Revista OCET Nº 044 Ene. DCCCXCIII

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REVISTA Nº 044 – ENE. 2013
“ORDEN CATÓLICA ESPAÑOLA DEL TEMPLE”
ANNO TEMPLI DCCCXCIII
+Editorial:
+Contenido:
 PORTADA
 PERSONAJES DE LAS CRUZADAS.
(Príncipes de Antioquía).
 MARAVILLAS DE AMÉRICA DEL SUR.
(Perú – El Valle del Colca)
 LAS RELIQUIAS.
(La Lanza Sagrada)
 El RINCON DE JOAQUÍN SALLERAS.
 Federico Leiva i Paredes.
Editor y Director.
+Colaboradores:
 Joaquín Salleras Clarió
(Historiador de Fraga).
 Albert Coll Vilá.
 Fredy H. Wompner G.
 Juan A. Portales.
 Frey Jesús.
 HAERBOLARIUM
(La Amapola (Semillas).)
 EL CALENDARIO GREGORIANO.
+Publicación de artículos:
 Email:
revista@ocet.org.es
 LOS PAPAS DE LA HISTORIA.
(San Pio I).
 BIBLIOTECA TEMPLARÍA.
 LEYENDAS Y TRADICIONES POPULARES.
(El Guardia de Corps).
 CONTRAPORTADA.

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
+Contactos:
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Non Nobis
Domine
Non Nobis
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y difusión.
Sed Nomine
Tuo Da Gloriam
Príncipes de Antioquía
CONSTANZA DE ANTIOQUÍA
Constanza de Antioquía (1127-1163) fue princesa de
Antioquía del 1130 hasta a su muerte en 1163. Única hija de
Bohemundo II de Antioquía con su esposa Alicia, princesa de
Jerusalén, fue princesa de Antioquía a los cuatro años de edad,
bajo la regencia de Balduino II de Jerusalén (1130-1131) y Fulco de
Jerusalén (1131-1136).
Su madre no deseaba que el principado pasara a su hija,
prefiriendo ella misma asumir el gobierno. Intentó aliarse a Zengi de Mosul,
ofreciendo a Constanza en boda a un príncipe musulmán, pero el plan fue abortado por su
padre Balduino II de Jerusalén, que la exilio de Antioquía. En 1135 Alicia intentó
nuevamente tomar el control del principado, y ahora pretendía casar a su hija con Manuel I
Comneno, el heredero del trono del Imperio bizantino.
Fulco de Jerusalén la expulsó una vez más y restableció la regencia a Constanza. En
1136, siendo una niña Constanza se casó con Raimundo de Poitiers, que los partidarios
nobles de la regencia habían convocado secretamente de Europa. Alice fue engañada,
pensando que este venía a casarse consigo y, humillada, abandonó definitivamente
Antioquía cuando la boda fue celebrada. De esta unión nacieron:
Bohemundo III de Antioquía (1144-1201), su sucesor en el principado. Balduino (m.
1176). María de Antioquía (1145-1182), casada en 1161 con el emperador Bizantino Manuel I
Comneno con el nombre de Xena. Filipa de Antioquía (1148-1178), casada con Onfroy II de
Toron.
En 1149, Raimundo murió en la batalla de Inab y Constanza se casó en segundas
nupcias en 1153 con Reinaldo de Châtillon, que también se hizo príncipe de Antioquía. De
esta boda nacieron: Inés de Châtillon (1154-1184), casada con el rey Bela III de Hungría.
Reinaldo fue capturado en 1160 y pasó los siguientes dieciséis años en una prisión en
Alepo. Se inició entonces una disputa entre Constanza y su hijo Bohemundo, cuando este
intentó tomar el poder del principado. Ocurrió una revuelta y también Constanza fue
exiliada de la ciudad, muriendo en 1163.
BOHEMUNDO III
<<<Moneda de Bohemundo III.
Bohemundo III de Antioquía (1144–
1201), llamado el Tartamudo, Príncipe de
Antioquía desde 1163 hasta su muerte. Hijo de
Constanza de Antioquía (hija de Bohemundo II
de Antioquía, de la Princesa Alicia de
Antioquía) y de su primer marido Raimundo de Poitiers.
El padre de Bohemundo murió en la Batalla de Inab en el 1149, y su madre gobernó
como regente hasta que él fuera lo bastante mayor para gobernar solo. Constanza, sin
embargo, se casó por segunda vez con Reinaldo de Châtillon, que gobernó como príncipe de
Antioquía hasta ser tomado cautivo y encarcelado en Alepo en 1160 (permaneció allí hasta
1176).
Bohemundo era por ahora, mayor de edad, pero Constanza lo rechazó; el Rey
Balduino III de Jerusalén intervino y declaró como gobernante del principado a Bohemundo.
En 1163 Constanza pidió al Reino de la Armenia Menor ayuda para mantenerse en el
gobierno; los ciudadanos de Antioquía entonces se amotinaron y la exiliaron. Ella murió más
tarde en ese año, permitiendo a Bohemundo tomar el control de lleno.
Le sucedió su segundo hijo Bohemundo IV
BOHEMUNDO IV
<<<Bohemundo IV gobernó Antioquía y Trípoli (verde), y
luchó contra el reino armenio de Cilicia (azul).
Bohemundo IV de Poitiers, nació en el 1172, murió en
1233, Conde de Trípoli (1189-1233) y Príncipe de Antioquía
(1201-1216 y 1219-1233), hijo de Bohemundo III de Antioquía
y de Orgueilleuse de Harenc.
Su hermano mayor, Raimundo IV, adoptado por
Raimundo III de Trípoli, le sucedió en este condado en 1187,
pero prefiere recordar a su padre Raimundo, en Antioquía, y
Bohemundo lugar a la cabeza del condado. Raimundo IV muere en 1199, dejando un hijo
acabado de nacer, Raimundo Ruben. Además, a la muerte de Bohemundo III, Bohemundo IV
se extiende la sucesión de su sobrino y añade el Principado de Antioquía en su condado de
Trípoli.
Bohemundo ataca en 1207 un primer intento por el Patriarca Latino de Antioquía,
Pierre d'Angoulême de establecer a Raimundo Rubén en el trono de Antioquía, pero en
1216, un segundo intento por el Patriarca, Pierre de Locedio tuvo éxito, y Bohemundo debió
ser contenido en Trípoli.
Por F.L.P.
Perú – Valle del Colca
La provincia de Caylloma, designada
genéricamente como “Colca”, forma parte del
departamento de Arequipa en el Perú y está
ubicada en el extremo nor-este de esta región. La
provincia tiene como escenario principal el Cañón
del Colca y es en su entorno que se han asentado
las poblaciones que la identifican.
Caylloma, cuyo nombre proviene de uno de
los pueblos del lugar, tiene una superficie de 11
990,24 km² y limita con el departamento del
Cuzco por el norte, con las provincias de Camaná
y Arequipa por el sur, con el departamento de Puno por el este, con la provincia de Castilla
por el oeste y con la provincia de Condesuyo por el noroeste.
A lo largo de miles de años el hombre ha ocupado el Colca, y como producto de esta
ocupación, han quedado como resultado muestras de una cultura que ha contribuido con
importantes aportes a la humanidad.
Hacia el 5000 a 6000 a. C. cazadores y recolectores recorrieron la zona detrás de las
manadas de camélidos sudamericanos y de una serie de especies vegetales que eran la base
de su alimentación, de esto han quedado pinturas rupestres e instrumentos líticos en
diferentes lugares, la presencia de estas manifestaciones en toda el área donde
posteriormente se desarrollarían la nación Kóllawas Ccawanas y Ccaccatapay, muestra una
remota presencia de cazadores - recolectores en busca de alimentos, quienes de manera
paulatina fueron domesticando plantas y animales como lo muestran los dibujos (pintura
sobre grabado y relieves) realizados en la Cueva de Mollepunco en Callalli, abrigo rocoso que
fue ocupado cuando se daban los procesos de domesticación de los camélidos y la
transformación de los grupos de cazadores en criadores de camélidos sudamericanos; en sus
paredes existen pinturas que representan las actividades de recolección y caza de animales
y también en los grabados en bajo relieve se representan corales con camélidos y hombres
jalando con cuerdas de ellos.
Luego de miles de años, sólo a través del trabajo comunitario se pudo realizar la tarea
de imponerse a las adversidades del medio y empezar a dominar a la naturaleza. La
organización social andina posibilitó que el hombre pudiese vencer las dificultades de este
espacio geográfico tan adverso y entre el 200 a. C. y el 600 d. C., luego de este largo
proceso de domesticación de plantas y animales, se pasó a una economía agraria en que el
hombre del Colca, comienza a construir andenes, desarrollando una agricultura de secano y
de esta forma se modificó el paisaje andino dándole una fisonomía peculiar.
Ya en el 600 d. C. a 900 d. C. el Imperio Wari, proveniente de Ayacucho, hizo su
aparición en toda esta parte de los Andes, incorporando a su administración a estos
poblados. Durante este periodo se establecieron centros administrativos que controlaron los
diferentes valles, la agricultura de secano da paso a la irrigación de andenerías a través de
canales para lo que se tuvo que recurrir a toda una tecnología constructiva e hidráulica.
