RECI-CLASE Transcurría la mañana en la clase de tres años A. Todos iban terminando de tomar la merienda y la Seño comenzó a cantar la canción de reciclar: -“A reciclar, a reciclar, cada cosita tiene, tiene su lugar”. La canción se repetía una y otra vez, mientras los niños y las niñas iban depositando los restos de la merienda en sus contenedores correspondientes. Adriana llevaba una cáscara de plátano que depositó en el contenedor verde, Berta depositó la botellita de batido en el contenedor amarillo, Helena, que tenía muchos mocos, depositó su pañuelo en el contenedor azul. Los niños y las niñas habían aprendido muy bien el sitio que le correspondía a cada cosa. Pablo vio cómo se formaba un charco alrededor del contenedor azul y dijo: - “Seño, el contenedor azul está llorando”, el contenedor azul está llorando” Todos los niños y las niñas se arremolinaron en torno al contenedor azul, su pequeñas voces murmuraban las causas por las que el contenedor lloraba. La Seño abrió el contenedor y cuál no fue su sorpresa cuando se encontró dentro un envase de tetrabrik de zumo de melocotón. Todos los papeles estaban mojados. Sergio dijo que los papeles estaban muy tristes porque alguien se había confundido y había metido el envase de zumo con los papeles y, claro, los papeles se pusieron a llorar y, por eso, estaban mojados. Tantas fueron sus lágrimas que se salieron del contenedor y formaron un charco. En cierto modo tenía razón. Alba dijo que no era así la cosa, sino que el que lloraba era el envase de tetrabrik, porque resultaba que dentro del contenedor de papeles no tenía ningún amigo, no estaban sus amigos los plásticos y se sintió muy sólo y se puso a llorar. Todos los niños y las niñas dijeron que Alba también tenía razón. La verdad era que los dos tenían razón, probablemente tanto los papeles como el tetrabrik estuviesen muy disgustados porque alguien se confundió y no atendió a la canción de la Seño: ”A reciclar, a reciclar, cada cosita tiene, tiene su lugar”. Desde aquel día todos los niños y todas las niñas aprendieron que los desperdicios orgánicos como las peladuras de plátano, de peras, manzanas, los restos de bocadillo, galletas…, tienen que estar todos juntos en el contenedor verde. Los envases de plástico como botellitas de batidos, de yogures, vasitos de natillas, tetrabrik de zumos…, todos al contenedor amarillo, y los papeles, cartones, recortes de papel charol, pañuelos de papel…, todos al contenedor azul. Badajoz 27 de noviembre de 2025 Son las 20 horas y un chico sale de su portal con tres bolsas de basura, una azul con papeles, revistas, periódicos y cartones, otra bolsa amarilla con botellas de plástico, envases de yogures…, y otra bolsa verde con restos orgánicos. Camina despacio en dirección a la zona de reciclado “PUNTO LIMPIO”, en la espalda de su sudadera se lee un nombre: PABLO. Mientras Pablo recicla, otros muchos chicos van saliendo con sus bolsas de basura camino del PUNTO LIMPIO más cercano a sus casas, esos chicos y chicas llevan en sus sudaderas sus nombres: CELIA, ROSANA, IVAN, ISABEL, RAQUEL, HUGO, CARLOS, DANIEL, DANIELA , JHONY,CATINA, SAMUEL, MARCOS, ALEJANDRA, ERIK, CLAUDIA… MÁS LEJOS, EN OTRA CIUDAD DE ESPAÑA, OCURRE LO MISMO. TODOS LOS CHICOS Y CHICAS AYUDAN A MANTENER LIMPIA SU CIUDAD RECICLANDO. Mientras,suena la canción “ A reciclar, a reciclar, cada cosita tiene, tiene su lugar”. A partir de aquí extrapolamos a todo el continente Europeo, a todo el planeta, mientra, se escucha la canción: “A reciclar, a reciclar, cada cosita tiene, tiene su lugar. El planeta aparece limpio con sus colores verdes y azules más radiantes, con una gran sonrisa. Seguimos extrapolando a nuestro sistema Solar, a nuestra Galaxia, a otra galaxia y a las de más allá. Llegamos a otro planeta, a un continente de ese planeta, a un país de ese continente, a una ciudad de ese país, a un colegio de esa ciudad, a una clase de niños y niñas de tres años de ese colegio. Esos niños y niñas llevan puestos en sus babis sus nombres: Sbou, Degu, Muig, Gamae…, y van depositando en los respectivos contenedores los restos de sus meriendas, mientras su maestra canta una canción en su idioma: A menajun, a menajun, sime a facu sile, sile di sonmegá”. Y colorín colorado, dime si hoy has reciclado.