REVISTA Nº 044 – ENE. 2013 “ORDEN CATÓLICA ESPAÑOLA DEL TEMPLE” ANNO TEMPLI DCCCXCIII +Editorial: +Contenido: PORTADA PERSONAJES DE LAS CRUZADAS. (Príncipes de Antioquía). MARAVILLAS DE AMÉRICA DEL SUR. (Perú – El Valle del Colca) LAS RELIQUIAS. (La Lanza Sagrada) El RINCON DE JOAQUÍN SALLERAS. Federico Leiva i Paredes. Editor y Director. +Colaboradores: Joaquín Salleras Clarió (Historiador de Fraga). Albert Coll Vilá. Fredy H. Wompner G. Juan A. Portales. Frey Jesús. HAERBOLARIUM (La Amapola (Semillas).) EL CALENDARIO GREGORIANO. +Publicación de artículos: Email: revista@ocet.org.es LOS PAPAS DE LA HISTORIA. (San Pio I). BIBLIOTECA TEMPLARÍA. LEYENDAS Y TRADICIONES POPULARES. (El Guardia de Corps). CONTRAPORTADA. +Contactos: www.ocet.org.es prior@ocet.org.es preceptor@ocet.org.es http://templariosdecristo.b logspot.com/ Non Nobis Domine Non Nobis EDITA: OCET (Orden Católica Española del Temple) La OCET no se responsabiliza de las opiniones o doctrinas de los autores, ni de la posible violación de autoría y originalidad de los trabajos, colaboraciones o artículos enviados a esta redacción. Los autores serán los únicos responsables de todas las cargas pecuniarias que pudieran derivarse frente a terceros de acciones, reclamaciones o conflictos derivados del incumplimiento de estas obligaciones previstas por la Ley. Reservados todos los derechos de edición, publicación y difusión. Sed Nomine Tuo Da Gloriam Príncipes de Antioquía CONSTANZA DE ANTIOQUÍA Constanza de Antioquía (1127-1163) fue princesa de Antioquía del 1130 hasta a su muerte en 1163. Única hija de Bohemundo II de Antioquía con su esposa Alicia, princesa de Jerusalén, fue princesa de Antioquía a los cuatro años de edad, bajo la regencia de Balduino II de Jerusalén (1130-1131) y Fulco de Jerusalén (1131-1136). Su madre no deseaba que el principado pasara a su hija, prefiriendo ella misma asumir el gobierno. Intentó aliarse a Zengi de Mosul, ofreciendo a Constanza en boda a un príncipe musulmán, pero el plan fue abortado por su padre Balduino II de Jerusalén, que la exilio de Antioquía. En 1135 Alicia intentó nuevamente tomar el control del principado, y ahora pretendía casar a su hija con Manuel I Comneno, el heredero del trono del Imperio bizantino. Fulco de Jerusalén la expulsó una vez más y restableció la regencia a Constanza. En 1136, siendo una niña Constanza se casó con Raimundo de Poitiers, que los partidarios nobles de la regencia habían convocado secretamente de Europa. Alice fue engañada, pensando que este venía a casarse consigo y, humillada, abandonó definitivamente Antioquía cuando la boda fue celebrada. De esta unión nacieron: Bohemundo III de Antioquía (1144-1201), su sucesor en el principado. Balduino (m. 1176). María de Antioquía (1145-1182), casada en 1161 con el emperador Bizantino Manuel I Comneno con el nombre de Xena. Filipa de Antioquía (1148-1178), casada con Onfroy II de Toron. En 1149, Raimundo murió en la batalla de Inab y Constanza se casó en segundas nupcias en 1153 con Reinaldo de Châtillon, que también se hizo príncipe de Antioquía. De esta boda nacieron: Inés de Châtillon (1154-1184), casada con el rey Bela III de Hungría. Reinaldo fue capturado en 1160 y pasó los siguientes dieciséis años en una prisión en Alepo. Se inició entonces una disputa entre Constanza y su hijo Bohemundo, cuando este intentó tomar el poder del principado. Ocurrió una revuelta y también Constanza fue exiliada de la ciudad, muriendo en 1163. BOHEMUNDO III <<<Moneda de Bohemundo III. Bohemundo III de Antioquía (1144– 1201), llamado el Tartamudo, Príncipe de Antioquía desde 1163 hasta su muerte. Hijo de Constanza de Antioquía (hija de Bohemundo II de Antioquía, de la Princesa Alicia de Antioquía) y de su primer marido Raimundo de Poitiers. El padre de Bohemundo murió en la Batalla de Inab en el 1149, y su madre gobernó como regente hasta que él fuera lo bastante mayor para gobernar solo. Constanza, sin embargo, se casó por segunda vez con Reinaldo de Châtillon, que gobernó como príncipe de Antioquía hasta ser tomado cautivo y encarcelado en Alepo en 1160 (permaneció allí hasta 1176). Bohemundo era por ahora, mayor de edad, pero Constanza lo rechazó; el Rey Balduino III de Jerusalén intervino y declaró como gobernante del principado a Bohemundo. En 1163 Constanza pidió al Reino de la Armenia Menor ayuda para mantenerse en el gobierno; los ciudadanos de Antioquía entonces se amotinaron y la exiliaron. Ella murió más tarde en ese año, permitiendo a Bohemundo tomar el control de lleno. Le sucedió su segundo hijo Bohemundo IV BOHEMUNDO IV <<<Bohemundo IV gobernó Antioquía y Trípoli (verde), y luchó contra el reino armenio de Cilicia (azul). Bohemundo IV de Poitiers, nació en el 1172, murió en 1233, Conde de Trípoli (1189-1233) y Príncipe de Antioquía (1201-1216 y 1219-1233), hijo de Bohemundo III de Antioquía y de Orgueilleuse de Harenc. Su hermano mayor, Raimundo IV, adoptado por Raimundo III de Trípoli, le sucedió en este condado en 1187, pero prefiere recordar a su padre Raimundo, en Antioquía, y Bohemundo lugar a la cabeza del condado. Raimundo IV muere en 1199, dejando un hijo acabado de nacer, Raimundo Ruben. Además, a la muerte de Bohemundo III, Bohemundo IV se extiende la sucesión de su sobrino y añade el Principado de Antioquía en su condado de Trípoli. Bohemundo ataca en 1207 un primer intento por el Patriarca Latino de Antioquía, Pierre d'Angoulême de establecer a Raimundo Rubén en el trono de Antioquía, pero en 1216, un segundo intento por el Patriarca, Pierre de Locedio tuvo éxito, y Bohemundo debió ser contenido en Trípoli. Por F.L.P. Perú – Valle del Colca La provincia de Caylloma, designada genéricamente como “Colca”, forma parte del departamento de Arequipa en el Perú y está ubicada en el extremo nor-este de esta región. La provincia tiene como escenario principal el Cañón del Colca y es en su entorno que se han asentado las poblaciones que la identifican. Caylloma, cuyo nombre proviene de uno de los pueblos del lugar, tiene una superficie de 11 990,24 km² y limita con el departamento del Cuzco por el norte, con las provincias de Camaná y Arequipa por el sur, con el departamento de Puno por el este, con la provincia de Castilla por el oeste y con la provincia de Condesuyo por el noroeste. A lo largo de miles de años el hombre ha ocupado el Colca, y como producto de esta ocupación, han quedado como resultado muestras de una cultura que ha contribuido con importantes aportes a la humanidad. Hacia el 5000 a 6000 a. C. cazadores y recolectores recorrieron la zona detrás de las manadas de camélidos sudamericanos y de una serie de especies vegetales que eran la base de su alimentación, de esto han quedado pinturas rupestres e instrumentos líticos en diferentes lugares, la presencia de estas manifestaciones en toda el área donde posteriormente se desarrollarían la nación Kóllawas Ccawanas y Ccaccatapay, muestra una remota presencia de cazadores - recolectores en busca de alimentos, quienes de manera paulatina fueron domesticando plantas y animales como lo muestran los dibujos (pintura sobre grabado y relieves) realizados en la Cueva de Mollepunco en Callalli, abrigo rocoso que fue ocupado cuando se daban los procesos de domesticación de los camélidos y la transformación de los grupos de cazadores en criadores de camélidos sudamericanos; en sus paredes existen pinturas que representan las actividades de recolección y caza de animales y también en los grabados en bajo relieve se representan corales con camélidos y hombres jalando con cuerdas de ellos. Luego de miles de años, sólo a través del trabajo comunitario se pudo realizar la tarea de imponerse a las adversidades del medio y empezar a dominar a la naturaleza. La organización social andina posibilitó que el hombre pudiese vencer las dificultades de este espacio geográfico tan adverso y entre el 200 a. C. y el 600 d. C., luego de este largo proceso de domesticación de plantas y animales, se pasó a una economía agraria en que el hombre del Colca, comienza a construir andenes, desarrollando una agricultura de secano y de esta forma se modificó el paisaje andino dándole una fisonomía peculiar. Ya en el 600 d. C. a 900 d. C. el Imperio Wari, proveniente de Ayacucho, hizo su aparición en toda esta parte de los Andes, incorporando a su administración a estos poblados. Durante este periodo se establecieron centros administrativos que controlaron los diferentes valles, la agricultura de secano da paso a la irrigación de andenerías a través de canales para lo que se tuvo que recurrir a toda una tecnología constructiva e hidráulica. Destacan de este momento Ccachulli (Tuti) y Achachiwa (Cabanaconde) probables centros administrativos y ceremoniales; la agricultura era la actividad económica de los pobladores de la media - baja del valle mientras que el pastoreo lo fue de las poblaciones ubicadas en zonas altas. También a esta época parece que corresponde el yacimiento de Ccachulli (Tuti) que muestra estructuras con planta circular y en forma de bóveda en elevación. Dichos muros están hechos con piedra pircada en doble hilera, unidas por arcilla; aunque es necesario aclarar que el sitio ha sido utilizado desde épocas remotas (finales del pleistoceno o de los cazadores recolectores). A la descomposición de Wari corresponde el surgimiento de sociedades locales que se van separando de la administración imperial, es entonces que surgen las sociedades Collagua en el norte y Cabana más al sur y muestra de este periodo se han encontrado las siguientes manifestaciones: Aproximadamente en 1450 d. C., los Collaguas y Cabanas son incorporados al Imperio de los Incas, por Túpac Inca Yupanqui. Durante esa época Coporaque habría sido el centro de la administración inca. Acerca de la presencia inca en la zona se han elaborado toda una serie de cuentos y tradiciones, como la del “Mito del Incarri” que en la localidad de Chivay muestra una variante que señala que durante la visita del Inca Mayta Cápac, éste fue concediendo diversos beneficios a los pueblos, como la cebada y la quinua a Chivay; agua a Maca; vientos a Pinchollo; maíz a Cabanaconde; minas de oro y plata a Tisco; el cochayuyo a Sibayo; etc. Estas manifestaciones están relacionadas al control vertical de diferentes pisos ecológicos que lograron los antiguos pobladores, como base de su economía y organización. El ingreso de los españoles a la zona se da en 1535, habitaban el Colca en ese momento los Collaguas y los Cabanas, para el proceso de distribución de tierras a los españoles se distinguieron en la zona tres “repartimientos”, que fueron organizados al parecer de acuerdo a la organización social de los señoríos o curacazgos existentes, es decir Yanquecollaguas, Laricollaguas y Cabana. Fue Cristóbal Pérez quien recibió la encomienda de Ccawanas, Marcos Retamoso y Alonso Rodríguez Picado recibieron la de Laricollaguas y Gonzalo Pizarro recibió la encomienda de YanqueKóllaguas, que luego pasaría a manos de Francisco Noguerol de Ulloa y luego sería administrada directamente por la Corona Española. Durante este proceso se tomaron muchas medidas para el control y administración de las poblaciones una de ellas fueron las Visitas Reales, censos en los que se obtuvieron datos como que los Collaguas eran de lengua aymara, decían provenir del volcán Collaguata ubicado en la zona de Velille; mientras que los Cabanas, hablaban un quechua diferente al del Cuzco, tenían como Apu al nevado Hualca Hualca y que habían asumido la denominación de Cabana Kunti. Ambas etnias reconocían haberse instalado en el valle, luego de haber expulsado a sus antiguos pobladores. A modo de diferenciación étnica, practicaban la deformación craneana. Los dos grupos Collaguas (Laricollagua y Yanquecollagua) lo hacían en punta; mientras que los Cabanas, en forma ancha y chata. Estas prácticas fueron prohibidas por orden del virrey Francisco de Toledo, desde entonces, la diferenciación se haría a través de los sombreros. Entre 1571 y 1574 don Francisco de Toledo llevó adelante una serie de reformas al interior del virreinato, a fin de dar una forma político - administrativa más estable, por lo que se establecieron una serie de pueblos de indios que, siguiendo el modelo español, concentraron a la antes dispersa población. Las reducciones yanquecollaguas fueron: Tisco, Sibayo, Callalli, Tuti, Canocota, Chivay, Coporaque, Yanque y Achoma. Las laricollaguas: Ichupampa, Lari, Maca, Madrigal, Tapay y Caylloma. En tanto que los pueblos cabana fueron: Pinchollo, Cabanaconde, Huambo, Huanca, Lluta y Yura. La evangelización de la zona corrió a cargo de los frailes franciscanos, que desde épocas tempranas recorrieron el Colca estableciendo dos conventos, uno en Yanque dedicado a la Purísima Concepción y otro en Callalli bajo la advocación de San Antonio de Padua. Posteriormente, por orden del Padre Comisario Jerónimo de Villacarrillo, los frailes abandonaron el valle en 1581, para dar paso a sacerdotes seculares que se hicieron cargo de la evangelización. Esto obedecía a que dentro de los planes evangelizadores, se envió en un primer momento a los integrantes de las órdenes religiosas que con una estructura ya definida se ocupasen de esa tarea, para luego, con la creación de diócesis y el establecimiento de seminarios, se diese paso a los curas diocesanos. Esto provocó el malestar entre la población indígena que habían acogido con agrado a los frailes franciscanos, que pidieron su regreso; consiguiendo que tras unos años de ausencia retornasen al valle en 1586, pero ya no a todos los pueblos sino solamente a Chivay, Yanque, Coporaque, Achoma, Tuti, Sibayo, Callalli y Tisco; aunque no sin antes superar la oposición de los seculares. Los frailes permanecerían en el valle hasta el siglo XVIII (1788), cuando por orden debieron dejar sus doctrinas. Fruto de este proceso evangelizador son los diferentes templos construidos a lo largo del valle y que evidencian el fervor de la feligresía. Las minas de Caylloma. El año de 1626 marca un hito fundamental en la historia del pueblo de Cayllloma y del Valle del Colca, en ese año fue descubierto el mineral de Caylloma, "por los hermanos Gamero, vecinos de Pampacolca" a estas ricas minas de plata se les conoció como Santa Sara, San Cristóbal y Vicuñas; en otro cerro, el de los Apóstoles, la mina de San Judas Tadeo y posteriormente muchas otras que permitieron la fundación de 22 trapiches en la zona. Las minas de Caylloma producían plata de fácil beneficio, pues eran "de crudo como dicen los profesores: y cuando más han necesitado mezclarse los de una veta con otra". El mineral de Caylloma, cuyos depósitos de plata se encontraban en las cercanías del pueblo, hizo que los habitantes del valle no pudieran eludir la total imposición de la mita minera, la cual se prolongaría hasta finales del XVII desligándolos por otro lado del eje económico de Potosí. En 1631, el gobierno virreinal dispuso la instalación en Caylloma de "Cajas Reales con la Callana de fundición” que duraron hasta 1781 cuando se mandó a que se trasladaran a Arequipa. La situación del mineral de Caylloma era privilegiada, pues aunque su clima fuera frigidísimo debido a que su altura, reunía un conjunto de ventajas evidentes; tenía, en primer lugar, acceso a una reserva potencial de mano de obra cercana en el valle del Colca y los valles vecinos. Tan importante fue la producción minera de Caylloma que el Virrey Conde Chinchón las denominó como el tercer yacimiento de importancia después de Potosí y Huancavelica. Este fenómeno económico hizo que pueblos como Caylloma, Tisco, Sibayo y Callalli entrarán en auge debido a su cercanía con la zona minera, mientras que las zonas de producción agrícolas como Yanque, Lari y Chivay empiezan a decaer grandemente, las poblaciones abandonan las andenerías y empiezan a aparecer problemas de desnutrición, hambre, epidemias y mortandad. Estas minas entran en crisis luego de la rebelión de Túpac Amaru II cuando en 1780 las Cajas Reales fueron llevadas a Arequipa, debido a comprobados ataques contrabandistas en la zona para la evasión del pago de impuestos. Las primeras décadas de vida republicana fueron de transición para el Colca, Collaguas se transformó en una provincia del departamento de Arequipa, siendo sus poblados convertidos en distritos. La capital de esta Provincia de Caylloma paso a ser primero Caylloma, luego Yanque, Cabanaconde, Yura, y, finalmente, a partir de la década de 1930, Chivay. El Proyecto Majes significó cambios bruscos en la fisonomía del Colca con la construcción de carreteras, canales, represas, túneles; rompiendo el aislamiento de la zona. Colca es un valle interandino poblado y desarrollado por dos etnias: los Kollawas Cabanas y los Ccaccatapay. Los Kollawas que ocupaban la zona oriental de la cuenca del río. Los Cabanas que estaban en la zona occidental del Río Colca. Los Ccaccatapay que se asentaron en lo más profundo del centro del Cañón del río colca. Estos fueron grandes trabajadores ganaderos, agrícolas y artífices de canales de riego y andenería, sin embargo también se encuentran restos de culturas prehistóricas y por su puesto incaico. Además de su riqueza agrícola se le suma sus Iglesias, muchas de ellas de notable arquitectura y valiosas piezas de arte religioso; sus costumbres y tradiciones que muestra