Destacan de este momento Ccachulli
(Tuti) y Achachiwa (Cabanaconde) probables
centros administrativos y ceremoniales; la
agricultura era la actividad económica de los
pobladores de la media - baja del valle
mientras que el pastoreo lo fue de las
poblaciones ubicadas en zonas altas.
También a esta época parece que
corresponde el yacimiento de Ccachulli (Tuti)
que muestra estructuras con planta circular y
en forma de bóveda en elevación. Dichos
muros están hechos con piedra pircada en
doble hilera, unidas por arcilla; aunque es necesario aclarar que el sitio ha sido utilizado
desde épocas remotas (finales del pleistoceno o de los cazadores recolectores).
A la descomposición de Wari corresponde el surgimiento de sociedades locales que se
van separando de la administración imperial, es entonces que surgen las sociedades Collagua
en el norte y Cabana más al sur y muestra de este periodo se han encontrado las siguientes
manifestaciones:
Aproximadamente en 1450 d. C., los Collaguas y Cabanas son incorporados al Imperio
de los Incas, por Túpac Inca Yupanqui. Durante esa época Coporaque habría sido el centro
de la administración inca.
Acerca de la presencia inca en la zona se han elaborado toda una serie de cuentos y
tradiciones, como la del “Mito del Incarri” que en la localidad de Chivay muestra una
variante que señala que durante la visita del Inca Mayta Cápac, éste fue concediendo
diversos beneficios a los pueblos, como la cebada y la quinua a Chivay; agua a Maca; vientos
a Pinchollo; maíz a Cabanaconde; minas de oro y plata a Tisco; el cochayuyo a Sibayo; etc.
Estas manifestaciones están relacionadas al control vertical de diferentes pisos ecológicos
que lograron los antiguos pobladores, como base de su economía y organización.
El ingreso de los españoles a la zona se da en 1535,
habitaban el Colca en ese momento los Collaguas y los Cabanas,
para el proceso de distribución de tierras a los españoles se
distinguieron en la zona tres “repartimientos”, que fueron
organizados al parecer de acuerdo a la organización social de los
señoríos o curacazgos existentes, es decir Yanquecollaguas,
Laricollaguas y Cabana.
Fue Cristóbal Pérez quien recibió la encomienda de
Ccawanas, Marcos Retamoso y Alonso Rodríguez Picado recibieron
la de Laricollaguas y Gonzalo Pizarro recibió la encomienda de
YanqueKóllaguas, que luego pasaría a manos de Francisco Noguerol
de Ulloa y luego sería administrada directamente por la Corona Española.
Durante este proceso se tomaron muchas medidas para el control y administración de
las poblaciones una de ellas fueron las Visitas Reales, censos en los que se obtuvieron datos
como que los Collaguas eran de lengua aymara, decían provenir del volcán Collaguata
ubicado en la zona de Velille; mientras que los Cabanas, hablaban un quechua diferente al
del Cuzco, tenían como Apu al nevado Hualca Hualca y que habían asumido la denominación
de Cabana Kunti. Ambas etnias reconocían haberse instalado en el valle, luego de haber
expulsado a sus antiguos pobladores.
A modo de diferenciación étnica, practicaban la deformación craneana. Los dos
grupos Collaguas (Laricollagua y Yanquecollagua) lo hacían en punta; mientras que los
Cabanas, en forma ancha y chata. Estas prácticas fueron prohibidas por orden del virrey
Francisco de Toledo, desde entonces, la diferenciación se haría a través de los sombreros.
Entre 1571 y 1574 don Francisco de Toledo llevó adelante una serie de reformas al
interior del virreinato, a fin de dar una forma político - administrativa más estable, por lo
que se establecieron una serie de pueblos de indios que, siguiendo el modelo español,
concentraron a la antes dispersa población. Las reducciones yanquecollaguas fueron: Tisco,
Sibayo, Callalli, Tuti, Canocota, Chivay, Coporaque, Yanque y Achoma. Las laricollaguas:
Ichupampa, Lari, Maca, Madrigal, Tapay y Caylloma. En tanto que los pueblos cabana fueron:
Pinchollo, Cabanaconde, Huambo, Huanca, Lluta y Yura.
La evangelización de la zona corrió a cargo de los frailes franciscanos, que desde
épocas tempranas recorrieron el Colca estableciendo dos conventos, uno en Yanque
dedicado a la Purísima Concepción y otro en Callalli bajo la advocación de San Antonio de
Padua.
Posteriormente, por orden del Padre Comisario Jerónimo de Villacarrillo, los frailes
abandonaron el valle en 1581, para dar paso a sacerdotes seculares que se hicieron cargo de
la evangelización. Esto obedecía a que dentro de los planes evangelizadores, se envió en un
primer momento a los integrantes de las órdenes religiosas que con una estructura ya
definida se ocupasen de esa tarea, para luego, con la creación de diócesis y el
establecimiento de seminarios, se diese paso a los curas diocesanos.
Esto provocó el malestar entre la población indígena que habían acogido con agrado a
los frailes franciscanos, que pidieron su regreso; consiguiendo que tras unos años de
ausencia retornasen al valle en 1586, pero ya no a todos los pueblos sino solamente a
Chivay, Yanque, Coporaque, Achoma, Tuti, Sibayo, Callalli y Tisco; aunque no sin antes
superar la oposición de los seculares. Los frailes permanecerían en el valle hasta el siglo
XVIII (1788), cuando por orden debieron dejar sus doctrinas. Fruto de este proceso
evangelizador son los diferentes templos construidos a lo largo del valle y que evidencian el
fervor de la feligresía.
Las minas de Caylloma. El año de 1626 marca un hito fundamental en la historia del
pueblo de Cayllloma y del Valle del Colca, en ese año fue descubierto el mineral de
Caylloma, "por los hermanos Gamero, vecinos de Pampacolca" a estas ricas minas de plata se
les conoció como Santa Sara, San Cristóbal y Vicuñas; en otro cerro, el de los Apóstoles, la
mina de San Judas Tadeo y posteriormente muchas otras que permitieron la fundación de 22
trapiches en la zona.
Las minas de Caylloma producían plata de fácil beneficio, pues eran "de crudo como
dicen los profesores: y cuando más han necesitado mezclarse los de una veta con otra". El
mineral de Caylloma, cuyos depósitos de plata se encontraban en las cercanías del pueblo,
hizo que los habitantes del valle no pudieran eludir la total imposición de la mita minera, la
cual se prolongaría hasta finales del XVII desligándolos por otro lado del eje económico de
Potosí.
En 1631, el gobierno virreinal dispuso la instalación en Caylloma de "Cajas Reales con
la Callana de fundición” que duraron hasta 1781 cuando se mandó a que se trasladaran a
Arequipa. La situación del mineral de Caylloma era privilegiada, pues aunque su clima fuera
frigidísimo debido a que su altura, reunía un conjunto de ventajas evidentes; tenía, en
primer lugar, acceso a una reserva potencial de mano de obra cercana en el valle del Colca y
los valles vecinos.
Tan importante fue la producción minera de Caylloma que el
Virrey Conde Chinchón las denominó como el tercer yacimiento de
importancia después de Potosí y Huancavelica.
Este fenómeno económico hizo que pueblos como Caylloma,
Tisco, Sibayo y Callalli entrarán en auge debido a su cercanía con la
zona minera, mientras que las zonas de producción agrícolas como
Yanque, Lari y Chivay empiezan a decaer grandemente, las
poblaciones abandonan las andenerías y empiezan a aparecer
problemas de desnutrición, hambre, epidemias y mortandad.
Estas minas entran en crisis luego de la rebelión de Túpac
Amaru II cuando en 1780 las Cajas Reales fueron llevadas a Arequipa, debido a comprobados
ataques contrabandistas en la zona para la evasión del pago de impuestos.
Las primeras décadas de vida republicana fueron de transición para el Colca,
Collaguas se transformó en una provincia del departamento de Arequipa, siendo sus
poblados convertidos en distritos. La capital de esta Provincia de Caylloma paso a ser
primero Caylloma, luego Yanque, Cabanaconde, Yura, y, finalmente, a partir de la década
de 1930, Chivay.
El Proyecto Majes significó cambios bruscos en la fisonomía del Colca con la
construcción de carreteras, canales, represas, túneles; rompiendo el aislamiento de la zona.
Colca es un valle interandino poblado y desarrollado por dos etnias: los Kollawas
Cabanas y los Ccaccatapay. Los Kollawas que ocupaban la zona oriental de la cuenca del río.
Los Cabanas que estaban en la zona occidental del Río Colca. Los Ccaccatapay que se
asentaron en lo más profundo del centro del Cañón del río colca.
Estos fueron grandes trabajadores ganaderos, agrícolas y artífices de canales de riego
y andenería, sin embargo también se encuentran restos de culturas prehistóricas y por su
puesto incaico.
Además de su riqueza agrícola se le suma sus Iglesias, muchas de ellas de notable
arquitectura y valiosas piezas de arte religioso; sus costumbres y tradiciones que muestra en
su artesanía de cada uno de sus pueblos.
