bondad
es de quienes lo utilicen. El socialismo-marxista no
quiere ser instrumento sino sistema que se impone obligatoriamente; el principio: "a cada uno según su trabajo, a cada uno según su capacidad", parece benevolente
1
N. P. Farberov, professeur de l'Institut de Droit de l'Acadérnie
des Sciences de l'U. R. S. S., "Dans l'Edificatión Générale du
Communisme en U. R. S. S." 1962. Articulo aparecido en el torno
I, p. 7, de ''!'U. R. S. S." Ed. Sirey, París, 1962. En él mismo leemos: "La repartition selon le travail, enonce la résolution du XXI
Congrés du Parti Cornrnuniste de !'U. R. S. S., garantit l'intéressement matériel aux résultats de la production, stimule l'augrnentation des travailleurs, petfectionne les techniques de produc-
y humanitario; eso sería relativamente exacto si se tratara de un simple instrumento de justicia social que
facilitara el ejercicio de la auténtica justicia, pero es
una aberración cuando se eleva a la categoría de sistema total.
Presupuestos teóricos de la
concepción marxista del urbanismo
y sus consecuencias en la
dinámica urbana
Se ha señalado ya que Marx y Engels no buscan un
fin benéfico-social al tratar cuestiones de urbanismo o
sociología; sino un fin político, que consiste en la agitación revolucionaria como medio para la implantación
del socialismo, que se transformaría después en comunismo. "Es importante observar que es a partir de la
dea de revolución total como encuentra explicación el
materialismo marxista, y que el nexo que une estas dos
tesis es inseparable. Para que sea posible la inversión
dialéctica de la miseria a la grandeza (y aquí también se
ve la inexorabilidad del momento dialético) es necesario
acentuar la miseria del hombre hasta el mayor grado
posible. Esta acentuación significa la liberación del
hombre de toda traza de lo divino y su reducción a actividad práctico-sensible. Sólo así, a través de esta concepción materialista, se realiza un historicismo integral,
en el sentido de que la historia resulte el único sujeto; y
sólo así sea posible el derribo de la totalidad"ª.
Se menciona a continuación algunas de las principales características que los teóricos del marxismo señalan para las ciudades y viviendas socialistas:
a) El Estado como único propietario del suelo y de
la vivienda. El marxismo presenta la propiedad privada
como una de las causas principales de los males que
aquejan a la sociedad capitalista, por tanto es evidente
que la supresión de la propiedad del suelo es el primer
presupuesto señalado por el marxismo para la construcción de la ciudad socialista. No es necesario extenderse
en este punto, pues la bibliografía al respecto es de
sobra abundante; basta señalar que, a1Jarte de los motivos ideológicos, esta medida es también un arma de
coacción de los ciudadanos por parte del Estado, que
concede o sustrae la vivienda en función de las "simpatías" de los individuos hacia el régimen. Como ilustración se puede citar lo que ha sucedido en la GDR, en la
que el Gobierno Central de la planificación y desarrollo
social está totalmente en manos del Estado: "La economía de la GDR es una economía socialista planificada,
basada en la propiedad socialista de los grandes medios
de producción ... cerca del 95 % de los productos
industriales y alrededor del 78 % de los materiales de
construcción son producidos por empresas propiedad
del Estado. En agricultura, el 86 % de la tierra cultivable está en manos de granjas en régimen cooperativo y
el 7 % en manos del Estado ... Existen dos formas básicas de propiedad socialista en la GDR: propiedad nacional perteneciente a la sociedad como un todo, y la propiedad cooprativa perteneciente a grupos de trabajadotion; elle joue de plus un grand role éducatif, inculque aux gens la
discipline socialiste et le rend obligatoire"; así se expresa el XXI
Congreso del Partido Comunista.
2
Ibidem, p. 8.
3
Del Noce, A., Riestra, J. A., Karl Marx: escritos juveniles, Ed.
Magisterio Español, Madrid 1975, p. 151.