en su artesanía de cada uno de sus pueblos. En las cuevas del Valle del Colca se encuentran pinturas y grabados con más de 7.000 años de antigüedad representando escenas de caza, camélidos (guanacos, llamas, etc.), zorros, figuras humanas, representaciones astrales como el Sol, la Cruz del Sur, aves y muchas otras figuras, que prueban el paso de los varios asentamientos humanos, durante miles de años que dejaron huellas de su existencia. El Valle del Colca muestra numerosas iglesias desperdigadas por todo el valle, que congregan lo mejor de las corrientes arquitectónicas y artísticas europeas con los ingeniosos aportes decorativos de la población nativa. El resultado fue un rico estilo barroco mestizo, con influencias de Arequipa y Cusco cada una de las iglesias destaca por alguna peculiaridad propia; algunas están construidas completamente con la piedra volcánica de sillar; otra tan solo en sus soberbias fachadas; otras guardan singulares pinturas y esculturas en sus interiores; otros son tan antiguos como los primeros años de la conquista. (Continuará)… Por JAR De acuerdo a la leyenda, la lanza Sagrada (también conocida como lanza del Destino, lanza de Longinoo lanza de Cristo) es el nombre que se dio a la lanza con la que un soldado romano, llamado Longino según un texto bíblico apócrifo, atravesó el cuerpo de Jesús cuando estaba en la cruz. La lanza se menciona solo en el Evangelio de Juan (19:33-34) y no aparece en ninguno de los evangelios sinópticos. En el evangelio se indica que los romanos planearon romper las piernas de Jesús, una práctica conocida como crurifragium, que era un método doloroso de acelerar la muerte durante la crucifixión de los condenados a este tipo de castigo. Momentos antes de que los soldados romanos así lo hicieran, vieron que él ya había muerto y por eso pensaron que no había ninguna razón para romperle las piernas. Para cerciorarse de que estaba muerto, un soldado le clava su lanza en un costado. Pero al llegar a Jesús, como le vieron ya muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados le atravesó el costado con una lanza y al instante salió sangre y agua. Juan, (19:33-34) El fenómeno de la sangre y el agua era considerado como un milagro de acuerdo a Orígenes (aunque el agua se puede explicar biológicamente por la perforación del saco pericárdico) sin embargo, para los católicos tiene un significado más profundo: Representa la Iglesia (específicamente los sacramentos del bautismo y la eucaristía) que fluyen del costado de Cristo, así como Eva surgió del costado de Adán. El nombre del soldado que atraviesa el costado de Cristo no es mencionado en la Biblia pero en las referencias más antiguas que se tienen de la leyenda, el evangelio apócrifo de Nicodemo, de fecha desconocida, alrededor del siglo IV, también llamado Hechos de Pilatos, el soldado es identificado como un centurión llamado «Longinos» («Longinus» en latín) en el que además se menciona a los ladrones crucificados junto a Jesús: Gestas y Dimas. Una forma del nombre Longinos también aparece en una miniatura en los Evangelios ilustrados por Rábula en 586 d. C. (actualmente en la Biblioteca Laurenciana, en Florencia). En la ilustración, el nombre Longinos está escrito en griego sobre la cabeza del soldado que perfora el costado de Cristo. Ésta es una de las primeras referencias del nombre, si es que no es una inscripción hecha posteriormente. La tradición cristiana, refiriéndose a la novela La lanza de Louis de Whol (1955), lo identifica como Cayo Casio Longinos ("Gaius Cassius Longinus", en latín). <<<Ilustración de Ademaro de Monteil en la que se narra cómo se porta la lanza sagrada En la Fe cristiana la lanza sagrada es la lanza usada en la crucifixión, que fue identificada más adelante como una reliquia. Muchas reliquias han sido identificadas como la lanza Sagrada, o partes de ella. LA LANZA DEL VATICANO La lanza era desconocida hasta que San Antonio de Piacenza (DC 570), describiendo los lugares santos de Jerusalén, nos dice que él había visto en la Basílica del monte de Sion «la corona de espinas con la cual coronaron a nuestro Señor y la lanza con la cual lo perforaron en el costado. Una mención de la lanza también se hace en el Breviario la Iglesia del Santo Sepulcro. La presencia en Jerusalén de esta importante reliquia es atestiguada por Casiodoro (485– 585) así como en Los viajes de Gregorio (538–594), quien nunca estuvo en Jerusalén. <<<La Lanza Sagrada del Vaticano En 615 Jerusalén y sus reliquias fueron capturados por las fuerzas persas de rey Cosroes II. Según el Chronicon Paschale, la punta de la lanza, que se había quebrado, fue dada en el mismo año a Nicetas que la llevó a Constantinopla y la depositó en la iglesia de Santa Sofía. Esta punta de lanza, que fue fijada en un ycona, o ícono, en 1244 fue vendido por Balduino II de Constantinopla a Luis IX de Francia y fue guardado con la corona de espinas en la Sainte Chapelle de París. Durante la revolución francesa estas reliquias fueron llevadas a la Bibliothèque Nationale y posteriormente desaparecidas (la actual «corona de espinas» es una guirnalda). En cuanto a la porción más grande de la lanza, Arculpus la vio en la iglesia del Santo Sepulcro alrededor de 670 en Jerusalén; sin embargo no hay otra mención de ella tras el saqueo de 615. Algunos dicen que la porción más grande de la reliquia se llevó a Constantinopla en algún momento durante el siglo VIII, posiblemente al mismo tiempo que la corona de espinas. En algún momento, su presencia en Constantinopla parece ser claramente atestiguada por varios peregrinos, particularmente de origen ruso. Y aunque posteriormente fue depositada en varias iglesias, parece ser posible rastrearla a diferencia de la reliquia de la punta. Sir Juan Mandeville declaró en 1357, que había visto la cuchilla de la lanza Sagrada en París y también en Constantinopla, y que la reliquia de esta última ciudad era mucho más grande que la de París. Cualquiera que haya sido la reliquia de Constantinopla, cayó en las manos de los turcos, y en 1492, bajo circunstancias minuciosamente descritas en la Historia de los Papas (escrita por Pastor), el sultán Bayaceto envió la reliquia a Inocente VIII para forzar al Papa a que continuase guardando preso a su hermano Zizim (Cem). En este punto hubo en Roma grandes dudas de su autenticidad, según relata Johann Burchard, por la presencia de otras lanzas rivales en París (la punta que había sido separada), Núremberg (la lanza de Viena) y Armenia (la lanza de Etschmiadzin). A mediados de 1700, el Papa Benedicto XIV dijo que obtuvo un dibujo exacto de la punta de la lanza de París, y que comparándola con la reliquia en la basílica de San Pedro estaba satisfecho de que las dos formaran una sola cuchilla. La reliquia nunca ha salido de Roma donde se encuentra preservada bajo el domo de la basílica de San Pedro aunque la Iglesia Católica Romana no ha hecho declaraciones sobre su autenticidad. LA LANZA DE ECHMIADZIN La lanza que se encuentra en Echmiadzin, Armenia, fue descubierta durante la Primera Cruzada. En 1098 el Cruzado Pedro Bartolomé dijo tener una visión en la que San Andrés le decía que La Lanza Sagrada estaba enterrada bajo la catedral de San Pedro en Antioquía. Tras mucho excavar en la catedral, la lanza fue descubierta. Esto se consideró un milagro por parte de los cruzados quienes fueron capaces de derrotar al ejército musulmán que repelía el asedio a la ciudad y capturaron decisivamente Antioquía. Tiempo después de expulsar al ejército musulmán hubo sospechas de que la lanza de Pedro no era la lanza de Cristo y para desmentir esto Pedro caminó en fuego portando la lanza; al entrar en el fuego Pedro murió. LA LANZA DE VIENA (LA LANZA HOFBURG) Los emperadores del Sacro Imperio Romano tenían su propia Lanza, atestiguada desde el tiempo de Otón I (912–973). En el año1000 Otón III le dio a Boleslao I el Bravo una réplica de la Lanza en el Congreso de Gniezno. En 1084 Enrique IV le agregó una banda de plata con la inscripción «Clavus Domini» («El clavo del Señor»). Esto se basaba en la creencia de que esta era la lanza de Constantino el Grande que encerraba como reliquia un clavo usado para la crucifixión. En 1273 se utilizó por primera vez en la ceremonia de coronación. Alrededor de 1350 Carlos IV mandó ponerle una banda de oro sobre la de plata con una inscripción que dice «Lancea et Clavus Domini» («La lanza y el clavo del Señor»). En 1424, el emperador Segismundo del Sacro Imperio Romano tenía una colección de reliquias, incluida La Lanza, que trajo de su capital en Praga a su natal Núremberg y decretó que ahí se guardara por siempre. A esta colección se