En las cuevas del Valle del Colca se encuentran pinturas y grabados con más de 7.000
años de antigüedad representando escenas de caza, camélidos (guanacos, llamas, etc.),
zorros, figuras humanas, representaciones astrales como el Sol, la Cruz del Sur, aves y
muchas otras figuras, que prueban el paso de los varios asentamientos humanos, durante
miles de años que dejaron huellas de su existencia.
El Valle del Colca muestra numerosas iglesias desperdigadas por todo el valle, que
congregan lo mejor de las corrientes arquitectónicas y artísticas europeas con los ingeniosos
aportes decorativos de la población nativa. El resultado fue un rico estilo barroco mestizo,
con influencias de Arequipa y Cusco cada una de las iglesias destaca por alguna peculiaridad
propia; algunas están construidas completamente con la piedra volcánica de sillar; otra tan
solo en sus soberbias fachadas; otras guardan singulares pinturas y esculturas en sus
interiores; otros son tan antiguos como los primeros años de la conquista. (Continuará)…
Por JAR
De acuerdo a la leyenda, la lanza Sagrada
(también conocida como lanza del Destino, lanza de
Longinoo lanza de Cristo) es el nombre que se dio a
la lanza con la que un soldado romano, llamado
Longino según un texto bíblico apócrifo, atravesó el
cuerpo de Jesús cuando estaba en la cruz.
La lanza se menciona solo en el Evangelio de
Juan (19:33-34) y no aparece en ninguno de
los evangelios sinópticos. En el evangelio se indica
que los romanos planearon romper las piernas de
Jesús, una práctica conocida como crurifragium, que
era un método doloroso de acelerar la muerte
durante la crucifixión de los condenados a este tipo
de castigo. Momentos antes de que los soldados
romanos así lo hicieran, vieron que él ya había
muerto y por eso pensaron que no había ninguna
razón para romperle las piernas. Para cerciorarse de que estaba muerto, un soldado le clava su
lanza en un costado.
Pero al llegar a Jesús, como le vieron ya muerto, no le quebraron las piernas, sino que
uno de los soldados le atravesó el costado con una lanza y al instante salió sangre y agua.
Juan, (19:33-34)
El fenómeno de la sangre y el agua era considerado como un milagro de acuerdo
a Orígenes (aunque el agua se puede explicar biológicamente por la perforación del saco
pericárdico) sin embargo, para los católicos tiene un significado más profundo: Representa la
Iglesia (específicamente los sacramentos del bautismo y la eucaristía) que fluyen del costado de
Cristo, así como Eva surgió del costado de Adán.
El nombre del soldado que atraviesa el costado de Cristo no es mencionado en la Biblia
pero en las referencias más antiguas que se tienen de la leyenda, el evangelio apócrifo de
Nicodemo, de fecha desconocida, alrededor del siglo IV, también llamado Hechos de Pilatos, el
soldado es identificado como un centurión llamado «Longinos» («Longinus» en latín) en el que
además se menciona a los ladrones crucificados junto a Jesús: Gestas y Dimas.
Una forma del nombre Longinos también aparece en una miniatura en los Evangelios
ilustrados por Rábula en 586 d. C. (actualmente en la Biblioteca Laurenciana, en Florencia).
En la ilustración, el nombre Longinos está escrito en griego sobre la cabeza del soldado
que perfora el costado de Cristo. Ésta es una de las primeras referencias del nombre, si es que
no es una inscripción hecha posteriormente.
La tradición cristiana, refiriéndose a la novela La lanza de Louis de Whol (1955), lo
identifica como Cayo Casio Longinos ("Gaius Cassius Longinus", en latín).
<<<Ilustración de Ademaro de Monteil en la que se
narra cómo se porta la lanza sagrada
En la Fe cristiana la lanza sagrada es la lanza usada en
la crucifixión, que fue identificada más adelante como
una reliquia. Muchas reliquias han sido identificadas
como la lanza Sagrada, o partes de ella.
LA LANZA DEL VATICANO
La lanza era desconocida hasta que San Antonio
de Piacenza (DC 570), describiendo los lugares santos
de Jerusalén, nos dice que él había visto en la Basílica
del monte de Sion «la corona de espinas con la cual
coronaron a nuestro Señor y la lanza con la cual lo
perforaron en el costado. Una mención de la lanza
también se hace en el Breviario la Iglesia del Santo
Sepulcro. La presencia en Jerusalén de esta
importante reliquia es atestiguada por Casiodoro (485–
585) así como en Los viajes de Gregorio (538–594), quien nunca estuvo en
Jerusalén.
<<<La Lanza Sagrada del Vaticano
En 615 Jerusalén y sus reliquias fueron capturados por las fuerzas
persas de rey Cosroes II. Según el Chronicon Paschale, la punta de la
lanza, que se había quebrado, fue dada en el mismo año a Nicetas que la
llevó a Constantinopla y la depositó en la iglesia de Santa Sofía. Esta
punta de lanza, que fue fijada en un ycona, o ícono, en 1244 fue vendido
por Balduino II de Constantinopla a Luis IX de Francia y fue guardado con
la corona de espinas en la Sainte Chapelle de París. Durante la revolución
francesa estas reliquias fueron llevadas a la Bibliothèque Nationale y
posteriormente desaparecidas (la actual «corona de espinas» es una
guirnalda).
En cuanto a la porción más grande de la lanza, Arculpus la vio en la
iglesia del Santo Sepulcro alrededor de 670 en Jerusalén; sin embargo no
hay otra mención de ella tras el saqueo de 615. Algunos dicen que la
porción más grande de la reliquia se llevó a Constantinopla en algún
momento durante el siglo VIII, posiblemente al mismo tiempo que la
corona de espinas. En algún momento, su presencia en Constantinopla
parece ser claramente atestiguada por varios peregrinos, particularmente de origen ruso. Y
aunque posteriormente fue depositada en varias iglesias, parece ser posible rastrearla a
diferencia de la reliquia de la punta. Sir Juan Mandeville declaró en 1357, que había visto la
cuchilla de la lanza Sagrada en París y también en Constantinopla, y que la reliquia de esta
última ciudad era mucho más grande que la de París.
Cualquiera que haya sido la reliquia de Constantinopla, cayó en las manos de los turcos, y
en 1492, bajo circunstancias minuciosamente descritas en la Historia de los Papas (escrita por
Pastor), el sultán Bayaceto envió la reliquia a Inocente VIII para forzar al Papa a que continuase
guardando preso a su hermano Zizim (Cem). En este punto hubo en Roma grandes dudas de su
autenticidad, según relata Johann Burchard, por la presencia de otras lanzas rivales en París (la
punta que había sido separada), Núremberg (la lanza de Viena) y Armenia (la lanza de
Etschmiadzin).
A mediados de 1700, el Papa Benedicto XIV dijo que obtuvo un dibujo exacto de la punta
de la lanza de París, y que comparándola con la reliquia en la basílica de San Pedro estaba
satisfecho de que las dos formaran una sola cuchilla.
La reliquia nunca ha salido de Roma donde se encuentra preservada bajo el domo de la
basílica de San Pedro aunque la Iglesia Católica Romana no ha hecho declaraciones sobre su
autenticidad.
LA LANZA DE ECHMIADZIN
La lanza que se encuentra en Echmiadzin,
Armenia, fue descubierta durante la Primera
Cruzada. En 1098 el Cruzado Pedro Bartolomé dijo
tener una visión en la que San Andrés le decía que
La Lanza Sagrada estaba enterrada bajo la catedral
de San Pedro en Antioquía. Tras mucho excavar en la
catedral, la lanza fue descubierta. Esto se consideró
un milagro por parte de los cruzados quienes fueron
capaces de derrotar al ejército musulmán que
repelía el asedio a la ciudad y capturaron
decisivamente Antioquía. Tiempo después de expulsar al ejército musulmán hubo sospechas
de que la lanza de Pedro no era la lanza de Cristo y para desmentir esto Pedro caminó en
fuego portando la lanza; al entrar en el fuego Pedro murió.
LA LANZA DE VIENA (LA LANZA HOFBURG)
Los emperadores del Sacro Imperio Romano tenían su propia Lanza,
atestiguada desde el tiempo de Otón I (912–973). En el año1000 Otón III le
dio a Boleslao I el Bravo una réplica de la Lanza en el Congreso de Gniezno.
En 1084 Enrique IV le agregó una banda de plata con la inscripción
«Clavus Domini» («El clavo del Señor»). Esto se basaba en la creencia de
que esta era la lanza de Constantino el Grande que encerraba como reliquia
un clavo usado para la crucifixión. En 1273 se utilizó por primera vez en la
ceremonia de coronación.
Alrededor de 1350 Carlos IV mandó ponerle una banda de oro sobre la
de plata con una inscripción que dice «Lancea et Clavus Domini» («La lanza
y el clavo del Señor»). En 1424, el emperador Segismundo del Sacro Imperio
Romano tenía una colección de reliquias, incluida La Lanza, que trajo de su
capital en Praga a su natal Núremberg y decretó que ahí se guardara por
siempre. A esta colección se le conoce como Reichskleinodien o la Regalía
Imperial.