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res .. . La propiedad cooperativa es predominante en
agricultura. Esto se consiguió en el proceso de construcción del socialismo por la voluntaria unión de los agricultores antes independientes" 4 • Es archiconocida la tradicional resistencia del hombre de campo a cede la propiedad privada del suelo; el régimen de cooperativa es
una forma solapada de propiedad estatal, que controla
todos los medios de producción -coo se vio en las anteriores estadísticas- indispensables para la agricultura:
maquinaria, abonos y semillas .
b) Subordinación del urbanismo a la producción
económica. A la vez que critican a las ciudades capitalistas por supeditar las residencias de los obreros a la
producción industrial, los urbanistas socialistas no tienen inconveniente en afirmar que "la organización
sobre bases cooperativistas y la colectivización de los
principales sectores de los servicios sociales y culturales
deben garantizar, en resumidas cuentas, la posibilidad
de utilizar todas las reservas de mano de obra existentes, y especialmente el trabajo de las mujeres, liberadas
de las tareas domésticas, y el trabajo de los inválidos,
así como de utilizar también, de manera organizada, el
trabajo desarrollado por los chicos y por los adolescentes en el ámbito del sistema de enseñanza, el cual debe
estar constantemente referido a los problemas de la
producción industrial y agrícola" 5 .
De este modo se forman ciudades nuevas a las que se
trasladan poblaciones enteras, sin respetar, evidentemente, la libertad de los individuos. Al mismo tiempo,
se impide el libre movimiento de los ciudadanos en el
interior del país. "El problema planteado por Marx y
Lenin, de crear una nueva forma de asentamiento, nos
coloca frente a la exigencia de limitar el ulterior aflujo
de población hacia los centros urbanos existentes" 6 . La
planificación debe ser férrea y obligatoria, como lo es la
disciplina que impone el marxismo: los "Planes Quinquenales" se cumplen sin discusión ni apelación posibles: poco importa que los resultados sean en contradicción con los "Derechos" más "Humanos" de la persona
porque el plan era una equivocación: no existen errores
en el sistema, sino un paso más en la dialéctica del mismo. Si el plan prevee que no se construyan viviendas, no
se construyen; aunque varias familias tengan que compartir una única habitación; si el plan estima que los
recursos deben canalizarse a la industria de guerra se
desplazan los individuos, las familias y poblaciones
· enteras donde el plan prevee que son necesarias. Así en
el primer plan quinquenal: "Nuestro país está comprometido en una experiencia sin precedentes de construcción de un consistente equipamiento básico, en un régimen de acumulación corriente, en un régimen de austeridad económica y partiendo del rechazo a la satisfacción de las necesidades inmediatas para poder realizar
un objetivo de alcance histórico excepcional" 7 • A este
respecto el escritor P a olo Ceccarelli, cuya simpatía
marxista es evidente, escribeª: "El problema de las
inversiones en el sector de la vivienda y en el del equipamiento de servicios correspondientes es considerado
-igual que todas las demás inversiones en el sector de
consumo- como marginal con respecto a urgencias más
inmediatas en el marco de la reconstrucción de las
estructuras económicas del país y consecuentemente es
arrinconado durante toda la década de los treinta, para
ser tomado en consideración sólo después de las destrucciones producidas por la invasión nazi. Si fue ésta
una decisión correcta; si la extraordinaria restricción
del consumo en el sector de la vivienda y de los serviciossociales ligados a ella, en beneficio de otros sectores, produjo los beneficios previstos; sifue realmente
justificada, a la luz de una valoración más amplia de los
problemas de la sociedad soviética, es prácticamente
imposible hacerlo en estas páginas ... " La prosecución
de esta política trajo consigo grandes dificultades, no
precisamente pequeñas ni desdeñables, que todavía hoy
-casi transcurridos cincuenta años- gravita sobre la
sociedad soviética.
c) La vivienda como instrumento contra la institución familiar. Marx y Engels dedicaron una buena parte
de sus esfuerzos a denigrar la familia, a la que consideraban también una forma de explotación del proletariado por parte de la burguesía, calificándola frecuentemente con epítetos como "forma de prostitución de la
mujer', etc. Se comprende, por tanto, que también el
urbanismo marxista plantee el m odo de acabar con la
familia: "La familia burguesa, naturalmente, deberá
desaparecer junto con su realidad complementaria, y
ambas dejarán de existir con la desaparición del capital"9 .