le conoce como Reichskleinodien o la Regalía Imperial. Cuando el ejército revolucionario francés se aproximó a Núremberg en la primavera de 1796 los consejeros de la ciudad decidieron mover el Reichskleinodien a Viena, Austria, para mantenerlo seguro. La colección fue confiada al entonces barón Von Hügel, quien prometió devolver todos los objetos en cuanto la paz fuere restaurada y la seguridad de la colección estuviera asegurada. Sin embargo, el Sacro Imperio Romano fue disuelto en 1806 y von Hügel aprovechó la confusión sobre quién era el legítimo dueño y vendió la colección entera, incluyendo la lanza, a los Habsburgo. Cuando los consejeros de la ciudad descubrieron la venta solicitaron que les fuera devuelto el Reichskleinodien pero fueron rechazados. Como parte de la Regalía Imperial, la lanza fue almacenada en el Schatzkammer (Tesorería Imperial) en Viena y se le conoció como "la lanza de San Mauricio". Durante la Anschluss, cuando Austria se anexó a Alemania en 1938, Adolf Hitler tomó la lanza. Ferviente admirador de Enrique I el Pajarero, el Führer hizo una copia y guardó la original en la Catedral de Santa Catalina de Núremberg, la misma en la que había permanecido durante el I Reich, llegando a utilizar la reliquia en varios mítines entre 1938 y 1939. En 1940 se trasladó a una cámara acorazada para protegerla de la guerra, y más tarde se le construyó una cámara especial a 150 metros bajo tierra. El 20 de abril de 1945 el general Mark Wayne Clark, del Séptimo Ejército estadounidense, encontró la lanza y la llevó a Estados Unidos. El 7 de enero de 1946 el general George S. Patton la devolvía a Austria, donde fue alojada temporalmente en el Museo Kunsthistorisches y finalmente devuelta al Schatzkammer. En 2003 el metalúrgico inglés y escritor de Ingeniería Técnica, el Dr. Robert Feather, obtuvo permisos extraordinarios no solo para examinar la lanza en un ambiente de laboratorio, sino también para quitar cuidadosamente las bandas de oro y plata que la mantienen unida. En la opinión del Dr. Feather y de otros expertos, la creación aproximada de la cuchilla de la Lanza es del siglo VII, un poco anterior a lo que el Schatzkammer estimaba. Se encuentra expuesta en el Schatzkammer (Tesoro Imperial), que es una de las colecciones del Palacio Imperial de Hofburg, considerada como parte del Museo de Historia del Arte de Viena (Kunsthistorisches Museum). Otra lanza se ha preservado en Cracovia, Polonia, desde 1200. Aunque se alega que ha estado en esa ciudad por ocho siglos, los registros alemanes indican que es una copia de la lanza de Viena. El emperador Enrique II la mandó a hacer con pequeñas astillas de la Lanza original. Otra copia le fue entregada al Rey de Hungría al mismo tiempo. Sin embargo otra historia escrita por William de Malmesbury cuenta que Hugo Capeto entregó la lanza Sagrada al rey Athelstan de Inglaterra; sin embargo parece deberse a una idea errónea. El artista Jeffrey Vallance creó ilustraciones é hizo varios duplicados de la lanza y los distribuyó alrededor del mundo, proponiéndose confundir la identidad de la lanza verdadera para las generaciones futuras. Por F.L.P. Templarios del Cinca-Segre en la frontera con el Islam Los Templarios acabaron teniendo una gran presencia en las riberas del Cinca y del Segre. Sólo iba a perdurar hasta inicios del siglo XIV, pero lo suficiente para que su recuerdo testimonial en documentos acabara dejando huellas de estimable valor. Hoy haremos breves menciones de la presencia de dicha Orden Militar del Templo de Salomón, conocida popularmente como los Templarios, en diversos lugares del Cinca y del Segre, frontera que les tocó defender en los siglos XII y XIII, especialmente. TEMPLARIOS EN EL BAJO SEGRE Ya sabemos que los Templarios extendieron su presencia por todo el entorno del Cinca-Segre. Algunas de ellas, poco conocidas, corresponden a donaciones de particulares. Como las donaciones concedidas sobre Remolins y Avinganya. Ambas fueron confirmadas por el abad de Poblet, Bernardo, y por Bernardo de Portarege, ante la presencia de diversos individuos del Temple, en el castillo de Gardeny (Lleida). Confirmación datada en el mes de junio de 1162. Firmaron el documento Geraldo de Jorba y su esposa Saurina, así como Guillermo de Alcarrás, primogénito de dichos donantes. La concesión de un solar en Butzenit -Boccenic dice el documento original. Se trata de una localidad situada entre Alcarrás y Lleida, cercana a la carretera nacional. El lugar de Butzenit es visita obligada a los que no lo conozcan, pues guarda el tipismo de las localidades pequeñas que han sobrevivido al paso de los siglos. Dicho solar había sido concedido previamente a Guillem de Alcalá, y éste junto con su esposa Estefanía y su hijo Guillem de Alcarrás, la concedieron a la Milicia del Temple en 5 de octubre de 1166. En esta concesión intervinieron numerosos testigos, que anotamos por si sirven en posteriores correlaciones documentales: Fr. Arnaldo de Torroja. Maestre de Hispania; fr. Domingo comendador de Gardeny, fr. Geraldo de Aboccenic; Berenguer d’Ager; Arnaldo Pérez de Alentorn; Berenguer Pérez de Alentorn su hijo; Guillermo Artal de Buccenic; Bertrán de Buccenic; Raymundo de Tora y Bertrán de Tora. Otra donación en el Bajo Segre corresponde al lugar de Aitona. Es posterior a las anteriores, pues el rey Pedro, padre del Conquistador, ya había concedido a Raymundo de Montcada doscientos morabatinos anuales sobre la villa y castillo de Aitona. Este noble Montcada se vendió los 200 morabatinos a los Templarios, por mano de fr. Guillermo de Monredó, Maestre del Temple en Hispania, de fr. Bernardo de Claret de la casa de Gardeny, de fr. Bernardo de Zaguilella Preceptor en Monzón y otros Templarios. Todo ello en la fecha del 17 de noviembre de 1216. TEMPLARIOS EN FRAGA Ya hemos indicado en otras ocasiones como en Fraga –capital del Bajo Cinca- llegaron los Templarios con otras fuerzas militares desde los primeros asedios del monarca Alfonso I el Batallador, o en las capitulaciones a favor del conde de Barcelona Ramón Berenguer IV en 1149. Sin embargo, no será hasta 1182 que quedase constancia documental de una donación a su favor en la propia Fraga. Se trata de la autorización que efectuó el rey Alfonso II de Aragón, para que dicha orden pudiera edificar un molino y sus dependencias adyacentes en el Cinca, pudiendo elegir el lugar desde la rambla del río entre el puente y el lugar de Massalcoreig. Quizá por razón de la acequia de riego entre ambas localidades A este respecto, el Santo Padre Inocencio III reconoció por bula las propiedades de los Templarios en Fraga en junio de 1206. TEMPLARIOS EN EL CINCA Correspondiente al año 1279 disponemos de diversos documentos en su relación a localidades del Cinca. Por ejemplo, la carta real del 12 de julio, dirigida al lugarteniente del veguer de Lleida, Guillem de Curto, para que no exigiese el pago de lezda o peaje a los Templarios en los lugares de Rafals, Alcolea (Alcolegia), Vall Corna, Mequinença, Flix y en Castro Serany. O aquel otro del 9 de agosto por el cual el monarca don Pedro mandaba al bayle de Ballobar (Vallobar) para que dejara de prohibir al castellán de Monzón y al comendador de Chalamera (Xalamera) y sus hombres el uso de pastos, leñas, y maderas, en los términos de Chalamera, y demás heredades que los Templarios poseían más allá del río Alcanadre, afluente del Cinca. O el documento del 17 de agosto, por el que se conminaba al procurador general de Aragón, Ramón de Montcada, que debía hacerse cargo de la causa entre el comendador de Chalamera como agente, contra la universidad y hombres de Vallobar, como dependientes. La tensión entre estos vecinos debió ser trascendente, pues el rey había mandado la intervención de Gonzalo Pérez de Sana, para que procediese con rigor contra García Martín, Jordán Civera, Domingo Civera, y contra el abad y los vecinos de Alcolea, quienes, junto con Johan Sinyo, bayle de Alcolea, se habían desplazado con armas en actitud amenazante al lugar de Chalamera. Jaime II de Aragón comunicó en 19 de junio de 1301 a Guillem de Entenza, señor de Mequinensa el deseo de decidir personalmente sobre los cuatro sarracenos de Miravet hechos prisioneros en Mequinensa, vasallos de los Templarios. El rey le había ordenado que los restituyera al Temple para hacer justicia, pero según le había informado el Maestre de dicha Orden, no lo había hecho y les había obligado a redimirse pagando cierta cantidad de dinero. Justifica la intervención real el hecho de que el señor de Mequinensa pensaba venderlos para obtener la cantidad que les reclamaba. LOS MONTCADA Y LOS TEMPLARIOS DEL CINCA En otros documentos