Cuando el ejército revolucionario francés se aproximó a Núremberg en la primavera
de 1796 los consejeros de la ciudad decidieron mover el Reichskleinodien a Viena, Austria,
para mantenerlo seguro. La colección fue confiada al entonces barón Von Hügel, quien
prometió devolver todos los objetos en cuanto la paz fuere restaurada y la seguridad de la
colección estuviera asegurada. Sin embargo, el Sacro Imperio Romano fue disuelto en 1806 y
von Hügel aprovechó la confusión sobre quién era el legítimo dueño y vendió la colección
entera, incluyendo la lanza, a los Habsburgo. Cuando los consejeros de la ciudad
descubrieron la venta solicitaron que les fuera devuelto el Reichskleinodien pero fueron
rechazados. Como parte de la Regalía Imperial, la lanza fue almacenada en el Schatzkammer
(Tesorería Imperial) en Viena y se le conoció como "la lanza de San Mauricio".
Durante la Anschluss, cuando Austria se
anexó a Alemania en 1938, Adolf Hitler tomó
la lanza. Ferviente admirador de Enrique I el
Pajarero, el Führer hizo una copia y guardó la
original en la Catedral de Santa Catalina de
Núremberg, la misma en la que había
permanecido durante el I Reich, llegando a
utilizar la reliquia en varios mítines entre
1938 y 1939. En 1940 se trasladó a una
cámara acorazada para protegerla de la
guerra, y más tarde se le construyó una
cámara especial a 150 metros bajo tierra. El
20 de abril de 1945 el general Mark Wayne
Clark, del Séptimo Ejército estadounidense,
encontró la lanza y la llevó a Estados Unidos. El 7 de enero de 1946 el general George S.
Patton la devolvía a Austria, donde fue alojada temporalmente en el Museo
Kunsthistorisches y finalmente devuelta al Schatzkammer.
En 2003 el metalúrgico inglés y escritor de Ingeniería Técnica, el Dr. Robert Feather,
obtuvo permisos extraordinarios no solo para examinar la lanza en un ambiente de
laboratorio, sino también para quitar cuidadosamente las bandas de oro y plata que la
mantienen unida. En la opinión del Dr. Feather y de otros expertos, la creación aproximada
de la cuchilla de la Lanza es del siglo VII, un poco anterior a lo que el Schatzkammer
estimaba.
Se encuentra expuesta en el Schatzkammer (Tesoro Imperial), que es una de las
colecciones del Palacio Imperial de Hofburg, considerada como parte del Museo de Historia
del Arte de Viena (Kunsthistorisches Museum).
Otra lanza se ha preservado en Cracovia, Polonia, desde 1200. Aunque se alega que
ha estado en esa ciudad por ocho siglos, los registros alemanes indican que es una copia de
la lanza de Viena. El emperador Enrique II la mandó a hacer con pequeñas astillas de la
Lanza original. Otra copia le fue entregada al Rey de Hungría al mismo tiempo.
Sin embargo otra historia escrita por William de Malmesbury cuenta que Hugo
Capeto entregó la lanza Sagrada al rey Athelstan de Inglaterra; sin embargo parece deberse
a una idea errónea.
El artista Jeffrey Vallance creó ilustraciones é hizo varios duplicados de la lanza y los
distribuyó alrededor del mundo, proponiéndose confundir la identidad de la lanza verdadera
para las generaciones futuras.
Por F.L.P.
Templarios del
Cinca-Segre
en la frontera con
el Islam
Los Templarios acabaron teniendo una gran
presencia en las riberas del Cinca y del Segre. Sólo iba a
perdurar hasta inicios del siglo XIV, pero lo suficiente para
que su recuerdo testimonial en documentos acabara
dejando huellas de estimable valor.
Hoy haremos breves menciones de la presencia de dicha Orden Militar del Templo de
Salomón, conocida popularmente como los Templarios, en diversos lugares del Cinca y del
Segre, frontera que les tocó defender en los siglos XII y XIII, especialmente.
TEMPLARIOS EN EL BAJO SEGRE
Ya sabemos que los Templarios extendieron su presencia por
todo el entorno del Cinca-Segre. Algunas de ellas, poco conocidas,
corresponden a donaciones de particulares. Como las donaciones
concedidas sobre Remolins y Avinganya. Ambas fueron confirmadas
por el abad de Poblet, Bernardo, y por Bernardo de Portarege, ante la
presencia de diversos individuos del Temple, en el castillo de
Gardeny (Lleida). Confirmación datada en el mes de junio de 1162.
Firmaron el documento Geraldo de Jorba y su esposa Saurina, así
como Guillermo de Alcarrás, primogénito de dichos donantes.
La concesión de un solar en Butzenit -Boccenic dice el documento original. Se trata
de una localidad situada entre Alcarrás y Lleida, cercana a la carretera nacional. El lugar de
Butzenit es visita obligada a los que no lo conozcan, pues guarda el tipismo de las
localidades pequeñas que han sobrevivido al paso de los siglos. Dicho solar había sido
concedido previamente a Guillem de Alcalá, y éste junto con su esposa Estefanía y su hijo
Guillem de Alcarrás, la concedieron a la Milicia del Temple en 5 de octubre de 1166. En esta
concesión intervinieron numerosos testigos, que anotamos por si sirven en posteriores
correlaciones documentales: Fr. Arnaldo de Torroja. Maestre de Hispania; fr. Domingo
comendador de Gardeny, fr. Geraldo de Aboccenic; Berenguer d’Ager; Arnaldo Pérez de
Alentorn; Berenguer Pérez de Alentorn su hijo; Guillermo Artal de Buccenic; Bertrán de
Buccenic; Raymundo de Tora y Bertrán de Tora.
Otra donación en el Bajo Segre corresponde al lugar de Aitona. Es posterior a las
anteriores, pues el rey Pedro, padre del Conquistador, ya había concedido a Raymundo de
Montcada doscientos morabatinos anuales sobre la villa y castillo de Aitona. Este noble
Montcada se vendió los 200 morabatinos a los Templarios, por mano de fr. Guillermo de
Monredó, Maestre del Temple en Hispania, de fr. Bernardo de Claret de la casa de Gardeny,
de fr. Bernardo de Zaguilella Preceptor en Monzón y otros Templarios. Todo ello en la fecha
del 17 de noviembre de 1216.
TEMPLARIOS EN FRAGA
Ya hemos indicado en otras ocasiones como en Fraga
–capital del Bajo Cinca- llegaron los Templarios con otras
fuerzas militares desde los primeros asedios del monarca
Alfonso I el Batallador, o en las capitulaciones a favor del
conde de Barcelona Ramón Berenguer IV en 1149.
Sin embargo, no será hasta 1182 que quedase constancia documental de una donación
a su favor en la propia Fraga. Se trata de la autorización que efectuó el rey Alfonso II de
Aragón, para que dicha orden pudiera edificar un molino y sus dependencias adyacentes en
el Cinca, pudiendo elegir el lugar desde la rambla del río entre el puente y el lugar de
Massalcoreig. Quizá por razón de la acequia de riego entre ambas localidades A este
respecto, el Santo Padre Inocencio III reconoció por bula las propiedades de los Templarios
en Fraga en junio de 1206.
TEMPLARIOS EN EL CINCA
Correspondiente al año 1279 disponemos de diversos
documentos en su relación a localidades del Cinca. Por ejemplo,
la carta real del 12 de julio, dirigida al lugarteniente del veguer
de Lleida, Guillem de Curto, para que no exigiese el pago de
lezda o peaje a los Templarios en los lugares de Rafals, Alcolea
(Alcolegia), Vall Corna, Mequinença, Flix y en Castro Serany.
O aquel otro del 9 de agosto por el cual el monarca don
Pedro mandaba al bayle de Ballobar (Vallobar) para que dejara
de prohibir al castellán de Monzón y al comendador de
Chalamera (Xalamera) y sus hombres el uso de pastos, leñas, y
maderas, en los términos de Chalamera, y demás heredades que los Templarios poseían más
allá del río Alcanadre, afluente del Cinca. O el documento del 17 de agosto, por el que se
conminaba al procurador general de Aragón, Ramón de Montcada, que debía hacerse cargo
de la causa entre el comendador de Chalamera como agente, contra la universidad y
hombres de Vallobar, como dependientes. La tensión entre estos vecinos debió ser
trascendente, pues el rey había mandado la intervención de Gonzalo Pérez de Sana, para
que procediese con rigor contra García Martín, Jordán Civera, Domingo Civera, y contra el
abad y los vecinos de Alcolea, quienes, junto con Johan Sinyo, bayle de Alcolea, se habían
desplazado con armas en actitud amenazante al lugar de Chalamera.
Jaime II de Aragón comunicó en 19 de junio de 1301 a Guillem de Entenza, señor de
Mequinensa el deseo de decidir personalmente sobre los cuatro sarracenos de Miravet
hechos prisioneros en Mequinensa, vasallos de los Templarios. El rey le había ordenado que
los restituyera al Temple para hacer justicia, pero según le había informado el Maestre de
dicha Orden, no lo había hecho y les había obligado a redimirse pagando cierta cantidad de
dinero. Justifica la intervención real el hecho de que el señor de Mequinensa pensaba
venderlos para obtener la cantidad que les reclamaba.