Para lograrlo, se implanta la necesidad del trabajo
femenino fuera del hogar, que es presentado, además,
como una "liberación": "Los brazos que necesitamos,
los encontramos liberando a la mujer del trabajo
doméstico, y eso será posible solamente si hemos conseguido crear una red de servicios colectivos centralizados"1º. En China comunista: "En los campos trabajan
equipos de campesinos y, sobre todo, campesinas ... ·
No hay propiedad privada, salvo pequeñas parcelas y ·
algunas cabras que son de los trabajadores ... Las
casas son del Municipio .. . Los matrimonios son a
menudo separados por el trabajo en ciudades lejanas.
En este caso tienen derecho a quince días de vacaciones
al año. Los otros no tienen vacaciones, excepto los
domingos, el primero de octubre y el primero de mayo y
tres días de fiesta de primavera ... Para resolver el
problema de las comunicaciones entre la vivienda y el
trabajo no existen, prácticamente, automóviles privados, ni medios masivos de transporte común, como el
metro o el ferrocarril. Las vías férreas que terminan en
Pekín no sirven de medios de transporte para los habitantes de la periferia; sólo existen líneas de trolebuses .
Este problema, de importancia tan determinante, se
resuelve en China de la manera siguiente: los trabajadores están alojados cerca del lugar de trabajo. La mayoría de los obreros viven en la fábrica misma, o duermen
en dormitorios comunes (hombres y mujeres separados,
inclusive si están casados). No vuelven a su casa salvo
los domingos ... La acción general está basada sobre la
integración del individuo a la masa. El control sobre
cada uno se ejerce en todas partes desde el nacimiento
hasta la muerte. Todas las actividades, y más especial-
4
Habitat. DDR, p. 23 y 24, publicado por: Ministerium für Bauwesen der Deutschen Demokratischen Republik, Berlín, 1976.
7
Piatiletnij plan narodnokhoziaistvennogo stroitel'stva S. S. S. R.,
vol. 1, p. 74, 1929.
5
Miljutin, N.A., "Sosgorod .. .", cit. p. 288 . El subrayado es nues tro.
8
P. Ceccarelli, La construcción de la ciudad soviética. p. XVIII .
Ed. G. G. Barcelona, 1970.
6
Ibidem, p. 287.
9
Ibídem .
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mente la org anización del marco de vida y de la producción, están dirigidas por el Estado " 11 •
También se sustr ae a los hijos de la patria potestad
mediante el establecimiento de jardines de infancia,
escuelas, etc., h aciendo obligator ia la asistencia desde
las edades más tempranas: " Sólo al final de un largo
proceso y de un intenso trabajo educativo se podrá llegar a sustituir la influencia de los padres sobre la prole
por la influencia de toda la comunidad. Se trata de un
problema que en ningún caso puede ser resuelto mecánicamente. El objetivo que hoy debemos perseguir, con
el máximo empeño, es la creación de la base material
para la educación colectiva de la infancia" 12 .