del mes de agosto, el rey de Aragón Pedro III, manda que Ramón de Montcada, procurador general de Aragón, prosiga las causas sobre cuestiones de Templarios, en especial aquella sobre el quinto perteneciente al temple en los términos de Ontiñena, que defienden el castellán de Monzón (Mont Soni), Raymundo de Alos, vecino de Alcolea, y Bertran Benaran residente en Ontinyena. O aquel otro dirigido a Bernardo Guillem de Entenza, para que no agraviase al vicario de la iglesia de Alcolea, iglesia que pertenecía a la Orden del Temple. Se ha conservado un traslado auténtico hecho ante el escribano valenciano Nicolás de Puig, fechado en agosto de 1306, en el cual doña Constanza de Grecia, mujer que fue de don Cab Juan Berac, emperador de los griegos, hija e infanta de Frederich, emperador de Romanos, cedía en favor del rey de Aragón Jaime II los derechos que les correspondían sobre los lugares de Saidí y Ballobar, en el Cinca. Al año siguiente, Guillem de Montcada, que había estado casado con una de las infantas de Láscara o Láscaris, recibió una reclamación real por aquellos 1.000 marcos de plata que había ofrecido a su difunta esposa doña Beatriz, sobre los dichos lugares de Saidí y Ballobar (Çaydino y Vayllobar) y demás posesiones de los Templarios. Esa cantidad la había ofrecido el Montcada en concepto de ajuar (eixovar), o dote añadida a su difunta esposa Beatriz de Láscaris. Del 21 de febrero de 1309 es la concesión hecha por Ramón de Montcada concediendo en alcabala al venerable religioso fr. Arnaldo de Castellanou, maestre de la Casa del Temple en Aragón y Cataluña, y otros frailes del Temple, todos aquellos molinos, tanto draperos como farineros que existían en los términos de Albalate de Cinca, con todos sus aperos y pertenencias, con todas las casas y casales y huertos contiguos, excepto las casas mayores a ellos, por tiempo de cinco años continuos, por precio amigablemente convenido, es decir, 75 cahices de grano, la mitad de trigo y la mitad de ordio, a medida de Monzón. Contribución o alcabala que debía hacerse efectiva entre las festividades de Pascua de Resurrección y San Miguel para la otra mitad. El grano debía depositarse en la casa del Temple en Chalamera. Testigos. Raymundo de Benviure, y Raymundo Arnal de Sessé. Notario: Salvador de Aguilaneu. SOBRE LA ACEQUIA DE LOS TEMPLARIOS EN BELVER Y OSSO. Una de las actividades más fecundas de la presencia Templaría en el Cinca fue la de su intervención en las construcciones de riego, como demostró en su momento don Francisco Castillón Cortada, con trabajos como: “Política hidráulica de Templarios y sanjuanistas en el Valle del Cinca (Huesca)”. Queremos añadir una mención extraída del Archivo de la Corona de Aragón (reg. 254) con fecha 16 de agosto de 1317, datada en Monzón, por la cual el rey Jaime II manda al administrador de los bienes de la reciente abolida Orden del Temple, don Pedro de Canelles, administrador en la castellanía de Monzón, y a su lugarteniente en Belver (Belveer), para que, como detector de los bienes del Temple, le correspondía acondicionar el azud y la cequia de Belver, de la que solían regar, según costumbre, los hombres de Osso, que en esa fecha pertenecía al infante Alfonso, conde de Urgel. El citado monarca le mandaba que volviera a dar el agua en dicha cequia, y que funcionara en la misma forma y términos como la tenían en tiempos de los Templarios. Creemos que va quedando más que demostrada la presencia Templaría en el Cinca y bajo Segre. Por Joaquín Salleras Clarió La adormidera o “planta del opio” —de nombre binomial científico Papaver somniferum— es una planta herbácea del género Papaver, perteneciente a la familia de las Papaveraceae. Contrariamente a la creencia generalizada, no se encuentra de modo natural en las montañas asiáticas. Esta adormidera se encuentra comúnmente en Europa, tanto en terrenos calcáreos, como mixtos. SINÓNIMOS: Papaver hortense Hussenot, Papaver setigerum DC. in Lam. & DC., Papaver somniferum subsp. hortense (Hussenot) Corb., Papaver somniferum subsp. nigrum (DC.) Arcang., Papaver somniferum subsp. setigerum (DC.) Arcang., Papaver somniferum L. subsp. somniferum L., Papaver somniferum var. album DC., Papaver somniferum var. hortense (Hussenot) Lange y Papaver somniferum var. nigrum DC. NOMBRES VERNÁCULOS: Español: ababolones, adormidera, adormidera blanca, adormidera lunar, adormidera negra, adormideras, adormideras blancas, adormilera, almidera, amapola, amapola blanca, amapola de adorno, amapola real, amapolona, amapola de la droga, apio dormidera, cascal, cascales, dormidera, dormideras, dormideras blancas, hierba cascales, hierba dormidera, opio, papaver blanco, papola, papoya. Catalán: cascall, Euskera: lo-belar, Gallego: durmideira, Portugués: mapoula Es una planta herbácea anual, que alcanza una altura por encima del metro. Sus hojas son glabras y cubiertas con cera lo que les da un aspecto brillante. Las flores pueden ser blancas, pero las más comunes son de color lila (rosa pálido), con un centro de color violeta oscuro. La cápsula, redonda y gruesa, contiene numerosas semillas pequeñas y negras. SUS USOS: Es conocida porque sus frutos semimaduros —en forma de cápsula— así como su savia seca —pegajosa y de color blanco— tienen un alto contenido en alcaloides, por lo que son usadas para la fabricación de opio. En la industria farmacéutica supone una fuente de drogas como la morfina y la codeína. EN LA COCINA Las semillas, al igual que las de Papaver rhoeas, gozan de buena aceptación en sus aplicaciones culinarias por sus propiedades antioxidantes, su contenido en vitamina B, lípidos, glúcidos y proteínas. La “tarta de amapola” (“makowiec” en polaco y “makovník” en eslovaco) es un postre típico de Polonia y de Eslovaquia. En buena parte de Europa las semillas de amapola se usan para adornar productos de panadería (barras de pan, bollos, etc.). También se usan como añadido en piensos para pájaros. El aceite obtenido de las semillas encuentra aplicación en la industria de la pintura como aceite secante, para la fabricación de jabones o como combustible. Debido a la presencia de alcaloides se han aplicado fuertes medidas de control sobre su cultivo, restringido a agricultores expresamente autorizados. Se han firmado acuerdos internacionales para erradicar su cultivo ilegal, aunque el 90% de este cultivo ilegal se concentra en Afganistán y Birmania (Myanmar). El Consejo de Senlis, un "think tank" internacional, propone la utilización de parte del opio afgano para la producción de medicinas esenciales como la morfina. Dicha organización ha elaborado un informe técnico sobre ese proyecto, bajo el título de Amapola para medicamentos. También se ha experimentado con variedades especialmente seleccionadas para producir concentraciones mucho más bajas de alcaloides. COMPOSICIÓN QUÍMICA Opio: 10-20% de alcaloides, 5-6% de materias minerales, 20% de azúcares y ácidos orgánicos (lácticos, fumárico, mecónico). Semillas: No contienen alcaloides. Cápsulas y opios: Contienen ácidos mecónico (marcadores de identidad para evitar falsificaciones de la droga). Los alcaloides presentes son Isoquinoleínicos, derivados de la tirosina con un núcleo bencilisoquinoleínico (papaverina) o morfinano (morfina, codeína, tebaína) USO FARMACOLÓGICO Tiene actividad agonista de los receptores opioides, por lo que tiene una acción hipnoanalgésica. Para otros usos medicinales, ver: Plantas medicinales. Morfina. Acción analgésica: deprime la nocicepción y modifica componentes emocionales. Se usa en dolores agudos de gran intensidad y dolores crónicos (paliativo del cáncer). Depresión respiratoria: Se da a dosis terapéutica y conlleva la reacción adversa más preocupante ya que puede llegar a la muerte. También deprime la tos. Estimula el centro del vómito Estreñimiento por disminución tono intestinal, intestinales. Miosis: prueba diagnóstica del consumo de opiáceos. peristaltismo y secreciones Codeína. Deprime el centro de la tos, por lo que se usa como antitusígeno en tos improductiva. Analgésico de baja potencia usado en combinación con el paracetamol. Papaverina. Acción espasmolítica. Esta droga produce tolerancia y dependencia como consecuencia de uso habitual. Los efectos indeseables pueden ser: Físicos: El llamado "mono", donde se produce sudor, lagrimeo, dolores, náuseas y vómitos. Psíquicos: depresión, ansiedad, angustia (meses o años). PARÁSITOS Son numerosos los insectos que parasitan esta planta, existe un tipo de avispa Iraella luteipes que produce unas agallas en los tallos de la planta. De un tiempo a esta parte las semillas han empezado a ganar protagonismo en nuestra dieta, y son cada vez más