LOS MONTCADA Y LOS TEMPLARIOS DEL CINCA
En otros documentos del mes de agosto, el rey de Aragón Pedro III, manda que Ramón
de Montcada, procurador general de Aragón, prosiga las causas sobre cuestiones de
Templarios, en especial aquella sobre el quinto perteneciente al temple en los términos de
Ontiñena, que defienden el castellán de Monzón (Mont Soni), Raymundo de Alos, vecino de
Alcolea, y Bertran Benaran residente en Ontinyena. O aquel otro dirigido a Bernardo Guillem
de Entenza, para que no agraviase al vicario de la iglesia de Alcolea, iglesia que pertenecía a
la Orden del Temple.
Se ha conservado un traslado auténtico hecho ante el escribano valenciano Nicolás de
Puig, fechado en agosto de 1306, en el cual doña Constanza de Grecia, mujer que fue de
don Cab Juan Berac, emperador de los griegos, hija e infanta de Frederich, emperador de
Romanos, cedía en favor del rey de Aragón Jaime II los derechos que les correspondían
sobre los lugares de Saidí y Ballobar, en el Cinca. Al año siguiente, Guillem de Montcada, que
había estado casado con una de las infantas de Láscara o Láscaris, recibió una reclamación
real por aquellos 1.000 marcos de plata que había ofrecido a su difunta esposa doña Beatriz,
sobre los dichos lugares de Saidí y Ballobar (Çaydino y Vayllobar) y demás posesiones de los
Templarios. Esa cantidad la había ofrecido el Montcada en concepto de ajuar (eixovar), o
dote añadida a su difunta esposa Beatriz de Láscaris.
Del 21 de febrero de 1309 es la concesión hecha por Ramón de Montcada concediendo
en alcabala al venerable religioso fr. Arnaldo de Castellanou, maestre de la Casa del Temple
en Aragón y Cataluña, y otros frailes del Temple, todos aquellos molinos, tanto draperos
como farineros que existían en los términos de Albalate de Cinca, con todos sus aperos y
pertenencias, con todas las casas y casales y huertos contiguos, excepto las casas mayores a
ellos, por tiempo de cinco años continuos, por precio amigablemente convenido, es decir,
75 cahices de grano, la mitad de trigo y la mitad de ordio, a medida de Monzón.
Contribución o alcabala que debía hacerse efectiva entre las festividades de Pascua de
Resurrección y San Miguel para la otra mitad. El grano debía depositarse en la casa del
Temple en Chalamera. Testigos. Raymundo de Benviure, y Raymundo Arnal de Sessé.
Notario: Salvador de Aguilaneu.
SOBRE LA ACEQUIA DE LOS TEMPLARIOS EN BELVER Y OSSO.
Una de las actividades más fecundas de la presencia Templaría en el Cinca fue la de su
intervención en las construcciones de riego, como demostró en su momento don Francisco
Castillón Cortada, con trabajos como: “Política hidráulica de Templarios y sanjuanistas en el
Valle del Cinca (Huesca)”. Queremos añadir una mención extraída del Archivo de la Corona
de Aragón (reg. 254) con fecha 16 de agosto de 1317, datada en Monzón, por la cual el rey
Jaime II manda al administrador de los bienes de la reciente abolida Orden del Temple, don
Pedro de Canelles, administrador en la castellanía de Monzón, y a su lugarteniente en Belver
(Belveer), para que, como detector de los bienes del Temple, le correspondía acondicionar
el azud y la cequia de Belver, de la que solían regar, según costumbre, los hombres de Osso,
que en esa fecha pertenecía al infante Alfonso, conde de Urgel. El citado monarca le
mandaba que volviera a dar el agua en dicha cequia, y que funcionara en la misma forma y
términos como la tenían en tiempos de los Templarios.
Creemos que va quedando más que demostrada la presencia Templaría en el Cinca y
bajo Segre.
Por Joaquín Salleras Clarió
La adormidera o “planta del opio” —de nombre
binomial científico Papaver somniferum— es una planta
herbácea del género Papaver, perteneciente a la familia de
las Papaveraceae.
Contrariamente
a
la
creencia
generalizada, no se encuentra de modo natural en las
montañas asiáticas. Esta adormidera se encuentra
comúnmente en Europa, tanto en terrenos calcáreos, como
mixtos.
SINÓNIMOS: Papaver
hortense Hussenot,
Papaver
setigerum DC. in Lam. & DC., Papaver somniferum subsp.
hortense (Hussenot) Corb., Papaver somniferum subsp.
nigrum (DC.) Arcang.,
Papaver
somniferum
subsp.
setigerum (DC.) Arcang., Papaver somniferum L. subsp.
somniferum L., Papaver somniferum var. album DC.,
Papaver somniferum var. hortense (Hussenot) Lange y
Papaver somniferum var. nigrum DC.
NOMBRES VERNÁCULOS:
Español: ababolones, adormidera, adormidera blanca, adormidera lunar, adormidera
negra, adormideras, adormideras blancas, adormilera, almidera, amapola, amapola blanca,
amapola de adorno, amapola real, amapolona, amapola de la droga, apio dormidera, cascal,
cascales, dormidera, dormideras, dormideras blancas, hierba cascales, hierba dormidera,
opio, papaver blanco, papola, papoya. Catalán: cascall, Euskera: lo-belar, Gallego:
durmideira, Portugués: mapoula
Es una planta herbácea anual, que alcanza una altura por encima del metro. Sus hojas
son glabras y cubiertas con cera lo que les da un aspecto brillante. Las flores pueden ser
blancas, pero las más comunes son de color lila (rosa pálido), con un centro de color violeta
oscuro. La cápsula, redonda y gruesa, contiene numerosas semillas pequeñas y negras.
SUS USOS: Es conocida porque sus frutos semimaduros —en forma de cápsula— así
como su savia seca —pegajosa y de color blanco— tienen un alto contenido en alcaloides, por
lo que son usadas para la fabricación de opio. En la industria farmacéutica supone una
fuente de drogas como la morfina y la codeína.
EN LA COCINA
Las semillas, al igual que las de Papaver rhoeas, gozan de buena aceptación en sus
aplicaciones culinarias por sus propiedades antioxidantes, su contenido en vitamina
B, lípidos, glúcidos y proteínas. La “tarta de amapola” (“makowiec” en polaco y “makovník”
en eslovaco) es un postre típico de Polonia y de Eslovaquia. En buena parte de Europa las
semillas de amapola se usan para adornar productos de panadería (barras de pan, bollos,
etc.). También se usan como añadido en piensos para pájaros.
El aceite obtenido de las semillas encuentra
aplicación en la industria de la pintura como aceite
secante, para la fabricación de jabones o como
combustible.
Debido a la presencia de alcaloides se han
aplicado fuertes medidas de control sobre su cultivo,
restringido a agricultores expresamente autorizados.
Se han firmado acuerdos internacionales para
erradicar su cultivo ilegal, aunque el 90% de este
cultivo ilegal se concentra en Afganistán y
Birmania (Myanmar).
El Consejo de Senlis, un "think tank"
internacional, propone la utilización de parte del opio afgano para la producción de
medicinas esenciales como la morfina. Dicha organización ha elaborado un informe técnico
sobre ese proyecto, bajo el título de Amapola para medicamentos. También se ha
experimentado con variedades especialmente seleccionadas para producir concentraciones
mucho más bajas de alcaloides.
COMPOSICIÓN QUÍMICA
Opio: 10-20% de alcaloides, 5-6% de materias minerales, 20% de azúcares y ácidos
orgánicos (lácticos, fumárico, mecónico).
Semillas: No contienen alcaloides.
Cápsulas y opios: Contienen ácidos mecónico (marcadores de identidad para evitar
falsificaciones de la droga). Los alcaloides presentes son Isoquinoleínicos, derivados de
la tirosina con un núcleo bencilisoquinoleínico (papaverina) o morfinano (morfina, codeína,
tebaína)
USO FARMACOLÓGICO
Tiene actividad agonista de los receptores opioides, por lo que tiene una acción
hipnoanalgésica. Para otros usos medicinales, ver: Plantas medicinales.
Morfina. Acción analgésica: deprime la nocicepción y modifica componentes
emocionales. Se usa en dolores agudos de gran intensidad y dolores crónicos (paliativo del
cáncer).
Depresión respiratoria: Se da a dosis terapéutica y conlleva la reacción adversa más
preocupante ya que puede llegar a la muerte. También deprime la tos.
Estimula el centro del vómito
Estreñimiento por disminución tono intestinal,
intestinales.
Miosis: prueba diagnóstica del consumo de opiáceos.
peristaltismo
y
secreciones
Codeína. Deprime el centro de la tos, por lo que se usa como antitusígeno en tos
improductiva. Analgésico de baja potencia usado en combinación con el paracetamol.
Papaverina. Acción espasmolítica.