El hombre ante esta máquina planificadora plenipo tente no es más que una cosa al servicio de la organización económica espacial: "En presencia de nuevas formas de población discontinua" (necesarias para la nueva planificación industrial) se hará necesario elaborar
alternativas precisas, hechas aún más urgentes por el
hecho de que la densidad demográfica de la URSS, en su
conjunto, es baja. ¿Es necesario desplazar los hombres,
las materias primas o las mercancías? ¿Hay que despa zar de modo permanente a los hombres hacia las fuentes de materias primas y los centros industriales ya
existentes, donde su productividad será más alta, con el
riesgo empero de vernos obligados más tarde a gastar
mucho más para reorganizar los centros urbanos que se
irán desarrollando de este modo, o hay que transportar
materias primas y mercancías hacia las áreas naturales
de población? ¿Se atraerá hacia la cuenca del Kurzbass
en vías de desarrollo, y más tarde hacia las regiones del
Kazakhstan y del Baikal, a los especialistas y a los agricultores sin los cuales estas regiones no pueden desarrollarse, o por el contrario se requerirá la presencia de
mano de obra especializada en los Urales para transportar el carbón del Kurzbass necesario para el desarrollo
de la industria soviética" ?13
Estas preguntas, y otras muchas que se podrían formular, serían honradas y convenientes si su ejecución
fuera instrumental y no sistemática: ¿"es necesario"?;
si lo es, se hace; son históricas las deportaciones masivas a Siberia. ¿"Hay que desplazar", si es preciso de
"modo permanente", un hombre y separarlo de su
mujer y de sus hijos? ¿Cuál es el motivo para tan dura
decisionsobre la libertad de un ser libre por esencia?,
"la productividad": una mera cuantificación de la
materia; independientemente de si es necesaria esa productividad o es totalmente inútil o marginal. La única
alternativa a si se hace o no, es: "vernos obligados más
tarde a gastar mucho más" . Este "vernos" equivale a
plural mayestático de la máquina planificadora: el
"Deus ex Machina", que dictamina y decide sobre la
base del costo-beneficio puramente crematístico.
La "polaridad dialectica"
burguesía-proletariado, y su
manifestación urbna
La consideración de las ciudades occidentales como
productos de la oposición clasista, constituidas por
zonas "burguesas" y ghettos proletarios, puede tener el
atractivo de toda simplificación que presente un fnómeno complej o de modo sencillo y apar entemente "científico", adornado además de la fácil demagogia de una
liter atura de tipo panfletario orientada a excitar emocionalmente al lector.
Sin embargo, se trat a de eso : de una simplificación
que, además, falsifica la realidad. Basta ver cualquier
ciudad actu al, en la que no existe , generalmente, esa
"polaridad dialéctica espacial" entre barrios burgueses
y barrios obreros. En realidad , hay toda una gama
variadísima de zonas urbanas, que se funden unas con
otras, de ordinario sin límites definidos.
Los fenómenos urbanos muestran todo lo contrario
de lo que pretende hacer creer el marxismo. Si se quiere
hablar de "dirección o tendencia" de esos fenómenos ,
ésta es precisamente la de un progresivo aejamiento de
esa supuesta polaridad: expresión urbana de la tenden cia social general de alejamiento de la polaridad
burguesía-proletariado, de la que dan constancia evidente las clases medias, cada vez más extendidas y
variadas entre sí; y también la progresiva y generalizada desaparición de zonas urbanas de miseria en los países desarrollados.
Ya se ha recordado que el marxismo no pretende
"eliminar el lado malo'', sino provocar la lucha de los
opuestos: no trata de resolver el problema de la vivienda en una sociedad capitalista (en general, no socialista), sino provocar y agudizar cada vez más la lu cha
intestina en esa sociedad .
Hay que decir que semejante lucha no es algo natural
y espontáneo : para provocarla, el marxismo se empeñará precisamente en " crear las condiciones necesarias",
inculcndo en las masas una "conciencia de clase"; es
decir, en hacer creer al obrero que todo aquello que, en
realidad, son elementos positivos de su vida personal y
social, son "alienantes" en cuanto le impiden sentirse
simplemente átomo de una supuesta masa indiferenciada de explotados (el proletariado). De ahí la crítica marxista a las parroquias, a las asociaciones recreativas, a
los fines de semana, etc.: se trata de eliminar todo aquello que supone o favorece el reconocimiento y expresión
de la individualidad personal. Los obreros o, más en
general, todos los que según el materialismo histórico
formarán el proletariado en la Revolución, merecen la
atención del marxismo sólo en cuanto masa , nunca en
cuanto personas.