utilizadas en infinidad de platos que comemos habitualmente. No solamente las semillas de amapola son las más usadas, sino que otras como las de lino, pipas, sojo o mijo son algunas de las más usadas en la elaboración de alimentos, y es que todas ellas contienen infinidad de propiedades entre las que destacan sus altas dosis de energía, y el papel que juegan a la hora de ayudarnos a conseguir una dieta equilibrada. Todas las semillas tienen una característica en común, y es que constituyen un alimento fácil de ingerir y de asimilar por el organismo, lo que las convierte en un bocado práctico y sencillo, pues detrás de ese aspecto insignificante esconden un sinfín de beneficios para el organismo que no debemos pasar por alto, en especial las semillas de amapola, que podemos encontrarlas de dos clases, las blancas y las negras, aunque ambas tienen idénticos beneficios. Las semillas de amapola constituyen una importante medicina natural, debido al papel que tienen como calmante nervioso del organismo. Tiene un efecto potente, y por ello se utilizan habitualmente para lograr calmar nuestros nervios y conseguir una total relajación del sistema nervioso. Por este motivo su uso es muy recomendado en épocas de tos nerviosa, espasmos, situaciones de estrés… Es por esto que se las considera un sedante natural. Las semillas de amapola las podemos encontrar en diferentes tiendas especializadas y herboristerías, aunque cada vez son más los alimentos que las contienen, en especial los panes multicereales. Se suelen presentar tostadas, y tienen un sabor dulzón que dota al alimento de un toque especial, y a nuestro organismo de muchos beneficios. Por Fray Jesús (Hermano Herbolario) El calendario gregoriano es un calendario originario de Europa, actualmente utilizado de manera oficial en casi todo el mundo. Así denominado por ser su promotor el Papa Gregorio XIII, vino a sustituir en 1582 al calendario juliano, utilizado desde que Julio César lo instaurara en el año 46 a. C. El Papa promulgó el uso de este calendario por medio de la bula Inter Gravissimas. La reforma gregoriana nace de la necesidad de llevar a la práctica uno de los acuerdos del Concilio de Trento: ajustar el calendario para eliminar el desfase producido desde el primer Concilio de Nicea, celebrado en 325, en el que se había fijado el momento astral en que debía celebrarse la Pascua y, en relación con ésta, las demás fiestas religiosas móviles. Lo que importaba, pues, era la regularidad del calendario litúrgico, para lo cual era preciso introducir determinadas correcciones en el civil. En el fondo, se trataba de adecuar el calendario civil al año trópico. En el Concilio de Nicea se determinó que la Pascua debía conmemorarse el domingo siguiente al plenilunio posterior al equinoccio de primavera en el hemisferio norte (equinoccio de otoño en el hemisferio sur). Aquel año 325 el equinoccio había ocurrido el día 21 de marzo, pero con el paso del tiempo la fecha del acontecimiento se había ido adelantando hasta el punto de que en 1582, el desfase era ya de 10 días, y el equinoccio se fechó el 11 de marzo. El desfase provenía de un inexacto cómputo del número de días con que cuenta el año trópico; según el calendario juliano que instituyó un año bisiesto cada cuatro, consideraba que el año trópico estaba constituido por 365,25 días, mientras que la cifra correcta es de 365,242189, o lo que es lo mismo, 365 días, 5 horas, 48 minutos y 45,16 segundos. Esos más de 11 minutos contados adicionalmente a cada año habían supuesto en los 1257 años que mediaban entre 325 y 1582 un error acumulado de aproximadamente 10 días. <<<El jesuita alemán Christopher Clavius. Junto con Lilio fue el miembro más destacado de la Comisión del Calendario. El cráter más grande de la Luna lleva su nombre. El calendario gregoriano adelanta cerca de 1/2 minuto cada año (aprox. 26 s c/año), lo que significa que se requiere el ajuste de un día cada 3300 años. Esta diferencia procede del hecho de que la traslación de la Tierra alrededor del Sol no coincide con una cantidad exacta de días de rotación de la Tierra alrededor de su eje. Cuando el centro de la Tierra ha recorrido una vuelta completa en torno al Sol y ha regresado a la misma «posición relativa» en que se encontraba el año anterior, se han completado 365 días y un poco menos de un cuarto de día (0,242189074 para ser más exactos). Para hacer coincidir el año con un número entero de días se requieren ajustes periódicos cada cierta cantidad de años. De la regla general del bisiesto cada cuatro años, se exceptuaban los años múltiplos de 100, excepción que a su vez tenía otra excepción, la de los años múltiplos de 400, que sí eran bisiestos. La nueva norma de los años bisiestos se formuló del siguiente modo: la duración básica del año es de 365 días; pero serán bisiestos (es decir tendrán 366 días) aquellos años cuyas dos últimas cifras son divisibles por 4, exceptuando los múltiplos de 100 (1700, 1800, 1900...), de los que se exceptúan a su vez aquellos que también sean divisibles por 400 (1600, 2000, 2400...). El calendario gregoriano ajusta a 365,2425 días la duración del año, lo que deja una diferencia de 0,000300926 días o 26 segundos al año de error. Este error se acumula hasta llegar a un día cada 3300 años. Sin embargo, intentar crear una regla para corregir este error de un día cada 3300 años es complejo. En tan largo tiempo la Tierra se desacelera en su velocidad de rotación (y también se desacelera el movimiento de traslación) y ello crea una nueva diferencia que es necesario ir corrigiendo. La Luna ejerce un efecto de retraso sobre esta velocidad de giro por la excentricidad creada por las mareas. La disminución de la velocidad de giro creada por esa excentricidad es similar a la que se produce cuando hacemos girar un Frisbee poniéndole un poco de arena mojada en un lado del borde inferior: cuando el platillo se hace girar, su velocidad de giro es mucho menor a la que tiene cuando no existe tal excentricidad. Este efecto todavía se encuentra en análisis y medición por parte del mundo científico y adicionalmente existen otros efectos que complican definir reglas con tal precisión. Este error es solo de una parte por millón. Lo más práctico será que cuando la diferencia sea significativa, es decir, cuando llega a ser de un día se declare que el próximo año bisiesto no se celebre. De todas maneras, quedan casi dos mil años de análisis y discusión antes de necesitar este ajuste. Véase año para una descripción un poco más profunda. Otro problema distinto, como ya se ha señalado, es la disminución de la velocidad de rotación terrestre (y también de la traslación terrestre), la cual se puede medir con gran precisión con un reloj atómico. Es un problema distinto porque no tiene que ver nada con el cálculo del calendario y, por lo tanto, con los ajustes que se le tengan que hacer al calendario. Más bien es al contrario: es el reloj atómico el que tiene que ajustarse a los movimientos de la Tierra, es decir, a la duración del día solar y del año terrestre. El reloj atómico mide un tiempo uniforme que, por lo tanto, no existe en la naturaleza, donde los movimientos del mundo físico son uniformemente variados. El impulsor de la reforma del calendario es Ugo Buocompagni, jurista eclesiástico, elegido papa el 14 de mayo de 1572 bajo el nombre de Gregorio XIII. Se constituye la Comisión del Calendario, en la que destacan Cristóbal Clavio y Luis Lilio. Clavio, astrónomo jesuita, el "Euclides de su tiempo", era un reputado matemático y astrónomo. El mismo Galileo Galilei lo requirió como aval científico de sus observaciones telescópicas. Un cráter de la Luna lleva su nombre. En cuanto a Lilio, médico y astrónomo, sabemos que fue el principal autor de la reforma del calendario. Muere en 1576 sin ver culminado el proceso. Finalmente, un personaje más en esta historia: Alfonso X de Castilla, El Sabio: el valor dado al año trópico en las Tablas alfonsíes de 365 días 5 horas 49 minutos y 16 segundos es el tomado como correcto por la Comisión del Calendario. Pedro Chacón, matemático español, redacta el Compendium con el dictamen de Lilio, apoyado por Clavio, y se llega al 14 de septiembre de 1580 cuando se aprueba la reforma, para llevarla a la práctica en octubre de 1582. Al jueves -juliano- 4 de octubre de 1582 le sucede el viernes -gregoriano- 15 de octubre de 1582. Diez días desaparecen debido a que ya se habían contado de más en el calendario juliano. El calendario se adoptó inmediatamente en los países donde la Iglesia Católica tenía influencia. Sin embargo, en países que no seguían la doctrina católica, tales como los