Esta droga produce tolerancia y dependencia como consecuencia de uso habitual. Los
efectos indeseables pueden ser:
Físicos: El llamado "mono", donde se
produce sudor, lagrimeo, dolores, náuseas y
vómitos. Psíquicos: depresión, ansiedad,
angustia (meses o años).
PARÁSITOS
Son numerosos los insectos que
parasitan esta planta, existe un tipo
de avispa Iraella
luteipes que
produce
unas agallas en los tallos de la planta.
De un tiempo a esta parte las semillas
han empezado a ganar protagonismo en
nuestra dieta, y son cada vez más utilizadas en infinidad de platos que comemos
habitualmente. No solamente las semillas de amapola son las más usadas, sino que otras
como las de lino, pipas, sojo o mijo son algunas de las más usadas en la elaboración de
alimentos, y es que todas ellas contienen infinidad de propiedades entre las que destacan
sus altas dosis de energía, y el papel que juegan a la hora de ayudarnos a conseguir una
dieta equilibrada.
Todas las semillas tienen una característica en común, y es que constituyen
un alimento fácil de ingerir y de asimilar por el organismo, lo que las convierte en un
bocado práctico y sencillo, pues detrás de ese aspecto insignificante esconden un sinfín de
beneficios para el organismo que no debemos pasar por alto, en especial las semillas de
amapola, que podemos encontrarlas de dos clases, las blancas y las negras, aunque ambas
tienen idénticos beneficios.
Las semillas de amapola constituyen una importante medicina natural, debido al papel
que tienen como calmante nervioso del organismo. Tiene un efecto potente, y por ello se
utilizan habitualmente para lograr calmar nuestros nervios y conseguir una total relajación
del sistema nervioso. Por este motivo su uso es muy recomendado en épocas de tos
nerviosa, espasmos, situaciones de estrés… Es por esto que se las considera un sedante
natural.
Las semillas de amapola las podemos encontrar en diferentes tiendas especializadas y
herboristerías, aunque cada vez son más los alimentos que las contienen, en especial los
panes multicereales. Se suelen presentar tostadas, y tienen un sabor dulzón que dota al
alimento de un toque especial, y a nuestro organismo de muchos beneficios.
Por Fray Jesús (Hermano Herbolario)
El calendario
gregoriano es
un
calendario
originario de Europa, actualmente utilizado de manera
oficial en casi todo el mundo. Así denominado por ser su
promotor el Papa Gregorio XIII, vino a sustituir en 1582
al calendario juliano, utilizado desde que Julio César lo
instaurara en el año 46 a. C. El Papa promulgó el uso de
este calendario por medio de la bula Inter Gravissimas.
La reforma gregoriana nace de la necesidad de
llevar a la práctica uno de los acuerdos del Concilio de
Trento: ajustar el calendario para eliminar el desfase
producido desde el primer Concilio de Nicea, celebrado
en 325, en el que se había fijado el momento astral en
que debía celebrarse la Pascua y, en relación con ésta,
las demás fiestas religiosas móviles. Lo que importaba, pues, era la regularidad del
calendario litúrgico, para lo cual era preciso introducir determinadas correcciones en el
civil. En el fondo, se trataba de adecuar el calendario civil al año trópico.
En el Concilio de Nicea se determinó que la Pascua debía conmemorarse el domingo
siguiente al plenilunio posterior al equinoccio de primavera en el hemisferio norte
(equinoccio de otoño en el hemisferio sur). Aquel año 325 el equinoccio había ocurrido el
día 21 de marzo, pero con el paso del tiempo la fecha del acontecimiento se había ido
adelantando hasta el punto de que en 1582, el desfase era ya de 10 días, y el equinoccio se
fechó el 11 de marzo.
El desfase provenía de un inexacto cómputo del número de días con que cuenta el año
trópico; según el calendario juliano que instituyó un año bisiesto cada cuatro, consideraba
que el año trópico estaba constituido por 365,25 días, mientras que la cifra correcta es de
365,242189, o lo que es lo mismo, 365 días, 5 horas, 48
minutos y 45,16 segundos. Esos más de 11 minutos contados
adicionalmente a cada año habían supuesto en los 1257 años
que mediaban entre 325 y 1582 un error acumulado de
aproximadamente 10 días.
<<<El jesuita alemán Christopher Clavius. Junto con Lilio
fue el miembro más destacado de la Comisión del
Calendario. El cráter más grande de la Luna lleva su
nombre.
El calendario gregoriano adelanta cerca de 1/2 minuto cada
año (aprox. 26 s c/año), lo que significa que se requiere el
ajuste de un día cada 3300 años. Esta diferencia procede del
hecho de que la traslación de la Tierra alrededor del Sol no
coincide con una cantidad exacta de días de rotación de la
Tierra alrededor de su eje. Cuando el centro de la Tierra ha
recorrido una vuelta completa en torno al Sol y ha regresado
a la misma «posición relativa» en que se encontraba el año anterior, se han completado 365
días y un poco menos de un cuarto de día (0,242189074 para ser más exactos).
Para hacer coincidir el año con un número
entero de días se requieren ajustes periódicos cada cierta
cantidad de años. De la regla general del bisiesto cada
cuatro años, se exceptuaban los años múltiplos de 100,
excepción que a su vez tenía otra excepción, la de los
años múltiplos de 400, que sí eran bisiestos. La nueva
norma de los años bisiestos se formuló del siguiente
modo: la duración básica del año es de 365 días; pero
serán bisiestos (es decir tendrán 366 días) aquellos años
cuyas dos últimas cifras son divisibles por 4, exceptuando
los múltiplos de 100 (1700, 1800, 1900...), de los que se
exceptúan a su vez aquellos que también sean divisibles
por 400 (1600, 2000, 2400...). El calendario gregoriano
ajusta a 365,2425 días la duración del año, lo que deja una diferencia de 0,000300926 días
o 26 segundos al año de error. Este error se acumula hasta llegar a un día cada 3300 años.
Sin embargo, intentar crear una regla para corregir este error de un día cada 3300
años es complejo. En tan largo tiempo la Tierra se desacelera en su velocidad de rotación (y
también se desacelera el movimiento de traslación) y ello crea una nueva diferencia que es
necesario ir corrigiendo. La Luna ejerce un efecto de retraso sobre esta velocidad de giro
por la excentricidad creada por las mareas. La disminución de la velocidad de giro creada
por esa excentricidad es similar a la que se produce cuando hacemos girar
un Frisbee poniéndole un poco de arena mojada en un lado del borde inferior: cuando el
platillo se hace girar, su velocidad de giro es mucho menor a la que tiene cuando no existe
tal excentricidad. Este efecto todavía se encuentra en análisis y medición por parte del
mundo científico y adicionalmente existen otros efectos que complican definir reglas con tal
precisión. Este error es solo de una parte por millón. Lo más práctico será que cuando la
diferencia sea significativa, es decir, cuando llega a ser de un día se declare que el próximo
año bisiesto no se celebre. De todas maneras, quedan casi dos mil años de análisis y
discusión antes de necesitar este ajuste. Véase año para una descripción un poco más
profunda.
Otro problema distinto, como ya se ha señalado, es la disminución de la velocidad de
rotación terrestre (y también de la traslación terrestre), la cual se puede medir con gran
precisión con un reloj atómico. Es un problema distinto porque no tiene que ver nada con el
cálculo del calendario y, por lo tanto, con los ajustes que se le tengan que hacer al
calendario. Más bien es al contrario: es el reloj atómico el que tiene que ajustarse a los
movimientos de la Tierra, es decir, a la duración del día solar y del año terrestre. El reloj
atómico mide un tiempo uniforme que, por lo tanto, no existe en la naturaleza, donde los
movimientos del mundo físico son uniformemente variados.
El impulsor de la reforma del calendario es Ugo Buocompagni, jurista eclesiástico,
elegido papa el 14 de mayo de 1572 bajo el nombre de Gregorio XIII. Se constituye la
Comisión del Calendario, en la que destacan Cristóbal Clavio y Luis Lilio. Clavio,
astrónomo jesuita, el "Euclides de su tiempo", era un reputado matemático y astrónomo. El
mismo Galileo Galilei lo requirió como aval científico de sus observaciones telescópicas. Un
cráter de la Luna lleva su nombre. En cuanto a Lilio, médico y astrónomo, sabemos que fue
el principal autor de la reforma del calendario. Muere en 1576 sin ver culminado el proceso.
Finalmente, un personaje más en esta historia: Alfonso X de Castilla, El Sabio: el valor dado
al año trópico en las Tablas alfonsíes de 365 días 5 horas 49 minutos y 16 segundos es el
tomado como correcto por la Comisión del Calendario. Pedro Chacón, matemático español,
redacta el Compendium con el dictamen de Lilio, apoyado por Clavio, y se llega al 14 de
septiembre de 1580 cuando se aprueba la reforma, para llevarla a la práctica en octubre
de 1582.
Al jueves -juliano- 4 de octubre de 1582 le sucede el viernes -gregoriano- 15 de
octubre de 1582. Diez días desaparecen debido a que ya se habían contado de más en
el calendario juliano.