Por otra parte, aun en el caso de una determinada
situación urbana que constituya una grave injusticia,
promover el odio es absolutamente rechazable -y no sólo desde el punto de vista moral-, mientras que l escasez material no es un mal absoluto, sino relativo, para
evitar el cual -para pensar que se va a evitar- es un
crimen inducir al odio, que es potencialmente un homicidio, y que destroza el principio mismo de todo ordenamiento social.
Además, y es importante no olvidarlo, no toda diferencia social es injusta : los hombres son iguales en su
dignidad de personas, pero no lo son por sus talentos,
por sus méritos, por su sentido de responsabilidad y la
importancia de su servicio a la comunidad civil, etc . Por
eso, el absoluto igualitarismo social, no es que simplemente no pueda perseguirse con medios ilícitos, sino
que en sí mismo es injusto.
10
Ibídem.
12
Milj utin, N. A., ·loe. cit.
11
Croizé, A., Urbanismo y arquitectura en la República Popular China. Publicad o en la r evista "Urbanisme" , n.º 98, p . 6 2-6 6.
13
Chambre, H., L'aménagement du territoire en U. R. S. S ., p. 10.
Ed. Montan, P arís , 1959.
REVISTA DE MEDICINA DE LA UNIVERSIDAD DE NAVARRA
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Conclusión
La ciencia urbana -expres10n física del comportamiento del hombre como hemos expuesto- tiene por
objeto una riqueza tal, paralela a la de éste, que ningún
modelo urbano puede abarcar; de ahí su razón de instrumento canalizador de ese comportamiento en el
momento, importantísimo, de imprimir el sello del
actuar del hombre sobre la limitada superficie útil de
nuestro planeta.
Cuando el modelo urbano se convierte en rector del
comportamiento humano, entonces comienzan los errores de planificación y las dificultades. Ya hemos anotado la necesidad de una infinidad de pequeños detalles
para cualificar las cosas: un modelo que los contuviera
es mposible y, cuanto más intentara acercarse a esa
riqueza, la máquina planificadora se volvería más lenta
-infinitamente lenta- e inmanejable. Es como si intentáramos construir un modelo capaz de tener tal poder
como para escribir el Quijote o la Divina Comedia; sin
embargo, una úquina sencilla y corriente -el alfabetoen manos de Cervantes o de DanAlighieri, sin ruido y
sin prepotencias "gigantescas" y "sin precedentes en la
historia", lo hará con sencillez y naturalidad.
9Q
REVISTA DE MEDICINA DE LA UNIVERSIDAD DE NAVARRA
El socialismo marxista no convence porque se resiste
a admitir la existencia de una finalidad trascendente en
la vida humana, y no sólo porque sus resultados, la praxis, estén en desacuerdo con los objetivos planificados.
Esto es lo que pasa, incluso, a sus propios ideólogos más
actuales como H. Lefebvre: Y quizá (Lefebvre) no convence porque se resiste a admitir la existencia de una
finalidad trascendente en la vida humana, por la endeble cautela de obviar el dogmatismo. Reconoce que "la
filosofía ha buscado siempre lo total .. . El filósofo y la
filosofía no pueden hacer nada por sí solos, pero, ¿qué
se puede hacer sin ellos?'. Pero para no 'reconstruir. el
antiguo humanismo", se queda en lo que llama "meditación metafilosófica a partir de la filosofía", punto de
partida metodológico para afirmar que "hoy en día el
espíritu de la filosofía permite destruir el finalismo".
Justamente para no caer en el flso humanismo -que
al racionalizar renuncia a toda la riqueza de la vida
humana-, e impone redescubrir el finalismo que procede de la metafísica: depurándolosi se quiere, para no
confundir los fines con metas definidas o realizadas de
anteano. Lo cual sólo es posible cuando la libertad
humana se abre al destino trascendente y se reconoce
en la vida de cada persona un proyecto irrepetible.
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