protestantes, anglicanos, ortodoxos, y otros, este calendario no se implantó hasta varios años (o siglos) después. A pesar de que en sus países el calendario gregoriano es el oficial, las iglesias ortodoxas (excepto la de Finlandia) siguen utilizando el calendario juliano (o modificaciones de él diferentes al calendario gregoriano). Sin embargo, fuera del mantenimiento de un calendario eclesiástico diferente en algunos países, el calendario gregoriano es el que se considera como base para el establecimiento del año civil en todo el mundo, incluyendo los países con un año eclesiástico o religioso diferente al que se estableció en la reforma gregoriana del siglo XVI. Duración del año gregoriano El calendario gregoriano distingue entre: Año común: el de 365 días Año bisiesto: el de 366 días Año secular: el terminado en "00" -múltiplo de 100Es año bisiesto el que sea múltiplo de 4, con excepción de los años seculares. Respecto a éstos, es bisiesto el año secular múltiplo de 400. De esta manera, el calendario gregoriano se compone de ciclos de 400 años: En 400 años hay (400/4)-4 seculares = 96 años bisiestos De los 4 años seculares, sólo uno es bisiesto (múltiplo de 400) En el ciclo de los 400 años tenemos 96 + 1 = 97 años bisiestos, y 400 - 97 = 303 años comunes Haciendo el cómputo en días: 97 x 366 días = 35.502 días 303 x 365 = 110.595 días Esto hace un total de 146.097 días en los 400 años, de modo que la duración media del año gregoriano es de 365,2425 días. En los 400 años del ciclo del calendario gregoriano, estos 146.097 días, que son 20.871 * 7 días, hay un número entero de semanas 20.871, de tal modo que en cada ciclo de 400 años no solo se repite exactamente el ciclo de años comunes y bisiestos, sino que el ciclo semanal también es exacto, esta congruencia da lugar a que tomando un grupo de 400 años seguidos, el siguiente ciclo de 400 años es exactamente igual. LA NEMOTECNIA DEL PUÑO La primera semana del año, la número 01, que contiene el primer jueves de enero. Las semanas de un año van de la 01 a la 52, salvo que el año termine en jueves, o bien en jueves o viernes si es bisiesto, en cuyo caso se añade una semana más: la 53. Mes: periodo de 30 ó 31 días, salvo para febrero que tiene 28 días en un año común, y 29 días en un año bisiesto. es la Otra regla nemotécnica consiste en cerrar los dos puños y juntarlos con los nudillos hacia arriba. Los nudillos sobresalientes representarán a los meses de 31 días, y los huecos entre nudillos los meses de menos de 31 días. El primer nudillo (el del dedo meñique) representa a enero (y por ser sobresaliente equivale a 31 días). El hueco próximo (entre los nudillos del meñique y del dedo anular) representa a febrero (y por ser hueco tiene menos de 31 días, en este caso 29 o 28 días). El segundo nudillo (del dedo anular) representa a marzo (y por ser sobresaliente equivale a 31 días) y así sucesivamente hasta llegar a julio, representado por el nudillo del dedo índice (que por ser sobresaliente equivale a 31 días). Luego se pasa a la otra mano y se cuenta desde el nudillo del dedo índice, que al igual que el anterior representará a agosto (y por ser sobresaliente equivaldrá a 31 días). Se continúa la cuenta hasta llegar a diciembre, representado por el nudillo del dedo anular (que por ser sobresaliente dice que diciembre tiene 31 días). Otra manera de visualizar la anterior nemotécnica es como sigue: con el puño cerrado de cualquier mano, pose su dedo índice de la otra mano en el nudillo del dedo índice de su puño; ese nudillo indica el mes de enero. Desplace su dedo índice al intersticio entre los nudillos del dedo índice y medio de su puño, ese intersticio representa a febrero, desplace su índice al siguiente nudillo (dedo medio) "Marzo" y así sucesivamente considerando cada nudillo e intersticio hasta llegar al nudillo del meñique que representa a julio, una vez aquí vuelva a llevar su índice al nudillo del dedo índice del puño que ahora indicará el mes de agosto y siga la cuenta nuevamente hasta el nudillo anular que será diciembre. Cada mes caído en nudillo es de 31 días y cada mes caído en intersticio es de 30 días a excepción de febrero. Los romanos contaban los años desde la fundación de Roma, es decir, ab urbe condita, abreviadamente a.u.c. En la era cristiana, con el papa Bonifacio IV en 607, el origen de la escala pasó a ser el nacimiento de Cristo. Un monje rumano, Dionisio el Exiguo, matemático, basándose en la Biblia y otras fuentes históricas, entre los años 526 y 530, había fechado el nacimiento de Cristo el día 25 de diciembre del año 753 a.u.c. Dicho año pasó a ser el año 1 A. D., Anno Domini, año 1 del Señor, pero los años anteriores a éste seguían siendo años a.u.c. Finalmente en el siglo XVII se nombran los años anteriores al 1 A. D. como años antes de Cristo, a. C., y los posteriores son años después de Cristo, d. C.. Cuando empieza la cuenta de la era cristiana, no existía el concepto matemático de cero y los años se contaban ordinalmente (esto es: primer año, segundo, etc.). El origen del calendario gregoriano, es pues el 1 de enero del primer año (año 1 d.C.), que da comienzo a la primera década, el primer siglo (s. I) y el primer milenio. El año anterior fue el primero antes de Cristo (año 1 a.C.). No hay año 0. Establecido así el origen del calendario, el primer milenio (primeros 1000 años) transcurrió entre el 1 de enero del año 1 hasta el 31 de diciembre del año 1000. De la misma forma, el primer siglo transcurrió entre el 1 de enero del año 1 hasta el 31 de diciembre del año 100. A pesar de que, aparentemente, el calendario persa es más preciso que el Calendario gregoriano, en el que hay un error de un día cada 3300 años, mientras que en el calendario persa el mismo error aparecería cada 3.5 millones de años la importancia del calendario gregoriano estriba en que el sistema de tiempo gregoriano es el que se utiliza universalmente, inclusive, en Irán, la antigua Persia. Así, el problema del origen de nuestra era y los que se derivan del empleo de múltiples calendarios diferentes quedó resuelto con la creación del calendario gregoriano: si en él se afirma que la Era Cristiana comenzó 1582 años antes de su elaboración y todos los países respetan esta idea, toda discusión debería acabar; y los temas de cuándo nació Cristo o lo que estableció Dionisio el Exiguo dejan de tener importancia (al menos, desde el punto de vista de la medición del tiempo). La cuestión final era la adopción de dicho calendario y, como hemos visto, todos los países del mundo lo han venido adoptando a través del tiempo. La mayor precisión del calendario persa es algo discutible por una simple razón: se trata de una precisión a la que habría que realizar ajustes en el futuro, lo mismo que sucede con el calendario gregoriano. Si dentro de 3300 años (más o menos, cuestión muy importante) habrá que hacer un ajuste de un día al calendario gregoriano, parece bastante probable que el calendario persa tenga también que ajustarse antes de avanzar 3.5 millones de años en el futuro. El tiempo futuro no se puede determinar: la duración del año, del día, del segundo de tiempo, se desacelera con el tiempo, pero no se puede determinar exactamente cuánto ni a qué ritmo. Y, sobre todo, un calendario no es importante por una enorme precisión en la medición del tiempo, sino por tener una precisión razonable y una fundamentación clara y aceptada por todos. Por F.L.P. S. Pio I (140-155) Nació en Aquileya, en el Friuli. El suyo fue un pontificado largo, si se considera la época. Algunos historiadores le atribuyen la decisión y la elección de la fecha de la Pascua, que debía ser el primer domingo después i del plenilunio de marzo. Otros estudiosos la atribuyen a su sucesor S. Aniceto. Fue hijo de Rufino y natural de Aquileya. Educado por su padre, en la cristiana religión, pasó a Roma para completar su instrucción, y adelantó tanto en letras y religión, que mereció ser admitido en un colegio de canónigos regulares; entre los cuales sobresalió de un modo admirable por su caridad y ardiente celo; por lo que el Papa San Higinio le consagró obispo regionario, para servirse de él como coadjutor en el gobierno de la Iglesia. Coronado con el martirio San Higinio, la Iglesia elevó a Pío I al Sumo Pontificado pocos días después, dando a conocer desde luego, a la par de su vigilancia pastoral, un fino tacto en unir más y más a todas las Iglesias con los lazos de la caridad y de la Tradición, previniendo de antemano todo lo que podía ocasionar división alguna. San Pío I era, según un documento del siglo II conocido como el fragmento muratoriano, hermano de Hermas, el autor del Pastor. Durante