El calendario se adoptó inmediatamente en los países donde la Iglesia Católica tenía
influencia. Sin embargo, en países que no seguían la doctrina católica, tales como
los protestantes, anglicanos, ortodoxos, y otros, este calendario no se implantó hasta varios
años (o siglos) después. A pesar de que en sus países el calendario gregoriano es el oficial,
las iglesias ortodoxas (excepto la de Finlandia) siguen utilizando el calendario juliano (o
modificaciones de él diferentes al calendario gregoriano). Sin embargo, fuera del
mantenimiento de un calendario eclesiástico diferente en algunos países, el calendario
gregoriano es el que se considera como base para el establecimiento del año civil en todo el
mundo, incluyendo los países con un año eclesiástico o religioso diferente al que se
estableció en la reforma gregoriana del siglo XVI.
Duración del año gregoriano
El calendario gregoriano distingue entre:
Año común: el de 365 días
Año bisiesto: el de 366 días
Año secular: el terminado en "00" -múltiplo de 100Es año bisiesto el que sea múltiplo de 4, con excepción de los años seculares.
Respecto a éstos, es bisiesto el año secular múltiplo de 400.
De esta manera, el calendario gregoriano se compone de ciclos de 400 años:
En 400 años hay (400/4)-4 seculares = 96 años bisiestos
De los 4 años seculares, sólo uno es bisiesto (múltiplo de 400)
En el ciclo de los 400 años tenemos 96 + 1 = 97 años bisiestos, y 400 - 97 = 303 años
comunes
Haciendo el cómputo en días:
97 x 366 días = 35.502 días
303 x 365 = 110.595 días
Esto hace un total de 146.097 días en los 400 años, de modo que la duración media
del año gregoriano es de 365,2425 días.
En los 400 años del ciclo del calendario gregoriano, estos 146.097 días, que son
20.871 * 7 días, hay un número entero de semanas 20.871, de tal modo que en cada ciclo de
400 años no solo se repite exactamente el ciclo de años comunes y bisiestos, sino que el
ciclo semanal también es exacto, esta congruencia da lugar a que tomando un grupo de 400
años seguidos, el siguiente ciclo de 400 años es exactamente igual.
LA NEMOTECNIA DEL PUÑO
La primera semana del año, la número 01,
que contiene el primer jueves de enero. Las
semanas de un año van de la 01 a la 52, salvo
que el año termine en jueves, o bien en jueves
o viernes si es bisiesto, en cuyo caso se añade
una semana más: la 53.
Mes: periodo de 30 ó 31 días, salvo para
febrero que tiene 28 días en un año común, y
29 días en un año bisiesto.
es
la
Otra regla nemotécnica consiste en
cerrar los dos puños y juntarlos con los
nudillos hacia arriba. Los nudillos
sobresalientes representarán a los meses
de 31 días, y los huecos entre nudillos los
meses de menos de 31 días. El primer
nudillo (el del dedo meñique) representa
a enero (y por ser sobresaliente equivale a
31 días). El hueco próximo (entre los
nudillos del meñique y del dedo anular)
representa a febrero (y por ser hueco
tiene menos de 31 días, en este caso 29 o
28 días). El segundo nudillo (del dedo
anular) representa a marzo (y por ser
sobresaliente equivale a 31 días) y así
sucesivamente hasta llegar a julio,
representado por el nudillo del dedo
índice (que por ser sobresaliente equivale
a 31 días). Luego se pasa a la otra mano y
se cuenta desde el nudillo del dedo
índice, que al igual que el anterior representará a agosto (y por ser sobresaliente equivaldrá
a 31 días). Se continúa la cuenta hasta llegar a diciembre, representado por el nudillo del
dedo anular (que por ser sobresaliente dice que diciembre tiene 31 días).
Otra manera de visualizar la anterior nemotécnica es como sigue: con el puño cerrado
de cualquier mano, pose su dedo índice de la otra mano en el nudillo del dedo índice de su
puño; ese nudillo indica el mes de enero. Desplace su dedo índice al intersticio entre los
nudillos del dedo índice y medio de su puño, ese intersticio representa a febrero, desplace
su índice al siguiente nudillo (dedo medio) "Marzo" y así sucesivamente considerando cada
nudillo e intersticio hasta llegar al nudillo del meñique que representa a julio, una vez aquí
vuelva a llevar su índice al nudillo del dedo índice del puño que ahora indicará el mes de
agosto y siga la cuenta nuevamente hasta el nudillo anular que será diciembre. Cada mes
caído en nudillo es de 31 días y cada mes caído en intersticio es de 30 días a excepción de
febrero.
Los romanos contaban los años desde la fundación de Roma, es decir, ab urbe condita,
abreviadamente a.u.c.
En la era cristiana, con el papa Bonifacio IV en 607, el origen de la escala pasó a ser el
nacimiento de Cristo. Un monje rumano, Dionisio el Exiguo, matemático, basándose en
la Biblia y otras fuentes históricas, entre los años 526 y 530, había fechado el nacimiento de
Cristo el día 25 de diciembre del año 753 a.u.c. Dicho año pasó a ser el año 1 A. D., Anno
Domini, año 1 del Señor, pero los años anteriores a éste seguían siendo años a.u.c.
Finalmente en el siglo XVII se nombran los años anteriores al 1 A. D. como años antes de
Cristo, a. C., y los posteriores son años después de Cristo, d. C..
Cuando empieza la cuenta de la era cristiana, no existía el concepto matemático de
cero y los años se contaban ordinalmente (esto es: primer año, segundo, etc.). El origen del
calendario gregoriano, es pues el 1 de enero del primer año (año 1 d.C.), que da comienzo a
la primera década, el primer siglo (s. I) y el primer milenio. El año anterior fue el primero
antes de Cristo (año 1 a.C.). No hay año 0. Establecido así el origen del calendario, el primer
milenio (primeros 1000 años) transcurrió entre el 1 de enero del año 1 hasta el 31 de
diciembre del año 1000. De la misma forma, el primer siglo transcurrió entre el 1 de enero
del año 1 hasta el 31 de diciembre del año 100.
A pesar de que, aparentemente, el calendario persa es más preciso que el Calendario
gregoriano, en el que hay un error de un día cada 3300 años, mientras que en el calendario
persa el mismo error aparecería cada 3.5 millones de años la importancia del calendario
gregoriano estriba en que el sistema de tiempo gregoriano es el que se utiliza
universalmente, inclusive, en Irán, la antigua Persia.
Así, el problema del origen de nuestra era y los que se derivan del empleo de
múltiples calendarios diferentes quedó resuelto con la creación del calendario gregoriano: si
en él se afirma que la Era Cristiana comenzó 1582 años antes de su elaboración y todos los
países respetan esta idea, toda discusión debería acabar; y los temas de cuándo nació Cristo
o lo que estableció Dionisio el Exiguo dejan de tener importancia (al menos, desde el punto
de vista de la medición del tiempo). La cuestión final era la adopción de dicho calendario y,
como hemos visto, todos los países del mundo lo han venido adoptando a través del tiempo.
La mayor precisión del calendario persa es algo discutible por una simple razón: se
trata de una precisión a la que habría que realizar ajustes en el futuro, lo mismo que sucede
con el calendario gregoriano. Si dentro de 3300 años (más o menos, cuestión muy
importante) habrá que hacer un ajuste de un día al calendario gregoriano, parece bastante
probable que el calendario persa tenga también que ajustarse antes de avanzar 3.5 millones
de años en el futuro. El tiempo futuro no se puede determinar: la duración del año, del día,
del segundo de tiempo, se desacelera con el tiempo, pero no se puede determinar
exactamente cuánto ni a qué ritmo. Y, sobre todo, un calendario no es importante por una
enorme precisión en la medición del tiempo, sino por tener una precisión razonable y una
fundamentación clara y aceptada por todos.
Por F.L.P.
S. Pio I (140-155) Nació en Aquileya, en el Friuli. El suyo fue un pontificado largo, si
se considera la época. Algunos historiadores le atribuyen la decisión y la elección de la fecha
de la Pascua, que debía ser el primer domingo después i del plenilunio de marzo. Otros
estudiosos la atribuyen a su sucesor S. Aniceto.
Fue hijo de Rufino y natural de Aquileya. Educado por su padre, en la cristiana
religión, pasó a Roma para completar su instrucción, y adelantó tanto en letras y religión,
que mereció ser admitido en un colegio de canónigos regulares; entre los cuales sobresalió
de un modo admirable por su caridad y ardiente celo; por lo que el Papa San Higinio le
consagró obispo regionario, para servirse de él como coadjutor en el gobierno de la Iglesia.
Coronado con el martirio San Higinio, la Iglesia elevó a Pío I al Sumo Pontificado pocos días
después, dando a conocer desde luego, a la par de su vigilancia pastoral, un fino tacto en
unir más y más a todas las Iglesias con los lazos de la caridad y de la Tradición, previniendo
de antemano todo lo que podía ocasionar división alguna.