su pontificado la actividad de los gnósticos Valentín y Cerdón, iniciada bajo el papado de su antecesor, se incrementó notablemente. Lo mismo cabe decir de Marción, que, aunque basándose en ideas gnósticas, evolucionó hasta elaborar una doctrina propia, el marcionismo. Tanto Valentín como Marción fueron excomulgados por Pío I. Se atribuye a este pontífice la fundación de dos iglesias: la títulus Pudentis o Santa Pudenciana y latítulus Praxedis o Santa Práxedes, pero en realidad es una leyenda sin base histórica ya que estas iglesias se construyeron en el siglo IV en tiempos de Constantino I. También se le atribuye la construcción de un baptisterio cercano a la iglesia de Santa Práxedes que utilizó para la realización de sus funciones episcopales. Se le atribuye haber fijado la fecha de la celebración de la Pascua de Resurrección en el domingo siguiente al plenilunio de marzo. Según el Liber Pontificalis afirma que, fue Pío el primero de los Papas que mandó que los judíos convertidos se conformasen con la Iglesia romana el día de la celebración de la Pascua de Resurrección, y que prohibió con graves penas la enajenación de los bienes de la Iglesia, y la negligencia de los sacerdotes en la celebración de los divinos oficios, y administración de la Eucaristía Sabedor del martirio de algunos cristianos en León de Francia con Vero su obispo, escribió por medio de Atalo a San Fotino su sucesor, que cuidase de sus reliquias, como los Apóstoles hicieron con las de San Esteban. Consagró en Iglesia las Termas Novacianas, en honor de Santa Pudenciana, y condenó al heresiarca Valentino, lo mismo que a Marción, que infestaba a Roma con su hedionda doctrina, disfrazada con las apariencias de devoción, y logró alejarlos de la ciudad. El odio de algunos magistrados gentiles se desahogó contra el Santo, y después de haberle hecho sufrir mucho en una terrible cárcel, fue degollado el 11 de julio del año 157, y su cuerpo fue sepultado en el Vaticano, donde se venera. Por Ricardo Llacer. Abrimos de nuevo esta sección para traeros las publicaciones más recientes de nuestros escritores más apreciados. Comenzamos con Alexis Brito Delgado y su última nóvela Wolfgang Stark, El último Templario, a la que deseamos mucho éxito. Alexis Brito Delgado nació en Tenerife en 1980. Es autor de las novelas Melancolía, Wolfgang Stark: el último Templario y Asesino a sueldo, editadas por Ediciones MUZA Inc., Editorial Seleer y Editorial Pelícano, respectivamente. Ha quedado finalista en varios concursos literarios, como I Antología Crepúsculo Soñado, I Antología de Monstruos de la Razón, I Concurso de Relato Fantástico A.C. Forjadores y el I Premio Grup Lobher de Relato Temático 2009. Sinopsis: A principios del Siglo XIV, la Orden del Temple ha sido aniquilada por la Santa Inquisición. Es en ese momento cuando nace la historia de Wolfgang Stark, uno de los pocos Caballeros de Dios que ha sobrevivido; un alma errante que se impondrá a sí misma la ardua tarea de peregrinar por el mundo, luchando contra el pecado y la tiranía. A continuación tenemos dos nóvelas históricas de nuestro apreciado escritor e historiador Antonio Galera Gracia. La Profecía del Campo de las Estrellas y Jaime I, El niño que llegó a ser Rey. Esta obra nos da a conocer el camino de Santiago tal y como se encontraba en el mismo momento en que fue descubierto el sepulcro del Apóstol (año 840). Grandes bosques plagados de fieras salvajes, caseríos, aldeas, villas y lugares inexistentes entonces que hoy se han convertido en prósperos pueblos y vistosas ciudades, son mostradas al lector en forma de valiosas secuencias cinematográficas con el objeto de que éste pueda distinguir aquel mundo olvidado que, exceptuando el Codex Calixtinus atribuido al papa Calixto II (1050-1124) que fue escrito dos siglos después de la crónica que el autor de esta obra nos ofrece, todavía no ha sido dado a conocer por nadie. A la figura del rey Jaime I, distinguido posteriormente con el apodo de El Conquistador, se le ha privado, en todas las biografías que de él se han publicado, de la parte más importante de la existencia del ser humano: la infancia. Ese periodo de tiempo que comprende desde el mismo momento en que nacemos hasta que cumplimos los seis años de edad. Edad que nuestro futuro Rey y señor había cumplido ya cuando en las Cortes de Lérida fue designado como sucesor del reino de Aragón, tan sólo un año después de la muerte del rey Pedro II, el que llegase a ser conocido como El Católico por su supuesta adhesión, fidelidad y obediencia a la Iglesia. En esta novela histórica se da a conoce, sola y exclusivamente, la infancia de un monarca que con su valor sin segundo, de varios mundos hizo un mundo y lo sujetó a sus pies. Todos los libros los podeís adquirir a través de los enlaces de nuestra web www.ocet.org.es En una noche primaveral y silenciosa del siglo XVIII, paseaba aburrido y cansado por la callejuela de San Justo de Madrid, el apuesto y galante caballero don Juan de Echenique. Vestía con cierto orgullo, un tanto vanidoso el uniforme de los guardias de Corps de Carlos IV; en su cinto pendía un espadín, que al andar tropezaba en el muro de la estrecha calleja. Don Juan, caminaba cansado, aquella noche, al igual que en las anteriores le esperaba una mujer, pero ya se había aburrido de ella al igual que de todas las anteriores, y estaba dispuesto a abandonarla como a tantas otras. Su cuerpo y su alma necesitaban ahora una nueva savia, fuerte, distinta; algo difícil y misterioso que atrajera su atención cansada ya de amores fáciles. Estaba en estos pensamientos, cuando de repente, notó que la pared de la callejuela se iluminaba con un leve resplandor. Alzó el rostro; la luz venía de un balconcillo que se acababa de encender, vio confusamente un juego de sombras que se entrecruzaban por unos instantes, y por último un contorno femenino que se apoyaba en la barandilla. Apenas don Juan podía distinguir la faz de la extraña mujer, pero adivinó su espléndida cabellera que caía sobre los hombros, y una voz muy dulce que amablemente le invitó a subir. Aquello le resultó apasionante a don Juan, su corazón latía de emoción y curiosidad, iba a saborear por fin algo nuevo y desusado. Se plantó frente a la puerta de la vieja casa hasta que la dama bajó para abrirle. Don Juan no pudo contener la exclamación al contemplar tan extraordinaria belleza. Aquella dama le condujo por salones ricamente decorados que no correspondían con el pobre aspecto exterior de la casa, hasta un rincón más íntimo y acogedor. Allí transcurrieron veloces las horas para los dos amantes, hasta que el reloj del templo vecino desgranó sonoras campanadas al amanecer, advirtiendo a don Juan que era llegada la hora en que debía volver a prestar su guardia en el real palacio. Precipitadamente atravesó los salones y salió por la puerta, marchó con paso rápido hasta llegar a la Calle Mayor. Allí fue cuando ya repuesto de las emociones, echó de menos su espadín, rápido como una exhalación deshizo lo andado y regresó otra vez frente a la casa. La puerta estaba cerrada y la aporreó con violencia. Un anciano que allí cerca paseaba tranquilo, se acercó al caballero: - ¿Qué quiere usted a estas horas? le preguntó con voz soñolienta. - Acabo de salir de esta casa hace unos minutos y necesito entrar para coger el espadín que dentro olvidé. El viejo como respuesta soltó una carcajada, y recomendó a don Juan marcharse a dormir y esperar a que se le pasaran los efectos del alcohol. Pero el caballero juró y perjuró que estaba sereno, que había pasado allí la noche y que necesitaba el espadín para volver a prestar servicio. Ante tal insistencia el anciano le explicó que aquella casa estaba deshabitada desde hacía muchos años atrás, que él era su guardián y que no tendría inconvenientes en abrirle la puerta, si es que necesitaba cerciorarse de ello con sus propios ojos. Ante el estupor de don Juan, el viejo le condujo a través de los mismos salones, antes lujosos y relucientes, y ahora cubiertos por una espesa manta de polvo que ocultaba todo el colorido. Tuvo fuerzas para llegar hasta la habitación donde había pasado la noche, y allí sobre la silla encontró su espadín, reluciente e intacto. Cuentan los vecinos de la calle San Justo de Madrid, que don Juan horrorizado por todo aquello, corrió a colocar su espada como ofrenda a los pies de la imagen del Cristo de los guardias de Corps, donde permanece desde entonces como símbolo de la romántica leyenda. Por F.L.P. De España Eterna. Orden de los Pobres Caballeros de Cristo y del Templo de Jerusalén (Orden Católica Española del Temple) Maestrazgo Templario Católico Internacional