San Pío I era, según un documento del siglo II conocido como el fragmento
muratoriano, hermano de Hermas, el autor del Pastor. Durante su pontificado la actividad
de los gnósticos Valentín y Cerdón, iniciada bajo el papado de su antecesor, se incrementó
notablemente. Lo mismo cabe decir de Marción, que, aunque basándose en ideas gnósticas,
evolucionó hasta elaborar una doctrina propia, el marcionismo. Tanto Valentín como
Marción fueron excomulgados por Pío I.
Se atribuye a este pontífice la fundación de dos
iglesias: la títulus Pudentis o Santa Pudenciana y latítulus
Praxedis o Santa Práxedes, pero en realidad es una
leyenda sin base histórica ya que estas iglesias se
construyeron en el siglo IV en tiempos de Constantino I.
También se le atribuye la construcción de un baptisterio
cercano a la iglesia de Santa Práxedes que utilizó para la
realización de sus funciones episcopales.
Se le atribuye haber fijado la fecha de la celebración
de la Pascua de Resurrección en el domingo siguiente al
plenilunio de marzo.
Según el Liber Pontificalis afirma que, fue Pío el primero de los Papas que mandó que
los judíos convertidos se conformasen con la Iglesia
romana el día de la celebración de la Pascua de
Resurrección, y que prohibió con graves penas la
enajenación de los bienes de la Iglesia, y la negligencia de
los sacerdotes en la celebración de los divinos oficios, y
administración de la Eucaristía
Sabedor del martirio de algunos cristianos en León
de Francia con Vero su obispo, escribió por medio de Atalo
a San Fotino su sucesor, que cuidase de sus reliquias,
como los Apóstoles hicieron con las de San Esteban.
Consagró en Iglesia las Termas Novacianas, en honor
de Santa Pudenciana, y condenó al heresiarca Valentino, lo
mismo que a Marción, que infestaba a Roma con su
hedionda doctrina, disfrazada con las apariencias de
devoción, y logró alejarlos de la ciudad. El odio de algunos
magistrados gentiles se desahogó contra el Santo, y
después de haberle hecho sufrir mucho en una terrible
cárcel, fue degollado el 11 de julio del año 157, y su
cuerpo fue sepultado en el Vaticano, donde se venera.
Por Ricardo Llacer.
Abrimos de nuevo esta sección para traeros las publicaciones más recientes de
nuestros escritores más apreciados. Comenzamos con Alexis Brito Delgado y su última nóvela
Wolfgang Stark, El último Templario, a la que deseamos mucho éxito.
Alexis Brito Delgado nació en Tenerife en 1980. Es autor de las
novelas Melancolía, Wolfgang Stark: el último Templario y Asesino a
sueldo, editadas por Ediciones MUZA Inc., Editorial Seleer y Editorial
Pelícano, respectivamente. Ha quedado finalista en varios concursos
literarios, como I Antología Crepúsculo Soñado, I Antología de
Monstruos de la Razón, I Concurso de Relato Fantástico A.C.
Forjadores y el I Premio Grup Lobher de Relato Temático 2009.
Sinopsis: A principios del Siglo XIV, la Orden del Temple ha sido
aniquilada por la Santa Inquisición. Es en ese momento cuando nace
la historia de Wolfgang Stark, uno de los pocos Caballeros de Dios
que ha sobrevivido; un alma errante que se impondrá a sí misma la
ardua tarea de peregrinar por el mundo, luchando contra el pecado y la tiranía.
A continuación tenemos dos nóvelas históricas de nuestro
apreciado escritor e historiador Antonio Galera Gracia. La Profecía
del Campo de las Estrellas y Jaime I, El niño que llegó a ser Rey.
Esta obra nos da a conocer el camino de Santiago tal y como
se encontraba en el mismo momento en que fue descubierto el
sepulcro del Apóstol (año 840). Grandes bosques plagados de fieras
salvajes, caseríos, aldeas, villas y lugares inexistentes entonces que
hoy se han convertido en prósperos pueblos y vistosas ciudades, son
mostradas al lector en forma de valiosas secuencias
cinematográficas con el objeto de que éste pueda distinguir aquel
mundo olvidado que, exceptuando el Codex Calixtinus atribuido al
papa Calixto II (1050-1124) que fue escrito dos siglos después de la
crónica que el autor de esta obra nos ofrece, todavía no ha sido dado a conocer por nadie.
A la figura del rey Jaime I, distinguido posteriormente con el
apodo de El Conquistador, se le ha privado, en todas las biografías
que de él se han publicado, de la parte más importante de la
existencia del ser humano: la infancia. Ese periodo de tiempo que
comprende desde el mismo momento en que nacemos hasta que
cumplimos los seis años de edad. Edad que nuestro futuro Rey y
señor había cumplido ya cuando en las Cortes de Lérida fue
designado como sucesor del reino de Aragón, tan sólo un año
después de la muerte del rey Pedro II, el que llegase a ser conocido
como El Católico por su supuesta adhesión, fidelidad y obediencia a
la Iglesia. En esta novela histórica se da a conoce, sola y
exclusivamente, la infancia de un monarca que con su valor sin
segundo, de varios mundos hizo un mundo y lo sujetó a sus pies.
Todos los libros los podeís adquirir a través de los enlaces de nuestra web
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En una noche primaveral y silenciosa del
siglo XVIII, paseaba aburrido y cansado por la
callejuela de San Justo de Madrid, el apuesto y
galante caballero don Juan de Echenique. Vestía
con cierto orgullo, un tanto vanidoso el uniforme
de los guardias de Corps de Carlos IV; en su cinto
pendía un espadín, que al andar tropezaba en el
muro de la estrecha calleja.
Don Juan, caminaba cansado, aquella
noche, al igual que en las anteriores le esperaba
una mujer, pero ya se había aburrido de ella al
igual que de todas las anteriores, y estaba
dispuesto a abandonarla como a tantas otras. Su
cuerpo y su alma necesitaban ahora una nueva
savia, fuerte, distinta; algo difícil y misterioso
que atrajera su atención cansada ya de amores
fáciles.
Estaba en estos pensamientos, cuando de repente,
notó que la pared de la callejuela se iluminaba con un
leve resplandor. Alzó el rostro; la luz venía de un
balconcillo que se acababa de encender, vio
confusamente un juego de sombras que se entrecruzaban
por unos instantes, y por último un contorno femenino
que se apoyaba en la barandilla. Apenas don Juan podía
distinguir la faz de la extraña mujer, pero adivinó su
espléndida cabellera que caía sobre los hombros, y una
voz muy dulce que amablemente le invitó a subir.
Aquello le resultó apasionante a don Juan, su
corazón latía de emoción y curiosidad, iba a saborear por
fin algo nuevo y desusado. Se plantó frente a la puerta de
la vieja casa hasta que la dama bajó para abrirle. Don
Juan no pudo contener la exclamación al contemplar tan
extraordinaria belleza.
Aquella dama le condujo por salones ricamente
decorados que no correspondían con el pobre aspecto exterior de la casa, hasta un rincón
más íntimo y acogedor. Allí transcurrieron veloces las horas para los dos amantes, hasta que
el reloj del templo vecino desgranó sonoras campanadas al amanecer, advirtiendo a don
Juan que era llegada la hora en que debía volver a prestar su guardia en el real palacio.
Precipitadamente atravesó los salones y salió por la puerta, marchó con paso rápido
hasta llegar a la Calle Mayor. Allí fue cuando ya repuesto de las emociones, echó de menos
su espadín, rápido como una exhalación deshizo lo andado y regresó otra vez frente a la
casa. La puerta estaba cerrada y la aporreó con violencia. Un anciano que allí cerca paseaba
tranquilo, se acercó al caballero:
- ¿Qué quiere usted a estas horas? le preguntó con voz soñolienta.
- Acabo de salir de esta casa hace unos minutos y necesito entrar para coger el
espadín que dentro olvidé.
El viejo como respuesta soltó
una carcajada, y recomendó a don
Juan marcharse a dormir y esperar a
que se le pasaran los efectos del
alcohol. Pero el caballero juró y
perjuró que estaba sereno, que
había pasado allí la noche y que
necesitaba el espadín para volver a
prestar servicio.
Ante tal insistencia el anciano
le explicó que aquella casa estaba
deshabitada desde hacía muchos
años atrás, que él era su guardián y
que no tendría inconvenientes en abrirle la puerta, si es que necesitaba cerciorarse de ello
con sus propios ojos.
Ante el estupor de don Juan, el viejo le condujo a través de los mismos salones, antes
lujosos y relucientes, y ahora cubiertos por una espesa manta de polvo que ocultaba todo el
colorido. Tuvo fuerzas para llegar hasta la habitación donde había pasado la noche, y allí
sobre la silla encontró su espadín, reluciente e intacto.
Cuentan los vecinos de la calle San Justo de Madrid, que don Juan horrorizado por
todo aquello, corrió a colocar su espada como ofrenda a los pies de la imagen del Cristo de
los guardias de Corps, donde permanece desde entonces como símbolo de la romántica
leyenda.
Por F.L.P.
De España Eterna.
Orden de los Pobres Caballeros de Cristo
y del Templo de Jerusalén
(Orden Católica Española del Temple)
Maestrazgo Templario Católico Internacional
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